Me despido con esta última columna y agradeciéndoles a todos los que me siguen en este blog y que comentan y que disienten y que protestan; y a quienes este blog les sirve para discutir o congeniar. Gracias a todos, y les deseos los mejores augurios con un año rebosante de libertad.
¡Qué año! Loco, retorcido, febril, como sus personajes. Tiger Woods toca el cielo con mil millones y el infierno con trece amantes. Hugo Chávez proclama guerra y teme una invasión. Alberto Cutié mete la mano y saca la sotana. Diego Maradona patalea obscenidades e igual va a Sudáfrica. Michael Jackson ya no canta, pero vende como nunca. Elvis Crespo promociona discos, masturbándose en las alturas. Y Barack Obama manda soldados a Afganistán y le dan el Nobel de la Paz.
Este último ciclo del decenio demostró que los versos de aquel tango Cambalache de la “década infame” argentina, conservan su vigencia por toda América. “El que no llora no mama” quedó en evidencia con los millones que recibieron los fastuosos banqueros estadounidenses para cortar una crisis que ellos indujeron; mientras “el que no roba es un gil”, refleja los altísimos índices de corrupción que situaron a gobiernos latinoamericanos entre los más inmundos del mundo.
El año abrió mal y cerró peor. La fiebre porcina arrasó y colapsó sistemas ya saturados de dengue, cólera y desnutrición. Las remesas familiares desde EEUU mermaron un 57% y encima, a varios, por corrupción, como Daniel Ortega, le cerraron el grifo de las donaciones internacionales.
Sin embargo, el dinero público que faltó para infraestructura, empleos y educación prometidas, nunca fue escaso en lujuria política, así fuera por sexo fácil en burdeles de Nueva York o para patrocinar reelecciones, reformar constituciones, espiar a rivales, subsidiar fuerzas de choque o arrastrar masas a marchas e idolatrías. Un eterno circo donde “siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos”.
Aunque la excusa fue la crisis, el cambio climático, la caída de los precios de las materias primas y de las inversiones extranjeras, en realidad fue por falta de previsión que millones de latinoamericanos cayeron por debajo de la línea de la pobreza y 53 millones no tienen lo suficiente en sus estómagos. Mientras, los gobiernos se enfrascaron en una carrera armamentista digna de la Guerra fría, dilapidando 50 mil millones de dólares y prometiendo muchos más a Rusia e Irán que llegaron como Colón, para hacerse la América y colonizar.
Los gobernantes juegan a las ideologías. Crean clubes y cumbres pero se pelean y despotrican en diplomacias de micrófono. Se amenazan con conflictos e invasiones, ya sea por bases militares extranjeras, incursiones en áreas limítrofes, salidas al mar o por videos que evidencian narco dólares guerrilleros en campañas electorales y valijas con efectivo volando a destinos más allá del ALBA.
La mayoría de presidentes consensuó en dos frentes. Por un lado se rindió pleitesía peregrinando a La Habana para alabar a los Castro por su dictadura y, por el otro, se despilfarró en nombre de la defensa y la soberanía nacional. No importa que el castrismo ahora se ufane de perseguir blogueros mientras en otros países aumenta la banda ancha, las computadoras por 100 dólares y las redes sociales. Por sus 50 años de opresión, la antilla mayor fue premiada con su reinserción en la OEA, mientras se suspendía a Honduras por reciprocar con golpe de estado los continuos golpes constitucionales de Manuel Zelaya.
Y si bien Juanes cantó a la paz en las fronteras y en la Plaza de la Revolución habanera, la gente pidió paz pero en sus barrios y hogares. Un 73% de latinoamericanos se sintió más inseguro y desprotegido; y con más desconfianza en las fuerzas de seguridad, como un 82% de los guatemaltecos y 83% de argentinos.
Esta incertidumbre permeó a todas las instituciones estatales, vulnerables a la influencia del crimen organizado y al narcotráfico, que se afincó en casi todos los países borrando los límites entre producción y consumo. Un 60% de los municipios mexicanos está infiltrado y en las elecciones legislativas de julio, 16 candidatos a diputado estaban coludidos con el narcotráfico, mientras en Dominicana 60 nominados a legislador estaban manchados.
A juzgar por el espíritu de Cambalache, no estamos mejor que en el 506 ni el 2000. Hoy, por el aumento de corrupción, impunidad, hambre, pobreza, consumo de drogas (despenalización de la marihuana), pornografía infantil, divorcios y casamientos del mismo sexo… pareciera que “vivimos revolcaos en un merengue, y en el mismo lodo todos manoseaos”.
jueves, 31 de diciembre de 2009
miércoles, 30 de diciembre de 2009
Aciertos y pecados en el periodismo
Comparto con ustedes una parte de una entrevista que me hizo hace un par de años atrás Childerico Cevallos, editor en jefe de El Diario, de Ecuador, que la compartió hoy conmigo mientras nos saludábamos y deseábamos lo mejor para este 2010.
El Diario.- ¿Qué piensa sobre el periodismo en Latinoamérica?.
Ricardo Trotti.- Creo que hay grandes aciertos y pecados. Entre los aciertos: que se está formando un periodismo cada vez más combativo buscando una mayor profesionalización; que la misma profesión está tratando de reivindicarse cada día con temas de investigación como, por ejemplo, para detener la corrupción, uno de los factores más negativos en Latinoamérica.
En cuanto a los pecados también hay muchos. Hay vicios en las denuncias periodísticas basadas en informes, boletines informativos que son propaganda y relaciones públicas de las instituciones interesadas.
ED.- ¿Se requiere mayor capacitación para lograr eficiencia periodística?
RT.- Permanentemente. La independencia, la objetividad, el balance informativo, la utilización de mayor cantidad de fuentes - que en una historia periodística es parte de la habilidad para una nota de mejor calidad-, son factores importantes para que el lector pueda apreciar mejor la noticia.
El entrenamiento es una de las mayores obligaciones morales del periodista. Entrenarse no es otra cosa que acercarse más a la verdad, significa más credibilidad.
ED.- ¿Deben ejercer el periodismo solo quienes han sido preparados académicamente?
RT.- Creo que el estudio de la disciplina del periodismo ayuda muchísimo, pero no lo es todo; aunque la profesión tiene que nutrirse cada vez más de personas mejores entrenadas.
ED.- ¿Continúa la SIP impugnando la colegiación obligatoria?
RT.- La SIP respeta la colegiación del periodista pero no la afiliación obligatoria. La SIP considera que el entrenamiento, la colegiación y la universidad son importantes, deben ser actos voluntarios.
ED.- Pero lo que se hace es defender al periodista, al igual que en otras profesiones
RT.- No, porque hay ciertos conceptos de libertad de expresión que radican en un derecho humano fundamental que es precisamente la libertad de opinar, ratificada en pactos internacionales. En ellos se expresa que el derecho fundamental a recibir, buscar y transmitir información le pertenece a toda persona desde que nace, un derecho totalmente ajeno a la imposición que puede ejercer un estado.
ED.- ¿Cómo ve el futuro de los medios impresos?
RT.- Hace un tiempo se dijo que la televisión, primero, y luego el Internet, amenazaban la existencia de los diarios; pero, en realidad, todos los medios que han aparecido posterior a los periódicos lo único que han hecho es servir de instrumento dentro de los medios para poder diversificarse. El Internet ha servido a los diarios como otro instrumento de comunicación.
ED.- ¿Hay diferencias en la práctica del periodismo en EE.UU. y en Latinoamérica?
RT.- En los EE.UU. hay más autodisciplina, más autoeducación, mucha más mística sobre la profesión. Son más de 200 años de guerra democrática, donde el tema de la libertad de expresión y la libertad de prensa son cláusulas que están más o menos engarzadas en este país. En Latinoamérica no hemos tenido ese bagaje cultural sobre la libertad, siempre hemos estado extrapolando por décadas y décadas y no hemos tenido una figura trascendente como una Primera Enmienda.
El Diario.- ¿Qué piensa sobre el periodismo en Latinoamérica?.
Ricardo Trotti.- Creo que hay grandes aciertos y pecados. Entre los aciertos: que se está formando un periodismo cada vez más combativo buscando una mayor profesionalización; que la misma profesión está tratando de reivindicarse cada día con temas de investigación como, por ejemplo, para detener la corrupción, uno de los factores más negativos en Latinoamérica.
En cuanto a los pecados también hay muchos. Hay vicios en las denuncias periodísticas basadas en informes, boletines informativos que son propaganda y relaciones públicas de las instituciones interesadas.
ED.- ¿Se requiere mayor capacitación para lograr eficiencia periodística?
RT.- Permanentemente. La independencia, la objetividad, el balance informativo, la utilización de mayor cantidad de fuentes - que en una historia periodística es parte de la habilidad para una nota de mejor calidad-, son factores importantes para que el lector pueda apreciar mejor la noticia.
El entrenamiento es una de las mayores obligaciones morales del periodista. Entrenarse no es otra cosa que acercarse más a la verdad, significa más credibilidad.
ED.- ¿Deben ejercer el periodismo solo quienes han sido preparados académicamente?
RT.- Creo que el estudio de la disciplina del periodismo ayuda muchísimo, pero no lo es todo; aunque la profesión tiene que nutrirse cada vez más de personas mejores entrenadas.
ED.- ¿Continúa la SIP impugnando la colegiación obligatoria?
RT.- La SIP respeta la colegiación del periodista pero no la afiliación obligatoria. La SIP considera que el entrenamiento, la colegiación y la universidad son importantes, deben ser actos voluntarios.
ED.- Pero lo que se hace es defender al periodista, al igual que en otras profesiones
RT.- No, porque hay ciertos conceptos de libertad de expresión que radican en un derecho humano fundamental que es precisamente la libertad de opinar, ratificada en pactos internacionales. En ellos se expresa que el derecho fundamental a recibir, buscar y transmitir información le pertenece a toda persona desde que nace, un derecho totalmente ajeno a la imposición que puede ejercer un estado.
ED.- ¿Cómo ve el futuro de los medios impresos?
RT.- Hace un tiempo se dijo que la televisión, primero, y luego el Internet, amenazaban la existencia de los diarios; pero, en realidad, todos los medios que han aparecido posterior a los periódicos lo único que han hecho es servir de instrumento dentro de los medios para poder diversificarse. El Internet ha servido a los diarios como otro instrumento de comunicación.
ED.- ¿Hay diferencias en la práctica del periodismo en EE.UU. y en Latinoamérica?
RT.- En los EE.UU. hay más autodisciplina, más autoeducación, mucha más mística sobre la profesión. Son más de 200 años de guerra democrática, donde el tema de la libertad de expresión y la libertad de prensa son cláusulas que están más o menos engarzadas en este país. En Latinoamérica no hemos tenido ese bagaje cultural sobre la libertad, siempre hemos estado extrapolando por décadas y décadas y no hemos tenido una figura trascendente como una Primera Enmienda.
martes, 29 de diciembre de 2009
Cobrando por las noticias
La gratuidad de los contenidos es una ecuación que nunca cerró al negocio de los medios de comunicación, especialmente a los escritos.
El periodismo es un negocio costoso, especialmente cuando es de calidad; cuando partes de las salas de Redacción están abocadas al periodismo de investigación, un género lento, meticuloso y que muchas veces solo hace ganar reputación y premios, pero no dinero.
Algunos diarios estadounidenses, como el The Wall Street Journal, máxima autoridad mundial en el periodismo especializado, se ha dado el “lujo” de cobrar y seguir cobrando su contenido; es que todos saben que este periódico llena las zonas grises en el mundo de los negocios. En América Latina uno de los ejemplos de cobro de contenido virtual es el diario mexicano Reforma.
En ambos lados del continente, norte y sur, varios medios tratan de imitarlos o buscan fórmulas menos complicadas, ya que cobrar un contenido que siempre se ofreció gratuito puede producir rechazo de los lectores, y ese abandono puede incluso agravar una condición inestable, yendo en detrimento directo de la todavía escasa y esquiva publicidad on-line, donde la competencia es feroz y los precios diminutos.
The Miami Herald está probando una estrategia diferente y novedosa que ha despertado cierta burla entre los principales diarios de Estados Unidos. Muchos medios observadores tratan de hacerse los escépticos, pero de reojo miran si la fórmula generará algún resultado, para poderla imitar de inmediato.
Debajo de cada noticia on-line, el diario coloca una frase “Support ongoing news coverage on MiamiHerald.com” (Apoye la continua cobertura de noticias en MiamiHerald.com) donde los usuarios pueden cliquear y dejar una donación voluntaria de dinero a través de una tarjeta de crédito.
Una fórmula simple que el pasado domingo 20 de diciembre, en su columna habitual, el director editorial del periódico, Anders Gyllenhaal, trató de justificar. Dijo que los primeros días del experimento tuvieron éxito ya que varios lectores donaron cifras entre centavos y decenas de dólares en apoyo a un par de notas.
Tal vez la fórmula no sea la más tradicional y pueda despertar críticas por ser muy oportunista, pero es también una buena forma de medir los gustos del público y si está dispuesto a pagar por un periodismo de calidad y responsable ante su comunidad. En realidad al lector no se le pide una donación por una nota especial, sino un apoyo general que incentiva al diario a seguir adelante, ante una comunidad que está consciente de la necesidad de tener un periodismo investigativo, fiscalizador y que obliga a la función pública a rendir cuentas.
Los periódicos estadounidenses están conscientes que la independencia (y la apariencia de ella) es el valor más preciado que tiene la labor periodística frente a la democracia, y por ello, a través de la Asociación Nacional de Diarios (NAA, siglas en inglés) rechazaron los paquetes de ayuda económica gubernamental que los medios de comunicación europeos le aceptaron a sus propios gobiernos.
Una fórmula más difícil, pero más saludable y cómoda de acuerdo a estándares y valores periodísticos.
El periodismo es un negocio costoso, especialmente cuando es de calidad; cuando partes de las salas de Redacción están abocadas al periodismo de investigación, un género lento, meticuloso y que muchas veces solo hace ganar reputación y premios, pero no dinero.
Algunos diarios estadounidenses, como el The Wall Street Journal, máxima autoridad mundial en el periodismo especializado, se ha dado el “lujo” de cobrar y seguir cobrando su contenido; es que todos saben que este periódico llena las zonas grises en el mundo de los negocios. En América Latina uno de los ejemplos de cobro de contenido virtual es el diario mexicano Reforma.
En ambos lados del continente, norte y sur, varios medios tratan de imitarlos o buscan fórmulas menos complicadas, ya que cobrar un contenido que siempre se ofreció gratuito puede producir rechazo de los lectores, y ese abandono puede incluso agravar una condición inestable, yendo en detrimento directo de la todavía escasa y esquiva publicidad on-line, donde la competencia es feroz y los precios diminutos.
The Miami Herald está probando una estrategia diferente y novedosa que ha despertado cierta burla entre los principales diarios de Estados Unidos. Muchos medios observadores tratan de hacerse los escépticos, pero de reojo miran si la fórmula generará algún resultado, para poderla imitar de inmediato.
Debajo de cada noticia on-line, el diario coloca una frase “Support ongoing news coverage on MiamiHerald.com” (Apoye la continua cobertura de noticias en MiamiHerald.com) donde los usuarios pueden cliquear y dejar una donación voluntaria de dinero a través de una tarjeta de crédito.
Una fórmula simple que el pasado domingo 20 de diciembre, en su columna habitual, el director editorial del periódico, Anders Gyllenhaal, trató de justificar. Dijo que los primeros días del experimento tuvieron éxito ya que varios lectores donaron cifras entre centavos y decenas de dólares en apoyo a un par de notas.
Tal vez la fórmula no sea la más tradicional y pueda despertar críticas por ser muy oportunista, pero es también una buena forma de medir los gustos del público y si está dispuesto a pagar por un periodismo de calidad y responsable ante su comunidad. En realidad al lector no se le pide una donación por una nota especial, sino un apoyo general que incentiva al diario a seguir adelante, ante una comunidad que está consciente de la necesidad de tener un periodismo investigativo, fiscalizador y que obliga a la función pública a rendir cuentas.
Los periódicos estadounidenses están conscientes que la independencia (y la apariencia de ella) es el valor más preciado que tiene la labor periodística frente a la democracia, y por ello, a través de la Asociación Nacional de Diarios (NAA, siglas en inglés) rechazaron los paquetes de ayuda económica gubernamental que los medios de comunicación europeos le aceptaron a sus propios gobiernos.
Una fórmula más difícil, pero más saludable y cómoda de acuerdo a estándares y valores periodísticos.
lunes, 28 de diciembre de 2009
Pésimo año para la prensa
Este 2009 ha sido uno de los años peores en materia de libertad de prensa. Sólo en nuestro continente americano 22 periodistas fueron asesinados, la mayoría de ellos en México, mientras que 27 periodistas permanecen en las cárceles cubanas, según un recuento que hizo la Sociedad Interamericana de Prensa para este fin de año.
Los periodistas y medios de comunicación debieron enfrentar problemas en forma cotidiana y en todos los países, destacándose México por su violencia; Argentina por los ataques contra los periodistas desde el gobierno, que además patrocinó la Ley de Servicios Audiovisuales; Bolivia por el sarcasmo y los ataques que utilizó el presidente Evo Morales contra los periodistas; Ecuador por la Ley de Comunicación que auspicia el gobierno para poder controlar los contenidos; Venezuela por la persecución del presidente Hugo Chávez contra Globovisión y otros medios; Nicaragua por el nepotismo del presidente Daniel Ortega quien se ha quedado con medios de comunicación para su familia; Cuba por seguir limitando al pueblo su acceso a la internet y perseguir a blogueros; Colombia por espiar a periodistas; Honduras por castigar a los medios con tendencia editorial a favor de Manuel Zelaya.
Más allá de los ataques contra los medios y periodistas propiciados por los gobiernos, el crimen organizado ha sido la fuente de mayor violencia contra los comunicadores.
Pero no solo los periodistas que trabajan en los medios ven obstaculizada su labor. De acuerdo con el Comité de Protección de Periodistas, los comunicadores freelance o independientes representan el 45% del total de 136 periodistas, editores y fotoperiodistas que están actualmente encarcelados en el mundo.
El informe del CPJ señala que China sigue siendo el país con más periodistas encarcelados en el mundo, seguida por Irán, Cuba, Eritrea y Myanmar. El reporte indica que la cifra está en aumento porque el internet ha permitido a periodistas individuales publicar información por su cuenta, mientras que la crisis económica ha hecho que varios medios de comunicaciones tradicionales, debido a la crisis, contratan a periodistas independientes para cubrir noticias internacionales.
Por los menos 68 blogueros y editores digitales están detenidos, constituyendo la mitad del total de periodistas presos. Por su parte, la prensa escrita con 51 periodistas y fotógrafos es la segunda categoría con mayor cantidad de casos.
Los periodistas y medios de comunicación debieron enfrentar problemas en forma cotidiana y en todos los países, destacándose México por su violencia; Argentina por los ataques contra los periodistas desde el gobierno, que además patrocinó la Ley de Servicios Audiovisuales; Bolivia por el sarcasmo y los ataques que utilizó el presidente Evo Morales contra los periodistas; Ecuador por la Ley de Comunicación que auspicia el gobierno para poder controlar los contenidos; Venezuela por la persecución del presidente Hugo Chávez contra Globovisión y otros medios; Nicaragua por el nepotismo del presidente Daniel Ortega quien se ha quedado con medios de comunicación para su familia; Cuba por seguir limitando al pueblo su acceso a la internet y perseguir a blogueros; Colombia por espiar a periodistas; Honduras por castigar a los medios con tendencia editorial a favor de Manuel Zelaya.
Más allá de los ataques contra los medios y periodistas propiciados por los gobiernos, el crimen organizado ha sido la fuente de mayor violencia contra los comunicadores.
Pero no solo los periodistas que trabajan en los medios ven obstaculizada su labor. De acuerdo con el Comité de Protección de Periodistas, los comunicadores freelance o independientes representan el 45% del total de 136 periodistas, editores y fotoperiodistas que están actualmente encarcelados en el mundo.
El informe del CPJ señala que China sigue siendo el país con más periodistas encarcelados en el mundo, seguida por Irán, Cuba, Eritrea y Myanmar. El reporte indica que la cifra está en aumento porque el internet ha permitido a periodistas individuales publicar información por su cuenta, mientras que la crisis económica ha hecho que varios medios de comunicaciones tradicionales, debido a la crisis, contratan a periodistas independientes para cubrir noticias internacionales.
Por los menos 68 blogueros y editores digitales están detenidos, constituyendo la mitad del total de periodistas presos. Por su parte, la prensa escrita con 51 periodistas y fotógrafos es la segunda categoría con mayor cantidad de casos.
sábado, 26 de diciembre de 2009
¿Justicia o venganza?
En un ambiente de inseguridad e impunidad potenciado por una justicia que no se aplica con rigurosidad, eficiencia ni rapidez, muchos ciudadanos optan por hacer justicia por manos propias, a menudo con resultados espeluznantes.
Esta semana, cansados de escenas repetidas de delincuencia sin castigo, pobladores de Bolivia y Guatemala lincharon a varios ladrones en actos de escarmiento público, en los que las víctimas fueron torturadas, mutiladas e incineradas, ante la impotencia de las autoridades.
Los linchamientos aparentan ser actos de redención ciudadana, aunque al no existir debido proceso, son episodios de venganza violenta que trastocan el principio de proporcionalidad de la milenaria Ley del Talión (ojo por ojo, diente por diente…), cuyo espíritu ha permeado legislaciones y códigos modernos, para su aplicación única por parte de jueces ordinarios.
