El presidente Hugo Chávez nunca fue muy transparente y en estas últimas semanas, tras su pedido de austeridad a la población entera, se empezaron a conocer investigaciones periodísticas y académicas que hablan de la corrupción y el mal ejemplo que él mismo da a sus ciudadanos a la hora del despilfarro
El presidente venezolano critica a todo el mundo, interna y externamente, y se enoja con grandes rabietas descalificadoras a quienes osan criticarlo o desmentir sus bondades y generosidades con dinero ajeno. Conocido siempre por su “generosidad” en la utilización de dineros públicos para entregárselos a gobiernos que deben seguir sus preceptos socialistas, como los de Nicaragua y Bolivia, entre muchísimos otros, hace unas semanas apareció un estudio descalificador, que reveló que Venezuela habría gastado más de 220.000 millones de dólares en inversiones, subsidios y donaciones a 14 países aliados entre 2005 y 2009.
Pero no solo el despilfarro se realiza hacia el exterior. Por más que el presidente Chávez haya hecho un llamado a la ciudadanía y en especial a la administración pública para que se rebajen los salarios y nadie cobre un equivalente a más de 5.000 dólares, lo que decretó a través de una ley del 25 de marzo pasado, se supo en estos días, como lo comenta el periodista Casto Ocando en El Nuevo Herald de Miami, que su llamado a la austeridad contrasta con un lujoso estilo de vida y su abultado presupuesto personal.
El presupuesto del 2009 establece 20 millones de dólares para gastos de su oficina, incluyendo $8.7 millones en viáticos para viajes, que se discriminan de la siguiente manera: 250 mil para trajes; 28 mil para zapatos; 230 mil para productos de tocador; 380 mil para gastos de lavandería y tintorería; 160 mil para libros, 860 para vehículos, 1.9 millones para alimentos y bebidas, 3 millones para "relaciones sociales'', y 3,2 millones para mantener las "residencias presidenciales''.
Ocando explica que “durante la administración chavista, ha florecido una generación de banqueros y empresarios vinculados al gobierno, conocidos como "boligurgueses'', varios de los cuales son famosos por llevar una vida de lujos gracias a fortunas astronómicas que han logrado amasar en breve tiempo”.
Varios medios de comunicación y periodistas vienen denunciando los lujos y los salarios super abultados de muchísimos funcionarios, incluidos los legisladores. Esto le valió ciertas represalias en el Congreso a la periodista Beatriz Adrián, de Globovisión, por haber criticado los gastos de transporte, que ascienden a 42 mil, de la presidenta de la Asamblea Nacional, Cilia Flores.
El análisis sobre los dineros hacia el exterior fue realizado por el Centro de Investigaciones Económicas de Venezuela. Establece que ese desembolso se desprendió de la renta petrolera. El Estado publicitó, a través de anuncios en la prensa, que el gasto al exterior ascendió a 220.573 millones de dólares en los últimos cuatro años, entre inversiones, importaciones del Estado, donaciones y subsidios a naciones como Rusia, Cuba, Bolivia y Argentina.
Estos son algunos otros datos relevantes que arrojó el estudio: En la lista de países receptores, Rusia ocupa el primer lugar con 34.485 millones de dólares en compra de armas y convenios energéticos, seguido de Cuba con 24.721 millones de dólares, que incluyen desde la electrificación de La Habana hasta una factura de 90 mil barriles diarios de petróleo.
De acuerdo con el CIECA, el pago por concepto petrolero es reembolsado con donaciones o trueques con productos alimenticios, como es el caso de Cuba, que ha entregado bombillas eléctricas de bajo consumo y contraprestado servicios médicos a través del programa social Barrio Adentro.
Un mecanismo de ayuda que destaca también en el estudio es la compra de deuda externa a Argentina por 5.000 millones de dólares, la cual ha sido ponderada por la empresa de investigaciones de crédito CMA Datavisión -aludida en el informe- como la "más riesgosa" después de la deuda ucraniana.
También se entregaron hospitales y escuelas a Uruguay y Guatemala, dinero para la adquisición de maquinaria de recolección de basura a Haití y tractores a Honduras.
Se suma otro estudio de la propia estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) correspondiente al tercer trimestre de 2008, de donde se desprende que el país suministra 689.000 barriles diarios a países del Caribe, Centroamérica y Sudamérica, con créditos a 25 años pagaderos al 1% de interés.
sábado, 4 de abril de 2009
viernes, 3 de abril de 2009
Presidentes periodistas
Alérgicos a las críticas, temerosos a dar conferencias de prensa y esquivos a las entrevistas, en los últimos años se viene consolidando un grupo de líderes políticos cuya estrategia es comunicar sin la intermediación de los reporteros. Son los “presi-riodistas”, presidentes devenidos en periodistas.
