De la forma que empezó, este 2010 diera la impresión que será el de los tres chiflados: Hugo Chávez, Evo Morales y rafael Correa comenzaron con sus andanzas de ver complots en todos lados. Ya resultan graciosos por las estupideces que dicen y hacen y, sobre todo, por ver fantasmas, conspiraciones, golpes e invasiones por todos lados. Menos mal que ya el cuarto no cuenta, me refiero a Mel Zelaya, aunque seguro que pronto el espacio será ocupado.
Chávez insiste en que Holanda le está prestando las islas bajo su dominio en el Caribe - Bon Aire, Curazao y Aruba – a los estadounidenses para tener otro flanco de ataque además del que se dará desde Colombia. Evo insiste en perseguir al candidato opositor Manfred Reyes Villa, a quien acusa de estar fugitivo o prófugo en los Estados Unidos, la misma fórmula que Chávez utilizó para desmantelar a la oposición y que sus líderes terminen encarcelados o en el exilio; mientras que Correa ahora considera que la derecha está confabulada con un grupo de militares que están listos para asestarle un golpe.
En fin… más de lo mismo. Buscando guerritas ideológicas para desviar la atención. Pan y circo, como en la época romana.
sábado, 2 de enero de 2010
jueves, 31 de diciembre de 2009
Se va el 2009: ¡Cambalache!
Me despido con esta última columna y agradeciéndoles a todos los que me siguen en este blog y que comentan y que disienten y que protestan; y a quienes este blog les sirve para discutir o congeniar. Gracias a todos, y les deseos los mejores augurios con un año rebosante de libertad.
¡Qué año! Loco, retorcido, febril, como sus personajes. Tiger Woods toca el cielo con mil millones y el infierno con trece amantes. Hugo Chávez proclama guerra y teme una invasión. Alberto Cutié mete la mano y saca la sotana. Diego Maradona patalea obscenidades e igual va a Sudáfrica. Michael Jackson ya no canta, pero vende como nunca. Elvis Crespo promociona discos, masturbándose en las alturas. Y Barack Obama manda soldados a Afganistán y le dan el Nobel de la Paz.
Este último ciclo del decenio demostró que los versos de aquel tango Cambalache de la “década infame” argentina, conservan su vigencia por toda América. “El que no llora no mama” quedó en evidencia con los millones que recibieron los fastuosos banqueros estadounidenses para cortar una crisis que ellos indujeron; mientras “el que no roba es un gil”, refleja los altísimos índices de corrupción que situaron a gobiernos latinoamericanos entre los más inmundos del mundo.
El año abrió mal y cerró peor. La fiebre porcina arrasó y colapsó sistemas ya saturados de dengue, cólera y desnutrición. Las remesas familiares desde EEUU mermaron un 57% y encima, a varios, por corrupción, como Daniel Ortega, le cerraron el grifo de las donaciones internacionales.
Sin embargo, el dinero público que faltó para infraestructura, empleos y educación prometidas, nunca fue escaso en lujuria política, así fuera por sexo fácil en burdeles de Nueva York o para patrocinar reelecciones, reformar constituciones, espiar a rivales, subsidiar fuerzas de choque o arrastrar masas a marchas e idolatrías. Un eterno circo donde “siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos”.
Aunque la excusa fue la crisis, el cambio climático, la caída de los precios de las materias primas y de las inversiones extranjeras, en realidad fue por falta de previsión que millones de latinoamericanos cayeron por debajo de la línea de la pobreza y 53 millones no tienen lo suficiente en sus estómagos. Mientras, los gobiernos se enfrascaron en una carrera armamentista digna de la Guerra fría, dilapidando 50 mil millones de dólares y prometiendo muchos más a Rusia e Irán que llegaron como Colón, para hacerse la América y colonizar.
Los gobernantes juegan a las ideologías. Crean clubes y cumbres pero se pelean y despotrican en diplomacias de micrófono. Se amenazan con conflictos e invasiones, ya sea por bases militares extranjeras, incursiones en áreas limítrofes, salidas al mar o por videos que evidencian narco dólares guerrilleros en campañas electorales y valijas con efectivo volando a destinos más allá del ALBA.
La mayoría de presidentes consensuó en dos frentes. Por un lado se rindió pleitesía peregrinando a La Habana para alabar a los Castro por su dictadura y, por el otro, se despilfarró en nombre de la defensa y la soberanía nacional. No importa que el castrismo ahora se ufane de perseguir blogueros mientras en otros países aumenta la banda ancha, las computadoras por 100 dólares y las redes sociales. Por sus 50 años de opresión, la antilla mayor fue premiada con su reinserción en la OEA, mientras se suspendía a Honduras por reciprocar con golpe de estado los continuos golpes constitucionales de Manuel Zelaya.