La desproporcionalidad y la rapidez caracterizan a la justicia popular. A las masas les da lo mismo matar a un asesino que a un ladrón de gallinas. Y muchas veces se equivocan. Un caso notorio fue el del hijo de un fiscal peruano, que al regresar a su país en septiembre, a la ciudad de Juliaca, una turba enardecida lo confundió con un ladrón. Horas después, y a pesar de gritar por clemencia, fue atado a un poste e incinerado.
Lo grave es que los linchamientos están ganando adeptos según aumenta la inseguridad. Un 73% de los latinoamericanos tiene miedo a ser víctima de un delito, según la Secretaría General Iberoamericana; otro estudio reciente del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo muestra que 12% de costarricenses, 14% de salvadoreños y 18% de nicaragüenses aprueba la justicia por mano propia.
En la región boliviana de Cochabamba, donde fueron ajusticiados tres delincuentes de un total de 14 muertes ocurridas en 40 casos este año, las víctimas fueron calcinadas frente a un grupo de niños, tras ser arrebatadas a un destacamento policial, ante la convicción colectiva de que no se impartiría justo castigo. Los policías, amenazados de engrosar la hoguera humana, nada pudieron hacer ante la masa.
En las comunidades alejadas de los centros urbanos, los gobiernos suelen ser más débiles para reprimir el crimen, al no haber jueces, fiscales o suficientes policías. Entre la falta de justicia ordinaria y los ajusticiamientos se gesta un círculo vicioso de impunidad y mayor violencia difícil de contener. En Guatemala, el país más golpeado por este fenómeno, no solo fueron acribillados 42 personas, en 110 casos de linchamiento este año, sino que fueron incendiadas cinco estaciones de policía y diez patrulleros al tratar de detener a las turbas.
Esta impunidad está alimentada por la protección y el anonimato de las masas que no permite identificar a los agresores y por las amenazas contra los auxiliares de justicia en caso de que prosigan sus investigaciones. Además, en países como México y Colombia, existen casos de linchamientos no espontáneos, organizados por escuadrones de la muerte para “limpiar” indeseables o perpetrar venganzas.
Un problema difícil de resolver es la percepción popular de que la justicia por manos propias resuelve en un par de horas lo que la ordinaria demora años, disuadiendo a los delincuentes a reincidir en sus comunidades. Por ello, no se trata solo de imponer nuevas y rigurosas leyes, sino de cambiar conductas que están arraigadas en culturas ancestrales. Los obispos guatemaltecos, conscientes de ello, comenzaron domingos atrás en sus homilías a condenar estos actos como feroces y criminales, pero reconociendo la debilidad del estado para impartir justicia.
El desafío para muchos países es grande. No solo se trata de una disyuntiva judicial y cultural, sino también económico, porque desalienta las inversiones extranjeras y el turismo.
Se espera que Bolivia, donde ya está en marcha una reforma judicial tras la aprobación de su nueva Constitución en enero, pueda alcanzar una fórmula eficaz para replicarse en otros países, enfocada en la educación y en una justicia más rápida y eficiente, capaz de crear una cultura de la legalidad y mayor confianza en las instituciones.
Evo Morales sabe de este desafío y lo definió muy bien esta semana al reaccionar a los linchamientos: “(son) llamados de atención terribles, dramáticos y horrendos que obligan a los gobernantes a avanzar en los procesos de construcción democrática”.
Esta semana, cansados de escenas repetidas de delincuencia sin castigo, pobladores de Bolivia y Guatemala lincharon a varios ladrones en actos de escarmiento público, en los que las víctimas fueron torturadas, mutiladas e incineradas, ante la impotencia de las autoridades.
Los linchamientos aparentan ser actos de redención ciudadana, aunque al no existir debido proceso, son episodios de venganza violenta que trastocan el principio de proporcionalidad de la milenaria Ley del Talión (ojo por ojo, diente por diente…), cuyo espíritu ha permeado legislaciones y códigos modernos, para su aplicación única por parte de jueces ordinarios.
La desproporcionalidad y la rapidez caracterizan a la justicia popular. A las masas les da lo mismo matar a un asesino que a un ladrón de gallinas. Y muchas veces se equivocan. Un caso notorio fue el del hijo de un fiscal peruano, que al regresar a su país en septiembre, a la ciudad de Juliaca, una turba enardecida lo confundió con un ladrón. Horas después, y a pesar de gritar por clemencia, fue atado a un poste e incinerado.
Lo grave es que los linchamientos están ganando adeptos según aumenta la inseguridad. Un 73% de los latinoamericanos tiene miedo a ser víctima de un delito, según la Secretaría General Iberoamericana; otro estudio reciente del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo muestra que 12% de costarricenses, 14% de salvadoreños y 18% de nicaragüenses aprueba la justicia por mano propia.
En la región boliviana de Cochabamba, donde fueron ajusticiados tres delincuentes de un total de 14 muertes ocurridas en 40 casos este año, las víctimas fueron calcinadas frente a un grupo de niños, tras ser arrebatadas a un destacamento policial, ante la convicción colectiva de que no se impartiría justo castigo. Los policías, amenazados de engrosar la hoguera humana, nada pudieron hacer ante la masa.
En las comunidades alejadas de los centros urbanos, los gobiernos suelen ser más débiles para reprimir el crimen, al no haber jueces, fiscales o suficientes policías. Entre la falta de justicia ordinaria y los ajusticiamientos se gesta un círculo vicioso de impunidad y mayor violencia difícil de contener. En Guatemala, el país más golpeado por este fenómeno, no solo fueron acribillados 42 personas, en 110 casos de linchamiento este año, sino que fueron incendiadas cinco estaciones de policía y diez patrulleros al tratar de detener a las turbas.
Esta impunidad está alimentada por la protección y el anonimato de las masas que no permite identificar a los agresores y por las amenazas contra los auxiliares de justicia en caso de que prosigan sus investigaciones. Además, en países como México y Colombia, existen casos de linchamientos no espontáneos, organizados por escuadrones de la muerte para “limpiar” indeseables o perpetrar venganzas.
Un problema difícil de resolver es la percepción popular de que la justicia por manos propias resuelve en un par de horas lo que la ordinaria demora años, disuadiendo a los delincuentes a reincidir en sus comunidades. Por ello, no se trata solo de imponer nuevas y rigurosas leyes, sino de cambiar conductas que están arraigadas en culturas ancestrales. Los obispos guatemaltecos, conscientes de ello, comenzaron domingos atrás en sus homilías a condenar estos actos como feroces y criminales, pero reconociendo la debilidad del estado para impartir justicia.
El desafío para muchos países es grande. No solo se trata de una disyuntiva judicial y cultural, sino también económico, porque desalienta las inversiones extranjeras y el turismo.
Se espera que Bolivia, donde ya está en marcha una reforma judicial tras la aprobación de su nueva Constitución en enero, pueda alcanzar una fórmula eficaz para replicarse en otros países, enfocada en la educación y en una justicia más rápida y eficiente, capaz de crear una cultura de la legalidad y mayor confianza en las instituciones.
Evo Morales sabe de este desafío y lo definió muy bien esta semana al reaccionar a los linchamientos: “(son) llamados de atención terribles, dramáticos y horrendos que obligan a los gobernantes a avanzar en los procesos de construcción democrática”.
viernes, 25 de diciembre de 2009
Funes: algo bueno en Navidad
Mientras Rafael Correa, Hugo Chávez, Evo Morales, Cristina de Kirchner y Daniel Ortega han tenido un año bien sufrido con la prensa, especialmente por la forma en que trataron de dominar a los medios de comunicación y por la censura que crearon a través de leyes y regulaciones, otro gobierno de izquierda, el del presidente Mauricio Funes se destacó por un pleno respeto a la labor periodística desde que asumió el 1 de junio pasado.
Probablemente por su entendimiento sobre lo que significa la libertad dentro de una democracia y por su reciente pasado como uno de los periodistas más profesionales y notorios de su país, Funes acaba de afirmar lo que para los medios pudiera ser un buen regalo de Navidad: no replicará leyes de prensa que han pululado en países bajo los presidentes mencionados.
``De lo que sí deben de estar seguros, y ésa es una garantía que doy como presidente de la República, es que desde el ejercicio público, desde el Ejecutivo, nosotros no vamos a obstaculizar la labor de los medios de comunicación, sean estos escritos, radiales o televisivos, no lo vamos a hacer'', dijo Funes.
``Creo en la competencia, creo en los apoyos que desde el Estado se deben de dar, justamente, especialmente para aquellos medios más pequeños o aquellos medios que responden a intereses comunitarios puedan desarrollarse en un mercado tan competitivo, pero hasta ahí no más'', agregó, según la agencia EFE.
Lo bueno de su respuesta a un posible proyecto de Ley de Telecomunicaciones y de Energía que estaría planteando el Movimiento para la Comunicación Democrática, es que se trata de una posición política parecida a la que mantenía su antecesor derechista y también periodista Antonio Saca, y diametralmente opuesta a la de otros gobiernos izquierdistas que están maniatando a la prensa con leyes que van más allá de la reorganización del espectro radioeléctrico para meterse de lleno en los contenidos, como lo es la nueva legislación argentina y el proyecto que está siendo debatido en Ecuador.
Probablemente por su entendimiento sobre lo que significa la libertad dentro de una democracia y por su reciente pasado como uno de los periodistas más profesionales y notorios de su país, Funes acaba de afirmar lo que para los medios pudiera ser un buen regalo de Navidad: no replicará leyes de prensa que han pululado en países bajo los presidentes mencionados.
``De lo que sí deben de estar seguros, y ésa es una garantía que doy como presidente de la República, es que desde el ejercicio público, desde el Ejecutivo, nosotros no vamos a obstaculizar la labor de los medios de comunicación, sean estos escritos, radiales o televisivos, no lo vamos a hacer'', dijo Funes.
``Creo en la competencia, creo en los apoyos que desde el Estado se deben de dar, justamente, especialmente para aquellos medios más pequeños o aquellos medios que responden a intereses comunitarios puedan desarrollarse en un mercado tan competitivo, pero hasta ahí no más'', agregó, según la agencia EFE.
Lo bueno de su respuesta a un posible proyecto de Ley de Telecomunicaciones y de Energía que estaría planteando el Movimiento para la Comunicación Democrática, es que se trata de una posición política parecida a la que mantenía su antecesor derechista y también periodista Antonio Saca, y diametralmente opuesta a la de otros gobiernos izquierdistas que están maniatando a la prensa con leyes que van más allá de la reorganización del espectro radioeléctrico para meterse de lleno en los contenidos, como lo es la nueva legislación argentina y el proyecto que está siendo debatido en Ecuador.
miércoles, 23 de diciembre de 2009
La TV en Ecuador y Venezuela
En Ecuador Teleamazonas está sufriendo los mismos atropellos que Globovisión en Venezuela. Rafael Correa ni Hugo Chávez soportan que los medios tengan una línea editorial independiente y crítica sobre sus administraciones. Por eso, son en este momento las televisoras más golpeadas de las Américas.
Ambas vienen sufriendo sanciones administrativas y sus propietarios acoso judicial. Correa y Chávez no tienen empacho en arremeter contra ambas en sus programas semanales, a las que califican con todos los epítetos habidos y por haber y hasta dicen que las harán cerrar apenas puedan. Obviamente, esa prédica habla muy bien de la independencia que tienen los poderes autónomos en sus países que manejan el tema de las telecomunicaciones.
Teleamazonas fue suspendida por tres días por una noticia que dio en mayo y es la tercera sanción que recibe en los últimos meses. Esta es la más grave de todas, a demás porque abre las puertas para que el canal pueda ser cerrado por tres meses y si reincide la pena pueda ser total.
En Ecuador, el congreso está discutiendo una ley de Comunicación que contiene formas de cómo sancionar eficientemente a los medios y un organismo dependiente del Ejecutivo para hacerlo, lo que evidencia que será utilizado para castigar a los medios que no simpaticen con el gobierno central.
Ambas vienen sufriendo sanciones administrativas y sus propietarios acoso judicial. Correa y Chávez no tienen empacho en arremeter contra ambas en sus programas semanales, a las que califican con todos los epítetos habidos y por haber y hasta dicen que las harán cerrar apenas puedan. Obviamente, esa prédica habla muy bien de la independencia que tienen los poderes autónomos en sus países que manejan el tema de las telecomunicaciones.
Teleamazonas fue suspendida por tres días por una noticia que dio en mayo y es la tercera sanción que recibe en los últimos meses. Esta es la más grave de todas, a demás porque abre las puertas para que el canal pueda ser cerrado por tres meses y si reincide la pena pueda ser total.
En Ecuador, el congreso está discutiendo una ley de Comunicación que contiene formas de cómo sancionar eficientemente a los medios y un organismo dependiente del Ejecutivo para hacerlo, lo que evidencia que será utilizado para castigar a los medios que no simpaticen con el gobierno central.
martes, 22 de diciembre de 2009
¡Qué regalo de Navidad!
La Navidad se acerca así como la época de los regalos. Apuesto a que nadie recibió uno mejor que la pareja gobernante argentina, la presidenta Cristina y el ex presidente Néstor Kirchner. La justicia determinó que no cometieron corrupción en la causa que se les seguía por enriquecimiento ilícito, aún no pudiendo explicar qué maravillas hicieron para que su patrimonio familiar aumentara en un año de 16.5 millones de pesos (unos cuatro millones de dólares aproximados) a 44.3 millones (más de 11 millones de dólares) en un solo año, lo que representa un aumento del 158% durante 2008 y de un 572% si se consiera el patrimonio que tenían cuando Néstor Kirchner asumió en el 2003.
Y eso que las ganancias del 158% de la pareja presidencial se dieron en momentos de la peor crisis económica mundial de las últimas décadas, por lo que muchos seguramente pensarán que es un derroche de talento tener a dos personajes como éstos en puestos ejecutivos, cuando deberían estar en mandos técnicos, frente al propio ministerio de Economía o al Banco Central.
Dejando el sarcasmo de lado, es que no se puede pensar de otra forma de la medida adoptada por el juez federal Norberto Oyarbide, quien sobreseyó a la pareja presidencial basado en informes de unos peritos contadores de la Corte Suprema de Justicia. No pareciera que hay mucha seriedad en estos peritajes o que la pareja presidencial tiene mucha suerte porque ya fue sobreseído en otras dos oportunidades por el mismo delito y sus causas archivadas. La primera cusa comprendió el período 1995-2004 9cerrada en el 2005) y la segunda por el período 2005-2007 (cerrada en el 2008).
Los que los medios argentinos reflotaron y sobre lo que el juez Oyarbide no dio explicaciones, son cifras realmente sorprendentes. Bajo el título de “Un regalo de Navidad”, el periodista Ricardo Roa de Clarín explica: “Declararon haber cobrado intereses en pesos equivalentes al 34% anual cuando los bancos pagaban en promedio un 13,8%. Y obtuvieron una renta del 47% por sus colocaciones en dólares aunque en el mercado la tasa fue del 3%. Otro milagro fue haber percibido por alquileres 11,7 millones de pesos. Unos leones para las finanzas y los negocios inmobiliarios”.
Según el periodista Adrián ventura en La Nación comenta que los Kirchner, en sus declaraciones juradas “explicaron que el incremento se debió a un aumento de lo que percibieron por el cobro de alquileres, a la venta de inmuebles a precios muy superiores a los de adquisición y a los intereses por sus depósitos bancarios. Uno de los mejores negocios que declararon los Kirchner fue la venta de un terreno fiscal en El Calafate que habían comprado en 2006 a $ 132.079 y que vendieron dos años después a $ 6.300.000. Sólo con esta operación ganaron más de seis millones de pesos”.
Lo que más sorprende de este regalo de Navidad es lo rápido que ha actuado la justicia, no acostumbrada a esta celeridad en temas de enriquecimiento. Hubiese sido mejor que hubiera sido lenta como en las demás causas – esperado al menos hasta después del período presidencial actual – así nadie hubiera sospechado que hubo algún arreglo político y no se hubiera deteriorado aún más la confianza en las instituciones.
¿Y uno se pregunta por qué no existe la misma celeridad para que se tome alguna decisión sobre la valija de Antonini Wilson y los ochocientos mil dólares que entraron en efectivo y tenían destino oficial?
Parece que la Navidad no es pareja para todos.
Y eso que las ganancias del 158% de la pareja presidencial se dieron en momentos de la peor crisis económica mundial de las últimas décadas, por lo que muchos seguramente pensarán que es un derroche de talento tener a dos personajes como éstos en puestos ejecutivos, cuando deberían estar en mandos técnicos, frente al propio ministerio de Economía o al Banco Central.
Dejando el sarcasmo de lado, es que no se puede pensar de otra forma de la medida adoptada por el juez federal Norberto Oyarbide, quien sobreseyó a la pareja presidencial basado en informes de unos peritos contadores de la Corte Suprema de Justicia. No pareciera que hay mucha seriedad en estos peritajes o que la pareja presidencial tiene mucha suerte porque ya fue sobreseído en otras dos oportunidades por el mismo delito y sus causas archivadas. La primera cusa comprendió el período 1995-2004 9cerrada en el 2005) y la segunda por el período 2005-2007 (cerrada en el 2008).
Los que los medios argentinos reflotaron y sobre lo que el juez Oyarbide no dio explicaciones, son cifras realmente sorprendentes. Bajo el título de “Un regalo de Navidad”, el periodista Ricardo Roa de Clarín explica: “Declararon haber cobrado intereses en pesos equivalentes al 34% anual cuando los bancos pagaban en promedio un 13,8%. Y obtuvieron una renta del 47% por sus colocaciones en dólares aunque en el mercado la tasa fue del 3%. Otro milagro fue haber percibido por alquileres 11,7 millones de pesos. Unos leones para las finanzas y los negocios inmobiliarios”.
Según el periodista Adrián ventura en La Nación comenta que los Kirchner, en sus declaraciones juradas “explicaron que el incremento se debió a un aumento de lo que percibieron por el cobro de alquileres, a la venta de inmuebles a precios muy superiores a los de adquisición y a los intereses por sus depósitos bancarios. Uno de los mejores negocios que declararon los Kirchner fue la venta de un terreno fiscal en El Calafate que habían comprado en 2006 a $ 132.079 y que vendieron dos años después a $ 6.300.000. Sólo con esta operación ganaron más de seis millones de pesos”.
Lo que más sorprende de este regalo de Navidad es lo rápido que ha actuado la justicia, no acostumbrada a esta celeridad en temas de enriquecimiento. Hubiese sido mejor que hubiera sido lenta como en las demás causas – esperado al menos hasta después del período presidencial actual – así nadie hubiera sospechado que hubo algún arreglo político y no se hubiera deteriorado aún más la confianza en las instituciones.
¿Y uno se pregunta por qué no existe la misma celeridad para que se tome alguna decisión sobre la valija de Antonini Wilson y los ochocientos mil dólares que entraron en efectivo y tenían destino oficial?
Parece que la Navidad no es pareja para todos.
lunes, 21 de diciembre de 2009
Policía chavista y Papa Noel
Hugo Chávez inauguró este domingo la nueva Policía Nacional revolucionaria, pero las buenas noticias se diluyeron cuando su ministro Tarek El Aissami, dijo que se trataba de una policía al servicio de los pobres y no de la burguesía y de la oligarquía.
De esa forma, se desdibujó la buena noticia sobre una policía nueva, alejada de los fantasmas de la corrupción que sacuden a las demás y que devolvería la confianza a un público que ya no cree en las instituciones debido a los altos índices de inseguridad.
En esta Venezuela revolucionaria que solo tiende a favorecer a los pobres – aunque aumentan los niveles de pobreza – nace una policía inconstitucional que discriminará a ricos de pobres, y que no prestará servicios a quienes sí deben pagar impuestos.
No hay dudas que una policía ideologizada pronto empezará a cometer abusos, en este caso, al menos de omisión.
Pero más allá de lo interno, en el exterior por ahí le están devolviendo las payasadas a Hugo Chávez, así como en algún momento se la devolvió el rey Juan Carlos, cuando le espetó “porque no te callas”, lo que sirvió para las burlas internacionales, más exageradas que las que provocaron aquel “aquí huele a azufre” que Chávez gritó en la asamblea general de la ONU para rechazar la presencia de George Bush.
Ahora, el ministro de Defensa colombiano, Gabriel Silva, se mofó de las denuncias de Chávez hechas ayer en su habitual programa dominguero “Aló presidente”, cuando dijo que dio la orden de derribar a cualquier avión no tripulado de EEUU que entrara de nuevo a cielo venezolano. Silva respondió: “seguro que los soldados venezolanos confundieron el trineo de Papa Noel con un avión espía”.
Veremos que contestará Chávez, ya que ni el Rey lo pudo hacer callar.
De esa forma, se desdibujó la buena noticia sobre una policía nueva, alejada de los fantasmas de la corrupción que sacuden a las demás y que devolvería la confianza a un público que ya no cree en las instituciones debido a los altos índices de inseguridad.
En esta Venezuela revolucionaria que solo tiende a favorecer a los pobres – aunque aumentan los niveles de pobreza – nace una policía inconstitucional que discriminará a ricos de pobres, y que no prestará servicios a quienes sí deben pagar impuestos.
No hay dudas que una policía ideologizada pronto empezará a cometer abusos, en este caso, al menos de omisión.
Pero más allá de lo interno, en el exterior por ahí le están devolviendo las payasadas a Hugo Chávez, así como en algún momento se la devolvió el rey Juan Carlos, cuando le espetó “porque no te callas”, lo que sirvió para las burlas internacionales, más exageradas que las que provocaron aquel “aquí huele a azufre” que Chávez gritó en la asamblea general de la ONU para rechazar la presencia de George Bush.
