Hacía rato que como periodista no quedaba incrédulo ante lo que escuchaba.
Con una sonrisa franca, abierta y tranquila, el padre Alberto Cutié admitió que “sí estoy enamorado”, durante la entrevista que en el programa Primer Impacto de Univisión le hizo Teresa Rodríguez.
Abro paréntesis (la entrevista no fue en directo, sino grabada, y seguirá el martes con la respuesta a la pregunta de Rodríguez: “¿te gustaría casarte?”. Obviamente estamos frente a un caso de corrupción informativa, ya que en un caso de actualidad como éste, de sumo interés público que los medios han azuzado… esperar a tres días para ver el final de una confesión de culpas que debería costarle a cualquier cura la expulsión de la Iglesia, es obviamente una trama novelesca muy bien orquestada con el sólo interés de un rating que escapa a toda norma periodística. La entrevista de Teresa Rodríguez muy buena, al menos lo que se vio, no fue agresiva sino que hizo preguntas adecuadas para tratar de que el entrevistado se sintiera cómodo y relajado y hablara. Pero cuando anunció que recién se revelará el martes, ya toda credibilidad se vino abajo y lo periodístico se desmoronó para dejar paso al show televisivo) cierro paréntesis.
Sigo con lo importante:
“Sí estoy enamorado – dijo el padre Alberto – me atrae su fe, su vida de oración, de espiritualidad”.
Antes esta confesión, lo primero que pensé es que estaría pensando el arzobispo de Miami que el martes pasado emitió un comunicado disculpándose con los feligreses que pudieran estar ofendidos y pidiendo que lo dejen tranquilo al padre Alberto por un período porque le había pedido un tiempo para la oración y la reflexión. También pensé que este domingo el arzobispo estará ordenando a un grupo de sacerdotes en Miami.
Cuando la periodista le preguntó sino consideraba que era medio irónico que él estuviera violando un compromiso con Dios, el padre se disculpó diciendo que el amor no se podía planificar y que siempre había cumplido con Dios y con todas las herramientas que la Iglesia le daba.
“Traté de serle fiel a Cristo pero fallé”, dijo para luego pedir disculpas a los feligreses, agregando que “les pido perdón, pero nunca pediré perdón por amar a una mujer”.
“No me arrepiento de enamorarme, no lo planifiqué”.
Cuando la periodista le preguntó sobre por qué había hecho pública su conducta en la playa, el padre Alberto le contestó que “yo sabía que Dios me estaba mirando. Dios no condena, es muy grande, es amor, la Iglesia es otra cosa, la gente es otra cosa, muchos son como jueces…”.
La respuesta de él fue más evasiva cuando la periodista le preguntó si su pareja le había pedido que deje el sacerdocio. Dio bastantes vueltas para contestar.
Al final del programa, Teresa Rodríguez dejó el suspenso con la pregunta ¿te gustaría casarte?, prolongando de esa forma un hecho que tiene todos los ingredientes de noticia, convirtiéndola en una inexcusable novela comercial.
¿Qué sensación me quedó a mí, si es que le interesa? Es muy difícil poner todos los sentimientos en el asador. Me pareció un tipo, más que tranquilo y reflexivo – tal la imagen que podía tener de él – una persona inmadura, egoísta, sin la sabiduría de la prudencia y de no saberse poner en los zapatos del otro. Me pareció que es un tipo genuinamente flechado, cuyo desenvolvimiento como celebridad le ha hecho creer que no está atolondrado. Me pareció más un producto de la televisión y con la frivolidad de un tipo que desde la comodidad de una diócesis acomodada ofrece consejos a una comunidad también acomodada. No vi en él a ninguno de los tres votos a los que voluntariamente adhirió: castidad (mostró que no le importa), obediencia (habló antes de tiempo) y pobreza (porque en su mundo no la tiene ni la vive).
No quiero ser injusto con él. Ha hecho cosas muy buenas de repente por esta comunidad. Pero tampoco quiero ser injusto con los demás curas, muchos de los cuales sin el carácter de celebridad con las que pueden enceguecer los medios – en especial la TV – tienen que trabajar muy duro para construir un mundo mejor.
Les agradezco que me lean y también si pueden leer mi columna donde trato de explicar que el problema del cura Alberto, no es una cuestión de celibato, sino un simple asunto de infidelidad. Se publicará entre este sábado y domingo, en varios diarios latinoamericanos.
viernes, 8 de mayo de 2009
El padre Alberto está ahora en Univisión
Como todo en esta vida, la novela de los amoríos públicos del padre Alberto Cutié en las playas de Miami va a un ritmo vertiginoso, y en alguna medida esa velocidad se pudiera estar tornando en algo peligroso que pudiera convertir a este escándalo en algo demasiado bochornoso para mucha gente.
¡Apareció la mujer y el cura está hablando por Univisión en primer Impacto! La Iglesia tiembla.
Un par de hechos se registraron en estas horas que pudieran tergiversar todo el rico debate que se está produciendo en la sociedad respecto al celibato, a los votos sacerdotales, a la autocrítica de la Iglesia, a la venganza de la gente por una Iglesia que no ratificó a tiempo los abusos sexuales del pasado reciente, y a un revuelo de mucha gente y de denominaciones religiosas que quieren pescar al carismático padre Alberto para llevarlo a sus redes.