Suelen repeler y atacar a la prensa, pero al mismo tiempo se desviven por escribir columnas de opinión; hablar hasta por los codos en cadenas nacionales de radio y TV; comunicar sus ideas sólo en actos políticos; y, con dineros públicos, comprar o crear periódicos, radios, televisoras y agencias de noticias para usufructo personal y político, sin que además les tiemble la mano para cerrar o confiscar aquellos medios que les incomodan.
Uno de ellos es el presidente ecuatoriano Rafael Correa. Esta semana acusó a los medios de ser mediocres, corruptos, estar politizados y ganar dinero, como si la rentabilidad fuera un pecado para la empresa privada. En realidad, Correa pintó a su propio gobierno, que desde sus inicios viene conformando una estructura mediática estatal, gracias a la confiscación de diarios y televisoras privados a los que tarda en ofrecer en licitación pública, utilizándolos a su conveniencia política.
Otro enérgico “presi-riodista” es Evo Morales, quien para contrarrestar los efectos “de las mentiras de los medios” e “informar la verdad”, en enero lanzó Cambio, uno de los tres diarios que prometió publicar. Además de crear cientos de radios y televisoras con el aporte de los gobiernos venezolano e iraní, Morales lanzó Cambio con dineros de los contribuyentes, pero lejos de promoverlo como medio público de información, lo transformó en un instrumento de propaganda gubernamental.
El matrimonio Kirchner, a quien se le celebró hace unos meses, como un acto de desmesurada generosidad, el haber otorgado la primera conferencia de prensa después de años frente al gobierno argentino, es sospechado de utilizar testaferros para comprar medios privados y deshacerse de periodistas críticos, como Nelson Castro, o echar a otros del sistema de medios estatales.
Una estrategia similar que ha seguido el “presi-riodista” Daniel Ortega en Nicaragua, quien utilizó su influencia para correr reporteros de canales privados, ganar la propiedad de Canal 4 para su familia y editar El 19, un diario fundado para escrachar a sus adversarios al mejor estilo de aquella prensa chicha manipulada por el régimen Fujimori-Montesinos.
Otros presidentes inician proyectos inocentes, como el paraguayo Fernando Lugo, quien impulsa un Programa de Comunicación para el Desarrollo con la creación de 700 radioemisoras comunitarias, un sistema que tarde o temprano, cuando el gobierno entre en años y decaiga su popularidad, tendrá el potencial de usarse como agente propagandístico. Así también, Ignacio Lula da Silva, promueve en Brasil una conferencia nacional de comunicación, cuyos resultados eventualmente apuntarán a controlar los contenidos de los medios. Y en este rubro entran otros presidentes, como el guatemalteco Alvaro Colom y el uruguayo Tabaré Vázquez, que sostienen y otorgan licencias de radio y televisión a cambio de monopólicas lealtades políticas.
Pero quienes ostentan mejor el título de “presi-riodistas” son los comandantes Hugo Chávez y Fidel Castro, expertos en el arte de la propaganda. Lejos de aminorar su diatriba en contra de todo lo que no sea rojo, el presidente venezolano imita las “Reflexiones” de Castro con sus columnas “Las líneas de Chávez”, sin privarse de otros desbarajustes, como el cierre de RCTV, el acoso constante a Globovisión, la fundación de cientos de radios, periódicos y agencias de noticias que repiten sus ideas hasta el cansancio.
A pesar de las imitaciones, el “maestro presi-riodista” es Fidel, dueño idolatrado de los medios de su país en los últimos 50 años. Su mayor audacia es haber gozado de libertad cuando criticaba la dictadura de Fulgencio Batista en la revista Bohemia, un cambio radical de actitud si se considera que todo aquel que critica su dictadura fue expulsado o terminó en los calabozos, como lo atestiguan todavía hoy los 26 periodistas que se pudren en las cárceles de su isla.
Queda ver, desde ahora, cómo se comportará el presidente electo salvadoreño, Mauricio Funes. Aunque ya tuvo algunos tropiezos con los medios, seguramente su trayectoria como corresponsal le servirá para diferenciar las políticas informativas de las de la propaganda; y así no actuar jamás como “presi-riodista”.
Suelen repeler y atacar a la prensa, pero al mismo tiempo se desviven por escribir columnas de opinión; hablar hasta por los codos en cadenas nacionales de radio y TV; comunicar sus ideas sólo en actos políticos; y, con dineros públicos, comprar o crear periódicos, radios, televisoras y agencias de noticias para usufructo personal y político, sin que además les tiemble la mano para cerrar o confiscar aquellos medios que les incomodan.