Ahora, el ministro de Defensa colombiano, Gabriel Silva, se mofó de las denuncias de Chávez hechas ayer en su habitual programa dominguero “Aló presidente”, cuando dijo que dio la orden de derribar a cualquier avión no tripulado de EEUU que entrara de nuevo a cielo venezolano. Silva respondió: “seguro que los soldados venezolanos confundieron el trineo de Papa Noel con un avión espía”.
Veremos que contestará Chávez, ya que ni el Rey lo pudo hacer callar.
domingo, 20 de diciembre de 2009
¿Liebrtad de prensa en Argentina?
Creo que el 2009 quedará registrado en la historia argentina como el peor año de la década en materia de libertad de prensa, no por la sanción de una ley que en apariencias podría afectar intereses periodísticos, sino por una marcada actitud revanchista que el gobierno central ha venido demostrando en forma persistente en contra de una garantía constitucional esencial: el derecho de todos a recibir y difundir información sin cortapisas.
A veces obnubilado por ideologías o por la propaganda gubernamental, el ciudadano común tal vez no comprenda a plenitud la importancia del ambiente irrestricto y libertario que es necesario para que la prensa ejerza la labor fiscalizadora sobre los poderes públicos y privados, una tarea de contrapoder e investigación que saca a la luz aspectos que muchos quisieran que permanezcan oscuros.
El belicista lema gubernamental de “la madre de todas las batallas”, como se calificó desde la Casa Rosada a la negociación para sancionar la ley de Servicios Audiovisuales, es evidencia contundente sobre la actitud hostil que el gobierno nacional tiene contra quienes disienten, opinan o critican, similar a la que existe en países de sesgo antidemocrático, como Venezuela.
Por supuesto que los periodistas cometen abusos, pero deben ser sancionados con las leyes y códigos comunes, sin crear estándares especiales y discriminatorios al amparo de los que señalan los artículos 14 y 32 de la Constitución. En realidad, lo que un gobierno está obligado en materia de medios, es generar un clima de libertad, pluralidad y diversidad, tres aspectos que, aunque declamados, están ausentes en la operatividad de la legislación aprobada.
Pero el reproche al gobierno nacional no debe quedar solo por la sanción de una ley polémica, sino en la conducta antagonista generalizada que mantiene contra la libertad de prensa. Utiliza los dineros de todos los argentinos para premiar o castigar con publicidad gubernamental a medios “amigos” y “enemigos” o para comprar medios destinados a engrosar las filas de los aliados del oficialismo; manipula los servicios de inteligencia del Estado para espiar a medios y periodistas; organiza campañas públicas de desprestigio y utiliza turbas pagadas para restringir la distribución de los periódicos; mantiene una diatriba constante contra los periodistas en actos públicos, pero se niega a promover una ley de acceso a la información para hacer del Estado, del gobierno y sus cuentas un ejercicio más transparente y, entre otras cosas, miente sobre la equidad de repartir licencias por igual entre medios públicos, privados y comunitarios, cuando se sabe que ante la falta de cultura pública, lo que hace es crear un mega conglomerado de medios gubernamentales en detrimento de la propiedad privada.
El populista gobierno nacional, que utiliza estratégicamente el “pan y circo” (o el fútbol televisado) para contentar a las masas, reprueba cualquier examen en materia de libertad de prensa y otras virtudes democráticas, debido a su vocación intolerante con el que incentiva un clima de polarización viciosa, donde lo único que crece es la pobreza de las ideas.
A veces obnubilado por ideologías o por la propaganda gubernamental, el ciudadano común tal vez no comprenda a plenitud la importancia del ambiente irrestricto y libertario que es necesario para que la prensa ejerza la labor fiscalizadora sobre los poderes públicos y privados, una tarea de contrapoder e investigación que saca a la luz aspectos que muchos quisieran que permanezcan oscuros.
El belicista lema gubernamental de “la madre de todas las batallas”, como se calificó desde la Casa Rosada a la negociación para sancionar la ley de Servicios Audiovisuales, es evidencia contundente sobre la actitud hostil que el gobierno nacional tiene contra quienes disienten, opinan o critican, similar a la que existe en países de sesgo antidemocrático, como Venezuela.
Por supuesto que los periodistas cometen abusos, pero deben ser sancionados con las leyes y códigos comunes, sin crear estándares especiales y discriminatorios al amparo de los que señalan los artículos 14 y 32 de la Constitución. En realidad, lo que un gobierno está obligado en materia de medios, es generar un clima de libertad, pluralidad y diversidad, tres aspectos que, aunque declamados, están ausentes en la operatividad de la legislación aprobada.
Pero el reproche al gobierno nacional no debe quedar solo por la sanción de una ley polémica, sino en la conducta antagonista generalizada que mantiene contra la libertad de prensa. Utiliza los dineros de todos los argentinos para premiar o castigar con publicidad gubernamental a medios “amigos” y “enemigos” o para comprar medios destinados a engrosar las filas de los aliados del oficialismo; manipula los servicios de inteligencia del Estado para espiar a medios y periodistas; organiza campañas públicas de desprestigio y utiliza turbas pagadas para restringir la distribución de los periódicos; mantiene una diatriba constante contra los periodistas en actos públicos, pero se niega a promover una ley de acceso a la información para hacer del Estado, del gobierno y sus cuentas un ejercicio más transparente y, entre otras cosas, miente sobre la equidad de repartir licencias por igual entre medios públicos, privados y comunitarios, cuando se sabe que ante la falta de cultura pública, lo que hace es crear un mega conglomerado de medios gubernamentales en detrimento de la propiedad privada.
El populista gobierno nacional, que utiliza estratégicamente el “pan y circo” (o el fútbol televisado) para contentar a las masas, reprueba cualquier examen en materia de libertad de prensa y otras virtudes democráticas, debido a su vocación intolerante con el que incentiva un clima de polarización viciosa, donde lo único que crece es la pobreza de las ideas.
sábado, 19 de diciembre de 2009
Derechos y humanos
Los gobiernos reaccionan a la defensiva cuando se les acusa de violar o tolerar las violaciones a los derechos humanos, empleando el cinismo y el sarcasmo como sus mejores armas para desacreditar a los interlocutores.
Maestro de esta modalidad fue el dictador argentino Jorge Videla, quien en los años 70 acuñó el slogan “los argentinos somos derechos y humanos”, buscando neutralizar denuncias sobre torturas y desapariciones de la dictadura militar que, socarronamente, atribuía a una “campaña anti argentina”.
La conducta Videla sobrepasa épocas e ideologías. Los militares centroamericanos niegan todavía las miles de ejecuciones extrajudiciales durante décadas pasadas, así como los del Cono Sur reniegan que haya existido una Operación Cóndor como una forma de erradicación ideológica.
Hoy, Cuba y Venezuela, con presos políticos por doquier y atropello constante a sus disidentes, ni siquiera permiten la entrada de veedores internacionales para investigar violaciones; mientras Colombia acepta a regañadientes el escándalo de los “falsos positivos”, permitiendo a militares dibujar éxitos y conseguir ascensos al disfrazar y contabilizar víctimas civiles como guerrilleros.
Por su naturaleza, las fuerzas de seguridad suelen involucrarse en abusos y arbitrariedades. Esta semana, en informes que coincidieron con el aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) denunciaron que en México y Brasil, respectivamente, la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado ha degenerado en serias violaciones cometidas por militares y policías.
Por supuesto que los gobiernos descartaron las denuncias. Con sorna, el presidente Felipe Calderón calificó de “voces ingenuas” al informe de AI, diciendo que la criminalidad no desaparecerá por “arte de magia”, convencido que los 50 mil soldados desplegados es respuesta adecuada al narcotráfico. Sin embargo, AI no descalificó a los militares, sino que resaltó sus violaciones, a las que tildó de “escandalosas” y cada vez más “frecuentes”, basándose en cifras de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos que desde 2008 recibió dos mil quejas contra militares, de las cuales el ejército investigó 110, acusando sólo a seis de sus miembros.
Es posible que el ejército sea la única solución para temas de seguridad, ante una policía demasiado vulnerable a la corrupción y al narcotráfico, pero ello no justifica abusos o que la fuerza de 6.500 soldados destacados en las violentas Ciudad Juárez y Tijuana, ofrezca poca protección como denuncian sus pobladores, sino mayores atropellos e injusticias.
Los críticos aducen que los militares son proclives al uso desproporcionado de la fuerza y prefieren a los policías, cuya vocación se enfoca en la prevención. Pero no es así en muchas ciudades latinoamericanas, donde la policía está desacreditada y sospechada de ser foco de inseguridad.
El informe de HRW sobre Brasil es espeluznante. Demuestra que cada año las policías de Río y San Pablo cometen más de mil ejecuciones extrajudiciales - sus propios “falsos positivos” – y estas víctimas son contabilizadas como parte de enfrentamientos o por resistencia al arresto. Estadísticas oficiales muestran que la policía de Río asesina a una persona cada 23 arrestos, la de San Pablo a una cada 348; cifras incontrastables con las de EEUU, donde se registra una muerte cada 37.000 detenciones.
Los escuadrones de la muerte pululan donde la justicia no logra revertir la impunidad. En Venezuela se calcula que existen en varios estados y que son responsables de las 7.000 ejecuciones entre los años 2000 y 2007, un 20% de los cuales, según el ministro del Interior, Tarel El Aissami, son responsabilidad de policías. Esto ha justificado la decisión del presidente Hugo Chávez de crear una fuerza revolucionaria que, por sus fines ideológicos, seguramente pronto entrará en un espiral de abusos.
El panorama es aún más desalentador cuando el propio Estado es el que genera miedo entre la población que prefiere callar sus denuncias para evitar represalias, como reclaman brasileños y mexicanos.
La cultura laxa y defensiva de los gobiernos, y su vocación perpetua a desoír las denuncias, ha permitido que la gente pierda confianza en las instituciones. Hasta que no se perciba que los gobiernos están dispuestos a combatir el propio terrorismo de Estado, ningún slogan, por más llamativo que sea, convencerá a nadie de que somos “derechos y humanos”.
Maestro de esta modalidad fue el dictador argentino Jorge Videla, quien en los años 70 acuñó el slogan “los argentinos somos derechos y humanos”, buscando neutralizar denuncias sobre torturas y desapariciones de la dictadura militar que, socarronamente, atribuía a una “campaña anti argentina”.
La conducta Videla sobrepasa épocas e ideologías. Los militares centroamericanos niegan todavía las miles de ejecuciones extrajudiciales durante décadas pasadas, así como los del Cono Sur reniegan que haya existido una Operación Cóndor como una forma de erradicación ideológica.
Hoy, Cuba y Venezuela, con presos políticos por doquier y atropello constante a sus disidentes, ni siquiera permiten la entrada de veedores internacionales para investigar violaciones; mientras Colombia acepta a regañadientes el escándalo de los “falsos positivos”, permitiendo a militares dibujar éxitos y conseguir ascensos al disfrazar y contabilizar víctimas civiles como guerrilleros.
Por su naturaleza, las fuerzas de seguridad suelen involucrarse en abusos y arbitrariedades. Esta semana, en informes que coincidieron con el aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) denunciaron que en México y Brasil, respectivamente, la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado ha degenerado en serias violaciones cometidas por militares y policías.
Por supuesto que los gobiernos descartaron las denuncias. Con sorna, el presidente Felipe Calderón calificó de “voces ingenuas” al informe de AI, diciendo que la criminalidad no desaparecerá por “arte de magia”, convencido que los 50 mil soldados desplegados es respuesta adecuada al narcotráfico. Sin embargo, AI no descalificó a los militares, sino que resaltó sus violaciones, a las que tildó de “escandalosas” y cada vez más “frecuentes”, basándose en cifras de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos que desde 2008 recibió dos mil quejas contra militares, de las cuales el ejército investigó 110, acusando sólo a seis de sus miembros.
Es posible que el ejército sea la única solución para temas de seguridad, ante una policía demasiado vulnerable a la corrupción y al narcotráfico, pero ello no justifica abusos o que la fuerza de 6.500 soldados destacados en las violentas Ciudad Juárez y Tijuana, ofrezca poca protección como denuncian sus pobladores, sino mayores atropellos e injusticias.
Los críticos aducen que los militares son proclives al uso desproporcionado de la fuerza y prefieren a los policías, cuya vocación se enfoca en la prevención. Pero no es así en muchas ciudades latinoamericanas, donde la policía está desacreditada y sospechada de ser foco de inseguridad.
El informe de HRW sobre Brasil es espeluznante. Demuestra que cada año las policías de Río y San Pablo cometen más de mil ejecuciones extrajudiciales - sus propios “falsos positivos” – y estas víctimas son contabilizadas como parte de enfrentamientos o por resistencia al arresto. Estadísticas oficiales muestran que la policía de Río asesina a una persona cada 23 arrestos, la de San Pablo a una cada 348; cifras incontrastables con las de EEUU, donde se registra una muerte cada 37.000 detenciones.
Los escuadrones de la muerte pululan donde la justicia no logra revertir la impunidad. En Venezuela se calcula que existen en varios estados y que son responsables de las 7.000 ejecuciones entre los años 2000 y 2007, un 20% de los cuales, según el ministro del Interior, Tarel El Aissami, son responsabilidad de policías. Esto ha justificado la decisión del presidente Hugo Chávez de crear una fuerza revolucionaria que, por sus fines ideológicos, seguramente pronto entrará en un espiral de abusos.
El panorama es aún más desalentador cuando el propio Estado es el que genera miedo entre la población que prefiere callar sus denuncias para evitar represalias, como reclaman brasileños y mexicanos.
La cultura laxa y defensiva de los gobiernos, y su vocación perpetua a desoír las denuncias, ha permitido que la gente pierda confianza en las instituciones. Hasta que no se perciba que los gobiernos están dispuestos a combatir el propio terrorismo de Estado, ningún slogan, por más llamativo que sea, convencerá a nadie de que somos “derechos y humanos”.
Meryl Sreep y los Golden Globes
Me fascina el cine, pero no voy mucho al cine. Con mi esposa preferimos alquilar películas y por eso siempre a destiempo descubro films, actrices y actores descollantes, así como dvd que engrosan la hoguera del olvido.
Aunque desfasado siempre llego bien para la época de los Oscar y los Golden Globe. Anoche vimos “Julie & Julia” con Meryl Streep quien este año fue nominada por dos películas como mejor actriz. Esta es una fascinante historia de vidas paralelas y en tiempos diferentes entre el gran emblema de la cocina estadounidense, Julia Child, y una bloguera que con menos capacidad, pero con la misma pasión, 40 años después, trabajó 524 recetas en 365 días, convirtiéndose en una mejor persona al alcanzar objetivos que nunca los había logrado en su vida.
Pero más allá de la historia, lo relevante de la película es disfrutar a la mejor actriz de todos los tiempos, transformada en un personaje que hace olvidar a sus otros papeles en películas tan opuestamente diferentes como La Decisión de Sofía o Mama Mía. Son muy pocos los actores y actrices que no trabajan de ellos mismos, repitiendo hasta el cansancio ademanes y gestos, dibujando a todos los personajes con el mismo estilo a pesar de trabajar en comedias o dramas.
Hollywood tiene muchas debilidades. Un gran porcentaje de películas son solo parte de su marca de la industria para el entretenimiento, cuya ausencia no molestaría ni modificaría nuestras vidas. Pero hay otra parte de Hollywood, esa donde cabe un grupo reducido de actrices, como Meryl Streep, en el que la industria es transformada en arte. Actrices como Streep modifican el cine y nuestra forma de percibir el cine, haciéndonos más exigentes, conocedores e imponiéndonos una vara de calidad cada vez más alta.
Aunque desfasado siempre llego bien para la época de los Oscar y los Golden Globe. Anoche vimos “Julie & Julia” con Meryl Streep quien este año fue nominada por dos películas como mejor actriz. Esta es una fascinante historia de vidas paralelas y en tiempos diferentes entre el gran emblema de la cocina estadounidense, Julia Child, y una bloguera que con menos capacidad, pero con la misma pasión, 40 años después, trabajó 524 recetas en 365 días, convirtiéndose en una mejor persona al alcanzar objetivos que nunca los había logrado en su vida.
Pero más allá de la historia, lo relevante de la película es disfrutar a la mejor actriz de todos los tiempos, transformada en un personaje que hace olvidar a sus otros papeles en películas tan opuestamente diferentes como La Decisión de Sofía o Mama Mía. Son muy pocos los actores y actrices que no trabajan de ellos mismos, repitiendo hasta el cansancio ademanes y gestos, dibujando a todos los personajes con el mismo estilo a pesar de trabajar en comedias o dramas.
Hollywood tiene muchas debilidades. Un gran porcentaje de películas son solo parte de su marca de la industria para el entretenimiento, cuya ausencia no molestaría ni modificaría nuestras vidas. Pero hay otra parte de Hollywood, esa donde cabe un grupo reducido de actrices, como Meryl Streep, en el que la industria es transformada en arte. Actrices como Streep modifican el cine y nuestra forma de percibir el cine, haciéndonos más exigentes, conocedores e imponiéndonos una vara de calidad cada vez más alta.
viernes, 18 de diciembre de 2009
Holanda, Chávez y Ortega
No creo que haya payaso más grande que Hugo Chávez. Le encanta hablar estupideces. No le bastaba hablar de la segura y próxima invasión de EEUU a Venezuela para justificar su diatriba sobre la actitud colombiana de permitir a los militares estadounidenses utilizar siete bases, que ahora se la agarró con Holanda, país al que acusó de estar utilizando las islas de Aruba, Curazao y Bonaire como plataforma de invasión.
Claro está que siempre quiere ser creativo y fue a hablar payasadas a Copenhague – donde había cosas realmente importantes para hablar - de ese tema porque simplemente no puede ir por el mundo si llamar la atención. Su narcisismo simplemente no se lo permite. Entonces se refirió de nuevo al olor azufre burlándose de Obama como lo hizo antes en la sede de la ONU en desmedro de George Bush. Muchos celebraron sus ocurrencias aquella vez, pero ahora ya está demodé.
Pero claro, el ataque a Holanda no es gratuito, sino una estrategia corporativa para defender a su amigo Daniel Ortega que fue duramente criticado por un euro diputado holandés por la corrupción que existe en el país y quien ayer repitió que debido a las falta de transparencia del orteguismo y a sus abusos, la Comunidad Europea seguí con su tesitura de no ayudar económicamente a Nicaragua.
Claro está que siempre quiere ser creativo y fue a hablar payasadas a Copenhague – donde había cosas realmente importantes para hablar - de ese tema porque simplemente no puede ir por el mundo si llamar la atención. Su narcisismo simplemente no se lo permite. Entonces se refirió de nuevo al olor azufre burlándose de Obama como lo hizo antes en la sede de la ONU en desmedro de George Bush. Muchos celebraron sus ocurrencias aquella vez, pero ahora ya está demodé.
Pero claro, el ataque a Holanda no es gratuito, sino una estrategia corporativa para defender a su amigo Daniel Ortega que fue duramente criticado por un euro diputado holandés por la corrupción que existe en el país y quien ayer repitió que debido a las falta de transparencia del orteguismo y a sus abusos, la Comunidad Europea seguí con su tesitura de no ayudar económicamente a Nicaragua.
miércoles, 16 de diciembre de 2009
Honduras y libertad de prensa
Una vez más la libertad de prensa en Honduras está empañada. Fue asesinada Katherine Nicolle de 16 años, en un crimen que habría tenido por destinataria a su madre, la periodista Carol Cabrera, que trabaja en el canal 54 y en los medios estatales canal 8 y Radio Voces de Tegucigalpa.
Este es el cuarto crimen relacionado al periodismo este año y se suma a una gran cantidad de agresiones contra periodistas y medios de comunicación que se dieron antes y después del 28 de junio, es decir por represalias del gobierno de Manuel Zelaya así como por medidas adoptadas por Roberto Micheletti.
El presidente actual ha declarado que se trataría de sicarios que responderían a amenazas que Zelaya hizo contra la periodista, pero más allá de las declaraciones que pudieran ser políticas, lo importante es que la justicia no se maneje con declaraciones, sino mediante la investigación.
El informe de la SIP sobre la libertad de prensa en Honduras se enfoca muy balanceado sobre lo que sucedió antes y después del 28 de junio: http://www.sipiapa.com/v4/index.php?page=det_informe&asamblea=24&infoid=379&idioma=sp
Lamentablemente el 2009, con más de 20 periodistas asesinados en todo el continente, se ha convertido en el año más peligroso de la década.
Este es el cuarto crimen relacionado al periodismo este año y se suma a una gran cantidad de agresiones contra periodistas y medios de comunicación que se dieron antes y después del 28 de junio, es decir por represalias del gobierno de Manuel Zelaya así como por medidas adoptadas por Roberto Micheletti.
El presidente actual ha declarado que se trataría de sicarios que responderían a amenazas que Zelaya hizo contra la periodista, pero más allá de las declaraciones que pudieran ser políticas, lo importante es que la justicia no se maneje con declaraciones, sino mediante la investigación.
El informe de la SIP sobre la libertad de prensa en Honduras se enfoca muy balanceado sobre lo que sucedió antes y después del 28 de junio: http://www.sipiapa.com/v4/index.php?page=det_informe&asamblea=24&infoid=379&idioma=sp
Lamentablemente el 2009, con más de 20 periodistas asesinados en todo el continente, se ha convertido en el año más peligroso de la década.
martes, 15 de diciembre de 2009
Ortega, TV y corrupción
Por los rumores que existen, el presidente Daniel Ortega está tejiendo su estrategia camino a la búsqueda de la reelección presidencial, con las mismas armas que la buscaron Chávez, Morales y Correa, tratándose de quedar con la mayor cantidad de medios de comunicación posible para poder desplegar su propaganda gubernamental, incluso aumentando las arcas de los medios con los que se queda (o sus testaferros) con dineros que son aportados por el erario público.
