El debate presidencial fue muy parejo, no hubo un ganador claro. McCain se basó en su experiencia mientras que Obama en su criterio. En líneas generales noté a McCain más firme y a la ofensiva, siempre retando a Obama y diciendo que estaba errado en cada pregunta. A Obama lo vi más defensivo y muchas veces le dio la razón a McCain, pero en su inseguridad tuvo aplomo para responder.
Creo que fue un debate en que los televidentes se inclinaron según su opción anterior así fueran demócratas o republicanos. No estoy seguro si los indecisos ya tomaron la decisión. Obama tal vez obtuvo mayores simpatías ya que venía a la contienda como el “under dog”. El tema principal debería haber sido la política internacional, pero la crisis económica tomó la mitad de la hora y media.
Emulando el léxico del boxeo, para mí nadie ganó por nocaut. Según mis tarjetas – y lo explico – McCain ganó por puntos y acepto que puede haber objeciones y que alguien desde el rincón de Obama pida la revancha. Al ganador de cada pregunta le di un punto, al perdedor ninguno, y neutralicé sin puntos también a los empates. De las 10 preguntas, mi fallo final fue: McCain 4; Obama 3 y Empates 3.
Veamos las preguntas y mi interpretación de lo que sucedió en las respuestas.
1) La crisis financiera: Hubo EMPATE.
En estos temas se esperaba más de Obama que de McCain. Obama enfatizó en que el desastre es parte de la política de George Bush de los últimos ocho años y que McCain es el continuismo. Obama acusó. McCain se fue por la tangente y se mostró conciliador, habló de trabajar juntos entre los dos partidos para salir juntos de la crisis.s mismo.
2) El rescate financiero: Ganó OBAMA.
Obama dijo que es optimista. Insistió en cómo se llegó a la crisis y que lo advirtió hace dos años. McCain dijo que votará por el plan de rescate y que hay que reformar a Wall Street, penalizando a los corruptos y regulando el sistema. Obama ripostó que sí que se necesita mayor responsabilidad y McCain terminó hablando de su esperanza en el “american worker”, demasiado demagógico.
3) Cómo salir de la crisis: Ganó MCCAIN.
McCain apuntó a recortar gastos y criticó al gobierno de Bush y a las agencias federales, diciendo que vetará numerosos proyectos superfluos sobre los que acusó a Obama de apoyar. Obama contestó y habló de la influencia negativa de los lobistas en el Congreso y que se debe evitar el continuismo de Bush. Obama por primera vez dijo “cuando sea presidente”, y se enfrascó en los recortes de impuestos que alcanzará al 95% de las familias. McCain replicó muy ofensivo y con datos precisos nombró como Obama votó en el Senado aumentando impuestos con varias leyes. Obama desmintió y acusó a McCain de beneficiar a las petroleras, McCain se defendió contando como votó en el Senado en contra de Bush sobre el tema.
4) Qué rendirían de sus propuestas para se apruebe el plan de rescate: Hubo EMPATE.
Ambos se fueron por las ramas, Obama hablando de energías alternativas, educación y McCain sobre contratos que bloqueó a la Boeing, ahorrando millones a los contribuyentes. El periodista les reclamó que no habían dicho nada. Retomaron y McCain enfatizó en cortar el gasto del gobierno, Obama dijo que McCain tenía razón y lo hizo muchas veces.
5) Afectará esto el presupuesto, la forma de hacer gobierno: Hubo EMPATE.
Obama repitió, “cuando sea presidente tendré que tomar decisiones fuertes”. McCain dijo que Obana no entendía el problema de la salud, no se podía dar el sistema al manejo del gobierno, “prefiero que las familias obtengan cinco mil dólares y ellas hagan sus decisiones”. McCain se mostró más seguro y dio información como había votado Obama. Obama replicó “Johan, John, estuviste 90 por ciento de las veces votando a favor de proyectos de Bush”. McCain dijo “no soy miss simpatía ni en el Congreso ni para el Gobierno”, hablando de que no tiene precismanete una reputación buena entre los propios republicanos.
6) Muchos se dice de las lecciones de Vietnam, pero y las de Irak: MCCAIN ganó.
