sábado, 20 de febrero de 2010

Revista Cambio y la responsabilidad

Toda empresa periodística tiene el derecho a hacer y deshacer respecto a su línea editorial y a definir la empresa de los medios de comunicación que posea. Esa libertad de empresa es parte importante de la libertad de prensa. Nadie debe ni puede estar obligado a hacer nada que vaya en contra de sus principios o decisiones.
Pero es también cierto, que muchas decisiones deben ser contempladas desde el punto de vista de la ética periodística, la cual implica que una empresa de medios tiene responsabilidades mayores que una empresa privada dedicada a tareas comerciales. El periodismo tiene una mayor responsabilidad social debido a su impacto en la comunidad, por lo que una decisión debe sopesar este “peso social” y, al menos, debe hacer sus decisiones con trasparencia.
Este es lo que le faltó a la editorial española Planeta dueña del influyente diario El Tiempo de Bogotá que decidió el 3 de febrero, sorpresivamente, y si aviso y sin explicaciones cerrar la importante revista Cambio en Colombia. Una decisión amarga para muchos periodistas, pero también para una sociedad que en los próximos meses se la verá de lleno con una elección presidencial y en la que un medio de comunicación juega un papel importante para la vida democrática de un país.
Planeta dijo que cerró la revista por problemas económicos ya que las revistas sobre políticas están decayendo en todo el mundo. Seguramente el argumento puede ser muy sólido de parte de Planeta, nadie le podría pedir que pierda dinero, pero tampoco se le puede dejar de recriminar que cierre un medio justo en un momento tan importante o que no haya probado al menos traspasar su propiedad a otra firma.
El derecho legítimo de Planeta es hacer dinero, pero ese éxito cuantitativo tiene en el periodismo una responsabilidad, la que implica que se hacen necesarios algunos sacrificios y riesgos económicos en pos de la democracia y el bien común. Claro que esto no se le puede pedir a medios chicos ni medianos, pero sí es una responsabilidad mucho mayor para empresas grandes, como Plantea, cuya diversidad y pluralidad en la propiedad de medios le permitiría hacer un equilibrio entre sus medios que le permiten ganar mucho dinero y aquellos que son males necesarios, como podrían haber pintado a la revista Cambio.
Más aún, sabiendo que la revista no tuvo pérdidas el año pasado, sino menos ganancias, y que empezará a circular mensualmente en vez de por semana y que no continuará su actual director, Rodrigo Pardo, ni su editora general, María Elvira Samper, el cierre de Cambio se hace un poco más sospechoso, más allá de los derechos que tiene Plantea de hacer lo que quiera.

Malvinas, pero sin Chávez por favor

El gobierno de Cristina de Kirchner se acordó de las islas Malvinas y comenzó nuevamente a reclamar su derecho soberano, después de que los ingleses empezaran de nuevo su derrotero con sacar ventaja petrolífera de la zona en disputa.
Hace muy bien el gobierno argentino en volver a reclamar ante la ONU y en los foros internacionales, como la reunión del Grupo de Río la próxima semana – aunque da risa que advierta que no tiene intenciones bélicas para reconquistar las islas – aunque en una especie de “galtierismo”, se pueda apreciar que las Malvinas en este momento sirven para cohesionar el pensamiento nacionalista y neutralizar así las divisiones internas.
Lo que resulta un flaco favor a las aspiraciones argentinas es que el boquiabierto de Chávez se sume al reclamo, un presidente que está totalmente desprestigiado a nivel internacional y que su imagen, pero sobre todo su palabra, valen menos que un centavo. Preferible sería que el reclamo pudiera venir de algún líder creíble de la región o de sectores populares, opiniones que podrían convergir desde encuestas y sondeos no solo de argentinos sino de los ciudadanos latinoamericanos.

Un Tigre liberado

Tiger Wood dijo lo que muchos patrocinadores y público en general querían escuchar, una disculpa pública por sus amoríos que destruyeron su matrimonio. Aunque muchos no creían que este era un problema grave, sino simplemente un asunto privado en lo que la prensa metió sus narices, Tiger sí tenía responsabilidades basadas en la imagen pública que había creado, la que obviamente viene atada a ciertas obligaciones.
No es tan comprometedor su conducta con su amante o sus amantes, sino más bien la mentira que ha vivido y hecho a vivir a su familia tras haber conformado una imagen pública que servía para influir a los demás. Desde el punto de vista comercial, su imagen ha perdido en credibilidad, por lo que sus patrocinadores tienen el derecho de retirar sus dineros de donde se crea que pudieran ser más perjudicados que beneficiados, al tener un potencial destructivo para su marca.
Simplemente el contrato de confianza y credibilidad con sus patrocinadores se rompió.
Ahora bien, Tiger hizo tanto por el golf - en imagen como en convertir en popular a un deporte elitista, así como en aumentar el negocio comercial de la PGA e incentivar el deporte en los niños y jóvenes – que es necesario que vuelva a las canchas y no olvidarse de sus destrezas.
Tiger se debería sentir liberado con esta disculpa pública y permitirnos a todos seguir gozando de su arte.