Analicemos algunos incidentes nuevos, algo preocupantes:
Vida pública: Un hecho importante es que se identificó a la “bendita” mujer, esa que por días todos buscaban o imaginaban y que el padre Alberto no quiso identificar para no perjudicarla. Es guatemalteca, no colombiana, y según los medios de Miami se llama Ruhama Buni Canellis. Tiene 35 años, uno o dos hijos y para ganarse la vida fue desde terapista hasta vendedora de inmuebles.
Hasta ahí todo bien, pero sucede que los medios hasta dieron la dirección de su domicilio y otras señas particulares que no vienen tanto al caso. Equivocándose un poco, creo, y tratándola a ella como un personaje público de la misma estatura del cura. Ella no es un personaje público, y si bien tuvo un desliz público que pone a su identidad en esa línea delgada entre lo público y lo privado, esa duda debería generar cierta compasión para no acosarla, al menos, públicamente. Aclarado esto no quiere decir que el periodismo deba quedarse con los brazos cruzados, todo lo contrario, debe indagarla porque de repente puede encontrar algunos indicios relevantes que sí podrían ser relevantes – lo que no es necesario es mostrarla excesivamente en los medios – como por ejemplo, la historia cambiaría si esta persona protagonista fuera prostituta, o estuviera enferma de SIDA o si fuera una persona que llegó al padre por necesidades migratorias, o si es una parienta, o un señuelo para luego extorsionar a la Iglesia; o por el contrario, que es una persona normal, con sentimientos muy especiales hacia el padre, que le ha pedido casamiento y que juntos se hayan cansado de esperar por una excusa del Vaticano que siempre es demorosa.
Ella es uno de esos casos que puede ser persona pública debido a una circunstancia especial, pero que no ha escogido ser pública. El padre Alberto es todo lo contrario y ahí es donde deben estar enfilados todos los cañones.
El padre Alberto está hablando: Imagino que la Iglesia, toda la curia está temblando. Pensé que cuando esta semana él y el arzobispo dijeron que entrarían en un período de reflexión y oración, ello ayudaría a bajar los decibeles, a calmar las aguas y a buscar una decisión favorable para uno y otro, para la iglesia y el sacerdocio. Pero la cosa está adquiriendo otro ribete.
El padre Alberto se olvidó de la virtud de la prudencia – tal vez del voto de la obediencia también – y se puso contento frente a las cámaras de Univisión siendo entrevistado por teresa Rodríguez. Dijo, muy resulto frente a las cámaras que hace unos 10 años que conocía a su amante, aunque no admitió que la relación amorosa hubiera empezado hace mucho, aunque sí supo que desde que la conoció, le gustó mucho. Dijo que las fotos fueron tomadas en febrero – no en marzo – en una playa aquí en el norte de Miami y que como estaba vacía decidieron ir ahí, pero que pronto se dio cuenta de que alguien podría estar sacándole fotos porque vió que tenía una cámara de fotografías.
Tal vez lo más sorprendente, es que si bien dijo que se disculpaba por algunas personas a las que hubiera podido ofender, quería que todo el mundo supiera que debajo de la sotana él llevaba bien puestos los pantalones, en una sugerencia que debería entenderse como que se definía como no homosexual.
La pregunta que dejó teresa Rodríguez en el aire: ¿estás enamorado?
Seguiré en unos minutos, mientras tanto les anuncio que mi columna de mañana en El Nuevo Herald de Miami y en varios diarios de América Latina trato de hacer ver que este tema no tiene nada que ver con el celibato, sino con la infidelidad.
¡Apareció la mujer y el cura está hablando por Univisión en primer Impacto! La Iglesia tiembla.
Un par de hechos se registraron en estas horas que pudieran tergiversar todo el rico debate que se está produciendo en la sociedad respecto al celibato, a los votos sacerdotales, a la autocrítica de la Iglesia, a la venganza de la gente por una Iglesia que no ratificó a tiempo los abusos sexuales del pasado reciente, y a un revuelo de mucha gente y de denominaciones religiosas que quieren pescar al carismático padre Alberto para llevarlo a sus redes.
Analicemos algunos incidentes nuevos, algo preocupantes:
Vida pública: Un hecho importante es que se identificó a la “bendita” mujer, esa que por días todos buscaban o imaginaban y que el padre Alberto no quiso identificar para no perjudicarla. Es guatemalteca, no colombiana, y según los medios de Miami se llama Ruhama Buni Canellis. Tiene 35 años, uno o dos hijos y para ganarse la vida fue desde terapista hasta vendedora de inmuebles.
Hasta ahí todo bien, pero sucede que los medios hasta dieron la dirección de su domicilio y otras señas particulares que no vienen tanto al caso. Equivocándose un poco, creo, y tratándola a ella como un personaje público de la misma estatura del cura. Ella no es un personaje público, y si bien tuvo un desliz público que pone a su identidad en esa línea delgada entre lo público y lo privado, esa duda debería generar cierta compasión para no acosarla, al menos, públicamente. Aclarado esto no quiere decir que el periodismo deba quedarse con los brazos cruzados, todo lo contrario, debe indagarla porque de repente puede encontrar algunos indicios relevantes que sí podrían ser relevantes – lo que no es necesario es mostrarla excesivamente en los medios – como por ejemplo, la historia cambiaría si esta persona protagonista fuera prostituta, o estuviera enferma de SIDA o si fuera una persona que llegó al padre por necesidades migratorias, o si es una parienta, o un señuelo para luego extorsionar a la Iglesia; o por el contrario, que es una persona normal, con sentimientos muy especiales hacia el padre, que le ha pedido casamiento y que juntos se hayan cansado de esperar por una excusa del Vaticano que siempre es demorosa.