Se concentran así dos conductas corruptas en una sola acción. Se queda con un medio con dineros aportados con fondos públicos y segundo lo utilizarán para hacer propaganda con dineros que pagarán desde el propio Estado. Con ello además, se birlan la pluralidad y diversidad que critican escasa a los medios privados. Es decir la hipocresía es mayúscula.
Es el mismo patrón de conducta que han seguido los tres presidentes mencionados. La diferencia con otros presidentes que tienen muchos medios, como Silvio Berlusconi, por ejemplo, como podrían pensar algunos desprevenidos, es que el primer ministro italiano ya era un magnate de los medios desde la industria privada y luego entró a la política. En cambio estos señores, grupo a quienes habría que sumarle a los Kirchner, primero fueron presidentes y de ahí amasaron o manipularon fortuna para quedarse con los medios. La diferencia es, en realidad, el alto grado de corrupción.
Según los rumores, el presidente Ortega, cuya familia ya tiene medios en el país, estaría por concretar muy pronto la compra de Canal 8, de carlos Briceño. Este domingo pasado, uno de los periodistas más prestigiosos del país, Carlos Fernando Chamorro declaró en su propio programa que “a propósito de las informaciones que se han publicado en distintos medios de comunicación, sobre las negociaciones en que se encuentra involucrada la dirección de Telenica Canal 8, y que según lo ha reconocido su director, podrían culminar con la venta de esta estación televisiva, muchos televidentes nos han llamado para preguntarnos sobre cuál es la situación de Esta Semana y Esta Noche (programas bajo la dirección y conducción de C.F. Chamorro) en Canal 8.
Continuó Chamorro: “Y como se menciona que existen ofertas de un grupo directamente vinculado al gobierno del presidente Ortega que está interesado en adquirir este canal, a muchísimas personas les preocupa que si como resultado de esta transacción privada, desaparecerá un medio de comunicación como Telenica que desde hace 19 años ha sido un espacio de libertad, pluralismo y de periodismo crítico, y que sería sustituido por un instrumento de propaganda oficial.
Nosotros, obviamente, compartimos esa preocupación, pero no podemos emitir juicios definitivos sobre hechos que no se han consumado.
Lo que si podemos decir en lo que respecta a Esta Semana y Esta Noche, los dos programas televisivos bajos mi dirección, que operan bajo contrato como una producción independiente asociada con este canal, es que nosotros mantenemos un compromiso indeclinable con nuestra audiencia, un compromiso permanente con los valores democráticos que nos guían en el periodismo, y además un compromiso innegociable que se mantendrá bajo cualquier circunstancia. De eso pueden tener ustedes absoluta seguridad.
Esta Semana nació hace mas de diez anos bajo el alero democrático de Canal 2, con el mismo concepto que opera hoy. Como un programa independiente, asociado por un contrato de producción con una empresa televisiva con la que compartimos valores, como el pluralismo y el respeto a la autonomía profesional, pero manteniendo totalmente nuestra independencia editorial. Una década después, y estando ahora asociados a canal 8, hemos consolidado esta institución periodística y fundamos el programa diario de entrevistas Esta Noche, que se transmite de lunes a viernes. De manera que estos dos programas que mantienen un liderazgo en la opinión pública han echado raíces en la audiencia nacional.
Esas raíces son indisolubles, y nosotros mantenemos el compromiso de seguir adelante, haciendo periodismo crítico, manteniendo nuestra independencia editorial, y el compromiso por aportar a la construcción de un país en el que desarrolle la democracia con justicia social, libertad, y solidaridad.
Esos valores, para nosotros son irrenunciables, y los seguiremos manteniendo y practicando hoy, mañana y siempre. De eso que no les quepa la menor duda”.
Se concentran así dos conductas corruptas en una sola acción. Se queda con un medio con dineros aportados con fondos públicos y segundo lo utilizarán para hacer propaganda con dineros que pagarán desde el propio Estado. Con ello además, se birlan la pluralidad y diversidad que critican escasa a los medios privados. Es decir la hipocresía es mayúscula.
Es el mismo patrón de conducta que han seguido los tres presidentes mencionados. La diferencia con otros presidentes que tienen muchos medios, como Silvio Berlusconi, por ejemplo, como podrían pensar algunos desprevenidos, es que el primer ministro italiano ya era un magnate de los medios desde la industria privada y luego entró a la política. En cambio estos señores, grupo a quienes habría que sumarle a los Kirchner, primero fueron presidentes y de ahí amasaron o manipularon fortuna para quedarse con los medios. La diferencia es, en realidad, el alto grado de corrupción.
Según los rumores, el presidente Ortega, cuya familia ya tiene medios en el país, estaría por concretar muy pronto la compra de Canal 8, de carlos Briceño. Este domingo pasado, uno de los periodistas más prestigiosos del país, Carlos Fernando Chamorro declaró en su propio programa que “a propósito de las informaciones que se han publicado en distintos medios de comunicación, sobre las negociaciones en que se encuentra involucrada la dirección de Telenica Canal 8, y que según lo ha reconocido su director, podrían culminar con la venta de esta estación televisiva, muchos televidentes nos han llamado para preguntarnos sobre cuál es la situación de Esta Semana y Esta Noche (programas bajo la dirección y conducción de C.F. Chamorro) en Canal 8.
Continuó Chamorro: “Y como se menciona que existen ofertas de un grupo directamente vinculado al gobierno del presidente Ortega que está interesado en adquirir este canal, a muchísimas personas les preocupa que si como resultado de esta transacción privada, desaparecerá un medio de comunicación como Telenica que desde hace 19 años ha sido un espacio de libertad, pluralismo y de periodismo crítico, y que sería sustituido por un instrumento de propaganda oficial.
Nosotros, obviamente, compartimos esa preocupación, pero no podemos emitir juicios definitivos sobre hechos que no se han consumado.
Lo que si podemos decir en lo que respecta a Esta Semana y Esta Noche, los dos programas televisivos bajos mi dirección, que operan bajo contrato como una producción independiente asociada con este canal, es que nosotros mantenemos un compromiso indeclinable con nuestra audiencia, un compromiso permanente con los valores democráticos que nos guían en el periodismo, y además un compromiso innegociable que se mantendrá bajo cualquier circunstancia. De eso pueden tener ustedes absoluta seguridad.
Esta Semana nació hace mas de diez anos bajo el alero democrático de Canal 2, con el mismo concepto que opera hoy. Como un programa independiente, asociado por un contrato de producción con una empresa televisiva con la que compartimos valores, como el pluralismo y el respeto a la autonomía profesional, pero manteniendo totalmente nuestra independencia editorial. Una década después, y estando ahora asociados a canal 8, hemos consolidado esta institución periodística y fundamos el programa diario de entrevistas Esta Noche, que se transmite de lunes a viernes. De manera que estos dos programas que mantienen un liderazgo en la opinión pública han echado raíces en la audiencia nacional.
Esas raíces son indisolubles, y nosotros mantenemos el compromiso de seguir adelante, haciendo periodismo crítico, manteniendo nuestra independencia editorial, y el compromiso por aportar a la construcción de un país en el que desarrolle la democracia con justicia social, libertad, y solidaridad.
Esos valores, para nosotros son irrenunciables, y los seguiremos manteniendo y practicando hoy, mañana y siempre. De eso que no les quepa la menor duda”.
lunes, 14 de diciembre de 2009
Alba y Honduras
Nunca deja de impresionar Hugo Chávez cuando con desparpajo sigue hablando de Honduras sin reconocer que el problema que llevó al país a la situación compleja en el que está sumergido, se debió a su injerencia directa en los asuntos internos del país centroamericano.
No hay mayor responsable en los desvaríos que tuvo Manuel Zelaya que el propio Chávez, a quien los hondureños rechazaron cuando Zelaya decidió integrarse al Alba hipotecando un futuro ideológico, y cuando posteriormente quiso imponer su voluntad a pesar de las restricciones constitucionales.
Está bien y en su derecho que Chávez y su Alba condenen lo que quieran condenar, despotriquen contra el imperialismo yanqui y hayan tenido todo tipo de opiniones a favor y en contra de EEUU por su papel durante la crisis; pero está mal que no reconozcan la infinita cantidad de errores que hicieron cometer a Zelaya para que la situación siga empantanada.
Con su posición ideológica belicista tampoco le están haciendo un favor a la democracia, ni a la reconciliación que desde este lunes está buscando mediante el diálogo Porfirio Lobo, ya que simplemente pretenden salirse con la suya, lograr que Zelaya obtenga un salvoconducto antes del 27 de enero y así empezar un interminable peregrinaje rasgándose las vestiduras.
El permitir la salida de Zelaya solo a través de una petición de asilo, es una forma inteligente del gobierno actual para lograr cierto silencio en el fututo. La única forma, quizá, de comprometer a la comunidad internacional a que desatienda oídos a Zelaya y que se le permita gobernar con tranquilidad a Lobo. Pero claro, del otro lado está el imprevisible Hugo Chávez, y con él nada es seguro ni tranquilo.
No hay mayor responsable en los desvaríos que tuvo Manuel Zelaya que el propio Chávez, a quien los hondureños rechazaron cuando Zelaya decidió integrarse al Alba hipotecando un futuro ideológico, y cuando posteriormente quiso imponer su voluntad a pesar de las restricciones constitucionales.
Está bien y en su derecho que Chávez y su Alba condenen lo que quieran condenar, despotriquen contra el imperialismo yanqui y hayan tenido todo tipo de opiniones a favor y en contra de EEUU por su papel durante la crisis; pero está mal que no reconozcan la infinita cantidad de errores que hicieron cometer a Zelaya para que la situación siga empantanada.
Con su posición ideológica belicista tampoco le están haciendo un favor a la democracia, ni a la reconciliación que desde este lunes está buscando mediante el diálogo Porfirio Lobo, ya que simplemente pretenden salirse con la suya, lograr que Zelaya obtenga un salvoconducto antes del 27 de enero y así empezar un interminable peregrinaje rasgándose las vestiduras.
El permitir la salida de Zelaya solo a través de una petición de asilo, es una forma inteligente del gobierno actual para lograr cierto silencio en el fututo. La única forma, quizá, de comprometer a la comunidad internacional a que desatienda oídos a Zelaya y que se le permita gobernar con tranquilidad a Lobo. Pero claro, del otro lado está el imprevisible Hugo Chávez, y con él nada es seguro ni tranquilo.
domingo, 13 de diciembre de 2009
Periodismo peligroso
La profesión de periodista se está tornando cada vez más riesgosa y peligrosa. Además de la violencia contra los medios y periodistas, que este año en América Latina se cobró la vida de once de ellos, muchos han terminado en las cárceles en represalia por lo que han dicho, opinado o disentido.
El censo anual del Comité para la Protección de los Periodistas reveló que este año hay 136 periodistas presos en el mundo, 11 más que en el 2008.
De entre los 26 países que encarcelan periodistas, los que tienen mayor cantidad de presos son China con 24, Irán con 23 y Cuba con 22 (aunque la Sociedad Interamericana de Prensa contabiliza 27 periodistas encarcelados en Cuba, convirtiéndose en el país con mayor número de casos).
La categoría de reporteros cibernéticos, con por lo menos 68 blogueros, es la más afectada por las detenciones. El 45 por ciento de los encarcelados ejercía periodismo independiente (freelance), siendo que la mayoría fue acusada por delitos contra el Estado, subversión o divulgación de propaganda enemiga, como sucede en Cuba, donde además de los encarcelados, prosigue el hostigamiento contra los blogueros.
El censo anual del Comité para la Protección de los Periodistas reveló que este año hay 136 periodistas presos en el mundo, 11 más que en el 2008.
De entre los 26 países que encarcelan periodistas, los que tienen mayor cantidad de presos son China con 24, Irán con 23 y Cuba con 22 (aunque la Sociedad Interamericana de Prensa contabiliza 27 periodistas encarcelados en Cuba, convirtiéndose en el país con mayor número de casos).
La categoría de reporteros cibernéticos, con por lo menos 68 blogueros, es la más afectada por las detenciones. El 45 por ciento de los encarcelados ejercía periodismo independiente (freelance), siendo que la mayoría fue acusada por delitos contra el Estado, subversión o divulgación de propaganda enemiga, como sucede en Cuba, donde además de los encarcelados, prosigue el hostigamiento contra los blogueros.
sábado, 12 de diciembre de 2009
Qué semana!!!
No me refiero a que Tiger Woods haya dejado temporalmente el golf por sus problemas de falda – en realidad de faldas porque parece que tiene 13 líos – ni que Barack Obama, mientras recibía un Premio Nobel que muchos cuestionaban haya sido elegido en América Latina como el líder más popular, calificación que dejó en los últimos dos lugares a Fidel Castro y a Hugo Chávez, en ese orden, a pesar que estos dos narcisistas crean que siempre están en la cresta de la ola.
Tampoco que Manuel Zelaya, casi como una vedette política o como un jugador famoso esperando con ansiedad su transferencia, siga con su eterna disyuntiva de cómo hacer para evadir la justicia hondureña en la que tiene opciones caducas por minutos: un malogrado pase a México, una expulsión de la sede brasileña después del 27 de enero o una esperanzadora charla con Porfirio Lobo en zona neutral, propuesta por Leonel Fernández.
Tampoco esta semana me pareció importante porque Hilary Clinton por fin se haya animado a tomar el toro por las astas y acusar a Chávez y a Evo Morales por estar flirteando con el presidente de Irán - ese con un apellido tan difícil de pronunciar como de escribir y que no le tiembla la mano para reprimir a los jóvenes y a la oposición de su país - aunque se olvidó de mencionar a Lula da Silva, que no solo flirteó sino también prometió acuerdos comerciales con el imitador de dictador.
Ni tampoco a esa encuesta de Latinobarómetro 2009 sobre que los latinoamericanos preferimos la democracia por sobre otros sistemas de gobierno, porque en realidad los datos, aunque los presentaron como positivos, son muy cuestionables: solo el 59 por ciento de los latinoamericanos estamos de acuerdo con la democracia, mientras que un 44 por ciento está insatisfecho. Porcentajes peligrosos, especialmente porque las instituciones son débiles y se están debilitando cada día más, debido principalmente a una justicia que no resuelve. Prueba de ello es la otra encuesta de la Secretaría General Iberoamericana que reveló que el 73 por ciento de los latinoamericanos tiene miedo de ser víctima de un delito y el 63 por ciento considera que su país es inseguro, convirtiendo este problema en el que debería estar en el tope de la agenda política internacional.
Sin embargo, lo que sí creo que hizo de esta semana una inolvidable, fueron las denuncias por doquier sobre las violaciones a los derechos humanos gracias a la celebración del 61 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Hubo noticias desalentadoras por su contenido trágico y dramático, pero muy alentadoras si se tiene en cuenta que ahora se sabe más que antes sobre los atropellos y arbitrariedades que son cometidos por los propios gobiernos o al menos toleradas; lo que nos permitiría, como raza humana, encontrar los caminos justos, judiciales y adecuados para enmendar errores y tantas violaciones a los derechos humanos.
Recomiendo para su lectura y toma de conciencia el informe de Human Rights Watch sobre Brasil, en el que se denuncia que la policía de Río de Janeiro y San Pablo asesina a más de 1.000 personas por año, sobre quienes aduce que son bajas en enfrentamientos o porque se resisten a ser detenidas. Una cuestión espeluznante, si se tiene en cuenta que la policía de Río mata a una persona cada 23 arrestos (en EEUU es una cada 37.000 – sí! Una muerte por cada treinta y siete mil arrestos) y en San Pablo una cada 348.
Los datos vertidos en el informe sobre Brasil son tan escalofriantes, como el que reveló esta semana la Fiscalía General de Colombia, respecto a que los 4.000 paramilitares desmovilizados que confesaron haber cometido 156,000 homicidios, entre ellos los de 2.650 niños. En el informe de la Fiscalía se habla también del conflicto armado general que desplazó a más de tres millones de colombianos que tuvieron y deben vivir como extranjeros en otras zonas de su propio país.
Mientras en México el que pegó fuerte fue un informe de Amnistía Internacional acusando a los militares – la fuerza desplegada por el presidente Felipe Calderón para combatir el narcotráfico – de cometer “escandalosas y cada vez más frecuentes” violaciones a los derechos humanos, especialmente donde se concentra la guerra contra el narco, los estados limítrofes con EEUU. A diferencia de Brasil, en México no son los policías sino los militares y en ciudades periféricas del país, donde se lucha a brazo partido contra el crimen organizado, pero a la vez se comenten mayores atropellos y arbitrariedades contra la población en general.
Esta falta de justicia y un clamor por mayor seguridad se vio reflejada en un estudio realizado esta semana en Guatemala donde se responsabiliza a las fisuras en la administración de justicia, de ahí que en los últimos meses, ante la falta de una respuesta adecuada de parte de la justicia y por el clima de impunidad reinante, la población haya linchado a 49 delincuentes y rescatado a otros 210 de las garras de quienes quieren imponer un sistema de justicia propia.
No se puede culpar a los guatemaltecos por buscar soluciones rápidas ante una justicia no solo demasiado tardía sino inoperante. A muchos colombianos, por ejemplo, les gustaría agarrar del pescuezo a muchos militares que para ascender en su carrera muestran escalofriantes trofeos de guerra: falsos positivos; simplemente una forma de denominar a aquellas civiles que son asesinados a quemarropa para luego disfrazarlos con ropa de camuflaje y presentarlos como víctimas guerrilleras producto de enfrentamientos armados.
Ojala esta semana pudiera ser replicada en las restantes 51 del año, para que todos tomemos conciencia de los atropellos y del terrorismo de Estado que está debilitando nuestras democracias. Ojala estas informaciones sirvan para que los gobiernos tomen conciencia, que los ciudadanos ejerzamos presiones y así las democracias tomen medidas correctivas que nos hagan sentir a todos un poco mejores como seres humanos.
Tampoco que Manuel Zelaya, casi como una vedette política o como un jugador famoso esperando con ansiedad su transferencia, siga con su eterna disyuntiva de cómo hacer para evadir la justicia hondureña en la que tiene opciones caducas por minutos: un malogrado pase a México, una expulsión de la sede brasileña después del 27 de enero o una esperanzadora charla con Porfirio Lobo en zona neutral, propuesta por Leonel Fernández.
Tampoco esta semana me pareció importante porque Hilary Clinton por fin se haya animado a tomar el toro por las astas y acusar a Chávez y a Evo Morales por estar flirteando con el presidente de Irán - ese con un apellido tan difícil de pronunciar como de escribir y que no le tiembla la mano para reprimir a los jóvenes y a la oposición de su país - aunque se olvidó de mencionar a Lula da Silva, que no solo flirteó sino también prometió acuerdos comerciales con el imitador de dictador.
Ni tampoco a esa encuesta de Latinobarómetro 2009 sobre que los latinoamericanos preferimos la democracia por sobre otros sistemas de gobierno, porque en realidad los datos, aunque los presentaron como positivos, son muy cuestionables: solo el 59 por ciento de los latinoamericanos estamos de acuerdo con la democracia, mientras que un 44 por ciento está insatisfecho. Porcentajes peligrosos, especialmente porque las instituciones son débiles y se están debilitando cada día más, debido principalmente a una justicia que no resuelve. Prueba de ello es la otra encuesta de la Secretaría General Iberoamericana que reveló que el 73 por ciento de los latinoamericanos tiene miedo de ser víctima de un delito y el 63 por ciento considera que su país es inseguro, convirtiendo este problema en el que debería estar en el tope de la agenda política internacional.
Sin embargo, lo que sí creo que hizo de esta semana una inolvidable, fueron las denuncias por doquier sobre las violaciones a los derechos humanos gracias a la celebración del 61 aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Hubo noticias desalentadoras por su contenido trágico y dramático, pero muy alentadoras si se tiene en cuenta que ahora se sabe más que antes sobre los atropellos y arbitrariedades que son cometidos por los propios gobiernos o al menos toleradas; lo que nos permitiría, como raza humana, encontrar los caminos justos, judiciales y adecuados para enmendar errores y tantas violaciones a los derechos humanos.
Recomiendo para su lectura y toma de conciencia el informe de Human Rights Watch sobre Brasil, en el que se denuncia que la policía de Río de Janeiro y San Pablo asesina a más de 1.000 personas por año, sobre quienes aduce que son bajas en enfrentamientos o porque se resisten a ser detenidas. Una cuestión espeluznante, si se tiene en cuenta que la policía de Río mata a una persona cada 23 arrestos (en EEUU es una cada 37.000 – sí! Una muerte por cada treinta y siete mil arrestos) y en San Pablo una cada 348.
Los datos vertidos en el informe sobre Brasil son tan escalofriantes, como el que reveló esta semana la Fiscalía General de Colombia, respecto a que los 4.000 paramilitares desmovilizados que confesaron haber cometido 156,000 homicidios, entre ellos los de 2.650 niños. En el informe de la Fiscalía se habla también del conflicto armado general que desplazó a más de tres millones de colombianos que tuvieron y deben vivir como extranjeros en otras zonas de su propio país.
Mientras en México el que pegó fuerte fue un informe de Amnistía Internacional acusando a los militares – la fuerza desplegada por el presidente Felipe Calderón para combatir el narcotráfico – de cometer “escandalosas y cada vez más frecuentes” violaciones a los derechos humanos, especialmente donde se concentra la guerra contra el narco, los estados limítrofes con EEUU. A diferencia de Brasil, en México no son los policías sino los militares y en ciudades periféricas del país, donde se lucha a brazo partido contra el crimen organizado, pero a la vez se comenten mayores atropellos y arbitrariedades contra la población en general.
