sábado, 4 de febrero de 2012
viernes, 3 de febrero de 2012
Cuba: gobierno predecible
La famosa bloguera Yoani Sánchez debe estar destruida. Por decimonovena vez, el gobierno de los hermanos Castro le prohibió el permiso de salida para ir a Brasil, luego de que este gobierno le otorgó la visa de entrada.
Días antes del viaje de la presidente Dilma Rousseff a la isla, su Cancillería le concedió el permiso de entrada, lo que levantó olas de optimismo moderado ya que se pensaba que ese gesto significaba una nueva política brasileña y que a su llegada, Rousseff invertiría su tiempo en hablar con los disidentes y las Damas de Blanco.
Nada de eso sucedió. Y el guiño de Brasil quedó en eso, en un gesto vacío, sin significado. El gobierno de Cuba es tan trasparente y predecible, que no se podía pensar que permitiría la salida de la bloguera.
“No hay sorpresas. Me vuelven a negar el permiso de salida”, dijo desesperanzada Yoani en Twitter.
Increíble que pueda haber un gobierno que se cree dueño de sus ciudadanos como para no permitirle circular en sus vidas, destruyendo el principio sagrado del libre albedrío.
jueves, 2 de febrero de 2012
Rousseff con paso en falso
Fue desilusionante el paso de la presidente Dilma Rousseff por Cuba este principio de semana. Cumplió con los temas económicos y con la visualización continental de que Brasil es ya una potencia mundial, pero desilusionó por no denunciar los atropellos a los derechos humanos y no reunirse con los disidentes y las Damas de Blanco. Es obvio que Brasil no es ni puede asumirse como líder.
La casualidad de las visitas de los presidentes brasileños a Cuba y su silencio es sorprendente. La presidente Rousseff visitó la isla días después que las autoridades dejaron morir a Wilman Villar Mendoza tras una huelga de hambre en la cárcel con la que protestaba contra los abusos a los derechos humanos. Mientras que el ex presidente Inácio Lula da Silva estuvo en Cuba cuando moría en las mismas circunstancias que Villar Mendoza, Orlando Zapata Tamayo.
Esta vez Rousseff prefirió callarse sobre el tema de los derechos humanos, los disidentes y presos políticos presos y la represión generalizada. Prefirió tirarles una chirola a sus críticos, otorgándole visa de entrada a su país a la bloguera Yoani Sánchez, quien ahora deberá recibir el permiso de salida que dudo los hermanos Castro se lo den.
Rousseff hubiera podido evitar esta irresponsabilidad si todos los acuerdos económicos los realizaba a distancia. Pero haber ido a Cuba y no solicitar una reunión siquiera con la disidencia, quedará marcado como una de las vergüenzas de su gobierno.
Siempre la economía limita a Obama
A juzgar por el informe sobre el estado de la nación que presentó el martes al Congreso, el presidente Barack Obama sabe que enfrenta serias dificultades para su reelección en noviembre. Sus triunfos están en política exterior con la muerte de Osama Bin Laden, la retirada de las tropas de Irak y la eliminación de Gaddafi en Libia, temas apenas mencionados; mientras que un 90 por ciento de su alocución lo dedicó a la economía, Talón de Aquiles de su Presidencia.
La desproporción del tiempo no fue casual. Obama sabe que ningún líder de EE.UU. retuvo la Presidencia por sus logros en política exterior, sino por la buena marcha económica del país, el crecimiento del empleo y la confianza de los consumidores. Y según encuestas de Gallup, estos índices están peor ahora que en la época del ex presidente Jimmy Carter.
La maltrecha economía que heredó de George W. Bush no le da respiro. Desde su primer informe ante el Congreso en 2009, Obama se ha enfocado en los mismos objetivos para resolver los problemas económicos. Crear nuevos empleos, recortar impuestos, reducir el gasto público, desarrollar energías renovables, optimizar la competitividad, mejorar la educación y la salud, y proteger a ciudadanos e intereses estadounidenses en el mundo.
El mandatario estadounidense es muy buen orador, pero en la repetición de promesas incumplidas reside su debilidad. El republicano que salga triunfador de las primarias de la Florida esta semana, Mitt Romney o Newt Gingrich, sabrá donde pegar. Los pre candidatos entienden que con su discurso del martes, Obama inició la campaña electoral apoderándose de viejas fórmulas republicanas al prometer menos impuestos, más producción en industrias tradicionales y gobierno más chico, incluso adoptando lemas de Abraham Lincoln, sobre que el gobierno debe hacer solo aquello que los ciudadanos no pueden hacer por sí mismos.
