Dania sigue encarcelada y a nadie le importa. Aunque la dictadura comunista cubana se ensañe contra Dania Virgen García al no haberle dado la posibilidad de apelación después de que se le impuso una condena de 20 meses de cárcel por una infracción doméstica, no se puede desconocer que se trata de un engaño.
Dania es la primera periodista independiente y bloguera presa en Cuba. ¡Y en todo el continente! El hecho de que el tribunal de apelación donde se atendería su caso es el que atiende casos de seguridad del Estado, demuestra claramente que el delito por el que fue sometida es realmente una pantalla. Ella está presa, como muchos otros, en represalia por su activismo informativo y por apoyar a las Damas de Blanco.
Lamento que ni la famosa bloguera Yoani Sánchez ni las Damas de Blanco se hayan expresado al respecto, como lo hacen por muchos otros casos. Si realmente piensan que se trata de algo ajeno a su actividad informativa o de apoyo a causas humanitarias por lo que la periodista fue apresada, deberían decirlo directamente.
Mi lamento se vuelve más profundo, cuando supe que el reconocido activista de derechos humanos en Cuba, Elizardo Sánchez, dijo lo siguiente: “Confirma la sospecha de la connotación política del asunto”, el hecho de que su apelación estuviera el jueves en el calendario de un tribunal para delitos contra la seguridad del Estado.
Con Dania García son 26 los periodistas independientes presos en Cuba. Me pregunto ¿por qué se insiste en insertar a Cuba en la OEA y darle un status de gobierno democrático? Este solo hecho en contra de la libertad de prensa, más allá del flagrante delito de conculcar el derecho de expresión y de reunión a 11 millones de habitantes es más que suficiente para aislar cada vez más a Cuba hasta que no demuestre voluntad política de cambios.
sábado, 8 de mayo de 2010
jueves, 6 de mayo de 2010
Todos perdemos
Este 3 de mayo se conmemoró el Día Mundial de la Libertad de Prensa, pero en América Latina no hay mucho que celebrar. Los papeles están trastocados. Los medios de comunicación y los periodistas, cuyo rol social es investigar, denunciar irregularidades y servir de contrapoder, están sentados en el banquillo de los acusados.
Sus fiscales son presidentes, como Cristina de Kirchner, Rafael Correa, Daniel Ortega y Hugo Chávez, que distraen la atención con tal de impermeabilizar a sus administraciones de cualquier cargo de corrupción o autoritarismo.
El embuste gubernamental confunde. Muchos creen que la prensa esconde intenciones golpistas, de oposición política y oscuros intereses económicos. Aunque así fuese, olvidan que es el gobierno, por mandato constitucional, el que tiene la obligación de proteger y garantizar la libertad de prensa. Si no la respeta o, aún peor, deliberadamente la cercena, incurre en un grave delito contra la democracia y sus ciudadanos.
Esto ocurre en Argentina. El gobierno de Cristina y Néstor informa poco, se defiende más y confronta mucho. Ataca, agrede y desprestigia. Sus métodos son variados y en estas semanas los puso en práctica. Incentivó, auspició o justificó ataques contra prestigiosos periodistas y medios, a los que endilgó haber guardado silencio durante las dictaduras militares.
La campaña de descrédito está dirigida a periodistas que mayor opinión pública generan, como los comentaristas Magdalena Ruiz Guiñazú y Joaquín Morales Sola, o que investigan acuciosamente al poder como Daniel Santoro o que ya fueron echados de los medios a instancia del gobierno como Pepe Eliaschev y Nelson Castro.
Sobre algunos de ellos se pegaron carteles anónimos en las calles de Buenos Aires. A otros, junto a varios periódicos como Clarín, La Nación y Perfil se les sentenció en un patíbulo simbólico organizado por las Madres de Plaza de Mayo, en el que su polémica presidenta, Hebe de Bonafini, repartió insultos y condenó a todos por complicidad con las botas y charreteras, y por traición a la patria.
El llamado “juicio ético” fue injusto para los difamados por tratarse de un acto político, aunque la “obediencia debida” de Bonafini hacia el gobierno desmerita su credibilidad. Pero los carteles anónimos sí son peligrosos. No solo porque el anonimato es el arma de peor calaña y el gobierno ni siquiera investiga el delito o le resta importancia, sino porque sin responsables, la víctima sufre un daño irreparable; no tiene a quien pedir desagravio ni demandar para resarcir su reputación y honor.
El ruido generado e incentivado por el gobierno de Kirchner no es nuevo, es su marca registrada. Las campañas de desprestigio contra jueces, periodistas y oposición se utilizan para neutralizar denuncias de escándalos sobre enriquecimiento ilícito, sobornos, negociados, valijas con efectivo y otros hechos que rozan a la pareja presidencial y que servirían para escribir varios tomos de aquel “Robo para la Corona”, libro que inmortalizó al ministro José Luis Manzano y la corrupta época de Carlos Menem.
En el juego de control y equilibrio, no es solo el gobierno el que debería cuidar la constitucionalidad de la libertad de prensa. La oposición política tiene la responsabilidad de blindarla más allá de pedir respeto, ayudando a crear un marco legal apropiado. En Argentina se gastó veinte veces más energías en una ley revanchista contra los medios, que en favorecer a los ciudadanos con un mecanismo que obligue al gobierno a ser transparente y que permita el acceso a la información pública. La deuda legislativa es inmensa.
La prensa tiene la responsabilidad de cumplir su papel y no desvirtuarse en agente político. De lo contrario, corre el riesgo de ser efímera, como ocurrió con el famoso diario Página 12, que jugó un papel extraordinario y de servicio democrático durante la dictadura militar y en la época de Menem, pero se hizo irrelevante en este período por sus simpatías con la ideología kirchnerista. En realidad, la prensa debe ser siempre opositora.
