viernes, 19 de abril de 2013

Encerrados en Boston


Desde las cinco de la mañana de hoy los e-mails advertían que las clases de este viernes en Harvard University están canceladas, mientras la policía sigue buscando a uno de los hermanos de origen checheno, identificados como los autores del atentado de la maratón de Boston el lunes pasado.

Anoche casi a las 11, en un tiroteo en el campus del Massachusetts Institute of Technology, fue abatido uno de los hermanos, mientras el otro todavía permanece en fuga, por cuya captura esta mañana las autoridades del área metropolitana de Boston anunciaron el cierre del transporte público, la suspensión de servicio de taxis y de autos de alquiler. Se pidió a la gente quedarse en sus casas, evitar salir o ir al trabajo o a lugares públicos mientras continúa la pesquisa.

Harvard University – así como todas las universidades y escuelas primarias y secundarias del área - fue cerrada por segunda vez este año (la anterior debido a la tormenta de nieve), siendo una de las pocas veces en sus cuatro siglos de existencia.

Por ahora, todos seguimos las noticias por redes sociales, la televisión y sitios de medios a la espera de la captura del sospechoso y de que se reanuden las actividades y clases. Afuera, mirando por la ventana del departamento, en las aceras del Río Charles donde todas las mañanas se llena de corredores, no vuela una mosca.     

jueves, 18 de abril de 2013

Incongruencias del embargo a Cuba


Los viajes recientes de la superestrella Beyoncé a Cuba y el de la bloguera cubana Yoani Sánchez a EE.UU., demuestran las incoherencias de las relaciones entre ambos países y la inviabilidad del embargo estadounidense que no logra los cambios deseados en la isla.

A Beyoncé y su marido, el también famoso Jay-Z, les exigieron pruebas de que viajaron a Cuba por cuatro días con la autorización del Departamento del Tesoro, para saber si violaron el embargo comercial que EE.UU. impuso hace cinco décadas al régimen castrista.

La prensa cubana, exaltada por la visita, mostró que Beyoncé y Jay-Z estuvieron de turismo, celebrando su quinto aniversario de matrimonio, y no en visita educacional, de pueblo a pueblo, como indica la visa que le otorgaron. Se trata de una usual burla al embargo entre los estadounidenses, quienes solo pueden viajar por razones humanitarias, académicas y de reunificación familiar, consideradas útiles por el gobierno de Barack Obama para promover democracia.

Que Beyoncé tenga que demostrar la razón de su viaje está bien, debe cumplir con la ley como cualquiera. Lo que está mal es el embargo en sí mismo, desfasado con las aspiraciones políticas de EE.UU. de luchar contra una dictadura. Cuba ya no es una amenaza geopolítica como justificó el embargo en 1962, ni tiene la fuerza para contagiar marxismo como en la década de 1970.

A esta altura, el embargo es una cuestión principista - libertad vs. despotismo – más que práctica y de eficiencia, por cuanto no atrajo cambios democráticos en la isla. Está alejado, además, de los ideales y objetivos de la diplomacia estadounidense post Guerra Fría, más enfocada a impulsar democracia mediante la ayuda económica y asistencia humanitaria, que a imponerla con sanciones, golpes y operaciones encubiertas de la CIA.

Cuba es hoy un país en ruinas que sobrevive por la ayuda de Venezuela, en reemplazo de la soviética, y por un marcado autoritarismo para controlar el descontento popular. Pero un soplo económico debilitará lo político, ya sea porque el chavismo abandone su filantropía política o deje el poder, o porque Cuba se inunde de dólares por intercambio comercial y turismo, hoy la única actividad viable del país.

La inundación de dólares por la supuesta anulación del embargo, sin dudas beneficiaría económicamente al régimen; pero también lo debilitaría políticamente, quitándole todas sus excusas. La buena economía siempre contagia grandes cambios en los hábitos de la población, la que exigirá mayores libertades para canalizar otras prioridades, entre ellas, mejor salud, más educación, previsión social y, sobre todo, mayor libertad de expresión y derecho a elegir a quienes mejor puedan representar las nuevas prioridades.

La autorización de la salida de Yoani al exterior, más allá de su liderazgo y de que representa una bocanada de aire puro para la disidencia interna, no deja de ser una señal del gobierno cubano; influenciada, quizás, por la asistencia técnica y millonaria que el gobierno de EE.UU. brinda a proyectos de comunicación y al periodismo independiente, en procura de más libertad en la isla.

