sábado, 21 de marzo de 2009

La necesidad de depurar la policía

Cuando todavía usaba pantalones cortos en mi San Francisco argentino, mi mamá me rogaba que al pasar frente al destacamento policial lo hiciera por la otra acera. “Nunca se sabe con esos tipos”, me decía, denotando la desconfianza que en aquella época recaía sobre los uniformados.
Cincuenta años después, la percepción sobre el descrédito de los policías, lejos de mejorar, se profundizó en cada ciudad latinoamericana. El clima de inseguridad, reflejado en el simple hecho de tener miedo de salir a la calle o tomar un taxi por temor a ser víctima de atraco o secuestro, se ha desmejorado aún más, ya que quienes deben velar por el orden público y prevenir el delito, se han convertido en cómplices de los delincuentes.
La apreciación es general. Un sondeo reciente en 330 localidades guatemaltecas reflejó que el 82% de la gente desconfía de los agentes de la policía. Ese desengaño alcanza al 83% en Buenos Aires, mientras que otra encuesta en Uruguay, reveló que el 56% de los comerciantes víctimas de hurto, jamás denunció el delito porque la policía simplemente no resolvería.
La inseguridad y la desconfianza policial han engendrado problemas sociales mayores, como la justicia por mano propia. En Venezuela se registraron 15 casos de linchamiento y 60 intentos durante el 2008, situación similar que afectó a Guatemala y Bolivia. En otros países, como Brasil y Nicaragua, es aún peor. Se han formado grupos parapoliciales que producen más delitos de los que tuvieron como objetivo controlar.
Debido a estos factores, en varias localidades como Villa Hermosa en México, la gente, cansada del narcotráfico y los secuestros expresos, está pidiendo a gritos que el Ejército reemplace a la ineficiente y corrupta policía. La experiencia, de todos modos, indica que los militares no traen soluciones a largo plazo, ya que suelen generar violaciones a los derechos humanos.
También es verdad que no es fácil ser policía. En la mexicana Ciudad Juárez, 80 agentes fueron asesinados en 2008, mientras que el jefe de la Policía, para evitar que se cumpla la amenaza del narcotráfico de que matarían a un uniformado cada 48 horas, debió renunciar. La fuerza de seguridad de esa ciudad sigue disminuyendo. El nuevo alcalde depuró a la mitad de una plantilla de 1.400 agentes por complicidad con el narcotráfico y a pesar de que paga los mejores sueldos del país, ofrece vivienda y seguro de vida, ni remotamente podrá reclutar a los 4.000 hombres indispensables para mantener el orden.
Cuando la corrupción es notoria e inmanejable, los gobiernos suelen responder con depuración, pero a pesar de que la limpieza se viene aplicando por décadas, como en República Dominicana donde depuraron a 27 policías por nexos con el narcotráfico, pareciera que los reclutas toman los vicios corruptos de los despedidos al poco tiempo de ingresar.
La encrucijada es grande. Hay países como Costa Rica donde el presupuesto para la seguridad pública es del 0.5% del PBI, mientras se trata del mayor reclamo social. En otros países, los policías ganan salarios por debajo de la línea de la pobreza, lo que incentiva dejarse tentar por el crimen organizado.
El clamor por más seguridad ya es protesta pública en varias ciudades. Pero lamentablemente se barajan muchos parches, sin fórmulas que combinen la prevención y la represión, la creación de una mejor cultura ciudadana sumada a mejores salarios, selección y control de los policías; mayor presencia en las calles; alianzas vecinales para combatir el crimen; endurecimiento de penas; reducción de la edad de procesamiento de menores; reducción de tiempo de los procesos judiciales; aumento del número de juzgados.
Hasta ahora hay dos caminos a imitar que dieron resultados: el que profesó el ex alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, quien enfrentó los problemas de seguridad con más policías, cámaras de video, vigilancia y represión; y el que siguió el ex alcalde de Bogotá, el filósofo Mockus, quien combatió el crimen incentivando la cultura ciudadana con programas de socialización y conducta que permitieron bajar y prevenir los conflictos.
Tal vez la fórmula del éxito para combatir la inseguridad y generar credibilidad en la policía sea una combinación de ambas filosofías. Mientras tanto, la desconfianza ciudadana es una ventaja para los delincuentes.

jueves, 19 de marzo de 2009

¿Cómo gobernará Mauricio Funes?

