sábado, 28 de julio de 2018

Sin Periodismo, hay consecuencias


Sin contenido de buena calidad, los medios de comunicación y el Periodismo van camino al suicidio. Y sin Periodismo las consecuencias son letales para la sociedad y la democracia.

Arribé a esta conclusión en la conferencia SIPConnect que celebramos esta semana en Miami. Unos 180 representantes de medios de 25 países debatimos durante tres días sobre la transformación de los medios en la complicada era digital. El modelo de negocios tradicional del Periodismo, basado en la publicidad y penetración en el mercado con productos masivos a un público general, está en vías de extinción.
La publicidad ahora es escasa y la penetración insignificante. Ya no importa el rating, tampoco los likes, sino cuán comprometida queda una audiencia, segmentada por género, edad, gustos, etc…, como para compartir información, consumir publicidad personalizada y estar dispuesta a pagar por ese contenido a través de suscripciones digitales.

Google, Facebook y otras plataformas digitales evolucionan mes a mes con nuevos criterios, formas e incentivos para distribuir contenidos. A los medios les resulta casi imposible mantener ese ritmo vertiginoso de cambio. Pero tienen que intentarlo porque la tendencia es irreversible. El público consume cada vez menos información en los soportes tradicionales, papel, televisión y radio. Prefiere contenidos audiovisuales y consumirlos en teléfonos y otros dispositivos móviles. Quiere, además, que esos contenidos les resulten útiles y poder compartirlos.

En este nuevo contexto no hay otra opción para los medios que enfocarse en crear contenidos de calidad. Sin estos no será fácil intentar nuevos modelos de negocios por más alucinantes que sean. Sin calidad ya no habrá Periodismo sustentable. Alex Villoch, la presidenta del Miami Herald Media Company lo dijo sin tapujos. La transformación (digital) de su compañía se basó en una premisa periodística de la que ahora están imbuidos todos los periodistas. La calidad de los contenidos prevalece sobre la cantidad. Se cambió el mantra de la primera época digital cuando se creía que la gente necesitaba mucha información y a toda hora. En esta época hiper informativa, el público es más selectivo, quiere contenidos diferenciados, únicos y con valor agregado.

También coincidió Carla Zanoni del Wall Street Journal, diario en cuya redacción hay ingenieros de datos además de periodistas. Ayudan a medir los distintos públicos, sus preferencias informativas, a qué hora del día y por qué medios prefieren consumir, lo que contribuye a crear información personalizada y relevante. Luis de Uriarte de Facebook dijo que el reto del Periodismo en las redes sociales no es dar información sino historias que generen conversación y que la gente quiera compartirlas. Facebook cambió su algoritmo para privilegiar la calidad de los contenidos en demérito de la cantidad.

El movimiento por la calidad viene a colación de una encuesta sobre Confianza, Medios y Democracia de Gallup y la Fundación Knight. Estableció que el público considera que la proliferación de la mayoría de fuentes de noticias en línea no adhiere a los estándares básicos de precisión y rigurosidad periodística, lo que dificulta determinar qué es verdadero e importante. El público quiere calidad.

El problema es que sin calidad no hay fortaleza económica para el Periodismo y las consecuencias pueden ser graves, en especial cuando no se generan contenidos incisivos e incómodos ni se crea conversación relevante.

Un estudio reciente de las universidades estadounidenses de Illinois y de Notre Dame midió los efectos negativos que tiene el cierre de un periódico en una comunidad. Encontró datos importantes. Sin medios o periodistas la investigación comparativa entre varias ciudades demostró que empeoraron las finanzas municipales, aumentó la corrupción, los funcionarios incrementaron sus sueldos y subieron los impuestos.
Basta mirar a Venezuela, Cuba y Nicaragua o a cualquiera de las dictaduras que le precedieron en el mundo para llegar a la misma conclusión. Lo primero que hicieron esos regímenes para gobernar a sus anchas fue perseguir y encarcelar periodistas, silenciar y cerrar medios de comunicación. Sin Periodismo, la sociedad democrática está a la deriva. trottiart@gmail.com