Las declaraciones recientes del actor Jackie Chan sobre que “los chinos necesitan estar controlados”, animaron sobremanera al gobierno oriental, al justificar su conducta de opresión, censura y violación de las libertades ciudadanas.
El famoso artista, acostumbrado a salvar a medio mundo de las garras de dictaduras y mafiosos en epopeyas hollywoodenses, no se pudo salvar de las agrias réplicas. “Los chinos no son mascotas”, le gritó insultado un legislador de Hong Kong, graficando que ningún gobierno puede arrogarse el dominio o el derecho de propiedad sobre una persona. Eso es esclavitud, no gobierno, chillaron otros.
No fue difícil asociar esa imagen con la Cuba actual, donde después de cinco décadas de escasos frutos revolucionarios, el renovado Fidel Castro sigue comportándose como dueño del destino de todos, como el amo que controla a su mascota, así sea para cuidarla, regañarla o castigarla.
En su régimen de obediencia debida, Fidel no acepta que nadie le imponga condiciones, que le muerdan la mano, le protesten o le alcen la voz. Quien lo hiciera, es despojado, encarcelado, expulsado o insultado. De eso trataron sus últimas reflexiones, en las que incluso desbarató indicios de reciprocidad de su hermano Raúl ante los ofrecimientos de Barack Obama.
Fidel protestó por todo, no dio muestras de apertura y puso como condición un posible intercambio entre disidentes encarcelados y cinco espías cubanos presos en Estados Unidos. Intercambiar, es en realidad su excusa, una forma de no permitir que viva en su territorio aquella persona potencialmente desestabilizadora, de ahí que el régimen se haya convertido en una fábrica de expulsar capital humano, como lo atestiguan los éxodos y destierros masivos de exiliados. A Fidel le da lo mismo que las ovejas negras estén presas o libres en Estados Unidos y España; donde no las quiere, es en Cuba.
Los recientes festejos por el 50 aniversario de la revolución y la Cumbre de las Américas, evidenciaron que Fidel también cuenta con un grupo aguerrido de mascotas que no solo se desvive por defender sus ideales y protegerlo de cualquier intruso, sino que también – como otro tipo de mascotas, las deportivas - lo animan, alaban e incentivan su triunfo.
En Trinidad y Tobago muchos líderes pidieron insistentemente restituir todos los derechos a Cuba, aunque se olvidaron mencionar que debieron combatir y procesar a tiranías similares en sus países. Una de ellos fue Cristina de Kirchner, que por enaltecer a Castro, se olvidó del libreto que recitó en el sepelio de Raúl Alfonsín a quien alabó por su firmeza contra la dictadura militar. Un ejemplo de de la doble moral latinoamericana, que juzga a las dictaduras según su ideología: las de derecha son malas y las de izquierda, buenas.
Es tanta la imprevisibilidad de los Castro, como la jactancia del amo al pisotear la fidelidad de su mascota, que a minutos del cierre de la Cumbre tildaron a la OEA de infame y calificaron de ingenuos optimistas a los presidentes que levantaron su voz por ellos. Esa infidelidad la sufrió hace poco Michelle Bachelet, cuando después de visitar a Fidel y pedir el levantamiento del embargo estadounidense, apenas regresó a Chile, se encontró con una reflexión del comandante en apoyo a Bolivia en su reclamo por el mar.
Más allá del real optimismo por el nuevo período de diálogo y colaboración entre América Latina y Estados Unidos, es cierto también que la Cumbre estuvo llena de doble discursos e hipocresías. Bochornoso resultó escuchar arengas presidenciales sobre democracia, cuando los hechos demuestran que en varios países latinoamericanos la Carta Democrática es duramente pisoteada: Se persigue a los opositores, se fraguan fraudes electorales, se quita independencia a los demás poderes del estado, se cambian constituciones para perpetuar el poder de turno, se cierran y apoderan de medios, se alienta la corrupción y se permiten incontrolables índices de inseguridad e impunidad.
Estas son las nuevas venas abiertas de América Latina de las que no hay que buscar excusas en otros lares ni en otras épocas. Son heridas auto-infligidas, que encaminan al continente hacia el suicidio de la democracia. Y en esto, Fidel y sus mascotas predilectas, Hugo Chávez, Daniel Ortega y Evo Morales, tienen una alta cuota de responsabilidad.
sábado, 2 de mayo de 2009
Declina la libertad de prensa
Este 3 de mayo se celebra el Día Mundial de la Libertad de Prensa y es lamentable saber que, a pesar de que es un valor cada vez más socialmente reconocido como fundamental para la democracia, la libertad de prensa está en franco deterioro en el planeta.
La organización Freedom House emitió su informe anual este 1 de mayo observando que de un total de 195 países, 70 (36%) son considerandos totalmente libres, dos menos que el año pasado; 61 (31%) son considerados parcialmente libres y en 64 (33%) no hay libertad.
Lo más triste es que sólo el 17% de la población mundial vive en países libres, es decir un total de 1.107.999.000 personas; mientras la población entre los no libres y parcialmente libres, alcanza a 5.586.336.000 personas.
Al continente americano no le fue tan mal, considerando que de 35 países solo Cuba y Venezuela son considerados países no libres, mientras que hay 16 países parcialmente libres y 17 que gozan de libertad de prensa.
