Mostrando entradas con la etiqueta crisis en Honduras. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta crisis en Honduras. Mostrar todas las entradas

febrero 09, 2012

Honduras insegura y puntos de inflexión


La ley aprobada la semana pasada por el Congreso de Honduras con el objetivo de depurar a la Policía y acabar con sus mafias internas vinculadas al crimen organizado, no fue fruto de un proceso político o de la voluntad gubernamental como pregonan los políticos.

Se debió, más bien, a una reacción de hastío ciudadano ante la inseguridad pública que se profundizó cuando policías asesinaron a dos estudiantes universitarios en octubre pasado. Desde entonces, Julieta Castellanos, madre de una de las víctimas y rectora de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, supo aglutinar esa irritación social contra el abuso policial y la ineficiencia de las autoridades para controlarla.

Esos crímenes fueron la gota que rebalsó el vaso, el punto de quiebre. La furia ciudadana generó consenso social en contra de la inseguridad, permitiendo que el presidente Porfirio Lobo pueda iniciar el proceso de depuración de la policía, sorteando las presiones de grupos de intereses que paralizaron a gobiernos anteriores.

Los sociólogos coinciden en que los puntos de quiebre o inflexión son provocados por detonantes que súbitamente motivan grandes cambios culturales. El caso más palpable es la Primavera Árabe, originada por un vendedor ambulante en Túnez que, asqueado de los policías que le exigían sobornos continuos, decidió inmolarse en una plaza pública. De inmediato, ese hecho congregó la bronca social contra la opresión y el abuso, causando una revolución ciudadana imparable a favor de cambios democráticos.

Aunque los ciudadanos reaccionan con energía ante sacudones trágicos e inesperados, no siempre este tipo de hechos, por graves que sean, provocan puntos de inflexión. En México, por ejemplo, en algún momento se pensó que las marchas por la paz y contra la inseguridad convocadas por el poeta Javier Sicilia para crear conciencia sobre la inseguridad y protestar por el asesinato de su hijo en marzo de 2011, generarían una ruptura y un cambio positivo en la lucha contra las drogas. Las marchas tuvieron amplia repercusión, pero por motivos indescifrables no generaron un quiebre en la cultura.

Por eso creo que será muy difícil que tenga efecto positivo el reclamo que esta semana hicieron Mario Vargas Llosa, Salman Rushdie, Elena Poniatowska y otros escritores famosos, al presidente Felipe Calderón para que esclarezca más de 100 crímenes contra periodistas, todavía impunes. Quizá las autoridades y la sociedad recién se movilicen cuando asesinen a un periodista de un medio importante, como sucedió en Argentina con el caso del fotógrafo José Luis Cabezas y en Brasil con el de Tim Lopes. Digo quizá, porque no sabemos qué ingredientes pueden llegar a tocar las fibras íntimas de una sociedad y provocar puntos de inflexión, como quedó demostrado con los casos de la rectora hondureña y del poeta mexicano; dos casos similares pero con resultados diferentes.

En Cuba, por ejemplo, hubo varios signos que despertaron la indignación ciudadana en años recientes, pero no fueron suficientes para provocar cambios sociales ni políticos. Casos como los del encarcelamiento de 75 disidentes en marzo de 2003 y las muertes de Orlando Zapata Tamayo en 2010 y de Wilman Villar Mendoza en días recientes por sus huelgas de hambre, hubieran estimulado cimbronazos en cualquier otro país.

Tal vez el clima generalizado de represión y la apatía internacional sean los factores de contexto que protegen al gobierno cubano de los puntos de quiebre. Esta semana la visita de la presidente brasileña Dilma Rousseff confirma la regla. Evitó solidarizarse con las víctimas de violaciones a los derechos humanos y esquivó reunirse con disidentes y las Damas de Blanco, situación que habrá que ver como asumirá el Papa Benedicto XVI en su visita de marzo próximo a la isla.

En Centroamérica, una de las regiones más violentas del mundo, tampoco resultan suficientes las incesantes cumbres presidenciales y las estrategias internacionales para reducir la inseguridad pública. Lamentablemente, lo que pareciera faltar, son hechos espontáneos que eleven el nivel de hastío y consenso social para exigir soluciones que las autoridades, como las de Honduras, no puedan evitar.

