sábado, 11 de abril de 2009

¿Y si echaran a Chávez de la OEA?

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, llegó este fin de semana a Cuba para charlar con Raúl y Fidel Castro con la idea de preparar la estrategia que seguirá en la Cumbre de las Américas en Trinidad y Tobago la semana próxima, a la que él irá con la cabeza puesta para que Cuba sea aceptada a ingresar nuevamente en la OEA.

Tanto es el protagonismo que siempre quiere tener Chávez, que terminó por hacer una cumbre paralela del ALBA (Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América), la que se realizará el 16 de abril en Caracas, el día previo a Trinidad y Tobago, donde ahí tratará con sus presidentes amigos y acólitos, desacreditar la cumbre hemisférica, para lo cual hará promesas grandilocuentes con su chequera.

Cuba no irá a Trinidad y Tobago porque las reuniones solo están abiertas a países donde sus líderes han sido elegidos en elecciones libres y no ser integrante de la OEA, lo que es una lástima que se considere que las elecciones son la única vara con la que se mide la democracia. Hay numerosos países en donde sus líderes han sido elegidos, pero no necesariamente son democracias, como el caso patético de Daniel Ortega en Nicaragua, que permitió que se consumara un vergonzoso fraude en las elecciones municipales de noviembre pasado.

Chávez es otro líder que ha ganado muchísimas elecciones pero que no es verdaderamente democrático dentro de los estándares internacionales al menos. Su última alocada estrategia ha sido recuperar la alcaldía de Caracas que perdió en las elecciones pasadas, por lo que ha despojado al alcalde Antonio Ledesma – quien le ganó la alcaldía al chavista Juan Barreto – prácticamente de todas sus prerrogativas en materia de seguridad, salud y educación, para lo que ha nombrado a un funcionario federal.

En realidad se trata de un golpe de Estado encubierto, por más que para hacerlo, la Asamblea Nacional – a la cual domina a su antojo – dictó una ley, igual a todas las demás que ha dictado para legitimar la militarización del país en lo que respecta a puertos y aeropuertos, gobernaciones, alcaldías, empresas privadas, etc…

Y todo esto sucediendo frente a las narices de la OEA y de las Cumbres. Chávez se ríe de todo el mundo y a carcajadas, mientras sigue a pasos agigantados cerrando los espacios de libertad.