Con Mauricio Funes al ganar la Presidencia en El Salvador se sumó un nuevo gobierno de izquierda y se espera que mantenga una línea moderada en el futuro, como prometió en su campaña, distanciándose de los neopopulismos que azotan a la región.
Muy difícilmente podrá evitar la presión de su propio FMLN que quiere enterrar los 20 años de ARENA. Sin embargo, tendrá que recordar que estará gobernando por un voto mayoritario pero no absoluto, por lo que deberá tener en mente a todos los salvadoreños y no dejarse arrastrar por esos vientos de polarización que todos los gobernantes latinoamericanos han soplado en sus países.
Su triunfo en votos, de solo unos pocos puntos porcentuales, lo puede transformar al estilo mexicano o al venezolano, de él dependerá. Felipe Calderón le ganó por casi igual margen a Manuel López Obrador y decidió gobernar sin estridencias y para todos los mexicanos. En cambio Hugo Chávez, que ganó el referendo por similar margen, optó por gobernar solo para quienes votaron por él.
Funes deberá decidir cómo quiere gobernar, si por El Salvador, o para el FMLN.

miércoles, 18 de marzo de 2009

No quieren mirar la realidad

Varios gobiernos siguen despotricando y reaccionando en contra de nuestra reunión de la SIP en Paraguay. En estas últimas horas, a los que mencioné en el post anterior, se sumó el gobierno de Bolivia acusando a la organización de no representar a nadie porque se trata una institución formada por propietarios y dueños de medios y que no representa al periodismo.
El único gobierno que admitió el informe (aún siendo negativo) fue el del Paraguay, en que se dice que no hay claridad en las políticas oficiales en torno a la información pública y al manejo de los medios estatales.
La mayoría de los gobiernos no quieren mirar la realidad ni escuchar las críticas, por ello, tratan de descalificar a los medios elevándolos a una condición política como si se tratara de otro poder del estado o como un partido político de la oposición. Es tanta la falta de democracia en los países que no hay una visión clara de qué tiene que hacer cada sector. Los gobiernos se creen omnipotentes.
Este es el texto de las Conclusiones
La libertad de prensa empeoró en el hemisferio estos últimos seis meses, por cuanto los violentos enemigos de siempre de la libertad de expresión cobraron nuevas víctimas entre los periodistas, mientras que los gobiernos populistas que siguen los dictados del presidente venezolano Hugo Chávez intensificaron sus campañas de abuso y ridiculización de las empresas mediáticas y sus reporteros. Levantándose imponente ante estos desarrollos ha surgido una crisis en la industria periodística de los Estados Unidos que amenaza con debilitar su papel crucial como guardián vigilante de los casos de corrupción tanto en el gobierno como en el sector privado.

Seis periodistas fueron asesinados en las Américas aparentemente por cumplir con su labor periodística en estos seis últimos meses desde que la Sociedad Interamericana de Prensa se reuniera en Madrid. Un periodista fue asesinado en Venezuela y otro en Paraguay.

Sin embargo, México sigue siendo uno de los lugares más peligrosos para los periodistas, ya que cuatro de ellos fueron asesinados y hubo otros ocho ataques contra periodistas o sus centros de trabajo. Hasta los camiones de reparto de diarios han sido blanco de organizaciones criminales en su intento por silenciar a la prensa. Lamentablemente, su accionar está dando frutos: la auto censura es una realidad en la prensa mexicana. Una iniciativa planteada por la SIP para hacer que los crímenes contra la libre expresión constituyan un delito federal se fue a pique a principios de marzo en la Cámara de Diputados de la nación. Mientras tanto, crímenes que permanecen impunes, como el perpetrado hace cuatro años contra Alfredo Jiménez Mota, periodista del diario El Imparcial, de Sonora, son un testimonio de dicha impunidad. En su reunión de medio año, la SIP presentó el caso de Jiménez Mota ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, siendo éste el 24° caso que ha presentado ante dicho organismo.

Una nota positiva entre tantas noticias lúgubres de violencia, es que Colombia, país que en su momento fue uno de los más peligrosos para el ejercicio del periodismo, sigue sin registrar un solo caso de asesinato de periodistas.

