sábado, 10 de octubre de 2009

San Palermo y la montaña rusa

Impresionante lo de esta noche. Una montaña rusa de emociones. Accidente y milagro. Argentina lo tenía ganado – jugando como siempre (mal) y Perú no hacía mucho – pero en el minuto 90 – en solo un minuto!!! - todo pasó.
Estábamos en el Mundial, estábamos afuera. Cuando todo parecía terminado, la malicia, la mufa, la mala yeta se apoderaba de nuevo de un equipo que juega mal pero que también parecía destinado a la mala suerte. El gol peruano del empate nos dejaba en una posición sin ventajas para ir a Sudáfrica, por lo que enseguida uno es como que, a pesar de que la mente se nubla por el golpe sorpresivo – comienza a rebobinar y en una décima de segundos encuentra insultos y al culpable de todo: Maradona.
Pero vaya a saber si de verdad le dijo a San Palermo que haga algo para cambiar la historia del partido o por las veces que en la semana dijo que “el barba” ya lo había salvado varias veces y ésta sería otra, o por las veces que se persignó, lo cierto es que cuando ya todo era oscuro, el iluminado Palermo encontró la pelota para empujarla. Delirio!!!
Pero no mucho delirio, porque el festejo, más de rabia que de alegría, duró un par de segundos para poner la mente en el Uruguay del miércoles y en el Uruguay que también un par de minutos después era salvado por otro santo: Forlán; cuando el partido terminaba; y así Uruguay recobraba la esperanza de pasar directamente al mundial, algo que en realidad están a tiempo los uruguayos, los ecuatorianos y nosotros. Así que todo será en la última jugada. Una final realmente.
Fue toda una noche de montaña rusa y todo al mismo tiempo. Chile empezó perdiendo y se temía que pondría en peligro la clasificación, pero lo dio vuelta y en forma rotunda. San Bielsa hasta podría ser presidente en Chile, las puertas hasta para lo inimaginable están abiertas para él por clasificar a La Roja al Mundial. Ecuador parecía que se ponía inalcanzable y nosotros deberíamos buscar el repechaje, pero de repente les empatan, nos empatan… y todo el panorama luego cambió en los últimos segundos de ambos partidos gracias a Palermo y Forlán.
Qué noche!!!

