Fernando Alvarado el secretario de Comunicación de la Presidencia ecuatoriana no debe estar muy tranquilo por estos días, a pesar de que vocifera por todos lados que la acción penal de su jefe, el presidente Rafael Correa, tiene sus méritos para restablecer la libertad de prensa mediante la exigencia de responsabilidad a los periodistas, medios de comunicación y a todo aquel que opine o critique la “voz oficial” del Ecuador.
Hoy en una carta a El Nuevo Herald de Miami - http://bit.ly/pvP2rT - Alvarado fustiga a la columnista Gina Montaner que en su columna del lunes pasado criticó el abuso de poder de Rafael Correa por el juicio a directivos del diario El Universo al que un juez condenó a tres años de prisión y a pagarle al jefe de Estado una indemnización por 40 millones de dólares.
Pero el dicho de “siembra vientos y cosecha tempestades” no es en vano. Alvarado, el arquitecto de la comunicación oficial en el gobierno ecuatoriano, está empezando a notar que la bravuconada de su Jefe está jugándole una mala pasada a nivel internacional aunque traten de justificarlo. Que un Presidente esté acusando judicialmente a los periodistas por sus opiniones, parece una cuestión del siglo 14, cuando la Iglesia y las monarquías censuraban la palabra crítica contra de las autoridades, lo que se pagaba hasta con la muerte, como se trata ahora de asesinar al diario El Universo. Para remachar su insolencia, Correa no quedó contento con la apresurada sentencia judicial y reclama que la indemnización sea de 80 millones y no 40, como reflejaba la demanda original, desprendiéndose de esa friolera cantidad ofreciéndola en forma magnánima a causas ecológicas, tratando de calmar las tempestades internacionales.
La nueva tempestad que tendrá que afrontar Correa es la amenaza que ya hizo la red de piratas informáticos Anonymous, quienes en reclamo por los atropellos contra la libertad de expresión de parte de Correa, dejaron un videoclip en la página de internet de la localidad de Francisco de Orellana, con la siguiente consigna: “iniciar la operación Cóndor Libre” por la “injusticia” cometida contra el diario El Universo y para “luchar contra la censura a los medios informativos de nuestro país”.
Anonymous se hace eco de las críticas contra el gobierno de Correa por los medios de comunicación que incautó y que guardó para sí para hacer propaganda gubernamental. Y hace la siguiente advertencia: “No dejemos que la censura toque de nuevo a nuestras puertas, es hora de reaccionar, nuestros pueblos deben ser respetados. Pueblo ecuatoriano: han de saber que no están solos, Anonymous está con ustedes”.
No concuerdo para nada con los estipulados ni con la metodología delictiva de Anonymous, que es el equivalente a hacer justicia por manos propias, pero a nivel digital.
Pero su acción es una muestra más del repudio a las acciones de censura del régimen de Correa, las que podrían incluso identificarse con sus políticas públicas. Correa está siendo desenmascarado y seguramente no le debe gustar mucho. Alvarado tendrá que repensar su forma de hacer comunicación.