sábado, 23 de junio de 2012

Lobo debe imitar a Calderón


Por muchos años el presidente Felipe Calderón tuvo oportunidades para luchar a favor de la protección de la libertad de prensa y dejó pasar esas oportunidades. Ahora, tal vez gracias al período electoral y las urgencias por cumplir compromisos y realizar obras a tiempo, el presidente mexicano tomó el toro por las astas.

En menos de un par de meses resolvió dos cosas importantes que desde la SIP veníamos solicitando a diferentes gobiernos mexicanos desde hace más de una década, que los crímenes contra periodistas sean de jurisdicción federal, lo que daría más chances para que haya mayor transparencia, capacidad de administrar justicia que los estados no pueden resolver debido a la infiltración del crimen organizado, y que haya un sistema de protección, al estilo del colombiano, que permita al Estado garantizar lo que establece su Constitución.

La reforma constitucional sobre federalización ya fue aprobada por la mayoría de los estados mexicanos lo que le da fuerza de ley y solo ahora faltan las leyes secundarias para su reglamentación. Y ayer, en un giro trascendente para la prensa mexicana, el presidente Calderón firmó la Ley Para la Protección de Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas, que consta de 67 artículos. Establece, entre otras medidas de protección, la evacuación, reubicación temporal, asignación de escoltas y autos blindados para las víctimas de violencia; así como la entrega de equipo tecnológico y chalecos antibalas. También permite la aplicación de sanciones contra funcionarios públicos que de forma deliberada pongan en riesgo o causen daño a activistas de los derechos humanos y periodistas.

Lo más importante de estas dos medidas, que obviamente nadie considera que serán los instrumentos automáticos por los que se disuadirá a los violentos, es que demuestran que en materia de la protección de los derechos humanos y de la libertad de expresión, se necesita voluntad política férrea.

Esta es la condición que todavía le falta al presidente hondureño, Porfirio Lobo, a quien le venimos pidiendo diferentes medidas para acabar con la impunidad que envuelve a más de una docena de casos de asesinatos de periodistas en el país, y para detener la violencia en contra de la prensa en general y el derecho del público a la información.

Con la SIP estamos organizando una conferencia en este sentido para el 9 y 10 de agosto próximo, involucrando a todos los sectores, incluido el gobierno, para buscar una solución e incentivar la necesaria voluntad política para que la ciudadanía sepa que sin una prensa libre y saludable, no se puede construir verdadera democracia.

viernes, 22 de junio de 2012

Coca Cola, obesidad y libertad individual


En momentos que los estados legislan sobre cuestiones sociales polémicas como la despenalización de las drogas, la eutanasia o los matrimonios del mismo sexo; es difícil determinar hasta qué punto un gobierno puede entrometerse en asuntos que lindan con la libertad individual, afectando nuestros hábitos y conductas cotidianas.

Una de estas controversias surgió a principios de mes en Nueva York, cuando el alcalde Michael Bloomberg, con el fin de combatir la obesidad, propuso una ordenanza que prohíbe la venta de refrescos azucarados en envases mayores de 16 onzas (casi de medio litro) en puestos callejeros, cines, restaurantes de comida rápida y estadios.

Muchos la consideraron una medida progresista acorde a las tendencias sobre salud pública que Bloomberg viene promoviendo en todo el país, similar a las que adoptó para prohibir que se fume en espacios públicos abiertos como el Central Park, establecer almuerzos más saludables en las escuelas públicas, u ordenar a los restaurantes que no usen grasas saturadas y que muestren a los clientes tablas con el valor calórico de los alimentos.

Otros, sin embargo, califican a Bloomberg de “alcalde niñero” o sobreprotector, creen que sus prohibiciones encarnan una intromisión en la libertad individual de las personas, al considerar que los individuos tienen el derecho a fumar, tomar o comer lo que quieran, mientras esa actividad no represente una amenaza, afecte la vida de los demás o sea contraria a las buenas costumbres.