Polanski y su última película

La vida del laureado director de cine Roman Polanski es verdaderamente de película. Tiene la trama de un thriller hollywoodense: sexo, alcohol, drogas, asesinato, fuga, persecución y captura.
Lo que resta por definir es el final. Si será plácido y feliz como desean sus colegas del séptimo arte, exonerado de culpa y cargo por la violación de una niña de 13 años que cometió hace tres décadas; o si tendrá un fin turbulento, extraditado a Estados Unidos donde la justicia lo reclama desde 1977 por haberse fugado después de declarase culpable.
Polanski, de 76 años, fue detenido el 26 de setiembre a su llegada a Zúrich y de inmediato se inició una rica polémica. Políticos, cineastas y la prensa europea vieron como exagerada y puritana a una justicia estadounidense que busca corregir tardíamente a un ya regenerado. Mientras tanto, sectores de la prensa y activistas contra la impunidad, celebraron que se mida con la misma vara a ricos y pobres, famosos y ordinarios, y que la justicia, aunque lenta, sea eficaz.
Quienes hacen magia y ficción fabricaron una distorsión para defender a Polanski; quizás porque están acostumbrados a crear personajes que en apenas 90 minutos son transformados de villanos a santos, de culpables a perdonados. De ahí que directores como Pedro Almodóvar, Woody Allen, Costa-Gravas y Martin Scorsese se sintieran ofendidos y exigieran la liberación de su genio colega.
También se sumaron al reclamo actrices como Mónica Bellucci, Isabella Adjani y Debra Winger, quien al decir que “el mundo del arte sufre” por la detención de Polanski, pareciera creer que la genialidad creadora absuelve la conducta depravada.
La industria cinematográfica exoneró corporativamente a Polanski, justificando que no ha cometido otros crímenes desde aquella violación, que su víctima lo perdonó, aunque tras un acuerdo civil-económico; y porque ha soportado una vida borrascosa al perder en la infancia a su madre en un campo de concentración nazi y a su esposa embarazada, Sharon Tate, en manos del tarado asesino Charles Manson.
Así como quienes anunciaron un boicot contra los adeptos de Polanski, muchos no creen, tampoco la justicia (que solo otorga atenuantes), que la turbulencia de una vida excuse un crimen o que la clemencia de una víctima borre lo que dicta un Código Penal. Además, nadie puede sentirse sorprendido que Polanski haya sido apresado, ya que vivía como fugitivo, evitando países con tratados de extradición con EE.UU., mientras que en 2003 desistió de presentarse en Hollywood a recibir su Oscar por “El Pianista”.
Tras la presión de los gobiernos de Francia y Polonia contra Suiza y EE.UU., es posible que Polanski no sea extraditado. Pero quienes claman por justicia no deberían sentirse desahuciados, porque por ahora, al menos, el escarnio público logra una condena moral que revitaliza la conciencia sobre el abuso infantil, incluyendo a países como los latinoamericanos donde el tema no es agenda pública. La captura del cineasta también incentiva a que las víctimas denuncien a los acosadores y es un disuasivo contra otros degenerados.
Recordemos que el caso del presidente nicaragüense Daniel Ortega sirvió para esta causa. En agosto de 2008, la ministra de la Mujer de Honduras, Selma Estrada, renunció por la visita de Ortega a su país, solidarizándose contra el abuso sexual de mujeres y niñas en América Latina. Su reacción potenció la denuncia que desde 1998 hiciera Zoilamérica Narváez contra su padrastro Ortega, por abuso sexual por más de 20 años. Aunque la acusación fue archivada por haber prescrito, muchas mujeres tomaron su causa. Así, con la protesta como arma, evitaron que Ortega asistiera a la toma de posesión del presidente paraguayo Fernando Lugo y objetaron su presencia en cumbres y visitas a El Salvador, Panamá y Chile.
El mensaje para Ortega y Polanski es claro. De no haber posibilidad de justicia, que la deshonra avergüence y duela.
Polanski tiene la opción de crear su propio final. Me temo que si no enfrenta a la justicia real, jamás tendrá la tranquilidad con la que suelen morir sus protagonistas. Pero más allá de la conclusión de la justicia, cada uno de nosotros podrá elegir en su conciencia el mejor final de esta película: feliz o turbulento; culpable o inocente.

viernes, 9 de octubre de 2009

Obama: de Olímpico a Nobel

La semana empezó mal pero terminó excelente para Barack Obama. Sus detractores todavía lo estaban criticando porque no había logrado que Chicago ganara la sede de los Juegos Olímpicos para el 2016 en su viaje a Copenhague; mientras que hoy – a ocho días exactos de aquel “fracaso” - en una ciudad cercana a la danesa, en la noruega Oslo, se hizo el apoteósico y sorprendente anuncio de que se le adjudicó el premio Nobel de la Paz.
Es el galardón más importante que pueda recibir una persona en este mundo. Es el reconocimiento al desprendimiento total del ser por la ayuda al otro en pos del ideal más sublime que tiene la humanidad después de la libertad: la paz.
Soy de los que piensan y se adhieren a aquellos que reconocen que Obama tiene todo el potencial para ser un Nobel, pero que todavía no estaba maduro para serlo, ya que mucho tiene todavía de retórico y pocas son las promesas y los logros alcanzados.
Pero también es bueno reconocer que el mundo está sediento de líderes y no hay mucho de donde escoger, a pesar de que Obama competía con 205 contrincantes. Es que parte de esa nómina incluía a la controversial senadora Piedad Córdoba, que si bien busca la liberación de los rehenes en manos de las Farc, su rendimiento de pleitesías a Hugo Chávez y su acercamiento al grupo guerrillero no la hacen – o al menos no da la apariencia – muy cercana a la paz.
Obama, el primer presidente estadounidense en recibir el premio en ejercicio, se mostró también él sorprendido y sabía que le lloverían las críticas de los republicanos que, ni lerdos ni perezosos, no tardaron mucho en protestar. Dijeron que Obama no es merecedor de un premio porque no ha solucionado temas importantes de la política doméstica, que tienen que ver con el empleo y la recuperación económica.
Pero es que se equivocaron de cara a rabo, porque el comité noruego resaltó que el premio fue otorgado “por sus extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y cooperación entre los pueblos”. Fue una forma de plegarse a la popularidad de Obama en el exterior, principalmente en Europa, que si bien ha decaído desde que asumió hace nueve meses, sigue manteniendo una fortaleza especial y un perfil de líder en el que muchos, especialmente las minorías, depositan su confianza y esperanza por un mundo mejor.
Obama no hizo mucho todavía, pero tiene la semilla de la esperanza y este es un gran estímulo para que trabaje por la paz.
Después de todo, su idea y último esfuerzo de fomentar un arreglo con Rusia para desarmar al mundo de armas nucleares - mensaje contundente para países agresivos como Irán y Corea del Norte - ya resulta en un gesto suficientemente importante como para merecer un Nobel de la Paz.