McCain dijo que se cambió la estrategia a tiempo y que ahora se puede salir victorioso y con honor. Obama dijo por primera vez que tenía diferencias fundamentales, expresando que se oponía a por qué se empezó la guerra y porque no se hizo el trabajo en Afganistán ni se encontró a Bin Laden; “gastamos mucho dinero”, dijo. McCain respondió que el próximo presidente deberá decidir cómo y cuando salir y criticó fuerte a Obama de no buscar reuniones con los generales de la guerra. Obama respondió que por eso había elegido a Joe Biden y que Mccain hacía ver como si la guerra hubiera empezado en el 2007 y no en el 2003. McCain lo acusó de negar que “estamos ganando”. Obama dijo que se necesitaban tropas en Afganistán.
7) Afganistán, más tropas, cuántas y cuándo enviarlas: Ganó OBAMA.
Obama fue directo y dijo que enviaría dos o tres brigadas lo antes posible, sacando tropas de Irak también donde no hubieran tenido que ir desde el principio. Afganistán es donde se debe combatir al terrorismo. McCain fue más vueltero, pero con un punto importante sobre la mirada hacia Pakistán también como lugar estratégico, y acusó a Obama de querer atacar a Pakistán. Obama desmintió. McCain hizo gala de su conocimiento histórico y geopolítico. McCain hizo demagogia hablando de un brazalete que le dio la madre de un soldado muerto pidiéndole que no abandone la lucha. Obama respondió que también una madre le había dado una pulsera de un hijo muerto y le pidió que evite que otras madres sufran lo mismo.
8) Sobre el peligro que representa Irán: Ganó MCCAIN.
McCain fue duro con un país que amenaza con armas nucleares, atacar a Israel y buscar otro holocausto. Obama dijo que se había permitido a Irán tener mayor influencia, culpando de ello al gobierno de Bush. McCain lo acusó de querer sentarse con líderes de naciones como irán, con Chávez o Castro sin precondiciones. Obama dijo que se reuniría con la gente, preparado, y cuando él lo dispusiera y dijo que Kissinger, asesor de McCain pensaba lo mismo. McCain lo desmintió entre medio de risas.
9) Rusia, es aliada, enemiga, cómo la ven: Ganó MCCAIN.
Obama dijo que es una amenaza para la región. Mccain dijo que Obama no entendía el conflicto, que Rusia era agresora, y que Obama no había declarado de esa forma. McCain dio una lección sobre geopolítica, la importancia del petróleo de aquella zona y habló de las veces que se reunió con líderes de los países en conflicto, y del apoyo a Ucrania y Georgia para entrar a la Otan. Obama, a propósito del petróleo de Rusia, Irán y Venezuela y a que EE.UU. consume el 25 por ciento del petróleo mundial, dijo que hay que negociar.
10) En caso de que haya otro Septiembre 11: Ganó OBAMA.
McCain dijo que “tenemos una nación segura” pero que hay que trabajar más. Dijo que con el senador Liberman formó una comisión investigadora con la que hicieron 40 recomendaciones que fueron adoptadas y de esa forma cambió a varias agencias federales. Obama dijo que coincidía con McCain, pero que se estaba gastando mucho dinero y no en temas esenciales porque se gastaba en misiles o en defensas contra misiles, pero muy poco en detener terroristas que pueden entrar con valijas o proteger a los puertos.
Obama terminó diciendo que buscaría restaurar la imagen de EE.UU. porque en los últimos años había perdido mucho respeto en el mundo y acusó al gobierno de Bush de concentrar la guerra contra el terrorismo solo con la guerra en Irak.
McCain terminó con que Obama no tenía el talento ni la experiencia para liderar el país. “Yo tengo la habilidad y el conocimiento”.
