Me invitaron a dar una conferencia en el Rotary Club de Key Biscayne, en el sur de Miami este viernes, y creí conveniente hablar sobre cuatro formas de cómo se abusa la libertad de prensa.
Primero: Los abusos externos al Estado.
El problema mayor es la violencia y la poca capacidad del estado para frenarla, como en el caso de Felipe Calderón. En México han asesinado a 50 periodistas en los últimos cinco años y no hay prácticamente una sola persona presa.
En los últimos 20 años, y con el mismo índice de impunidad, más de 350 periodistas fueron asesinados en las Américas, por lo que estaban diciendo, opinando o denunciando. La mayor parte de esos crímenes son ahora cometidos por el crimen organizado, aunque hasta hace poco eran más los cometidos por funcionarios y gobiernos corruptos.
A esto hay que sumarle que los hermanos Castro tienen el único régimen donde se encarcela sistemáticamente a periodistas; 27 hasta este momento, y justamente las Damas de Blanco, que ayer recibieron el apoyo de Gloria Estefan, se formaron cuando en marzo de 2003 encarcelaron a 75 disidentes, muchos de ellos periodistas.
Todo esto generando un grave problema de autocensura. La mayor consecuencia.
Segundo: Abusos internos del Estado:
Muchos presidentes de tendencia populista, como Hugo Chávez, Daniel Ortega, Rafael Correa, Lula da Silva, Evo Morales, Cristina de Kirchner, tienen campañas muy similares, en contra de la libertad de prensa que se manifiesta de la siguiente manera:
Una campaña de desprestigio sistemática para desacreditar a los periodistas y medios, calificándolos de estar al servicio de los golpes de Estado, como Chávez; o estar en contra de la democracia, como Correa; o de estar a favor del imperialismo, como Morales.
Son presidentes que no dan conferencias de prensa. Hablan a través de discursos públicos o cadenas obligatorias. Chávez, por ejemplo, dio más de 2.000 cadenas, lo que equivale a 60 días completos de 24 horas de bla bla. Correa tuvo este año más cadenas que Chávez. Y cristina va por el mismo camino.
Creando leyes de prensa restrictivas para los medios privados, pero permitiendo la creación de medios públicos que no son públicos sino de propaganda. Chávez cerró RCTV, 32 emisoras, pero abrió cientos de medios; lo mismo hizo Correa confiscando medios. Mientras Ortega y Kirchner compraron medios privados mediante testaferros, además de comprar periodistas.
Otros abusos indirectos incluyen discriminación con publicidad del Estado, premiando y castigando a medios “amigos” u “opositores”; restricciones para compra de papel periódico y otros insumos importados…;
Y otro abuso importante, es la utilización de un aparato judicial que no es independiente para acosar. El caso típico de Venezuela. Con un Chávez que le da lo mismo encarcelar periodistas que a políticos de la oposición por opinar en contra de su gobierno, como sucedió este lunes con Oswaldo Alvarez, un ex candidato presidencial; y el jueves con el presidente de Globovición, Guillermo Zuloaga, quien fue detenido bajo acusación de insultar al presidente Chávez durante nuestra reciente reunión en Aruba.
Tercero: Abusos del propio periodismo:
No podemos negar también que, como cualquier disciplina, el periodismo está compuesto por gente buena, mala o mediocre.
Muchos medios no son muy responsables: exaltan la violencia, son sensacionalistas, censuran información ante compromisos económicos.
Aunque peor que esto es que comenten el pecado de omisión. No investigan hechos importantes, por vagancia profesional o porque redujeron su calidad periodística. Muchos medios en Estados Unidos, aprovecharon la crisis económica para echar personal, no porque perdían dinero, sino porque no ganaban como antes.
Y lo peor, es que hay también faltas éticas graves en la profesión. En muchos países, los periodistas reciben dineros y sobornos así sea de entidades privadas, funcionarios o del crimen organizado.
Cuarto: Abusos de tolerancia:
Es cierto que el internet y las redes sociales, Facebook, Twitter, YouTube, han traído muchos beneficios al juego de la libertad de expresión. Interactividad, participación, pluralidad y diversidad.
Todo ésto potencia la libertad y nos permite optar por la “net neutrality”, una posición que siempre sostuvo el gobierno de Estados Unidos, para que haya máxima libertad en el internet y que se condene cualquier intento de regularla, como lo viene haciendo Cuba, o ahora lo quiere hacer Chávez.
Esta semana vimos algo muy importante en este sentido. Google salió finalmente de China, para no seguir censurando, perdiendo por el momento un mercado de 384 millones de internautas.
Pero más allá de la censura y de la responsabilidad que tuvieron Google y Yahoo y Microsoft, que prestaron su software para censurar, es también cierto que las redes sociales se están prestando a la ciber propaganda.