La experiencia indica que los puntos de inflexión, dolorosos muchas veces, han estimulado grandes y necesarios cambios sociales.

febrero 07, 2012

Leyes que restringen la libertad de prensa

Entrevista con El Heraldo, Tegucigalpa
Domingo 05 de febrero de 2012
Leyes que regulan libertad de prensa terminan en censura y más restricciones
Trotti consideró que los medios deben de estar más atentos a las amenazas.
Trotti consideró que los medios deben de estar más atentos a las amenazas. (Archivo)
Tegucigalpa, Honduras
El peligro es real. La advertencia del presidente Porfirio Lobo de regular el ejercicio periodístico mediante un decreto puede ser la antesala de una escala ofensiva contra la prensa.
En otros países con gobernantes intolarantes, el cerco a los medios de comunicación se hace mediante leyes que luego se convierten en barreras más restrictivas, opinó Ricardo Trotti, director de Instituto de Libertad de Prensa de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP).
En entrevista con EL HERALDO, Trotti da a conocer cuáles son las repercusiones para la democracia cuando se coarta la libertad de expresión y cómo la SIP reaccionará directamente ante el gobernante para conocer los alcances de esta intención.
¿Cómo ve la salud de la libertad de prensa y libertad de expresión en la región?
Creo que está con algunos signos de preocupación, por un lado el tema de la violencia que deben de enfrentar los medios y los periodistas y, por otro lado, algunas actitudes de parte del gobierno, especialmente con este proyecto o idea que planteó el presidente Porfirio Lobo de una posible ley para regular a los medios de comunicación.
Nosotros entendemos que sería oportuno que haya más transparencia sobre los pensamientos, dado que es una cuestión de libertad de prensa muy importante, y por otro lado para saber el contenido.
Nosotros entendemos que por la experiencia que hay en América, muchos Presidentes comienzan hablando de este tipo de leyes que finalmente terminan en todos los casos siendo leyes restrictivas, así que para nosotros es de profunda preocupación.
¿Síntomas de qué puede ser cuando hay estas señales de peligro contra la prensa? No sabría decirte si son síntomas, causas o consecuencia de algo, por lo que el presidente Porfirio Lobo manifestó que da la apariencia de que es consecuencia del comportamiento o del contenido o de las denuncias o de las críticas que se vierten a través de los medios de comunicación.
¿Es reflejo de intolerancia?
No sé, creo que en Honduras hay bastantes niveles de libertad de expresión, obviamente este tipo de leyes muestra que para que haya verdadera libertad de expresión no solo hace falta que los medios y los periodistas puedan decir lo que consideran que tienen que decir, si no que tengan la suficiente libertad para decirlo sin represalias, esa es la tolerancia necesaria que debe de haber en un país.
¿Mencionó que cuando hay estas leyes después vienen más restricciones y ya ha pasado cuando el Presidente acusa a medios de estar al servicio de grupos de económicos? Sí, yo creo que los gobiernos caen en el vicio de legislar, sobre todo en materia de leyes fundamentales como libertad de expresión y de prensa y en todas las ocasiones lo que se busca es entrometerse en los contenidos y esa es la preocupación por que de último lo que se termina haciendo es censurando, luego se produce autocensura, esa es consecuencia de la censura y el problema mayor es que lo que se pierde en realidad no es tanto la libertad de los medios a expresarse, sino la libertad que tiene el individuo a la información, el derecho que le asiste al público en una sociedad democrática a tener la información de fuentes variadas, plurales y diversas.
¿Cuando hay anuncios de leyes para regular la prensa se activa algún sistema de alerta en la SIP o cómo reacciona?
Las reacciones son de varios niveles, hay reacciones de preocupación por medio de comunicados de prensa, cartas, misiones...
¿Piensa la SIP mandar una misión a Honduras?
Probablemente durante el presente mes por otros temas, pero incluyendo la libertad de prensa, va a venir una mision oficial de la SIP acá a tratar de dialogar con el presidente Porfirio Lobo.Hay cita confirmada?
Se están haciendo las gestiones, pienso que va a suceder antes de fin de mes, en febrero, y simplemente para tener un diálogo cordial para entender un poquito cuáles son las ideas y las intenciones que tiene su gobierno con esta ley.
¿La prensa cómo debe de reaccionar ante este anuncio de crear un decreto regulatorio?
Yo creo que los periodistas, además de informar, tenemos ciertas responsabilidades profesionales que es obviamente defender los espacios de libertad de expresión, así que me imagino, como ya se ha hecho, las instituciones están editorializando, están creando opinión.
Lamentablemente todavía se está creando opinión sin saber muy bien porque no hay mucha transparencia de parte del gobierno sobre qué es lo que se quiere, pero una vez que haya más elementos de juicio creo que va a alimentar un debate que ojalá que los medios de comunicación lo pongan a consideración del público, los medios tienen como responsabilidad que el público tome conciencia cuando se reducen los espacios de libertad de expresión y esta ley probablemente pudiera llegar a ser uno de esos espacios que coartan libertades.
En Venezuela y Ecuador, donde la situación de ataque a la prensa está en un escalón superior a lo que pasa en Honduras, ¿qué tan grave se ha vuelto últimamente?
Creo que ahí ya no es un cuadro de preocupación, sino de desesperación para muchos, ya hace mucho tiempo que existen leyes como la Ley de Responsabilidad Social y otras leyes que fueron creadas por el gobierno del presidente Chávez, en diciembre de 2010, que han favorecido a toda una conducta y toda una estrategia antilibertad de prensa que permitió, por ejemplo, cerrar medios de comunicación, como Radio Caracas Televisión, presionar a Globovisión, cerrar más de una cuarentena de radios, cerrar páginas de Internet.
Ese problema se estableció por medio de una ley, por lo que podríamos decir que la libertad de prensa puede ser coartada.
¿Puede pasar en Honduras?
Habría que ver, en la SIP no acostumbramos a ser premoniciones, manifestamos nuestra preocupación, problemas que pudieran suceder, pero preferiríamos entender qué es lo que realmente se quiere.
Sobre las amenazas del crimen contra la prensa ¿cree que los medios han tomado conciencia de ese riesgo? Yo creo que a niveles de lo que sucede en otros países como en México o lo que fue Colombia en su época, me da la sensación, y esto es sin tener bases científicas, me da la sensación de que el periodismo no está sintiendo el peligro que hay .
¿La prensa está en un estado de confort ante ese peligro?
No sé si estado de confort, yo diría en un estado entre la indiferencia y la impavidez, me da una sensación de que hay un peligro grave de seguridad en Honduras contra los periodistas y que es un tema para tenerlo en cuenta para cuidarse, para reclamar sistemas de protección a través de reformas de políticas públicas del Estado, de tener un diálogo constante entre los periodistas por medio de sus asociaciones o sindicatos, que este es un problema real porque nadie quiere que haya atentados contra medios y periodistas, entonces es un diálogo necesario que en este momento está ausente.