Las organizaciones civiles tampoco pueden dejarse arrastrar por el ruido. Su tarea es fomentar la tolerancia y educar sobre la libertad de prensa. Porque cuando se irrespeta el derecho a difundir y consumir información plural y diversa, no sólo se afecta a medios y periodistas, sino que todos perdemos.
Sus fiscales son presidentes, como Cristina de Kirchner, Rafael Correa, Daniel Ortega y Hugo Chávez, que distraen la atención con tal de impermeabilizar a sus administraciones de cualquier cargo de corrupción o autoritarismo.
El embuste gubernamental confunde. Muchos creen que la prensa esconde intenciones golpistas, de oposición política y oscuros intereses económicos. Aunque así fuese, olvidan que es el gobierno, por mandato constitucional, el que tiene la obligación de proteger y garantizar la libertad de prensa. Si no la respeta o, aún peor, deliberadamente la cercena, incurre en un grave delito contra la democracia y sus ciudadanos.
Esto ocurre en Argentina. El gobierno de Cristina y Néstor informa poco, se defiende más y confronta mucho. Ataca, agrede y desprestigia. Sus métodos son variados y en estas semanas los puso en práctica. Incentivó, auspició o justificó ataques contra prestigiosos periodistas y medios, a los que endilgó haber guardado silencio durante las dictaduras militares.
La campaña de descrédito está dirigida a periodistas que mayor opinión pública generan, como los comentaristas Magdalena Ruiz Guiñazú y Joaquín Morales Sola, o que investigan acuciosamente al poder como Daniel Santoro o que ya fueron echados de los medios a instancia del gobierno como Pepe Eliaschev y Nelson Castro.
Sobre algunos de ellos se pegaron carteles anónimos en las calles de Buenos Aires. A otros, junto a varios periódicos como Clarín, La Nación y Perfil se les sentenció en un patíbulo simbólico organizado por las Madres de Plaza de Mayo, en el que su polémica presidenta, Hebe de Bonafini, repartió insultos y condenó a todos por complicidad con las botas y charreteras, y por traición a la patria.
El llamado “juicio ético” fue injusto para los difamados por tratarse de un acto político, aunque la “obediencia debida” de Bonafini hacia el gobierno desmerita su credibilidad. Pero los carteles anónimos sí son peligrosos. No solo porque el anonimato es el arma de peor calaña y el gobierno ni siquiera investiga el delito o le resta importancia, sino porque sin responsables, la víctima sufre un daño irreparable; no tiene a quien pedir desagravio ni demandar para resarcir su reputación y honor.
El ruido generado e incentivado por el gobierno de Kirchner no es nuevo, es su marca registrada. Las campañas de desprestigio contra jueces, periodistas y oposición se utilizan para neutralizar denuncias de escándalos sobre enriquecimiento ilícito, sobornos, negociados, valijas con efectivo y otros hechos que rozan a la pareja presidencial y que servirían para escribir varios tomos de aquel “Robo para la Corona”, libro que inmortalizó al ministro José Luis Manzano y la corrupta época de Carlos Menem.
En el juego de control y equilibrio, no es solo el gobierno el que debería cuidar la constitucionalidad de la libertad de prensa. La oposición política tiene la responsabilidad de blindarla más allá de pedir respeto, ayudando a crear un marco legal apropiado. En Argentina se gastó veinte veces más energías en una ley revanchista contra los medios, que en favorecer a los ciudadanos con un mecanismo que obligue al gobierno a ser transparente y que permita el acceso a la información pública. La deuda legislativa es inmensa.
La prensa tiene la responsabilidad de cumplir su papel y no desvirtuarse en agente político. De lo contrario, corre el riesgo de ser efímera, como ocurrió con el famoso diario Página 12, que jugó un papel extraordinario y de servicio democrático durante la dictadura militar y en la época de Menem, pero se hizo irrelevante en este período por sus simpatías con la ideología kirchnerista. En realidad, la prensa debe ser siempre opositora.
Las organizaciones civiles tampoco pueden dejarse arrastrar por el ruido. Su tarea es fomentar la tolerancia y educar sobre la libertad de prensa. Porque cuando se irrespeta el derecho a difundir y consumir información plural y diversa, no sólo se afecta a medios y periodistas, sino que todos perdemos.
miércoles, 5 de mayo de 2010
¿Honduras castigada?
El Unasur, a través de su presidente temporal, Rafael Correa, asumiendo la representación de todos los ciudadanos sudamericanos declaró que muchos países no concurrirán a la cumbre que está preparando el presidente Zapatero entre americanos y los europeos; equivocándose, debiendo aclarar que son los gobiernos, sin necesaria representación de los ciudadanos, los que han decidido boicotear la reunión española como protesta por la invitación a Porfirio Lobo.
La prédica de Correa y los demás gobiernos progresistas neopopulistas encabezados por Hugo Chávez no es otra cosa que una defensa corporativa de ese clan, que no quiere dejar morir el caso de Manuel Zelaya, porque sería traicionar a uno de los suyos. Lo que no quieren entender es que Honduras ya dio vuelta la página, que una Comisión de la Verdad establecerá y aclarará para octubre que fue lo que realmente pasó – algo que también pidió Zelaya en los acuerdos – que se hizo una elección limpia y que el legítimo ganador está en el poder, además de estar siendo reconocido por numerosos gobiernos.
Unasur, busca con esta defensa corporativa establecerse como un grupo de poder, que no es más que una amplificación de los temas que se implantan en la agenda hegemónica e ideológica de los países del Alba, lo que será más ampliado todavía, con un secretario argentino que en su país está sospechado por muchísimos actos de corrupción y que goza con el arte de la propaganda, los rumores y las agresiones contra todo el que piensa diferente. Es decir, una réplica fiel de la personalidad de otros presidente neopopulistas.