En muchos países, se ha sabido distorsionar el uso que Barack Obama le dio a las redes sociales en la campaña política y ahora en su presidencia. Muchos gobiernos están usando a las redes sociales como órganos de propaganda.
Tanto el gobierno español o el argentino o el venezolano, entre otros, utilizan ciber militantes, gente a la que pagan para insultar en blogs o crear campañas falsas en Facebook con el fin de intimidar a la gente o neutralizar las críticas. Hoy, éstos que escriben e insultan, son los que antes tiraban piedras y quemaban banderas y neumáticos.
Les puedo decir, por experiencia en mi propio blog, que antes el debate y el discurso era de mayor altura – lo mismo que nos sucedió en Aruba con los periodistas chavistas – pero ahora no es más que una serie de insultos y provocaciones.
Y habrán escuchado que Chávez ahora a su campaña de propaganda -- programas de radio, tv, periódicos, columnas y cadenas -- ha decidido sumar su propio blog “Mi trinchera”, así que ya no hay lugar donde nos podamos esconder. Ya estaremos hablando de conspiraciones, atentados de asesinatos y golpes de Estado a cualquier hora y en todo lugar.
Una Reflexión final:
No crean que éstas son las únicas restricciones. Hay muchas más.
Pero quise darles estos ejemplos para que sientan que la libertad de prensa y de expresión no son derechos abstractos. Son bien tangibles y medibles.
Reflejan la importancia que la libertad de prensa tiene para la calidad de una democracia. Como dije al principio, a mayor libertad, mejor democracia.
Por eso es necesario defenderla y promoverla. Esa es la esencia de organizaciones como la SIP, o como el Rotary Internacional, que buscan el bien a través de una misión o una idea, siempre convencidos de la tolerancia a la opinión, y a la diversidad y pluralidad.
sábado, 27 de marzo de 2010
viernes, 26 de marzo de 2010
Marzo negro
En Honduras, sin dudas este marzo de 2010 será recordado como un año trágico para el periodismo, así como en Cuba se conmemora la “Primavera Negra” en recordación del aciago mes de marzo de 2003 en el que fueron encarcelados 75 disidentes, entre ellos una treintena de periodistas independientes.
Cinco periodistas han sido asesinados en el país este mes, en una espiral de violencia contra la prensa, difícil de comprender, como especifiqué en el post anterior, y que seguramente acarreará un nivel cada vez mayor de autocensura, lo que conspira directamente con el derecho del público a saber.
Presumiblemente a las denuncias sobre corrupción que siempre terminan llevando consecuencias contra los periodistas y a la violencia que despliegan las pandillas, podríamos estar ante un fenómeno de aumento de la violencia generado por el apoltronamiento en la zona, de grupos de narcotraficantes que están escapando del conflicto con los militares mexicanos en la frontera con Estados Unidos. Honduras es un territorio a medio camino entre las grandes zonas productoras de drogas, como Colombia, y consumidoras, como Estados Unidos; un territorio muy apetecible para el crimen organizado.
Esta mañana, 26 de marzo, fueron asesinados a mansalva José Bayardo Mairena y Manuel Juárez en la carretera a Juticalpa, Olancho, quienes dirigían un programa de radio en la localidad de Catacamas.
Este mes, el 1 de marzo fue asesinado Joseph Hernández Ochoa, periodista de Canal 51, en un atentado en el que milagrosamente salvó su vida la periodista Carol Cabrera, de Canal 8, quien en un atentado anterior contra su vida, perdió una hija. El 11 de marzo en La Ceiba, Atlántida, fue acribillado el periodista radial y televisivo David Meza Montesinos, de 51 años, quien venía denunciando disputas sobre tenencia de tierras. Y el 14 de marzo, en la ciudad de Tocoa, fue asesinado Nahúm Palacios, de 34 años, quien fungía como director de noticias de Televisora del Aguán y de un noticiero en radio Tocoa. Un camarógrafo salió ileso del mismo atentado.
El 2009 tampoco fue un año fácil para la prensa hondureña, que se vio arrastrada por el conflicto que se generó antes, durante y después del golpe de Estado del 28 de junio. Además, ese año cargado de agresiones, fueron asesinados Bernardo Rivera Paz (secuestrado el 13 de marzo y sus restos encontrados el 9 de julio); Santiago Rafael Munguía (el 31 de marzo) y Gabriel Fino Noriega, el 3 de julio.
Todavía no hay certeza sobre los móviles, así como tampoco hay pistas que permitan identificar a los culpables, por lo que queda a las autoridades locales y nacionales su mayor esfuerzo para que no trepe esta espiral de violencia que conspira contra el derecho a buscar, difundir y recibir información.
