sábado, 10 de septiembre de 2011

Periodistas narcisistas: Ramos y del Rincón

El Periodismo no es fácil. Bien ejercido demanda mucho desprendimiento ante los hechos que se cubren; es parte de la objetividad que no solamente debe bañar las noticias, sino también la forma de vivir la profesión. Ser testigos y no protagonistas.

Los periodistas tienen no solo el derecho, sino también el deber de centrarse en su primera persona para explicar hechos íntimos que de otra forma no podrían ser experimentados por sus públicos. Y eso es bueno y saludable que se practique.

Lo malo es cuando relatan sus experiencias de cobertura, los dolores que sufren las víctimas de algún hecho, como si por cubrirlas les diera derecho a hablar del dolor y de la tragedia en primera persona, haciendo que su experiencia sea incluso mayor que la tragedia que otros vivieron.

Este es un tipo de periodismo deleznable, narcisista, en el que el periodista en un arrebato de egoísmo se posiciona como protagonista y presuntuosamente centro de atención. Es una tendencia que se da más entre los periodistas de televisión, tal vez porque confunden la popularidad con la que se le reconoce en la calle con la calidad profesional.

En estos días, dos periodistas que respeto por su calidad profesional, cayeron en el narcisismo. Jorge Ramos de Univisión, entrevistado por sus pares y en su columna sobre Setiembre 11, describió sus peripecias para llegar al lugar, oler la tragedia y cubrirla, aunque olió a yo, yo y yo. El otro, de CNN en Español, fue Fernando del Rincón, en programas especiales, entrevistas sobre su experiencia en Japón tras el tsunami, también olió a yo, yo y yo, contando sobre su devastación y dolor.

Una lástima que dos cadenas de noticias respetables permitan que se haga un periodismo arrogante, hedonista y narcisista.

viernes, 9 de septiembre de 2011

¿Santos qué dirá? ¿Qué hará?

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos acusó a cuatro funcionarios chavistas de estar complotados con las FARC colombianas desde hace tiempo. Obviamente el gobierno de Hugo Chávez y los propios involucrados salieron al cruce acusando al imperio de querer desestabilizar y preparar el territorio para una invasión y cosas estúpidas parecidas.

Me vienen a la mente de inmediato dos escenarios. Primero, que muchos le darían más credibilidad a esta apreciación o calificación del Departamento del Tesoro, si la información hubiera aparecido como un documento secreto publicado por Wikileaks. Y lo otro, es qué hará con esta información el presidente Juan Manuel Santos, quien ha venido tapando las fechorías del gobierno de Chávez con las FARC, después de que era el principal denunciante mientras era ministro de Defensa del gobierno de Alvaro Uribe.

No creo que Santos pueda tapar el sol con los dedos. El gobierno de Chávez o al menos varios de sus más altos funcionarios están sospechados de ayudar a las FARC con protección, inteligencia, armas y todo tipo de apoyo logístico, incluso antes de que asumiera como presidente en 1999.

¿Santos seguirá pensando que hay que seguir “dando vuelta la página”? ¿Considerará que las FARC ya no habitan más en suelo venezolano? ¿Realmente pensará que Chávez es su “nuevo mejor amigo” después que apoya a las terroristas FARC que matan y secuestran a mansalva a ciudadanos colombianos?
Creo que otro punto a destacar es que al gobierno estadounidense, mientras hace esfuerzos para entablar relaciones diplomáticas con Venezuela, no le tiemble la mano para llamar a las cosas por su nombre. Es bueno que se entienda que la diplomacia no debe servir para extender un manto de inmunidad o de impunidad. Sería bueno que Venezuela, en lugar de proferir insultos, haga realmente una investigación para que se descubra la verdad sobre estos cuatro acusados, cuyo prontuario de apoyo a las FARC quedó establecido en los mails y mensajes que salieron de la computadora de Raúl Reyes tras el bombardeo a las guerrillas colombianas en Ecuador ordenado por Santos. Así, por lo menos, se desprende del informe elaborado por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos referente a las decenas de miles de documentos rescatados de aquella computadora de la muerte.