Lo peor que podría pasar es que España se deje embaucar por el supuesto boicot que harían algunos gobiernos latinoamericanos o por el propio Lula da Silva que pide un cambio de figuritas: que se le permita a Zelaya regresar a Honduras con plenos derechos civiles, lo que es incoherente hasta que, por lo menos, la Comisión de la Verdad no de su opinión. Zelaya en Honduras en este momento, sería un estorbo para el proceso de reconciliación y un paso hacia atrás, ya que de inmediato se abocaría a la constituyente, tema causante del golpe de Estado.
De cualquier forma, a no ser que España siga invitando a Lobo y deje de lado los reclamos de algunos en el Unasur, se estaría castigando injustamente a Honduras… a los hondureños.
La prédica de Correa y los demás gobiernos progresistas neopopulistas encabezados por Hugo Chávez no es otra cosa que una defensa corporativa de ese clan, que no quiere dejar morir el caso de Manuel Zelaya, porque sería traicionar a uno de los suyos. Lo que no quieren entender es que Honduras ya dio vuelta la página, que una Comisión de la Verdad establecerá y aclarará para octubre que fue lo que realmente pasó – algo que también pidió Zelaya en los acuerdos – que se hizo una elección limpia y que el legítimo ganador está en el poder, además de estar siendo reconocido por numerosos gobiernos.
Unasur, busca con esta defensa corporativa establecerse como un grupo de poder, que no es más que una amplificación de los temas que se implantan en la agenda hegemónica e ideológica de los países del Alba, lo que será más ampliado todavía, con un secretario argentino que en su país está sospechado por muchísimos actos de corrupción y que goza con el arte de la propaganda, los rumores y las agresiones contra todo el que piensa diferente. Es decir, una réplica fiel de la personalidad de otros presidente neopopulistas.
Lo peor que podría pasar es que España se deje embaucar por el supuesto boicot que harían algunos gobiernos latinoamericanos o por el propio Lula da Silva que pide un cambio de figuritas: que se le permita a Zelaya regresar a Honduras con plenos derechos civiles, lo que es incoherente hasta que, por lo menos, la Comisión de la Verdad no de su opinión. Zelaya en Honduras en este momento, sería un estorbo para el proceso de reconciliación y un paso hacia atrás, ya que de inmediato se abocaría a la constituyente, tema causante del golpe de Estado.
De cualquier forma, a no ser que España siga invitando a Lobo y deje de lado los reclamos de algunos en el Unasur, se estaría castigando injustamente a Honduras… a los hondureños.
Unasur y el aquelarre
La reunión del UNASUR arrojó más sorpresas aún a este aquelarre latinoamericano.
El ex presidente (y no tan ex) Néstor Kirchner fue elegido como secretario de la Unasur, promoviéndose así una contradicción única: se espera de él que promueva la integración latinoamericana cuando lo que ha hecho hasta ahora es promover la división y la polarización en su propio país. Todos en la reunión se fueron de boca sobre las dotes y cualidades de quien para el 2011 correrá para presidente para extender el kirchnerismo, pero nada sobre sus pobres credenciales en la política internacional
El Unasur busca la integración, pero uno de sus puntos principales fue seguir negando a Honduras y boicotear una reunión europea-latinoamericana en España en caso de que el presidente Porfirio Lobo sea también un invitado, alegando que el hondureño no hizo nada para amnistiar a Manuel Zelaya. Sin embargo ayer se instituyó en Honduras la Comisión de la Verdad, cumpliéndose así el acuerdo que Zelaya y Micheletti; por lo que tampoco se hizo honor a la mentada integración.
En mucho se adularon unos a otros para condenar la Ley de Arizona (y con buena razón) pero poco para denunciar a sus propios países del trato injusto que dan a inmigrantes de países limítrofes. Tampoco se habló del armamentismo galopantes, ni del hambre ni la pobreza en alza.
Seguramente, la integración será entendida como buscar el consenso para culpar al “imperio” de todos los males.
El ex presidente (y no tan ex) Néstor Kirchner fue elegido como secretario de la Unasur, promoviéndose así una contradicción única: se espera de él que promueva la integración latinoamericana cuando lo que ha hecho hasta ahora es promover la división y la polarización en su propio país. Todos en la reunión se fueron de boca sobre las dotes y cualidades de quien para el 2011 correrá para presidente para extender el kirchnerismo, pero nada sobre sus pobres credenciales en la política internacional
El Unasur busca la integración, pero uno de sus puntos principales fue seguir negando a Honduras y boicotear una reunión europea-latinoamericana en España en caso de que el presidente Porfirio Lobo sea también un invitado, alegando que el hondureño no hizo nada para amnistiar a Manuel Zelaya. Sin embargo ayer se instituyó en Honduras la Comisión de la Verdad, cumpliéndose así el acuerdo que Zelaya y Micheletti; por lo que tampoco se hizo honor a la mentada integración.
En mucho se adularon unos a otros para condenar la Ley de Arizona (y con buena razón) pero poco para denunciar a sus propios países del trato injusto que dan a inmigrantes de países limítrofes. Tampoco se habló del armamentismo galopantes, ni del hambre ni la pobreza en alza.
Seguramente, la integración será entendida como buscar el consenso para culpar al “imperio” de todos los males.
martes, 4 de mayo de 2010
Chávez y el pajarito
No queda más remedio que aguantarlo. Hugo Chávez (en realidad no él, sino sus acólitos) decidió incursionar en las redes sociales y la semana pasada se apersonó con su cuenta de Twitter que está subiendo como la espuma. Muchos porque lo aman otros porque lo odian, y otros porque lo deben seguir porque todo lo que dice se transforma en noticia, lo cierto que hasta el momento de este post esta mañana ya tenía 192.000 seguidores. Aunque los pronósticos indican que luego de este fervor inicial por la novedad, no le será fácil seguir trepando o instalarse por marcas históricas para políticos, como Barack Obama, con más de tres millones de seguidores.
En la portada de su cuenta en Twitter, Chávez ya demuestra que sus trinos de pajarito no servirán para informar, sino para hacer propaganda, lo que será un desprendimiento de sus insufribles alocuciones presidenciales, disparates y bla bla bla con el que nos tiene acostumbrados.