La última frase de cada uno deslució el debate. Fueron demagógicos. McCain habló de su experiencia como prisionero de guerra y la defensa de los principios del país y Obama habló de los valores de EE.UU. que su padre encontró cuando decidió inmigrar desde Kenia.
sábado, 27 de septiembre de 2008
viernes, 26 de septiembre de 2008
Como montando una montaña rusa
Este viernes empieza como cada uno de los últimos 15 días desde que explotó la burbuja, pero con la dimensión que el tiempo se le está acabando a Washington para cerrar un plan que arregle el desbarajuste financiero que amenaza con atacar nuestros bolsillos. Ni Bush, ni sus ministros, ni demócratas ni oficialistas lograron nada.
Anoche, al plan de Bush que parecía tenía un guiño demócrata, aunque no le dejarían gastar 700.000 millones sino mucho menos y con más restricciones, lo derribaron varios legisladores republicanos escépticos, quienes dudan de un salvataje estatal contrario a la filosofía partidaria de no intromisión ni regulación. Es obvio, que la campaña electoral y principalmente las encuestas que a minuto salen pulsando el sentir de la gente sobre temas varios afectan las decisiones y por eso esta montaña rusa en los consensos y disensos.
A todo esto, se suma una increíble cantidad de malas noticias que tienen que ver con el aumento de la inflación, la explosión del desempleo, la paralización de la industria y del crecimiento y la montaña rusa de la bolsa que hace perder millones a los fondos de jubilación.
Hay varias cosas interesantes de aprender de esta crisis. Primero, no creo que este es el principio del fin del imperio como anuncian los agoreros, simplemente refleja un profundo desquicio económico; no se trata de una intervención socialista o estatista del capitalismo, más bien la búsqueda de soluciones temporales que demanda el mercado y que manda la Constitución y cuyos beneficios volverán a los contribuyentes una vez se retome el curso (criterio opuesto al “corralito” argentino); un sinceramiento de los mercados y una transparencia gubernamental sobre todo tipo de índices para entender mejor los riesgos macro y micro; y un momento de fortaleza institucional, en que a pesar del descalabro, sin miramiento de ideologías y filosofías todos se sientan a la misma mesa a buscar una misma solución.
Por último, ojalá que McCain deponga su actitud, que parece más demagógica que otra política, y esta noche aparezca en el debate con Obama. Es cierto, la política internacional no es el tema del día, como está pactado para el primer round, pero por lo menos será un modo de entretenernos y despejar un poco el estrés de estos primeros quince días de montar una montaña rusa.
Anoche, al plan de Bush que parecía tenía un guiño demócrata, aunque no le dejarían gastar 700.000 millones sino mucho menos y con más restricciones, lo derribaron varios legisladores republicanos escépticos, quienes dudan de un salvataje estatal contrario a la filosofía partidaria de no intromisión ni regulación. Es obvio, que la campaña electoral y principalmente las encuestas que a minuto salen pulsando el sentir de la gente sobre temas varios afectan las decisiones y por eso esta montaña rusa en los consensos y disensos.
A todo esto, se suma una increíble cantidad de malas noticias que tienen que ver con el aumento de la inflación, la explosión del desempleo, la paralización de la industria y del crecimiento y la montaña rusa de la bolsa que hace perder millones a los fondos de jubilación.
Hay varias cosas interesantes de aprender de esta crisis. Primero, no creo que este es el principio del fin del imperio como anuncian los agoreros, simplemente refleja un profundo desquicio económico; no se trata de una intervención socialista o estatista del capitalismo, más bien la búsqueda de soluciones temporales que demanda el mercado y que manda la Constitución y cuyos beneficios volverán a los contribuyentes una vez se retome el curso (criterio opuesto al “corralito” argentino); un sinceramiento de los mercados y una transparencia gubernamental sobre todo tipo de índices para entender mejor los riesgos macro y micro; y un momento de fortaleza institucional, en que a pesar del descalabro, sin miramiento de ideologías y filosofías todos se sientan a la misma mesa a buscar una misma solución.
Por último, ojalá que McCain deponga su actitud, que parece más demagógica que otra política, y esta noche aparezca en el debate con Obama. Es cierto, la política internacional no es el tema del día, como está pactado para el primer round, pero por lo menos será un modo de entretenernos y despejar un poco el estrés de estos primeros quince días de montar una montaña rusa.
jueves, 25 de septiembre de 2008
Obama-McCain: crisis económica e indecisos
En un escenario normal, un descalabro económico como el actual, a pesar del discurso rescatista de anoche de George Bush, daría una ventaja inalcanzable al partido opositor, en este caso a Barack Obama por sobre el oficialista John McCain.