Esta falta de justicia y un clamor por mayor seguridad se vio reflejada en un estudio realizado esta semana en Guatemala donde se responsabiliza a las fisuras en la administración de justicia, de ahí que en los últimos meses, ante la falta de una respuesta adecuada de parte de la justicia y por el clima de impunidad reinante, la población haya linchado a 49 delincuentes y rescatado a otros 210 de las garras de quienes quieren imponer un sistema de justicia propia.
No se puede culpar a los guatemaltecos por buscar soluciones rápidas ante una justicia no solo demasiado tardía sino inoperante. A muchos colombianos, por ejemplo, les gustaría agarrar del pescuezo a muchos militares que para ascender en su carrera muestran escalofriantes trofeos de guerra: falsos positivos; simplemente una forma de denominar a aquellas civiles que son asesinados a quemarropa para luego disfrazarlos con ropa de camuflaje y presentarlos como víctimas guerrilleras producto de enfrentamientos armados.
Ojala esta semana pudiera ser replicada en las restantes 51 del año, para que todos tomemos conciencia de los atropellos y del terrorismo de Estado que está debilitando nuestras democracias. Ojala estas informaciones sirvan para que los gobiernos tomen conciencia, que los ciudadanos ejerzamos presiones y así las democracias tomen medidas correctivas que nos hagan sentir a todos un poco mejores como seres humanos.
viernes, 11 de diciembre de 2009
Narcotráfico y "estadounización"
El periodismo suele introducir nuevos adjetivos cuando necesita crear una imagen rápida y comprensible sobre un hecho complejo. De ahí que califique de “colombianización” la situación actual de México, para explicar mejor la tragedia que vive el país a raíz de la violencia y la influencia del narcotráfico en todas sus estructuras.
Aunque el término suene peyorativo, la imagen del México actual se espeja en aquella Colombia dominada por el Cartel de Medellín y su capo Pablo Escobar, quien dinamitaba, asesinaba, infiltraba estructuras políticas o vivía impune como un rey, al amparo de jueces amigos y temerosos.
La “colombianización” es sinónimo de un crimen organizado que no da tregua y del escenario que describió esta semana el presidente mexicano Felipe Calderón. Advirtió sobre la injerencia del narcotráfico en la financiación de campañas electorales municipales, cuyo fin es comprar políticos para asegurarse nuevos territorios y así expandir el narcomenudeo, el consumo de narcóticos y crímenes derivados.
Pero las comparaciones despectivas entre países ya no son fáciles de hacer. El vigorizado y disputado negocio de las drogas, borró de cuajo la diferencia entre naciones productoras, consumidoras y de tránsito. Hoy, la marihuana de mejor calidad y el éxtasis no se cultiva y fabrica en Colombia, ni en Perú ni Bolivia, sino en Estados Unidos y Canadá, dos de los mayores consumidores del mundo. Mientras tanto, los cárteles mexicanos les quitaron el monopolio de la actividad a los colombianos, quedándose con la parte más jugosa del negocio: la distribución y el menudeo.
Esto trajo como consecuencia que haya actores más pequeños y diversos dedicados al tráfico, forzando que el consumo de drogas se dispare en todo el mundo; favorecido, además, por una mayor tolerancia social y políticas más laxas sobre los estupefacientes. La despenalización del consumo en países como Argentina, Colombia, Chile y México, además de Brasil, que también promete replicar políticas adoptadas en Italia, Holanda, Luxemburgo y Portugal, y en algunos estados de EEUU, son parte de la ecuación.
Los niveles de consumo son alarmantes en Latinoamérica, región que hasta no hace mucho se caracterizaba solo por producir y traficar narcóticos. No sería desacertado entonces, así como se califica de “colombianización” al proceso mexicano del narcotráfico, usar el adjetivo de “estadounización” para Latinoamérica, infiriendo el peligro que representan los índices cada vez más elevados de consumo.
El Informe Mundial de Drogas 2009 de la ONU registró un alto incremento del uso de cocaína, marihuana y anfetaminas, especialmente en los países del cono Sur. El mayor aumento de cocaína se dio en Argentina, Chile y Uruguay donde es consumida por el 2.6, 1.4 y 1.5 por ciento de la población entre 15 y 64 años. El uso de marihuana también se ha disparado, teniendo en Chile un 7% de fumadores en ese segmento poblacional. Por otra parte, Perú, El Salvador y República Dominicana tienen, en sus respectivas regiones, los porcentajes más altos de consumo de éxtasis.
Preocupación superlativa causa la incidencia cada vez mayor de las drogas en las escuelas, habiendo aumentado el uso de pasta base de cocaína en toda Latinoamérica; así como de productos inhalantes en Brasil, y en países caribeños y centroamericanos.
Los países latinoamericanos, ya consumistas, tampoco han dejado de cultivar, producir o fabricar drogas. Paraguay destaca como la potencia sudamericana de cultivo de marihuana; Colombia, Perú y Bolivia en el procesamiento de coca; mientras que la fabricación de anfetaminas se concentra en Argentina, Guatemala, Honduras y Perú.
Los gobiernos tienen dificultades para encontrar respuestas adecuadas a este negocio multinacional que vive en expansión constante, retroalimentándose de otros ilícitos, como terrorismo, corrupción política, lavado de dinero, piratería, tráfico de armas y de personas; y que tiene en la extrema violencia la mejor arma para desviar toda la atención y recursos de los estados.
Más allá del uso de la fuerza pública para reprimir el crimen, tal vez la estrategia que emanó en noviembre de la Comisión Interamericana contra las Drogas entre la OEA y EEUU, de combatir la oferta, pero reduciendo también la demanda, mediante programas de prevención y recuperación de adictos en países del hemisferio, ofrezca cierta esperanza y demuestre que la lucha contra las drogas todavía no está del todo perdida.
Aunque el término suene peyorativo, la imagen del México actual se espeja en aquella Colombia dominada por el Cartel de Medellín y su capo Pablo Escobar, quien dinamitaba, asesinaba, infiltraba estructuras políticas o vivía impune como un rey, al amparo de jueces amigos y temerosos.
La “colombianización” es sinónimo de un crimen organizado que no da tregua y del escenario que describió esta semana el presidente mexicano Felipe Calderón. Advirtió sobre la injerencia del narcotráfico en la financiación de campañas electorales municipales, cuyo fin es comprar políticos para asegurarse nuevos territorios y así expandir el narcomenudeo, el consumo de narcóticos y crímenes derivados.
Pero las comparaciones despectivas entre países ya no son fáciles de hacer. El vigorizado y disputado negocio de las drogas, borró de cuajo la diferencia entre naciones productoras, consumidoras y de tránsito. Hoy, la marihuana de mejor calidad y el éxtasis no se cultiva y fabrica en Colombia, ni en Perú ni Bolivia, sino en Estados Unidos y Canadá, dos de los mayores consumidores del mundo. Mientras tanto, los cárteles mexicanos les quitaron el monopolio de la actividad a los colombianos, quedándose con la parte más jugosa del negocio: la distribución y el menudeo.
Esto trajo como consecuencia que haya actores más pequeños y diversos dedicados al tráfico, forzando que el consumo de drogas se dispare en todo el mundo; favorecido, además, por una mayor tolerancia social y políticas más laxas sobre los estupefacientes. La despenalización del consumo en países como Argentina, Colombia, Chile y México, además de Brasil, que también promete replicar políticas adoptadas en Italia, Holanda, Luxemburgo y Portugal, y en algunos estados de EEUU, son parte de la ecuación.
Los niveles de consumo son alarmantes en Latinoamérica, región que hasta no hace mucho se caracterizaba solo por producir y traficar narcóticos. No sería desacertado entonces, así como se califica de “colombianización” al proceso mexicano del narcotráfico, usar el adjetivo de “estadounización” para Latinoamérica, infiriendo el peligro que representan los índices cada vez más elevados de consumo.
El Informe Mundial de Drogas 2009 de la ONU registró un alto incremento del uso de cocaína, marihuana y anfetaminas, especialmente en los países del cono Sur. El mayor aumento de cocaína se dio en Argentina, Chile y Uruguay donde es consumida por el 2.6, 1.4 y 1.5 por ciento de la población entre 15 y 64 años. El uso de marihuana también se ha disparado, teniendo en Chile un 7% de fumadores en ese segmento poblacional. Por otra parte, Perú, El Salvador y República Dominicana tienen, en sus respectivas regiones, los porcentajes más altos de consumo de éxtasis.
Preocupación superlativa causa la incidencia cada vez mayor de las drogas en las escuelas, habiendo aumentado el uso de pasta base de cocaína en toda Latinoamérica; así como de productos inhalantes en Brasil, y en países caribeños y centroamericanos.
Los países latinoamericanos, ya consumistas, tampoco han dejado de cultivar, producir o fabricar drogas. Paraguay destaca como la potencia sudamericana de cultivo de marihuana; Colombia, Perú y Bolivia en el procesamiento de coca; mientras que la fabricación de anfetaminas se concentra en Argentina, Guatemala, Honduras y Perú.
Los gobiernos tienen dificultades para encontrar respuestas adecuadas a este negocio multinacional que vive en expansión constante, retroalimentándose de otros ilícitos, como terrorismo, corrupción política, lavado de dinero, piratería, tráfico de armas y de personas; y que tiene en la extrema violencia la mejor arma para desviar toda la atención y recursos de los estados.
Más allá del uso de la fuerza pública para reprimir el crimen, tal vez la estrategia que emanó en noviembre de la Comisión Interamericana contra las Drogas entre la OEA y EEUU, de combatir la oferta, pero reduciendo también la demanda, mediante programas de prevención y recuperación de adictos en países del hemisferio, ofrezca cierta esperanza y demuestre que la lucha contra las drogas todavía no está del todo perdida.
¿Derechos humanos en Cuba?
Una vez más el régimen cubano se comportó cobarde, al atropellar a un grupo de Damas de Blanco que con motivo del día internacional de los derechos humanos hacía su recorrido habitual por la capital cubana, gladiolos en mano y repartiendo declaraciones universales sobre derechos humanos.
Como se preveía, las Damas fueron asaltadas por dos días consecutivos, esta vez, por un contingente que bajó de ómnibus del gobierno, insultándolas, tironeándolas del pelo y amenazándolas de que la próxima vez las represalias serían mayores, para todas aquellas mujeres representantes de la “gusanera” (exilio en Miami).
El crimen de las Damas es pedir por sus esposos presos, la mayoría de ellos encarcelados en marzo de 2003, el período conocido como “la primavera negra”, por delitos tan graves como escribir mails, enviar información sobre horarios de cine y precios de comida al exterior, actividades que todas, entran en la categoría de “propaganda enemiga” y de “traición a la patria”.
Y pensar que hay muchos románticos y amantes de la libertad que todavía creen en los postulados liberadores de la revolución. Claro, desde afuera y desde lejos.
Como se preveía, las Damas fueron asaltadas por dos días consecutivos, esta vez, por un contingente que bajó de ómnibus del gobierno, insultándolas, tironeándolas del pelo y amenazándolas de que la próxima vez las represalias serían mayores, para todas aquellas mujeres representantes de la “gusanera” (exilio en Miami).
El crimen de las Damas es pedir por sus esposos presos, la mayoría de ellos encarcelados en marzo de 2003, el período conocido como “la primavera negra”, por delitos tan graves como escribir mails, enviar información sobre horarios de cine y precios de comida al exterior, actividades que todas, entran en la categoría de “propaganda enemiga” y de “traición a la patria”.
Y pensar que hay muchos románticos y amantes de la libertad que todavía creen en los postulados liberadores de la revolución. Claro, desde afuera y desde lejos.
jueves, 10 de diciembre de 2009
Impunidad y periodistas
Nuestra lucha en la SIP por la impunidad que rodea los crímenes contra los periodistas en todo el hemisferio occidental ha sido y es ardua. Llena de sinsabores, especialmente debido a que los gobiernos poco hacen para que se haga justicia.
Más de 350 periodistas han sido asesinados en las Américas en los últimos 20 años y solo un puñado de esos casos ha sido aclarado. Lamentablemente, en países donde la violencia es alta, como el caso de México donde han sido muertos seis periodistas y uno permanece desaparecido en este 2009, la impunidad es bien alta.
Ciertas esperanzas ofrecen algunos activistas y políticos que se comprometen a esta causa y que desde dentro del poder político tratan de ayudar presionando a su propio gobierno. Tuve la oportunidad la semana pasada de entrevistarme con Manuel Clouthier, diputado nacional por el PAN en México, quien dijo que bregará por este tema ante el presidente Felipe Calderón.
¿Bajo qué premisas? La promesa es seria, si se considera que el flamante diputado oficialista tuvo que dejar la dirección de su diario, Noroeste de Culiacán, para embarcarse en este peregrinaje político siguiendo los pasos de su padre homónimo, uno de los reformistas del PAN y que ha llevado a ese partido a lo que es hoy, con dos presidentes consecutivos en el poder, después de una dinastía de 70 años en manos del PRI.
Clouthier, durante un seminario - “El blindaje periodístico ante la violencia”- que organizamos junto a la Universidad Nacional Autónoma de México, criticó la inacción del gobierno nacional de su país para proteger la labor de periodistas y medios de comunicación, particularmente en el interior del país, al tiempo que reclamó que “necesitamos convertir este grave problema en un problema de ellos”, infiriendo que “el gobierno sólo actúa bajo presión”.
Clouthier, quien hizo aportes importantes a la campaña de la SIP en México para combatir la impunidad, reclamó que “falta compromiso de la autoridades en general para resolver los casos de agresiones a la libertad de expresión… por lo que debemos hacerles sentir que es un problema de ellos”, recordando que la única forma que el gobierno actúa es cuando siente presión.
“Se debe meter la presión suficiente para que asuman sus responsabilidades”, enfatizó Clouthier, añadiendo que los “políticos y funcionarios tienen animadversión con el periodismo, y así no los podemos hacer parte del problema”.
Más de 350 periodistas han sido asesinados en las Américas en los últimos 20 años y solo un puñado de esos casos ha sido aclarado. Lamentablemente, en países donde la violencia es alta, como el caso de México donde han sido muertos seis periodistas y uno permanece desaparecido en este 2009, la impunidad es bien alta.
Ciertas esperanzas ofrecen algunos activistas y políticos que se comprometen a esta causa y que desde dentro del poder político tratan de ayudar presionando a su propio gobierno. Tuve la oportunidad la semana pasada de entrevistarme con Manuel Clouthier, diputado nacional por el PAN en México, quien dijo que bregará por este tema ante el presidente Felipe Calderón.
¿Bajo qué premisas? La promesa es seria, si se considera que el flamante diputado oficialista tuvo que dejar la dirección de su diario, Noroeste de Culiacán, para embarcarse en este peregrinaje político siguiendo los pasos de su padre homónimo, uno de los reformistas del PAN y que ha llevado a ese partido a lo que es hoy, con dos presidentes consecutivos en el poder, después de una dinastía de 70 años en manos del PRI.
Clouthier, durante un seminario - “El blindaje periodístico ante la violencia”- que organizamos junto a la Universidad Nacional Autónoma de México, criticó la inacción del gobierno nacional de su país para proteger la labor de periodistas y medios de comunicación, particularmente en el interior del país, al tiempo que reclamó que “necesitamos convertir este grave problema en un problema de ellos”, infiriendo que “el gobierno sólo actúa bajo presión”.
Clouthier, quien hizo aportes importantes a la campaña de la SIP en México para combatir la impunidad, reclamó que “falta compromiso de la autoridades en general para resolver los casos de agresiones a la libertad de expresión… por lo que debemos hacerles sentir que es un problema de ellos”, recordando que la única forma que el gobierno actúa es cuando siente presión.
“Se debe meter la presión suficiente para que asuman sus responsabilidades”, enfatizó Clouthier, añadiendo que los “políticos y funcionarios tienen animadversión con el periodismo, y así no los podemos hacer parte del problema”.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Honduras y Mercosur: intransigencia
El Mercosur buscó la unión de posiciones en la política, la que no puede alcanzar en lo económico, esta vez atrincherándose bajo el lema de no reconocer las elecciones presidenciales recientes en Honduras.
Era de esperar, ya que sus países integrantes y asociados, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile y Bolivia, siempre se mostraron partidarios de Manuel Zelaya, incluso gestionando por él, albergándolo, además de seguir sosteniendo que el golpe del 28 de junio es un nefasto antecedente para Latinoamérica.
Lo que es a todas luces inconcebible es que estas naciones, que han sido atropelladas por dictadores de toda calaña, no reconozcan que Zelaya estuvo dando golpes continuos a la Constitución y a las leyes en los momentos previos al desenlace del 28 de junio y que él mismo desconoció arreglos pactados con el gobierno de Micheletti antes de las elecciones y que ahora insiste con total desparpajo en que debe haber una reforma constitucional.
El Mercosur hace aguas en un mar que se está calmando y debería reconocer a Porfirio Lobo que nació de un proceso electoral legítimo que estaba especificado antes del 28 de junio, y permitir que Honduras sea parte de la OEA, como así se buscó que Cuba, la gran dictadura americana en perpetuo golpe de Estado, fuera nuevamente reconocida.
Era de esperar, ya que sus países integrantes y asociados, Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile y Bolivia, siempre se mostraron partidarios de Manuel Zelaya, incluso gestionando por él, albergándolo, además de seguir sosteniendo que el golpe del 28 de junio es un nefasto antecedente para Latinoamérica.
Lo que es a todas luces inconcebible es que estas naciones, que han sido atropelladas por dictadores de toda calaña, no reconozcan que Zelaya estuvo dando golpes continuos a la Constitución y a las leyes en los momentos previos al desenlace del 28 de junio y que él mismo desconoció arreglos pactados con el gobierno de Micheletti antes de las elecciones y que ahora insiste con total desparpajo en que debe haber una reforma constitucional.
El Mercosur hace aguas en un mar que se está calmando y debería reconocer a Porfirio Lobo que nació de un proceso electoral legítimo que estaba especificado antes del 28 de junio, y permitir que Honduras sea parte de la OEA, como así se buscó que Cuba, la gran dictadura americana en perpetuo golpe de Estado, fuera nuevamente reconocida.
martes, 8 de diciembre de 2009
Las dudas sobre Evo Morales
Evo Morales ganó fácilmente la reelección el domingo pasado y nadie duda de la limpieza del proceso electoral y de la voluntad del pueblo boliviano que le ha dado cinco años más para gobernar. Sin embargo, sobre lo que se duda, es sobre su espíritu democrático y si no acentuará aún más la imposición de su estilo populista para desbaratar a la oposición a la que criticó en el momento de clamar victoria y a la que calificó de traidora a la patria.
De la misma forma que hacen otros populistas, a Morales no le gusta tener disensos ni discrepancias y está, desde siempre, tratando de limitar y destruir la oposición y todo tipo de críticas que pueda emerger de los medios de comunicación, sus dos enemigos como los ha reconocido durante su Presidencia.
No habiendo sido él mismo muy democrático y habiendo formado parte de una oposición acérrima al gobierno de Sánchez de Lozada en su época de sindicalista, Morales debería tener la entereza de respetar el disenso y permitir democráticamente su expresión a través del fortalecimiento de los partidos políticos y de la libertad de prensa.
Nadie espera grandes cambios en estas materias, y muchos predicen que esta rotunda victoria le permitirá tener a Morales la excusa perfecta para ahondar su revolución, olvidándose de las minorías y la expresión.
De la misma forma que hacen otros populistas, a Morales no le gusta tener disensos ni discrepancias y está, desde siempre, tratando de limitar y destruir la oposición y todo tipo de críticas que pueda emerger de los medios de comunicación, sus dos enemigos como los ha reconocido durante su Presidencia.
No habiendo sido él mismo muy democrático y habiendo formado parte de una oposición acérrima al gobierno de Sánchez de Lozada en su época de sindicalista, Morales debería tener la entereza de respetar el disenso y permitir democráticamente su expresión a través del fortalecimiento de los partidos políticos y de la libertad de prensa.
Nadie espera grandes cambios en estas materias, y muchos predicen que esta rotunda victoria le permitirá tener a Morales la excusa perfecta para ahondar su revolución, olvidándose de las minorías y la expresión.
lunes, 7 de diciembre de 2009
Clima: potencias egoístas
Empezó la cita de Copenhague. Estados Unidos, China, India y la Comunidad Europea, los países más contaminantes del mundo, no hablan el mismo idioma cuando se trata de llegar a un acuerdo para reducir las emisiones de carbono y así contribuir a que el clima no siga aumentando.
Por los últimos 150 años, principalmente tras la era industrial, los europeos y los estadounidenses fueron los responsables – sumando las últimas décadas industriales chinas – de que la temperatura haya subido o esté subiendo, acarreando notables problemas de cambio climático.
En la mesa de negociaciones hay mucho egoísmo, como si todavía habría dudas sobre lo que sucede con el calentamiento global, especialmente ahora con la excusa sobre las mentiras y exageraciones de unos científicos británicos. Bajar el 40% de las emisiones es la meta, pero en el primer día, la delegación estadounidense promete 17%, los europeos presionan con 30% y los chinos e indios esperan que Barack Obama pueda hacer un compromiso mayor , que venga adherido a una promesa del Congreso, algo aún más difícil de lograr.