El Estado hondureño, y su principal administrador, debe hacerse cargo de esta tragedia y no permitir que la impunidad genere mayor violencia.
Cinco periodistas han sido asesinados en el país este mes, en una espiral de violencia contra la prensa, difícil de comprender, como especifiqué en el post anterior, y que seguramente acarreará un nivel cada vez mayor de autocensura, lo que conspira directamente con el derecho del público a saber.
Presumiblemente a las denuncias sobre corrupción que siempre terminan llevando consecuencias contra los periodistas y a la violencia que despliegan las pandillas, podríamos estar ante un fenómeno de aumento de la violencia generado por el apoltronamiento en la zona, de grupos de narcotraficantes que están escapando del conflicto con los militares mexicanos en la frontera con Estados Unidos. Honduras es un territorio a medio camino entre las grandes zonas productoras de drogas, como Colombia, y consumidoras, como Estados Unidos; un territorio muy apetecible para el crimen organizado.
Esta mañana, 26 de marzo, fueron asesinados a mansalva José Bayardo Mairena y Manuel Juárez en la carretera a Juticalpa, Olancho, quienes dirigían un programa de radio en la localidad de Catacamas.
Este mes, el 1 de marzo fue asesinado Joseph Hernández Ochoa, periodista de Canal 51, en un atentado en el que milagrosamente salvó su vida la periodista Carol Cabrera, de Canal 8, quien en un atentado anterior contra su vida, perdió una hija. El 11 de marzo en La Ceiba, Atlántida, fue acribillado el periodista radial y televisivo David Meza Montesinos, de 51 años, quien venía denunciando disputas sobre tenencia de tierras. Y el 14 de marzo, en la ciudad de Tocoa, fue asesinado Nahúm Palacios, de 34 años, quien fungía como director de noticias de Televisora del Aguán y de un noticiero en radio Tocoa. Un camarógrafo salió ileso del mismo atentado.
El 2009 tampoco fue un año fácil para la prensa hondureña, que se vio arrastrada por el conflicto que se generó antes, durante y después del golpe de Estado del 28 de junio. Además, ese año cargado de agresiones, fueron asesinados Bernardo Rivera Paz (secuestrado el 13 de marzo y sus restos encontrados el 9 de julio); Santiago Rafael Munguía (el 31 de marzo) y Gabriel Fino Noriega, el 3 de julio.
Todavía no hay certeza sobre los móviles, así como tampoco hay pistas que permitan identificar a los culpables, por lo que queda a las autoridades locales y nacionales su mayor esfuerzo para que no trepe esta espiral de violencia que conspira contra el derecho a buscar, difundir y recibir información.
El Estado hondureño, y su principal administrador, debe hacerse cargo de esta tragedia y no permitir que la impunidad genere mayor violencia.
jueves, 25 de marzo de 2010
El silencio o la vida
En el adagio popular el ladrón da a escoger a su víctima entre "la bolsa o la vida", pero en México la disyuntiva a la que se expone el periodista es más cruel: el silencio o la vida.
La consecuencia de esta macabra alternativa es que en varias zonas de México los medios de comunicación han optado por la autocensura para evadir la violencia del crimen organizado, que en los últimos cinco años, según la Sociedad Interamericana de Prensa, cobró la vida de 49 periodistas y es responsable de la desaparición de otros 15, ocho de estos ocurridos hace semanas en el peligroso estado de Tamaulipas, encendiendo los reflectores de la prensa internacional.
El periodismo mexicano vive hoy lo que el colombiano sufrió con el sanguinario Pablo Escobar, aunque con el agravante de que en vez de los cárteles de Medellín y Cali, son nueve los grupos de narcotraficantes que se disputan la mafia en 22 de los 31 estados del país. Este tipo de terrorismo doméstico ha aniquilado a 17 mil personas en tres años.
Tanta violencia tiene gran impacto en los medios, especialmente en zonas limítrofes con Estados Unidos donde el narcotráfico está decidido a comprar silencio, ya sea con plata o con plomo. Periodistas, fiscales y policías son comprados y sobornados o asesinados y desaparecidos, cualquier método es eficiente para evitar la publicidad sobre el trasiego de drogas y sus crímenes conexos.
El silencio es inducido en forma directa o infundiendo terror mediante métodos funestos. A principios de año, junto al cadáver del periodista Valentín Espinosa, asesinado por represalia a su labor o para usarlo como pizarra para publicitar su violencia, los narcos dejaron un recado para los medios de la ciudad de Saltillo: “esto les va a pasar a los que no entienden que el mensaje es para todos".