Las encuestas sin embargo lo ubican todavía bastante parejos, aunque Obama, como era lógico esperar, se está despegando. Si habrá o no debate este viernes, lo decidirán hoy en su reunión en la Casa Blanca a la que han sido llamados otros legisladores para ver como arreglan y tienen consenso en este entuerto y deciden cuanta plata es justa para el Estado y los contribuyentes para desembolsar y comprar temporalmente la deuda privada de la banca nacional.
Si bien Obama aventaja entre cuatro a 10 puntos porcentuales en la intención de voto a McCain, según quien sea la encuestadora, lo cierto es que el 18 por ciento de los electores todavía se mantiene indeciso, y ésta, para los candidatos, pareciera ser una crisis más profunda todavía que la económica teniendo en cuenta que solo faltan cinco semanas para el gran día.
En gran medida, la indecisión que antes se basaba en quien sabría manejar mejor las crisis internacionales – guerras de Irak y de Afganistán, y los conflictos con Irán, Pakistán, Rusia y Corea del Norte de por medio – ahora se basa en quien manejaría mejor las crisis financieras y la recesión económica que se avecina; y que en el bolsillo ya se siente desde el último año.
Pocos dudan de que el Estado debe salir a rescatar a la banca privada y sanear la economía, 2 x 1 indican los sondeos, pero la gente está más preocupada si esos avaros banqueros terminarán o no en la cárcel acusados de corrupción o si se pavonearán por ahí con que sólo obedecieron las reglas especulativas del mercado, al que le echan la culpa de haber sido el causante de crear la burbuja inmobiliaria que arrastró todas las demás pompas de jabón.
Obama lleva la delantera y parece que la tienen también en el conteo de electores de los colegios estatales. Al menos hasta ayer, Obama llevaría 229 votos electorales con 18 estados ganados, principalmente los de California y Nueva York; mientras que McCain tendría 200 con 24 estados más pequeños.
Pero hasta aquí no hay nada seguro. Todo es suposición, resultados de sondeos que pueden tambalearse para cualquier lado dependiendo de las noticias diarias (un repunte repentino en Wall Street o que atrapen a Bin Laden o que de nuevo suceda un ataque terrorista en suelo norteamericano) el papel de la raza, el de la popularidad de Sarah Palin en sectores más machistas, etc…
Yo soy parte de ese 18%.
Las encuestas sin embargo lo ubican todavía bastante parejos, aunque Obama, como era lógico esperar, se está despegando. Si habrá o no debate este viernes, lo decidirán hoy en su reunión en la Casa Blanca a la que han sido llamados otros legisladores para ver como arreglan y tienen consenso en este entuerto y deciden cuanta plata es justa para el Estado y los contribuyentes para desembolsar y comprar temporalmente la deuda privada de la banca nacional.
Si bien Obama aventaja entre cuatro a 10 puntos porcentuales en la intención de voto a McCain, según quien sea la encuestadora, lo cierto es que el 18 por ciento de los electores todavía se mantiene indeciso, y ésta, para los candidatos, pareciera ser una crisis más profunda todavía que la económica teniendo en cuenta que solo faltan cinco semanas para el gran día.
En gran medida, la indecisión que antes se basaba en quien sabría manejar mejor las crisis internacionales – guerras de Irak y de Afganistán, y los conflictos con Irán, Pakistán, Rusia y Corea del Norte de por medio – ahora se basa en quien manejaría mejor las crisis financieras y la recesión económica que se avecina; y que en el bolsillo ya se siente desde el último año.
Pocos dudan de que el Estado debe salir a rescatar a la banca privada y sanear la economía, 2 x 1 indican los sondeos, pero la gente está más preocupada si esos avaros banqueros terminarán o no en la cárcel acusados de corrupción o si se pavonearán por ahí con que sólo obedecieron las reglas especulativas del mercado, al que le echan la culpa de haber sido el causante de crear la burbuja inmobiliaria que arrastró todas las demás pompas de jabón.