Mujica: decir o hacer

El presidente electo de Uruguay, José Mujica, se metió en un brete. Para su fiesta de asunción aceptó la donación de 10 empresas privadas que aportaron cada una 10.000 dólares para pagar los gastos de la ceremonia de asunción.
Hasta aquí todo bien. Nada legal ni constitucional implica que esto no se pueda hacer o que sea un delito. Sin embargo, en el plano ético, se trata de un conflicto de interés, no tanto por el hecho de que el gobierno estaría adquiriendo compromisos con empresas privadas a las que debería devolverle los favores en su momento, sino porque representa un hecho contra la naturaleza misma de su pensamiento como ex guerrillero y quien hasta hace poco le estuvo pidiendo austeridad a sus futuros funcionarios y diputados de su partido, el Frente Amplio, a quien les pidió no viajar para no gastar.
Todos reconocen su vocación austera – donará el 80 por ciento de su sueldo para la construcción de viviendas populares – y ella debería estar acompañada no tan solo por lo que dice y cómo lo dice, sino por las cosas que hace y cómo las hace

viernes, 19 de febrero de 2010

La verdadera revolución

Muchos gobiernos se autoproclaman revolucionarios, pero son solo improvisaciones ideológicas perecederas atadas a la vida política de su líder. Ni el socialismo de Fidel Castro ni el chavismo venezolano o la corriente ciudadana de Rafael Correa, tienen los atributos de las verdaderas revoluciones: transformación y liberación de los pueblos en beneficio de la humanidad.

La verdadera revolución de la que hoy todos somos protagonistas es la irrupción de las nuevas tecnologías de la comunicación, lo que no pertenece a gobierno alguno, sino al sector privado que puede desarrollarlas. Esta descomunal fuerza transformadora demuestra una vez más que cuando el hombre vive en un clima de libertad, potencia su capacidad del conocimiento, innovación y creatividad.

Google anunció esta semana que ofrecerá pronto una banda ancha para acceder al internet cien veces más veloz que la mejor conexión actual en EEUU, lo cual prevé incuantificables beneficios en todos los órdenes - social, cultural, político, económico - características que, en perspectiva, podrán compararse en el futuro a los cambios profundos que la humanidad experimentó con la revolución humanista del Renacimiento, la evolución de los derechos humanos con la Revolución Francesa y el desarrollo económico tras la Revolución Industrial.

Digno de destacar tras el anuncio fue la actitud del gobierno estadounidense de felicitar a Google. La Comisión Federal de Comunicaciones aseguró que incluirá la iniciativa en el Plan Nacional de Banda Ancha, para estimular al sector privado a seguir contribuyendo con iniciativas similares, que generen inversiones, empleos y competitividad, bujías necesarias para la reactivación económica.

Contraria es la actitud que asumen aquellos gobiernos que se autodenominan revolucionarios, oponiéndose siempre a la libertad y a la información. Chávez es el caso característico; cada día arremete más contra esas dos virtudes. Hace unos días, bajo la excusa de remediar una crisis energética, trajo de Cuba al mago de la censura, Ramiro Valdés, ministro de Informática y Comunicación, para diseñar una estrategia de represión y filtrado del internet tan efectiva como la cubana.

Las señales son evidentes. Llama “terrorista” al microblogging Twitter que los universitarios usan para organizar protestas y despotricar, pide su regulación porque representa una fuerza “desestabilizadora” que no puede dominar, y tiene en Valdés a un asesor calificado para reformar la ley de Ciencia y Tecnología. Valdés sabe mucho de esto. Fue quien al poco tiempo de asumir su ministerio en el 2006, pregonó que “el potro salvaje” de las nuevas tecnologías y el internet “debe ser dominado”, por ser “uno de los peores mecanismos de exterminio global que se hayan inventado”.