De los 195 países sondeados, el país mejor posicionado es Islandia, seguido por todos los escandinavos. Estado Unidos en el puesto 24 no es el mejor en el continente americano, antes se ubican en el puesto 14, conjuntamente Jamaica y St. Lucia. Canadá y Costa Rica en el puesto 19, Bahamas 20, Belice 21, Dominica 22, Suriname 23, Trinidad y Tobago 23, Grenada 24.
Estos puestos que han obtenido los países caribeños de habla inglesa, muestra que, a excepción de la buena ubicación de Costa Rica, en América los países de idioma inglés gozan de mayor libertad de prensa. Un tema para tener en cuenta en cuanto a cuestiones legales, constitucionales y otros soportes que necesita la libertad de prensa.
En el sur del continente, el país mejor ubicado de los 195 es Uruguay en el puesto 26, y le siguen: Chile 29, Antigua y Barbuda 38, República Dominicana 40, Bolivia, Brasil y El Salvador empatan en el 42, Panamá y Perú en el 44, Argentina 49, Honduras 52, Haití 53, México 55, Colombia y Paraguay 59, Guatemala 60, Venezuela 73 y Cuba en el lamentable puesto 190, bien al final de la tabla.
Más allá de la tabla mundial, a nivel continental, vale destacar que en los primeros 14 puestos de 35, 13 pertenecen a países de habla inglesa, con la excepción de Costa Rica que se inmiscuye en el medio.
Junto a Costa Rica, solo Uruguay y Chile son estimados países plenamente libres, mientras que todo el resto de los latinoamericanos son considerados parcialmente libres. Venezuela y Cuba en los dos últimos puestos son calificados como no libres.
La organización Freedom House emitió su informe anual este 1 de mayo observando que de un total de 195 países, 70 (36%) son considerandos totalmente libres, dos menos que el año pasado; 61 (31%) son considerados parcialmente libres y en 64 (33%) no hay libertad.
Lo más triste es que sólo el 17% de la población mundial vive en países libres, es decir un total de 1.107.999.000 personas; mientras la población entre los no libres y parcialmente libres, alcanza a 5.586.336.000 personas.
Al continente americano no le fue tan mal, considerando que de 35 países solo Cuba y Venezuela son considerados países no libres, mientras que hay 16 países parcialmente libres y 17 que gozan de libertad de prensa.
De los 195 países sondeados, el país mejor posicionado es Islandia, seguido por todos los escandinavos. Estado Unidos en el puesto 24 no es el mejor en el continente americano, antes se ubican en el puesto 14, conjuntamente Jamaica y St. Lucia. Canadá y Costa Rica en el puesto 19, Bahamas 20, Belice 21, Dominica 22, Suriname 23, Trinidad y Tobago 23, Grenada 24.
Estos puestos que han obtenido los países caribeños de habla inglesa, muestra que, a excepción de la buena ubicación de Costa Rica, en América los países de idioma inglés gozan de mayor libertad de prensa. Un tema para tener en cuenta en cuanto a cuestiones legales, constitucionales y otros soportes que necesita la libertad de prensa.
En el sur del continente, el país mejor ubicado de los 195 es Uruguay en el puesto 26, y le siguen: Chile 29, Antigua y Barbuda 38, República Dominicana 40, Bolivia, Brasil y El Salvador empatan en el 42, Panamá y Perú en el 44, Argentina 49, Honduras 52, Haití 53, México 55, Colombia y Paraguay 59, Guatemala 60, Venezuela 73 y Cuba en el lamentable puesto 190, bien al final de la tabla.
Más allá de la tabla mundial, a nivel continental, vale destacar que en los primeros 14 puestos de 35, 13 pertenecen a países de habla inglesa, con la excepción de Costa Rica que se inmiscuye en el medio.
Junto a Costa Rica, solo Uruguay y Chile son estimados países plenamente libres, mientras que todo el resto de los latinoamericanos son considerados parcialmente libres. Venezuela y Cuba en los dos últimos puestos son calificados como no libres.
viernes, 1 de mayo de 2009
Chávez y sus "golpes" de esta semana
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, sigue dando golpes de Estado en su país, al menos violentando la Constitución lo más puede, aunque claro, amparándose en la legalidad de decretos y leyes que sus propios partidarios – y en forma monopólica – viven creando para seguir alimentando su estrategia de crear un país profundamente socialista.
Muchos dirán que lo han votado y que ello le da el derecho de llevar al país hacia donde él y sus electores quieren. No es tan así, ya que ganó solo por un poco más del 50% en el último referendo sobre la opción al SI o al NO, lo que en una democracia implica que si bien es suficiente para mandar, ello no implica que se pueda desconocer a la otra mayoría. Más aún, debe tenerse en cuenta que en esta última oportunidad y en todas las anteriores, Chávez se ha valido demagógicamente del dinero del Estado para comprar votos y voluntades, algo que no es ajeno a lo que sucede con los gobiernos y partidos políticos de otras latitudes latinoamericanas.
No porque él esté enfrente del país, puede desconocer la voluntad del pueblo, al menos el de Caracas donde su partido perdió las elecciones a alcalde. Este miércoles la chavista Asamblea Nacional aprobó una ley que dejó en la calle al alcalde metropolitano, Antonio Ledezma. La ley manda transferir el presupuesto, personal e infraestructura a una nueva autoridad que Chávez designó para manejar la ciudad, dejándole a Ledezma solo el 10% de sus atribuciones.