Y si bien Juanes cantó a la paz en las fronteras y en la Plaza de la Revolución habanera, la gente pidió paz pero en sus barrios y hogares. Un 73% de latinoamericanos se sintió más inseguro y desprotegido; y con más desconfianza en las fuerzas de seguridad, como un 82% de los guatemaltecos y 83% de argentinos.
Esta incertidumbre permeó a todas las instituciones estatales, vulnerables a la influencia del crimen organizado y al narcotráfico, que se afincó en casi todos los países borrando los límites entre producción y consumo. Un 60% de los municipios mexicanos está infiltrado y en las elecciones legislativas de julio, 16 candidatos a diputado estaban coludidos con el narcotráfico, mientras en Dominicana 60 nominados a legislador estaban manchados.
A juzgar por el espíritu de Cambalache, no estamos mejor que en el 506 ni el 2000. Hoy, por el aumento de corrupción, impunidad, hambre, pobreza, consumo de drogas (despenalización de la marihuana), pornografía infantil, divorcios y casamientos del mismo sexo… pareciera que “vivimos revolcaos en un merengue, y en el mismo lodo todos manoseaos”.
¡Qué año! Loco, retorcido, febril, como sus personajes. Tiger Woods toca el cielo con mil millones y el infierno con trece amantes. Hugo Chávez proclama guerra y teme una invasión. Alberto Cutié mete la mano y saca la sotana. Diego Maradona patalea obscenidades e igual va a Sudáfrica. Michael Jackson ya no canta, pero vende como nunca. Elvis Crespo promociona discos, masturbándose en las alturas. Y Barack Obama manda soldados a Afganistán y le dan el Nobel de la Paz.
Este último ciclo del decenio demostró que los versos de aquel tango Cambalache de la “década infame” argentina, conservan su vigencia por toda América. “El que no llora no mama” quedó en evidencia con los millones que recibieron los fastuosos banqueros estadounidenses para cortar una crisis que ellos indujeron; mientras “el que no roba es un gil”, refleja los altísimos índices de corrupción que situaron a gobiernos latinoamericanos entre los más inmundos del mundo.
El año abrió mal y cerró peor. La fiebre porcina arrasó y colapsó sistemas ya saturados de dengue, cólera y desnutrición. Las remesas familiares desde EEUU mermaron un 57% y encima, a varios, por corrupción, como Daniel Ortega, le cerraron el grifo de las donaciones internacionales.
Sin embargo, el dinero público que faltó para infraestructura, empleos y educación prometidas, nunca fue escaso en lujuria política, así fuera por sexo fácil en burdeles de Nueva York o para patrocinar reelecciones, reformar constituciones, espiar a rivales, subsidiar fuerzas de choque o arrastrar masas a marchas e idolatrías. Un eterno circo donde “siempre ha habido chorros, maquiavelos y estafaos”.
Aunque la excusa fue la crisis, el cambio climático, la caída de los precios de las materias primas y de las inversiones extranjeras, en realidad fue por falta de previsión que millones de latinoamericanos cayeron por debajo de la línea de la pobreza y 53 millones no tienen lo suficiente en sus estómagos. Mientras, los gobiernos se enfrascaron en una carrera armamentista digna de la Guerra fría, dilapidando 50 mil millones de dólares y prometiendo muchos más a Rusia e Irán que llegaron como Colón, para hacerse la América y colonizar.
Los gobernantes juegan a las ideologías. Crean clubes y cumbres pero se pelean y despotrican en diplomacias de micrófono. Se amenazan con conflictos e invasiones, ya sea por bases militares extranjeras, incursiones en áreas limítrofes, salidas al mar o por videos que evidencian narco dólares guerrilleros en campañas electorales y valijas con efectivo volando a destinos más allá del ALBA.
La mayoría de presidentes consensuó en dos frentes. Por un lado se rindió pleitesía peregrinando a La Habana para alabar a los Castro por su dictadura y, por el otro, se despilfarró en nombre de la defensa y la soberanía nacional. No importa que el castrismo ahora se ufane de perseguir blogueros mientras en otros países aumenta la banda ancha, las computadoras por 100 dólares y las redes sociales. Por sus 50 años de opresión, la antilla mayor fue premiada con su reinserción en la OEA, mientras se suspendía a Honduras por reciprocar con golpe de estado los continuos golpes constitucionales de Manuel Zelaya.