Pero toda esa ayuda, incluida la información provista por Radio y TV Martí, difícilmente pueda promover una “primavera” democrática como la de los países árabes, ya que aquellos gobiernos no eran tan cerrados ni autoritarios como el cubano, que tiene el monopolio de la política y de los medios, que bloquea el acceso a tecnologías móviles y prohíbe las redes sociales y el internet.

En sus 54 años, el régimen castrista demostró que es políticamente intransigente y no tolerará cambios, los que solo podrán ser posibles por la presión económica de su ciudadanía.

Ese es justamente el punto coincidente con la diplomacia estadounidense. Los objetivos estratégicos del Departamento de Estado indican que para la promoción de la democracia, la clave es ayudar a que aumente el ingreso per cápita de una población, ya que las destrezas y valores que se crean para administrar más riqueza y menos desigualdad, indefectiblemente desembocan en mayor libertad política.

Este embargo, que tuvo mejores justificaciones geopolíticas y económicas en el pasado, hoy es una incongruencia con la política de libre mercado que EE.UU. utiliza para promover democracia en otras partes del mundo. 

miércoles, 17 de abril de 2013

La verdad en Venezuela


Nicolás Maduro ganó por tan poco margen durante las elecciones del domingo, mediante el uso de un extraordinario aparato gubernamental y de recursos estatales pocas veces visto para movilizar el voto a su favor, que no cabe otra cosa que legitimar su futuro gobierno mediante el conteo total de los votos.

Maduro no tiene otra salida si quiere gobernar con legitimidad. Un reconteo de votos que salga a su favor podría significar la fortaleza que ahora no tiene, y un reconteo en contra lo legitimaría igual como una persona respetuosa de las instituciones, como para empezar a construir su propio cono de fuerza política – lo que ahora solo tiene por inercia de Hugo Chávez – de cara a elecciones futuras.

Maduro no tendrá el plafond político necesario para gobernar mientras Herinque Capriles siga legítimamente pidiendo por un reconteo de votos, debido a las denuncias por doquier sobre las irregularidades que se habrían cometido en el proceso electoral y en el conteo de votos, a través de un organismo electoral que siempre demostró favorecer al Poder Ejecutivo.

Un reconteo de votos permitiría que emerja la verdad en Venezuela, al menos a medias, ya que solo permitiría descifrar qué tipo de vicios hubo en el conteo de votos, no así en el proceso electoral mismo, que tuvo al aparto entero del gobierno cinchando y manipulando a su favor.

Maduro, antes de cualquier decisión de la Comisión Nacional Electoral, debería suspender el acto de asunción de este viernes y no permitir que los gobiernos extranjeros se tengan que definir a su favor o en contra. Sería una sorpresa mayúscula y un gesto que lo podría diferenciar con su antecesor, una buena forma de empezar a construir su propia figura política y definir un gobierno de alternativa, que incluya a las dos Venezuela que emergieron y se manifestaron el domingo.  

lunes, 15 de abril de 2013

Atentado desgraciado en Boston


 La colonial y magisterial ciudad de Boston entró en la célebre y triste lista de localidades víctima de atentados terroristas, acompañando a Nueva York, Madrid, Londres, Bombay y tantas otras. Tres personas murieron y una decena de ellas se aferra a la vida en los hospitales de la zona metropolitana, después de que dos bombas explotaron en el punto de llegada de una de las maratones más famosas del mundo, mientras el presidente Barack Obama prometió que se hará justicia.

Todavía las autoridades de la policía de Boston y del FBI federal no pudieron detectar la autoría del atentado, pero se descarta que el motivo haya sido otro que el terrorismo. Los rumores son muchos, así como las cámaras de seguridad de toda el área del centro de Boston, una de las arterias principales, la avenida Boylston, de las que se podrá auscultar al o a los terroristas responsables de las dos bombas que explotaron a escasos metros de distancia.

Esta tarde tras las explosiones en Boston, toda el área metropolitana se inundó de inusuales sirenas de ambulancias, policías y bomberos, mientras de a poco las noticias que venían desde el centro no dejaban de confundir. Es que como cualquier ataque terrorista, el factor sorpresa confundió a todos. Las autoridades de Boston son minuciosas en toda actividad de concentración de público, desde el aeropuerto hasta los famosos estadios de fútbol, béisbol y basquetbol con los equipos profesionales multi campeones y, especialmente, con el “T”, el sistema subterráneo de transporte público.