Chávez también esta semana se ensañó contra el pueblo peruano porque que gobierno de Alan García le otorgó asilo político al líder opositor Manuel Rosales, a quien lo acusa – Chávez directamente – de un acto de corrupción cuando Rosales era gobernador del estado del Zulia. Lo interesante de este caso, fue que Chávez, antes de que hubiera siquiera una investigación y un proceso judicial, dijo durante la campaña electoral anterior que se la tenía jurada a Rosales y que lo haría meter preso. Así que esto evidencia que la justicia es él. Es decir Chávez concentra los tres poderes en uno, es como la Santísima Trinidad. Pero aún, Chávez critica a Alan García de dar cobijo a un corrupto, pero no se olvida que Venezuela dio cabida a Vladimiro Montesinos y a muchos otros corruptos latinoamericanos, así como a montones de guerrilleros de las Farc.
La otra maldad de esta semana fue seguir insistiendo en traer a Irán a América. Nuevamente firmó varios acuerdos de defensa por lo que el gobierno iraní llegó a decir que entra, a través de Venezuela, para ayudar en la defensa continental. No se trata de que está tratando de darle una bofetada a Estados Unidos, lo que es normal en él, sino que está haciéndolo contra el pueblo argentino, incluso con su aliado, el gobierno argentino. El gobierno iraní no ha colaborado en ningún sentido con la justicia argentina por el atentado contra la AMIA, y esa es una gran deuda pendiente y una herida que no es fácil de cicatrizar.
Muchos dirán que lo han votado y que ello le da el derecho de llevar al país hacia donde él y sus electores quieren. No es tan así, ya que ganó solo por un poco más del 50% en el último referendo sobre la opción al SI o al NO, lo que en una democracia implica que si bien es suficiente para mandar, ello no implica que se pueda desconocer a la otra mayoría. Más aún, debe tenerse en cuenta que en esta última oportunidad y en todas las anteriores, Chávez se ha valido demagógicamente del dinero del Estado para comprar votos y voluntades, algo que no es ajeno a lo que sucede con los gobiernos y partidos políticos de otras latitudes latinoamericanas.
No porque él esté enfrente del país, puede desconocer la voluntad del pueblo, al menos el de Caracas donde su partido perdió las elecciones a alcalde. Este miércoles la chavista Asamblea Nacional aprobó una ley que dejó en la calle al alcalde metropolitano, Antonio Ledezma. La ley manda transferir el presupuesto, personal e infraestructura a una nueva autoridad que Chávez designó para manejar la ciudad, dejándole a Ledezma solo el 10% de sus atribuciones.
Chávez también esta semana se ensañó contra el pueblo peruano porque que gobierno de Alan García le otorgó asilo político al líder opositor Manuel Rosales, a quien lo acusa – Chávez directamente – de un acto de corrupción cuando Rosales era gobernador del estado del Zulia. Lo interesante de este caso, fue que Chávez, antes de que hubiera siquiera una investigación y un proceso judicial, dijo durante la campaña electoral anterior que se la tenía jurada a Rosales y que lo haría meter preso. Así que esto evidencia que la justicia es él. Es decir Chávez concentra los tres poderes en uno, es como la Santísima Trinidad. Pero aún, Chávez critica a Alan García de dar cobijo a un corrupto, pero no se olvida que Venezuela dio cabida a Vladimiro Montesinos y a muchos otros corruptos latinoamericanos, así como a montones de guerrilleros de las Farc.
La otra maldad de esta semana fue seguir insistiendo en traer a Irán a América. Nuevamente firmó varios acuerdos de defensa por lo que el gobierno iraní llegó a decir que entra, a través de Venezuela, para ayudar en la defensa continental. No se trata de que está tratando de darle una bofetada a Estados Unidos, lo que es normal en él, sino que está haciéndolo contra el pueblo argentino, incluso con su aliado, el gobierno argentino. El gobierno iraní no ha colaborado en ningún sentido con la justicia argentina por el atentado contra la AMIA, y esa es una gran deuda pendiente y una herida que no es fácil de cicatrizar.
miércoles, 29 de abril de 2009
Obama: 100 días y sobreexposición
No voté por Barack Obama, pero a juzgar por el resultado de sus primeros 100 días, lo haría sin dudar. Ahora puedo escribir solo un cinco por ciento de lo que no me gustó, mientras que al final de su mandato, probablemente, será el mismo porcentaje de lo positivo. Lo que no me gusta es su sobreexposición mediática, un tema menor aunque no deja de ser importante. De todos modos me considero afortunado, ya que muchos en otros países, después de los primeros 100 días están arrepentidos de elegir a quienes eligieron.
Obama goza de popularidad interna y externa. A nivel nacional, según las encuestas, tiene el 67% de aprobación. De todas maneras, el porcentaje no es muy significativo si se considera que el demócrata Jimmy Carter y el republicano George Bush tuvieron la misma popularidad en sus primeros 100 días. La historia luego se encargó de situar a esos dos presidentes en pésimos lugares.
Obama ha mostrado rasgos notables de liderazgo. Demostró decisión política en temas muy controversiales como la economía; rescató valores institucionales y democráticos; sentó bases para crear un Estado y una sociedad más responsables; respetó los valores de otros grupos y países, anteponiendo reglas diplomáticas por sobre el imperio de las armas; determinó un gobierno más transparente y comunicó sus mensajes en forma abierta, utilizando nuevas tecnologías.