viernes, 10 de abril de 2009

Cibercesura en Cuba

Hablar por teléfono celular, enviar correos electrónicos, leer noticias en internet, buscar datos en Google o Wikipedia e inventar amigos en Facebook son hábitos tan cotidianos en nuestras vidas que los vemos con naturalidad. Distinta sería esa valoración si viviéramos en Cuba, donde esas sencillas acciones están restringidas, vigiladas y penalizadas por el gobierno.
Cuba es el país del continente americano más restrictivo en materia de libertades. La falta de ellas es una realidad innegable por más justificaciones que se argumenten, así sean el derecho del gobierno a defender su soberanía, sus logros en materia de educación y salud, los altos costos tecnológicos o el embargo estadounidense.
La percepción general es que en Cuba los hostigados son solo los periodistas que no trabajan en medios estatales o los disidentes que protestan en la vía pública. Sin embargo, un estudio divulgado este 1 de abril por Freedom House, una ong que promociona las libertades civiles en el mundo, revela que a la hora de las restricciones, las autoridades cubanas no discriminan a nadie, especialmente cuando se trata de comunicaciones a través de teléfonos celulares y de acceso a internet. Se describe a Cuba como el mayor censor del mundo, comparándola con China, Irán y Túnez, donde también se prohíbe, bloquea o filtra todo tipo de mensajes o encarcela a quienes los distribuyen sin la venia gubernamental.
El gobierno dice que existen 1.3 millones de internautas en el país, aunque no aclara que son solo 240 mil personas las autorizadas a navegar el internet tal como se le conoce, entre ellos un grupo de académicos y miembros del partido comunista, privilegiados por el gobierno. El resto tiene acceso a una intranet local vigilada, con correo electrónico restringido, enciclopedia virtual propia, sitios educativos y medios de prensa locales, y entrada a páginas internacionales que no despotrican contra el régimen. Otro grupo, clandestino, se las ingenia para usar el internet en espacios reservados a extranjeros o en embajadas.
Cuba es uno de los pocos países con leyes y regulaciones que restringen la comunicación en línea, a pesar de que en abril de 2008 flexibilizó la venta de celulares y computadoras, hecho anunciado pomposamente a nivel internacional. Sin embargo, en noviembre pasado, el Ministerio de Informática y Telecomunicaciones decretó que los proveedores de internet deben “impedir el acceso a sitios cuyos contenidos sean contrarios al interés social, la moral y las buenas costumbres; así como el uso de aplicaciones que afecten la integridad o la seguridad del Estado”, disposición que legaliza la censura, obligando a que la ejecuten los propios distribuidores de servicios.
Quienes se atreven a desafiar las leyes, como el caso de los blogueros en aumento, pueden correr el riesgo que se les aplique la Ley para la Protección de la Seguridad Nacional y la Economía de Cuba de 1999, la cual fue utilizada para encausar a 75 disidentes en la “primavera negra” de marzo de 2003, de los cuales 26 periodistas todavía purgan cárcel, por haber enviado e-mails cuyo contenido se consideró “propaganda enemiga”.
Los gobernantes siempre anteponen excusas cuando se le critica por sus restricciones a la libertad. El embargo estadounidense, argumentan, no les permite conectarse a un cable submarino por lo que deben utilizar un sistema oneroso de satélites chinos y venezolanos. Sin embargo, nadie está convencido que el régimen permitirá el libre acceso a internet, una vez conectado al cable acuático de fibra óptica que Venezuela tiene proyectado terminar para el 2010.
En estos tiempos, la cibercensura que aplica el gobierno cubano no se toleraría en ningún otro país de las Américas. Por ello, cuesta creer que varios gobiernos latinoamericanos, sin pedir nada a cambio, planean solicitar en la próxima Cumbre de las Américas de Trinidad y Tobago, que se incorpore a Cuba al concierto de naciones libres y que Estados Unidos reinicie plenas relaciones, desconociéndose la Carta Democrática de la OEA que impone la libertad de expresión como condición fundamental de los derechos humanos y la democracia.
Que Cuba entre a la OEA será una cosa muy buena. Pero debería haber algo a cambio. Además de exigírsele liberar a los presos políticos, se debería demandar que ningún cubano sufra represalias por hacer cosas tan simples como protestar, hablar por teléfono o navegar el internet.

jueves, 9 de abril de 2009

Libre acceso informativo en Guatemala

El 21 de abril próximo será un día muy especial para Guatemala. Entrará en vigencia la Ley de Acceso a la información Pública. Sobre el tema, el diario Prensa Libre de ese país me hizo la entrevista a continuación:

¿Qué piensa de la entrada en vigencia de la Ley de Libre Acceso a la Información en Guatemala?

Es trascendental esta ley para el pueblo guatemalteco, ya que marca el preciso momento donde el Estado y su gobierno reconocen que son solo administradores de la información la cual siempre le perteneció al pueblo, pero que muchas veces se negó a compartir. Hay de ahora en más un compromiso de transparencia y de apertura que ayuda a terminar con siglos de oscurantismo, en los que el Estado se situaba por arriba - casi como un vigilante o un “gran hermano” – de los ciudadanos. Esta ley demanda igualdad.

¿Qué importancia tiene a nivel internacional?

Guatemala se suma a un grupo de naciones del continente americano rompiendo con la cultura del secretismo, reconociendo que un eje fundamental de la democracia es la obligación del gobierno de permitir que cualquier ciudadano, con solo desearlo y en plena libertad, puede acceder a información que le parezca pertinente para su vida, así sea para beneficio propio o para fiscalizar al gobierno.

¿Qué expectativas tienen como Sociedad Interamericana de Prensa?