Los funcionarios chavistas acusados son: El general de División Cliver Alcalá, el diputado a la Asamblea Nacional Freddy Bernal, el presidente alterno del Parlamento Latinoamericano, Amílcar Figueroa, y el oficial de inteligencia, Ramón Madriz. Ellos se unen en esa lista negra al ex ministro del Interior Ramón Rodríguez Chacón, al jefe del Comando Estratégico Operacional, Henry Rangel Silva, y al director de Inteligencia Militar, Hugo Carvajal

Debido a las acusaciones de suministrar armas y brindar soporte a las operaciones de narcotráfico de la organización guerrillera, el Departamento del Tesoro especifica la prohibición para cualquier estadounidense de realizar transacciones con esos individuos y la congelación de posibles activo que pudieran tener bajo jurisdicción de Estados Unidos.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Redes sociales: Ser éticos y responsables

Los usuarios de las redes sociales están aprendiendo que no siempre e fácil y placentero compartir información u opinar y que, más bien, esas acciones muchas veces se tornan sinuosas y de alto riesgo.

No me refiero al encarcelamiento de blogueros o la censura impuesta a la comunicación digital en regímenes como China y Cuba, sino a las consecuencias legales y éticas impredecibles que en una democracia pueden tener una simple frase en Twitter o un comentario desafortunado en Facebook.

Antes, esos riesgos solo los asumían los periodistas profesionales, pero ahora también los pueden confrontar los usuarios de internet como sucedió esta semana en Veracruz, México, donde un maestro y una ex funcionaria fueron detenidos y procesados por divulgar rumores en Twitter y Facebook sobre una escuela bajo ataque de narcotraficantes. Aunque pudiera tratarse de una violación a la libertad de expresión, el pánico generado entre padres de familia llevó a una jueza a aplicar la ley sobre el incentivo al terrorismo y el desorden social, delitos penados hasta con 30 años de cárcel.

La misma vara se usó en Guatemala. Un “tuitero” fue acusado en 2009 por generar pánico financiero al pedir a los ahorristas que retiraran el dinero de un banco. La estampida no ocurrió, pero el juez aplicó una ley que penaliza con tres años de cárcel a quien divulgue información falsa o inexacta que menoscabe la confianza de los clientes. Por cargos similares, dos usuarios de Twitter fueron procesados en 2010 en Venezuela y otro, fue acusado de instigar para delinquir contra el presidente Hugo Chávez.

El mayor riesgo es que los usuarios desconocen cuestiones legales básicas o se creen seguros tras la sensación de anonimato que ofrecen las redes sociales. Pero lo cierto es que son consideradas como cualquier medio de comunicación tradicional, tal lo demostraron los jueces en México, Guatemala y Venezuela. Hasta pueden ser fácilmente monitoreadas cuando se cree que sirven para delinquir o para amplificar un insulto.

Las leyes tampoco diferencian entre periodistas e informadores ocasionales o aficionados. Es más, los periodistas gozan de mayores protecciones que un “tuitero” independiente, por cuanto están amparados bajo el secreto profesional, respaldados por empresas periodísticas, y guiados por manuales de estilo, códigos de ética y asesoría legal. Y si aún los profesionales a menudo confrontan juicios y cárcel, es fácil advertir la vulnerabilidad y riegos a los que se exponen los usuarios de redes sociales.

Los gobiernos todavía no arremeten contra ellos en forma directa y prefieren la censura indirecta del internet, obligando, por ejemplo, a compañías de servicios o motores de búsqueda a cortar los servicios como sucedió en Argentina el mes pasado. No obstante, puede que en el futuro usen la legislación para restringir directamente si las nuevas tecnologías mejoran y permiten burlar filtros y controles. En Latinoamérica ya abundan normas restrictivas, como las de desacato en Ecuador que blindan a Rafael Correa y las autoridades de las críticas; los decretos aprobados por Chávez en Venezuela que permiten limitar el uso del internet o como los criterios de los jueces brasileños, proclives a defender el derecho a la intimidad de funcionarios corruptos por sobre principios de libertad de expresión.