La arremetida chavista no será directa. Vendrá en forma de regulaciones que aparentarán ser inocuas como el “horario de protección al menor” de la Ley de Responsabilidad Social del 2004 que regula a la radio y la televisión. Acabamos de observar cómo esa legislación sirvió de instrumento para cerrar medios de comunicación, como RCTV, media docena de canales y decenas de radio.
La estrategia no es creativa ni única. Muchos gobiernos escudan sus propósitos opresores justificando combatir la delincuencia. En la Cumbre Mundial de la Sociedad de la Información del 2005, cuyo objetivo era discutir sobre la gobernabilidad del internet y achicar la brecha digital entre los países, se pudo ver a los verdaderos jugadores. No es casualidad que quienes en aquel foro pedían un régimen regulatorio con el que se “administre” mejor el internet para “librarlo de la delincuencia”, son hoy los gobiernos que más censuran las nuevas tecnologías: Cuba, China, Irán y Vietnam, entre otros. Valdés buscará que Venezuela sea parte de esta elite.
Por suerte, la posición cuerda que prevaleció en aquella Cumbre fue que la libertad debe reinar en el ciberespacio. Se argumentó que los diferentes delitos y crímenes que comete el hombre - pedofilia, fraude, terrorismo, incitación a la violencia u odio - no son propios de las nuevas tecnologías, sino cometidos a través de ellas, por lo que deben aplicarse las regulaciones existentes para castigar al delincuente, y no crear leyes especiales que sancionen al medio utilizado.
Esta verdadera revolución tecnológica-comunicativa que no solo presenciamos sino que protagonizamos, no podría manifestarse plenamente sin la debida libertad. De ahí tanta preocupación en la bancada de los gobiernos autoritarios y totalitarios.

jueves, 18 de febrero de 2010

Ayuno y penitencia

Acabo de llegar a Tegucigalpa donde este jueves tendremos una actividad importante con jóvenes universitarios para debatir sobre temas de libertad de prensa, foro en el que el presidente Porfirio Lobo firmará la Declaración de Chapultepec, y me encontré con una agradable sorpresa este Miércoles de ceniza, después que en el avión desde México venía leyendo sobre la firmeza del Papa Benedicto XVI de reclamar que se aplique la justicia ordinaria contra los curas irlandeses pederastas y mucha penitencia.

La sorpresa agradable fue que al llegar a Tegucigalpa leí en sitio de internet de El Heraldo, que el cardenal hondureño, Óscar Rodríguez, pidió algo a tono con los tiempos modernos: solicitó a “los adictos a la red” a que se propongan un "ayuno de internet" durante la Cuaresma y destinen ese tiempo a la oración.

"Un ayuno de Internet, ¿por qué no?", preguntó el cardenal. "Hay personas que ya son adictas al Internet, (que) durante la Cuaresma (deberían decir:) 'voy a hacer una hora menos de Internet y una hora más de oración'", apuntó Rodríguez, según El Heraldo.

El prelado pidió también ayuno de "malas palabras", de odio, venganza, rencor y otros sentimientos negativos.

Por otro lado, fue muy grata la noticia del papa Benedicto XVI, quien está apretando las clavijas a los curas y obispos irlandeses que por largos años han encubierto miles de casos de abuso de menores.

Este "crimen atroz" como le definió el Papa, es tal vez la cruz más grande y pesada que deba cargar la Iglesia, y temo que serán pecados que seguirán repitiéndose en el futuro, a no ser que se reformen dos cosas importantes: eliminar el celibato y la prohibición para que se ordenen las mujeres como sacerdotes.

Creo que si la Iglesia permitiera que se ordenen aquellas personas que también puedan tener vocación de familia, casarse, tener hijos y al mismo tiempo dedicarse a impartir los Sacramentos, así como a las mujeres ejercer como sacerdotes, se reduciría en gran medida este problema de la pederastia.

miércoles, 17 de febrero de 2010

México y sus violentos contrastes

México es un país de contrastes. Hermoso, multicultural, hospitalario. Pero al mismo tiempo escabroso, temible y violento.
El país está en un pozo y parece que se hunde cada vez más. El gobierno nacional hace lo que más puede, pero resulta poco frente al crimen organizado que cada día gana más geografía y en métodos de violencia que publicita mediante secuestros, cuerpos decapitados arrojados por doquier, asesinatos de policías, periodistas o jovencitos en fiestas de 15. Su objetivo es implacable: mantener una sociedad aterrorizada, agazapada y manipulable en la que la impunidad es el mejor escudo para delinquir con tranquilidad.
Es difícil ser honesto en México. El crimen organizado tiene tentáculos enormes y cada vez más largos. Muchos policías y jueces encargados de la seguridad que todo el mundo quiere, han sido tentados por el crimen organizado, siendo más fácil y seguro ser corrupto que víctima.
Algo parecido le sucede a los periodistas. Hoy, en una visita al estado de Durango, en un foro que organizamos con la SIP con 25 editores de periódicos del interior del país, discutimos los problemas de la violencia. En una rica discusión relataron los problemas habituales del periodismo que ha perdido su capacidad de jerarquizar las noticias sobre sucesos, porque estas ahora se ponen – si es que se ponen – en lugares que puedan pasar más desapercibidas o que no causen represalias inmediatas y violentas del crimen organizado o de grupos de delincuentes antagónicos, que atacan a los periódicos porque se despliega mejor la información de sus contrincantes.
La inacción de las autoridades para combatir la violencia y la impunidad en general, ha creado un clima general de autocensura, donde los periodistas optan callar sus denuncias por temor a sufrir levantones, torturas o ser víctimas de asesinatos.
Los periodistas también hablaron de la autorregulación y la responsabilidad de publicar sin autocensura, pero muchos advirtieron que criticar o satanizar a un grupo de narcotraficantes es un acto suicida.