Son más los gobiernos que ahora no solamente están abusando de la prensa, sino que están avivando activamente las llamas del odio. En Venezuela, el Presidente Chávez ha seguido con su indesmayable tarea de humillar oficialmente a la prensa. Su retórica tiene consecuencias reales, tal como se ha podido ver en los violentos ataques a reporteros de Globovisión el pasado mes de octubre y el lanzamiento de gases lacrimógenos a las oficinas del diario El Nuevo País, ambas acciones perpetradas por el grupo La Piedrita, avalado por el gobierno. Chávez o sus simpatizantes han calificado temerariamente a dos editores de diarios como conspiradores de asesinatos y hasta de “objetivos militares”.

Esta táctica ha sido adoptada entusiastamente por otros jefes de estado del hemisferio, como Evo Morales en Bolivia, Rafael Correa en Ecuador, Daniel Ortega en Nicaragua, Manuel Zelaya en Honduras, Álvaro Uribe en Colombia, Oscar Arias en Costa Rica, Álvaro Colom en Guatemala, Lula da Silva en Brasil y el gobierno de los Kirchner en Argentina. Quizás el ejemplo extremo es el gobierno de Uruguay, el cual se ha referido públicamente a los periodistas como “gusanos”, “payasos” e “hijos de puta”. Durante la reunión de medio año celebrada en Asunción, los delegados de la SIP describieron en varias ocasiones un clima periodístico de “hostilidad” y “tensión”, como resultado de implacables campañas de abuso verbal y mofa. Lo más decepcionante ha sido ver la complicidad de ciertas organizaciones mediáticas en los ataques contra la prensa independiente de sus países. La SIP hace notar que las empresas de radio y televisión que Ángel González opera ahora en nueve países latinoamericanos han sido grandes infractores que se han puesto de lado del gobierno de turno independientemente de su orientación política y han aplaudido sus campañas contra las organizaciones periodísticas independientes.

Son demasiados los gobiernos que siguen recurriendo a la publicidad oficial como una manera de castigar a los medios independientes y a la vez recompensarlos cuando publican notas editoriales a su favor.

Las esperanzas de que el cambio de régimen de Fidel Castro a su hermano Raúl podría relajar la represión de la libertad de expresión que ha existido durante medio siglo en Cuba, se vieron truncadas en varias ocasiones durante estos últimos seis meses. Unos 26 periodistas independientes, varios de ellos en un precario estado de salud, permanecen tras las barras, cumpliendo sentencias de hasta 28 años de prisión. Es más, los 86 incidentes de violencia registrados contra periodistas durante este período representan un recrudecimiento del grado de abuso existente.

Hay un mayor número de países que están adoptando leyes a favor de la libertad de información o cambios a sus leyes sobre difamación, pero lo que podría ser una tendencia alentadora, ha generado más bien cierto desaliento ya que hay gobiernos, como los de Panamá y Costa Rica, que han hecho muy poco por abrazar el espíritu o la práctica de la transparencia. En los Estados Unidos, el Presidente Barack Obama fijó un nuevo tono de transparencia el primer día de su mandato, cuando declaró que los organismos del gobierno deberían atender todas las solicitudes amparadas por la Ley de Libertad de Información, a menos que existan claras evidencias de que la revelación de dicha información atente contra los intereses nacionales.


Mientras la SIP apoya fuertemente un clima diverso y de muchas voces para los medios de comunicación, también observa con alarma la creciente práctica de los gobiernos de crear o manipular centros de transmisiones y publicaciones para convertirlos en brazos de propaganda.

La crisis económica y los cambios tecnológicos en la industria periodística de los Estados Unidos han provocado que miles de periodistas pierdan sus trabajos y que varios diarios importantes cierren definitivamente o se declaren
en quiebra. La SIP teme que el debilitado estado de los diarios podría afectar seriamente su histórico rol como vigilantes del gobierno y la sociedad.

martes, 17 de marzo de 2009

La nota triste de Paraguay

Regresé muy contento de Asunción donde mantuvimos una nueva reunión de la SIP en la que se denunciaron las mayores violaciones a la libertad de prensa en el continente americano. Las críticas fueron duras y las contra críticas de los gobiernos no se hizo esperar. Reaccionaron aquellos habituales como los de Cuba, Venezuela, Ecuador con el habitual sarcasmo de descalificar e insultar tratando, sin argumentos objetivos, de desacreditar las críticas.