Por otra parte, aunque Twitter, Facebook y otras redes sociales han expandido el sentido de comunidad, también son usadas para provocar daño, propalar vulgaridades, rumores, falsedades y para difamar. Por eso, para quienes no tienen esas intenciones y son conscientes sobre el poder de la comunicación, se hace necesario que conozcan y respeten las leyes, sin descuidar los criterios éticos informativos para evitar errores con efectos indeseados. Como el del técnico de fútbol del Palmeiras brasileño, Vanderlei Luxemburgo, quien perdió su trabajo en 2009 por criticar sarcásticamente en Twitter a uno de sus delanteros, después de que desistió de practicar con el equipo.

Los usuarios deben tener en cuenta que las redes sociales son medios de comunicación y su uso conlleva responsabilidades. Deben considerar que hay una línea muy delgada entre libertad de expresión y libertinaje, y que esa diferencia no radica en el hecho en sí mismo, sino en cómo lo describimos y comunicamos.

martes, 6 de septiembre de 2011

Periodismo argentino a la baja

Periodismo argentino a la baja

El periodismo argentino está atravesando una etapa lamentable, según un sondeo de autopercepción que realizó FOPEA (Foro de Periodismo Argentino), entre casi mil periodistas, en el que la mayoría revela su descontento por el bajo nivel salarial, la deficiente formación de los profesionales en temas digitales y la falta de rigor periodístico y compromiso ético con la profesión.

El informe demuestra que la actividad periodística en Argentina no ha mejorado comparado décadas anteriores y podría estar deteriorándose, pese a que ganó espacio el periodismo investigativo y existe mayor conciencia sobre la libertad de prensa como sostén de la democracia.

Creo que el resultado de la encuesta no solo es un reflejo de lo que hoy sucede en Argentina, sino también de lo que pasa en toda América Latina.

Este es el extracto del informe que FOPEA dio a conocer hoy.

Casi 1.000 periodistas de todo el país revelaron sus principales preocupaciones y problemas a la hora de ejercer la profesión en un sondeo realizado por la consultora CIO a pedido de FOPEA en junio de 2011. Los resultados expresan una dura autocrítica y los condicionamientos que hoy limitan la libertad de expresión, pero también una visión esperanzadora sobre el futuro del periodismo en la Argentina.

El principal problema que los propios periodistas mencionan es el bajo nivel salarial (47%),lo que obliga a la mitad de los encuestados a tener otro empleo, y 7 de cada 10 considera que su trabajo no está bien remunerado. Sin embargo, sólo el 31% dice estar afiliado a algún gremio de prensa. Sólo cuatro de cada 10 encuestados informaron la existencia de comisiones internas en sus trabajos y ese vacío se da sobre todo en las empresas de regiones del país como el NEA, el NOA, Cuyo y la Patagonia. Por otra parte, el problema del bajo nivel salarial se suma al temor a perder su trabajo.

La segunda preocupación para los periodistas argentinos es la falta de rigor en el ejercicio de la profesión (39%): sólo 3 de cada 10 analizan positivamente el compromiso ético de los periodistas argentinos. El resto lo considera regular, malo o muy malo. Esta tendencia se marca más claramente en los periodistas con mayor experiencia profesional. Como otros datos significativos sobre esta cuestión surge que 7 de cada 10 periodistas refieren que en sus medios no existen códigos de ética; el 91% de los encuestados dice haber conocido conductas antiéticas de sus colegas y apenas el 38% valora de manera positiva el grado de rigurosidad a la hora de informar. Esto influye, sin dudas, en la autopercepción que tienen los periodistas en relación a la credibilidad “media” que creen ostentar por parte de la sociedad.