El caso de Rodolfo Rincón del periódico Tabasco Hoy es más patético. Su cuerpo, según la fiscalía, fue disuelto en ácido por el brutal grupo Los Zetas, imitando a la Cosa Nostra o a filmes de horror. Según informes de prensa, a un sicario al que se le atribuye numerosos asesinatos en piscinas de ácido le llaman “El preparador de caldos”. Otros periodistas son usados como mensajeros, como a dos secuestrados del diario Milenio en la fronteriza Ciudad Reynosa, a quienes liberaron con la advertencia para todos: “no vengan a calentarnos la plaza”.
Ante la ineficiencia del gobierno por responder a esta violencia y la pérdida de confianza general en las instituciones, la autocensura se ha convertido en el refugio más seguro para los periodistas. Pero si bien este silencio inducido es una forma muy justificable de autoprotección en el corto plazo, se corre el riesgo que la desinformación cree un efecto boomerang a futuro.
En un clima de mutismo mediático, la omisión de información generará siempre mayor incertidumbre, indefensión y espacio propicio para rumores. El ejemplo más palpable ocurrió semanas atrás, cuando muchos pobladores – incluidos sicarios del narcotráfico – usaron mensajes en teléfonos móviles, Twitter y Facebook, para diseminar rumores y noticias falsas sobre hechos violentos, provocando más pánico e incertidumbre.
La autocensura y la desinformación si bien “protegen” al crimen organizado, también disfrazan la ineptitud del Estado, potenciando así un círculo vicioso en el que prosperan tanto el delito como la corrupción y la impunidad. Y lo único que puede destrabarlo es que el gobierno, más allá de la represión, le dé mejores garras a la Justicia para crear sistemas de castigo capaces de disuadir a los violentos, mejorando los estándares de prevención del crimen. Es que solo un puñado de criminales de los 98 asesinatos registrados desde 1987 a la fecha, está preso.
Pero el periodismo no puede esperar que el conflicto lo resuelva solamente el gobierno ni su autocensura. Los medios mexicanos tienen también responsabilidades. Capacitación, mejores condiciones laborales y mejores salarios, ayudarán a la profesionalización del gremio, hoy por hoy su mayor debilidad.
Todo esto, sin perder de vista que sin asociaciones fuertes de prensa ni solidaridad y unión de parte de los medios nacionales para con los más vulnerables en el interior del país, la única receta seguirá siendo el silencio. Y el silencio también mata.
La consecuencia de esta macabra alternativa es que en varias zonas de México los medios de comunicación han optado por la autocensura para evadir la violencia del crimen organizado, que en los últimos cinco años, según la Sociedad Interamericana de Prensa, cobró la vida de 49 periodistas y es responsable de la desaparición de otros 15, ocho de estos ocurridos hace semanas en el peligroso estado de Tamaulipas, encendiendo los reflectores de la prensa internacional.
El periodismo mexicano vive hoy lo que el colombiano sufrió con el sanguinario Pablo Escobar, aunque con el agravante de que en vez de los cárteles de Medellín y Cali, son nueve los grupos de narcotraficantes que se disputan la mafia en 22 de los 31 estados del país. Este tipo de terrorismo doméstico ha aniquilado a 17 mil personas en tres años.
Tanta violencia tiene gran impacto en los medios, especialmente en zonas limítrofes con Estados Unidos donde el narcotráfico está decidido a comprar silencio, ya sea con plata o con plomo. Periodistas, fiscales y policías son comprados y sobornados o asesinados y desaparecidos, cualquier método es eficiente para evitar la publicidad sobre el trasiego de drogas y sus crímenes conexos.
El silencio es inducido en forma directa o infundiendo terror mediante métodos funestos. A principios de año, junto al cadáver del periodista Valentín Espinosa, asesinado por represalia a su labor o para usarlo como pizarra para publicitar su violencia, los narcos dejaron un recado para los medios de la ciudad de Saltillo: “esto les va a pasar a los que no entienden que el mensaje es para todos".
El caso de Rodolfo Rincón del periódico Tabasco Hoy es más patético. Su cuerpo, según la fiscalía, fue disuelto en ácido por el brutal grupo Los Zetas, imitando a la Cosa Nostra o a filmes de horror. Según informes de prensa, a un sicario al que se le atribuye numerosos asesinatos en piscinas de ácido le llaman “El preparador de caldos”. Otros periodistas son usados como mensajeros, como a dos secuestrados del diario Milenio en la fronteriza Ciudad Reynosa, a quienes liberaron con la advertencia para todos: “no vengan a calentarnos la plaza”.
Ante la ineficiencia del gobierno por responder a esta violencia y la pérdida de confianza general en las instituciones, la autocensura se ha convertido en el refugio más seguro para los periodistas. Pero si bien este silencio inducido es una forma muy justificable de autoprotección en el corto plazo, se corre el riesgo que la desinformación cree un efecto boomerang a futuro.