Pero más que todo es fácil darse cuenta de que se trata de propaganda porque solo utilizará su cuenta de Twitter como canal emisor, es decir información unidireccional, de una vía, sin el debido aprovechamiento del intercambio que favorecen las redes sociales. Los números saltan a la vista. Tiene más de 192.000 seguidores, pero sigue solo a cinco y de su propia condición ideológica, a Fidel Castro y a cuatro cuentas venezolanas, todas dentro de su propio partido. A Chávez le importa lo que él dice no lo que dicen de él; y eso es una constante que ha mantenido desde que empezó su presidencia en 1999.
Esta nueva cuenta de Twitter desnuda el sentido de propaganda y lo contradictorio que son sus afirmaciones. Su primer tweet “Epa que tal? Aparecí como lo dije: a la medianoche. Pa Brasil me voy. Y muy contento a trabajar por Venezuela. Venceremos!!”, demuestra el tipo de vocabulario que está usando, algo sobre lo que el ministro ministro Diosdado Cabello adelantó y que el propio Chávez deschavó, de que lo usaría para contaminar a la oposición, su verdadera obsesión. Y se trata de una contradicción, porque él mismo vino acusando a la oposición de terrorista por estar usando un instrumento del imperialismo.
Chávez no esconde en decir que hace propaganda. En la biografía de su cuenta @chavezcandanga se despacha como “Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Soldado Bolivariano, Socialista y Antiimperialista'. Veremos cómo harán las autoridades electorales para lidiar con esta propaganda que irá también subiendo como la espuma a medida que se acerquen las elecciones de setiembre.
En la portada de su cuenta en Twitter, Chávez ya demuestra que sus trinos de pajarito no servirán para informar, sino para hacer propaganda, lo que será un desprendimiento de sus insufribles alocuciones presidenciales, disparates y bla bla bla con el que nos tiene acostumbrados.
Pero más que todo es fácil darse cuenta de que se trata de propaganda porque solo utilizará su cuenta de Twitter como canal emisor, es decir información unidireccional, de una vía, sin el debido aprovechamiento del intercambio que favorecen las redes sociales. Los números saltan a la vista. Tiene más de 192.000 seguidores, pero sigue solo a cinco y de su propia condición ideológica, a Fidel Castro y a cuatro cuentas venezolanas, todas dentro de su propio partido. A Chávez le importa lo que él dice no lo que dicen de él; y eso es una constante que ha mantenido desde que empezó su presidencia en 1999.
Esta nueva cuenta de Twitter desnuda el sentido de propaganda y lo contradictorio que son sus afirmaciones. Su primer tweet “Epa que tal? Aparecí como lo dije: a la medianoche. Pa Brasil me voy. Y muy contento a trabajar por Venezuela. Venceremos!!”, demuestra el tipo de vocabulario que está usando, algo sobre lo que el ministro ministro Diosdado Cabello adelantó y que el propio Chávez deschavó, de que lo usaría para contaminar a la oposición, su verdadera obsesión. Y se trata de una contradicción, porque él mismo vino acusando a la oposición de terrorista por estar usando un instrumento del imperialismo.
Chávez no esconde en decir que hace propaganda. En la biografía de su cuenta @chavezcandanga se despacha como “Presidente de la República Bolivariana de Venezuela. Soldado Bolivariano, Socialista y Antiimperialista'. Veremos cómo harán las autoridades electorales para lidiar con esta propaganda que irá también subiendo como la espuma a medida que se acerquen las elecciones de setiembre.
lunes, 3 de mayo de 2010
Más libertad
Comparto una nueva reflexión en este Día Mundial de la Libertad de Prensa, cuya versión original y más completa me la publicó la revista aniversario de la Asociación de Entidades Periodísticas de Argentina (ADEPA).
“La mayoría de las constituciones del mundo libre garantizan la libertad de prensa y de expresión como valores fundamentales de la democracia. También lo hacen numerosos tratados internacionales, entre ellos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos y la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.
Sin embargo, la historia y la actualidad en algunos países demuestran que esas garantías constitucionales no son suficientes. El Estado, a quien le compete asumir un papel de protector, garante y defensor de la libertad de prensa y de expresión, es limitado. A veces indiferente, otras displicente y hasta negligente.
Ante esto, cabe la pregunta: ¿es suficiente garantizar o defender la libertad de prensa y de expresión? o será que se hace imprescindible que el Estado adopte políticas más proactivas, que no solo busque resguardar, sino también promover y educar sobre la libertad de prensa y de expresión.
Además, algunas constituciones son contradictorias: reafirman posiciones en contra de la censura previa, pero al mismo tiempo admiten regulaciones sobre el desacato, con lo que se protege y privilegia a altos funcionarios por encima de los ciudadanos.
En las Américas, más de una docena de naciones, a excepción de Argentina, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, todavía prevén el desacato mediante leyes de insulto, que castigan penalmente la crítica a los funcionarios de alto rango, más allá de que en 1994 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos concluyó que esas leyes son incompatibles con el artículo 13 de la Convención Americana.
Por su parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, posición compartida por la Sociedad Interamericana de Prensa, considera que la reacción penal es la consecuencia más severa que se puede utilizar frente a conductas que pueden considerarse ilícitas de expresión. La SIP brega por la despenalización de los delitos de injurias y calumnias cuando se trata de conflictos con funcionarios públicos y alienta a los países que sigan el ejemplo dado por El Salvador y México, país último que en abril de 2007 despenalizó a nivel federal la figura de la difamación.
Todas estas leyes suelen crear actitudes de censura y de censura previa, al tiempo que motivan temor, generando así también, autocensura.
La violencia más pura contra los periodistas, ya sea que provenga desde las entrañas corruptas del poder público o del crimen organizado impune, ha cobrado la vida de más de 300 periodistas en el continente americano en las dos últimas décadas. La mayoría de esos crímenes no son castigados. ¿La consecuencia? La autocensura está haciendo estragos.