En tercer lugar en cuanto a preocupaciones (38%) se ubica en la encuesta la dependencia de los medios de la publicidad. Esto explicaría, por ejemplo, porqué el 58% dice que el periodismo argentino está “condicionado”.

En cuanto a la vinculación con el poder político, la encuesta de FOPEA preguntó cómo veían los periodistas la relación del Gobierno nacional con la prensa: el 25% dijo que es muy mala, el 30% mala, el 29% regular y el 12% la consideró en términos positivos (10% buena, 1% muy buena y 1% excelente).

En este plano, el 38% dijo que ellos mismos, sus compañeros o sus jefes han recibido algún mensaje coercitivo, ya sea desde el poder político nacional como del provincial o municipal. Un 36% afirma que eso no ocurrió, aunque un alto porcentaje respondió no saber. Cuando se desagrega qué tipo de funcionarios aparecen como responsables de esas presiones, ocurre un fenómeno que se viene repitiendo en los registros de ataques a la Libertad de Expresión que viene siguiendo el Monitoreo de FOPEA: la mayor cantidad proviene del poder político provincial o municipal, seguidos en tercer término por los funcionarios nacionales. En menor medida aparecen las presiones del Poder Legislativo y del Poder Judicial.

En la investigación de campo que realizó FOPEA también se interrogó a los periodistas sobre la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (LSCA). La respuesta más frecuente fue: “contiene puntos que no comparto, pero el cambio propuesto significa una mejora con respecto a la ley anterior” (37%). Esa opción fue seguida por la que defendieron quienes consideran que la LSCA “se trata de un avance sustancial en la democratización de la información” (26%). Las posiciones de rechazo más explícito fueron minoría en este caso.

FOPEA también preguntó acerca de quiénes son los principales referentes que los propios periodistas tienen en su profesión. En el marco de esta lectura autocrítica hay que señalar que la quinta opción más votada fue: “Ninguno”. En cambio, entre quienes sí fueron mencionados, figuran en orden por cantidad de menciones: 1) Jorge Lanata, 2) Nelson Castro, 3) Rodolfo Walsh, 4) Víctor Hugo Morales, 5) Magdalena Ruiz Guiñazú, 6) Horacio Vertbisky, 7) Alfredo Leuco, 8) Joaquín Morales Solá, 9) Ernesto Tenembaum y 10) Eduardo Aliverti.

Otros aspectos relevados
El 86% de los periodistas encuestados consideró su formación profesional insuficiente, y en tal sentido la capacitación en periodismo digital aparece en la cima de las necesidades (45%), seguida por el periodismo de investigación (43%) y el uso de redes sociales con fines periodísticos (33%).

En la evaluación sobre cómo se ve la formación que reciben los estudiantes de periodismo, las respuestas fueron muy críticas: apenas 4 de cada 100 encuestados cree que la educación que hoy se les da a los estudiantes de periodismo se ajusta a las necesidades y las realidades que enfrenta la profesión.

En cuanto a otros aspectos gremiales relevados, 41% de los encuestados afirma que en sus trabajos hay o se está formando una comisión gremial. Entre estos, el 34% está satisfecho con el desempeño de la misma, mientras que más de la mitad (53%) dice que no se están discutiendo temas salariales. El 46% afirma que la comisión discute con la empresa cuestiones laborales, además de las salariales.


“Esta encuesta realizada por la consultora CIO para FOPEA puede servir de simple diagnóstico sobre cómo los profesionales argentinos observan la realidad de su trabajo. Puede ser una certera aproximación a sus problemáticas, sus desafíos y sus deudas pendientes. Puede ser, en definitiva, un punto de partida. Pero mucho más que eso, debería ayudarnos a pensar el periodismo desde una perspectiva integral, donde se comprometan todos los actores que están relacionados con él. A bucear en sus errores para poder corregirlos. Y, de esa manera, construir un mejor periodismo. Para los periodistas, pero sobre todo para la ciudadanía. Esa es la misión de FOPEA”, señaló Gabriel Michi, presidente de FOPEA en su análisis de los resultados.