La nota que me puso triste es ver también la otra cara de los periodistas paraguayos - más allá de la violencia de la que son víctima - aquella que es muy similar a la que se observa en muchos países. Los dirigentes del Sindicato de Periodistas del Paraguay me entregaron una carta en la que denuncian hechos lamentables.

El 90% de los periodistas encuestados el año pasado por el SPP y la Federación Internacional de Periodistas (FIP) y el Centro de Solidaridad de la AFL-CIO, una central de trabajadores estadounidenses, manifestó no contar con el seguro del Instituto de Previsión Social (IPS). El 30%, de los consultados, afirmó recibir menos del ya de por sí escaso salario mínimo, actualmente de 1.341.000 guaraníes mensuales (unos 259 dólares, al cambio actual).

A este problema de bajos salarios se le suma la persistente inacción del vice Ministerio de Trabajo y Seguridad Social que no procede a inspeccionar debidamente a las empresas de comunicación que infringen las leyes laborales - existen unas 500 empresas periodísticas en Paraguay según el sindicato – permitiendo que la evasión fiscal deje postergadas las jubilaciones.

En condiciones semejantes, es muy difícil que el periodismo tenga altos estándares de calidad.

lunes, 16 de marzo de 2009

El mensaje de Fernando Lugo

El presidente Fernando Lugo nos brindó ayer un soberbio mensaje sobre libertad de expresión y sobre los lineamientos de su gobierno en materia de comunicación que no tuvo desperdicio, y que fue ovacionado por interminables minutos por la asamblea de la SIP reunida en Paraguay.

A diferencia de otras presentaciones de Presidentes que hemos tenido en todos estos años , Lugo se dedicó enteramente a hablar de prensa y poder, de comunicación y gobierno, de propaganda y medios públicos, de críticas fiscalizadoras y de asesinatos de periodistas, de ofrecer propuestas para mejorar la comunicación oficial y atacar a la impunidad.

“Es mejor una prensa adversa y leal que nos ayuda desde su cuestionamientos a producir la autocritica necesaria para enmendar nuestros errores, que una prensa amiga que oculte los síntomas de errores de gestión”, dijo Lugo, distanciándose de esa forma de varios presidentes latinoamericanos como Zelaya, Chávez Tabaré Vázquez, Lula, Uribe, Correa, Morales y Kirchner que continuamente hostigan a medios y periodistas por su tarea crítica y fiscalizadora.

“Nuestro gobierno - reiterando lo que ya hemos dicho el 15 de agosto- no tiene en su agenda proyecto alguno de legislación reguladora del ejercicio de la prensa en Paraguay”, agregó.

“Hemos iniciado – por primera vez en la historia del Paraguay –la reingeniería de nuestros medios gubernativos hacia su conversión en MEDIOS PUBLICOS buscando que en breve la línea editorial y un poco más tarde la propia sostenibilidad de estos medios esté co gerenciada por el Estado y la Sociedad Civil”.

“Hemos dispuesto incrementar el proceso investigativo sobre la muerte mártir de SANTIAGO LEGUIZAMON, un verdadero símbolo del periodismo que entrega su vida por la verdad en Paraguay. Solicitamos con énfasis y premura a la Asesoría Jurídica del Gobierno para que se insista ante los organismos judiciales pertinentes y se ejerza un seguimiento de este caso además de otros como el de ALBERTO PALMA, BENITO RAMON JARA y SALVADOR MEDINA con el propósito que la delincuencia y la mafia acalladora sepan que en este gobierno nunca encontrarán complicidad ni indiferencia”.

Texto completo del discurso de Fernando Lugo ofrecido a la SIP el 15 de marzo de 2009:

“Creo que el acceso a la información por parte de la persona humana es un insumo indispensable para su progreso y sus expectativas de éxito y también creo que tanto los medios de comunicación como los periodistas se encuentran hoy, acodados en la ventana de una nueva alborada tecnológica, política, económica y social, sumamente compleja que supone un desafío a la creatividad.

Valoro la intensidad del esfuerzo que cotidianamente realizan a favor de sus ideales de preservar las condiciones para que el desempeño de la comunicación social se desarrolle en un marco de legalidad, legitimidad y fundamentalmente de libertad.

Mirar el ejercicio de la prensa desde el poder político o administrativo y expresarse al mismo tiempo con sinceridad es una tentación de cuestionar a las críticas que a veces pueden ser desmedidas.