Uno de ellos es el presidente ecuatoriano Rafael Correa. Esta semana acusó a los medios de ser mediocres, corruptos, estar politizados y ganar dinero, como si la rentabilidad fuera un pecado para la empresa privada. En realidad, Correa pintó a su propio gobierno, que desde sus inicios viene conformando una estructura mediática estatal, gracias a la confiscación de diarios y televisoras privados a los que tarda en ofrecer en licitación pública, utilizándolos a su conveniencia política.
Otro enérgico “presi-riodista” es Evo Morales, quien para contrarrestar los efectos “de las mentiras de los medios” e “informar la verdad”, en enero lanzó Cambio, uno de los tres diarios que prometió publicar. Además de crear cientos de radios y televisoras con el aporte de los gobiernos venezolano e iraní, Morales lanzó Cambio con dineros de los contribuyentes, pero lejos de promoverlo como medio público de información, lo transformó en un instrumento de propaganda gubernamental.
El matrimonio Kirchner, a quien se le celebró hace unos meses, como un acto de desmesurada generosidad, el haber otorgado la primera conferencia de prensa después de años frente al gobierno argentino, es sospechado de utilizar testaferros para comprar medios privados y deshacerse de periodistas críticos, como Nelson Castro, o echar a otros del sistema de medios estatales.
Una estrategia similar que ha seguido el “presi-riodista” Daniel Ortega en Nicaragua, quien utilizó su influencia para correr reporteros de canales privados, ganar la propiedad de Canal 4 para su familia y editar El 19, un diario fundado para escrachar a sus adversarios al mejor estilo de aquella prensa chicha manipulada por el régimen Fujimori-Montesinos.
Otros presidentes inician proyectos inocentes, como el paraguayo Fernando Lugo, quien impulsa un Programa de Comunicación para el Desarrollo con la creación de 700 radioemisoras comunitarias, un sistema que tarde o temprano, cuando el gobierno entre en años y decaiga su popularidad, tendrá el potencial de usarse como agente propagandístico. Así también, Ignacio Lula da Silva, promueve en Brasil una conferencia nacional de comunicación, cuyos resultados eventualmente apuntarán a controlar los contenidos de los medios. Y en este rubro entran otros presidentes, como el guatemalteco Alvaro Colom y el uruguayo Tabaré Vázquez, que sostienen y otorgan licencias de radio y televisión a cambio de monopólicas lealtades políticas.
Pero quienes ostentan mejor el título de “presi-riodistas” son los comandantes Hugo Chávez y Fidel Castro, expertos en el arte de la propaganda. Lejos de aminorar su diatriba en contra de todo lo que no sea rojo, el presidente venezolano imita las “Reflexiones” de Castro con sus columnas “Las líneas de Chávez”, sin privarse de otros desbarajustes, como el cierre de RCTV, el acoso constante a Globovisión, la fundación de cientos de radios, periódicos y agencias de noticias que repiten sus ideas hasta el cansancio.
A pesar de las imitaciones, el “maestro presi-riodista” es Fidel, dueño idolatrado de los medios de su país en los últimos 50 años. Su mayor audacia es haber gozado de libertad cuando criticaba la dictadura de Fulgencio Batista en la revista Bohemia, un cambio radical de actitud si se considera que todo aquel que critica su dictadura fue expulsado o terminó en los calabozos, como lo atestiguan todavía hoy los 26 periodistas que se pudren en las cárceles de su isla.
Queda ver, desde ahora, cómo se comportará el presidente electo salvadoreño, Mauricio Funes. Aunque ya tuvo algunos tropiezos con los medios, seguramente su trayectoria como corresponsal le servirá para diferenciar las políticas informativas de las de la propaganda; y así no actuar jamás como “presi-riodista”.
jueves, 2 de abril de 2009
Goles dolorosos... muy dolorosos
El fútbol mueve pasiones y los goles desgarran el corazón, cuando son en contra, claro. No hay mayor dolor que tu equipo pierda un partido en las eliminatorias y en especial por seis pepas, como nos pasó a nosotros esta vez. Hoy miré el fixture de todos los partidos y no podía creer cuando llegué al casillero de Bolivia-Argentina. Todos los demás resultados eran razonables. El nuestro medio lunático, impensable, asquerosamente doloroso.