Obama lleva la delantera y parece que la tienen también en el conteo de electores de los colegios estatales. Al menos hasta ayer, Obama llevaría 229 votos electorales con 18 estados ganados, principalmente los de California y Nueva York; mientras que McCain tendría 200 con 24 estados más pequeños.
Pero hasta aquí no hay nada seguro. Todo es suposición, resultados de sondeos que pueden tambalearse para cualquier lado dependiendo de las noticias diarias (un repunte repentino en Wall Street o que atrapen a Bin Laden o que de nuevo suceda un ataque terrorista en suelo norteamericano) el papel de la raza, el de la popularidad de Sarah Palin en sectores más machistas, etc…
Yo soy parte de ese 18%.
miércoles, 24 de septiembre de 2008
Valija, corrupción y justicia
El caso de la famosa valija venezolana con 800.000 dólares para la campaña presidencial argentina cobró un nuevo giro ayer en el juicio que se sigue en Miami, ya que el testigo principal Alejandro Antonini, declaró que el avión de PDVSA llevaba una valija adicional con 4.200.000 de dólares.
El dato no es intrascendente y a pesar de que los gobiernos venezolano y argentino dirán que se trata de una nueva conjura internacional orquestada por el “imperio” para derrocar a estas dos democracias, desnuda la profundidad de la corrupción cuando es investigada o más aún, nos informa sobre la cantidad de valijas – léase corrupción – que pasa frente a nosotros y que no detectamos a simple vista. La única evidencia real es la valija con los 800.000 dólares incautados, pero nos preguntamos cuántas otros empaques se han despachado por el continente sin ser detectadas.
Consecuentemente con este caso, que le pone cara a la forma como trabaja la corrupción, es decir en el silencio y en la oscuridad, Transparencia Internacional difundió ayer un informe en el que alertó puntualmente cuáles son los países más corruptos e insistió en hallazgos de reportes anteriores sobre la falta de confianza de los latinoamericanos sobre los sistemas de justicia. En su informe global de la corrupción del 2007 reveló que America Latina mostraba los niveles más bajos de confianza en el Poder Judicial. El 73 por ciento de los encuestados en 10 países de América Latina considera al Poder Judicial como corrupto.
Sin dudas, la gente percibe que la inequidad, la falta de igualdad y oportunidades ante la ley, y por sobre todo, la falta de seguridad plica y la ineficiencia del Estado para castigar y corregir a los maleantes, son los problemas mayores y el gran desafío que enfrentamos para consolidar las democracias.
El dato no es intrascendente y a pesar de que los gobiernos venezolano y argentino dirán que se trata de una nueva conjura internacional orquestada por el “imperio” para derrocar a estas dos democracias, desnuda la profundidad de la corrupción cuando es investigada o más aún, nos informa sobre la cantidad de valijas – léase corrupción – que pasa frente a nosotros y que no detectamos a simple vista. La única evidencia real es la valija con los 800.000 dólares incautados, pero nos preguntamos cuántas otros empaques se han despachado por el continente sin ser detectadas.
Consecuentemente con este caso, que le pone cara a la forma como trabaja la corrupción, es decir en el silencio y en la oscuridad, Transparencia Internacional difundió ayer un informe en el que alertó puntualmente cuáles son los países más corruptos e insistió en hallazgos de reportes anteriores sobre la falta de confianza de los latinoamericanos sobre los sistemas de justicia. En su informe global de la corrupción del 2007 reveló que America Latina mostraba los niveles más bajos de confianza en el Poder Judicial. El 73 por ciento de los encuestados en 10 países de América Latina considera al Poder Judicial como corrupto.
Sin dudas, la gente percibe que la inequidad, la falta de igualdad y oportunidades ante la ley, y por sobre todo, la falta de seguridad plica y la ineficiencia del Estado para castigar y corregir a los maleantes, son los problemas mayores y el gran desafío que enfrentamos para consolidar las democracias.
martes, 23 de septiembre de 2008
La "re cubanización" de Miami
Uno suele equivocarse y a menudo. En especial cuando hace gala de que su percepción es inmejorable, siendo que a veces se forma por la simple observación o de las opiniones que va escuchando o de los titulares que va leyendo.