Sin embargo nosotros sostenemos una postura invariable desde el 15 de Agosto cuando asumimos y así seguirá hasta el 15 de Agosto del 2013 cuando nos despidamos de la Presidencia: es mejor una prensa adversa y leal que nos ayuda desde su cuestionamientos a producir la autocritica necesaria para enmendar nuestros errores, que una prensa amiga que oculte los síntomas de errores de gestión.

Nuestro gobierno no tiene reparos en aceptar que algunas medidas fueron revisadas mediante el debate instalado en los medios. No podemos avalar la hipocresía de quienes aducen ejercer el poder prescindiendo de la opinión de los medios como no sería creíble quejarse de la humedad en medio del desierto.

Es cierto que existen y existirán tensiones también muy reales en el cotidiano desafío de nuestras agendas; pero ni la de los medios se conmueve ni la del gobierno se humilla cuando discuten y aprenden a convivir en un clima de democracia y de mutuo reconocimiento de su rol en la sociedad.

A propósito, debo recordar que nuestro Gobierno representa las aspiraciones contenidas durante décadas por amplios sectores políticos y sociales.
Este mandato se ha reflejado en un sencillo pero concreto programa de 6 acciones principales que la ciudadanía votó y nosotros estamos dispuestos a cumplir. La tónica de las aspiraciones tiene principalísima relación con la inclusión social, lo cual produce que el escenario social y las políticas socioeconómicas sea el sitio donde compartiremos nuestras miradas en este lustro.

Señoras, Señores: El marco legal que acoge el ejercicio de la libertad de expresión es un punto de partida importante para la misión del periodismo se desempeñe con garantías.

No es posible construir el futuro sobre las bases endebles de la incertidumbre.

Nuestro gobierno - reiterando lo que ya hemos dicho el 15 de Agosto- no tiene en su agenda proyecto alguno de legislación reguladora del ejercicio de la prensa en Paraguay.

Cuando nos surgen inquietudes preferimos confiar en los mecanismos de regulación que los propios medios sepan establecer desde sus perspectivas éticas y como actores jurídicos y sociales de este tiempo de construcción de un nuevo Paraguay.

Como dice la Declaración de Chapultepec “no hay personas ni sociedades libres sin libertad de expresión y de prensa. El ejercicio de ésta no es una concesión de las autoridades; es un derecho inalienable del pueblo”.

En este capítulo, somos respetuosos y estamos dispuestos a producir las acciones necesarias para que este principio sea preservado.

Sentimos especial obligación por el principio número 3 de esta declaración cuando se señala que “Las autoridades deben estar legalmente obligadas a poner a disposición de los ciudadanos, en forma oportuna y equitativa, la información generada por el sector público”.

En este orden hemos dispuesto que exista la máxima predisposición en las oficinas del Estado y hemos creado con rango ministerial la Secretaria de Información y Comunicación para el Desarrollo. Los ciudadanos pueden llegar a la información pública desde su propia gestión particular, por la mediación de la prensa o desde la propia tarea de los medios del Estado.

Nuestro ideal es que por los tres caminos no existan impedimentos ni barreras, las que muchas veces no se remueven con facilidad ni por decreto porque forman parte de prácticas burocráticas sedimentadas en el tiempo pero no nos cansaremos hasta lograrlo.

Hemos iniciado – por primera vez en la historia del Paraguay –la reingeniería de nuestros medios gubernativos hacia su conversión en MEDIOS PUBLICOS buscando que en breve la línea editorial y un poco más tarde la propia sostenibilidad de estos medios esté co gerenciada por el Estado y la Sociedad Civil.

En estos días tuvimos la satisfacción de ser testigos de un hecho inèdito: nuestra Radio Nacional (en el pasado trinchera de la propaganda pro gubernista) convocando a la ciudadanía a concursar con sus ideas para la programación de 2009-2010.

La creación de la AGENCIA INFORMATIVA NACIONAL sobre la cual pesó al principio alguna especulación previa de su potencial como instrumentación propagandística; ha demostrado en el campo de la realidad lo que en verdad es: un espacio de información pública al servicio a la ciudadanía y a los medios.
Por ello reiteramos lo que mencionábamos en la fundación de esta agencia, “Para este gobierno la comunicación es una cuestión profesional, cuya misión es transferir información de las oficinas del Estado, sin otra intencionalidad”.
El Gobierno o sus sectores componentes pueden asumir una postura política sobre los acontecimientos de la historia de nuestros días pero no nos interesa conjugar con dicho debate la tarea periodística porque nuestra misión es informar para paraguayos y extranjeros parados en diversos lugares ideológicos y sociales.
La línea de base de nuestra gestión informativa como gobierno es el periodismo, la comunicación, y no tiene otro nombre.
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Estimados asambleístas de la SIP: En estos tiempos en que el manejo irresponsable de los liderazgos produce profundos temblores financieros cuyas consecuencias aun no se pueden concluir; la previsibilidad es valor de inestimable calidad.