julio 08, 2011

Zelaya ¿aceptará la verdad?


El ex presidente Manuel Zelaya debería aprender de las experiencias pasadas y absorber como enseñanza las conclusiones de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR)  (a la que negó dar su testimonio), informadas este jueves.

Más allá de que la CVR repartió, en forma objetiva, responsabilidad para todos lados y sectores sobre el golpe de Estado en 2009, se indicó fehacientemente que el detonante de lo que sucedió fueron las acciones de Zelaya, las mismas sobre las que reinició su carga desde que llegó de República Dominicana y de nuevo puso como frente de batalla para poder cambiar la Constitución, imponiendo sus propios y tozudos parámetros y criterios para fabricar una (su) nueva Honduras.

La CVR fue explícita al demostrar que los hechos que provocaron el descalabro fueron los producidos el 25 de junio de 2009, cuando Zelaya y miles de seguidores irrumpieron en una base aérea en Tegucigalpa para obtener 20 mil urnas de cartón y más de un millón de votos que Hugo Chávez le había enviado para una consulta que ya habían prohibido los poderes Judicial y Legislativo, además del ministerio público y el Tribunal Electoral.

Zelaya seguramente hará caso omiso a este informe – que también pega fuerte contra los militares y la clase política que golpeó las puertas de los cuarteles para resolver el conflicto o negarse a entregar el país a sumisión de Chávez – y preferirá escuchar sus propias conclusiones que emanarán en diciembre de la Comisión de la Verdad que integró a través de su Frente de resistencia.

Escuchar su propia voz denota el mismo carácter autoritario y arrogante, el que debería deponerse en función del bien común y de la reconciliación nacional que necesita el país para salir adelante. Ojalá que Zelaya, como todos aquellos que se señala como responsables, acepten la verdad.

Lo lamentable y único punto oscuro de la CVR que lideró el ex vicepresidente guatemalteco, Eduardo Stein, es que tratándose de una Comisión y de un Informe por la Verdad, se haya considerado que un 10 por ciento del sea clasificado como secreto y que para su inviolabilidad se lo haya depositado en Canadá por la friolera de 10 años.

Aunque habrá habido razones de peso para semejante decisión, no creo que pueda haber verdadera Reconciliación conociéndose solo el 90 por ciento de los hechos. Todos los hondureños tienen derecho a asumir el 100 por ciento de la verdad, duela a quien le duela.

junio 01, 2011

Zelaya – Lobo – OEA: no olvidar


¡Qué bueno para Honduras nuevamente entrar al contexto internacional! ¡Qué bueno que un pacto político haya permitido a Manuel Zelaya regresar al país para formalizar una nueva carrera política(o la de su esposa)! ¡Qué bueno que se haya saludado con beneplácito el gesto de los presidentes de Venezuela y Colombia y de Honduras y de República Dominicana para que el pacto político sea posible!

¡Qué malo es para muchos ciudadanos quedar atrapados en medio de la política, como si fueran descartables! Ciudadanos hondureños de uno y otro partido, de distintas posiciones políticas y con diferencias para ver la realidad de si aquello fue un golpe de Estado qué criticaron o un cambio constitucional que apoyaron. Hoy esos ciudadanos, que quieren creer en la democracia, que preferirían tener seguridad y bienestar, están confundidos por estos cambios políticos a los que miran con desconfianza.