Ante este panorama, es necesario que el Estado adopte un papel más protagónico en materia de libertad de prensa, pasando de una actitud pasiva a una más proactiva en la que busque ser agente de promoción y educación.
Algunos caminos son obvios: Erradicar las leyes de desacato; despenalizar los delitos de difamación; crear condiciones técnicas y equitativas para el otorgamiento de licencias de operación de radio y televisión, así como para la distribución de publicidad oficial; combatir la impunidad que rodea a crímenes contra periodistas, entre otras.
Otro aspecto importante, más a allá de los medios de comunicación, apunta a privilegiar a todos los ciudadanos por igual, dictando leyes de acceso a la información pública que le permitan a cada uno en la sociedad fiscalizar la acción de sus gobernantes u obtener información clasificada, oculta u omitida, para su propio beneficio y satisfacer así su libertad y derecho individual.
Los países deben continuar con la tendencia de crear leyes de acceso a la información pública como ya ocurrió en Perú, Panamá, República Dominicana, Estados Unidos, México, Ecuador, Canadá, Jamaica, Honduras y Nicaragua.
También se deben adoptar políticas de educación ciudadana respecto a la libertad de prensa y de expresión. Las asociaciones intermedias, las universidades, los medios de comunicación no pueden quedar ajenas.
Cuando el Estado asuma un papel proactivo ofreciendo un andamiaje adecuado para que todos, en forma libre, plural y diversa, puedan recibir, intercambiar, gozar, brindar y ofrecer información, estará celebrando democracia. Ese, entre otros, es su papel esencial”.
“La mayoría de las constituciones del mundo libre garantizan la libertad de prensa y de expresión como valores fundamentales de la democracia. También lo hacen numerosos tratados internacionales, entre ellos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos y la Declaración Universal de los Derechos del Hombre.
Sin embargo, la historia y la actualidad en algunos países demuestran que esas garantías constitucionales no son suficientes. El Estado, a quien le compete asumir un papel de protector, garante y defensor de la libertad de prensa y de expresión, es limitado. A veces indiferente, otras displicente y hasta negligente.
Ante esto, cabe la pregunta: ¿es suficiente garantizar o defender la libertad de prensa y de expresión? o será que se hace imprescindible que el Estado adopte políticas más proactivas, que no solo busque resguardar, sino también promover y educar sobre la libertad de prensa y de expresión.
Además, algunas constituciones son contradictorias: reafirman posiciones en contra de la censura previa, pero al mismo tiempo admiten regulaciones sobre el desacato, con lo que se protege y privilegia a altos funcionarios por encima de los ciudadanos.
En las Américas, más de una docena de naciones, a excepción de Argentina, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, todavía prevén el desacato mediante leyes de insulto, que castigan penalmente la crítica a los funcionarios de alto rango, más allá de que en 1994 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos concluyó que esas leyes son incompatibles con el artículo 13 de la Convención Americana.
Por su parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, posición compartida por la Sociedad Interamericana de Prensa, considera que la reacción penal es la consecuencia más severa que se puede utilizar frente a conductas que pueden considerarse ilícitas de expresión. La SIP brega por la despenalización de los delitos de injurias y calumnias cuando se trata de conflictos con funcionarios públicos y alienta a los países que sigan el ejemplo dado por El Salvador y México, país último que en abril de 2007 despenalizó a nivel federal la figura de la difamación.
Todas estas leyes suelen crear actitudes de censura y de censura previa, al tiempo que motivan temor, generando así también, autocensura.
La violencia más pura contra los periodistas, ya sea que provenga desde las entrañas corruptas del poder público o del crimen organizado impune, ha cobrado la vida de más de 300 periodistas en el continente americano en las dos últimas décadas. La mayoría de esos crímenes no son castigados. ¿La consecuencia? La autocensura está haciendo estragos.
Ante este panorama, es necesario que el Estado adopte un papel más protagónico en materia de libertad de prensa, pasando de una actitud pasiva a una más proactiva en la que busque ser agente de promoción y educación.
Algunos caminos son obvios: Erradicar las leyes de desacato; despenalizar los delitos de difamación; crear condiciones técnicas y equitativas para el otorgamiento de licencias de operación de radio y televisión, así como para la distribución de publicidad oficial; combatir la impunidad que rodea a crímenes contra periodistas, entre otras.
Otro aspecto importante, más a allá de los medios de comunicación, apunta a privilegiar a todos los ciudadanos por igual, dictando leyes de acceso a la información pública que le permitan a cada uno en la sociedad fiscalizar la acción de sus gobernantes u obtener información clasificada, oculta u omitida, para su propio beneficio y satisfacer así su libertad y derecho individual.
Los países deben continuar con la tendencia de crear leyes de acceso a la información pública como ya ocurrió en Perú, Panamá, República Dominicana, Estados Unidos, México, Ecuador, Canadá, Jamaica, Honduras y Nicaragua.
También se deben adoptar políticas de educación ciudadana respecto a la libertad de prensa y de expresión. Las asociaciones intermedias, las universidades, los medios de comunicación no pueden quedar ajenas.
Cuando el Estado asuma un papel proactivo ofreciendo un andamiaje adecuado para que todos, en forma libre, plural y diversa, puedan recibir, intercambiar, gozar, brindar y ofrecer información, estará celebrando democracia. Ese, entre otros, es su papel esencial”.
Violencia e impunidad
En respuesta al Día Mundial de la Libertad de Prensa que se celebra hoy 3 de mayo, compartimos con ustedes las apreciaciones del presidente de la Sociedad Interamericana de Prensa, Alejandro Aguirre, cuyo mensaje se titula “En respuesta a la violencia y a la impunidad”.
“Que sirva este próximo 3 de mayo para honrar la memoria de todos los periodistas caídos en el ejercicio de su deber y para expresar nuestra más profunda solidaridad a sus familiares, amigos y colegas afectados por su desaparición.