Las autoridades de la SIP han manifestado su satisfacción de que a un año de haber realizado un foro sobre este tema en Guatemala, con la presencia del presidente Alvaro Colom y un grupo de legisladores nacionales, se haya sancionado y puesto pronto en vigencia esta ley, cumpliéndose con los preceptos de la Declaración de Chapultepec, la cual indica que “las autoridades deben estar legalmente obligadas a poner a disposición de los ciudadanos, en forma oportuna y equitativa, la información generada por el sector público”.


¿Qué observaciones hace del proceso de implementación de la Ley?

El gran desafío sobre su implementación es el proceso educativo que debe seguirse en los primeros meses y en forma permanente luego, para que se enseñe sobre sus alcances y mecanismos. Sancionar una ley no es tarea tan difícil como sí implementarla y cumplirla. Debe existir un compromiso social que involucre tanto a las organizaciones no gubernamentales y del sector civil, a los poderes públicos, a los centros educativos, así como a los medios de comunicación, para que en una forma comprensible, clara y sencilla, se eduque a los ciudadanos sobre su importancia y los instrumentos para cómo, dónde y para qué utilizarla, así como establecer para los funcionarios las penalidades que pueden caber en caso de no cumplir con ella.

¿Qué recomendaciones hace para el ciudadano y para el sector público?

Los ciudadanos y los funcionarios comparten una misma obligación (a pesar de que algunos por el momento no comprendan para qué servirá esta ley) respecto a que deben exigir que las escuelas, primarias y secundarias, tomen un papel muy activo en la educación sobre esta ley, para que los niños y menores de ahora puedan crecer en una cultura de apertura y transparencia, ayudándoles a crear el hábito de pedir información. En la repetición del hábito se crea costumbre y luego cultura. Esta ley, bien utilizada, es un instrumento excepcional para enseñar educación cívica, valores ciudadanos y crear así una sociedad futura mucho más democrática.

miércoles, 8 de abril de 2009

Error mayor de legisladores de EEUU

Como peregrinos en Semana Santa, varios legisladores estadounidenses visitaron Cuba en estos días reuniéndose con Raúl y Fidel Castro, además de otros funcionarios de distinto rango. Si bien esta visita debió haber sido una estrategia del nuevo gobierno estadounidense para morigerar el embargo y la línea dura que por años Washington mantuvo contra la Isla – y viceversa -, lo que no se entiende es que hayan cometido el mismo error que los demás presidentes latinoamericanos que visitaron Cuba durante estos primeros meses del año.
Digo que el error es mayor por la siguiente razón: que Cristina de Kirchner, Michelle Bachelet, Hugo Chávez, Rafael Correa, Alvaro Colom y esta semana Daniel Ortega hayan visitado entusiasmados la isla como quien llega a la “meca” y no hayan hablado sobre las restricciones del régimen en materia de libertades públicas e individuales, lo que es coincidente con su forma de pensar e ideología política.
Ahora bien, que los legisladores estadounidenses, por más liberales o de izquierda que puedan ser, que hayan ido a Cuba sin siquiera nombrar los derechos humanos y las garantías ciudadanas, que se hayan reunido con familiares de los cinco cubanos presos en Estados Unidos bajo acusación de ser espías, pero que no hayan siquiera intentado hablar con los familiares de los presos políticos o con las Damas de Blanco, no solo es un error inconcebible, sino también una vergüenza y una desfachatez incalculable.
Que hayan declarado que vieron a Fidel “muy saludable, lleno de energía y lúcido'' y que les demostró interés y pidió más información sobre Martin Luther King Jr. a quien dijeron que Fidel “venera”, habla de lo ingenuo que son estos legisladores negros que se dejaron embaucar por la demagogia de un hombre que ha practicado el racismo desde el poder - ¿o es que acaso hay o humbo negros en las altas esferas del gobierno?
No me opongo a la intención de los legisladores estadounidenses de que formen parte de una estrategia nueva del gobierno de flexibilizar el embargo y las restricciones de viaje a cuba de cubanoamericanos y estadounidenses, pero sí me parece que se trata de un error histórico que no se le pida a Cuba nada a cambio, y que sea haga de la vista gorda para no ver las atrocidades que en materia de libertades se han cometido y se siguen cometiendo en el régimen de Fidel.
Uno de los legisladores no solo alabó a Fidel, sino que con ingenuidad dijo que Raúl “era lo opuesto a lo que los medios habían dicho de él. Me sorprendió... su gran sentido del humor, su conocimiento de la historia y su calidad de ser humano''. ¿Tan ingenuo puede ser un diputado de Estados Unidos de creer que los represores del mundo nunca se ríen, no hacen bromas y son ignorantes?