Ella es uno de esos casos que puede ser persona pública debido a una circunstancia especial, pero que no ha escogido ser pública. El padre Alberto es todo lo contrario y ahí es donde deben estar enfilados todos los cañones.
El padre Alberto está hablando: Imagino que la Iglesia, toda la curia está temblando. Pensé que cuando esta semana él y el arzobispo dijeron que entrarían en un período de reflexión y oración, ello ayudaría a bajar los decibeles, a calmar las aguas y a buscar una decisión favorable para uno y otro, para la iglesia y el sacerdocio. Pero la cosa está adquiriendo otro ribete.
El padre Alberto se olvidó de la virtud de la prudencia – tal vez del voto de la obediencia también – y se puso contento frente a las cámaras de Univisión siendo entrevistado por teresa Rodríguez. Dijo, muy resulto frente a las cámaras que hace unos 10 años que conocía a su amante, aunque no admitió que la relación amorosa hubiera empezado hace mucho, aunque sí supo que desde que la conoció, le gustó mucho. Dijo que las fotos fueron tomadas en febrero – no en marzo – en una playa aquí en el norte de Miami y que como estaba vacía decidieron ir ahí, pero que pronto se dio cuenta de que alguien podría estar sacándole fotos porque vió que tenía una cámara de fotografías.
Tal vez lo más sorprendente, es que si bien dijo que se disculpaba por algunas personas a las que hubiera podido ofender, quería que todo el mundo supiera que debajo de la sotana él llevaba bien puestos los pantalones, en una sugerencia que debería entenderse como que se definía como no homosexual.
La pregunta que dejó teresa Rodríguez en el aire: ¿estás enamorado?
Seguiré en unos minutos, mientras tanto les anuncio que mi columna de mañana en El Nuevo Herald de Miami y en varios diarios de América Latina trato de hacer ver que este tema no tiene nada que ver con el celibato, sino con la infidelidad.
jueves, 7 de mayo de 2009
Padre Alberto. Lo que no se dice
Los medios en Miami, especialmente la televisión y la radio, están de parabienes con el último escándalo de la Iglesia Católica referido a las fotos del padre Alberto Cutié a quien se le ve con una mujer en poses amorosas – y comprometedoras para un sacerdote – tirados sobre la playa y en el patio de un bar.
La comunidad, en su mayoría, salió apoyarlo y justificarlo por acciones que tal vez a algún curita de barrio, sin tanta popularidad no se le aceptaría.
Hay dos o tres cositas que no se dicen, a pesar de que su conducta despertó en la gente a encomiar a la Iglesia Católica a que hable de la conveniencia o no del celibato, lo que muchos consideran que es un tema tabú. Entre esas cosas que no se hablan, especialmente porque muchos medios y periodistas están justificando conductas del “padre amigo y colega”, están:
1) El padre Cutié cometió el desliz amoroso en un lugar público, por ingenuo o por intención, de ahí que ello ya sea noticia, especialmente por tratarse de una persona que ofrece consejos sobre sexualidad y abstinencia, por lo que no se debe culpar a la Iglesia a que expíe por esta conducta pecados terribles como el abuso de menores, ya que eso va por otro andarivel.
2) El padre Cutié es quien tomó la decisión de hacer público el escándalo con su conducta en una playa pública, denegando de esa forma el voto de la castidad que obliga a la regla – buena o mala, eso es otra cosa – del celibato. El lo escogió voluntariamente, y si quería desairarlo, hubiera tenido que pedirle a la Iglesia – voto de obediencia – su permiso para ser excusado.
3) Las fotos fueron tomadas en marzo y esto explotó a principios de mayo, por lo que quedan unas cuatro o cinco semanas en el medio, en las que él ofreció misa y otros sacramentos sagrados, donde tal vez sea el punto más importante de este escándalo. Es decir, sabido de su falta, a él no le importó seguir gozando de la confianza de los feligreses que atienden su parroquia, escuchan sus sermones o leen sus columnas en el diario.
4) Muchos dudaban de qué tipo de inclinación sexual tendría el padre Alberto. Muchos ahora están convencidos y otros todavía no.
5) Muchos medios y periodistas están ahora rasgándose las vestiduras tratando de favorecer la opinión de la comunidad para salvarse de los ratings, porque el grito de la comunidad es “quien esté libre de pecado que tira la piedra”. Lo que los periodistas, condescendientes con el rating no ven, es que en casos públicos con éste la obligación de publicar es una obligación ética, sin importar lo que piense o juzgue la gente.
6) Mucha gente en la comunidad pide que no se juzgue la conducta del padre Alberto, pero al mismo tiempo juzgan a la Iglesia Católica para poder justificarlo a él.
7) ¿Quién es la mujer? Todos se preguntan y se supone que los medios amigos del cura – es muy íntimo de periodistas que están en la farándula y el entretenimiento – saben quién es esa colombiana de 38 años y con hijos de pelo oscuro, pero no lo dicen para protegerla.