Muchos no creen que desde Dinamarca se de el paso adecuado para reemplazar al acuerdo de Kyoto, creen que el egoísmo y la perversión económica podrán más, que la creatividad que deben mostrar las potencias para crear un sinnúmero de efectivas fuentes de energía alternativa. Nadie puede creer hoy en día que la humanidad, tan inteligente para muchas cosas, dependa todavía de combustibles fósiles y contaminantes. Todo movido por una economía consumista.
Por los últimos 150 años, principalmente tras la era industrial, los europeos y los estadounidenses fueron los responsables – sumando las últimas décadas industriales chinas – de que la temperatura haya subido o esté subiendo, acarreando notables problemas de cambio climático.
En la mesa de negociaciones hay mucho egoísmo, como si todavía habría dudas sobre lo que sucede con el calentamiento global, especialmente ahora con la excusa sobre las mentiras y exageraciones de unos científicos británicos. Bajar el 40% de las emisiones es la meta, pero en el primer día, la delegación estadounidense promete 17%, los europeos presionan con 30% y los chinos e indios esperan que Barack Obama pueda hacer un compromiso mayor , que venga adherido a una promesa del Congreso, algo aún más difícil de lograr.
Muchos no creen que desde Dinamarca se de el paso adecuado para reemplazar al acuerdo de Kyoto, creen que el egoísmo y la perversión económica podrán más, que la creatividad que deben mostrar las potencias para crear un sinnúmero de efectivas fuentes de energía alternativa. Nadie puede creer hoy en día que la humanidad, tan inteligente para muchas cosas, dependa todavía de combustibles fósiles y contaminantes. Todo movido por una economía consumista.
domingo, 6 de diciembre de 2009
Arte: más ventas, menos mensaje
Este fin de semana fue uno de lo que más espero en Miami. Se convierte en la meca del arte del mundo, con las megaferias Art Miami y Art Basel Miami Beach.
Según los diarios locales, por suerte para los galeristas, las ventas aumentaron un 30 por ciento comparado a lo que sucedió en diciembre pasado, cuando se puso en peligros el seguimiento de las exposiciones debido al sacudón que pegó la crisis económica que se estaba profundizando.
Sin embargo, lo que creo que faltó esta vez es que haya más arte con mensaje, casi todo lo que se vio fue un arte demasiado comercial. Los clásicos de siempre, como Picasso, Hirst, Warhol, Botero, Lam, estuvieron acompañados por artistas noveles y por obras realmente que uno siente que no es arte, como un montón de vidrios rotos sobre el piso de una habitación o unos peones de ajedrez de oro y plata diminutos en un escenario sobre el piso de 10 por 10 metros (¿arte?).
De todas maneras, lo mejor es que estas megaferias y otras 15 alrededor de ellas, permiten ver la tendencia del arte contemporáneo y la ubicación de los precios. La obra que más nos gustó a mi esposa y a mí es un pequeño óleo del cubano Wilfredo Lam expuesto en el stand de la galería Cernuda de Coral Gables, de Miami, a un costo de 750 mil dólares. Con ganas acumularía las ganancias de varias vidas para poder obtenerlo.
Según los diarios locales, por suerte para los galeristas, las ventas aumentaron un 30 por ciento comparado a lo que sucedió en diciembre pasado, cuando se puso en peligros el seguimiento de las exposiciones debido al sacudón que pegó la crisis económica que se estaba profundizando.
Sin embargo, lo que creo que faltó esta vez es que haya más arte con mensaje, casi todo lo que se vio fue un arte demasiado comercial. Los clásicos de siempre, como Picasso, Hirst, Warhol, Botero, Lam, estuvieron acompañados por artistas noveles y por obras realmente que uno siente que no es arte, como un montón de vidrios rotos sobre el piso de una habitación o unos peones de ajedrez de oro y plata diminutos en un escenario sobre el piso de 10 por 10 metros (¿arte?).
De todas maneras, lo mejor es que estas megaferias y otras 15 alrededor de ellas, permiten ver la tendencia del arte contemporáneo y la ubicación de los precios. La obra que más nos gustó a mi esposa y a mí es un pequeño óleo del cubano Wilfredo Lam expuesto en el stand de la galería Cernuda de Coral Gables, de Miami, a un costo de 750 mil dólares. Con ganas acumularía las ganancias de varias vidas para poder obtenerlo.
sábado, 5 de diciembre de 2009
México agridulce
Estuve en Mexico cinco días esta semana y regreso con el mismo sabor agridulce de siempre. Admiro México, disfruto de su cultura, su arte, su arquitectura, y más de su gente, mis amigos. ¡Pero qué país con tantos contrastes! Lindo y violento.
El contraste de riqueza y pobreza, tan preocupante pero tan común en cualquier otro país, no me sorprende; como sí la violencia que hasta a flor de piel en todos los sectores del territorio.
Estuve en la UNAM organizando un foro para periodistas con la intención de ayudar a disminuir la violencia en contra de los periodistas, donde este año han sido asesinados 11 reporteros. Las historias ahí escuchadas son espeluznantes. Las nueve familias o cárteles del narcotráfico se han adueñado de gran parte de la vida de los mexicanos y el gobierno, por más esfuerzo que hace en materia de restricción y de luchar contra el crimen organizado no logra encadenar muchos éxitos.
Dos cosas llaman poderosamente la atención. La gente ya está acostumbrada y ha institucionalizado, en cierta forma, la violencia, por cuanto ésta, reflejada a cabalidad por los medios, ya no crea sorpresas o estupor. Es tomada como una estadística. Lo otro es que el avance del narcotráfico no se ha detenido en el crimen organizado sino que ha infiltrado – como supo suceder en la violenta Colombia de las décadas pasadas – todas las estructuras de poder político del país.
El presidente Felipe Calderón dijo algo esta semana que ya lo venían repitiendo muchos políticos oficialistas y de oposición, pero que recobró mayor fuerza por venir del propio presidente. Los políticos locales son tentados con dineros del
narco para sus campañas políticas, con lo que consiguen inmunidad e impunidad futura para cometer sus delitos ganando amplios territorios para distribuir y menudear drogas.
Este México de lindas mañanitas y bonito, siempre despertará en mí ese sabor agridulce.
El contraste de riqueza y pobreza, tan preocupante pero tan común en cualquier otro país, no me sorprende; como sí la violencia que hasta a flor de piel en todos los sectores del territorio.
Estuve en la UNAM organizando un foro para periodistas con la intención de ayudar a disminuir la violencia en contra de los periodistas, donde este año han sido asesinados 11 reporteros. Las historias ahí escuchadas son espeluznantes. Las nueve familias o cárteles del narcotráfico se han adueñado de gran parte de la vida de los mexicanos y el gobierno, por más esfuerzo que hace en materia de restricción y de luchar contra el crimen organizado no logra encadenar muchos éxitos.
Dos cosas llaman poderosamente la atención. La gente ya está acostumbrada y ha institucionalizado, en cierta forma, la violencia, por cuanto ésta, reflejada a cabalidad por los medios, ya no crea sorpresas o estupor. Es tomada como una estadística. Lo otro es que el avance del narcotráfico no se ha detenido en el crimen organizado sino que ha infiltrado – como supo suceder en la violenta Colombia de las décadas pasadas – todas las estructuras de poder político del país.
El presidente Felipe Calderón dijo algo esta semana que ya lo venían repitiendo muchos políticos oficialistas y de oposición, pero que recobró mayor fuerza por venir del propio presidente. Los políticos locales son tentados con dineros del
narco para sus campañas políticas, con lo que consiguen inmunidad e impunidad futura para cometer sus delitos ganando amplios territorios para distribuir y menudear drogas.
Este México de lindas mañanitas y bonito, siempre despertará en mí ese sabor agridulce.
viernes, 4 de diciembre de 2009
Calentamiento global en Copenhague
A juzgar por el calentamiento global, el verde ya no es el color de la esperanza, sino sinónimo de catástrofe. Si los humanos no revertimos pronto la forma de consumir, producir y relacionarnos con el medio ambiente, las consecuencias a mediano y largo plazo serán irreversibles.
Modificar esa conducta autodestructiva es el desafío que tienen gobiernos de países desarrollados y en desarrollo. Tendrán que alcanzar en Copenhague un compromiso concreto en la Cumbre Mundial sobre Cambio Climático de la ONU a partir del 7 de diciembre. Si no pactan reducir drásticamente las emisiones de dióxido de carbono, la temperatura seguirá aumentando y con ello, los problemas ecológicos, de salubridad y desarrollo.
Los países ricos tienen la mayor culpa. En el último siglo se aceleró un proceso biológico de millones de años del plantea, con la industrialización y el consumo de energías no renovables, responsables directos del calentamiento. Pero si el progreso atrajo perjuicios para todos, los países en desarrollo también tienen una cuota de responsabilidad. La deforestación que alcanza a 13 millones de hectáreas de bosques por año en el mundo, en zonas tan críticas como el Amazonas y la selva Maya, provocan asimismo gases de efecto invernadero.
Con el incumplimiento del Protocolo de Kioto que expira en el 2010, los ambientalistas están escépticos de que en Copenhague se pacte reducir las emisiones entre el 25 y el 40 por ciento para 2020, conscientes de que la recesión económica será la excusa sobre la mesa.
Sin embargo, esta semana, EE.UU. y China – los mayores contaminantes del planeta – anunciaron reducciones del 17 y 40 por ciento para el 2020, respectivamente, revirtiendo temores de que Barack Obama pudiera continuar políticas de su antecesor que antepuso intereses petrolíferos a Kioto, y que China si hiciera la distraída sin un paso firme estadounidense.
Los europeos, conscientes de su culpabilidad industrial aunque más verdes que nunca, presionan para que las reducciones se retrotraigan a niveles de 1990 y no a 2005 como proponen chinos y estadounidenses, y para que alcancen al 83 por ciento para el 2050, único atenuante para mitigar la suba de los océanos, entre otras catástrofes que sufriremos en este siglo.
Lo más importante es que los europeos piden que el acuerdo de Copenhague sea vinculante, obligatorio, y que los países ricos implementen un fondo de 50 mil millones de euros anuales para pagar la factura del calentamiento en países menos pudientes.
Centroamérica ya decidió pedir indemnizaciones, así como los presidentes Evo Morales y Rafael Correa, quienes responsabilizan a las multinacionales por explotaciones petroleras y mineras que dejaron tendales de comunidades enfermas y grandes extensiones de selvas contaminadas e irrecuperables.
El caso de Guatemala es patético, es el país más afectado del continente, aunque solo produce el 1 por ciento de emisiones. Las sequías recientes que arrojaron a cientos de comunidades al hambre y la malnutrición, así como la proliferación de bacterias que produjo la subida de temperatura de 2 grados Celsius del lago de Atitlán entre 1968 y 2009, del que depende el abastecimiento de cientos de miles de personas, son los efectos más notables del cambio climático.
La ecología no es un problema verde, sino multicolor. De ella dependen todas las actividades humanas. En México, por ejemplo, cada año se pierde entre el 8.8 y el 10 por ciento del Producto Interno Bruto por degradación del ambiente; mientras en todos los países latinoamericanos los hospitales públicos tienen que lidiar con nuevas enfermedades respiratorias e infecciosas atraídas o agravadas por el cambio climático.
La escasez de paliativos locales también es parte del problema. En Guatemala la tala indiscriminada de bosques es equivalente a 200 canchas de fútbol al día, mientras en el Congreso penden de aprobación 14 leyes de medio ambiente y en la justicia sólo prosperaron 2 por ciento de los 590 delitos denunciados por el ministerio de Recursos Naturales, dejando al país en un virtual clima de “impunidad ambiental”.
Así sea reduciendo gases, otorgando indemnizaciones, desarrollando tecnologías y energías alternativas, lo importante de Copenhague es que gobiernos ricos o pobres, democracias o dictaduras, todos asuman responsabilidades obligatorias para dejar de hipotecar el futuro y que el verde vuelva a retomar su tono esperanza.
Modificar esa conducta autodestructiva es el desafío que tienen gobiernos de países desarrollados y en desarrollo. Tendrán que alcanzar en Copenhague un compromiso concreto en la Cumbre Mundial sobre Cambio Climático de la ONU a partir del 7 de diciembre. Si no pactan reducir drásticamente las emisiones de dióxido de carbono, la temperatura seguirá aumentando y con ello, los problemas ecológicos, de salubridad y desarrollo.
Los países ricos tienen la mayor culpa. En el último siglo se aceleró un proceso biológico de millones de años del plantea, con la industrialización y el consumo de energías no renovables, responsables directos del calentamiento. Pero si el progreso atrajo perjuicios para todos, los países en desarrollo también tienen una cuota de responsabilidad. La deforestación que alcanza a 13 millones de hectáreas de bosques por año en el mundo, en zonas tan críticas como el Amazonas y la selva Maya, provocan asimismo gases de efecto invernadero.
Con el incumplimiento del Protocolo de Kioto que expira en el 2010, los ambientalistas están escépticos de que en Copenhague se pacte reducir las emisiones entre el 25 y el 40 por ciento para 2020, conscientes de que la recesión económica será la excusa sobre la mesa.
Sin embargo, esta semana, EE.UU. y China – los mayores contaminantes del planeta – anunciaron reducciones del 17 y 40 por ciento para el 2020, respectivamente, revirtiendo temores de que Barack Obama pudiera continuar políticas de su antecesor que antepuso intereses petrolíferos a Kioto, y que China si hiciera la distraída sin un paso firme estadounidense.
Los europeos, conscientes de su culpabilidad industrial aunque más verdes que nunca, presionan para que las reducciones se retrotraigan a niveles de 1990 y no a 2005 como proponen chinos y estadounidenses, y para que alcancen al 83 por ciento para el 2050, único atenuante para mitigar la suba de los océanos, entre otras catástrofes que sufriremos en este siglo.
Lo más importante es que los europeos piden que el acuerdo de Copenhague sea vinculante, obligatorio, y que los países ricos implementen un fondo de 50 mil millones de euros anuales para pagar la factura del calentamiento en países menos pudientes.
Centroamérica ya decidió pedir indemnizaciones, así como los presidentes Evo Morales y Rafael Correa, quienes responsabilizan a las multinacionales por explotaciones petroleras y mineras que dejaron tendales de comunidades enfermas y grandes extensiones de selvas contaminadas e irrecuperables.
El caso de Guatemala es patético, es el país más afectado del continente, aunque solo produce el 1 por ciento de emisiones. Las sequías recientes que arrojaron a cientos de comunidades al hambre y la malnutrición, así como la proliferación de bacterias que produjo la subida de temperatura de 2 grados Celsius del lago de Atitlán entre 1968 y 2009, del que depende el abastecimiento de cientos de miles de personas, son los efectos más notables del cambio climático.
La ecología no es un problema verde, sino multicolor. De ella dependen todas las actividades humanas. En México, por ejemplo, cada año se pierde entre el 8.8 y el 10 por ciento del Producto Interno Bruto por degradación del ambiente; mientras en todos los países latinoamericanos los hospitales públicos tienen que lidiar con nuevas enfermedades respiratorias e infecciosas atraídas o agravadas por el cambio climático.
La escasez de paliativos locales también es parte del problema. En Guatemala la tala indiscriminada de bosques es equivalente a 200 canchas de fútbol al día, mientras en el Congreso penden de aprobación 14 leyes de medio ambiente y en la justicia sólo prosperaron 2 por ciento de los 590 delitos denunciados por el ministerio de Recursos Naturales, dejando al país en un virtual clima de “impunidad ambiental”.
Así sea reduciendo gases, otorgando indemnizaciones, desarrollando tecnologías y energías alternativas, lo importante de Copenhague es que gobiernos ricos o pobres, democracias o dictaduras, todos asuman responsabilidades obligatorias para dejar de hipotecar el futuro y que el verde vuelva a retomar su tono esperanza.
jueves, 3 de diciembre de 2009
Obama disfrazado de Bush
Barack Obama criticó con vehemencia durante la campaña electoral a George Bush por no retornar las tropas estadounidenses a casa, aunque ahora está haciendo exactamente los mismo o peor: no solo no las retira, sino que las incrementa, con un total de 30 mil soldados adicionales que enviará a partir de enero a Afganistán.
Más de 30 mil millones de dólares costará esta nueva escalada que se suma a los 400 mil millones ya gastados en los últimos ocho años, una cifra que hace mucha mella en las finanzas de los hogares estadounidenses, que seguramente harán bajar aún más la popularidad del presidente, a pesar de que anunció el retiro de las tropas a partir de mediados de 2011, como estrategia para morigerar las críticas.
Con esto queda demostrado que, demócratas o republicanos, por más que critiquen a sus contrincantes, siempre decidirán ir a la guerra cuando consideren que los intereses nacionales estén en juego, un mandato constitucional que no pueden desoír a pesar de su ideología.
Sobre esta idiosincrasia guerrerista de los presidentes estadounidenses escribí mi columna de diciembre de 2008. En algunos párrafos decía:
“La percepción - porque la memoria es corta y solo se recuerdan las tres últimas guerras, dos todavía en juego – es que los demócratas son más pacifistas que los republicanos; pero la realidad indica un mejor balance. La historia presidencial estadounidense está repleta de guerreros de ambos partidos, apoyados casi siempre en forma unánime por un Congreso bipartidista y con amplio respaldo popular, que se deteriora conforme no llegue la victoria.
Si bien los republicanos tienen en su haber la Guerra del Golfo con Bush padre y la de Vietnam que empezó a finales de los 50 con Dwight Eisenhower y terminó a mediados de los 70 con Gerald Ford; las otras no le correspondieron. La de Corea fue durante la presidencia del demócrata Harry Truman, cuando también Hiroshima y Nagasaki sufrieron la bomba atómica; mientras que la Segunda Guerra Mundial fue liderada por Franklin Roosevelt y la Primera por Woodrow Wilson, ambos demócratas.
En materia bélica, la diferencia entre demócratas y republicanos es mínima, como se puso de manifiesto este Setiembre 11 con el gesto de unidad nacionalista entre Obama y McCain. El candidato demócrata quien hasta hace poco reclamaba el retiro de las tropas de Irak, ahora promete un desvío de las mismas hacia Afganistán. Esto deja boquiabiertos a europeos y latinoamericanos, que se inclinan holgadamente hacia Obama por su vocación más diplomática; y no entienden cómo en materia de política exterior - manejo de la guerra - los estadounidenses prefieren tres a uno a John por sobre Barack.
Las guerras y el patriotismo son valores culturales que trascienden las filosofías partidarias. A la hora de la verdad, ambos son iguales y actúan similar”.
Más de 30 mil millones de dólares costará esta nueva escalada que se suma a los 400 mil millones ya gastados en los últimos ocho años, una cifra que hace mucha mella en las finanzas de los hogares estadounidenses, que seguramente harán bajar aún más la popularidad del presidente, a pesar de que anunció el retiro de las tropas a partir de mediados de 2011, como estrategia para morigerar las críticas.
Con esto queda demostrado que, demócratas o republicanos, por más que critiquen a sus contrincantes, siempre decidirán ir a la guerra cuando consideren que los intereses nacionales estén en juego, un mandato constitucional que no pueden desoír a pesar de su ideología.
Sobre esta idiosincrasia guerrerista de los presidentes estadounidenses escribí mi columna de diciembre de 2008. En algunos párrafos decía:
“La percepción - porque la memoria es corta y solo se recuerdan las tres últimas guerras, dos todavía en juego – es que los demócratas son más pacifistas que los republicanos; pero la realidad indica un mejor balance. La historia presidencial estadounidense está repleta de guerreros de ambos partidos, apoyados casi siempre en forma unánime por un Congreso bipartidista y con amplio respaldo popular, que se deteriora conforme no llegue la victoria.
Si bien los republicanos tienen en su haber la Guerra del Golfo con Bush padre y la de Vietnam que empezó a finales de los 50 con Dwight Eisenhower y terminó a mediados de los 70 con Gerald Ford; las otras no le correspondieron. La de Corea fue durante la presidencia del demócrata Harry Truman, cuando también Hiroshima y Nagasaki sufrieron la bomba atómica; mientras que la Segunda Guerra Mundial fue liderada por Franklin Roosevelt y la Primera por Woodrow Wilson, ambos demócratas.
En materia bélica, la diferencia entre demócratas y republicanos es mínima, como se puso de manifiesto este Setiembre 11 con el gesto de unidad nacionalista entre Obama y McCain. El candidato demócrata quien hasta hace poco reclamaba el retiro de las tropas de Irak, ahora promete un desvío de las mismas hacia Afganistán. Esto deja boquiabiertos a europeos y latinoamericanos, que se inclinan holgadamente hacia Obama por su vocación más diplomática; y no entienden cómo en materia de política exterior - manejo de la guerra - los estadounidenses prefieren tres a uno a John por sobre Barack.
Las guerras y el patriotismo son valores culturales que trascienden las filosofías partidarias. A la hora de la verdad, ambos son iguales y actúan similar”.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Correa y la falsa de la libertad
Fiel a su estrategia de ir coartando los espacios de libertad y de construir a su imagen y semejanza, el presidente Rafael Correa insistió hoy en que debe aprobarse en su país una Ley de Comunicación que patrocina, la cual permitirá el control más férreo que un gobierno latinoamericano podrá hacer de la prensa.
Sus propias palabras desenmascaran su intención: "Al poder hay que regularlo y controlarlo. Los medios de comunicación son un poder. Conclusión: a los medios hay que regularlos y controlarlos".
Da la sensación que Correa confunde, con mucha perspicacia, el “poder” de los medios con la libertad de prensa, y esa es la batalla que ha venido dando en toda su Presidencia, con la intención de ganar voluntad popular tras su proyecto. Y mal no le ha ido, ha convencido a una gran parte de la población, que todos los problemas del Ecuador, de antes y de ahora, fueron y son generados por los medios. Vale decir que algunos ejemplos no le faltan para mostrar cosas del mal periodismo, a la que usa, manipula y generaliza contra la institución de la prensa, único ente fiscalizador de las entidades públicas.