Cada punto ganado o perdido trajo todo el día discusiones interminables en la radio, centímetros de tinta en los diarios y millones de bytes en todas las decenas de páginas a las que accedí en busca de consuelo. Esta vez en vez de festejar con las nacionalidades ganadoras, y las fiestas en las calles de La Paz, Santa Cruz, Cochabamba, Sucre – al final Evo Morales pudo unir al país - me consolé refugiándome con los mexicanos goleados por los hondureños y con los colombianos y con los ecuatorianos que perdieron dos puntos valiosos en los últimos suspiros del partido contra los paraguayos. Ni siquiera los grandes equipos de Europa perdieron, ya que uno cuando su equipo es vilipendiado, por lo menos se consuela con la derrota de Inglaterra, España, Alemania, Italia, Holanda… pero a todos les fue bien. Entonces perder solo es como más doloroso.
Los mexicanos se están peleando a más no poder, los argentinos, parte de nosotros queremos de vuelta a Riquelme, otros quieren seguir bancando a Maradona y culpar a la altura de La Paz y otros más argumentan que fuimos flojos y no tuvimos los huevos que los chilenos que sí los tuvieron en La Paz. Obviamente, muchos nos calentamos en contra de Maradona por haber antepuesto sus simpatías políticas a favor de Evo Morales cuando el año pasado hizo una campaña intensa para derrotar el reglamento que hubiera prohibido jugar al fútbol por arriba de los 2.500 metros. ¡Qué salame el pelusa! Estuve algunas veces en La Paz y puedo decir que desde que toqué piso en el aeropuerto de El Alto, hasta que me fui, es el lugar de la tierra que más odio porque no entra una sola gota de aire en mis pulmones. Es absolutamente irrazonable vivir ahí arriba, por lo que justifico que un equipo pueda ser derrotado a mansalva y apoyo cualquier iniciativa para prohibir la competencia deportiva en las nubes. Es una competencia desleal. Es como si los adaptados jugaran con la ventaja de tener 50 kilogramos de anabólicos en la sangre.
Una de las cosas tragicómicas que me pasó hoy es que tuve llamadas y correos electrónicos de muchos amigos y conocidos, incluso de los que jamás sospeché que les gustaba tanto el fútbol. Muchos de ellos en forma sincera me cargaban y otros muy mentirosos los carajos – un brasileño y tres chilenos – me llamaron para decirme cuan acongojados estaban y darme unas clases magistrales sobre cómo Maradona hubiera tenido que parar el equipo. Guauuuuu.
La verdad que hace mucho que el fútbol no me dolía como esta vez. Me sentí herido. Ayer a la tarde perdí la concentración y por la noche el sueño. No espero el momento que pasen los días y la herida se cierre. Para colmo con cosas así, como los 5 – 0 de Colombia en el Monumental y este 6 a 1 en el Siles Suazo, por más que uno los quiera borrar o quisiera que lo hipnotices para sacarlo del subconsciente, siempre habrá algún amigo maldito, algún colombiano, un boliviano, un brasileño, que como un gran Freud se encargará de traerlo a la memoria y peor aún, a la memoria colectiva.
Cada punto ganado o perdido trajo todo el día discusiones interminables en la radio, centímetros de tinta en los diarios y millones de bytes en todas las decenas de páginas a las que accedí en busca de consuelo. Esta vez en vez de festejar con las nacionalidades ganadoras, y las fiestas en las calles de La Paz, Santa Cruz, Cochabamba, Sucre – al final Evo Morales pudo unir al país - me consolé refugiándome con los mexicanos goleados por los hondureños y con los colombianos y con los ecuatorianos que perdieron dos puntos valiosos en los últimos suspiros del partido contra los paraguayos. Ni siquiera los grandes equipos de Europa perdieron, ya que uno cuando su equipo es vilipendiado, por lo menos se consuela con la derrota de Inglaterra, España, Alemania, Italia, Holanda… pero a todos les fue bien. Entonces perder solo es como más doloroso.
Los mexicanos se están peleando a más no poder, los argentinos, parte de nosotros queremos de vuelta a Riquelme, otros quieren seguir bancando a Maradona y culpar a la altura de La Paz y otros más argumentan que fuimos flojos y no tuvimos los huevos que los chilenos que sí los tuvieron en La Paz. Obviamente, muchos nos calentamos en contra de Maradona por haber antepuesto sus simpatías políticas a favor de Evo Morales cuando el año pasado hizo una campaña intensa para derrotar el reglamento que hubiera prohibido jugar al fútbol por arriba de los 2.500 metros. ¡Qué salame el pelusa! Estuve algunas veces en La Paz y puedo decir que desde que toqué piso en el aeropuerto de El Alto, hasta que me fui, es el lugar de la tierra que más odio porque no entra una sola gota de aire en mis pulmones. Es absolutamente irrazonable vivir ahí arriba, por lo que justifico que un equipo pueda ser derrotado a mansalva y apoyo cualquier iniciativa para prohibir la competencia deportiva en las nubes. Es una competencia desleal. Es como si los adaptados jugaran con la ventaja de tener 50 kilogramos de anabólicos en la sangre.