Como líder tomó decisiones arriesgadas y difíciles, creando un paquete de estímulo de 787 billones de dólares e imponiendo reglas de control a la industria bancaria y financiera; y otras de tinte ideológico diferenciándose del gobierno anterior, eliminando la cárcel de Guantánamo y poniendo un alto a la práctica de la tortura para obtener información de los detenidos por terrorismo; así como otras decisiones de comando en jefe, imponiendo un cronograma de retiro de tropas de Irak, de traspaso a Afganistán y Pakistán, e iniciando conversaciones sobre desarme nuclear con Rusia.
Muchas decisiones lo distanciaron aún más de los grupos republicanos conservadores, al haber autorizado la investigación de células madres y proyectado un presupuesto que generará una herencia mayor de déficit a las próximas generaciones.
Obama es más popular afuera que adentro. Las comparaciones con su predecesor son inocultables. Y si muchos líderes asiáticos, europeos y latinoamericanos no estaban muy seguros de su liderazgo y popularidad, tuvieron que aceptarlo después de observar a las muchedumbres multinacionales que se agolpaban para verlo y tocarlo en la reunión del G20 y en la Cumbre de Trinidad y Tobago.
Obama ha demostrado que cree en la fuerza de las instituciones democráticas y en cada uno de sus discursos jamás dejó de mencionar los valores que sostienen a los sistemas. Está pidiendo ideas y sacrificios a todo el mundo, así sean los nuevos jefes de General Motors o los empleados de cualquier dependencia estatal. Se ha convertido en estos 100 días, el Presidente que mayor cantidad de ordenanzas y decretó para hacer de la transparencia el leit motiv del gobierno. Las páginas web de la Casa Blanca permiten a los usuarios ver cómo el gobierno está invirtiendo y gastando el paquete de estímulo.
Más allá de que me disgustan algunas políticas menores de las que ha tomado, la que más me molesta es la sobreexposición de su imagen. Cansa un poco su “estar en todos lados”, verlo tan a menudo, en espacios y tiempos y medios tan diferentes. Sus locuaces discursos leídos en el telepropter le quitan espontaneidad y lo muestran demasiado serio y arrogante, como sabiendo y pensante de cada una de sus palabras. Eso me cansa un poco. Su discurso de esta noche, por ejemplo, fue conciso, breve y al grano para definir sus 100 días, pero sus respuestas luego a las preguntas en la conferencia de prensa fueron largas y aburridas.
Creo que llegó la hora de dejar que otros miembros de su gabinete tengan mayor exposición y él debería retirarse un poco de la pantalla, apareciendo cuando sea necesario y resguardando su imagen para las cosas más importantes. En estos 100 días demostró que la Casa Blanca y el país tienen un líder, y no hace falta pregonarlo y enrostrarlo a cada minuto. La gente ya tiene la imagen.
Obama goza de popularidad interna y externa. A nivel nacional, según las encuestas, tiene el 67% de aprobación. De todas maneras, el porcentaje no es muy significativo si se considera que el demócrata Jimmy Carter y el republicano George Bush tuvieron la misma popularidad en sus primeros 100 días. La historia luego se encargó de situar a esos dos presidentes en pésimos lugares.
Obama ha mostrado rasgos notables de liderazgo. Demostró decisión política en temas muy controversiales como la economía; rescató valores institucionales y democráticos; sentó bases para crear un Estado y una sociedad más responsables; respetó los valores de otros grupos y países, anteponiendo reglas diplomáticas por sobre el imperio de las armas; determinó un gobierno más transparente y comunicó sus mensajes en forma abierta, utilizando nuevas tecnologías.
Como líder tomó decisiones arriesgadas y difíciles, creando un paquete de estímulo de 787 billones de dólares e imponiendo reglas de control a la industria bancaria y financiera; y otras de tinte ideológico diferenciándose del gobierno anterior, eliminando la cárcel de Guantánamo y poniendo un alto a la práctica de la tortura para obtener información de los detenidos por terrorismo; así como otras decisiones de comando en jefe, imponiendo un cronograma de retiro de tropas de Irak, de traspaso a Afganistán y Pakistán, e iniciando conversaciones sobre desarme nuclear con Rusia.
Muchas decisiones lo distanciaron aún más de los grupos republicanos conservadores, al haber autorizado la investigación de células madres y proyectado un presupuesto que generará una herencia mayor de déficit a las próximas generaciones.
Obama es más popular afuera que adentro. Las comparaciones con su predecesor son inocultables. Y si muchos líderes asiáticos, europeos y latinoamericanos no estaban muy seguros de su liderazgo y popularidad, tuvieron que aceptarlo después de observar a las muchedumbres multinacionales que se agolpaban para verlo y tocarlo en la reunión del G20 y en la Cumbre de Trinidad y Tobago.
Obama ha demostrado que cree en la fuerza de las instituciones democráticas y en cada uno de sus discursos jamás dejó de mencionar los valores que sostienen a los sistemas. Está pidiendo ideas y sacrificios a todo el mundo, así sean los nuevos jefes de General Motors o los empleados de cualquier dependencia estatal. Se ha convertido en estos 100 días, el Presidente que mayor cantidad de ordenanzas y decretó para hacer de la transparencia el leit motiv del gobierno. Las páginas web de la Casa Blanca permiten a los usuarios ver cómo el gobierno está invirtiendo y gastando el paquete de estímulo.