Y si bien Juanes cantó a la paz en las fronteras y en la Plaza de la Revolución habanera, la gente pidió paz pero en sus barrios y hogares. Un 73% de latinoamericanos se sintió más inseguro y desprotegido; y con más desconfianza en las fuerzas de seguridad, como un 82% de los guatemaltecos y 83% de argentinos.
Esta incertidumbre permeó a todas las instituciones estatales, vulnerables a la influencia del crimen organizado y al narcotráfico, que se afincó en casi todos los países borrando los límites entre producción y consumo. Un 60% de los municipios mexicanos está infiltrado y en las elecciones legislativas de julio, 16 candidatos a diputado estaban coludidos con el narcotráfico, mientras en Dominicana 60 nominados a legislador estaban manchados.
A juzgar por el espíritu de Cambalache, no estamos mejor que en el 506 ni el 2000. Hoy, por el aumento de corrupción, impunidad, hambre, pobreza, consumo de drogas (despenalización de la marihuana), pornografía infantil, divorcios y casamientos del mismo sexo… pareciera que “vivimos revolcaos en un merengue, y en el mismo lodo todos manoseaos”.
miércoles, 30 de diciembre de 2009
Aciertos y pecados en el periodismo
Comparto con ustedes una parte de una entrevista que me hizo hace un par de años atrás Childerico Cevallos, editor en jefe de El Diario, de Ecuador, que la compartió hoy conmigo mientras nos saludábamos y deseábamos lo mejor para este 2010.
El Diario.- ¿Qué piensa sobre el periodismo en Latinoamérica?.
Ricardo Trotti.- Creo que hay grandes aciertos y pecados. Entre los aciertos: que se está formando un periodismo cada vez más combativo buscando una mayor profesionalización; que la misma profesión está tratando de reivindicarse cada día con temas de investigación como, por ejemplo, para detener la corrupción, uno de los factores más negativos en Latinoamérica.
En cuanto a los pecados también hay muchos. Hay vicios en las denuncias periodísticas basadas en informes, boletines informativos que son propaganda y relaciones públicas de las instituciones interesadas.
ED.- ¿Se requiere mayor capacitación para lograr eficiencia periodística?
RT.- Permanentemente. La independencia, la objetividad, el balance informativo, la utilización de mayor cantidad de fuentes - que en una historia periodística es parte de la habilidad para una nota de mejor calidad-, son factores importantes para que el lector pueda apreciar mejor la noticia.
El entrenamiento es una de las mayores obligaciones morales del periodista. Entrenarse no es otra cosa que acercarse más a la verdad, significa más credibilidad.
ED.- ¿Deben ejercer el periodismo solo quienes han sido preparados académicamente?
RT.- Creo que el estudio de la disciplina del periodismo ayuda muchísimo, pero no lo es todo; aunque la profesión tiene que nutrirse cada vez más de personas mejores entrenadas.
ED.- ¿Continúa la SIP impugnando la colegiación obligatoria?
RT.- La SIP respeta la colegiación del periodista pero no la afiliación obligatoria. La SIP considera que el entrenamiento, la colegiación y la universidad son importantes, deben ser actos voluntarios.
ED.- Pero lo que se hace es defender al periodista, al igual que en otras profesiones
RT.- No, porque hay ciertos conceptos de libertad de expresión que radican en un derecho humano fundamental que es precisamente la libertad de opinar, ratificada en pactos internacionales. En ellos se expresa que el derecho fundamental a recibir, buscar y transmitir información le pertenece a toda persona desde que nace, un derecho totalmente ajeno a la imposición que puede ejercer un estado.
ED.- ¿Cómo ve el futuro de los medios impresos?
RT.- Hace un tiempo se dijo que la televisión, primero, y luego el Internet, amenazaban la existencia de los diarios; pero, en realidad, todos los medios que han aparecido posterior a los periódicos lo único que han hecho es servir de instrumento dentro de los medios para poder diversificarse. El Internet ha servido a los diarios como otro instrumento de comunicación.
ED.- ¿Hay diferencias en la práctica del periodismo en EE.UU. y en Latinoamérica?
RT.- En los EE.UU. hay más autodisciplina, más autoeducación, mucha más mística sobre la profesión. Son más de 200 años de guerra democrática, donde el tema de la libertad de expresión y la libertad de prensa son cláusulas que están más o menos engarzadas en este país. En Latinoamérica no hemos tenido ese bagaje cultural sobre la libertad, siempre hemos estado extrapolando por décadas y décadas y no hemos tenido una figura trascendente como una Primera Enmienda.