8) Será que pronto saldrá ella, como la madre del hijo del ex obispo y presidente paraguayo Fernando Lugo, ¿a revelar su identidad? ¿Será que los tiburones de Hollywood ya están detrás de la trama?
9) ¿Será que al cura Alberto lo suspenderán o él se quedará en la Iglesia, renovando sus votos de abstinencia y castidad, o será que emigrará a otra denominación religiosa que le permita casarse como la Episcopal o la Anglicana y mantener su fe católica?
10) Las autoridades eclesiásticas tienen la palabra ahora. Ya pidieron excusas a la comunidad, lo que no sonó para nada importante, teniendo en cuenta que la Iglesia antes no se apresuró a enmendar cuestiones importantes, sino que pecó por omisión, ante los abusos de sexuales de curas pederastas. Cualquier decisión que adopte la Iglesia, a favor de separar al cura o no, y cualquier determinación que adopte el cura, renunciar o seguir en el silencio de la oración, seguirán ahondando la controversia de unos besos públicos.
Por favor, ‘les agradezco que en la sección de Comentarios, agreguen otros puntos que crean que en este caso no se están viendo.
Muchas gracias
La comunidad, en su mayoría, salió apoyarlo y justificarlo por acciones que tal vez a algún curita de barrio, sin tanta popularidad no se le aceptaría.
Hay dos o tres cositas que no se dicen, a pesar de que su conducta despertó en la gente a encomiar a la Iglesia Católica a que hable de la conveniencia o no del celibato, lo que muchos consideran que es un tema tabú. Entre esas cosas que no se hablan, especialmente porque muchos medios y periodistas están justificando conductas del “padre amigo y colega”, están:
1) El padre Cutié cometió el desliz amoroso en un lugar público, por ingenuo o por intención, de ahí que ello ya sea noticia, especialmente por tratarse de una persona que ofrece consejos sobre sexualidad y abstinencia, por lo que no se debe culpar a la Iglesia a que expíe por esta conducta pecados terribles como el abuso de menores, ya que eso va por otro andarivel.
2) El padre Cutié es quien tomó la decisión de hacer público el escándalo con su conducta en una playa pública, denegando de esa forma el voto de la castidad que obliga a la regla – buena o mala, eso es otra cosa – del celibato. El lo escogió voluntariamente, y si quería desairarlo, hubiera tenido que pedirle a la Iglesia – voto de obediencia – su permiso para ser excusado.
3) Las fotos fueron tomadas en marzo y esto explotó a principios de mayo, por lo que quedan unas cuatro o cinco semanas en el medio, en las que él ofreció misa y otros sacramentos sagrados, donde tal vez sea el punto más importante de este escándalo. Es decir, sabido de su falta, a él no le importó seguir gozando de la confianza de los feligreses que atienden su parroquia, escuchan sus sermones o leen sus columnas en el diario.
4) Muchos dudaban de qué tipo de inclinación sexual tendría el padre Alberto. Muchos ahora están convencidos y otros todavía no.
5) Muchos medios y periodistas están ahora rasgándose las vestiduras tratando de favorecer la opinión de la comunidad para salvarse de los ratings, porque el grito de la comunidad es “quien esté libre de pecado que tira la piedra”. Lo que los periodistas, condescendientes con el rating no ven, es que en casos públicos con éste la obligación de publicar es una obligación ética, sin importar lo que piense o juzgue la gente.
6) Mucha gente en la comunidad pide que no se juzgue la conducta del padre Alberto, pero al mismo tiempo juzgan a la Iglesia Católica para poder justificarlo a él.
7) ¿Quién es la mujer? Todos se preguntan y se supone que los medios amigos del cura – es muy íntimo de periodistas que están en la farándula y el entretenimiento – saben quién es esa colombiana de 38 años y con hijos de pelo oscuro, pero no lo dicen para protegerla.
8) Será que pronto saldrá ella, como la madre del hijo del ex obispo y presidente paraguayo Fernando Lugo, ¿a revelar su identidad? ¿Será que los tiburones de Hollywood ya están detrás de la trama?
9) ¿Será que al cura Alberto lo suspenderán o él se quedará en la Iglesia, renovando sus votos de abstinencia y castidad, o será que emigrará a otra denominación religiosa que le permita casarse como la Episcopal o la Anglicana y mantener su fe católica?
10) Las autoridades eclesiásticas tienen la palabra ahora. Ya pidieron excusas a la comunidad, lo que no sonó para nada importante, teniendo en cuenta que la Iglesia antes no se apresuró a enmendar cuestiones importantes, sino que pecó por omisión, ante los abusos de sexuales de curas pederastas. Cualquier decisión que adopte la Iglesia, a favor de separar al cura o no, y cualquier determinación que adopte el cura, renunciar o seguir en el silencio de la oración, seguirán ahondando la controversia de unos besos públicos.
Por favor, ‘les agradezco que en la sección de Comentarios, agreguen otros puntos que crean que en este caso no se están viendo.
Muchas gracias
martes, 5 de mayo de 2009
La Iglesia golpeada
Como si no estuviera golpeada demasiado, la Iglesia Católica recibió una nueva bofetada, luego de que su imagen se vio denigrada por las acciones del presidente paraguayo Fernando Lugo que por estos días está reconociendo hijos como si se tratara de Madonna y Angelina adoptándolos por Africa.
