sábado, 1 de septiembre de 2012

Un Día Difícil para los demócratas

El discurso de Mitt Romney el jueves durante la Convención Republicana fue muy bueno, especialmente porque mas allá de señalar que el presidente Barack Obama no ha cumplido con sus promesas de campaña en materia de economía, producción y empleos, lo que ha creado fue divisiones y polarización en el país. Pero mas allá de su buen discurso, de lo poco entendido que fue el de Clint Eastwood, de lo inexpresivo del de Paul Ryan y de las exhortaciones patrióticas del senador cubano florida no Marco Rubio, la Convención pronto caerá presa de la Demócrata que seguramente tendrá mucha fuerza para seguir machacando los errores y las culpas pasadas de los republicanos, ergo, la presidencia de George W. Bush. Sin embargo, nadie se esperaba que un hecho tan impensado podria hacer trastabillar políticamente a los demócratas, como es la aparición este martes del libro Un Dia difícil del Navy Seal, Mark Owen, según su nombre ficticio, quien desdice las afirmaciones del presidente Obama sobre como fue muerto Osama bien Laden. Bajo su nombre real, Matt Bissonette, el soldado relata en su libro, ya todo un best seller antes de su aparición, que Bin Laden fue herido de un tiro en la cabeza. Luego rematado en el piso, y no tras un intenso forcejeo de 40 minutos como desde el primer día, dijo el gobierno estadounidense. La demanda del Pentágono no se hará esperar y le seguirá a este caso una dura controversia sobre libertad de expresión y la confidencialidad que deben mantener los militares, así como también los periodistas, ya que el hecho de que la cadena Fox haya establecido la verdadera identidad del escritor-soldado, resulto en una andanada de amenazas de muerte proveniente de sectores radicales y terroristas. Aunque el autor del libro deijo que no tiene motivaciones políticas, el hecho de que este apareciendo este martes, obviamente No deja dudas, de que estará provocando muchas reacciones y respuestas de Obama y su entorno, que hubieran preferido estar atacando a Romney y su pasado de empresario.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Los republicanos y la paz en Colombia

Será interesante saber si el candidato Mitt Romney hablará algo respecto al proceso de acuerdo de paz en Colombia que anunció el presidente Juan Manuel Santos con las Farc, en su discurso de mañana en Tampa cuando acepte la nominación del Partido Republicano. La plataforma que mostraron los republicanos es bastante dura contra el gobierno de Barack Obama por darle la espalda a Latinoamérica y, muy especialmente, contra Hugo Chávez por apoyar al narcotráfico y al terrorismo, por otorgar pasaportes y servirle de puerta de entrada a los revolucionarios del gobierno iraní para instalarse e influenciar en América Latina. Pero como Venezuela y Cuba son dos de los cuatro países garantes del proceso de paz (además de Noruega y Chile) y el Departamento de Estado ya se pronunció a favor de la postura de Santos, tres ángulos que los republicanos detestan, será importante saber cómo se pronunciará Romney al respecto; lo que también será un indicativo sobre la atención que le dará o no a la región. En un reciente viaje hacia el exterior, Romney prefirió pasar por Europa e Israel; bien hubiera podido ir a México, el país al que más emocionalmente atado está y el que más influencia tiene en Estados Unidos, tanto en temas sociales e inmigración como económicos y geopolíticos. No haber elegido a México es una mala señal; contraria, al menos, con lo que la nueva plataforma especifica.