Nuestro pensamiento está con los familiares de los 27 periodistas asesinados y siete desaparecidos en estos últimos 12 meses. En nombre de ellos y de las víctimas, seguiremos poniendo nuestro esfuerzo en luchar contra la violencia y la impunidad, y defender el derecho de todo ciudadano a estar informado.
Precisamente, como respuesta a ello, este lunes 3 de mayo daremos comienzo a un extensivo diplomado virtual que tiene la misión de generar protección y prevenir ataques contra periodistas. En este curso que durará hasta principios de agosto, junto a la Universidad Autónoma de México, “Los alcances del crimen organizado, el ejercicio del periodismo frente a la violencia”, esperamos que los comunicadores adquieran nuevas herramientas que los ayude a ser mejores profesionales.
También en México, uno de los países en que la prensa está más afectada por el crimen organizado, seguiremos manteniendo encuentros con editores, en la convicción de que la solidaridad y la unidad entre medios y periodistas servirán de incentivo para que el gobierno genere los cambios legales y jurídicos necesarios para blindar la libertad de prensa y de expresión.
En el mismo sentido, acabamos de presentar al presidente de Honduras, Porfirio Lobo, una serie de recomendaciones para combatir la violencia, desde que siete periodistas han sido asesinados en los últimos 12 meses en ese país. Hemos propuesto que el gobierno solicite un acuerdo a la Organización de Naciones Unidas, similar al que existe en Guatemala, para crear un mecanismo internacional que permita investigar e iniciar procesos penales en casos de crímenes contra la libertad de expresión. También propusimos la creación de una jurisdicción especial que atienda ese tipo de delitos y abrir espacios de discusión entre los tres poderes del Estado para combatir la violencia, entre otros aspectos, que además hemos solicitado a las autoridades de Brasil, Colombia, México y Perú.
Quiero resaltar como positivo que en este período hubo avances procesales importantes en contra de criminales en Brasil y Colombia con la condena de siete personas, una en Colombia y México, respectivamente, y cinco en Brasil, y que al día de hoy, 100 (cien) responsables de asesinatos de periodistas están pagando las consecuencias de sus actos tras las rejas. Seguiremos insistiendo en la necesidad de que los países sigan creando disuasivos, entendiendo que la mejor forma es contar con una justicia eficiente, que investigue con prontitud y castigue con severidad.
Seguimos confiando en el sistema alternativo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para obtener justicia, por lo que esta semana hemos presentado dos nuevos casos de Brasil, de un total de 26 que ya hemos sometido desde 1995, de los cuales ya hemos obtenido resultados concretos.
Más allá de nuestros logros y de reconocer los esfuerzos en varios países, no podemos bajar los brazos. En Colombia, por ejemplo, donde se redujeron notablemente los asesinatos contra periodistas, hemos detectado que hay 16 casos archivados o suspendidos que se encuentran en manos de distintas fiscalías alrededor del país, y con pocas esperanzas de justicia.
De aquí hasta nuestra próxima asamblea general que celebraremos en noviembre en Mérida, en el estado mexicano de Yucatán, seguiremos desarrollando estrategias y tácticas investigativas, legales y educativas contra este flagelo que se cierne contra el periodismo de las Américas. Nuestro reconocimiento en esta lucha es para la Fundación John S. y James L. Knight, que generosamente apoya nuestro trabajo.
Quiero, por último, recordar los nombres de cada uno de los periodistas que fueron asesinados o se mantienen desaparecidos en estos 12 meses, desde el 3 de mayo de 2009 hasta la fecha.
México: Evaristo Pacheco Solís, Jorge Ochoa Martínez, José Luis Romero, Valentín Valdés, José Alberto Velázquez López, José Emilio González Galindo, Bladimir Antuna García, Fabián Ramírez López, Norberto Miranda Madrid, Juan Daniel Martínez Gil, Ernesto Montañez Valdivia, Martín Javier Miranda Avilés, Eliseo Barrón Hernández y Carlos Ortega Melo Samper. Desaparecidos: Ramón Angeles Zalpa, Marí Esther Aguilar Cansimbe y otros cinco periodistas de Tamaulipas. Honduras: Georgino Orellana, Manuel Juárez, José Bayardo Mairena, Nahúm Palacios, David Meza, Joseph A. Hernández Ochoa y Gabriel Fino Noriega. Colombia: Harold Rivas Quevedo, Diego Rojas Velásquez y José Everardo Aguilar. El Salvador: Christian Poveda y Guatemala: Marco Antonio Estrada Orla.
Para ellos y por ellos, continúa firme nuestro compromiso solidario”.
El Día Mundial de la Libertad de Prensa que se celebra el 3 de mayo, fue instaurado en conmemoración de la Declaración de Windhoek, documento que contiene principios sobre la defensa de la libertad de prensa, redactado en 1991 durante una reunión de periodistas africanos impulsada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
“Que sirva este próximo 3 de mayo para honrar la memoria de todos los periodistas caídos en el ejercicio de su deber y para expresar nuestra más profunda solidaridad a sus familiares, amigos y colegas afectados por su desaparición.
Nuestro pensamiento está con los familiares de los 27 periodistas asesinados y siete desaparecidos en estos últimos 12 meses. En nombre de ellos y de las víctimas, seguiremos poniendo nuestro esfuerzo en luchar contra la violencia y la impunidad, y defender el derecho de todo ciudadano a estar informado.
Precisamente, como respuesta a ello, este lunes 3 de mayo daremos comienzo a un extensivo diplomado virtual que tiene la misión de generar protección y prevenir ataques contra periodistas. En este curso que durará hasta principios de agosto, junto a la Universidad Autónoma de México, “Los alcances del crimen organizado, el ejercicio del periodismo frente a la violencia”, esperamos que los comunicadores adquieran nuevas herramientas que los ayude a ser mejores profesionales.