Tengo más de 15 años viviendo en Miami y desde los últimos cinco venía sosteniendo que los cubanos ya no eran el grupo hispano de mayor importancia en esta zona, debido al influjo de un gran número de latinoamericanos de otras nacionalidades que llegaron “expulsados” por las crisis económicas o/y políticas. Lo hubiese jurado. Lo que sí sostenía era que a pesar de su disminución numérica, los cubanos seguían siendo la mayoría importante, porque la ventaja de estar acá desde hace 50 años, le había permitido ganar experiencia, echar raíces y dominar todos los puestos políticos de las ciudades de esta gran área metropolitana.
Pero los estudios de la Oficina del Censo que se dieron a conocer hoy dicen que yo estaba equivocado. La composición demográfica de Miami-Dade - el tercer condado con mayor índice de hispanos en Estados Unidos después del Condado Los Angeles y el Condado Harris (Houston), en Texas - está en un proceso re cubanización importante, sobrepasando el crecimiento de la población hispana no cubana.
Del 2000 al 2007, la cifra de cubanos creció en más de 144.000 a casi 795.000. Paralelamente, el número de hispanos no cubanos subió en menos de 22.000. El año pasado un 54 por ciento de todos los hispanos en Miami-Dade eran cubanos, comparado a 50 por ciento en el 2000. El porcentaje de hispanos no cubanos --incluyendo colombianos, argentinos, venezolanos y otros-- cayó de 41 por ciento a 37 por ciento. (La categoría no abarca a los mexicanos y puertorriqueños, que componen los grupos hispanos mayoritarios en Estados Unidos y que son minúsculos en el Sur de la Florida).
Publicado por el diario El Nuevo Herald, un estudio reciente del Centro de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos (ICCAS) de la Universidad de Miami, Coming To America: the New Cuban Migration Crisis concluyó que desde el 2000 han llegado más cubanos que durante el éxodo del Mariel en 1980, y la crisis de los balseros de 1994. En ambos éxodos inmigraron 162.190 cubanos; mientras que entre el 2000 y el 2007 inmigró un estimado de 191.445.
Esto explica que no siempre los mensajes que uno emite, por más convencido que uno esté, son verdaderos. He dicho a muchísima gente cosas que no eran muy ciertas, vanagloriándome casi como un experto sobre temas de mi ciudad. Re aprendo a cada rato que la verdad siempre necesita de un proceso en el que la comprobación y la rigurosidad son dos valores inseparables.
Tengo más de 15 años viviendo en Miami y desde los últimos cinco venía sosteniendo que los cubanos ya no eran el grupo hispano de mayor importancia en esta zona, debido al influjo de un gran número de latinoamericanos de otras nacionalidades que llegaron “expulsados” por las crisis económicas o/y políticas. Lo hubiese jurado. Lo que sí sostenía era que a pesar de su disminución numérica, los cubanos seguían siendo la mayoría importante, porque la ventaja de estar acá desde hace 50 años, le había permitido ganar experiencia, echar raíces y dominar todos los puestos políticos de las ciudades de esta gran área metropolitana.
Pero los estudios de la Oficina del Censo que se dieron a conocer hoy dicen que yo estaba equivocado. La composición demográfica de Miami-Dade - el tercer condado con mayor índice de hispanos en Estados Unidos después del Condado Los Angeles y el Condado Harris (Houston), en Texas - está en un proceso re cubanización importante, sobrepasando el crecimiento de la población hispana no cubana.
Del 2000 al 2007, la cifra de cubanos creció en más de 144.000 a casi 795.000. Paralelamente, el número de hispanos no cubanos subió en menos de 22.000. El año pasado un 54 por ciento de todos los hispanos en Miami-Dade eran cubanos, comparado a 50 por ciento en el 2000. El porcentaje de hispanos no cubanos --incluyendo colombianos, argentinos, venezolanos y otros-- cayó de 41 por ciento a 37 por ciento. (La categoría no abarca a los mexicanos y puertorriqueños, que componen los grupos hispanos mayoritarios en Estados Unidos y que son minúsculos en el Sur de la Florida).