El Diario.- ¿Qué piensa sobre el periodismo en Latinoamérica?.
Ricardo Trotti.- Creo que hay grandes aciertos y pecados. Entre los aciertos: que se está formando un periodismo cada vez más combativo buscando una mayor profesionalización; que la misma profesión está tratando de reivindicarse cada día con temas de investigación como, por ejemplo, para detener la corrupción, uno de los factores más negativos en Latinoamérica.
En cuanto a los pecados también hay muchos. Hay vicios en las denuncias periodísticas basadas en informes, boletines informativos que son propaganda y relaciones públicas de las instituciones interesadas.
ED.- ¿Se requiere mayor capacitación para lograr eficiencia periodística?
RT.- Permanentemente. La independencia, la objetividad, el balance informativo, la utilización de mayor cantidad de fuentes - que en una historia periodística es parte de la habilidad para una nota de mejor calidad-, son factores importantes para que el lector pueda apreciar mejor la noticia.
El entrenamiento es una de las mayores obligaciones morales del periodista. Entrenarse no es otra cosa que acercarse más a la verdad, significa más credibilidad.
ED.- ¿Deben ejercer el periodismo solo quienes han sido preparados académicamente?
RT.- Creo que el estudio de la disciplina del periodismo ayuda muchísimo, pero no lo es todo; aunque la profesión tiene que nutrirse cada vez más de personas mejores entrenadas.
ED.- ¿Continúa la SIP impugnando la colegiación obligatoria?
RT.- La SIP respeta la colegiación del periodista pero no la afiliación obligatoria. La SIP considera que el entrenamiento, la colegiación y la universidad son importantes, deben ser actos voluntarios.
ED.- Pero lo que se hace es defender al periodista, al igual que en otras profesiones
RT.- No, porque hay ciertos conceptos de libertad de expresión que radican en un derecho humano fundamental que es precisamente la libertad de opinar, ratificada en pactos internacionales. En ellos se expresa que el derecho fundamental a recibir, buscar y transmitir información le pertenece a toda persona desde que nace, un derecho totalmente ajeno a la imposición que puede ejercer un estado.
ED.- ¿Cómo ve el futuro de los medios impresos?
RT.- Hace un tiempo se dijo que la televisión, primero, y luego el Internet, amenazaban la existencia de los diarios; pero, en realidad, todos los medios que han aparecido posterior a los periódicos lo único que han hecho es servir de instrumento dentro de los medios para poder diversificarse. El Internet ha servido a los diarios como otro instrumento de comunicación.
ED.- ¿Hay diferencias en la práctica del periodismo en EE.UU. y en Latinoamérica?
RT.- En los EE.UU. hay más autodisciplina, más autoeducación, mucha más mística sobre la profesión. Son más de 200 años de guerra democrática, donde el tema de la libertad de expresión y la libertad de prensa son cláusulas que están más o menos engarzadas en este país. En Latinoamérica no hemos tenido ese bagaje cultural sobre la libertad, siempre hemos estado extrapolando por décadas y décadas y no hemos tenido una figura trascendente como una Primera Enmienda.
martes, 29 de diciembre de 2009
Cobrando por las noticias
La gratuidad de los contenidos es una ecuación que nunca cerró al negocio de los medios de comunicación, especialmente a los escritos.
El periodismo es un negocio costoso, especialmente cuando es de calidad; cuando partes de las salas de Redacción están abocadas al periodismo de investigación, un género lento, meticuloso y que muchas veces solo hace ganar reputación y premios, pero no dinero.
Algunos diarios estadounidenses, como el The Wall Street Journal, máxima autoridad mundial en el periodismo especializado, se ha dado el “lujo” de cobrar y seguir cobrando su contenido; es que todos saben que este periódico llena las zonas grises en el mundo de los negocios. En América Latina uno de los ejemplos de cobro de contenido virtual es el diario mexicano Reforma.
En ambos lados del continente, norte y sur, varios medios tratan de imitarlos o buscan fórmulas menos complicadas, ya que cobrar un contenido que siempre se ofreció gratuito puede producir rechazo de los lectores, y ese abandono puede incluso agravar una condición inestable, yendo en detrimento directo de la todavía escasa y esquiva publicidad on-line, donde la competencia es feroz y los precios diminutos.