En esta cruzada, Bloomberg no está solo. La primera dama, Michele Obama, desde que pisó el umbral de la Casa Blanca, puso en marcha el exitoso programa Let’s move (Movámonos), que incentiva el ejercicio físico en las escuelas públicas, además de almuerzos con verduras y frutas, más fibras y menos grasa. El objetivo, como el de Bloomberg, es combatir la epidemia de la obesidad que afecta a un 17% de los 32 millones de niños en edad escolar y a un 35% de los adultos.

La batalla no resulta fácil, la maquinaria de la industria de alimentos es colosal, desde nuevas marcas y productos más competitivos en los anaqueles de los supermercados, hasta publicidad contagiosa. La franquicia Burger King anunció esta semana un helado con panceta de 670 calorías, muy superior a las 16 onzas de bebida que se pretende prohibir en Nueva York.

La publicidad es el nuevo frente de batalla de los activistas. La compañía Walt Disney no resistió la presión y anunció que en sus parques de diversiones ofrecerá comidas más saludables y que para 2015 ya no permitirá publicidad sobre comida chatarra en sus canales de televisión, radios y sitios de internet. Se calcula que por cada hora que los niños pasan frente al televisor, tienen un 18% más de probabilidades de comer golosinas y un 16% de ingerir comida chatarra.

La tendencia se registra en otros países. En Perú los legisladores analizan un proyecto de ley para prohibir publicidad de comida chatarra en horario de protección del menor, ya que un 25% de los niños, entre cinco y nueve años, tiene problemas de obesidad y sobrepeso, así como un 50% de las mujeres maduras. Según el Congreso peruano, existen dos millones de diabéticos en el país y se suman 100 mil casos nuevos al año.

Como buen economista, Bloomberg justifica con datos concretos sus acciones para mejorar los hábitos alimenticios. Se estima que en EEUU se gastan 190 mil millones de dólares al año en el tratamiento de enfermedades relacionadas a la obesidad, como la diabetes tipo 2 y algunos cánceres y males cardiovasculares.

Aunque es difícil oponerse a medidas de salud pública, los gobiernos deberían estar más limitados y no cruzar la raya divisoria entre los asuntos de interés social y los del ámbito de libertad individual. En estos temas siempre será mejor prevenir y educar, que imponer y prohibir.

Habrá que esperar años para observar si se crean nuevos hábitos y la obesidad se reduce. Mientras tanto, como sugirió el Instituto de Medicina estadounidense, más que prohibir vasos grandes de Coca Cola, será más efectivo incentivar la integración de la actividad física a la vida diaria, que haya mayor disponibilidad de alimentos y bebidas saludables en las ciudades y que las escuelas se transformen en motores de la salud individual y pública.

miércoles, 20 de junio de 2012

Julian Assange escogió bien


Un amigo ayer me sorprendió con la noticia de que en Londres, Julian Assange se había refugiado en la Embajada de Ecuador para solicitar asilo, diciéndome que no entendía por qué, alguien que luchó a favor de la libertad de expresión y el derecho del público a estar informado, escogió un país dominado por el presidente Rafael Correa con un terrible récord sobre libertad de prensa.

Pero no creo que a Assange le preocupe eso. Más bien, su decisión para escapar de la posible extradición a Suecia, a la que la Corte Suprema británica ya dio autorización para comenzar con el proceso, es que quiere tener la seguridad de que no lo deporten a Estados Unidos como sus abogados vienen asegurando lo haría el gobierno sueco, una vez que lo procesen por crímenes sexuales en ese país.

Así que le viene muy bien establecerse al lado Correa, sabiendo que el líder ecuatoriano es un crítico acérrimo de cualquier política estadounidense y le resultaría muy difícil no sincronizar sus acciones con su filosofía de gobierno.

