sábado, 26 de septiembre de 2009

¿Olga Tañón o Madre Teresa de Calcuta?

Increíble todo el circo en torno al concierto de Juanes en La Habana, Paz sin Fronteras, del que ya habría que olvidarse porque no marcó ni un antes ni un después. Los únicos que tratan de mantenerlo en el candelero público son los propios artistas para beneficiarse del marketing que les proporciona. En honor a la verdad y causa que dijeron pregonar, paz y unión entre los cubanos de allá y los del exilio – no opresión y libertad, los problemas mayores de la dictadura cubana – deberían ya de bajar los decibeles y dejar que el concierto haya sido lo que fue y nada más que eso: diversión gratuita para los cubanos residentes en La Habana.
Pero la boricua Olga Tañón, ahora convertida en una especie de Madre teresa de Calcuta a quien no se le cae de la boca la palabra paz y el formidable mensaje que llevaron a la isla que ahora sí se nota que cambiará, está destinada a visitar todos los programas radiales, televisivos y el diario local, para referirse a un video en el que se observa un par de horas antes del concierto cómo Juanes, Migeul Bosé, ella y otros cantantes, pensaban desistir a cantar por las presiones del gobierno cubano para instaurar detalles de logística y organización.
En realidad, se trata de un video en el que parece un tumulto de gente, entre ellos los artistas mencionados, diciendo que no harían el concierto, sollozando de a ratos, subiendo de tono la voz en contra del concierto y consolándose en abrazos interminables frente a las cámaras de teléfonos celulares y otras de televisión digitales que llevó un grupo de periodistas miamenses que los acompañó.
Es obvio que hubo circo y que Tañón ahora está tratando de mejorar una imagen irascible que dejó en Miami antes de ir a Cuba con el exilio cubano al que tildó de retrógrado por oponerse – solo una minoría – al concierto en la isla. Es obvio además que pronto habrá un concierto de ella en Miami y necesita que el público no esté enojado y compre las entradas y para que no se le ocurra a nadie a boicotear la compra de sus discos ni la puesta radial de su música en las radios.
Lo más lamentable de todo esto, es que Juanes, Bosé y ella, quienes sabían o deberían haber sabido las reglas de juego que tiene un régimen de 50 años dictatoriales en el poder, que ahora se muestren como los corderitos que fueron presionados y manipulados por unas autoridades que hacen de eso un arte. Es lamentable que estos tres cantantes hagan de las pocas y estúpidas diferencias entre ellos y la seguridad del Estado, que el video parece mostrar, algo público y manipulado a su favor, cuando esas diferencias, que ocurren en cualquier grupo humano que trata de organizar un evento, aparecen por todos lados y a cualquier momento. Hubieran tenido que manejar y aplacar esas diferencias en la intimidad de las conversaciones, manejándolas de la misma forma como manejaron el arreglo anterior cuando Juanes se reunió privadamente con las autoridades cubanas para hacer el concierto.
Más allá de todas estas disquisiciones, lo que más me molesta ahora es tener que escuchar a Olga Tañón casi como una embajadora de la paz dando clases de civismo, sobre un problema tan abstracto como la unión de los cubanos (¿?) cuando realmente el problema es la falta de libertad y opresión de aquellos que viven en Cuba.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Armas y seguridad