Nuestro gobierno se encuentra preocupado por la crisis financiera mundial y su incidencia en el sostenimiento de los medios de comunicación, consecuentemente en la libertad de expresión. Estamos abiertos al diálogo con los propietarios de medios para alentar los rumbos que fueran importantes para apoyarlos en esta coyuntura.

Me interesa hoy recordar que una parte importante de la prensa en Paraguay se ha jugado con rebeldía la propia existencia en los días aciagos de la dictadura y cotidianamente ofrecen en sus páginas el testimonio de una interlocución constante con la civilidad y la democracia.

Los gobernantes tenemos que asumir el ejercicio de la prensa con el mismo entusiasmo y apertura como cuando éramos gobernados y encontrábamos en ella la representación que muchas veces no hallábamos en las propias instituciones del Estado encargadas de velar por la seguridad, las garantías constitucionales y la transparencia.

Hoy, en una etapa en la que el Gobierno pretende que dichas instituciones funcionen, mal podríamos relativizar el ejercicio informativo sino – por el contrario – debemos animarlo a continuar con su misión estimulante.

Señoras, señores: Quiero referirme ahora al proyecto país sobre el cual nos interesa llegar a los editores de medios de la Sociedad Interamericana de Prensa con un pronunciamiento claro: Con frecuencia en diferentes foros nacionales o internacionales preguntan a este presidente a que signo ideológico corresponde; si somos de izquierda, de centro… ( Bueno… ¡ debo reconocer que nunca nos preguntaron si éramos de derecha!) O en otras ocasiones si deseamos imitar al Sr. Chavez, al Sr Lula o a la Sra. Bachellet.

Aprovecho esta privilegiada coyuntura para decir lo siguiente:
• Nosotros necesitamos que comprendan, todos, que este primer proceso de cambio, en 60 años, es un tiempo demasiado delicado, demasiado sensible, para que las estridencias de la anécdota ralenticen la estructura de una nueva historia.
• Es cierto que nuestra alianza, nuestra coalición, tiene un arco iris ideológico amplio
• Pero es más cierto que existe algo aun más importante que ese debate y es la suerte de Juan y Maria, paraguayo y Paraguaya postergados por décadas en su desarrollo, arrinconados en las estadísticas del 20 por ciento de pobreza extrema y atrapados en dilemas de sobrevivencia mucho más contundentes.
• Necesitamos de urgencia una pausa en nuestras polaridades y una aceleración en nuestras acciones vinculadas al desarrollo social.
• EN CONCRETO - durante mi mandato como Presidente- más importante que el Paraguay político será el Paraguay pragmático que nos ayude a encontrar las soluciones del País urgente que recibimos con cariño, como un niño enfermo, en nuestros brazos compartidos.

Nuestro estilo de gobierno, la tendencia de nuestro gobierno, es el estilo y la tendencia de un gobierno que tiene la inmensa responsabilidad del quinquenio del sacrificio por el cambio cultural que consolide la democracia con justicia social.

Estimados y estimadas concurrentes: Desde la Secretaría de Información y Comunicación para el Desarrollo, en respuesta inmediata a vuestra solicitud expresa, ha surgido la iniciativa que mi gobierno ha acogido con verdadera pasión:

Hemos dispuesto incrementar el proceso investigativo sobre la muerte mártir de SANTIAGO LEGUIZAMON, un verdadero símbolo del periodismo que entrega su vida por la verdad en Paraguay.

Solicitamos con énfasis y premura a la Asesoría Jurídica del Gobierno para que se insista ante los organismos judiciales pertinentes y se ejerza un seguimiento de este caso además de otros como el de ALBERTO PALMA, BENITO RAMON JARA y SALVADOR MEDINA con el propósito que la delincuencia y la mafia acalladora sepan que en este gobierno nunca encontrarán complicidad ni indiferencia.

