sábado, 15 de diciembre de 2012

Newton y el necesario control de armas


Es mucho el dolor que a uno le embarga como padre, principalmente, y como ciudadano ante cada masacre de niños como el perpetrado ayer en la escuela primaria de Newton en Connecticut. Apenas uno se entera de lo ocurrido pasa por varias etapas emocionales. La primera de incredulidad y sorpresa, la segunda de necesidad por saber qué pasó, y luego la tercera, la del estrés, la de ponerse uno en los zapatos del otro, y quedar en un quiebre emocional tratando de buscar respuestas, frustrado y con impotencia. Y la cuarta, pasada las horas, la de la bronca, pensando que después de tantas masacres contra escuelas que suceden periódicamente, uno se pregunta por qué no hay más control para la compra de armas.
Ayer creo que todos pasamos por esas etapas cuando supimos que de los 28 acribillados por el tarado jovencito Lanza, armado hasta los dientes, 20 era niños que ni superaban la década de vida.
El presidente Barack Obama dijo que “nuestros corazones están desgarrados” y convocó a sus colegas políticos a tomar “medidas significativas” para acabar con estos tiroteos, sin entrar en detalles, y pidiéndoles que dejen a un lado sus diferencias.
Lo de Obama, como siempre en materia de control de armas - algo que aparentemente no se anima a decir con todas las letras - siempre fue tibio.
Por eso prefiero esta vez quedarme con las declaraciones del alcalde Michael R. Bloomberg de Nueva York, quien ya se ha expresado numerosas veces en contra de la Asociación Nacional del Rifle, que todos los años gasta millones en cabildeo para evitar que haya control de armas.
Bloomberg publicó una nota después del discurso de Obama que creo fue lo más acertado en un día tan negro: “El presidente Obama envió con razón sus sentidas condolencias a las familias de Newtown; pero el país necesita que envíe un proyecto del ley al Congreso para arreglar este problema. Hacer un llamado a tomar ‘medidas significativas’ no es suficiente. Necesitamos medidas inmediatas”.

jueves, 13 de diciembre de 2012

Remover jueces, ejercicio arrogante del poder


La división de poderes es una máxima y una necesidad de la sociedad democrática. Se trata de un contrapeso que se impone como garantía para los ciudadanos; para que confíen que su sistema de vida en una democracia sobrevivirá pese a que alguno de los poderes públicos cometa algún abuso o acto arbitrario contra otro poder. El ataque directo de un poder a otro, el coartarle su independencia, por más excusas que se encuentren en las constituciones o las leyes para lograrlo, no es más que un golpe contra el máximo referente de la democracia: la ciudadanía.

Los ataques contra el Poder Judicial en América Latina no son nuevos, pero se intensificaron en los últimos días en Honduras y Argentina. Siempre con la excusa de “democratizar” estos poderes, en Honduras esta semana se destituyó a cuatro de cinco jueces del Tribunal Suprema de Justicia porque sus fallos disgustaron al Poder Legislativo y al Poder Ejecutivo. La excusa fue que el Tribunal Constitucional declaró inconstitucional la ley de depuración de la policía, pero muchos creen que hay motivos más políticos en la destitución.

Como siempre ocurre en cada golpe de poderes, y al menos este sí parece evidente, habrá que esperar unos días para que se ventilen todos los motivos reales, porque es difícil creer que el único camino legislativo en contra de la decisión de inconstitucionalidad haya sido la de destituir a quienes se deben haber apegado a derecho para llegar a esa conclusión.

Si a cada decisión judicial que disguste a un gobierno se hace norma la destitución de los magistrados supremos, es evidente que no se cumple con el equilibrio y la división de poderes.
En Argentina, aunque la decisión del gobierno no es tan extremista, si lo es su intención. La presidente Cristina de Kirchner, enojada porque la Corte Suprema y otros tribunales no han permitido todavía la implementación completa de la ley de medios, insiste en que la justicia debe ser depurada o, al menos controlada.

El gobierno argentino brega por tener una justicia condescendiente y amiga. Quisiera tener los fallos adecuados para fortalecer sus decisiones políticas y así cumplir con sus objetivos de gobierno, pese a que muchos de ellos vayan contra la Constitución, las leyes y la democracia.

Es evidente que ninguno de los tres poderes públicos es ajeno a uno de los peores males que carcome la institucionalidad: la corrupción. Pero si en vez de depurar, se glorifica como en Honduras y en Argentina que se pretende “democratizar” a la justicia, deberíamos ver que ese camino ya lo tomaron Rafael Correa y Hugo Chávez.

Obviamente, ni en Venezuela ni en Ecuador se logró tener una justicia mejor, más democrática, sino más obediente y menos independiente; un cheque en blanco para los abusos de poder. 

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Bendito Twitter

A raíz de los primeros tuist del papa Bendicto, comparto mi columna de este fin de semana sobre Twitter.