Varios gobiernos latinoamericanos no están apuntando muy bien al blanco al armarse hasta los dientes para defenderse o disuadir a posibles invasores externos, cuando en realidad el verdadero enemigo es interno: la inseguridad pública.
Mientras en América Latina se ha duplicado el gasto en compras de armas en los últimos cinco años, alcanzado la friolera de 50 mil millones de dólares en el 2008 – tema que sin éxito fue tratado en la reunión de ministros de Defensa del UNASUR esta semana en Quito – poco se ha invertido para restablecer la seguridad pública. A juzgar por las estadísticas, los delitos violentos están creciendo y afectando a todas las clases sociales sin distinción; mientras que los sondeos de percepción indican que los latinoamericanos se sienten desprotegidos, considerando que la seguridad es una prioridad a resolver, hasta mayor que el desempleo y la pobreza.
Muchos países justifican el gasto porque llegó la hora de modernizar y profesionalizar a sus Fuerzas Armadas después de haber sido relegadas tras el desprestigio de épocas cargadas de golpes y dictaduras. Quienes más gastan argumentan distintas estrategias: Venezuela, para proteger sus reservas petroleras; Brasil y Chile, para defender sus anchas y largas fronteras; Ecuador, para prevenir nuevas incursiones en su territorio; mientras México y Colombia, con el apoyo millonario de Estados Unidos, para combatir el narcotráfico.
Justificados o no, estos gastos plantean que existe una línea divisoria muy fina entre la modernización y la carrera armamentista. Más allá de que la política y la ideología no permitieron una discusión honesta y transparente en Quito, como reclamó el presidente peruano Alan García, lo cierto es que 50 mil millones de dólares representan un gasto exagerado para una región que tiene otras necesidades urgentes que resolver.
Parece un contrasentido, por ejemplo, que sean Venezuela, con la compra de tanques y misiles rusos, y Brasil, con aviones franceses y hasta un submarino nuclear, quienes destacan en esta guerra armamentista, cuando ambos países tienen los mayores problemas de violencia puertas adentro, siendo Río de Janeiro y Caracas, unas de las ciudades más peligrosas del mundo. En Caracas se registran 130 homicidios por cada 100 mil habitantes y un aumento del 50% de los secuestros comparado al 2008; mientras que en Río, se calcula que las milicias, conformadas por policías corruptos y narcotraficantes, generan 180 millones de dólares anuales que son reinvertidos en el círculo vicioso del crimen organizado.
Si los gobiernos escucharan mejor, se darían cuenta que los ciudadanos de a pie no están preocupados por el temor a las invasiones extranjeras o una escalada militar provocada por una agresión limítrofe, sino más bien por el crecimiento vertiginoso de los robos a mano armada, hurtos, secuestros “express” y asesinatos, lo que genera un sentimiento cada vez mayor de desconfianza hacia un Estado que se percibe fallido.
Esa desconfianza en Argentina lo reflejó una encuesta reciente de la Universidad Torcuato Di Tella, estableciendo que el 80 por ciento de la población en las principales ciudades instalaron alarmas, rejas o cerraduras especiales como medidas de seguridad ante la inacción de las autoridades. Un resultado que podría generalizarse como latinoamericano, con una simple visita y observación por los centros de Lima, San Salvador, Managua o cualquier otra capital de la región.
Si bien la modernización de las Fuerzas Armadas es ineludible, también es necesario que el gasto sea moderado o proporcionado, de lo contrario solo serviría para fomentar actitudes nacionalistas o simples desfiles patrios para pasear el armamento. Latinoamérica, en cambio, precisa replantear estrategias y apuntar mejor. En vez de derrochar en armas importadas, y que generan más gastos para su manutención y operación, debería invertir en las fuerzas policiales, que claman por mayores recursos humanos y técnicos, así como por profesionalización y la depuración de sus filas.
Pero tampoco se trata de utilizar recursos solo en represión y disuasión, sino también en prevención. En ese sentido, la mejor inversión siempre será fortalecer los débiles sistemas judiciales, el mayor desequilibrio y promotor de desconfianza en Latinoamérica. Una justicia independiente y fuerte, con castigos e incentivos sin distinciones, es la única arma que ayudará a generar una cultura de la legalidad y a restablecer la confianza perdida.

jueves, 24 de septiembre de 2009

Indicios de humo blanco en Honduras

Quiérase o no, la llegada de Manuel Zelaya a Honduras, por más refugiado que esté en la embajada brasileña de Tegucigalpa, ha precipitado unos cambios que parecen con viento favorable.
Roberto Micheletti, ante la presión internacional y el escarnio en las Naciones Unidas, parece estar más dispuesto que nunca a negociar. Tras una llamada de Jimmy Carter y aceptando de nuevo revisar la propuesta del presidente costarricense Oscar Arias, pareciera que se encontrará una salida airosa y razonable.
Probablemente Zelaya regresará al poder, condicionado por un acuerdo que prevé un gobierno de coalición y unas elecciones sin reelección, lo que en definitiva fue la cláusula violada que derivó en el golpe de estado. Así que todo volvería al inicio, es decir a una presidencia de Zelaya con fin anunciado y con una inmunidad que podría ser levantada para procesarlo por delitos que van más allá de las decisiones políticas.
Obviamente, un acuerdo de estas características parece a primera instancia más favorable a los intereses de Zelaya. Sin embargo, si uno analiza con perspectiva podrá avizorar todo lo contrario. Zelaya se irá y con él las ansias del chavismo de expandirse por todo el país. La crisis se irá desinflando y de a poco la comunidad internacional volverá a confiar en un país, restituyendo la ayuda financiera y humanitaria, además de las inversiones, que tanto se necesitan.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