Publicado por el diario El Nuevo Herald, un estudio reciente del Centro de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos (ICCAS) de la Universidad de Miami, Coming To America: the New Cuban Migration Crisis concluyó que desde el 2000 han llegado más cubanos que durante el éxodo del Mariel en 1980, y la crisis de los balseros de 1994. En ambos éxodos inmigraron 162.190 cubanos; mientras que entre el 2000 y el 2007 inmigró un estimado de 191.445.
Esto explica que no siempre los mensajes que uno emite, por más convencido que uno esté, son verdaderos. He dicho a muchísima gente cosas que no eran muy ciertas, vanagloriándome casi como un experto sobre temas de mi ciudad. Re aprendo a cada rato que la verdad siempre necesita de un proceso en el que la comprobación y la rigurosidad son dos valores inseparables.
lunes, 22 de septiembre de 2008
¿Cubrir o DEScubrir?
Así como Hamlet hablaba de “ser o no ser”, creo – y sigo sosteniendo – que “cubrir o descubrir” es lo que diferencia al buen periodismo del mediocre. La calidad del periodismo puede ser medido en cuanto pueda ser capaz de investigar o arrojar luz sobre realidad que alguien quiere mantener en la oscuridad.
Lamentablemente, en esta época de recortes presupuestarios, y como se observa en Estados Unidos en forma especial, se está observando que los medios están perdiendo calidad optando por un periodismo más de denuncia que de investigación, que se nutre de propalar denuncias que le llegan más que “fabricarlas” o “desenterrarlas” desde su propia cocina.
En muchos casos los medios, en especial aquellos periódicos que en una época eran puntos de referencia y marcaban la agenda pública de la comunidad o del país, se han transformado en simples propaladores de noticias, en traductores de denuncias del poder público que los utiliza como instrumentos de propaganda o relaciones públicas o en simples medios que han sucumbido al marketing y que hablan lo que la gente quiere escuchar.
Muchos medios hablan de lo que dicen otros medios y siguen siempre a las noticias de atrás, desperdiciándose así la responsabilidad de descubrir, liderar en sus comunidades y de esa forma crear agenda pública.
Analicemos a los medios en nuestra ciudad: ¿Cubren o DEScubren?
Lamentablemente, en esta época de recortes presupuestarios, y como se observa en Estados Unidos en forma especial, se está observando que los medios están perdiendo calidad optando por un periodismo más de denuncia que de investigación, que se nutre de propalar denuncias que le llegan más que “fabricarlas” o “desenterrarlas” desde su propia cocina.
En muchos casos los medios, en especial aquellos periódicos que en una época eran puntos de referencia y marcaban la agenda pública de la comunidad o del país, se han transformado en simples propaladores de noticias, en traductores de denuncias del poder público que los utiliza como instrumentos de propaganda o relaciones públicas o en simples medios que han sucumbido al marketing y que hablan lo que la gente quiere escuchar.
Muchos medios hablan de lo que dicen otros medios y siguen siempre a las noticias de atrás, desperdiciándose así la responsabilidad de descubrir, liderar en sus comunidades y de esa forma crear agenda pública.
Analicemos a los medios en nuestra ciudad: ¿Cubren o DEScubren?
domingo, 21 de septiembre de 2008
Como competencia de Miss Mundo
La hora de la verdad se acerca. Los debates entre Obama y McCain se iniciarán este viernes y cada uno llegará con todo su andamiaje político pero cuidando de su imagen, casi como en una competencia de Miss Mundo.
Veremos cómo se inclinará la contienda que hasta ahora sólo estaba reflejada por el vaivén de la encuestas. Nunca en la historia política de EE.UU. hubo tantas encuestas y sondeos sobre la intención de voto, y como nunca antes hubo tanta incertidumbre sobre quién ganará a tan solo seis semanas de las elecciones presidenciales.