En un clima de mutismo mediático, la omisión de información generará siempre mayor incertidumbre, indefensión y espacio propicio para rumores. El ejemplo más palpable ocurrió semanas atrás, cuando muchos pobladores – incluidos sicarios del narcotráfico – usaron mensajes en teléfonos móviles, Twitter y Facebook, para diseminar rumores y noticias falsas sobre hechos violentos, provocando más pánico e incertidumbre.
La autocensura y la desinformación si bien “protegen” al crimen organizado, también disfrazan la ineptitud del Estado, potenciando así un círculo vicioso en el que prosperan tanto el delito como la corrupción y la impunidad. Y lo único que puede destrabarlo es que el gobierno, más allá de la represión, le dé mejores garras a la Justicia para crear sistemas de castigo capaces de disuadir a los violentos, mejorando los estándares de prevención del crimen. Es que solo un puñado de criminales de los 98 asesinatos registrados desde 1987 a la fecha, está preso.
Pero el periodismo no puede esperar que el conflicto lo resuelva solamente el gobierno ni su autocensura. Los medios mexicanos tienen también responsabilidades. Capacitación, mejores condiciones laborales y mejores salarios, ayudarán a la profesionalización del gremio, hoy por hoy su mayor debilidad.
Todo esto, sin perder de vista que sin asociaciones fuertes de prensa ni solidaridad y unión de parte de los medios nacionales para con los más vulnerables en el interior del país, la única receta seguirá siendo el silencio. Y el silencio también mata.
Gloria a Cuba
No es fácil ser figura pública y abrazar una causa por más justa que sea. Si la intención no es clara casi siempre termina esa persona pública involucrada en algún tipo de polémica. Gloria Estefan, la cantante cubanoamericana de este Miami convocó hoy a una marcha en apoyo a las Damas de Blanco cubanas en la Calle 8, el bastión y símbolo del exilio en la Pequeña Habana.
Es genial que los cantantes como ella abracen causas, así como U-2 por el tema del hambre o Juanes por la paz cuando hizo sus conciertos en la frontera entre Venezuela y Colombia, y el que dio junto a Miguel Bosé, Olga Tañón y los Van Van en la plaza de la revolución habanera. Aunque en este último caso Juanes se equivocó porque fue a pedir paz a un país donde la causa debe ser la libertad.
En el caso de Gloria y su Cuba la causa es justa, pero también es verdad que es un poco tardía y fácil. No se puede negar que Gloria haya tomado algunas otras causas, como la del niño Elián González hace ya una década o que haya decidido no cantar en Cuba, o que haya tenido carta blanca en la Casa Blanca para expresar sus opiniones, demostrando así un compromiso humano y político con el pueblo en la isla.
Es bueno y reconfortante que haya convocado esta marcha en la Calle 8 por las Damas de Blanco para rechazar los vejámenes a las que han sido expuestas estas mujeres y madres de disidentes presos que exigen al régimen la libertad de sus maridos y mejores condiciones, y que fueron reprimidas en estas semanas por protestar por la muerte de Orlando Zapata y en apoyo de Guillermo Fariñas.
Pero la causa es un poco tardía y fácil. Primero, tardía, porque las Damas de Blanco ya han tenido decenas de situaciones en las que fueron maltratadas y pisoteadas desde que se formaron tras la Primavera Negra de marzo del 2003, y hubiesen merecido su atención en épocas que eran poco conocidas en el mundo pero igual de reprimidas. Segundo, fácil, porque ahora más que una causa, Gloria Estefan parecería estar reaccionando a favor de un movimiento en contra de la opresión en Cuba que ya fue abrazado por la prensa internacional, que a diferencia de años anteriores, era medio reticente a condenar el régimen sin antes condenar el embargo o alabar los logros de la Revolución, como la salud y la educación.
Ahora es como que Gloria se suma a una causa con viento a favor, la que ya tiene consenso internacional y cuyas consecuencias musicales, de imagen, publicidad o comerciales, son mínimas. Es como que Gloria se vió empujada por las circunstancias, como ella mismo dijo, no reaccionar a este tema sería un crimen, especialmente cuando se trata de las obligaciones de una persona pública, y en este caso, tan apegada a la imagen de una Cuba a la que le ha dedicado estribillos y canciones, y por la que es reconocida en el mundo entero.