También en México, uno de los países en que la prensa está más afectada por el crimen organizado, seguiremos manteniendo encuentros con editores, en la convicción de que la solidaridad y la unidad entre medios y periodistas servirán de incentivo para que el gobierno genere los cambios legales y jurídicos necesarios para blindar la libertad de prensa y de expresión.
En el mismo sentido, acabamos de presentar al presidente de Honduras, Porfirio Lobo, una serie de recomendaciones para combatir la violencia, desde que siete periodistas han sido asesinados en los últimos 12 meses en ese país. Hemos propuesto que el gobierno solicite un acuerdo a la Organización de Naciones Unidas, similar al que existe en Guatemala, para crear un mecanismo internacional que permita investigar e iniciar procesos penales en casos de crímenes contra la libertad de expresión. También propusimos la creación de una jurisdicción especial que atienda ese tipo de delitos y abrir espacios de discusión entre los tres poderes del Estado para combatir la violencia, entre otros aspectos, que además hemos solicitado a las autoridades de Brasil, Colombia, México y Perú.
Quiero resaltar como positivo que en este período hubo avances procesales importantes en contra de criminales en Brasil y Colombia con la condena de siete personas, una en Colombia y México, respectivamente, y cinco en Brasil, y que al día de hoy, 100 (cien) responsables de asesinatos de periodistas están pagando las consecuencias de sus actos tras las rejas. Seguiremos insistiendo en la necesidad de que los países sigan creando disuasivos, entendiendo que la mejor forma es contar con una justicia eficiente, que investigue con prontitud y castigue con severidad.
Seguimos confiando en el sistema alternativo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), para obtener justicia, por lo que esta semana hemos presentado dos nuevos casos de Brasil, de un total de 26 que ya hemos sometido desde 1995, de los cuales ya hemos obtenido resultados concretos.
Más allá de nuestros logros y de reconocer los esfuerzos en varios países, no podemos bajar los brazos. En Colombia, por ejemplo, donde se redujeron notablemente los asesinatos contra periodistas, hemos detectado que hay 16 casos archivados o suspendidos que se encuentran en manos de distintas fiscalías alrededor del país, y con pocas esperanzas de justicia.
De aquí hasta nuestra próxima asamblea general que celebraremos en noviembre en Mérida, en el estado mexicano de Yucatán, seguiremos desarrollando estrategias y tácticas investigativas, legales y educativas contra este flagelo que se cierne contra el periodismo de las Américas. Nuestro reconocimiento en esta lucha es para la Fundación John S. y James L. Knight, que generosamente apoya nuestro trabajo.
Quiero, por último, recordar los nombres de cada uno de los periodistas que fueron asesinados o se mantienen desaparecidos en estos 12 meses, desde el 3 de mayo de 2009 hasta la fecha.
México: Evaristo Pacheco Solís, Jorge Ochoa Martínez, José Luis Romero, Valentín Valdés, José Alberto Velázquez López, José Emilio González Galindo, Bladimir Antuna García, Fabián Ramírez López, Norberto Miranda Madrid, Juan Daniel Martínez Gil, Ernesto Montañez Valdivia, Martín Javier Miranda Avilés, Eliseo Barrón Hernández y Carlos Ortega Melo Samper. Desaparecidos: Ramón Angeles Zalpa, Marí Esther Aguilar Cansimbe y otros cinco periodistas de Tamaulipas. Honduras: Georgino Orellana, Manuel Juárez, José Bayardo Mairena, Nahúm Palacios, David Meza, Joseph A. Hernández Ochoa y Gabriel Fino Noriega. Colombia: Harold Rivas Quevedo, Diego Rojas Velásquez y José Everardo Aguilar. El Salvador: Christian Poveda y Guatemala: Marco Antonio Estrada Orla.
Para ellos y por ellos, continúa firme nuestro compromiso solidario”.
El Día Mundial de la Libertad de Prensa que se celebra el 3 de mayo, fue instaurado en conmemoración de la Declaración de Windhoek, documento que contiene principios sobre la defensa de la libertad de prensa, redactado en 1991 durante una reunión de periodistas africanos impulsada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Dolorosa libertad
Hoy es el Día Mundial de la Libertad de Prensa pero no hay mucho que celebrar debido al inestable clima de violencia física y verbal en contra de periodistas y medios de comunicación y el acoso al que se ven sometidos – legal y judicial - para poder desarrollar su trabajo en forma libre.
Todas las organizaciones dedicadas a la defensa de este derecho humano esencial establecen hoy que la libertad de prensa en todo el mundo, con pocas excepciones, está en retroceso. En nuestro continente, la violencia física a la que están sometidos los periodistas, particularmente en México y Honduras por la inacción del Estado frente al crimen organizado y la violencia propagandística que ejercen numerosos gobiernos neo progresistas – con el de Hugo Chávez a la cabeza - son los problemas más acuciantes.
Dentro de este clima de intolerancia, no se puede dejar de mencionar al régimen de Cuba que es el único en América Latina que mantiene un régimen legal de opresión del que son víctima 26 periodistas independientes en sus cárceles y todo un pueblo. Nadie en Cuba puede ejercer la libre expresión y la libre asociación, o derecho de reunión, dos derechos que sumados a la libertad de prensa son inherentes al ser humano y para la búsqueda de su desarrollo y felicidad.
El panorama no es bueno, ni mejoró con respecto a épocas de otros gobiernos que estaban en la derecha del péndulo político. Seguimos viviendo en un clima en que la libertad de prensa es una asignatura todavía pendiente. Un tema muy doloroso desde cualquier punto de vista que se le analice.
Si bien en este día no hay mucho por lo que celebrar, que sirva al menos para reflexionar sobre lo que significa vivir en un clima de máxima intolerancia y falta de libertad de prensa, para que, al menos así, podamos valorarla cada vez más.
Un saludo muy especial a los que día tras día trabajan para que la libertad de prensa nos permita estar informados en un clima de pluralidad y diversidad extrema; y para todas aquellas familias, colegas y amigos que han perdido a alguien que tuvo que arriesgar su vida con tal de decir lo que muchos quieren que quede callado.