The Miami Herald está probando una estrategia diferente y novedosa que ha despertado cierta burla entre los principales diarios de Estados Unidos. Muchos medios observadores tratan de hacerse los escépticos, pero de reojo miran si la fórmula generará algún resultado, para poderla imitar de inmediato.
Debajo de cada noticia on-line, el diario coloca una frase “Support ongoing news coverage on MiamiHerald.com” (Apoye la continua cobertura de noticias en MiamiHerald.com) donde los usuarios pueden cliquear y dejar una donación voluntaria de dinero a través de una tarjeta de crédito.
Una fórmula simple que el pasado domingo 20 de diciembre, en su columna habitual, el director editorial del periódico, Anders Gyllenhaal, trató de justificar. Dijo que los primeros días del experimento tuvieron éxito ya que varios lectores donaron cifras entre centavos y decenas de dólares en apoyo a un par de notas.
Tal vez la fórmula no sea la más tradicional y pueda despertar críticas por ser muy oportunista, pero es también una buena forma de medir los gustos del público y si está dispuesto a pagar por un periodismo de calidad y responsable ante su comunidad. En realidad al lector no se le pide una donación por una nota especial, sino un apoyo general que incentiva al diario a seguir adelante, ante una comunidad que está consciente de la necesidad de tener un periodismo investigativo, fiscalizador y que obliga a la función pública a rendir cuentas.
Los periódicos estadounidenses están conscientes que la independencia (y la apariencia de ella) es el valor más preciado que tiene la labor periodística frente a la democracia, y por ello, a través de la Asociación Nacional de Diarios (NAA, siglas en inglés) rechazaron los paquetes de ayuda económica gubernamental que los medios de comunicación europeos le aceptaron a sus propios gobiernos.
Una fórmula más difícil, pero más saludable y cómoda de acuerdo a estándares y valores periodísticos.
El periodismo es un negocio costoso, especialmente cuando es de calidad; cuando partes de las salas de Redacción están abocadas al periodismo de investigación, un género lento, meticuloso y que muchas veces solo hace ganar reputación y premios, pero no dinero.
Algunos diarios estadounidenses, como el The Wall Street Journal, máxima autoridad mundial en el periodismo especializado, se ha dado el “lujo” de cobrar y seguir cobrando su contenido; es que todos saben que este periódico llena las zonas grises en el mundo de los negocios. En América Latina uno de los ejemplos de cobro de contenido virtual es el diario mexicano Reforma.
En ambos lados del continente, norte y sur, varios medios tratan de imitarlos o buscan fórmulas menos complicadas, ya que cobrar un contenido que siempre se ofreció gratuito puede producir rechazo de los lectores, y ese abandono puede incluso agravar una condición inestable, yendo en detrimento directo de la todavía escasa y esquiva publicidad on-line, donde la competencia es feroz y los precios diminutos.
The Miami Herald está probando una estrategia diferente y novedosa que ha despertado cierta burla entre los principales diarios de Estados Unidos. Muchos medios observadores tratan de hacerse los escépticos, pero de reojo miran si la fórmula generará algún resultado, para poderla imitar de inmediato.
Debajo de cada noticia on-line, el diario coloca una frase “Support ongoing news coverage on MiamiHerald.com” (Apoye la continua cobertura de noticias en MiamiHerald.com) donde los usuarios pueden cliquear y dejar una donación voluntaria de dinero a través de una tarjeta de crédito.
Una fórmula simple que el pasado domingo 20 de diciembre, en su columna habitual, el director editorial del periódico, Anders Gyllenhaal, trató de justificar. Dijo que los primeros días del experimento tuvieron éxito ya que varios lectores donaron cifras entre centavos y decenas de dólares en apoyo a un par de notas.
Tal vez la fórmula no sea la más tradicional y pueda despertar críticas por ser muy oportunista, pero es también una buena forma de medir los gustos del público y si está dispuesto a pagar por un periodismo de calidad y responsable ante su comunidad. En realidad al lector no se le pide una donación por una nota especial, sino un apoyo general que incentiva al diario a seguir adelante, ante una comunidad que está consciente de la necesidad de tener un periodismo investigativo, fiscalizador y que obliga a la función pública a rendir cuentas.
Los periódicos estadounidenses están conscientes que la independencia (y la apariencia de ella) es el valor más preciado que tiene la labor periodística frente a la democracia, y por ello, a través de la Asociación Nacional de Diarios (NAA, siglas en inglés) rechazaron los paquetes de ayuda económica gubernamental que los medios de comunicación europeos le aceptaron a sus propios gobiernos.