Más allá de que me disgustan algunas políticas menores de las que ha tomado, la que más me molesta es la sobreexposición de su imagen. Cansa un poco su “estar en todos lados”, verlo tan a menudo, en espacios y tiempos y medios tan diferentes. Sus locuaces discursos leídos en el telepropter le quitan espontaneidad y lo muestran demasiado serio y arrogante, como sabiendo y pensante de cada una de sus palabras. Eso me cansa un poco. Su discurso de esta noche, por ejemplo, fue conciso, breve y al grano para definir sus 100 días, pero sus respuestas luego a las preguntas en la conferencia de prensa fueron largas y aburridas.
Creo que llegó la hora de dejar que otros miembros de su gabinete tengan mayor exposición y él debería retirarse un poco de la pantalla, apareciendo cuando sea necesario y resguardando su imagen para las cosas más importantes. En estos 100 días demostró que la Casa Blanca y el país tienen un líder, y no hace falta pregonarlo y enrostrarlo a cada minuto. La gente ya tiene la imagen.
martes, 28 de abril de 2009
la gripe, mi cuerpo y la pobreza
Acabo de regresar de México y de Colombia y pude observar de primera mano las medidas preventivas y rápidas que se tomaron en ambos países en cuestiones de días. De golpe, de un día para el otro, es como que el mundo dejó de girar y dejamos de pensar un poco en la crisis económica y la caída de la bolsa para concentrarnos en lo más importante, la vida y lo que la sostiene: la salud.
Como jamás me había ocurrido en mi vida, por primera vez todos mis sentidos se concentraron en mi propio cuerpo y sus reacciones. Tanto Bogotá como México están a gran altura por lo que siempre en mis viajes a esas ciudades sufro de permanente dolor de cabeza, irritación de la vista, estornudos esporádicos que atribuyo a los desodorantes ambientales de cuarta en los hoteles que frecuento y una mucosidad reseca que me raya y lastima las fosas nasales. Pero todos esos síntomas normales cobraron otra dimensión esta vez. Incluso en el aeropuerto de Bogotá esta tarde, me acerqué a un carrito de la Cruz Roja para inyectarme una vacuna contra la influenza, lo que no afecta en nada si uno adquiere la gripe porcina, otro tipo de virus.
Recuerdo que el jueves pasado por la noche, 23 de abril por la noche, teníamos una cena con las autoridades de la Secretaría de Gobernación de México, cuyas autoridades la cancelaron 30 minutos antes de las 8:30 de la noche. Ya en mi habitación, a eso de las 11:30 de la noche, el secretario de Salud, después de recibir órdenes del presidente Felipe Calderón decretó que se suspendían las clases y varias actividades públicas, además de generar mucha información de tipo preventiva.
Más allá de que se podrá en los próximos días determinar si hubo negligencia o no de parte del gobierno mexicano en caso de que haya tenido mayores datos con anticipación sobre el desarrollo de una epidemia, lo tangible es que el gobierno parece haber actuado en forma rápida, lo que ayudó además a que los países de la región, comenzando por los Estados Unidos y pasando por los centroamericanos y el resto del continente y del mundo, comiencen a dictar medidas para tratar de controlar que esta enfermedad virósica no alcance el grado de pandemia, es decir que se propague a nivel mundial sin poder detectar el virus con anticipación.
El desafío que presentó hace tres años atrás la gripe aviaria desde Asia al mundo, lo presenta ahora México y el continente americano al mundo.
Si bien no se puede descartar que esta epidemia se transforme en una pandemia y pueda afectar la vida de millones, lo cierto es que la humanidad – llámense organismos como la organización Mundial de la Salud o la Organización panamericana de la Salud – viene aprendiendo y tomado medidas cada vez más rápidas para tratar de controlar este tipo de enfermedades.
América latina es todavía muy vulnerable según los estudios de estrategias inmunológicas, pero se espera que la rapidez en el actuar y la inter responsabilidad y cooperación multinacional pueda hacer de este problema una gran oportunidad para el crecimiento y para tratar de ayudar a las poblaciones más vulnerables, entendiendo que se debe combatir la pobreza, porque es en ese sector, donde los virus se nutren y se desplazan con mayor velocidad.
Como jamás me había ocurrido en mi vida, por primera vez todos mis sentidos se concentraron en mi propio cuerpo y sus reacciones. Tanto Bogotá como México están a gran altura por lo que siempre en mis viajes a esas ciudades sufro de permanente dolor de cabeza, irritación de la vista, estornudos esporádicos que atribuyo a los desodorantes ambientales de cuarta en los hoteles que frecuento y una mucosidad reseca que me raya y lastima las fosas nasales. Pero todos esos síntomas normales cobraron otra dimensión esta vez. Incluso en el aeropuerto de Bogotá esta tarde, me acerqué a un carrito de la Cruz Roja para inyectarme una vacuna contra la influenza, lo que no afecta en nada si uno adquiere la gripe porcina, otro tipo de virus.
Recuerdo que el jueves pasado por la noche, 23 de abril por la noche, teníamos una cena con las autoridades de la Secretaría de Gobernación de México, cuyas autoridades la cancelaron 30 minutos antes de las 8:30 de la noche. Ya en mi habitación, a eso de las 11:30 de la noche, el secretario de Salud, después de recibir órdenes del presidente Felipe Calderón decretó que se suspendían las clases y varias actividades públicas, además de generar mucha información de tipo preventiva.