Día negro para Argentina

No lo digo porque Argentina tenga un panorama muy nublado para el fútbol de cara al partido de mañana ante Perú y el miércoles ante Uruguay, sino porque hoy puede ser el día en que comience una etapa muy negra para la libertad de prensa, la que está siendo acosada por el gobierno de Cristina de Kirchner.
En el Senado, entre hoy y mañana, será posible la sanción de la Ley de Servicios Audiovisuales que el gobierno y su estratégico aparato político ha vendido y está vendiendo como la panacea para destruir la malicia de los monopolios de medios en el país, bajo la consigna de que la información debe ser plural y diversa.
Nada más ajeno a la realidad, ya que quien visita Buenos Aires o Argentina, se podrá dar cuenta que no existe tal monopolio como Cristina quiere hacer ver a Clarín – en realidad su talón de Aquiles – ya que Clarín de be competir en los kioskos con 12 otros diarios, algunos también que llegan al interior del país, pero que no tienen nada de penetración, porque en Argentina existe una prensa diversa, plural y estimulante, además de altamente competitiva.
Lo mismo se puede decir de Clarín respecto a las radios, las televisoras de aire y de cable y todos los demás servicios informativos por lo que a diario debe competir contra otros grupos que tienen hasta mucho más y mejores audiencias. Lo que sí es Clarín, un grupo con fuerza impresionante que puede hacer temblar a los gobiernos cuando sintoniza todos sus medios. ¿Pero no es acaso el papel importante que deben jugar los medios en una democracia?
Analizaré la ley en otros post, como ya lo he hecho, pero creo que hoy tenía la necesidad de remarcar que estamos frente a un día negro y del que nos tendremos que arrepentir en el futuro, porque es preferible un páis con Clarín que sin él. Seguramente la ley que saldrá ahora tendrá visos de nulidad y de anticonstitucionalidad, el único camino que quedará para que la Corte Suprema de Justicia, la termine deshaciendo.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Ni sordos ni ciegos sobre Zelaya

Nadie puede negar que hoy comenzó un período de esperanza para Honduras con las negociaciones incentivadas por los cancilleres de la OEA.
La primera jornada, muy al estilo de un primer round de boxeo, sirvió para estudiar al rival y saber sobre sus armas y estrategias. Roberto Micheletti de frente puso dos condiciones: se va si no vuelve Zelaya, y reconocimiento a las elecciones del 29 de noviembre “no matter what”. Los cancilleres, casi en tropel, se abrazaron al Acuerdo San José propuesto por Oscar Arias, pero argumentaron que “no está escrito en piedra”. Y Manuel Zelaya, recluido en la embajada brasileña despotricó contra todos, por “duro” al gobierno de facto y por “blanda” a la delegación de la OEA>
Más allá de que las negociaciones irán atrayendo las posiciones extremistas hacia el centro en los próximos días, lo que nadie puede obviar es que muchos desconfían de Zelaya, a pesar que al unísono le piden de que si ocupara transitoriamente la Presidencia no debería tener siquiera la intención de proponer una reforma constitucional para la reelección.
Es que nadie es sordo ni ciego a todas las actitudes y dichos encontrados que ha tenido Zelaya en su Presidencia. Es que la situación está donde está porque él insistió con la “cuarta urna” a pesar de una orden constitucional en contra y de una decisión de la Corte Suprema. A pesar de ello entró a un cuartel desobedeciendo órdenes constitucionales para quedarse con una urnas y papeletas que importó de Venezuela, país cuyo presidente quiso instalar una base satélite similar a la de Bolivia. Se ha mostrado cada vez más testarudo para implantar políticas izquierdosas tras haber ganado las elecciones con ideas y plataformas de derecha.
Si uno revisara los comentarios de este blog y las encuestas, podría darse cuenta de la gran desconfianza que gran parte del pueblo hondureño tiene de Zelaya y sus actitudes testarudas y muchas veces mentirosas. Y esa percepción de desconfianza que tienen muchos hondureños es la que también tienen que tratar de entender los cancilleres.