Por otra parte, queremos anunciar que la SICOM, Secretaria de Información del Gobierno, presenta el 26 de Abril de este año, en el décimo Octavo aniversario del asesinato de SANTIAGO LEGUIZAMÒN el primer premio paraguayo al periodismo de investigación de ilícitos; el primer premio para la mejor investigación sobre temas medioambientales y el premio al mejor trabajo periodístico sobre desarrollo campesino, y justamente, hemos decidido instaurar todas estas distinciones , con un fondo global de unos 18 mil dólares por año, a la memoria y con la denominación de SANTIAGO LEGUIZAMÓN.
De ahora en más y durante todo nuestro mandato, no solo abrimos nuestra administración a la misión fiscalizadora de la prensa, sino además premiamos el mejor control.

Apreciados concurrentes: Como lector, televidente, radioescucha tengo un càlido pedido final para quienes tienen la extraordinaria misión de construir el futuro de la opinión pública en el continente:

Tras los gobiernos militares en la región y con la apertura de los procesos democratizadores era absolutamente importante el paradigma de la participación como prédica concienciadora; hoy en día esta región precisa ir ampliando los horizontes de su ciudadanía y tal es un paradigma interesante.
Mejorar la ciudadanía es proveerles no solo LA INFORMACIÒN - elemento suficiente en las sociedades del primer mundo, con múltiples recursos educativos y oportunidades de formación - sino por cierto, a aportar en creciente grado a la formación de las comunidades.

Me consta que se trata de una discusión casi doctrinaria sobre los alcances y las obligaciones de la función periodística, pero en un mundo que se replantea - y por cierto - cambia todos los días, no está mal suponer nuevos desafíos.

Amigas y amigos: Que estos días en Paraguay, por cierto cálidos desde todo punto de vista, sean también oportunos para comprender que hay mucho por hacer pero que la esperanza es la única bandera que los vientos ni rompen ni despintan.

El Gobierno del Paraguay confía en la prensa porque no tiene problemas de conciencia, porque cree en la libertad y porque la prensa – con sus fortalezas y debilidades – es la gran garantía para que no se levanten liderazgos que callen o hagan callar. Y por sobre todo porque no vemos un futuro razonablemente viable sin libertad de expresión aquí y en lugar alguno del planeta.

Que tengan feliz estadía…y muchas gracias…”

domingo, 15 de marzo de 2009

Descriminalización de la marihuana

Tuvimos ayer un invitado de lujo en la SIP aquí en Asunción, el ex presidente colombiano César Gaviria, quien dirige la Comisión Latinoamericana sobre Drogas y Democracia, junto a los ex presidentes del Brasil, Fernando Henrique Cardoso, y de México, Ernesto Zedillo. Su objetivo en la conferencia fue crear conciencia sobre la necesidad de la descriminalización del uso, consumo y tenencia de la marihuana, como una forma efectiva de combatir al narcotráfico y su consumo, aunque se trataría solo de esa droga y no de otras fuertes como la cocaína, la heroína y otros estupefacientes sintéticos.
La encuesta que ustedes ven aquí a la derecha, refleja no solo el pensamiento de ustedes, quienes entran a este blog, que es negativa en mayoría en contra de la descriminalización, sino que refleja además el porcentaje promedio que han demostrado otros sondeos en periódicos y otros medios importantes.
Su charla se basó en fundamentar la descriminalización de la marihuana, una forma de combatir la ineficacia de los Estados hasta ahora en su lucha contra el narcotráfico. Enfatizó la diferencia entre descriminalización con la despenalización, ya que según él, no se trata de no aplicar penas, sino de sacar definitivamente al consumidor del ámbito criminal y transformar a los compradores del mercado ilegal en pacientes de los sistemas de salud, más al estilo del modelo europeo que al estadounidense.
Se estima que en el mundo, de los 200 millones de consumidores habituales de drogas ilícitas, el 80%, unos 160 millones consume marihuana.
Criticó a la Comisión de Drogas Narcóticas de la ONU que sesionó recientemente en Viena, Austria, que sostuvo que el consumo se ha estabilizado y por haber revalidado la política prohibicionista y se fijó como objetivo la eliminación de la disponibilidad de drogas ilícitas para 2019, exactamente de la misma forma como hace diez años se prometió “un mundo sin drogas para 2008”; “lo que finalmente no sucedió”.
Gaviria, al contrario de lo que sostiene la ONU, dijo que la producción ha crecido y que se sofisticaron los sistemas de distribución, lo que está demostrado por el menor valor que las drogas tienen en el mercado, así como la popularidad de las drogas sintéticas, además de la violencia que está creciendo en muchos países latinoamericanos, como es el caso de México.
Aclaró que el Plan Colombia, la estrategia colombiana con el apoyo de Estados Unidos, fortaleciendo los sistemas de seguridad e inteligencia, ha dado buenos resultados en la reducción de la criminalidad, caída del número de secuestros, de 3.500 a 500 por año; aunque adelantó que aparentemente en su país se produce ahora más cocaína que antes, y que Colombia exportó los carteles de la drogas hacia México.
Cuestionado sobre si utilizara a los militares en la guerra contra los narcotraficantes, Gaviria defendió esa tendencia, como la está usando México. Pero dijo que la mejor estrategia para combatir la drogadicción es en reducir el mercado consumidor, lo que puede lograrse con campañas de concientización, como la que se ha hecho con el cigarrillo en todo el mundo.
Por último, criticó la política de Estados Unidos, país que dijo gasta 450 mil dólares por cada preso por caso de drogas y que ha hecho un mal trabajo en concientizar a sus ciudadanos sobre el problema del consumo. Dijo que Estados Unidos es el principal escollo para la descriminalización ya que no admite la apertura de un debate interno y bloquea cualquier intento de buscar métodos alternativos en el contexto internacional, lo que entiende ya que hay posiciones muy diferentes sobre las drogas en países con posiciones tan disímiles como Cuba, Irán, Rusia, Colombia y el Vaticano.