Una fórmula más difícil, pero más saludable y cómoda de acuerdo a estándares y valores periodísticos.
lunes, 28 de diciembre de 2009
Pésimo año para la prensa
Este 2009 ha sido uno de los años peores en materia de libertad de prensa. Sólo en nuestro continente americano 22 periodistas fueron asesinados, la mayoría de ellos en México, mientras que 27 periodistas permanecen en las cárceles cubanas, según un recuento que hizo la Sociedad Interamericana de Prensa para este fin de año.
Los periodistas y medios de comunicación debieron enfrentar problemas en forma cotidiana y en todos los países, destacándose México por su violencia; Argentina por los ataques contra los periodistas desde el gobierno, que además patrocinó la Ley de Servicios Audiovisuales; Bolivia por el sarcasmo y los ataques que utilizó el presidente Evo Morales contra los periodistas; Ecuador por la Ley de Comunicación que auspicia el gobierno para poder controlar los contenidos; Venezuela por la persecución del presidente Hugo Chávez contra Globovisión y otros medios; Nicaragua por el nepotismo del presidente Daniel Ortega quien se ha quedado con medios de comunicación para su familia; Cuba por seguir limitando al pueblo su acceso a la internet y perseguir a blogueros; Colombia por espiar a periodistas; Honduras por castigar a los medios con tendencia editorial a favor de Manuel Zelaya.
Más allá de los ataques contra los medios y periodistas propiciados por los gobiernos, el crimen organizado ha sido la fuente de mayor violencia contra los comunicadores.
Pero no solo los periodistas que trabajan en los medios ven obstaculizada su labor. De acuerdo con el Comité de Protección de Periodistas, los comunicadores freelance o independientes representan el 45% del total de 136 periodistas, editores y fotoperiodistas que están actualmente encarcelados en el mundo.
El informe del CPJ señala que China sigue siendo el país con más periodistas encarcelados en el mundo, seguida por Irán, Cuba, Eritrea y Myanmar. El reporte indica que la cifra está en aumento porque el internet ha permitido a periodistas individuales publicar información por su cuenta, mientras que la crisis económica ha hecho que varios medios de comunicaciones tradicionales, debido a la crisis, contratan a periodistas independientes para cubrir noticias internacionales.
Por los menos 68 blogueros y editores digitales están detenidos, constituyendo la mitad del total de periodistas presos. Por su parte, la prensa escrita con 51 periodistas y fotógrafos es la segunda categoría con mayor cantidad de casos.
Los periodistas y medios de comunicación debieron enfrentar problemas en forma cotidiana y en todos los países, destacándose México por su violencia; Argentina por los ataques contra los periodistas desde el gobierno, que además patrocinó la Ley de Servicios Audiovisuales; Bolivia por el sarcasmo y los ataques que utilizó el presidente Evo Morales contra los periodistas; Ecuador por la Ley de Comunicación que auspicia el gobierno para poder controlar los contenidos; Venezuela por la persecución del presidente Hugo Chávez contra Globovisión y otros medios; Nicaragua por el nepotismo del presidente Daniel Ortega quien se ha quedado con medios de comunicación para su familia; Cuba por seguir limitando al pueblo su acceso a la internet y perseguir a blogueros; Colombia por espiar a periodistas; Honduras por castigar a los medios con tendencia editorial a favor de Manuel Zelaya.
Más allá de los ataques contra los medios y periodistas propiciados por los gobiernos, el crimen organizado ha sido la fuente de mayor violencia contra los comunicadores.
Pero no solo los periodistas que trabajan en los medios ven obstaculizada su labor. De acuerdo con el Comité de Protección de Periodistas, los comunicadores freelance o independientes representan el 45% del total de 136 periodistas, editores y fotoperiodistas que están actualmente encarcelados en el mundo.
El informe del CPJ señala que China sigue siendo el país con más periodistas encarcelados en el mundo, seguida por Irán, Cuba, Eritrea y Myanmar. El reporte indica que la cifra está en aumento porque el internet ha permitido a periodistas individuales publicar información por su cuenta, mientras que la crisis económica ha hecho que varios medios de comunicaciones tradicionales, debido a la crisis, contratan a periodistas independientes para cubrir noticias internacionales.
Por los menos 68 blogueros y editores digitales están detenidos, constituyendo la mitad del total de periodistas presos. Por su parte, la prensa escrita con 51 periodistas y fotógrafos es la segunda categoría con mayor cantidad de casos.
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