Esto no quiere decir que no esté bien lo que está haciendo. Todo lo contrario, en ella se trata de casi un deber y el exilio tal vez le hubiera reclamado no abrazar una causa de esta naturaleza. Lo que sucede es que deben ser tomadas siempre sin importar el momento más oportuno. El tema de la libertad y la opresión en Cuba es de vieja data y hubiera sido importante abrazarla en momentos difíciles, cuando todo el mundo se oponía a criticar o le tenía mucha mayor simpatía al gobierno de los Castro.
Es genial que los cantantes como ella abracen causas, así como U-2 por el tema del hambre o Juanes por la paz cuando hizo sus conciertos en la frontera entre Venezuela y Colombia, y el que dio junto a Miguel Bosé, Olga Tañón y los Van Van en la plaza de la revolución habanera. Aunque en este último caso Juanes se equivocó porque fue a pedir paz a un país donde la causa debe ser la libertad.
En el caso de Gloria y su Cuba la causa es justa, pero también es verdad que es un poco tardía y fácil. No se puede negar que Gloria haya tomado algunas otras causas, como la del niño Elián González hace ya una década o que haya decidido no cantar en Cuba, o que haya tenido carta blanca en la Casa Blanca para expresar sus opiniones, demostrando así un compromiso humano y político con el pueblo en la isla.
Es bueno y reconfortante que haya convocado esta marcha en la Calle 8 por las Damas de Blanco para rechazar los vejámenes a las que han sido expuestas estas mujeres y madres de disidentes presos que exigen al régimen la libertad de sus maridos y mejores condiciones, y que fueron reprimidas en estas semanas por protestar por la muerte de Orlando Zapata y en apoyo de Guillermo Fariñas.
Pero la causa es un poco tardía y fácil. Primero, tardía, porque las Damas de Blanco ya han tenido decenas de situaciones en las que fueron maltratadas y pisoteadas desde que se formaron tras la Primavera Negra de marzo del 2003, y hubiesen merecido su atención en épocas que eran poco conocidas en el mundo pero igual de reprimidas. Segundo, fácil, porque ahora más que una causa, Gloria Estefan parecería estar reaccionando a favor de un movimiento en contra de la opresión en Cuba que ya fue abrazado por la prensa internacional, que a diferencia de años anteriores, era medio reticente a condenar el régimen sin antes condenar el embargo o alabar los logros de la Revolución, como la salud y la educación.
Ahora es como que Gloria se suma a una causa con viento a favor, la que ya tiene consenso internacional y cuyas consecuencias musicales, de imagen, publicidad o comerciales, son mínimas. Es como que Gloria se vió empujada por las circunstancias, como ella mismo dijo, no reaccionar a este tema sería un crimen, especialmente cuando se trata de las obligaciones de una persona pública, y en este caso, tan apegada a la imagen de una Cuba a la que le ha dedicado estribillos y canciones, y por la que es reconocida en el mundo entero.
Esto no quiere decir que no esté bien lo que está haciendo. Todo lo contrario, en ella se trata de casi un deber y el exilio tal vez le hubiera reclamado no abrazar una causa de esta naturaleza. Lo que sucede es que deben ser tomadas siempre sin importar el momento más oportuno. El tema de la libertad y la opresión en Cuba es de vieja data y hubiera sido importante abrazarla en momentos difíciles, cuando todo el mundo se oponía a criticar o le tenía mucha mayor simpatía al gobierno de los Castro.
miércoles, 24 de marzo de 2010
Chávez y sus costumbres
No hay nada que Hugo Chávez deje librado al azar. No quiere que nada se mueva o se diga sin su consentimiento. Nuevamente asestó un duro golpe al derecho a la libre expresión, aunque como siempre, justificando que todos deben cumplir con la ley.
El lunes por la noche fue detenido el líder opositor Oswaldo Alvarez Paz por el “delito de opinión”, lo que demuestra y es una evidencia más de que el régimen chavista SI persigue a sus opositores. El ex candidato presidencial y ex gobernador del estado de Zulia fue acusado de conspirar, instigar a delinquir y difundir información falsa.
De ser juzgado, estas acusaciones pueden costarle al ex candidato entre dos y 16 años de cárcel, según el Código Penal, a lo que naturalmente se le irán sumando otros delitos conexos que ampliarán la cantidad de años para amedrentamiento de los demás opositores al gobierno.
Las declaraciones que le costaron a Alvarez Paz su detención las hizo en el programa Aló Ciudadano de Globovisión, al opinar que el gobierno de Hugo Chávez facilita el narcotráfico y sobre las relaciones entre las FARC y la ETA, un tema de amplia difusión en el país después de que fueran reveladas acusaciones por parte de la justicia española.
Venezuela es uno de los pocos países del mundo que lejos de seguir la tendencia internacional de eliminar el delito de desacato de su Código Penal, lo ha fortalecido, creando un escudo protector y de privilegio para el Presidente y otras altas autoridades, quienes así se autoproclaman con privilegios y protecciones especiales por arriba de cualquier ciudadano venezolano.