Esta vez el sopapo en plena cara de la imagen de la Iglesia Católica provino del sacerdote Alberto Cutié, párroco de una parroquia en Miami Beach y uno de los pocos – diría el único – que con su buena imagen, carisma, buena voz a través de Radio Paz y buena pluma en El Nuevo Herald, estaba elevando una imagen que la propia Iglesia dejó denigrar luego del escándalo de los curas pedófilos, hecho que en Estados Unidos alcanzó proporción de escándalo masivo, desde que se ventiló en 2001.
A Cutié lo descubrieron in fraganti en las playas de Miami Beach amarrucándose con una señorita a la que toqueteó, besó apasionadamente a toda hora y en distintos días, ya sea debajo de una toalla tirado en la arena como sobre sus faldas en un bar en plena madrugada y ante la mirada de los transeúntes. Cutié no negó las fotos y esta misma tarde del martes cuando se hizo público que 25 fotos, tomadas en tres días diferentes, serán publicadas por la revista farandulera TV Notas, se reunió con el arzobispo de Miami quien lo alejó de sus responsabilidades. Ambos, en mensajes aparte, pidieron perdón a la comunidad.
Como cuando siempre ocurren escándalos con la curia, la gente reaccionó – en general – y culpando que el mal de todos los males es el celibato, un tema que se ha mitificado dentro de la feligresía de la Iglesia y que es el chivo expiatorio de todos los males. Muchos piensan que si los curas se pudieran casar (es decir tener sexo) se acabarían todas las desviaciones dentro de la Iglesia; lo que termina siendo una apreciación bastante exagerada y distorsionada, teniéndose en cuenta que el mismo porcentaje de desviaciones sexuales – pedofilia, por ejemplo – ocurre entre pastores de otras denominaciones, como las protestantes.
Si bien la Iglesia es hora que revise su política del celibato – incluso para despertar mayores vocaciones de sacerdotes que por estos años están escaseando – el tema del padre Cutié debe ser visto desde otro ángulo. Simplemente por su falta de lealtad a la Iglesia, por la traición de la expectativa que él había creado sobre la Iglesia de Miami, por mentir flagrantemente a su feligresía, considerando especialmente que su especialidad era su mensaje (consejos) masivo a la sociedad a través de los medios de comunicación y, por último, y más sorpresivo aún, por haber cometido esta “infidelidad” con su Iglesia en un lugar tan público como la playa de su propia parroquia, casi tan estúpido como si una pareja infiel cometería adulterio en el patio de su casa.
Salvado las diferencias, el de Lugo pareciera ser un pecado menos grave, ya que lo cometió escondiéndolo, sabiendo que era algo malo y pecaminoso por lo que trató de ocultarlo, preservando la imagen; mientras que Cutié lo cometió con saña y alevosía, lo gritó a los cuatro vientos, como pensando sáquenme un par de fotos, muestren los trapitos al sol, si tener siquiera en cuenta las consecuencias que sus actos podrían tener en la sociedad. Un pecado grave.
Esta vez el sopapo en plena cara de la imagen de la Iglesia Católica provino del sacerdote Alberto Cutié, párroco de una parroquia en Miami Beach y uno de los pocos – diría el único – que con su buena imagen, carisma, buena voz a través de Radio Paz y buena pluma en El Nuevo Herald, estaba elevando una imagen que la propia Iglesia dejó denigrar luego del escándalo de los curas pedófilos, hecho que en Estados Unidos alcanzó proporción de escándalo masivo, desde que se ventiló en 2001.
A Cutié lo descubrieron in fraganti en las playas de Miami Beach amarrucándose con una señorita a la que toqueteó, besó apasionadamente a toda hora y en distintos días, ya sea debajo de una toalla tirado en la arena como sobre sus faldas en un bar en plena madrugada y ante la mirada de los transeúntes. Cutié no negó las fotos y esta misma tarde del martes cuando se hizo público que 25 fotos, tomadas en tres días diferentes, serán publicadas por la revista farandulera TV Notas, se reunió con el arzobispo de Miami quien lo alejó de sus responsabilidades. Ambos, en mensajes aparte, pidieron perdón a la comunidad.
Como cuando siempre ocurren escándalos con la curia, la gente reaccionó – en general – y culpando que el mal de todos los males es el celibato, un tema que se ha mitificado dentro de la feligresía de la Iglesia y que es el chivo expiatorio de todos los males. Muchos piensan que si los curas se pudieran casar (es decir tener sexo) se acabarían todas las desviaciones dentro de la Iglesia; lo que termina siendo una apreciación bastante exagerada y distorsionada, teniéndose en cuenta que el mismo porcentaje de desviaciones sexuales – pedofilia, por ejemplo – ocurre entre pastores de otras denominaciones, como las protestantes.
Si bien la Iglesia es hora que revise su política del celibato – incluso para despertar mayores vocaciones de sacerdotes que por estos años están escaseando – el tema del padre Cutié debe ser visto desde otro ángulo. Simplemente por su falta de lealtad a la Iglesia, por la traición de la expectativa que él había creado sobre la Iglesia de Miami, por mentir flagrantemente a su feligresía, considerando especialmente que su especialidad era su mensaje (consejos) masivo a la sociedad a través de los medios de comunicación y, por último, y más sorpresivo aún, por haber cometido esta “infidelidad” con su Iglesia en un lugar tan público como la playa de su propia parroquia, casi tan estúpido como si una pareja infiel cometería adulterio en el patio de su casa.