Una de las cosas tragicómicas que me pasó hoy es que tuve llamadas y correos electrónicos de muchos amigos y conocidos, incluso de los que jamás sospeché que les gustaba tanto el fútbol. Muchos de ellos en forma sincera me cargaban y otros muy mentirosos los carajos – un brasileño y tres chilenos – me llamaron para decirme cuan acongojados estaban y darme unas clases magistrales sobre cómo Maradona hubiera tenido que parar el equipo. Guauuuuu.
La verdad que hace mucho que el fútbol no me dolía como esta vez. Me sentí herido. Ayer a la tarde perdí la concentración y por la noche el sueño. No espero el momento que pasen los días y la herida se cierre. Para colmo con cosas así, como los 5 – 0 de Colombia en el Monumental y este 6 a 1 en el Siles Suazo, por más que uno los quiera borrar o quisiera que lo hipnotices para sacarlo del subconsciente, siempre habrá algún amigo maldito, algún colombiano, un boliviano, un brasileño, que como un gran Freud se encargará de traerlo a la memoria y peor aún, a la memoria colectiva.
miércoles, 1 de abril de 2009
Violencia en Honduras y Guatemala
Lamentablemente los altos índices de inseguridad, incontrolables en muchos países latinoamericanos, se cobró la vida de otros dos periodistas, por causas que todavía deben establecerse y sobre las que no hay evidencia concreta de que hayan sucedido debido a su trabajo profesional.
No por ello, estas muertes no dejan de ser una afrenta a la seguridad ciudadana y posiblemente hayan sido tiros directos a la libertad de información. Se requiere que las autoridades de Honduras y Guatemala se aboquen a esclarecer estos hechos y lleven a los responsables ante la justicia.
En San Pedro Sula, Honduras, fue asesinado el martes por la tarde el periodista Rafael Munguía, quien trabajaba para Radio Cadena Voces (RCV). Fue atacado a balazos por hombres armados que se conducían en un carro particular, color verde, según informes de emisoras de radio en aquella ciudad. Tras atacarlo a tiros, los delincuentes le arrastraron algunos metros con el carro en que se conducía, según publicó La Prensa de esa ciudad hondureña.
Por otra parte, en ciudad de Guatemala, en plena vía pública fue asesinado a tiros esta tarde el periodista Rolando Santis, en un ataque en el que también resultó herido su camarógrafo Antonio de León, ambos pertenecientes a Canal 13. Santis falleció en el lugar de los hechos y el camarógrafo fue trasladado a un hospital. El periodista iba manejando un automóvil y cuando fue alcanzado por los disparos, atropelló varios puestos de ventas callejeras.
Durante la reunión semestral de la SIP que sostuvimos en Asunción a mediados de marzo, se dio a conocer que en los últimos 20 años, en Latinoamérica han sido asesinados 332 periodistas en el ejercicio de su profesión.
No por ello, estas muertes no dejan de ser una afrenta a la seguridad ciudadana y posiblemente hayan sido tiros directos a la libertad de información. Se requiere que las autoridades de Honduras y Guatemala se aboquen a esclarecer estos hechos y lleven a los responsables ante la justicia.
En San Pedro Sula, Honduras, fue asesinado el martes por la tarde el periodista Rafael Munguía, quien trabajaba para Radio Cadena Voces (RCV). Fue atacado a balazos por hombres armados que se conducían en un carro particular, color verde, según informes de emisoras de radio en aquella ciudad. Tras atacarlo a tiros, los delincuentes le arrastraron algunos metros con el carro en que se conducía, según publicó La Prensa de esa ciudad hondureña.
Por otra parte, en ciudad de Guatemala, en plena vía pública fue asesinado a tiros esta tarde el periodista Rolando Santis, en un ataque en el que también resultó herido su camarógrafo Antonio de León, ambos pertenecientes a Canal 13. Santis falleció en el lugar de los hechos y el camarógrafo fue trasladado a un hospital. El periodista iba manejando un automóvil y cuando fue alcanzado por los disparos, atropelló varios puestos de ventas callejeras.