Juanes: el circo detrás de la buena intención

Siempre estuve de acuerdo con que Juanes vaya a Cuba a cantar. Me pareció que se trataba de un acto político y que su odisea no debería haber sido por la paz sino por la libertad.
Esta noche vi un video de un altercado que él mantuvo con gente de la seguridad de Cuba en los pasillos del hotel donde se hospedaba, un par de horas antes del concierto, en el que estaba tratando de desistir de seguir adelante con el concierto. El, Miguel Bosé y Olga Tañón, entre sollozos se mostraron a las cámaras como quienes habían sido traicionados por el gobierno cubano y pensaban salir de Cuba de inmediato.
Fue mucho circo. Si no lo fue, dio la apariencia de serlo. Bosé y Tañón llorando ante las cámaras. Tañón auto calificándose como soldados de la paz… fue como demasiado. Me parece que perdieron la brújula. Nadie puede quitar que hicieron un esfuerzo tremendo, que hicieron el bien, que tuvieron la intención de hacer el bien, pero de ahí a que hayan hecho una proeza o que sean calificados de héroes, como lo hicieron algunos programa televisivos de Miami, me parece demasiado. Barack Obama dijo algo muy acertado. Que Juanes era un buen cantante y que el concierto no dañaría las relaciones entre Estados Unidos y Cuba. Pero decir que el concierto cambiaría las cosas es ser muy exagerado.
Me dio la sensación de que hicieron mucho teatro ante unas cámaras de televisión. Sabiendo que iban a Cuba era sabido que tendrían algunos riesgos. Más allá de la buena intención, saben que estarían en las fauces de la dictadura más peligrosa y duradera que asoló América. Lo de Tañón y Bosé me pareció demasiado marketing, como haciéndose las víctimas ante un público de Miami que ahora deberán enfrentar en próximos conciertos, y que no serán gratis, sino donde las entradas son costosas.

martes, 22 de septiembre de 2009

Mmmmmhhhhhhhh Brasil, Brasil....

Después de todo este despelote originado por Manuel Zelaya a quien la comunidad internacional apoyó sólidamente después de que fue golpeado el 28 de junio, pero a quien aconsejó a no entrar a Honduras por sus propios medios para evitar escaramuzas, confrontación y violencia a raíz de la polarización reinante, cabe preguntarse si los diplomáticos brasileños y si Lula da Silva realmente fueron sorprendidos de buena fe en la embajada en Tegucigalpa.

Mmmmmhhhhh parecen todos pensar con asombro y sospechas sobre la honestidad y la ingenuidad de los brasileños. O Zelaya es muy astuto para entrar de sopletón justo en el momento en que sabe que acapararía la atención de la reunión de la ONU y del G20 – algo que debe haber planificado con Hugo Chávez y otros amigotes que harán relucir esta semana sus dotes democráticas - o Brasil realmente le tendió una mano a Zelaya para congraciarse con él y, especialmente, para encaramarse a lo más alto de un liderazgo regional que no solo trata de alcanzar, sino que debe demostrar con obras y acciones, que lo está alcanzando.

Todo es muy sospechoso. Brasil en estas últimas semanas adoptó medidas concretas en contra de Roberto Micheletti. Además viene demostrando en otros foros que se está tratando de consustanciarse y agradar a la comunidad internacional con propuestas honestas – que no le cuestan mucho – como apoyar la nacionalización del gas en Bolivia o aumentar su cuota de pago a Paraguay por la energía de la represa de Itaipú o por sus declaraciones más conciliadoras en el Unasur, escapando de las posiciones más recalcitrantes de Ecuador y Venezuela contra Colombia.