martes, 7 de abril de 2009

Chávez es Dios en Semana Santa

"Perdónalos Señor, que no saben lo que hacen”, parafraseó Hugo Chávez a los Santos Evangelios en su típico tono sarcástico para acusar a los obispos venezolanos que, con motivo de la Semana Santa, emitieron una carta pastoral llamando a terminar con la violencia y la impunidad y pidiendo mayor tolerancia y dejar de lado la polarización que divide al país.
Chávez trató de “inquisidores” a los obispos desde Pekín. “Esos – dijo – son los de la inquisición, de la oscurana, aquellos que han apoyado dictaduras", para agregar que “no representan la voluntad de la feligresía", asegurando que "aquí estamos construyendo el reino, y ese reino es el socialismo".
Tal como dije en el post anterior, no faltaba mucho para que Chávez saltara. Es que en su reino narcisista considera que todo aquel que emite una opinión y critica lo está haciendo en contra él, no viendo el interés del país sino el propio.
Los obispos no fueron realmente muy duros, tal vez el punto 4 de 7, fue el que más incomodó a Chávez, al expresar lo siguiente: “La promoción de un ambiente de aguda polarización política, la exclusión por causas ideológicas, la descalificación moral de los adversarios, la eliminación de una positiva descentralización y la creciente concentración de poder en el ejecutivo, deterioran el Estado de Derecho, despojan a las instancias nacionales, regionales y municipales de su legítima autonomía y ponen en grave riesgo de colapso el sistema democrático”.
De todas maneras, el resto de lo que estipula la carta pastoral no dejan de ser preocupaciones que los obispos prácticamente expresan con responsabilidad en todos los países latinoamericanos, con algunos matices diferentes.
“Nos preocupa hondamente - dice el punto 3 - cómo se ha apoderado la violencia y la inseguridad de todo el territorio nacional, derramando la sangre inocente de nuestro pueblo. A pesar de las medidas adoptadas, el hampa, los secuestradores, los sicarios, los narcotraficantes y los contrabandistas siguen actuando impunemente. Los indefensos pobladores de ciudades, campos y fronteras no saben a qué instancia acudir para conseguir protección eficaz. Tales atropellos son graves ofensas que claman al cielo y violan los derechos fundamentales de los ciudadanos.
“Exhortamos a todas las autoridades - dice el punto 5 reclamando la acción de la Justicia - a dejarse interpelar por los reclamos de los diversos sectores de nuestra sociedad, a pedirle a Dios que les ayude a ejercer sus graves responsabilidades con justicia, libertad de conciencia, honestidad y transparencia, a poner en el centro de sus actuaciones el respeto sagrado a la dignidad de la persona, sin dejarse arrastrar por intereses particulares o de una parcialidad. Los que ejercen el poder judicial, tienen la obligación de asegurarle a los detenidos, procesados y sentenciados, en cada fase del proceso, todas las garantías contempladas en la Constitución Nacional, particularmente los derechos al debido proceso, a la defensa ante sus jueces naturales y a un juicio imparcial”.
Obviamente, declaraciones así, para el Dios Chávez representan todo un sacrilegio.

lunes, 6 de abril de 2009

Curas enojados, Dios contento

Se enojó el cardenal de Honduras y Dios se debe haber puesto contento.

La separación de Estado e Iglesia muchas veces representa una farsa política, ya que esa pulcritud filosófica del adagio “A Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César” ha servido para censurar a la curia cuando fiscaliza a la clase política y se pone del lado del pueblo, defendiéndolo, acompañándolo e interpretando los mensajes para que los más humildes puedan entenderlo.