Salvado las diferencias, el de Lugo pareciera ser un pecado menos grave, ya que lo cometió escondiéndolo, sabiendo que era algo malo y pecaminoso por lo que trató de ocultarlo, preservando la imagen; mientras que Cutié lo cometió con saña y alevosía, lo gritó a los cuatro vientos, como pensando sáquenme un par de fotos, muestren los trapitos al sol, si tener siquiera en cuenta las consecuencias que sus actos podrían tener en la sociedad. Un pecado grave.
lunes, 4 de mayo de 2009
Los senos de Janet Jackson
Ahora como en el 2004 sería una ofensa que Janet Jackson mostrara sus senos por televisión, según un fallo de la semana pasada de la Corte Suprema de Estados Unidos, la que ratificó la decisión de la Comisión Federal de Comunicaciones que impuso una multa de 550 mil dólares a la cadena CBS por haber permitido que, sin previo aviso, James Timberlake le destapara un seno a Janet durante el entretiempo del Superbowl de fútbol americano.
Después de ese episodio, los demás eventos públicos debieron ser retransmitidos con una demora de segundos para que las cadenas pudieran censurar algunas imágenes que podrían considerarse indecentes para todo público.
En nombre de la libertad de expresión, las cadenas televisivas estadounidenses presentaron su queja a la Corte Suprema, la que desestimó el pedido y resolvió a favor de la Comisión, estipulando que las prohibiciones de hechos y palabras indecentes no son contrarias a esas libertades, cuando se trata de improperios o contenido no apropiado para niños durante el horario infantil y durante programas de máxima audiencia.
La política anti indecencia de la Comisión – provocada también por insultos que habían pronunciado al aire cantantes como Cher y Bono de U2 – había sido considerada como arbitraria por parte de un tribunal neoyorkino.
Lo que tal vez está medio nebuloso sobre este criterio, es que sucede cuando los actos indecentes son cometidos, como en el caso de Jackson-Timberlake, sin que las televisoras estén advertidas al respecto.
Después de ese episodio, los demás eventos públicos debieron ser retransmitidos con una demora de segundos para que las cadenas pudieran censurar algunas imágenes que podrían considerarse indecentes para todo público.
En nombre de la libertad de expresión, las cadenas televisivas estadounidenses presentaron su queja a la Corte Suprema, la que desestimó el pedido y resolvió a favor de la Comisión, estipulando que las prohibiciones de hechos y palabras indecentes no son contrarias a esas libertades, cuando se trata de improperios o contenido no apropiado para niños durante el horario infantil y durante programas de máxima audiencia.
La política anti indecencia de la Comisión – provocada también por insultos que habían pronunciado al aire cantantes como Cher y Bono de U2 – había sido considerada como arbitraria por parte de un tribunal neoyorkino.
Lo que tal vez está medio nebuloso sobre este criterio, es que sucede cuando los actos indecentes son cometidos, como en el caso de Jackson-Timberlake, sin que las televisoras estén advertidas al respecto.
domingo, 3 de mayo de 2009
Cuba y Venezuela sin libertad de prensa
En este día en que el mundo entero celebra la libertad de prensa, es bueno remarcar que en los dos países donde hay una aversión total sobre este tema de parte de los gobiernos, es en Venezuela y en Cuba, al menos así lo hizo ver la encuesta que todos los años realiza el Freedom House, una organización sin fines de lucro que se dedica a medir el clima de libertad existente en el mundo.
Cuba y Venezuela, Fidel Castro y Hugo Chávez, son los dos únicos países y mandatarios considerados como no libres de un total de 35 naciones en el continente americano.
En este día, desde que fue instaurado por la UNESCO en 1991 durante la reunión de Windoek en Africa, vale recordar por los cientos de periodistas asesinados en toda América, por todos aquellos que son encarcelados, amenazados, extorsionados, sobornados…
Comparto con ustedes, el comentario que con motivo de este día emitimos desde la SIP, de parte de su presidente, el periodista colombiano Enrique Santos Calderón.
“Salvo algunas excepciones, la libertad de prensa permanece vigente en las Américas, pero se ha visto ensombrecida por la actitud hostil de gobernantes poco tolerantes, así como por la situación económica mundial que afecta a la industria periodística y por la violencia contra periodistas y medios de comunicación.
En Venezuela, Argentina, Ecuador, Nicaragua, Bolivia y Uruguay, la crítica a la gestión del gobierno no es bienvenida. Se rechazan, hostigan y castigan las posiciones diferentes a la oficial, utilizando diversos métodos para frenar las opiniones adversas, entre ellos, la disminución de la publicación de anuncios oficiales en algunos medios, mientras otros afines a las políticas del Estado de pronto gozan de beneficios insospechados.