Correa miente, incluso dándole el beneficio de que los medios son un poder (lo que no se ajusta a la verdad) porque en realidad lo que estará controlando con la nueva ley, no solo es a los medios, sino lo peor, es que controlará la libertad de prensa, es decir, el derecho a fiscalizar, a opinar, a criticar.
Dentro de los estándares sobre libertad de prensa, la futura ley hace agua por todos lados. Es sólo un método legal de aplicar sanciones contra quienes quieran ejercer el derecho a disentir.
Muchos legisladores y el propio Correa hoy hablan sin entender mucho, pero han tomado como caballito de batalla la consigna de que la ley será buena porque establece que debe haber responsabilidad ulterior por parte de los medios y periodistas. Es decir, un principio que no necesita estar si se cumple con el artículo constitucional de prohibición de la censura previa; además, que en las leyes actuales y en el Código Penal ya existen reglas que penalizan a los periodistas y los medios cuando son vehículos o comenten algún delito.
En realidad, el principio de “responsabilidad ulterior” favorece a los periodistas, porque quiere decir que nadie puede ser censurado antes de que publique la información, y que solo podrá ser procesado o demandado o acusado en forma posterior a la publicación.
La ley es mala ya por existir. Obliga a los medios a tener códigos de ética, crea un ente manejado por el gobierno que procesará las quejas contra el gobierno y crea, entre otras barbaridades, tres tipos de medios diferentes pero en igualdad del 33 por ciento: medios públicos, privados y comunitarios. Con la experiencia que tenemos en América Latina sobre los medios públicos, entendemos que servirán para hacer propaganda del gobierno.
De esta forma, considerando que el gobierno se ha quedado con varios medios de comunicación que estaban en manos privadas y que ahora le pega otro zarpazo a los privados, no hay dudas del control que está ejerciendo.
Lamentablemente, gran parte de la gente se ha creído la farsa del Presidente que en Ecuador el problema son los medios, y no se dan cuenta que en este control y destrucción de la prensa, lo que está en juego es el derecho individual a la libertad de expresión.
Sus propias palabras desenmascaran su intención: "Al poder hay que regularlo y controlarlo. Los medios de comunicación son un poder. Conclusión: a los medios hay que regularlos y controlarlos".
Da la sensación que Correa confunde, con mucha perspicacia, el “poder” de los medios con la libertad de prensa, y esa es la batalla que ha venido dando en toda su Presidencia, con la intención de ganar voluntad popular tras su proyecto. Y mal no le ha ido, ha convencido a una gran parte de la población, que todos los problemas del Ecuador, de antes y de ahora, fueron y son generados por los medios. Vale decir que algunos ejemplos no le faltan para mostrar cosas del mal periodismo, a la que usa, manipula y generaliza contra la institución de la prensa, único ente fiscalizador de las entidades públicas.
Correa miente, incluso dándole el beneficio de que los medios son un poder (lo que no se ajusta a la verdad) porque en realidad lo que estará controlando con la nueva ley, no solo es a los medios, sino lo peor, es que controlará la libertad de prensa, es decir, el derecho a fiscalizar, a opinar, a criticar.
Dentro de los estándares sobre libertad de prensa, la futura ley hace agua por todos lados. Es sólo un método legal de aplicar sanciones contra quienes quieran ejercer el derecho a disentir.
Muchos legisladores y el propio Correa hoy hablan sin entender mucho, pero han tomado como caballito de batalla la consigna de que la ley será buena porque establece que debe haber responsabilidad ulterior por parte de los medios y periodistas. Es decir, un principio que no necesita estar si se cumple con el artículo constitucional de prohibición de la censura previa; además, que en las leyes actuales y en el Código Penal ya existen reglas que penalizan a los periodistas y los medios cuando son vehículos o comenten algún delito.
En realidad, el principio de “responsabilidad ulterior” favorece a los periodistas, porque quiere decir que nadie puede ser censurado antes de que publique la información, y que solo podrá ser procesado o demandado o acusado en forma posterior a la publicación.
La ley es mala ya por existir. Obliga a los medios a tener códigos de ética, crea un ente manejado por el gobierno que procesará las quejas contra el gobierno y crea, entre otras barbaridades, tres tipos de medios diferentes pero en igualdad del 33 por ciento: medios públicos, privados y comunitarios. Con la experiencia que tenemos en América Latina sobre los medios públicos, entendemos que servirán para hacer propaganda del gobierno.
De esta forma, considerando que el gobierno se ha quedado con varios medios de comunicación que estaban en manos privadas y que ahora le pega otro zarpazo a los privados, no hay dudas del control que está ejerciendo.
Lamentablemente, gran parte de la gente se ha creído la farsa del Presidente que en Ecuador el problema son los medios, y no se dan cuenta que en este control y destrucción de la prensa, lo que está en juego es el derecho individual a la libertad de expresión.
martes, 1 de diciembre de 2009
Lobo... y falta el Congreso
Para que la fiesta sea total en Honduras, ojala que el Congreso haga una jugada política, más allá de la opinión de la Corte Suprema, y reinstale un gobierno de unidad nacional que esté integrado por Manuel Zelaya, y así cumplir con todos los requisitos de los previos acuerdos y dejar sin “armas” para el futuro que serán utilizadas contra el flamante presidente elegido Porfirio Lobo.
Un par de meses más y con las manos atadas por lo que especifica el acuerdo Tegucigalpa-San José, Zelaya deberá dejar el ruedo político, y el nuevo gobierno podrá empezar una relación de normalidad con Estados Unidos, en realidad, el mayor socio comercial y más conveniente para su estabilidad económica y social.
Estados Unidos está incluso en una encrucijada si solo hubiera apoyado las elecciones, ya que lo hizo con la consecuente reinstalación del gobierno nacional, y sabe que el incipiente apoyo de la Comunidad Europea y de otras naciones que tímidamente se están sumando, se podría resquebrajar sino le dejan a todo el mundo una sensación de que todos los actores han ganado.
Ahora bien, entendiendo como ha actuado Zelaya en todo el proceso, seguramente lo que menos quiere en este momento, es asumir una presidencia que será realmente decorativa y en la que no podrá tener poder de maniobra, por lo que seguirá insistiendo de que se trató de elecciones ilegales. Conociendo además los recursos que le apoyan, Zelaya emprenderá una batalla que se extenderá en el tiempo.
Veremos qué decisión toma el Congreso.
Un par de meses más y con las manos atadas por lo que especifica el acuerdo Tegucigalpa-San José, Zelaya deberá dejar el ruedo político, y el nuevo gobierno podrá empezar una relación de normalidad con Estados Unidos, en realidad, el mayor socio comercial y más conveniente para su estabilidad económica y social.
Estados Unidos está incluso en una encrucijada si solo hubiera apoyado las elecciones, ya que lo hizo con la consecuente reinstalación del gobierno nacional, y sabe que el incipiente apoyo de la Comunidad Europea y de otras naciones que tímidamente se están sumando, se podría resquebrajar sino le dejan a todo el mundo una sensación de que todos los actores han ganado.
Ahora bien, entendiendo como ha actuado Zelaya en todo el proceso, seguramente lo que menos quiere en este momento, es asumir una presidencia que será realmente decorativa y en la que no podrá tener poder de maniobra, por lo que seguirá insistiendo de que se trató de elecciones ilegales. Conociendo además los recursos que le apoyan, Zelaya emprenderá una batalla que se extenderá en el tiempo.
Veremos qué decisión toma el Congreso.
domingo, 29 de noviembre de 2009
Mujica y su tendencia contra los medios
José Mujica ganó la presidencia de Uruguay en el ballotage de hoy y si bien los medios de comunicación le darán el tradicional los 100 días sin tantas críticas para ver como se acomoda y hamaca, seguramente el debate prensa – gobierno surgirá antes de que termine ese período de gracia.
Es que ya durante la campaña electoral, el ex tupamaro y senador oficialista, venía argumentando a favor de que el gobierno tuviera mayor incidencia en los medios de comunicación, ya sea controlando su contenido como imponiéndolo.
En el informe reciente de la SIP divulgado el mes pasado en Buenos Aires, se relata que Mujica quiere “imponer al sistema de comunicación, campañas públicas permanentes para el desarrollo de valores colectivos, así como exigir y obligar desde el gobierno espacios mínimos de producción nacional en radio y televisión, modelo como el que en la década de los años ‘40 estableció en Argentina el ex presidente Juan Domingo Perón”.
El informe explica que en los últimos meses, Mujica criticó, culpó y acusó continuamente la tarea de los medios y de los periodistas.
Veremos que sucede en los próximos meses, pero si Mujica sigue los pasos que han dado otros gobiernos populistas de la región, lo más seguro es que en los primeros meses de gobierno ya irá delineando una estrategia de control del periodismo.
Es que ya durante la campaña electoral, el ex tupamaro y senador oficialista, venía argumentando a favor de que el gobierno tuviera mayor incidencia en los medios de comunicación, ya sea controlando su contenido como imponiéndolo.
En el informe reciente de la SIP divulgado el mes pasado en Buenos Aires, se relata que Mujica quiere “imponer al sistema de comunicación, campañas públicas permanentes para el desarrollo de valores colectivos, así como exigir y obligar desde el gobierno espacios mínimos de producción nacional en radio y televisión, modelo como el que en la década de los años ‘40 estableció en Argentina el ex presidente Juan Domingo Perón”.
El informe explica que en los últimos meses, Mujica criticó, culpó y acusó continuamente la tarea de los medios y de los periodistas.
Veremos que sucede en los próximos meses, pero si Mujica sigue los pasos que han dado otros gobiernos populistas de la región, lo más seguro es que en los primeros meses de gobierno ya irá delineando una estrategia de control del periodismo.
sábado, 28 de noviembre de 2009
Fiesta hondureña
La participación como votante en una contienda electoral es la máxima expresión del ser democrático, y hay poco que se pueda comparar con ello en una democracia. El pueblo hondureño está de parabienes, preparándose para la fiesta de mañana a pesar de que algunos ciegos no reconozcan o quieran reconocer un proceso que estaba inscripto mucho antes de los hechos del 28 de junio.
Gane Porfirio Lobo o no, así haya mayor cantidad de votos en blanco o no, abstencionismo o no, lo importante que este domingo es el día más importante de la historia moderna hondureña, bisagra entre un período conflictivo y otro que deberá llenarse de diálogo para llegar a enero con un nuevo presidente reconocido por todo el mundo, aunque siga la diatriba de los países del Alba, ruido al que habrá que acostumbrarse y que no tiene más decibeles que una política ideológica gritona y chillona.
Desde antes del 28 de junio cuando se violaron los preceptos constitucionales que culminaron con la ruptura de la presidencia de Zelaya y hasta que se alejó del cargo Micheletti, todos los países y los organismos multi gubernamentales tuvieron la opción de acompañar o no el nuevo proceso de gobierno. Más allá de los que decidieron en su momento, las elecciones de este 29 de noviembre son el punto de unión y unificación de criterios para darle a los hondureños la razonabilidad de la duda y permitir que afronten la institucionalidad mediante su Congreso y la Corte Suprema.
Que Zelaya sea restituido o no, ya no es tan importante como que mañana, tras ser elegido el nuevo presidente democrático, todos los ciudadanos gocen de la fiesta electoral y el mundo de la bienvenida a una Honduras democrática y transparente.
La suerte de Zelaya va por otro camino y eso debe preocupar solo al Congreso y a la Corte Suprema que bajo acuerdo político se han convertido en las dos instituciones que deberán velar por la restitución o no. Lo que todo hondureño hace votos, así como la comunidad internacional, que la restitución se ajuste a debido proceso y no esté contaminada por los revanchismos políticos.
Gane Porfirio Lobo o no, así haya mayor cantidad de votos en blanco o no, abstencionismo o no, lo importante que este domingo es el día más importante de la historia moderna hondureña, bisagra entre un período conflictivo y otro que deberá llenarse de diálogo para llegar a enero con un nuevo presidente reconocido por todo el mundo, aunque siga la diatriba de los países del Alba, ruido al que habrá que acostumbrarse y que no tiene más decibeles que una política ideológica gritona y chillona.
Desde antes del 28 de junio cuando se violaron los preceptos constitucionales que culminaron con la ruptura de la presidencia de Zelaya y hasta que se alejó del cargo Micheletti, todos los países y los organismos multi gubernamentales tuvieron la opción de acompañar o no el nuevo proceso de gobierno. Más allá de los que decidieron en su momento, las elecciones de este 29 de noviembre son el punto de unión y unificación de criterios para darle a los hondureños la razonabilidad de la duda y permitir que afronten la institucionalidad mediante su Congreso y la Corte Suprema.
Que Zelaya sea restituido o no, ya no es tan importante como que mañana, tras ser elegido el nuevo presidente democrático, todos los ciudadanos gocen de la fiesta electoral y el mundo de la bienvenida a una Honduras democrática y transparente.
La suerte de Zelaya va por otro camino y eso debe preocupar solo al Congreso y a la Corte Suprema que bajo acuerdo político se han convertido en las dos instituciones que deberán velar por la restitución o no. Lo que todo hondureño hace votos, así como la comunidad internacional, que la restitución se ajuste a debido proceso y no esté contaminada por los revanchismos políticos.
viernes, 27 de noviembre de 2009
Silencio y corrupción
La labor investigativa y fiscalizadora de la prensa es vital para responsabilizar a los gobiernos y mantener a raya a los corruptos. Sin denuncia periodística hay poca transparencia y la democracia se debilita. Muchos gobiernos rechazan estos principios. Prefieren una prensa sumisa o amordazarla con leyes restrictivas. Así compran silencio y esconden corrupción.
No es casualidad que los países latinoamericanos donde más se está limitando a los medios de comunicación, como en Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Bolivia y Argentina, son precisamente los que aparecen como peores clasificados en la lista de percepción de la corrupción que difundió Transparencia Internacional (TI) esta semana.
En una escala del 1 al 10 (siendo la peor la de menor valor) Venezuela, con una puntuación de 1.9, fue considerado uno de los países más corruptos del mundo, ubicándose en el puesto 162 de 180. En orden ascendente se situó Ecuador, 2.2; Nicaragua, 2.5; Bolivia, 2.7 y Argentina con 2.9, de un total de 21 naciones latinoamericanas que obtuvieron un vergonzoso puntaje menor de cinco puntos.
La medición de TI comprueba que donde se busca mayor silencio mediático, se registra más corrupción gubernamental. Venezuela tiene uno de los sistemas más restrictivos de prensa en el continente. Las denuncias contra el nepotismo de Hugo Chávez, beneficiando a parientes y autoridades, así como los dineros opacos que fluyen de los entes estatales, sirvieron para justificar la ley de Responsabilidad Social. Un mecanismo que le ha servido al gobierno para clausurar RCTV, decenas de radioemisoras y amenazar de cierre a Globovisión, así como crear una vasta red de medios públicos que jamás denunciarán irregularidad alguna.
En Argentina, la ley de Servicios Audiovisuales lleva la consigna de destronar al Grupo Clarín y a otras empresas que revelaron, por ejemplo, el desmedido enriquecimiento del patrimonio de Cristina Kirchner y su esposo o los dineros espurios utilizados en su campaña electoral. En Ecuador, la nueva ley de Comunicación busca amordazar a medios como Teleamazonas, que ya sufrió varios aprietes oficiales por poner en evidencia que Fabricio, hermano de Rafael Correa, se beneficiaba con contratos con el Estado. Mientras que Daniel Ortega busca acallar al diario La Prensa para evitar que se sepa que sus familiares se han beneficiado con el manejo de empresas privadas y hasta con vacaciones pagadas por todos los nicaragüenses.
En la medición de TI se observa que también existe una estrecha relación entre libertad de prensa y transparencia; es decir, a mayor tranquilidad de los medios para trabajar, menos corrupción. Los países mejor ubicados fueron Chile y Uruguay en el puesto 25 con una puntuación de 6.7; Puerto Rico, 5.8 y Costa Rica 5.3; justamente donde los medios sufren menos o pocas represalias por su labor.
Hay otros países, como Brasil, calificado con un bajo 3.7 puntos, que se mueven en terrenos cenagosos. Es que para ascender como potencia mundial, no necesitaría restringir a los medios, sino demostrar que es más transparente; lo contrario que tiene en mente el presidente Lula da Silva.
Cuando medios de experimentada trayectoria como los diarios O Estado de S. Paulo y Folha vienen denunciando una corrupción galopante en el Senado federal, donde están involucrados y procesados su presidente José Sarney y 27 de los 81 senadores, Lula y su Partido de Trabajadores, insisten en regular los contenidos de los medios mediante mecanismos de control público para combatir los monopolios y la concentración, excusa similar que derivaron en leyes restrictivas en Argentina, Ecuador y Venezuela.
Si bien ningún tipo de concentración de poder es beneficiosa, incluyendo a los medios, los gobiernos más que achicar medios deberían incentivar que crezcan otros y que haya más competencia. Lo que tratan, en realidad, es evitar que haya medios grandes e independientes capaces de investigar, criticar y denunciar la corrupción.
La fórmula es simple. Para combatir el silencio y mejorar la transparencia, se necesita mayor libertad de prensa. Difícil lograr esa meta, si los gobiernos se empecinan en perseguir a Globovisión, Teleamazonas, Clarín, La Prensa o Fohla de S. Paulo, una lista cada vez más larga de empresas periodísticas del hemisferio que están siendo acosadas por gobiernos de corte populista, que ven en el periodismo una amenaza a su hegemonía.
No es casualidad que los países latinoamericanos donde más se está limitando a los medios de comunicación, como en Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Bolivia y Argentina, son precisamente los que aparecen como peores clasificados en la lista de percepción de la corrupción que difundió Transparencia Internacional (TI) esta semana.
En una escala del 1 al 10 (siendo la peor la de menor valor) Venezuela, con una puntuación de 1.9, fue considerado uno de los países más corruptos del mundo, ubicándose en el puesto 162 de 180. En orden ascendente se situó Ecuador, 2.2; Nicaragua, 2.5; Bolivia, 2.7 y Argentina con 2.9, de un total de 21 naciones latinoamericanas que obtuvieron un vergonzoso puntaje menor de cinco puntos.
La medición de TI comprueba que donde se busca mayor silencio mediático, se registra más corrupción gubernamental. Venezuela tiene uno de los sistemas más restrictivos de prensa en el continente. Las denuncias contra el nepotismo de Hugo Chávez, beneficiando a parientes y autoridades, así como los dineros opacos que fluyen de los entes estatales, sirvieron para justificar la ley de Responsabilidad Social. Un mecanismo que le ha servido al gobierno para clausurar RCTV, decenas de radioemisoras y amenazar de cierre a Globovisión, así como crear una vasta red de medios públicos que jamás denunciarán irregularidad alguna.
En Argentina, la ley de Servicios Audiovisuales lleva la consigna de destronar al Grupo Clarín y a otras empresas que revelaron, por ejemplo, el desmedido enriquecimiento del patrimonio de Cristina Kirchner y su esposo o los dineros espurios utilizados en su campaña electoral. En Ecuador, la nueva ley de Comunicación busca amordazar a medios como Teleamazonas, que ya sufrió varios aprietes oficiales por poner en evidencia que Fabricio, hermano de Rafael Correa, se beneficiaba con contratos con el Estado. Mientras que Daniel Ortega busca acallar al diario La Prensa para evitar que se sepa que sus familiares se han beneficiado con el manejo de empresas privadas y hasta con vacaciones pagadas por todos los nicaragüenses.
En la medición de TI se observa que también existe una estrecha relación entre libertad de prensa y transparencia; es decir, a mayor tranquilidad de los medios para trabajar, menos corrupción. Los países mejor ubicados fueron Chile y Uruguay en el puesto 25 con una puntuación de 6.7; Puerto Rico, 5.8 y Costa Rica 5.3; justamente donde los medios sufren menos o pocas represalias por su labor.
Hay otros países, como Brasil, calificado con un bajo 3.7 puntos, que se mueven en terrenos cenagosos. Es que para ascender como potencia mundial, no necesitaría restringir a los medios, sino demostrar que es más transparente; lo contrario que tiene en mente el presidente Lula da Silva.
Cuando medios de experimentada trayectoria como los diarios O Estado de S. Paulo y Folha vienen denunciando una corrupción galopante en el Senado federal, donde están involucrados y procesados su presidente José Sarney y 27 de los 81 senadores, Lula y su Partido de Trabajadores, insisten en regular los contenidos de los medios mediante mecanismos de control público para combatir los monopolios y la concentración, excusa similar que derivaron en leyes restrictivas en Argentina, Ecuador y Venezuela.
Si bien ningún tipo de concentración de poder es beneficiosa, incluyendo a los medios, los gobiernos más que achicar medios deberían incentivar que crezcan otros y que haya más competencia. Lo que tratan, en realidad, es evitar que haya medios grandes e independientes capaces de investigar, criticar y denunciar la corrupción.
La fórmula es simple. Para combatir el silencio y mejorar la transparencia, se necesita mayor libertad de prensa. Difícil lograr esa meta, si los gobiernos se empecinan en perseguir a Globovisión, Teleamazonas, Clarín, La Prensa o Fohla de S. Paulo, una lista cada vez más larga de empresas periodísticas del hemisferio que están siendo acosadas por gobiernos de corte populista, que ven en el periodismo una amenaza a su hegemonía.
miércoles, 25 de noviembre de 2009
Impunidad ambiental
Acabo de terminar un seminario sobre delitos al medio ambiente en Guatemala, y quedé con un sabor amargo ante la evidencia de la catástrofe que se nos avecina por el cambio climático o, lo que es lo mismo, el aumento de la temperatura ambiental.
