sábado, 2 de marzo de 2013

Venezuela insostenible


Los rumores arrecian y las tropas también. Ayer, camiones militares cargados con soldados se vieron en varios puntos del país, mientras el vicepresidente Nicolás Maduro admitía que Hugo Chávez está muy delicado, sometido a quimioterapia, mientras acusaba a los “medios fascistoides” de crear rumores, incertidumbre e inestabilidad.

En realidad, no fue tan así, los medios y los periodistas, debieron salir a corroborar noticias sobre si era verdad lo que inundaba las redes sociales, en relación a saqueos en los supermercados y comercios, lo que no pudieron comprobar.

Uno puede admitir que los partidarios chavistas, como Maduro, hablen de que la obra de Chávez es hermosa, pero no por ello se puede dejar de criticar y denunciar el engaño que este gobierno ha creado alrededor de la salud del Presidente.

Los rumores son un estadio natural de la comunicación cuando se escatima la información, se desinforma y se manipula la información sobre asuntos de sumo interés público como la salud de un mandatario.  

Tarde o temprano la verdad se sabrá, ya el gobierno no puede sostener mucho más sus intenciones ni mentiras. Y tendrá que asumir responsabilidades.

jueves, 28 de febrero de 2013

Benedicto XVI: El día más esperado


Finalmente llegó el día que desde el 11 de febrero cuando anunció su despedida era el que más valoraba. Quería dejar a un nuevo cónclave de cardenales elegir a su sucesor, después de confesar en latín que las fuerzas físicas y de espíritu le flaqueaban y que no podía seguir en frente de la barca de la Iglesia.

Muchos consideran que las denuncias por corrupción dentro del Vaticano fueron las que lo alejaron del trono de San Pedro, pero él siempre dijo que hizo su elección a plena conciencia y en libertad. La artritis, un marcapaso con pila nueva y los achaques de los casi 85 años, le hicieron valorar que su misión inconclusa para arreglar la Iglesia por el tema de la pederastia y los escándalos financieros del banco del Vaticano, demandarían mayores fuerzas y más tiempo. Prefirió guardar sus fuerzas y sus últimos años para acompañar a la Iglesia con lo que más sabe hacer este cura de profunda intelectualidad: orar y meditar sobre Dios.

A esta hora Benedicto XVI, pronto a convertirse en Papa Emérito, ya se despidió de los cardenales, a quienes les prometió que el próximo Papa tendrá su incondicional apoyo. En pocas horas ya estará en la residencia de Castel Gandolfo para su despedida final, y la Iglesia tendrá que aprender a vivir con una experiencia que no se repetía desde hace más de siete siglos.

Muchos auguran una fastidiosa relación entre el nuevo Papa y éste ya casi Emérito. Pero Benedicto XVI ya dio probadas muestras del papel que tuvo como autoridad de la Congregación de la Fe, siendo el apoyo más incondicional que tuvo Juan Pablo II. 
Benedicto XVI cumplió como líder de la Iglesia pero fue un puesto que no deseaba. Se trata de un personaje que no quiso el poder por el poder mismo, hubiera preferido estar detrás del trono, siendo el asesor de la Fe cristiana y el guardián de su conocimiento, en lugar de dedicarse a las tareas burocráticas que demanda el liderazgo administrativo.

Sin dudas, Benedicto XVI vuelve ahora a su primer amor, al liderazgo espiritual, al contenido, al estudio, a escribir, a pensar, y a seguir repensando su obra literaria y las tres encíclicas que nos regaló en poco más de siete años de papado.

Benedicto XVI obligado a asumir el liderazgo de la Iglesia nos regaló años inigualables en los cuales debió remar contra la corriente y donde a veces desesperó porque Dios parecía estar durmiendo como confesó. Su generosidad seguramente estará recompensada por el sosiego de una vida interior que ama.

lunes, 25 de febrero de 2013

Raúl: Es una broma ¿verdad?


Nunca uno puede salir del asombro cuando se trata del régimen cubano y de los hermanos Castro. Lejos de hacer un anuncio sobre una posible transición democrática a futuro, para acomodarse a una América homogénea que emergió en los ochenta con la irrupción de la democracia, el presidente Raúl Castro hizo un anuncio como si se tratara de una dádiva al mundo: Gobernará sólo por cinco años más.

La prensa - hasta la de Miami - trató con total objetividad y naturalidad el anuncio de Raúl Castro y uno no sabe si se trata de una formalidad, de una broma de mal gusto o de puro sarcasmo para contrarrestar el cinismo de la familia gobernante de Cuba.
Raúl anunció que dejaría en el 2018 la presidencia y dejó a Miguel Díaz-Canel, de 52 años, como el ungido para sucederlo (¿alguna coincidencia con el binomio Chávez-Maduro?), que para cuando le toque asumir – si es que no se descarrila y pasa a la morgue castrista de las ideas antes de tiempo – el régimen habrá cumplido con 60 años ininterrumpidos de dictadura, salpicada por unas elecciones cerradas en las que solo se elige a diputados, miembros del partido y autoridades autónomas que tengan la venia de los hermanos Castro.

Raúl calificó la elección de Díaz-Canel de “trascendencia histórica” para que el liderazgo gobernante se mueva de una forma “paulatina y ordenada”. Obviamente, una forma muy elegante de decir que la dictadura cubana no tiene intención alguna de dejar el poder o comenzar con una etapa de apertura política en la isla.

El hecho de que haya dicho que quiere limitar a los altos funcionarios a que solo puedan servir por dos términos de cinco años, así como la edad máxima de los servidores – propuesta que deberá establecerse en la Constitución – revela el cinismo con en el que el régimen sigue enquistado y burlándose de medio mundo.