martes, 6 de octubre de 2009

La exageración de Lula

Ignacio Lula da Silva tiene todo el derecho a reclamar ante el gobierno de Roberto Micheletti que debería devolver la presidencia al Manuel Zelaya y puede disponer de sus opiniones para alinearse con gran parte de la comunidad internacional sobre la crisis en Honduras; e indistintamente tratar de agradar a Barack Obama como a Hugo Chávez.
Hasta ahí muy bien. Es el presidente con mayor aceptación popular en las últimas décadas en Brasil gracias a la suertuda estrategia petrolera, consagraciándose además con su pueblo atrayendo un Mundial de Fútbol y las Olimpíadas para el 2014 y el 2016 respectivamente.
Pero ahora esa prédica estentórea contra Micheletti, justo en el momento que se deben limar asperezas para el diálogo, parece ser más la continuación de una política exterior brasileña que nunca gozó de mucha popularidad ni inteligencia a nivel universal. Lula está interfiriendo en asuntos internos de otro país, no simplemente por unas declaraciones histéricas, sino más bien por haber tenido la intención de apoyar desde el comienzo para que Zelaya entre clandestinamente al país y permitirle hacer de su embajada una morada permanente y utilizarla como tribuna política, lo que contrasta contra cualquier tratado internacional sobre no intervención y diplomacia.
Lula califica de ilegal al gobierno de Micheletti, pero las acciones adoptadas por Brasil de interferir mediante el discurso y la utilización de su territorio en forma política para agredir a otro país, también son ilícitas y una exageración de la diplomacia brasileña. El viejo adagio de que el fin no justifica los medios, pareciera ser la norma en esta situación.

lunes, 5 de octubre de 2009

Incluir al ciudadano de a pie

Roberto Micheletti restauró los derechos civiles, se reunió con diputados estadounidenses que defendieron la transición constitucional y las futuras elecciones, y recibirá el miércoles a la delegación de cancilleres de la OEA, ¡y todo en un día! … como si los planteas se hubieran alineado de golpe, y algo positivo podría pasar esta semana.

Más allá de cualquier arreglo, Acuerdo de San José o no de por medio, lo importante será ver que las partes tengan en cuenta a los ciudadanos de a pie, quienes, en muchos casos, han sido tironeados a favor de una u otra posición y son quienes en una negociación política podrían sentirse desahuciados o tener la sensación de terminar con las manos vacías.

Será importante esperar que en el proceso de arbitraje o negociación el protagonista principal, ese que es cortejado y mimado en cada elección, no sea dejado de lado. De lo contrario, los ciudadanos se sentirán decepcionados y traicionados.

La paz y unidad de los hondureños no se logrará tan solo si los políticos se despojan de las pasiones y ceden. Necesitarán más que eso. Necesitarán que los ciudadanos de a pie se sientan incluidos, que sus sentimientos y preocupaciones sean tenidos en cuenta. En ello radica el verdadero arte de la política, en la inclusión y la búsqueda del consenso.