Creo que cuando la Iglesia calla, como dice otro dicho, otorga; por ello creo en la Iglesia de la denuncia, la que clama justicia humana y divina para el pueblo que le toca servir. Y es esa Iglesia la que enoja a los políticos, de ahí que el comunismo no solo proscriba a la oposición, sino también a la Iglesia o que Hugo Chávez ande todo el día peleándose con los prelados, el arzobispado y el Vaticano. Lo mismo se le ha escuchado a Correa, a Morales, a los Kirchner, y a los anteriores como Fujimori, Menem y muchos otros presidentes latinoamericanos que prefieren y preferían tener una Iglesia silenciosa, adormecida y vulnerable.

Creo que cuando los curas se enojan y usan el púlpito para la denuncia a favor de su pueblo, Dios se pone muy contento. Seguro que Dios así lo estuvo este domingo de Ramos cuando el Papa Benedictino pidió que cese el tráfico humano en referencia a unos 300 africanos que perdieron sus vidas esta semana al tratar de llegar en un pesquero de mala muerte a Europa.

Y seguramente también Dios se puso muy contento cuando el cardenal hondureño Oscar Andrés Rodríguez le preguntó desde su púlpito al presidente de Honduras, Manuel Zelaya, por qué tiene tanto apuro para convocar a una asamblea constituyente, sin explicar muy bien las razones para hacerlo. Entendiendo lo que todo el mundo sabe, de que se trata de una convocatoria para buscar una reforma constitucional que le permita una reelección, el cardenal dijo: “Creo que lo que la mayoría de nuestro pueblo piensa es que una consulta popular siempre es buena, pero la pregunta es por qué ahora y por qué con tanta prisa”.

Rodríguez, con esta declaración, remarcó que lo que se necesita es trabajar por los problemas actuales del país, como el desempleo, la violencia y la crisis económica y dejar de lado políticas para el continuismo político. “El poder es para servir y el que quiere el poder para servirse ofende a Dios”, sentenció.

Lamentablemente, en esta época histórica latinoamericana, esta frase está en desuso.

domingo, 5 de abril de 2009

The Miami Herald y sus buenas noticias

Anders Gyllenhaal, director editorial del The Miami Herald, trató de bajar los decibeles sobre los rumores que desde hace meses circulan en Miami sobre la suerte del diario en inglés único en la ciudad, The Miami Herald, los cuales hablaban hasta de su cierre, su venta o fusión con otro periódico, para poder paliar la crisis que le afecta y que está hundiendo a toda la industria de periódicos de Estados Unidos.

Hoy, bajo el título “Buenas noticias: El Herald es fuerte y está aquí para quedarse”, Gyllenhaal hizo referencia a los malos tiempos que está pasando el diario, a la baja de circulación, al despido de muchos periodistas y a la ostensible merma de la publicidad que es el factor de mayor preocupación para la industria, y al giro de los lectores hacia la búsqueda de noticias on-line.

The Miami Herald hace unos días despidió a varios de sus periodistas, incluyendo a varios de El Nuevo Herald. Su director, Humberto Castelló renunció para evitar “cortar más cabezas” y el diario que ocupaba el sexto piso del edificio ahora terminará en un espacio del piso 5 donde funciona la sala de redacción del The Miami Herald, lo que muchos ven como una posible pérdida de identidad e independencia, aspectos que se venían ganando desde hace décadas.
Hace poco, la agencia Bloomberg reportó que los ingresos por publicidad de New York Times Co., Gannett Co. y McClatchy Co., que tienen 135 diarios conjuntamente, cayeron más del 13 por ciento en el 2008 y anticipan más caídas este año. Las editoriales están vendiendo activos y suprimiendo cuando menos 5.000 empleos y siguen perdiendo circulación, un 4.6 % en el 2008, por arriba del 2.6 % del 2007, según la Oficina de Auditoría de Circulación.
Pero más allá de las desavenencias, el director editorial de The Miami Herald dijo que el diario seguirá produciendo periodismo profundo y de calidad para mantener su papel fiscalizador ante el gobierno y cumplir así con su misión en democracia, y que las medidas de austeridad y recortes son las normales para capear la época de crisis.