Si los políticos pueden hacer borrón y cuenta nueva, sobre un golpe que coartó las ganas de un político para eternizarse en el poder con un plan de país impuesto por otro país cuando sus promesas electorales que lo llevaron al poder eran diametralmente opuestas… ¿cuál es la certidumbre de los ciudadanos sobre lo que sucederá en el país?

Si los políticos que tomaron el poder que no era suyo, para echar a otro en pijamas siguieron violentaron los derechos humanos de muchos otros ciudadanos a los que no dejaron manifestar, protestar o criticar… ¿cuál es la certidumbre de los ciudadanos de lo que sucederá en el país?

En Honduras, más allá de las disquisiciones políticas, de las simpatías y antipatías partidarias, lo que los políticos no han tenido muy en cuenta es a una gran masa de ciudadanos que, hoy, desconfían cada vez más de una clase política ensimismada, egoísta y que su única meta es alcanzar el poder a como de lugar.

La clase política hondureña está endeudada con los ciudadanos y su crédito es mínimo.

abril 29, 2011

Centroamérica en guerra


Honduras, El Salvador y Guatemala están perdiendo la guerra contra el narcotráfico. Un editorial del The Miami Herald no pudo haberlo dicho mejor. EEUU está haciendo poco y nada para ayudar a sus vecinos a lidiar con un problema cuya causa principal es el consumo de drogas y cocaína de su propia gente.

Estos tres países tienen la incidencia criminal mayor del mundo. El porcentaje de muertes violentas por cada cien mil habitantes es mayor que en Irak donde es de 14, según la ONU. En Honduras alcanza a 77 y en El Salvador a 71.

Es cierto que los gobiernos de estos países tienen dificultades estructurales y las instituciones son débiles históricamente, habiendo sido golpeados por la guerra civil que en décadas pasadas arrojó más de cien mil víctimas. Pero también es cierto que los esfuerzos estadounidenses se enfocaron en Colombia y México, siendo que desde Honduras, por ejemplo, es transportada el 42% de la cocaína que viaja hacia el norte.

México acaba de crear una nueva legislación para combatir el lavado de dinero. Ayudar a crear reformas y otorgar los recursos para mantener cuerpos policíacos en este sentido, sería una gran contribución en Centroamérica para combatir los 300 o 400 billones de dólares que maneja anualmente el narcotráfico. Si uno piensa que el producto bruto de Honduras alcanza a 29 billones, se puede dar cuenta de la desventajas que tienen los estados frente al crimen organizado.   

septiembre 04, 2010

Canal 8: torpeza y ridiculez

La reciente medida adoptada por el gobierno hondureño de quedarse con Canal 8, no es más que una orden torpe y ridícula que raya en la expropiación y afecta las instituciones democráticas, la libertad de empresa y la libertad de prensa. Digo esto en contestación al señor Eduardo García que me hizo la pregunta en un comentario al post anterior.

Hay tres cosas que molestan de este decreto enviado por el presidente Porfirio Lobo que fue definido por el Congreso, quedándose con el Canal 8 que pertenece a Elías Asfura.

Primero, que produce una colisión sobre potestades de los poderes públicos, ya que la propiedad de Asfura había sido cosa juzgada por parte de la Corte Suprema de Justicia. El ciudadano común queda en la duda sobre cuán eficiente y confiable puede ser una Justicia a la que se le despoja su ecuanimidad por decreto.

Segundo, es una medida torpe, si se considera que arrebatándole el medio a Asfura y prometiéndole otra licencia a cambio, no habría sido mejor que el gobierno hubiera elegido la otra licencia para sí mismo y evitar así la polémica. Uno se pregunta, ¿qué diferencia hay entre este gobierno y el de Manuel Zelaya para quedarse con un medio cuando se le ocurre y de la forma que se le ocurre?

Tercero, Asfuera ya había cumplido con las medidas judiciales. No se quedó con Canal 8 durante el período de Micheletti porque se lo alquiló al gobierno a pedido del Ejecutivo, pero con la condición de que se lo entregaran apenas se iniciara el de Lobo. Ahora no solo que el Estado no ha cumplido sino que faltó a su palabra, lo que lo hace un gobierno menos creíble y confiable. De por sí malo para la democracia, para la libertad de prensa y para los intentos de insertar a Honduras en la OEA.

Ojalá este próximo martes el Congreso de marcha atrás, se respete la institucionalidad jurídica del país, se garantice la libertad de empresa, Asfura tome el control del canal que le pertenece y que el gobierno construya un canal de televisión público, que sirva a todos los hondureños, evitando hacer solo propaganda a favor de su gestión.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...