Esta discriminación en contra de las opiniones, también la viene sufriendo Guillermo Zuloaga, presidente de Globovisión, después de sus opiniones vertidas en la reciente reunión de la SIP en Aruba. Los legisladores ya han expresado, mediante acordada, estudiar qué delito habría cometido Zuloaga para buscar las sanciones más apropiadas.
Es evidente que esta nueva medida configura el manto de silencio que Chávez quiere en su país para poder reinar a su antojo.
El lunes por la noche fue detenido el líder opositor Oswaldo Alvarez Paz por el “delito de opinión”, lo que demuestra y es una evidencia más de que el régimen chavista SI persigue a sus opositores. El ex candidato presidencial y ex gobernador del estado de Zulia fue acusado de conspirar, instigar a delinquir y difundir información falsa.
De ser juzgado, estas acusaciones pueden costarle al ex candidato entre dos y 16 años de cárcel, según el Código Penal, a lo que naturalmente se le irán sumando otros delitos conexos que ampliarán la cantidad de años para amedrentamiento de los demás opositores al gobierno.
Las declaraciones que le costaron a Alvarez Paz su detención las hizo en el programa Aló Ciudadano de Globovisión, al opinar que el gobierno de Hugo Chávez facilita el narcotráfico y sobre las relaciones entre las FARC y la ETA, un tema de amplia difusión en el país después de que fueran reveladas acusaciones por parte de la justicia española.
Venezuela es uno de los pocos países del mundo que lejos de seguir la tendencia internacional de eliminar el delito de desacato de su Código Penal, lo ha fortalecido, creando un escudo protector y de privilegio para el Presidente y otras altas autoridades, quienes así se autoproclaman con privilegios y protecciones especiales por arriba de cualquier ciudadano venezolano.
Esta discriminación en contra de las opiniones, también la viene sufriendo Guillermo Zuloaga, presidente de Globovisión, después de sus opiniones vertidas en la reciente reunión de la SIP en Aruba. Los legisladores ya han expresado, mediante acordada, estudiar qué delito habría cometido Zuloaga para buscar las sanciones más apropiadas.
Es evidente que esta nueva medida configura el manto de silencio que Chávez quiere en su país para poder reinar a su antojo.
martes, 23 de marzo de 2010
Bien por Google
Ahora que Hugo Chávez se estaba disponiendo a censurar el internet y a reforzar su estrategia electrónica a través de “Mi trinchera” su nuevo blog y los cibermilitantes o mercenarios del internet, algunos de los cuales se pronuncian continuamente en este blog solo para insultar a los demás, Google decidió retirarse del negocio en China y así evitar tener que corresponder con las leyes chinas que le obligaban a censurar a quienes el gobierno decidiera.
¿Por qué es bueno este paso de Google o Google.cn? Simplemente porque deja de tener un doble estándar como he criticado aquí en varios posts, anteponiendo sus intereses económicos por sobre el respeto a los derechos humanos, es decir dejar de violar la libertad de expresión.
De esta forma, se evita que este buscador, así como otras compañías, tales como Microsoft, Yahoo o cualquier red social YouTube, Facebook, Twitter, acepten ajustarse a las leyes de un país teniendo que censurar, filtrar o bloquear información, como se han prestado para hacerlo en numerosos países, como China, Vietnam, Corea del Norte, bajo la excusa de que cumplen con las leyes nacionales.
Como el régimen chavista justifica todos los atropellos a la libertad de expresión y los derechos humanos mediante pulcras leyes que decide una Asamblea Legislativa adicta, seguramente Chávez buscaría tecnicismos legales que permitirían la censura, teniendo de esa forma la excusa perfecta y justificación legal para censurar diciendo en forma cínica – como lo hace Diosdado Cabello continuamente – de que el gobierno no censura ni viola los derechos humanos, sino que administra el orden jurídico haciendo cumplir las leyes.
Hasta ahora la culpa no la tenían solamente estos gobiernos déspotas como el chino y el venezolano, sino estas grandes compañías que se prestaban a hacerlo. Ojalá que esta nueva actitud de Google quede ratificada en la práctica y sea imitada por todos los demás buscadores. Habrá que estar atentos.
¿Por qué es bueno este paso de Google o Google.cn? Simplemente porque deja de tener un doble estándar como he criticado aquí en varios posts, anteponiendo sus intereses económicos por sobre el respeto a los derechos humanos, es decir dejar de violar la libertad de expresión.