Durante la reunión semestral de la SIP que sostuvimos en Asunción a mediados de marzo, se dio a conocer que en los últimos 20 años, en Latinoamérica han sido asesinados 332 periodistas en el ejercicio de su profesión.
martes, 31 de marzo de 2009
"Un médico por aquí por favor"
Murió esta noche Raúl Alfonsín, el ex presidente argentino (1983-1989) quien restableció la democracia después de una profunda dictadura y quien me permitió por primera votar en mi vida. Voté por él en el 83, no sólo como voto castigo contra el peronista Italo Lúder, sino porque estaba convencido y “persuadido” para usar sus propias palabras que fueron el caballito de batalla de su formidable campaña política.
Recuerdo que en aquella época, como estudiante de periodismo, me tocó hacer un trabajo especial sobre la campaña y fue mi primera incursión en el estudio de la propaganda política y en especial un seguidor de todos los detalles que David Ratto, el jefe de la publicidad política de Alfonsín, que transformó el modo de hacer campañas.
“Un médico por aquí por favor” dijo Alfonsín en esa época en frente de la Casa Radical (de la Unión Cívica Radical que nació en 1890) en Córdoba donde fui con mi novia, ahora mi esposa con quien ya tenemos 24 años de casados, lo que despertó el delirio del público, cuando él indicaba una parte de la masa que lo seguía señalando a alguien que se sofocaba entre la muchedumbre. Esa frase, esa preocupación por el otro, mostraba su vocación de servicio, su humildad y su estilo campechano. A ellos se sumaba su sentido de patriotismo que era parte de la campaña de Ratto, cuya manifestación más elocuente era el logo para calcomanías de automóviles, camisetas, posters, estandartes y todo tipo de parafernalia que mostraba sus iniciales en mayúscula RA (Raúl Alfonsín o República Argentina, indistintamente) que flotaban sobre la bandera argentina.
Luego, ganada su Presidencia, Alfonsín pudo sostener la democracia, derrotar intentos desestabilizadores, procesar a los militares de la dictadura anterior y terminar a las apuradas por una hiperinflación que no respetó clases sociales y por la cual tuvo que entregar el poder unos meses antes de tiempo a Carlos Saúl Menem.
Por aquel primer voto, y por su tesón en mantener el sistema, Alfonsín representa el valor de la democracia.
Recuerdo que en aquella época, como estudiante de periodismo, me tocó hacer un trabajo especial sobre la campaña y fue mi primera incursión en el estudio de la propaganda política y en especial un seguidor de todos los detalles que David Ratto, el jefe de la publicidad política de Alfonsín, que transformó el modo de hacer campañas.
“Un médico por aquí por favor” dijo Alfonsín en esa época en frente de la Casa Radical (de la Unión Cívica Radical que nació en 1890) en Córdoba donde fui con mi novia, ahora mi esposa con quien ya tenemos 24 años de casados, lo que despertó el delirio del público, cuando él indicaba una parte de la masa que lo seguía señalando a alguien que se sofocaba entre la muchedumbre. Esa frase, esa preocupación por el otro, mostraba su vocación de servicio, su humildad y su estilo campechano. A ellos se sumaba su sentido de patriotismo que era parte de la campaña de Ratto, cuya manifestación más elocuente era el logo para calcomanías de automóviles, camisetas, posters, estandartes y todo tipo de parafernalia que mostraba sus iniciales en mayúscula RA (Raúl Alfonsín o República Argentina, indistintamente) que flotaban sobre la bandera argentina.
Luego, ganada su Presidencia, Alfonsín pudo sostener la democracia, derrotar intentos desestabilizadores, procesar a los militares de la dictadura anterior y terminar a las apuradas por una hiperinflación que no respetó clases sociales y por la cual tuvo que entregar el poder unos meses antes de tiempo a Carlos Saúl Menem.
Por aquel primer voto, y por su tesón en mantener el sistema, Alfonsín representa el valor de la democracia.
lunes, 30 de marzo de 2009
Honran a periodistas asesinados
Alberto Ibarguen, presidente del directorio de Newseum en Washington DC, un museo del Freedom Forum dedicado enteramente a la compresión de las noticias, anunció hoy que se le han añadido 77 nombres de periodistas asesinados al monumento con el que se simboliza la lucha por la libertad de prensa en el mundo entero.
''Estos asesinatos golpean el corazón de la democracia, silenciando la expresión y privando a las comunidades de la información que necesitan para llevar adelante sus asuntos'', dijo Ibarguen.
Ibarguen, también presidente de la Fundación Knight, con sede en Miami, elogió públicamente el trabajo de la SIP con su proyecto contra la Impunidad, a través del cual, tras más de cien investigaciones y la presión constante a las autoridades, en los últimos años se ha logrado que 109 personas en las Américas hayan o estén pagando sus crímenes detrás de las rejas.