El papa Benedicto XVI también sucumbió a la tentación. Abrió una cuenta en Twitter con la misión de alcanzar al botín más preciado de todos: E-evangelizar a jóvenes menores de 24 años que forman el 73% de una red social de más de 500 millones de individuos, y en vertiginosa expansión.
Más allá de que el Papa se convirtió en el tuitero con mayor número de seguidores aún antes de empezar a tuitear en ocho idiomas a partir de este 12 de diciembre, su decisión demuestra la importancia creciente que tiene este símbolo de la cultura digital actual, sin el cual los medios tradicionales, los líderes y el público general pueden ya concebir la agenda cotidiana.
Desde que Twitter fue creado por Jack Dorsey en 2006, se ha convertido en una certificación de los grandes logros, fracasos y revoluciones de la humanidad. Nada importante queda sin reflejarse en este microblog, hasta omisiones y temores. Por ejemplo, la gravedad del cáncer que padece Hugo Chávez no está valorada por algún parte médico, sino intuida y medida por el silencio en su cuenta de Twitter, que en épocas de buena salud inundaba de tuits a sus tres millones de seguidores.
Aunque no son tan seguidos como celebridades y deportistas, los líderes y los medios ya no conciben la agenda política sin Twitter. El ejemplo más avezado es el de Barack Obama, quien potenció sus dos elecciones con propaganda y conversaciones directas en esta red social, como la que ofreció este lunes, con la intención de presionar a los republicanos a un acuerdo político para evitar el abismo fiscal y subir los impuestos a los más ricos.
Los medios tradicionales, que al principio de la era digital concebían a las redes sociales como competencia, son ahora los que mejor las usan. No solo para saber por donde va la conversación, sino como fuente alterna de información. Esta semana así lo hicieron diarios y televisoras egipcias. No dejaron un instante de informar por Twitter, mientras practicaban un apagón informativo masivo, en protesta contra el presidente Mohamed Morsi, por instaurar una censura constitucional peor a la que sufrían antes de la Primavera Árabe.
Twitter también genera miedos. Como cualquier herramienta de comunicación, cuando es usada sin escrúpulos, puede producir efectos devastadores y transformar rumores en verdades o calificativos en injurias. De ahí que los príncipes ingleses, Guillermo y Catalina, no hayan esperado hasta Navidad y prefirieron hacer oficial el embarazo antes que se disparara por Twitter, y con malas intenciones.
También quien está en Twitter sabe que los seguidores no son pasivos e imponen expectativas y protocolos de conducta. De ahí que el primer ministro inglés, David Cameron, prefirió olvidarse de la etiqueta de la Casa Real y felicitar a la pareja por Twitter. No fue el único. Lo siguieron miles de estrellas y celebridades del mundo entero, que tampoco quisieron defraudar a sus seguidores o carceleros, como algunos los llaman.
Justamente en Inglaterra se instaló un debate sobre la ética de la comunicación. Los diarios aceptaron que deben tener políticas de autorregulación más severas para evitar escándalos como el del extinto diario News of The World que propició escuchas telefónicas clandestinas. Sin embargo, advirtieron que el informe del juez Brian Leveson, encomendado por el gobierno y que recomendó autorregulación e imposiciones legales, no aborda la falta de ética que cometen los ciudadanos comunes en las redes sociales.
La prensa que ha delinquido y que tiene al sensacionalismo como máxima característica, no puede excusarse ante sus mayores obligaciones profesionales; además, porque es preferible vivir con los riesgos y vicios que acarrean las redes sociales que sin ellas o censurarlas. La arrogancia, el sarcasmo, la difamación y el mal gusto solo podrán ser corregidos con más educación, nuevos códigos de conducta y, en última instancia, a través de la justicia.
Benedicto XVI tiene en Twitter un desafío y una gran oportunidad. Debe ser infalible en 140 caracteres y competir con Lady Gaga y Justin Bieber, los primeros en sobrepasar los 30 millones de seguidores. Pero, sobretodo, por primera vez, tendrá la oportunidad de acceso directo al mundo más íntimo de los jóvenes, los teléfonos móviles, donde Twitter domina. 

domingo, 9 de diciembre de 2012

Messi es universal


Lo que se esperaba para fines de diciembre llegó en forma anticipada. Después del susto ante el partido con el Benfica, la Pulga la volvió a romper y demostrar que está para su cuarto premio consecutivo como el mejor del mundo. No quedan dudas, juega bien y hace goles. Con dos al mismo palo superó al arquero del Betis y se metió en la historia grande del fútbol para superar los 85 goles del alemán Gerard Müller.

Ahora con 86 y sin la presión de alcanzar el récord, seguramente llegará a los 90 y pondrá la vara muy alta para la próxima generación de futbolistas. Pero más allá de los récords lo importante de la Pulga y del Barcelona, para no quitarle méritos al fútbol de equipo, es que se trata de uno de los pocos jugadores y equipos que dejaron el pelotazo y la improvisación. Es un privilegio ver un partido del Barcelona, pero, sobretodo, la consistencia para jugar bien al fútbol; aun cuando pierden no pierden su filosofía del fútbol.

Messi es de otro planeta. Así como Lebron James al básquet, la Pulga es un jugador universal. No importa si uno ni es del Barcelona ni del Miami Heat, ya que por la grandeza de sus logros, uno disfruta como si fueran de su propio equipo. Su universalidad radica en que hacen más grande al deporte.  

@pontifex la nueva arma papal

RICARDO TROTTI: Bendito Twitter - Opinión - ElNuevoHerald.com