De esta forma, se evita que este buscador, así como otras compañías, tales como Microsoft, Yahoo o cualquier red social YouTube, Facebook, Twitter, acepten ajustarse a las leyes de un país teniendo que censurar, filtrar o bloquear información, como se han prestado para hacerlo en numerosos países, como China, Vietnam, Corea del Norte, bajo la excusa de que cumplen con las leyes nacionales.
Como el régimen chavista justifica todos los atropellos a la libertad de expresión y los derechos humanos mediante pulcras leyes que decide una Asamblea Legislativa adicta, seguramente Chávez buscaría tecnicismos legales que permitirían la censura, teniendo de esa forma la excusa perfecta y justificación legal para censurar diciendo en forma cínica – como lo hace Diosdado Cabello continuamente – de que el gobierno no censura ni viola los derechos humanos, sino que administra el orden jurídico haciendo cumplir las leyes.
Hasta ahora la culpa no la tenían solamente estos gobiernos déspotas como el chino y el venezolano, sino estas grandes compañías que se prestaban a hacerlo. Ojalá que esta nueva actitud de Google quede ratificada en la práctica y sea imitada por todos los demás buscadores. Habrá que estar atentos.
lunes, 22 de marzo de 2010
Chávez y sus militantes
Hugo Chávez tiene sus detractores pero también sus seguidores. En esta reunión de la SIP que acaba de concluir hoy en Aruba, llegaron a la sala de discusión periodistas del estatal Canal 8 y Avila TV de Venezuela, que lejos de reportar lo que estaba sucediendo en las discusiones, se pusieron a increpar a los socios venezolanos de la SIP, como David Natera del Correo del Caroní, Guillermo Zuloaga de Globovisión, Marcel Granier de RCTV y Miguel Henrique Otero de El Nacional, además de otros miembros de la SIP como el uruguayo Danilo Arbilla y el colombiano Enrique Santos Calderón.
Aunque como periodistas no estaban autorizados a hablar, sino a cubrir – lo que realmente hace un periodista que se acredita – uno por uno los comunicadores chavistas tomaron el micrófono y comenzaron con sus andanadas en contra de los “burgueses de la prensa”, de “ser responsables del golpe de Estado” de 2002 y de ser la oposición política del gobierno. Además de defender la revolución y de gritar en reiteradas oportunidades que lo que hay en el país es “una verdadera revolución” y que “tienen que aceptarlo”.
Los pobres argumentos de los periodistas y de un funcionario de Conatel, entidad que tiene en su haber el cierre y el acoso de RCTV y Globovisión y el cierre de 32 radios – además que participó en cuatro o cinco asambleas para increpar a los miembros de la SIP - fueron refutados en un debate desigual donde los chavistas intercalaban a gritos acusaciones sin argumentos y no querían dejar el micrófono. El ex presidente de la SIP, Santos, les refutó el cinismo y les dijo que “eran (los periodistas chavistas) una vergüenza para el periodismo latinoamericano, porque no son periodistas, sino cotorras provocadoras”.
Por la trasmisión en directo de Globovisión y el uso del Twitter en la sala, reflejada en una pantalla gigante, se observaron cientos de tweets, en su mayoría refiriéndose a las violaciones a la libertad de prensa en Venezuela y al uso de cibermilitantes de parte del gobierno, quienes escribían tweets en contra de los “burgueses explotadores” de la prensa.
Aunque como periodistas no estaban autorizados a hablar, sino a cubrir – lo que realmente hace un periodista que se acredita – uno por uno los comunicadores chavistas tomaron el micrófono y comenzaron con sus andanadas en contra de los “burgueses de la prensa”, de “ser responsables del golpe de Estado” de 2002 y de ser la oposición política del gobierno. Además de defender la revolución y de gritar en reiteradas oportunidades que lo que hay en el país es “una verdadera revolución” y que “tienen que aceptarlo”.
Los pobres argumentos de los periodistas y de un funcionario de Conatel, entidad que tiene en su haber el cierre y el acoso de RCTV y Globovisión y el cierre de 32 radios – además que participó en cuatro o cinco asambleas para increpar a los miembros de la SIP - fueron refutados en un debate desigual donde los chavistas intercalaban a gritos acusaciones sin argumentos y no querían dejar el micrófono. El ex presidente de la SIP, Santos, les refutó el cinismo y les dijo que “eran (los periodistas chavistas) una vergüenza para el periodismo latinoamericano, porque no son periodistas, sino cotorras provocadoras”.
Por la trasmisión en directo de Globovisión y el uso del Twitter en la sala, reflejada en una pantalla gigante, se observaron cientos de tweets, en su mayoría refiriéndose a las violaciones a la libertad de prensa en Venezuela y al uso de cibermilitantes de parte del gobierno, quienes escribían tweets en contra de los “burgueses explotadores” de la prensa.
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