lunes, 15 de febrero de 2010

Sin poder de prensa en México

Estoy en México con una delegación internacional de la SIP. Visitamos esta mañana al Secretario de Gobernación (ministro del Interior) y al Procurador General de los Derechos Humanos (Ministerio Público) y nos dieron la noticia que veníamos reclamando desde hace años, que se reformó una fiscalía especial que investiga crímenes contra periodistas que de ahora en adelante tendrá mayores funciones como fiscalía en vez de ser una simple oficina de recopilación de datos y estadísticas sobre violencia contra periodistas.
Veníamos reclamando por esta medida de reorganización prácticamente desde que el ex presidente Vicente Fox creó esta fiscalía en febrero de 2006. ¡Sin suerte! Pero ahora, con el anuncio de nuestra visita, no hay dudas que Fernando Gómez Mont, reaccionó, y ¡voilá!, se hizo la luz.
No es la primera vez que en misiones de la SIP suceden estas cosas, es decir que nos hacen anuncios sobre cuestiones que estaban en la “cajonera”. Recuerdo que un día antes de llegar a Colombia donde estábamos yendo para reclamar la impunidad en el crimen del Guillermo Cano, apresaron a Luis Yepes, uno de los asesinos que desde muchos años se pavoneaba impune por los restaurantes de Bogotá. En otra oportunidad, tras nuestro reclamo del crimen impune en Guatemala, el día antes de nuestra visita se armó una fiscalía especial para la investigación de ese asesinato.
Esto demuestra que cuando la prensa unida – en este caso de nivel internacional – trabaja bajo un mismo objetivo, suelen alcanzarse los logros. Creo que los medios mexicanos pudieran tener mucha más fuerza para conseguir cosas como éstas a favor de los intereses de la libertad de prensa y de expresión de toda la sociedad si tuvieran una agenda única, consistente y coherente.
Lamentablemente, la competencia y las desavenencias históricas, sumadas a que no existe una asociación nacional de prensa fuerte que aglutine a los medios, hacen que sus pedidos sean débiles o no escuchados.

domingo, 14 de febrero de 2010

Piñera contradictorio

Lo mejor que le podría haber pasado a Chile es elegir un presidente de derecha como Sebastián Piñera, quien no desarmará todo lo bueno que vino haciendo la Concertación desde que gobernó ininterrumpidamente tras la dictadura de Augusto Pinochet.

Chile es el único país del continente en que sus gobernantes tienen sentido de estadista y continuidad. Piensan en el futuro lejano administrando bien el presente. La propuesta de Piñera de pasar de ser un país subdesarrollado a desarrollado en ocho años – subir de 14.000 dólares a 24.000 el ingreso per cápita - es prueba clara de que hay objetivos trascendentales planteados, más allá de los electoreros a los que nos tienen acostumbrados nuestros políticos en otros países.

Importante es también que siga opinando y criticando a los gobiernos de Cuba y Venezuela que no respetan nada de lo que implica una democracia, aunque seguramente recibirá réplicas de esos gobiernos por injerencista, a pesar de que son los que más opinan y se meten en asuntos internos de otros países.

En ese sentido democrático y tras afirmar que la OEA debe utilizar su Carta Democrática Interamericana como un instrumento válido para sostener este sistema en Latinoamérica, Piñera suena contradictorio cuando respalda la reelección de José Miguel Insulza. El secretario ejecutivo ha jugado un papel muy liviano y poco objetivo para impulsar la democracia en todos los países, habiéndose prestado a los designios de Hugo Chávez para atraer a Cuba al organismo y no haciendo absolutamente nada para criticar (por lo menos) la ausencia de estándares democráticos en Venezuela.

Insulza no debiera seguir en la OEA. El respaldo de Piñera es un mal paso.