En una parte emotiva de su discurso, Ibarguen dijo: “Debemos resaltar el trabajo del Comité de Protección de Periodistas y de Reporteros Sin Fronteras. Pero quiero llamar la atención sobre el trabajo de la Sociedad Interamericana de Prensa que hace años tuvo el desafío de mostrar que en más de 100 casos de asesinatos de periodistas no había un solo sentenciado. Se enfocaron entonces en dos cosas que la gente de los periódicos sabe hacer muy bien: Periodismo y publicidad. Establecieron unas Unidades de respuesta Rápida, compuesta de Periodistas investigativos para investigar los casos donde sucedan.
Esas investigaciones son publicadas y puestas a disposición en www.impunidad.com La SIP mantiene presión sobre los gobiernos a través de misiones, comunicados y trayendo casos ante los tribunales internacionales de derechos humanos y haciendo publicidad sobre ellos.
Todo esto no ha ni está deteniendo los crímenes contra periodistas en la región. Pero sus investigaciones han llevado a docenas de procesos, resultando en 109 sentencias y en 82 personas que están en este momento detrás de las rejas. Estoy orgulloso de decir que la Fundación Knight está apoyando este programa, y que está apoyando otros similares en otras partes del mundo como el del Comité de protección de Periodistas”.
El monumento tiene 1.913 nombres de periodistas muertos a consecuencia de su trabajo desde 1837, no habiendo prácticamente país donde estos hechos no se hayan registrado. El monumento se construyó por primera vez en 1996, con menos de mil nombres, cuando la sede del Freedom Forum estaba en la otra orilla del río Potomac, en la ciudad de Arlington, Virginia. Los nuevos nombres incluyen a 62 periodistas muertos en el 2008 – 5 de ellos mexicanos - y 15 en el 2007.
''Estos asesinatos golpean el corazón de la democracia, silenciando la expresión y privando a las comunidades de la información que necesitan para llevar adelante sus asuntos'', dijo Ibarguen.
Ibarguen, también presidente de la Fundación Knight, con sede en Miami, elogió públicamente el trabajo de la SIP con su proyecto contra la Impunidad, a través del cual, tras más de cien investigaciones y la presión constante a las autoridades, en los últimos años se ha logrado que 109 personas en las Américas hayan o estén pagando sus crímenes detrás de las rejas.
En una parte emotiva de su discurso, Ibarguen dijo: “Debemos resaltar el trabajo del Comité de Protección de Periodistas y de Reporteros Sin Fronteras. Pero quiero llamar la atención sobre el trabajo de la Sociedad Interamericana de Prensa que hace años tuvo el desafío de mostrar que en más de 100 casos de asesinatos de periodistas no había un solo sentenciado. Se enfocaron entonces en dos cosas que la gente de los periódicos sabe hacer muy bien: Periodismo y publicidad. Establecieron unas Unidades de respuesta Rápida, compuesta de Periodistas investigativos para investigar los casos donde sucedan.
Esas investigaciones son publicadas y puestas a disposición en www.impunidad.com La SIP mantiene presión sobre los gobiernos a través de misiones, comunicados y trayendo casos ante los tribunales internacionales de derechos humanos y haciendo publicidad sobre ellos.
Todo esto no ha ni está deteniendo los crímenes contra periodistas en la región. Pero sus investigaciones han llevado a docenas de procesos, resultando en 109 sentencias y en 82 personas que están en este momento detrás de las rejas. Estoy orgulloso de decir que la Fundación Knight está apoyando este programa, y que está apoyando otros similares en otras partes del mundo como el del Comité de protección de Periodistas”.
El monumento tiene 1.913 nombres de periodistas muertos a consecuencia de su trabajo desde 1837, no habiendo prácticamente país donde estos hechos no se hayan registrado. El monumento se construyó por primera vez en 1996, con menos de mil nombres, cuando la sede del Freedom Forum estaba en la otra orilla del río Potomac, en la ciudad de Arlington, Virginia. Los nuevos nombres incluyen a 62 periodistas muertos en el 2008 – 5 de ellos mexicanos - y 15 en el 2007.
domingo, 29 de marzo de 2009
Inseguridad y televisión
En estos días, el gobierno argentino, en especial su presidente, Cristina Fernández, está tomando el toro de la inseguridad por las astas. Pero más allá de delinear políticas de seguridad para contrarrestar las estadísticas sobre mayores cantidades de delitos que en años pasados, está acusando a los medios de ser los verdaderos propagadores de la violencia, de incentivarla, o al menos de hacerla aparentar que es mayor de lo que realmente es.