martes, 28 de agosto de 2012

La paz en Colombia

Hacía semanas que existía el rumor y que el ex presidente colombiano Alvaro Uribe venía denunciando furiosamente que el gobierno del actual presidente Juan Manuel Santos estaría por empezar el diálogo para buscar la paz con las narcoguerrillas de las FARC. Los diálogos habrían empezado en mayo pasado en La Habana por cuenta del hermano del Presidente, Enrique Santos, quien desde que se inició la actual Presidencia fue apuntado – oficiosamente – como el eslabón que podría acercar posiciones a una mesa de negociación, que según se plantea ahora, podría tener luz verde en Noruega. Uribe debe estar más que furioso con la presentación televisiva de ayer por la tarde de Juan Manuel Santos. Uribe considera que no debería haber ningún tipo de diálogo sino aniquilamiento total de las FARC, mientras que Santos, que fue el responsable de una ofensiva intachable contra las FARC cuando fungió como ministro de Defensa de Uribe, considera que hay espacio para el diálogo pero sin ceder terreno militar y con la condición de que las guerrillas deben entregar las armas y desmovilizarse. Después de varios intentos anteriores en diferentes presidencias, la negociación en nada parece que será fácil, aunque creo que es necesaria. Después de 50 años de regarse sangre y de que esta guerra pudiera continuar debido particularmente al apoyo que las guerrillas reciben de gobiernos vecinos y por los dineros del narcotráfico, tal vez una salida negociada y política pudiera traer algo de esperanza en camino hacia la paz. Hay varios temas que el gobierno tendrá que sortear, entre ellos, la arremetida de gran parte de la población que está polarizada sobre el tema y que se irá profundizando en las próximas semanas, acicalado por el nuevo movimiento del ex presidente Uribe. Muchos de los jefes guerrilleros que tendrían que estar desmovilizándose han sido procesados y acusados por crímenes de lesa humanidad que no son prescriptibles. Pese a que este proceso tendrá altibajos, es prudente que más allá del resultado final, un proceso de paz no debería descartarse de cuajo. Si uno mira en retrospectiva lo que el presidente Santos ha hecho desde que llegó a la Presidencia, incluido su apertura de diálogo con Hugo Chávez, tendría que pensar que esta oportunidad de paz es una buena posibilidad.

domingo, 26 de agosto de 2012

El kirchnerismo chavista

Día a día el gobierno de Cristina Kirchner tiene mayores similitudes al de Hugo Chávez. A las nacionalizaciones, a la arremetida contra la prensa, a la propaganda y el adoctrinamiento de los jóvenes, a la corrupción galopante, a la arrogancia y abuso de poder, al irrespeto de los otros poderes públicos, al populismo, al control de la economía y del cambio de moneda, con sus consecuentes problemas para que los ciudadanos puedan viajar o comprar y vender propiedades , ahora se suma otro nuevo proyecto de ley que en pone en grave peligro el derecho individual por sobre las obligaciones colectivas, consideradas el bien superior del Estado. El gobierno kirchnerista, a través del Ministerio de Planificación que dirige Julio de Vido, ya tiene un nuevo proyecto de ley que facilita la expropiación de los terrenos por razones sociales, confiriéndole al Estado atribuciones extraordinarias sobre la propiedad privada de la tierra, lo que obviamente se trata de una violación constitucional al determinar que el interés colectivo – bien superior al que están sujetos el uso y propiedad del suelo – prima sobre el derecho individual. Días atrás funcionarios del gobierno ya venían esforzándose a tratar de asemejarse a sus colegas chavistas, cuando impusieron en la agenda nacional dos temas de importancia: la relección de Cristina de Kirchner, argumentando que es la única líder en el país; y la destrucción de las barreras arquitectónicas de los barrios privados para que los argentinos vivan en igualdad de condiciones, es decir que nadie tenga derecho por sobre otros con privilegios de protección o seguridad privada. Faltaría que pronto el gobierno determine que expropiarse las canchas de golf por considerarse deportes de la burguesía y porque el interés colectivo implique que ese suelo mejor serviría para la siembra y cosecha de papas. El anteproyecto de ley establece que cualquier propiedad privada pueda ser declarada de utilidad pública y expropiada por el Estado y avanzar sobre inmuebles privados que declare ociosos "cuando la situación socio territorial lo requiera", lo que implica amplias similitudes con las formas que Chávez justifica sus expropiaciones. También se incluye la figura de la "recuperación pública de plusvalías", es decir que el Estado podrá ganar dinero con los valores de lo expropiado, muy al estilo de las tierras fiscales en el sur del país que fueron compradas por los Kirchner a precios irrisorios y al poco tiempo vendidas a precios de mercado. Este nuevo anteproyecto de ley justificado en el colectivismo es claramente una violación del derecho individual, una nueva forma de arrogancia y abuso de poder de parte del Estado y del gobierno por sobre la voluntad de los ciudadanos.