Más allá de que se podrá en los próximos días determinar si hubo negligencia o no de parte del gobierno mexicano en caso de que haya tenido mayores datos con anticipación sobre el desarrollo de una epidemia, lo tangible es que el gobierno parece haber actuado en forma rápida, lo que ayudó además a que los países de la región, comenzando por los Estados Unidos y pasando por los centroamericanos y el resto del continente y del mundo, comiencen a dictar medidas para tratar de controlar que esta enfermedad virósica no alcance el grado de pandemia, es decir que se propague a nivel mundial sin poder detectar el virus con anticipación.
El desafío que presentó hace tres años atrás la gripe aviaria desde Asia al mundo, lo presenta ahora México y el continente americano al mundo.
Si bien no se puede descartar que esta epidemia se transforme en una pandemia y pueda afectar la vida de millones, lo cierto es que la humanidad – llámense organismos como la organización Mundial de la Salud o la Organización panamericana de la Salud – viene aprendiendo y tomado medidas cada vez más rápidas para tratar de controlar este tipo de enfermedades.
América latina es todavía muy vulnerable según los estudios de estrategias inmunológicas, pero se espera que la rapidez en el actuar y la inter responsabilidad y cooperación multinacional pueda hacer de este problema una gran oportunidad para el crecimiento y para tratar de ayudar a las poblaciones más vulnerables, entendiendo que se debe combatir la pobreza, porque es en ese sector, donde los virus se nutren y se desplazan con mayor velocidad.
lunes, 27 de abril de 2009
Mayores penas contra asesinos de periodistas
Desde hace años venimos trabajando para que los crímenes contra periodistas estén en la agenda pública y se entienda que, más allá de no buscar ningún privilegio para los periodistas, cuando uno de ellos es asesinado se comente un agravante contra la sociedad, por cuanto se cercena el derecho del público a la información.
En una reunión que realizamos entre la SIP, la Asociación Nacional de Diarios de Colombia y la Fiscalía General de la Nación de ese país, se coincidió en la necesidad de establecer ese agravante, además que el vice fiscal Guillermo Mendoza pidió a los jueces colombianos mayor "severidad" a la hora de imponer condenas a los autores materiales e intelectuales de asesinatos y ataques contra periodistas.
Realizamos una jornada con 126 fiscales, jueces e investigadores de varias ciudades colombianas, en cuya inauguración, el presidente de la SIP, Enrique Santos Calderón explicó que nos abocamos a generar un estudio sobre el periodista Orlando Sierra - el asesino material recibió una condena de casi 20 años pero fue liberado en menos de cinco – lo que determinó que hiciéramos recomendaciones a los poderes Legislativo y Judicial sobre “beneficios penales e inconsistencias en el principio de favorabilidad que beneficia a muchos criminales”.
El jurista Asdrúbal Aguiar explicó muy bien por qué se debe defender el papel del periodistas en la sociedad: “la agravación en las penas por homicidio o por violación del derecho a la integridad personal de los periodistas, no solo es razonable y necesaria, tanto que no compromete el principio de la igualdad ciudadana ante la ley, ya que lo que se busca no es la protección especial de estos profesionales como tales, sino que, intenta proteger la función constitucional que cumple la prensa y la libertad de expresión en una sociedad democrática. De modo que, cuando media un crimen para acallar la voz de la prensa, se atenta contra la columna vertebral de la experiencia democrática, sin la cual ceden todos los derechos humanos y sus garantías”.
El presidente de la SIP, Santos Calderón aprovechó el foro para resaltar que en Colombia se han logrado imponer 20 condenas contra criminales de periodistas y que se han esclarecido varios asesinatos mediante las declaraciones de los paramilitares en el marco de la Ley de Justicia y Paz, gracias a una solicitud expresa de la SIP hizo hace dos años al fiscal general, Mario Iguarán.
Santos Calderón, llamó la atención sobre un gran número de procesos que se encuentran en la impunidad en unos 57 homicidios cometidos contra periodistas por razones de oficio en los últimos 15 años, y en la “impunidad relativa” existente en la mayoría de los casos, al considerar que son escasas las sentencias contra los autores intelectuales.
En lo que generó un rico debate entre los asistentes, el estudio sobre el caso de Orlando Sierra fue expuesto por los abogados Rodrigo Uprinmy y Guillermo Puyana, quienes hicieron recomendaciones sobre reformas de política pública, entre las se cuentan: Que los beneficios penales no se otorguen en forma mecánica; que se superen inconsistencias sobre el principio de favorabilidad que beneficia a muchos criminales, excluyéndose la práctica de conceder reducciones generales de pena; que se prevean penas mínimas que deben ser cumplidas cualquiera que sea la cantidad de beneficios concedidos; que se regulen en forma más apropiada las condiciones para el otorgamiento de la libertad provisional y de la redención de pena por trabajo o estudio; que se condicionen los beneficios penales a la colaboración efectiva de parte de los criminales para que se esclarezca el hecho en forma total, incluyendo la identificación de los autores intelectuales y que se amplíe la posibilidad de la representación de las víctimas a las organizaciones de libertad de prensa y de derechos humanos.
En una reunión que realizamos entre la SIP, la Asociación Nacional de Diarios de Colombia y la Fiscalía General de la Nación de ese país, se coincidió en la necesidad de establecer ese agravante, además que el vice fiscal Guillermo Mendoza pidió a los jueces colombianos mayor "severidad" a la hora de imponer condenas a los autores materiales e intelectuales de asesinatos y ataques contra periodistas.