¿Qué propone la Comisión de Gaviria, Cardoso y Zedillo?

En su reunión del 11 de febrero pasado en Río de Janeiro, la Comisión estableció la siguiente propuesta, cuyo texto completo puede verse en http://drogasydemocracia.org/blog/archives/category/destaque

Tres grandes directrices:

- Tratar el consumo de drogas como una cuestión de salud pública.
- Reducir el consumo mediante acciones de información y prevención.
- Focalizar la represión sobre el crimen organizado.

Nuestro enfoque no es de tolerancia con las drogas. Reconocemos que estas provocan daños a las personas y a la sociedad. Tratar el consumo de droga como un tema de salud pública y promover la reducción de su uso son precondiciones para focalizar la acción represiva en sus puntos críticos: la disminución de la producción y el desmantelamiento de las redes de traficantes.

Para concretar este cambio de paradigma, proponemos que América Latina tome las siguientes iniciativas en el marco de un proceso global de transformación:

1. Transformar los adictos de compradores de drogas en el mercado ilegal en pacientes del sistema de salud.

La enorme capacidad de violencia y corrupción del narcotráfico solo podrá ser combatida efectivamente si se debilitan sustancialmente sus fuentes de ingresos.

2. Evaluar con un enfoque de salud pública y haciendo uso de la más avanzada ciencia médica la conveniencia de descriminalizar la tenencia de marihuana para consumo personal.

La marihuana es, por lejos, la droga más difundida en América Latina. Su consumo tiene un impacto negativo sobre la salud, inclusive la salud mental. Sin embargo, la evidencia empírica disponible indica que los daños causados por esta droga son similares a los causados por el alcohol y el tabaco. Más importante aún, gran parte de los daños asociados a la marihuana -de la prisión y encarcelamiento indiferenciado de consumidores a la violencia y la corrupción que afectan toda la sociedad- son el resultado de las políticas prohibicionistas vigentes.

3. Reducir el consumo a través de campañas innovadoras de información y prevención que puedan ser comprendidas y aceptadas, en particular por la juventud, que es el mayor contingente de usuarios.

La mayor parte de las campañas de prevención que hoy se desarrollan en el mundo son bastante ineficaces.

4. Focalizar las estrategias represivas hacia la lucha implacable contra el crimen organizado.

Las políticas públicas deberán priorizar la lucha contra los efectos más nocivos para la sociedad del crimen organizado, como la violencia, la corrupción de las instituciones, el lavado de dinero, el tráfico de armas, el control de territorios y poblaciones

5. Reorientar las estrategias de represión al cultivo de drogas ilícitas.

Los esfuerzos de erradicación deben ser combinados con la adopción de programas de desarrollo alternativo.