Para este seminario convocamos al ministro guatemalteco de medio ambiente Luis Alberto Ferraté Felice, a gente de Greenpeace, de Interpol, y ambientalistas, académicos y periodistas de varios países latinoamericanos. El ministro sorprendió por su visión crítica y si bien ejemplificó en varios problemas mundiales que afectan los ecosistemas del país, como el lago de Atitalán y otras cuencas acuíferas, lo más sorprendente es que denunció que de 528 denuncias ante el ministerio público, solo el 2 por ciento de ellas procedieron.
Calificó que la “impunidad ambiental” o la impunidad de los países industrializados para seguir emitiendo gases de carbono, la tala indiscriminada y también clandestina de bosques, la explotación de petróleo y metales preciosos, son responsables de esta catástrofe que se avecina.
Lo peor, consideró, es que las futuras generaciones a los que le dejaremos un legado complejo se adaptarán al nuevo ambiente, convirtiéndose este problema en un círculo vicioso difícil de cerrar si es que no se logran resultados positivos en la próxima cumbre que sobre el medio ambiente se realizará a mediados de diciembre en Copenaghe.
Para este seminario convocamos al ministro guatemalteco de medio ambiente Luis Alberto Ferraté Felice, a gente de Greenpeace, de Interpol, y ambientalistas, académicos y periodistas de varios países latinoamericanos. El ministro sorprendió por su visión crítica y si bien ejemplificó en varios problemas mundiales que afectan los ecosistemas del país, como el lago de Atitalán y otras cuencas acuíferas, lo más sorprendente es que denunció que de 528 denuncias ante el ministerio público, solo el 2 por ciento de ellas procedieron.
Calificó que la “impunidad ambiental” o la impunidad de los países industrializados para seguir emitiendo gases de carbono, la tala indiscriminada y también clandestina de bosques, la explotación de petróleo y metales preciosos, son responsables de esta catástrofe que se avecina.
Lo peor, consideró, es que las futuras generaciones a los que le dejaremos un legado complejo se adaptarán al nuevo ambiente, convirtiéndose este problema en un círculo vicioso difícil de cerrar si es que no se logran resultados positivos en la próxima cumbre que sobre el medio ambiente se realizará a mediados de diciembre en Copenaghe.
lunes, 23 de noviembre de 2009
Chávez y la CIDH
A pesar de la encomiable decisión de los jóvenes venezolanos que iniciaron una huelga de hambre el fin de semana para que el gobierno de su país permita la revisión de los derechos humanos permitiendo el ingreso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Hugo Chávez no dará el brazo a torcer.
Chávez expulsó al secretario ejecutivo de la CIDH, desatendió sus opiniones, además de no haber aceptado fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, lo cuales, por ser el país firmante de la Convención Americana de los Derechos Humanos, se trata de decisiones vinculantes. Actuó de la misma forma que lo hiciera en otra época Alberto Fujimori.
Chávez, quien también echó a los representantes de Human Rights Watch, se ha mostrado siempre partidario de la política del gobiernos de los hermanos Castro que no permiten a grupos de derechos humanos entrar a Cuba, bajo el principio de que se trata de injerencia capitalista. Claro está, que Chávez si bien no permite al organismo de la OEA entrar al país, sí utiliza los organismos internacionales, por ejemplo, para que permitan el reingreso al país.
En realidad Chávez tiene una política errática y poco seria en materia de derechos humanos. Seguramente en estos días, si los jóvenes continúan con su huelga, empezará a tejerles todo tipo de historias sobre corrupción o hasta figuras de “traición a la patria” con tal de desprestigiar su causa. Así lo hizo y lo sigue haciendo con quienes disienten de sus políticas, varios de ellos en la cárcel, otros asilados y muchos voluntariamente exiliados.
Chávez expulsó al secretario ejecutivo de la CIDH, desatendió sus opiniones, además de no haber aceptado fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, lo cuales, por ser el país firmante de la Convención Americana de los Derechos Humanos, se trata de decisiones vinculantes. Actuó de la misma forma que lo hiciera en otra época Alberto Fujimori.
Chávez, quien también echó a los representantes de Human Rights Watch, se ha mostrado siempre partidario de la política del gobiernos de los hermanos Castro que no permiten a grupos de derechos humanos entrar a Cuba, bajo el principio de que se trata de injerencia capitalista. Claro está, que Chávez si bien no permite al organismo de la OEA entrar al país, sí utiliza los organismos internacionales, por ejemplo, para que permitan el reingreso al país.
En realidad Chávez tiene una política errática y poco seria en materia de derechos humanos. Seguramente en estos días, si los jóvenes continúan con su huelga, empezará a tejerles todo tipo de historias sobre corrupción o hasta figuras de “traición a la patria” con tal de desprestigiar su causa. Así lo hizo y lo sigue haciendo con quienes disienten de sus políticas, varios de ellos en la cárcel, otros asilados y muchos voluntariamente exiliados.
domingo, 22 de noviembre de 2009
Cansado de los populistas
Recuerdo que cuando trabajaba en El Liberal de Santiago del Estero, algo me molestaba sobremanera y a lo que nunca pude adaptarme en esa provincia argentina, es que la agenda pública diaria siempre giraba en torno a la misma persona: el populista gobernador peronista Carlos Juárez.
No había tema económico, social, político que no pasara sin mencionarse la posición omnipresente de este hombre. Mala, buena o regular opinión daba lo mismo, porque todos hablaban de lo que pensaba Juárez o de lo que opinaba y criticaba.
Los populistas se las arreglan para estar siempre presentes en cada acto y pensamiento de las personas. Todo debe girar alrededor de ellos. Opinan de todo y para todo tienen una opinión, así sea alabando al terrorista venezolano El Chacal como Hugo Chávez, despotricando contra el informa sobre corrupción elaborado por Transparencia Internacional, como Rafael Correa, o a favor de una ley que obliga a los argentinos a someterse a análisis de DNA, como la presidenta Cristina de Kirchner, en una batlla entre la verdad sobre los crímenes de militares durante la guerra sucia y el derecho a la protección de la intimidad.
Los populistas son esos y se desviven por resistir al paso del tiempo, como Manuel Zelaya que buscaba la reelección a través de una reforma constitucional que no pudo lograr, y la que desesperadamente está buscando el presidente Daniel Ortega, haciendo contra marchas con sus partidarios para neutralizar los efectos de otras marchas – como la de ayer sábado en Managua – convocada por la oposición en una expresa declaración anti reeleccionista.
Todos hablamos de estos personajes y a ellos les encanta. Su narcisismo es agobiante. Periodistas y medios deberíamos procurar un “apagón informativo”, para sacarlos de la agenda pública. El riesgo, sin embargo, es dotarles de inmunidad e impunidad con el silencio.
No había tema económico, social, político que no pasara sin mencionarse la posición omnipresente de este hombre. Mala, buena o regular opinión daba lo mismo, porque todos hablaban de lo que pensaba Juárez o de lo que opinaba y criticaba.
Los populistas se las arreglan para estar siempre presentes en cada acto y pensamiento de las personas. Todo debe girar alrededor de ellos. Opinan de todo y para todo tienen una opinión, así sea alabando al terrorista venezolano El Chacal como Hugo Chávez, despotricando contra el informa sobre corrupción elaborado por Transparencia Internacional, como Rafael Correa, o a favor de una ley que obliga a los argentinos a someterse a análisis de DNA, como la presidenta Cristina de Kirchner, en una batlla entre la verdad sobre los crímenes de militares durante la guerra sucia y el derecho a la protección de la intimidad.
Los populistas son esos y se desviven por resistir al paso del tiempo, como Manuel Zelaya que buscaba la reelección a través de una reforma constitucional que no pudo lograr, y la que desesperadamente está buscando el presidente Daniel Ortega, haciendo contra marchas con sus partidarios para neutralizar los efectos de otras marchas – como la de ayer sábado en Managua – convocada por la oposición en una expresa declaración anti reeleccionista.
Todos hablamos de estos personajes y a ellos les encanta. Su narcisismo es agobiante. Periodistas y medios deberíamos procurar un “apagón informativo”, para sacarlos de la agenda pública. El riesgo, sin embargo, es dotarles de inmunidad e impunidad con el silencio.
sábado, 21 de noviembre de 2009
Rodas y la constituyente
Patricia Rodas volvió a las andanzas del depuesto Manuel Zelaya, insistiendo ante el canal chavista de Venezolana de Televisión, que apenas Zelaya sea restituido deberá convocarse a una constituyente, a la que calificó de “obligación”.
Uno ya no sabe si se trata de una estupidez política, de una verdadera intención o de un sarcasmo digno de estos tiempos, teniendo en cuenta que por ese camino fue justamente destituido Zelaya al tratar de convocar la “cuarta urna”, un golpe a las demás instituciones del Estado y a la Constitución que prohibían su ejecución.
Todo en Honduras puede ser discutido y será discusión perenne en el futuro. Sin embargo, lo que habría que tener claro, y según el propio Zelaya lo suscribió con el último acuerdo, es que se debe renunciar por el momento, al menos en el período presidencial que culminará en enero, a cualquier intento de reforma alguna, habiendo sido el problema que generó la crisis política actual.
Una vez más, la desafiante Rodas se hace eco de los intereses de Zelaya y de los que se esconden detrás de él - llámense sus amigos nucleados en el ALBA – que firman una cosa con la mano, lo borran con el codo o se retractan con la boca.
Aunque las elecciones puedan estar cuestionadas por muchos en la comunidad internacional, solamente por tratar de ser principistas respecto a la necesidad de que Zelaya debe ser restituido con anterioridad a los comicios, lo cierto es que – con él o sin él – se podrá dar una vuelta de página y todos ganar en tranquilidad.
Uno ya no sabe si se trata de una estupidez política, de una verdadera intención o de un sarcasmo digno de estos tiempos, teniendo en cuenta que por ese camino fue justamente destituido Zelaya al tratar de convocar la “cuarta urna”, un golpe a las demás instituciones del Estado y a la Constitución que prohibían su ejecución.
Todo en Honduras puede ser discutido y será discusión perenne en el futuro. Sin embargo, lo que habría que tener claro, y según el propio Zelaya lo suscribió con el último acuerdo, es que se debe renunciar por el momento, al menos en el período presidencial que culminará en enero, a cualquier intento de reforma alguna, habiendo sido el problema que generó la crisis política actual.
Una vez más, la desafiante Rodas se hace eco de los intereses de Zelaya y de los que se esconden detrás de él - llámense sus amigos nucleados en el ALBA – que firman una cosa con la mano, lo borran con el codo o se retractan con la boca.
Aunque las elecciones puedan estar cuestionadas por muchos en la comunidad internacional, solamente por tratar de ser principistas respecto a la necesidad de que Zelaya debe ser restituido con anterioridad a los comicios, lo cierto es que – con él o sin él – se podrá dar una vuelta de página y todos ganar en tranquilidad.
viernes, 20 de noviembre de 2009
Chávez - Kirchner y la valija
Chávez – Kirchner y la valija corrupta 20-11-09
Hubo de todo esta semana que termina, pero seguramente pasará a la historia no sólo por la verborragia entre Chile y Perú, las agresiones físicas en Cuba contra el bloguero esposo de la bloguera Yoani Sánchez, la guerra retórica entre los gobiernos de Colombia y Venezuela…
Pero una noticia especial fue la clasificación de Venezuela como uno de los gobiernos más corruptos del mundo, según la escala que dio a conocer Transparencia Internacional. Y prueba de esa corrupción se vio esta semana en la investigación que está haciendo la justicia argentina, donde en un video captado en el 2007 dentro de la Casa Rosada se muestra al venezolano Guido Antonioni, en el medio de una delegación de funcionarios venezolanos, dos días después de que le incautaran en la aduana de Ezeiza una valija con 800 mil dólares en efectivo, destinada para la campaña electoral de Cristina de Kirchner.
El dinero había sido traído en un avión de PDVSA. Una valija con tanto efectivo no puede ser solo la tarea de un par de generosos funcionarios corruptos. Y probablemente no fue la primera ni la única.
Siempre recuerdo en estos casos a un periodista amigo mexicano, Jesús Blancornelas, quien solía decir ante la evidencia de los casos: “si hace cuac, seguro que es un pato”.
Hubo de todo esta semana que termina, pero seguramente pasará a la historia no sólo por la verborragia entre Chile y Perú, las agresiones físicas en Cuba contra el bloguero esposo de la bloguera Yoani Sánchez, la guerra retórica entre los gobiernos de Colombia y Venezuela…
Pero una noticia especial fue la clasificación de Venezuela como uno de los gobiernos más corruptos del mundo, según la escala que dio a conocer Transparencia Internacional. Y prueba de esa corrupción se vio esta semana en la investigación que está haciendo la justicia argentina, donde en un video captado en el 2007 dentro de la Casa Rosada se muestra al venezolano Guido Antonioni, en el medio de una delegación de funcionarios venezolanos, dos días después de que le incautaran en la aduana de Ezeiza una valija con 800 mil dólares en efectivo, destinada para la campaña electoral de Cristina de Kirchner.
El dinero había sido traído en un avión de PDVSA. Una valija con tanto efectivo no puede ser solo la tarea de un par de generosos funcionarios corruptos. Y probablemente no fue la primera ni la única.
Siempre recuerdo en estos casos a un periodista amigo mexicano, Jesús Blancornelas, quien solía decir ante la evidencia de los casos: “si hace cuac, seguro que es un pato”.
Confrontación prensa - gobierno
La reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa en Buenos Aires reflejó nítidamente el clima de confrontación permanente al que varios gobiernos arrastran a sus ciudadanos, donde los espacios de diálogo y tolerancia son ahora ocupados por la retórica belicista, la polarización y la violencia.
Para la SIP no hubo muchas sorpresas sobre lo que generarían sus críticas contra varios sistemas como el argentino que, disfrazados de legitimización electoral, asumen posturas cada vez más autoritarias; dándoles lo mismo, sancionar leyes para controlar a medios de comunicación, que subvencionar a “piqueteros”, una especie de peones mercenarios cuya misión es azuzar marchas y actos oficiales.
El ambiente enrarecido se incentiva desde lo más alto. El desaire de la presidenta Cristina de Kirchner quien se negó a inaugurar la asamblea de la SIP no fue sorpresa, pero sí, un error innecesario, desaprovechando un contexto natural para discutir su polémica ley de Servicios Audiovisuales. El mismo yerro lo tuvo su esposo en febrero de 2005 al desatender a la SIP, cuando pedía explicaciones sobre la corrupción con la que se utilizaba la publicidad oficial para premiar y castigar a medios, práctica que nunca fue aclarada y que todavía persiste.
El kirchnerismo no es amigo del diálogo, prefiere confrontar e imponer. En estilo, la SIP está acostumbrada a lidiar con presidentes como Rafael Correa y Hugo Chávez, que manipulan espacios obligatorios en los medios propios y de otros, para desprestigiar y calumniar a detractores y periodistas. Y aunque la presidenta Kirchner no es tan sistemática, también usa la tribuna pública y actos oficiales para zarandear al periodismo. No bastó solo con la ley de prensa para desguazar a los medios, sino que además los persigue con medidas económicas, así sea amenazando con estatizar Papel Prensa que bloqueando la distribución de diarios. La prioridad no es solo Clarín, sino disminuir cualquier medio que por su tamaño e independencia pueda hacer de contra poder.
Se trata de medidas desafiantes utilizadas para lograr reacciones de irracionalidad que den letra para discursos demagógicos. Las mismas que Chávez utiliza al “exportar su ideología de confrontación” como señaló la SIP y que puso en práctica en Buenos Aires con una reunión paralela sobre “Medios y Democracia en América Latina”, al que mal llamó primer encuentro, porque se trata del mismo que siempre viene organizando ante cada actividad de la organización hemisférica, tanto para provocar como para contrarrestar sus efectos.
El matrimonio Kirchner no es ajeno a esta práctica. Esta vez, el “estás nervioso Clarín” se transformó en “yanquis go home”, un lema que varios desaforados de la “Juventud Peronista Descamisados” gritaban a miembros de la SIP en el vestíbulo del hotel, donde dejaron caer una enorme banderola y miles de papelitos con la consigna “SIP = CIA”, igualmente reproducida en afiches pegados en el micro centro porteño. Los portadores, claro está, ni idea del mensaje, pero el ruido del bombo, el alquiler de la garganta y el choripan, bastan para cantar en contra de cualquiera o a favor de un sindicalista, aún sin conocer las razones.
Así en Argentina como en Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, los gobiernos siguen utilizando los recursos públicos para la propaganda y actividades paraestatales, con la intención de que los piqueteros o camisas rojas agredan a otros, quemen neumáticos o rompan vidrieras. La misión es crear alboroto, provocar, bloquear la razón. Lo inaudito es que el propio Estado es el que apuesta a crear división, grupos antagónicos, aunque no acierta a gobernar para las dos argentinas que incentiva.
Lo que rodeó a la asamblea de la SIP en Buenos Aires dio lástima. Un gobierno arrogante y desafiante, desplegando mucha retórica propagandística y belicosa, haciendo que muchos extranjeros se sintieran incómodos, gratuitamente insultados de “golpistas”. Aunque se fueron entendiendo que mucho no podían esperar de un gobierno que igual actúa restringiendo la libertad de prensa haciendo bloquear la salida de camiones de distribución de Clarín y La Nación; que ordenando un día después, volar al Tango 03, con el único propósito de llevarle a la Presidenta la edición dominical de los periódicos porteños, a su casa en Calafate al sur del país. Confrontación y abuso de poder.
Para la SIP no hubo muchas sorpresas sobre lo que generarían sus críticas contra varios sistemas como el argentino que, disfrazados de legitimización electoral, asumen posturas cada vez más autoritarias; dándoles lo mismo, sancionar leyes para controlar a medios de comunicación, que subvencionar a “piqueteros”, una especie de peones mercenarios cuya misión es azuzar marchas y actos oficiales.
El ambiente enrarecido se incentiva desde lo más alto. El desaire de la presidenta Cristina de Kirchner quien se negó a inaugurar la asamblea de la SIP no fue sorpresa, pero sí, un error innecesario, desaprovechando un contexto natural para discutir su polémica ley de Servicios Audiovisuales. El mismo yerro lo tuvo su esposo en febrero de 2005 al desatender a la SIP, cuando pedía explicaciones sobre la corrupción con la que se utilizaba la publicidad oficial para premiar y castigar a medios, práctica que nunca fue aclarada y que todavía persiste.
El kirchnerismo no es amigo del diálogo, prefiere confrontar e imponer. En estilo, la SIP está acostumbrada a lidiar con presidentes como Rafael Correa y Hugo Chávez, que manipulan espacios obligatorios en los medios propios y de otros, para desprestigiar y calumniar a detractores y periodistas. Y aunque la presidenta Kirchner no es tan sistemática, también usa la tribuna pública y actos oficiales para zarandear al periodismo. No bastó solo con la ley de prensa para desguazar a los medios, sino que además los persigue con medidas económicas, así sea amenazando con estatizar Papel Prensa que bloqueando la distribución de diarios. La prioridad no es solo Clarín, sino disminuir cualquier medio que por su tamaño e independencia pueda hacer de contra poder.
Se trata de medidas desafiantes utilizadas para lograr reacciones de irracionalidad que den letra para discursos demagógicos. Las mismas que Chávez utiliza al “exportar su ideología de confrontación” como señaló la SIP y que puso en práctica en Buenos Aires con una reunión paralela sobre “Medios y Democracia en América Latina”, al que mal llamó primer encuentro, porque se trata del mismo que siempre viene organizando ante cada actividad de la organización hemisférica, tanto para provocar como para contrarrestar sus efectos.
El matrimonio Kirchner no es ajeno a esta práctica. Esta vez, el “estás nervioso Clarín” se transformó en “yanquis go home”, un lema que varios desaforados de la “Juventud Peronista Descamisados” gritaban a miembros de la SIP en el vestíbulo del hotel, donde dejaron caer una enorme banderola y miles de papelitos con la consigna “SIP = CIA”, igualmente reproducida en afiches pegados en el micro centro porteño. Los portadores, claro está, ni idea del mensaje, pero el ruido del bombo, el alquiler de la garganta y el choripan, bastan para cantar en contra de cualquiera o a favor de un sindicalista, aún sin conocer las razones.
Así en Argentina como en Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, los gobiernos siguen utilizando los recursos públicos para la propaganda y actividades paraestatales, con la intención de que los piqueteros o camisas rojas agredan a otros, quemen neumáticos o rompan vidrieras. La misión es crear alboroto, provocar, bloquear la razón. Lo inaudito es que el propio Estado es el que apuesta a crear división, grupos antagónicos, aunque no acierta a gobernar para las dos argentinas que incentiva.
Lo que rodeó a la asamblea de la SIP en Buenos Aires dio lástima. Un gobierno arrogante y desafiante, desplegando mucha retórica propagandística y belicosa, haciendo que muchos extranjeros se sintieran incómodos, gratuitamente insultados de “golpistas”. Aunque se fueron entendiendo que mucho no podían esperar de un gobierno que igual actúa restringiendo la libertad de prensa haciendo bloquear la salida de camiones de distribución de Clarín y La Nación; que ordenando un día después, volar al Tango 03, con el único propósito de llevarle a la Presidenta la edición dominical de los periódicos porteños, a su casa en Calafate al sur del país. Confrontación y abuso de poder.
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