Realizamos una jornada con 126 fiscales, jueces e investigadores de varias ciudades colombianas, en cuya inauguración, el presidente de la SIP, Enrique Santos Calderón explicó que nos abocamos a generar un estudio sobre el periodista Orlando Sierra - el asesino material recibió una condena de casi 20 años pero fue liberado en menos de cinco – lo que determinó que hiciéramos recomendaciones a los poderes Legislativo y Judicial sobre “beneficios penales e inconsistencias en el principio de favorabilidad que beneficia a muchos criminales”.
El jurista Asdrúbal Aguiar explicó muy bien por qué se debe defender el papel del periodistas en la sociedad: “la agravación en las penas por homicidio o por violación del derecho a la integridad personal de los periodistas, no solo es razonable y necesaria, tanto que no compromete el principio de la igualdad ciudadana ante la ley, ya que lo que se busca no es la protección especial de estos profesionales como tales, sino que, intenta proteger la función constitucional que cumple la prensa y la libertad de expresión en una sociedad democrática. De modo que, cuando media un crimen para acallar la voz de la prensa, se atenta contra la columna vertebral de la experiencia democrática, sin la cual ceden todos los derechos humanos y sus garantías”.
El presidente de la SIP, Santos Calderón aprovechó el foro para resaltar que en Colombia se han logrado imponer 20 condenas contra criminales de periodistas y que se han esclarecido varios asesinatos mediante las declaraciones de los paramilitares en el marco de la Ley de Justicia y Paz, gracias a una solicitud expresa de la SIP hizo hace dos años al fiscal general, Mario Iguarán.
Santos Calderón, llamó la atención sobre un gran número de procesos que se encuentran en la impunidad en unos 57 homicidios cometidos contra periodistas por razones de oficio en los últimos 15 años, y en la “impunidad relativa” existente en la mayoría de los casos, al considerar que son escasas las sentencias contra los autores intelectuales.
En lo que generó un rico debate entre los asistentes, el estudio sobre el caso de Orlando Sierra fue expuesto por los abogados Rodrigo Uprinmy y Guillermo Puyana, quienes hicieron recomendaciones sobre reformas de política pública, entre las se cuentan: Que los beneficios penales no se otorguen en forma mecánica; que se superen inconsistencias sobre el principio de favorabilidad que beneficia a muchos criminales, excluyéndose la práctica de conceder reducciones generales de pena; que se prevean penas mínimas que deben ser cumplidas cualquiera que sea la cantidad de beneficios concedidos; que se regulen en forma más apropiada las condiciones para el otorgamiento de la libertad provisional y de la redención de pena por trabajo o estudio; que se condicionen los beneficios penales a la colaboración efectiva de parte de los criminales para que se esclarezca el hecho en forma total, incluyendo la identificación de los autores intelectuales y que se amplíe la posibilidad de la representación de las víctimas a las organizaciones de libertad de prensa y de derechos humanos.
domingo, 26 de abril de 2009
Narcotráfico y transparencia
Al término de la conferencia “Prensa, Estado y crimen organizado” que acabamos de terminar con la SIP este viernes en México, los periodistas aprovechamos para pedirle al gobierno de México que la lucha contra el narcotráfico se debe realizar dentro de un marco de apertura y transparencia informativa, respetando la actividad periodística.
La idea de la conferencia era intercambiar experiencias entre funcionarios y periodistas colombianos con sus colegas mexicanos, entendiendo que Colombia puede aportar sus éxitos y fracasos en la lucha contra el narcotráfico y en general con el crimen organizado. Tres conferencias iluminaron el día, las del ex presidente César Gaviria, que insiste en la descriminalización de la marihuana; la del director general de la Policía colombiana, Oscar Naranjo, que remarcó la necesidad de crear cuerpo de élite para combatir el narcotráfico y la de Enrique Santos Calderón, presidente de la SIP, quien dijo que la calidad es el camino para mejorar los criterios editoriales y así no caer en la propagación de la violencia o la propaganda del crimen organizado.
Si bien comentaré en post futuros el contenido de las conferencias, quiero ahora dejarles las conclusiones a las que arribamos y el reclamo que se hizo al gobierno mexicano, además de las consideraciones sobre el papel de los medios de comunicación:
+ Instar a los gobiernos para que la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico se realice bajo estrictas normas de transparencia y apertura informativa, permitiendo el normal desarrollo de la actividad periodística.
+ Crear conciencia en todos funcionarios de las distintas ramas del poder público sobre la necesidad de reconocer que la libertad de expresión y de prensa son garantías fundamentales de las sociedades democráticas.
+ Sensibilizar a las autoridades mexicanas para que adopten medidas de protección, seguridad y las reformas legales que blinden la cobertura periodística que han resultado eficaces en la lucha contra el crimen organizado en otros países, considerando, además, que la mejor forma de reducir los riesgos es aumentando la fortaleza de las instituciones democráticas.
+ Demandar al Estado para que fortalezca su defensa de la actividad periodística persiguiendo con todo el peso de la ley y la justicia a los agresores de periodistas, tanto materiales e intelectuales, resolviendo numerosos casos pendientes que permanecen impunes, de lo contrario, se genera más violencia.