Todas las organizaciones dedicadas a la defensa de este derecho humano esencial establecen hoy que la libertad de prensa en todo el mundo, con pocas excepciones, está en retroceso. En nuestro continente, la violencia física a la que están sometidos los periodistas, particularmente en México y Honduras por la inacción del Estado frente al crimen organizado y la violencia propagandística que ejercen numerosos gobiernos neo progresistas – con el de Hugo Chávez a la cabeza - son los problemas más acuciantes.
Dentro de este clima de intolerancia, no se puede dejar de mencionar al régimen de Cuba que es el único en América Latina que mantiene un régimen legal de opresión del que son víctima 26 periodistas independientes en sus cárceles y todo un pueblo. Nadie en Cuba puede ejercer la libre expresión y la libre asociación, o derecho de reunión, dos derechos que sumados a la libertad de prensa son inherentes al ser humano y para la búsqueda de su desarrollo y felicidad.
El panorama no es bueno, ni mejoró con respecto a épocas de otros gobiernos que estaban en la derecha del péndulo político. Seguimos viviendo en un clima en que la libertad de prensa es una asignatura todavía pendiente. Un tema muy doloroso desde cualquier punto de vista que se le analice.
Si bien en este día no hay mucho por lo que celebrar, que sirva al menos para reflexionar sobre lo que significa vivir en un clima de máxima intolerancia y falta de libertad de prensa, para que, al menos así, podamos valorarla cada vez más.
Un saludo muy especial a los que día tras día trabajan para que la libertad de prensa nos permita estar informados en un clima de pluralidad y diversidad extrema; y para todas aquellas familias, colegas y amigos que han perdido a alguien que tuvo que arriesgar su vida con tal de decir lo que muchos quieren que quede callado.
domingo, 2 de mayo de 2010
Todos debe ser Arizona
El movimiento espectacular de gente en Estados Unidos reclamando por la hipócrita Ley 1070 de Arizona que transforma en delincuente a toda aquella persona indocumentada, servirá en el país para apurar una reforma migratoria que quedó rezagada por el gobierno de Barack Obama ante otras urgencias, con las reformas económicas y de salud.
Como el dicho dice que no hay mal que por bien no venga, todos apuestan a que Obama no tendrá otra alternativa de mostrarle a 11 millones de indocumentados el camino definitivo hacia una pronta ciudadanía.
Pero esta ley debería servir no solo a EEUU para hacer una reforma federal, sino que el tema de las migraciones y la xenofobia que ellas traen consigo pueda discutirse abiertamente en otros países americanos, cuyos gobiernos, sobre todo los neo progresistas están aprovechando – hipócritamente - las circunstancias para criticar a Arizona y condenar a EEUU. Aunque no se den cuenta, esa barata demagogia permite desnudar que sus países son expulsores de cientos de miles de ciudadanos que prefieren todos los años desafiar las leyes de EEUU, pero vivir en un sistema que les provee mayores esperanzas económicas y humanas.
Pero más allá de ese cinismo, el tema de las migraciones debería analizarse en toda su dimensión a nivel interamericano. ¿Qué pasa con aquellos inmigrantes paraguayos en Argentina? ¿y con los argentinos en Perú? ¿Y con los peruanos en Chile? ¿y los centroamericanos cuando atraviesan México para llegar al norte? ¿y los desplazados colombianos en su propio territorio? ¿y los hondureños en Nicaragua y los nicaragüenses en Costa Rica?
Lamentablemente en todos los países existen trabas increíbles en contra de los migrantes y las “Arizonas” están multiplicadas. Ojalá la necesaria reforma que tendría que establecerse en EEUU, un país que más alá de las circunstancias, siempre ha dado la bienvenida a millones de extranjeros, desplazados y perseguidos, pueda también tornarse en un tema de importancia en toda Latinoamérica.
Por eso el lema de “Todos somos Arizona” con el que se hicieron marchas en todo el país en apoyo a la reforma migratoria, debiera ser un estímulo y un deber a extenderse a todos los países de la región.
Como el dicho dice que no hay mal que por bien no venga, todos apuestan a que Obama no tendrá otra alternativa de mostrarle a 11 millones de indocumentados el camino definitivo hacia una pronta ciudadanía.
Pero esta ley debería servir no solo a EEUU para hacer una reforma federal, sino que el tema de las migraciones y la xenofobia que ellas traen consigo pueda discutirse abiertamente en otros países americanos, cuyos gobiernos, sobre todo los neo progresistas están aprovechando – hipócritamente - las circunstancias para criticar a Arizona y condenar a EEUU. Aunque no se den cuenta, esa barata demagogia permite desnudar que sus países son expulsores de cientos de miles de ciudadanos que prefieren todos los años desafiar las leyes de EEUU, pero vivir en un sistema que les provee mayores esperanzas económicas y humanas.
Pero más allá de ese cinismo, el tema de las migraciones debería analizarse en toda su dimensión a nivel interamericano. ¿Qué pasa con aquellos inmigrantes paraguayos en Argentina? ¿y con los argentinos en Perú? ¿Y con los peruanos en Chile? ¿y los centroamericanos cuando atraviesan México para llegar al norte? ¿y los desplazados colombianos en su propio territorio? ¿y los hondureños en Nicaragua y los nicaragüenses en Costa Rica?
Lamentablemente en todos los países existen trabas increíbles en contra de los migrantes y las “Arizonas” están multiplicadas. Ojalá la necesaria reforma que tendría que establecerse en EEUU, un país que más alá de las circunstancias, siempre ha dado la bienvenida a millones de extranjeros, desplazados y perseguidos, pueda también tornarse en un tema de importancia en toda Latinoamérica.
Por eso el lema de “Todos somos Arizona” con el que se hicieron marchas en todo el país en apoyo a la reforma migratoria, debiera ser un estímulo y un deber a extenderse a todos los países de la región.
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