domingo, 4 de octubre de 2009

Acuerdo San José: solución viable

Esta semana comenzará el diálogo en Honduras, como si los planetas por fin parecieran estar alineados.
Aunque las apariencias parecieran decir otra cosa, creo que el Acuerdo San José beneficiaría definitivamente a Honduras, tal lo expliqué en la columna de la semana pasada que tiene todavía vigencia hoy:
Brasil es conocido por practicar el “jogo bonito” en el fútbol, pero esta semana se lució con una polémica jugada política al dar refugio en su embajada de Tegucigalpa al depuesto presidente hondureño, Manuel Zelaya, forzando una negociación sobre su regreso a la Presidencia que parecía estancada.
Muchos – y con razón - sospechan que la jugada del presidente Ignacio Lula da Silva podría haber sido sugerida por el mentor de Zelaya, el presidente Hugo Chávez; después de todo, ambos se plegaron al unísono reclamo internacional que exige el regreso de Zelaya al poder y exaltaron su juego en el momento más visible, justo durante la asamblea general de las Naciones Unidas.
Sin embargo, tras el desembarco de Zelaya, el juego bonito de Brasil pudiera estar beneficiando más a Barack Obama, a los intereses de Estados Unidos y a los de Roberto Micheletti, que al propio Chávez. Es que sin una negociación, Micheletti hubiera seguido arrastrando el peso de la condena internacional, el quite de ayuda financiera y humanitaria y el peligro de que el resultado de las elecciones del 29 de noviembre no fueran reconocidas, prolongando una crisis ingobernable.
Con Zelaya en el país, protegido en territorio brasileño, y con la posibilidad de generar ingobernabilidad a través de sus seguidores, Micheletti no tiene otra opción más que negociar. Más allá de que defienda con tozudez su tesis de que no fue golpe de Estado sino transición constitucional, lo cierto es que sobre sus espaldas carga la responsabilidad de haber aislado a Honduras y de transformarla en un país más pobre de lo que era.
Ante este oscuro panorama, Micheletti empezó a ceder. Habla de dialogar con Zelaya, reconoce de nuevo las virtudes del Acuerdo de San José que propuso el presidente costarricense Oscar Arias y encontró en Jimmy Carter a otro interlocutor válido para dejar de lado a la OEA y a José Miguel Insulza, de los que desconfía.
La opción frente a él y su flamante gobierno no parece ideal, pero es honrosa y puede aplacar una crisis que todos en la intimidad reconocen fue provocada por las bravuconadas de un Zelaya que, envalentonado con los petrodólares de Chávez, quiso destruir la férrea cláusula constitucional de que en Honduras está prohibido perpetuarse en el poder. Bien o mal, Honduras está en el mapa, y el expansionismo chavista fue denunciado.
Así, la propuesta de Arias se convierte en una salida airosa y conforme a los intereses que provocaron el golpe de Estado. Si bien restituye a Zelaya como presidente, lo condiciona con un gobierno de coalición o de unidad nacional que debe continuar la convocatoria a elecciones presidenciales con la prohibición de la reelección.
De esta forma, Micheletti, el Congreso nacional y la Corte Suprema de Justicia que provocaron el golpe contra Zelaya, se podrán sentir conformes de que la Constitución será inviolable, de que repelieron al invasivo chavismo y de seguir estudiando la posibilidad de quitarle a Zelaya la inmunidad para procesarlo por otros delitos. Y todo esto, garantizado con vigilancia internacional.
Chávez, quien pareciera estar pegando un “jonrón” con la puesta de Zelaya en escena, contradictoriamente se quedaría con las bases vacías una vez que éste ocupe en forma transitoria la presidencia, porque a partir de enero, y sin Zelaya, su revolución socialista ya no tendría donde anidar en Honduras.
Obama, por otro lado, sin tanto aspaviento - haciendo caso omiso del propio Zelaya y de Chávez que alguna vez lo encomiaron a “hacer lo posible para restituir el orden”, aunque indistintamente lo insultaron por instigar el golpe – lograría hacer prevalecer el principio democrático y mancomunado que defendió ante la asamblea de la ONU distanciándose de políticas que lo precedieron y alejar el chavismo de tierras hondureñas que siempre tuvieron su guía en el Norte. Más aún, sentaría un precedente en la región para que otros gobiernos sopesaran las consecuencias de sumarse a Chávez o prefieran su liderazgo o el de Lula, como optó el presidente salvadoreño Mauricio Funes.
Influido o no por Chávez, casual o intencionalmente, lo cierto es que la jugada de Brasil se transformó en un “jogo bonito” para Obama, mientras que Lula se encarama como un árbitro de lujo.