+ Instar a las diferentes ramas del gobierno mexicano a demostrar mayor voluntad para procurar una política integral sobre federalización de crímenes contra periodistas, entre ellas logrando una efectiva reforma Constitucional específica para que la Federación pueda atraer crímenes contra periodistas y modificar la estructura de la Fiscalía Especial Contra Delitos Contra Periodistas, para que tenga la potestad real de poder absorber esos crímenes, investigándolos hasta sus últimas consecuencias.
+ Reconocer como un avance exiguo, la reciente reforma considerada al Código Penal Federal que modifica los Arts. 430 y 431 definiendo la actividad periodística y agravando las penas de 1 a 5 años, además de días multa.
+ Reflexionar sobre como los medios y organizaciones de prensa pueden trabajar en forma solidaria a fin de encontrar alternativas conjuntas para reducir los niveles de riesgo para los periodistas que cubren el crimen organizado.
+ Solicitar a las asociaciones periodísticas de México y Estados Unidos, que así como ambos gobiernos han compartido responsabilidades ante el flagelo del crimen organizado, encuentren mecanismos comunes de cooperación que permitan proteger a los periodistas y medios de comunicación a ambos lados de la frontera.
+ Incentivar en los medios de comunicación espacios que permitan la discusión franca sobre diferentes alternativas la viabilidad con las que se pretende combatir el crimen organizado y el tráfico de drogas, exponiendo al público a criterios diversos y plurales, haciendo efectivo el derecho a la información.
+ Instar a los periodistas y medios de comunicación a mejorar sus prácticas profesionales y criterios editoriales frente al crimen organizado para evitar la propaganda de la violencia, entendiendo a la vez que el entrenamiento permanente y la búsqueda de la calidad periodística son factor importante para reducir los riesgos en coberturas y zonas de conflicto.
La idea de la conferencia era intercambiar experiencias entre funcionarios y periodistas colombianos con sus colegas mexicanos, entendiendo que Colombia puede aportar sus éxitos y fracasos en la lucha contra el narcotráfico y en general con el crimen organizado. Tres conferencias iluminaron el día, las del ex presidente César Gaviria, que insiste en la descriminalización de la marihuana; la del director general de la Policía colombiana, Oscar Naranjo, que remarcó la necesidad de crear cuerpo de élite para combatir el narcotráfico y la de Enrique Santos Calderón, presidente de la SIP, quien dijo que la calidad es el camino para mejorar los criterios editoriales y así no caer en la propagación de la violencia o la propaganda del crimen organizado.
Si bien comentaré en post futuros el contenido de las conferencias, quiero ahora dejarles las conclusiones a las que arribamos y el reclamo que se hizo al gobierno mexicano, además de las consideraciones sobre el papel de los medios de comunicación:
+ Instar a los gobiernos para que la lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico se realice bajo estrictas normas de transparencia y apertura informativa, permitiendo el normal desarrollo de la actividad periodística.
+ Crear conciencia en todos funcionarios de las distintas ramas del poder público sobre la necesidad de reconocer que la libertad de expresión y de prensa son garantías fundamentales de las sociedades democráticas.
+ Sensibilizar a las autoridades mexicanas para que adopten medidas de protección, seguridad y las reformas legales que blinden la cobertura periodística que han resultado eficaces en la lucha contra el crimen organizado en otros países, considerando, además, que la mejor forma de reducir los riesgos es aumentando la fortaleza de las instituciones democráticas.
+ Demandar al Estado para que fortalezca su defensa de la actividad periodística persiguiendo con todo el peso de la ley y la justicia a los agresores de periodistas, tanto materiales e intelectuales, resolviendo numerosos casos pendientes que permanecen impunes, de lo contrario, se genera más violencia.
+ Instar a las diferentes ramas del gobierno mexicano a demostrar mayor voluntad para procurar una política integral sobre federalización de crímenes contra periodistas, entre ellas logrando una efectiva reforma Constitucional específica para que la Federación pueda atraer crímenes contra periodistas y modificar la estructura de la Fiscalía Especial Contra Delitos Contra Periodistas, para que tenga la potestad real de poder absorber esos crímenes, investigándolos hasta sus últimas consecuencias.
+ Reconocer como un avance exiguo, la reciente reforma considerada al Código Penal Federal que modifica los Arts. 430 y 431 definiendo la actividad periodística y agravando las penas de 1 a 5 años, además de días multa.
+ Reflexionar sobre como los medios y organizaciones de prensa pueden trabajar en forma solidaria a fin de encontrar alternativas conjuntas para reducir los niveles de riesgo para los periodistas que cubren el crimen organizado.
+ Solicitar a las asociaciones periodísticas de México y Estados Unidos, que así como ambos gobiernos han compartido responsabilidades ante el flagelo del crimen organizado, encuentren mecanismos comunes de cooperación que permitan proteger a los periodistas y medios de comunicación a ambos lados de la frontera.
+ Incentivar en los medios de comunicación espacios que permitan la discusión franca sobre diferentes alternativas la viabilidad con las que se pretende combatir el crimen organizado y el tráfico de drogas, exponiendo al público a criterios diversos y plurales, haciendo efectivo el derecho a la información.
+ Instar a los periodistas y medios de comunicación a mejorar sus prácticas profesionales y criterios editoriales frente al crimen organizado para evitar la propaganda de la violencia, entendiendo a la vez que el entrenamiento permanente y la búsqueda de la calidad periodística son factor importante para reducir los riesgos en coberturas y zonas de conflicto.
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