Es verdad. La televisión tiene esa virtud pecaminosa de ensañarse con los hechos de sangre y con los delitos comunes, como los robos, hurtos, accidentes de tránsito, y con los graves, como los secuestros, asesinatos, violaciones, suicidios, etc… Más allá de que los periodistas puedan justificar que los medios son solo un espejo de la realidad y que tienen la obligación de retratar la realidad, lo cierto también es que hay ciertas responsabilidades ante los problemas que subyacen con el sentido de propagación y con el de imitación, particularmente.
Las conductas sociales se contagian y los medios - incluso el internet como lo hemos comentado en otro post en este blog muy responsable del contagio de casos de suicidios entre jóvenes – tienen responsabilidad en la forma que ofrecen las noticias, las muestran y les dan seguimiento. Generan muchas veces estados de incertidumbre y angustia que alteran conductas sociales.
Nunca me olvidaré los sentimientos que me asaltaron cuando llegué a vivir 16 años atrás. Después de mi trabajo regresaba al departamento que había alquilado por un mes antes de preparar el terreno para traer a mi familia. Llegaba justo para el noticiero de televisión a las seis. Por media hora todas las tardes estaba expuesto a la mayor violencia y con lujo de detalles que se generaba durante el día en Miami, y todos los canales mostraban prácticamente lo mismo, con pocas variaciones. Era atrapante, pero al mismo tiempo, llegué a dudar muy seriamente si Miami era el lugar donde debía traer a mi señora y mis tres hijos.
A defensa de los periodistas, podría decir que la televisión mostraba la realidad, eso estaba pasando durante el día. Pero lo que sucedía es que la televisión compendiaba una realidad de Miami y una óptica de violencia en media hora que no era toda la realidad. Miami, para mí, era en realidad un lugar bueno donde trabajar, tener un futuro, ir a la playa, al restaurante, al supermercado, manejar un auto, ir a las tiendas y todo en suma tranquilidad. Es decir, la realidad de la televisión era la misma pero estaba retratada en forma diferente, con un encono de violencia y desesperación.
La visión de la televisión y de la realidad tales como son no ha variado en Miami, y creo que esto se aplica al resto de las ciudades y países. Tenemos una percepción diferente de la realidad de acuerdo a lo que nos dice la televisión. La televisión potencia el grado de inseguridad que existe y sentimos.
Es verdad. La televisión tiene esa virtud pecaminosa de ensañarse con los hechos de sangre y con los delitos comunes, como los robos, hurtos, accidentes de tránsito, y con los graves, como los secuestros, asesinatos, violaciones, suicidios, etc… Más allá de que los periodistas puedan justificar que los medios son solo un espejo de la realidad y que tienen la obligación de retratar la realidad, lo cierto también es que hay ciertas responsabilidades ante los problemas que subyacen con el sentido de propagación y con el de imitación, particularmente.
Las conductas sociales se contagian y los medios - incluso el internet como lo hemos comentado en otro post en este blog muy responsable del contagio de casos de suicidios entre jóvenes – tienen responsabilidad en la forma que ofrecen las noticias, las muestran y les dan seguimiento. Generan muchas veces estados de incertidumbre y angustia que alteran conductas sociales.
Nunca me olvidaré los sentimientos que me asaltaron cuando llegué a vivir 16 años atrás. Después de mi trabajo regresaba al departamento que había alquilado por un mes antes de preparar el terreno para traer a mi familia. Llegaba justo para el noticiero de televisión a las seis. Por media hora todas las tardes estaba expuesto a la mayor violencia y con lujo de detalles que se generaba durante el día en Miami, y todos los canales mostraban prácticamente lo mismo, con pocas variaciones. Era atrapante, pero al mismo tiempo, llegué a dudar muy seriamente si Miami era el lugar donde debía traer a mi señora y mis tres hijos.
A defensa de los periodistas, podría decir que la televisión mostraba la realidad, eso estaba pasando durante el día. Pero lo que sucedía es que la televisión compendiaba una realidad de Miami y una óptica de violencia en media hora que no era toda la realidad. Miami, para mí, era en realidad un lugar bueno donde trabajar, tener un futuro, ir a la playa, al restaurante, al supermercado, manejar un auto, ir a las tiendas y todo en suma tranquilidad. Es decir, la realidad de la televisión era la misma pero estaba retratada en forma diferente, con un encono de violencia y desesperación.
La visión de la televisión y de la realidad tales como son no ha variado en Miami, y creo que esto se aplica al resto de las ciudades y países. Tenemos una percepción diferente de la realidad de acuerdo a lo que nos dice la televisión. La televisión potencia el grado de inseguridad que existe y sentimos.
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