FOPEA propuso este estudio para conocer la opinión de los periodistas argentinos sobre distintos aspectos de su profesión y del entorno mediato e inmediato dentro del cual la desarrollan. Entre los objetivos, se pretendió identificar la situación actual del periodismo argentino en términos de elementos problemáticos y facilitadores de la actividad; conocer aspectos vinculados a la “ética periodística” que integran el desarrollo de la profesión; conocer la opinión en torno a la “libertad periodística” y “relación con el gobierno”; determinar los grados de satisfacción con la formación y capacitación profesional; identificar expectativas relacionadas al desarrollo de la profesión; identificar a los periodistas que resultan “referentes” de la actividad; definir características laborales: carga horaria; exclusividad; nivel de satisfacción con la remuneración; y determinar existencia y tipo de relación entre los periodistas y las comisiones gremiales en las empresas.

La última encuesta de estas características realizada por FOPEA data de 2005, con muchos menos casos relevados. Los periodistas encuestados pertenecen a diversos medios de comunicación (gráfica, TV, radio e Internet), tanto públicos como privados, de los cuales sólo el 20% está afiliado a FOPEA.


“La posibilidad de que los periodistas puedan realizar un examen introspectivo sobre cuáles son los problemas que atraviese la profesión, los desafíos y las cuentas pendientes que se tiene frente a la ciudadanía, puede servir como instrumento para mejorar la calidad de la prensa en función del rol y el compromiso social que le da razón de ser”, señaló el presidente de Fopea.

ANALISIS DE LOS RESULTADOS

Los resultados completos del estudio “Clima de la Actividad Periodística de la Argentina” fueron presentados hoy por FOPEA en una reunión realizada en la sede de Poder Ciudadano, y están disponibles en el siguiente link http://bit.ly/nG2Ynr

Allí, también se podrá acceder a una serie de artículos de análisis de socios de FOPEA sobre los temas relevados por la encuesta:
- Gabriel Michi hace un análisis general sobre los resultados desde la perspectiva de FOPEA. http://bit.ly/nqiopo
- Pablo Mendelevich y Claudio Jacquelín se centran en los temas de ética y calidad profesional. http://bit.ly/p9f85K
- Juan Simo y Mariela Arias trabajan con las variables sobre las principales problemáticas del periodismo argentino. http://bit.ly/n9BOTI
- Sandra Crucianelli y Alfredo Torre reflexionan en dos textos sobre el tema de la capacitación y la formación profesional http://bit.ly/nUDsaN y http://bit.ly/nsYMj8
- Armando Vidal y Luis Abregó revisan los resultados sobre los referentes para los periodistas. http://bit.ly/pcNTOa
- Fabio Ladetto y Facundo Pereyra analizan los temas gremiales que surgen de la encuesta. http://bit.ly/rhkHxB