Brasil ni su canciller parecen muy ingenuos, y pudieran estar jugando un “jogo” peligroso. Más allá de que la intención sea acaparar la atención de la comunidad internacional, forzar un diálogo que sería impuesto por el Consejo de Seguridad de la ONU por si hubiera alguna agresión contra su embajada u obligar un diálogo entre Micheletti y Zelaya; también le pudiera salir el tiro por la culata. Si se comprobara que no hubo ingenuidad sino intención, Brasil se estaría entrometiendo en asuntos internos de otro país – y esto va más allá de la discusión y pensamiento de si fue golpe de Estado o no lo que le sucedió a Zelaya – además de que pondría al propio derecho internacional en aprietos, ya que estaría cobijando a alguien que no está pidiendo ser exiliado por persecución, sino todo lo contrario.

Más allá de las posiciones encontradas en Honduras, lo cierto es que la acción de Brasil de haber tenido la intención o no de proteger a Zelaya, y de haber tenido la opción de hacerlo o no cuando él se presentó ante la sede diplomática, lo cierto es que el gran país sudamericano ya entró al juego, aunque sin saber si podrá desplegar el “jogo bonito” al que nos tiene acostumbrados en el fútbol.

lunes, 21 de septiembre de 2009

Zelaya y un nuevo capítulo de la crisis

Cuando a nivel internacional estaban todos distraídos, Manuel Zelaya con la ayuda de Brasil, ingresó al país y desde la embajada de ese país en Tegucigalpa está tratando de organizarse y juntar tanta gente como le sea posible para bloquear cualquier intervención del gobierno de Roberto Micheletti.
Los próximos días serán reveladores para los detalles sobre quien ayudó a Zelaya a burlar al régimen de Micheletti. Por las reacciones de Hillary Clinton, de Oscar Arias y de Insulza de la OEA y de Amorín el canciller brasileño, da la sensación de que este paso de Zelaya estuvo concertado. Porque no puede ser que todos coincidan en que fue un paso bien dado, y que ahora se abre la posibilidad de un arreglo, cuando hasta hace semanas atrás todos aconsejaban a Zelaya que volver sería poner en riesgo la seguridad de los hondureños.
¿Será que el fin justifica los medios? ¿A cuánto este movimiento de Zelaya arriesga la seguridad de sus seguidores? ¿Qué responsabilidad tiene Brasil en todo esto? ¿Qué otros gobiernos sabían de los movimientos de Zelaya? ¿Tiene Micheletti que dialogar con Zelaya camino a lo que los aspirantes en las elecciones establecieron de que la propuesta de Arias es válida? ¿Cuánto respaldo tiene Micheletti? ¿Qué opinarán y posición adoptarán los aspirantes a las elecciones de noviembre? ¿Si Zelaya se incorpora definitivamente, respetará las elecciones y dejará el poder? ¿Terminará Micheletti por hacer encarcelar y procesar a Zelaya?
Estas primeras 24 horas son cruciales para empezar a entender. Veremos.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Juanes: ¿Paz sin libertad?

Finalmente Juanes y sus músicos invitados pudieron realizar con éxito el concierto tan esperado de Paz Sin Fronteras en la Plaza de la Revolución de La Habana y con un marco de público impresionante que sobrepasó el millón de personas, según los organizadores.

Estuve siempre a favor de que la controversia era exagerada de criticar su intención de cantar en La Habana, porque nada malo puede haber por llevar su música a los cubanos, sin embargo, sostuve – y lo reitero – que el concierto tenía desde el vamos un tinte político, y que la idea de cantar por la paz es medio ingenua, en un país donde lo que falta no es paz, sino libertad.

Hoy sostengo lo mismo y lo que no me gustó es que Juanes haya insistido con su idea de la paz, a lo que hoy le sumó el valor de la unión entre los cubanos de adentro y los exiliados, cuando el tema de Cuba es la falta de libertad, la opresión, los centenares de presos políticos y los 26 periodistas presos y los blogueros que son acosados y los ciudadanos de a pie que no pueden expresar lo que quieren o lo que sienten por temor a represalias. Y de nada de eso se dijo en forma directa. Todo fue elíptico y cuando se habló sobre los prisioneros, se habló de los secuestrados en Colombia, pero no de los que hay en las cárceles cubanas sin el derecho siquiera al debido proceso, encarcelados tras juicios sumarísimos.

Y no me meto con la música, porque sigo sosteniendo que para escuchar de la buena, sigue siendo mejor comprar discos, porque en vivo los músicos no suelen ser muy afinados.