Se calcula que se hicieron 1.291 encuestas nacionales y estales hasta el momento, una cifra ampliamente superior a las 846 de las elecciones del 2000. ¿El resultado?: un virtual empate, aunque la delantera republicana desde hace dos semanas, impulsada por la candidata a vicepresidente de Sarah Palin, se ha desvanecido en estos últimos días debido a la catástrofe económica de la bolsa.
En condiciones normales, los demócratas y su líder Obama, deberían tener que estar por más de 20 puntos de diferencia. No se entiende como McCain, siendo republicano y no pudiendo separarse de la mala fama de Bush - que le hereda una economía tambaleante, un sistema crediticio y una guerra que consume miles de millones de dólares por día y cobra decenas de vida diaria – pueda estar en carrera todavía y dando batalla.
¿Será que la gente descree de los políticos en general y tampoco cree que Obama traerá cambios? ¿Será que este sigue siendo un país eminentemente racista y que en las encuestas la gente no tiene miedo de expresarse como es, ya que públicamente nadie quiere ser políticamente incorrecto? ¿Será que el crean que McCain es más enérgico para defender al país de posibles ataques terroristas?
Debe haber muchísimas preguntas más y seguramente las respuestas empezarán a venir a partir de este viernes cuando empiecen los debates públicos entre ambos candidatos. Casi como en una competencia de Miss Mundo, poco importarán los antecedentes anteriores o el desfile anterior con ropa de gala o en traje de baño, sino como se sortea la pregunta o con qué seguridad se responda, más allá de que se diga o no algo trascendente.
¿Mi voto?
Ya lo he cambiado muchas veces. El lío económico de esta semana me sacaron las ganas de premiar a los republicanos. Pero esta partido todavía lleva una leve ventaja en la Florida, uno de los tres estados, que junto con Ohio y Pennsilvanya, suelen definir las elecciones presidenciales. Sé que mi voto es muy importante y lo seguiré pensando… cambiando
Veremos cómo se inclinará la contienda que hasta ahora sólo estaba reflejada por el vaivén de la encuestas. Nunca en la historia política de EE.UU. hubo tantas encuestas y sondeos sobre la intención de voto, y como nunca antes hubo tanta incertidumbre sobre quién ganará a tan solo seis semanas de las elecciones presidenciales.
Se calcula que se hicieron 1.291 encuestas nacionales y estales hasta el momento, una cifra ampliamente superior a las 846 de las elecciones del 2000. ¿El resultado?: un virtual empate, aunque la delantera republicana desde hace dos semanas, impulsada por la candidata a vicepresidente de Sarah Palin, se ha desvanecido en estos últimos días debido a la catástrofe económica de la bolsa.
En condiciones normales, los demócratas y su líder Obama, deberían tener que estar por más de 20 puntos de diferencia. No se entiende como McCain, siendo republicano y no pudiendo separarse de la mala fama de Bush - que le hereda una economía tambaleante, un sistema crediticio y una guerra que consume miles de millones de dólares por día y cobra decenas de vida diaria – pueda estar en carrera todavía y dando batalla.
¿Será que la gente descree de los políticos en general y tampoco cree que Obama traerá cambios? ¿Será que este sigue siendo un país eminentemente racista y que en las encuestas la gente no tiene miedo de expresarse como es, ya que públicamente nadie quiere ser políticamente incorrecto? ¿Será que el crean que McCain es más enérgico para defender al país de posibles ataques terroristas?
Debe haber muchísimas preguntas más y seguramente las respuestas empezarán a venir a partir de este viernes cuando empiecen los debates públicos entre ambos candidatos. Casi como en una competencia de Miss Mundo, poco importarán los antecedentes anteriores o el desfile anterior con ropa de gala o en traje de baño, sino como se sortea la pregunta o con qué seguridad se responda, más allá de que se diga o no algo trascendente.
¿Mi voto?
Ya lo he cambiado muchas veces. El lío económico de esta semana me sacaron las ganas de premiar a los republicanos. Pero esta partido todavía lleva una leve ventaja en la Florida, uno de los tres estados, que junto con Ohio y Pennsilvanya, suelen definir las elecciones presidenciales. Sé que mi voto es muy importante y lo seguiré pensando… cambiando
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