FICHA TECNICA DE LA ENCUESTA

ESTUDIO “Clima de la Actividad Periodística de la Argentina”
Se realizó un estudio cuantitativo en base a un muestreo integrado por 943 casos. El campo de relevamiento fue nacional, quedando integrado por todas las provincias del Territorio Argentino.
La selección de los contactos fue de tipo aleatorio sistemático a partir de un listado provisto por FOPEA. Los encuestados quedaron protegidos por el anonimato y la confidencialidad, de acuerdo al Código Internacional de Ética para la práctica de Investigación Social y de Mercados.
La información quedó relevada sobre un cuestionario semi-estructurado integrado por 50 preguntas cerradas y abiertas. Su duración osciló entre los 25 y 35 minutos aproximadamente.
Fechas: El relevamiento se realizó entre el 13 de junio y el 1 de julio de 2011.
Programación de cuestionario. El cuestionario, previamente aprobado por el equipo de contraparte, fue digitalizado para poder ser aplicado al formato CAWI. El programa permitió insertar saltos dinámicos para mostrar sólo aquellas preguntas de acuerdo al perfil del entrevistado. Los datos se cargaron directamente sobre una base en servidor con validaciones que guiaron al entrevistado a responder correctamente sin errores de interpretación. Todos los estudios poseen una codificación única por caso que es verificado por la base de datos al ingresar al servidor.
Seguridad. El método CIO Online cuenta con la mayor seguridad respecto de la información suministrada por el encuestado. Los resultados que, a continuación se describen, son propiedad del cliente y CIO se compromete a no revelarlos a terceros salvo expresa aprobación
Estudio 2005. En el presente estudio, se realizan comparaciones con el realizado por FOPEA en el año 2005. Sin embargo, éstas deben tomarse sólo como referencia ya que las diferencias muestrales pueden conducir a errores de interpretación. Las variaciones registradas entre uno y otro pueden estar más relacionadas con peculiaridades muestrales que con cambios de opiniones o comportamientos.

Correa: libertad de prensa pero con represalias

El presidente Rafael Correa dijo a la agencia oficial del estado Andes, que es ridículo que organismos internacionales de prensa, como la Sociedad Interamericana de Prensa, el Comité de Protección de Periodistas o Human Rights Watch digan que en el Ecuador no hay libertad de prensa.

Considera que hay libertad de prensa porque en su país el gobierno no llama a los medios o a los periodistas para censurarlos o porque cualquiera puede decir lo que se le antoja. Incluso recriminó que hasta los extranjeros pueden llegar a Ecuador a criticarlo, en clara referencia al presidente de la SIP, Gonzalo Marroquín, quien en un foro de empresarios en la ciudad de Guayaquil dijo que Correa era intolerante y autoritario.

Lo que Correa no dice es que el gobierno toma represalias – legales y judiciales - contra quienes lo critican, como el caso de varios periodistas a quienes los demandó por cifras millonarias. Uno de ellos, Emilio Palacio, estuvo en nuestra sede de la SIP en Miami la semana pasada, denunciando que está buscando asilo político ante la persecución de la que es víctima en su país.

Las declaraciones de Correa son similares a las del régimen cubano. Ayer, en un comunicado de prensa de la Iglesia Católica cubana se dijo que el gobierno jamás dio orden alguna para que se reprimiera a los disidentes y a las Damas de Blanco en las últimas semanas, quienes fueron brutalmente reprimidas por turbas gubernamentales.

Así como el gobierno de Cuba toma por ingenua a la comunidad internacional, Correa también quiere hacer ver que en su país hay amplia libertad de prensa. La realidad, sin embargo, muestra otra cosa. Son muchos los periodistas y medios que asumen las represalias, y pronto, una nueva Ley de Comunicación irá no solo contra los medios sino contra el derecho de todos los ciudadanos a recibir información.

lunes, 5 de septiembre de 2011

Cuba y los periodistas extranjeros

La larga lista de corresponsales extranjeros expulsados o sin que se les renueve la visa para trabajar en el régimen de Cuba sigue creciendo.

Bajo la ley que regula el ejercicio de la prensa extranjera, el gobierno tomó la decisión de no renovarle el permiso de trabajo a Mauricio Vicent, corresponsal de los medios españoles, el diario El País y la Cadena Ser, después de 20 años de trabajar en esa calidad.

El gobierno de los hermanos Castro justificó la acción a través del Centro Internacional de Prensa porque Vicent vendría ejerciendo en los últimos tiempos “una imagen parcial y negativa” de la actualidad en la isla.

Sin dudas una excelente forma de justificar legalmente la censura. Esto demuestra que el periodismo extranjero desde la isla siempre está sometido a los designios del poder y es evidencia de que quienes lo ejercen, deben hacerlo con un gran sentido de la autocensura para poder seguir trabajando.