Pero nadie hubiera pensado que un evento tan público, como el maratón de 24 millas y que se corre por todo el área metropolitana de Boston podría ser el punto más vulnerable. Este domingo con mi esposa, estuvimos de espectadores recorriendo la fastuosa avenida Boylston y comprando souveniers en el Marathon Store, justo en frente del punto de largada y donde explotó la primera bomba. Fue, como hoy, un día de sol, casi como despidiendo la nieve y el invierno de semanas atrás. Lleno de familias, de corredores internacionales, de emotividad por los 117 años de historia de la carrera y de policías, pero todos ellos más ordenando el tránsito y a los peatones que tratando de descubrir terroristas.

La sorpresa de hoy fue mayúscula así como la confusión y la desorientación. Muchas actividades públicas fueron canceladas de inmediato, los servicios de telefonía fueron interrumpidos por miedo a que sirvan como detonadores, las páginas de internet de los medios más importantes como el Boston Globe colapsaron, las redes sociales como Twitter sirvieron de mensajería y la policía hizo llamados públicos a que la gente se quede en su casa y en los hoteles.

Las autoridades locales pidieron calma, también Barack Obama. Todos los habitantes del área enviaron o recibieron mensajes de texto, emails o interactuaron en las redes sociales para saberse seguros. Todos quedaron pensando en las víctimas, en quiénes serán los responsables, en que el terrorismo sigue vigente y que toda medida de seguridad, por más incómoda que resulte, es necesaria.

domingo, 14 de abril de 2013

Venezuela frente al futuro


En pocas horas sabremos sobre el futuro de Venezuela. La elección de Nicolás Maduro representará el continuismo a políticas nacionalistas y arbitrarias que en la última década han debilitado a uno de los países potencialmente más ricos de las Américas, gracias a la explotación y precio del petróleo, irónicamente el producto que ha hundido al país.

En el gobierno de Hugo Chávez, Venezuela despilfarró no solo su dinero para contagiar su revolución socialista, sino también sus talentos. Los grandes ingresos permitieron al gobierno tener un flujo impresionante de divisas que malgastó en su expansión foránea en lugar de dedicarla a la mejoría doméstica. Qué Chávez logró mayor igualdad entre los venezolanos acomodados y los vulnerables es en parte cierto, pero también lo hicieron otro países en el continente que no hipotecaron su futuro. Solo basta mirar a Brasil para saber que con un gobierno de izquierda pero con políticas económicas coherentes pudo hacer que puchos pobres ascendieran a la categoría de clase media.

Chávez no invirtió ni ahorró su dinero. Venezuela es hoy casi tan pobre como antes con una inflación galopante y una dependencia casi absoluta del exterior, todo lo que el chavismo en público despotrica pero que en la práctica se aplica. Chávez no invirtió en infraestructura y mucho menos en la industrialización del país ni siquiera en la industria petrolera, una de las pocas de América Latina que tendrá menos capacidad explotadora en el próximo lustro.

Venezuela es totalmente dependiente del petróleo, y de sus precios especialmente, lo que la convierte en un país esclavo de sus propios talentos y riqueza.
Maduro apuesta públicamente en profundizar aún más ese modelo incoherente. Enrique Capriles propone otro tipo de gobierno, pero si gana, dadas las complejidades económicas del país, tendrá que adoptar medidas que lo harán impopular de un día para otro. En ambos escenarios, cualquier gobierno se enfrenta a la calamidad de tener que gobernar con mucha debilidad.

Tal vez esa debilidad y la necesidad de las urgencias, podrían hacer que si Maduro cambia pudiera darse un vuelco repentino de alguien que pensando de una forma, actúa de otra totalmente opuesta. Y en América Latina hay muchos casos, el más reciente, en lo político, fue el del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos de quienes muchos pensaban que seguiría con las políticas de su antecesor, Alvaro Uribe, que él mismo ayudó a crear. O como sucedió con Carlos Menem y luego con Alan García, cuyos nacionalismos los guardaron en el cajón del escritorio para adoptar políticas neo liberales y alejarse de los propios estamentos de sus partidos políticos.

Quien dice. De repente Maduro cambia y crea un movimiento dentro de otro movimiento, haciendo un gobierno que también incorpore a las élites que el chavismo menospreció y abrace de a poco estilos más democráticos que su predecesor. Para ello tiene el viento a su favor, todas las instituciones del Estado están de su lado, cooptadas por más de una década de construcción de dependencias; y, por el otro, no tiene muchas alternativas ante un país que económicamente se cae a pedazos.