Varios elementos positivos se destacan en esta primera parte del año: una decisión, la semana pasada, de la Corte Suprema de Justicia de Brasil para prescindir de la Ley de Prensa, una reliquia de la dictadura que contradecía las garantías de libertad de expresión contenidas en la Constitución de 1988; y un fallo judicial de febrero en Argentina que obligó al Estado a otorgarle publicidad al diario Perfil, al considerar que utilizaba la pauta publicitaria oficial como mecanismo para premiar o castigar a los medios de comunicación; la favorable tendencia de los estados en adoptar leyes de acceso a la información pública, como las que acaban de entrar en vigencia en Chile y Guatemala; y otras disposiciones de apertura y transparencia gubernamental como en Estados Unidos y Canadá.
Aprovechando el marco de la Cumbre de las América en Trinidad y Tobago, la SIP hizo un llamado público a los mandatarios del hemisferio occidental para mantener vigente la libertad de expresión y de prensa como fundamentos para la consolidación de la democracia y, con ese mismo propósito, iniciamos a nivel internacional una campaña publicitaria de anuncios para crear mayor conciencia sobre la libertad de expresión entre los ciudadanos.
Nuestro trabajo estuvo enfocado particularmente en resaltar que en el asesinato de un periodista se concentra la violación de varios derechos fundamentales: el derecho a la vida, a la libertad de expresión y, por extensión, cuando se calla a un comunicador se cancela el derecho de los ciudadanos a recibir información. Así sucedió en los casos de 14 periodistas asesinados desde la celebración en 2008 del Día Mundial de la Libertad de Prensa. Lamentamos el reciente asesinato por razones de oficio de un periodista en Colombia tras 20 meses sin registrarse crímenes de esa naturaleza en ese país. En México han sido ultimados seis periodistas, dos en Guatemala, dos en Venezuela y uno en Ecuador, Honduras y Paraguay. Son ellos Luis Daniel Méndez, Jean Paul Ibarra Ramírez, Armando Rodríguez, David García Monroy, Miguel Angel Villagómez y Alejandro Fonseca Estrada, de México; José Everardo Aguilar, de Colombia; Rolando Santis y Jorge Mérida Pérez, de Guatemala; Orel Sambrano y Pierre Fould Gerges, de Venezuela; Raúl Rodríguez Coronel, de Ecuador; Rafael Murguía, de Honduras y Martín Ocampo Páez, de Paraguay.
Sobre la falta de justicia y la impunidad, temas a los que la SIP da seguimiento continuo, fueron celebradas varias actividades. En abril, durante una conferencia en México, se hizo un llamado a los gobiernos para que la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico se realice bajo estrictas normas de transparencia y apertura informativa. También se instó a los periodistas y medios de comunicación a mejorar sus prácticas profesionales y criterios editoriales. En abril además realizamos un foro en Colombia en el que fiscales, juristas y periodistas coincidieron en que se requieren ajustes a la ‘justicia premial’ para que se restrinjan las rebajas de penas y se haga obligatoria la imposición de sentencias mínimas a los asesinos de periodistas.
En noviembre del año pasado, reclamamos a los poderes públicos de Perú que legislen para terminar con la impunidad, agravar los delitos violentos, extender los plazos de prescripción y crear una jurisdicción especial para su procesamiento. Aspectos que hemos venido exhortando a las autoridades en México para que los crímenes contra periodistas sean procesados a nivel federal.
En esta celebración, muy especialmente, no nos olvidamos de nuestro reclamo permanente por los 26 periodistas independientes que continúan presos en las cárceles cubanas desde que el gobierno detuviera a 75 disidentes en marzo de 2003. Siempre seremos solidarios con las familias y colegas de estos periodistas, así como con aquellos que siguen cumpliendo con su deber moral de informar y expresar sus ideas, así sea por los medios tradicionales, enviando información fuera de Cuba o promoviendo información a través de blogs y redes sociales.
No podemos obviar la situación económica errática que afecta a los medios de comunicación, en especial en Estados Unidos, donde compañías periodísticas han debido acogerse a leyes de quiebra o han cesado todas sus operaciones. Periodistas, trabajadores de prensa y los ciudadanos han sido testigos de los efectos sobre muchas publicaciones que, en algunos casos, han optado por seguir funcionando solo por Internet. Más allá de estas tribulaciones de épocas de crisis, la SIP ve con optimismo el futuro de los medios de comunicación, sus distintas y nuevas plataformas informativas que han ventajosamente acarreado las nuevas tecnologías.
Por último, en este 3 de mayo, junto a cada uno de los miembros de la SIP, e inspirados por la Declaración de Chapultepec y la Carta de Aspiraciones, redoblamos el compromiso por nuestra misión de seguir luchando por la libertad de prensa y de expresión, herramientas fundamentales para el desarrollo sostenible y la democracia”.
Cuba y Venezuela, Fidel Castro y Hugo Chávez, son los dos únicos países y mandatarios considerados como no libres de un total de 35 naciones en el continente americano.
En este día, desde que fue instaurado por la UNESCO en 1991 durante la reunión de Windoek en Africa, vale recordar por los cientos de periodistas asesinados en toda América, por todos aquellos que son encarcelados, amenazados, extorsionados, sobornados…
Comparto con ustedes, el comentario que con motivo de este día emitimos desde la SIP, de parte de su presidente, el periodista colombiano Enrique Santos Calderón.
“Salvo algunas excepciones, la libertad de prensa permanece vigente en las Américas, pero se ha visto ensombrecida por la actitud hostil de gobernantes poco tolerantes, así como por la situación económica mundial que afecta a la industria periodística y por la violencia contra periodistas y medios de comunicación.