Se irán sabiendo los detalles de su decisión, la que viene sopesando desde hace meses con las autoridades ecuatorianas. A este nivel y a lo que está en juego, nada se hace por casualidad. Habrá que ver si Assange resulta asilado en Ecuador, cuales son las condiciones y restricciones que impone Ecuador, para saber a que se tendrá que atener.

martes, 19 de junio de 2012

Honduras y México: ahora la ONU

La preocupación por los crímenes contra periodistas en Honduras y México fueron parte del discurso que ayer pronunció la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, debido al incremento de la violencia en estos dos países, sin embargo se olvidó de hablar de Brasil donde en 2012 ya fueron asesinados cuatro comunicadores.

Es bueno que la ONU salte ahora con mayor preocupación a lo que ya es una constante entre las organizaciones intergubernamentales. Sin embargo, el problema es que más allá de los discursos no existe una metodología de presión para que los gobiernos hagan algo para paliar esta crisis de la violencia y la impunidad que rodea a los asesinatos contra periodistas.

Muchos temen en Honduras que la suerte del caso Villatoro o de Sá en Brasil, medianamente esclarecidos, debido a la presión internacional y a las marchas que en ambos países hicieron en protesta por la falta de garantías gubernamentales, no sea la misma que acompañe a otra decena de casos de periodistas asesinados en el interior de los países, donde la prensa es más vulnerable y está más a merced del crimen organizado y de su confabulación con criminales de poca monta, pandilleros y funcionarios corruptos.

En Veracruz, en México, unos 20 periodistas han abandonado la profesión y emigrado a otros estados debido a la decena de periodistas asesinados en ese lugar. De los seis crímenes de este 2012, cinco se han producido en ese estado.

Los gobiernos necesitan reaccionar de inmediato y establecer mecanismos eficientes de protección. Todavía Porfirio Lobo y Dilma Rousseff no parecen tener la suficiente voluntad política para atacar este tema, algo que en México, aunque todavía en forma parcial, sí lo está haciendo la administración de Felipe Calderón con varias iniciativas legales y administrativas.

En Honduras, medios y periodistas necesitan continuar fortaleciendo la solidaridad y unidad que demostraron en las protestas por el caso Villatoro. Es la única forma que el gobierno puede escuchar y, por ende, reaccionar.

lunes, 18 de junio de 2012

Protestas equitativas y para todos


Las cumbres presidenciales sirven para que todo tipo de grupos se exprese en protesta contra el status quo, aunque siempre hemos visto que éstas protestas sirven para combatir los excesos de las democracias, más que de las dictaduras.

Casi siempre sirven para el regocijo de aquellos gobiernos que hacen de las peleas ricos vs. pobres o desarrollados vs. en vía de desarrollo.

La Cumbre del G-20 que inició este domingo en Los Cabos, México, ya tiene varios grupos enfocados para protestar por los problemas financieros y económicos en el mundo de países más desarrollados, presión que no solo se ejerce contra los gobiernos sino también contra la banca privada a la que se le atribuye muchos de los males que hoy sufre la clase media.

También es bueno que esas protestas de grupos sociales, mayoritariamente de jóvenes, se exprese contra los candidatos presidenciales y medios de comunicación como en México, como el grupo YoSoy132, o en Chile por una eduación laica y gratuita o en Nueva York y otras ciudades estadounidenses mediante el grupo Ocupemos Wall Street.

En Río de Janeiro en estos días, con motivo de la cumbre del medio ambiente Rio+21, sucedió una interesante protesta, convocada por miles de personas de diferente credo y orientación sexual que desfilaron en la playa de Ipanema, contra el president iraní, Mahmud Ahmadinejad, quien llegará esta semana a Brasil.

La marcha fue convocada en contra de la intolerancia religiosa de los líderes iraníes, por la negación del Holocausto y, entre otras razones, por la dsicriminación y encarcelamiento de homosexuales.

“Queremos captar la atención del mundo para decir que el odio religioso perjudica el medio ambiente y Ahmadinejad representa el odio. El desarrollo sostenible pasa por los derechos humanos”, dijo Ivanir dos Santos, responsable de la Comisión contra la Intolerancia Religiosa de Brasil.