En Venezuela, Argentina, Ecuador, Nicaragua, Bolivia y Uruguay, la crítica a la gestión del gobierno no es bienvenida. Se rechazan, hostigan y castigan las posiciones diferentes a la oficial, utilizando diversos métodos para frenar las opiniones adversas, entre ellos, la disminución de la publicación de anuncios oficiales en algunos medios, mientras otros afines a las políticas del Estado de pronto gozan de beneficios insospechados.
Varios elementos positivos se destacan en esta primera parte del año: una decisión, la semana pasada, de la Corte Suprema de Justicia de Brasil para prescindir de la Ley de Prensa, una reliquia de la dictadura que contradecía las garantías de libertad de expresión contenidas en la Constitución de 1988; y un fallo judicial de febrero en Argentina que obligó al Estado a otorgarle publicidad al diario Perfil, al considerar que utilizaba la pauta publicitaria oficial como mecanismo para premiar o castigar a los medios de comunicación; la favorable tendencia de los estados en adoptar leyes de acceso a la información pública, como las que acaban de entrar en vigencia en Chile y Guatemala; y otras disposiciones de apertura y transparencia gubernamental como en Estados Unidos y Canadá.
Aprovechando el marco de la Cumbre de las América en Trinidad y Tobago, la SIP hizo un llamado público a los mandatarios del hemisferio occidental para mantener vigente la libertad de expresión y de prensa como fundamentos para la consolidación de la democracia y, con ese mismo propósito, iniciamos a nivel internacional una campaña publicitaria de anuncios para crear mayor conciencia sobre la libertad de expresión entre los ciudadanos.
Nuestro trabajo estuvo enfocado particularmente en resaltar que en el asesinato de un periodista se concentra la violación de varios derechos fundamentales: el derecho a la vida, a la libertad de expresión y, por extensión, cuando se calla a un comunicador se cancela el derecho de los ciudadanos a recibir información. Así sucedió en los casos de 14 periodistas asesinados desde la celebración en 2008 del Día Mundial de la Libertad de Prensa. Lamentamos el reciente asesinato por razones de oficio de un periodista en Colombia tras 20 meses sin registrarse crímenes de esa naturaleza en ese país. En México han sido ultimados seis periodistas, dos en Guatemala, dos en Venezuela y uno en Ecuador, Honduras y Paraguay. Son ellos Luis Daniel Méndez, Jean Paul Ibarra Ramírez, Armando Rodríguez, David García Monroy, Miguel Angel Villagómez y Alejandro Fonseca Estrada, de México; José Everardo Aguilar, de Colombia; Rolando Santis y Jorge Mérida Pérez, de Guatemala; Orel Sambrano y Pierre Fould Gerges, de Venezuela; Raúl Rodríguez Coronel, de Ecuador; Rafael Murguía, de Honduras y Martín Ocampo Páez, de Paraguay.
Sobre la falta de justicia y la impunidad, temas a los que la SIP da seguimiento continuo, fueron celebradas varias actividades. En abril, durante una conferencia en México, se hizo un llamado a los gobiernos para que la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico se realice bajo estrictas normas de transparencia y apertura informativa. También se instó a los periodistas y medios de comunicación a mejorar sus prácticas profesionales y criterios editoriales. En abril además realizamos un foro en Colombia en el que fiscales, juristas y periodistas coincidieron en que se requieren ajustes a la ‘justicia premial’ para que se restrinjan las rebajas de penas y se haga obligatoria la imposición de sentencias mínimas a los asesinos de periodistas.
En noviembre del año pasado, reclamamos a los poderes públicos de Perú que legislen para terminar con la impunidad, agravar los delitos violentos, extender los plazos de prescripción y crear una jurisdicción especial para su procesamiento. Aspectos que hemos venido exhortando a las autoridades en México para que los crímenes contra periodistas sean procesados a nivel federal.
En esta celebración, muy especialmente, no nos olvidamos de nuestro reclamo permanente por los 26 periodistas independientes que continúan presos en las cárceles cubanas desde que el gobierno detuviera a 75 disidentes en marzo de 2003. Siempre seremos solidarios con las familias y colegas de estos periodistas, así como con aquellos que siguen cumpliendo con su deber moral de informar y expresar sus ideas, así sea por los medios tradicionales, enviando información fuera de Cuba o promoviendo información a través de blogs y redes sociales.
No podemos obviar la situación económica errática que afecta a los medios de comunicación, en especial en Estados Unidos, donde compañías periodísticas han debido acogerse a leyes de quiebra o han cesado todas sus operaciones. Periodistas, trabajadores de prensa y los ciudadanos han sido testigos de los efectos sobre muchas publicaciones que, en algunos casos, han optado por seguir funcionando solo por Internet. Más allá de estas tribulaciones de épocas de crisis, la SIP ve con optimismo el futuro de los medios de comunicación, sus distintas y nuevas plataformas informativas que han ventajosamente acarreado las nuevas tecnologías.
Por último, en este 3 de mayo, junto a cada uno de los miembros de la SIP, e inspirados por la Declaración de Chapultepec y la Carta de Aspiraciones, redoblamos el compromiso por nuestra misión de seguir luchando por la libertad de prensa y de expresión, herramientas fundamentales para el desarrollo sostenible y la democracia”.
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