En sus cuatro arengas sobre la situación del país ante los legisladores, Obama los acusó de polarización partidaria y de coartar sus promesas de campaña, como las reformas de salud e inmigración. Pero si bien hubo obstrucciones, también exagera en buscar chivos expiatorios, porque tampoco logró sus metas cuando en el capitolio soplaron vientos demócratas, época en la que sí logró consensos para impulsar los planes de Rescate y Estímulo en 2009, y disponer de trillones de dólares para apuntalar la confianza en el sistema.
En una economía tan deshecha, los triunfos son imperceptibles. Y por eso hay que reconocer que Obama supo poner nuevas reglas, ajeno a la política del castigo que para muchos merecían las industrias bancaria y financiera después de la burbuja especulativa. No impuso al Estado sobre el sector privado, ofreció incentivos fiscales a los pequeños negocios y obligó a otorgar créditos para la compra de automóviles, viviendas y pagar estudios universitarios.
Aunque todavía no logra resolver que 11 millones de inmigrantes indocumentados sean carne de negociación, que los precios de la salud y la educación sean cada vez más estratosféricos, Obama es consistente sobre su visión de la economía. Aboga por una mejor infraestructura, para hacer más veloces ya sea a los ferrocarriles o al internet, insiste en la educación de ciencias y matemáticas y mayor innovación en el campo de las energías. Pero como de la visión a los hechos hay un trecho, en estos temas EE.UU. se mantuvo a la zaga de otros países industrializados y superado por economías emergentes como las de China e India.
Luego de insistir por años en créditos e incentivos fiscales para el desarrollo de energías renovables y la educación terciaria, Obama sumó esta vez a su repertorio repatriar empleos que las compañías estadounidenses exportaron, aumentar las exportaciones a nuevos mercados de libre comercio como los de Panamá y Colombia, y aumentar los impuestos a los ricos, lo que según los republicanos inhibe la creación de empleos y desestimula la inversión.
A Obama le queda poco tiempo. En esta nueva carrera contra reloj poco importa si es Nobel de la Paz, si declara la guerra a Irán, si cierra Guantánamo, desconoce el cambio climático o prefiere atacar la obesidad de los niños que el consumo de drogas entre jóvenes. Como en un deja vu de otras épocas presidenciales, solamente será juzgado por el estado de la economía.
miércoles, 1 de febrero de 2012
No todo es inmigración para los hispanos
No todo es inmigración para los hispanos en EE.UU., al menos para los de la Florida, según se desprende de la paliza que Mitt Romney le pegó a Newt Gingrich con el 48% de los votos y arrebatándole los 50 delegados que otorga el estado para la asamblea nacional del partido, en las primarias de ayer.
El flanco débil de Romney era el tema inmigratorio ante las críticas de analistas y del propio Gingrich sobre la promoción de un raro sistema de auto deportación. Pero en la Florida, Romney se presentó más morigerado y en un estado donde hay menos indocumentados que en otros, el tema no pesó tanto, sino que dio pasos a otras preocupaciones que tenemos los hispanos en materia económica y de desarrollo.
Se verá a partir de ahora la decisión que tomen Rick Santorum y Ron Paul, cada vez más lejanos en sus aspiraciones. Probablemente desistan de la carrera, aunque para los dos principales y las aspiraciones republicanas sería mejor que continúen, ya que de lo contrario la polarización y las críticas encarnizadas si bien irán perfilando a un ganador, debilitarán tanto a Romney como a Gingrich.
Romney ganó la Florida con un 47.44 por ciento; Gingrich le siguió con un 31.25 por ciento; Santorum fue tercero lejano con 12.95 por ciento y Ron Paul, último con un escaso margen de un 6.9 por ciento.
Veremos qué pasa el sábado en Nevada y la próxima semana en Colorado, Minnesota y Maine.
lunes, 30 de enero de 2012
Carabineros chilenos en Honduras
Esta mañana mientras estaba inaugurando un seminario sobre seguridad y protección para periodistas en San Pedro Sula, aquí en Honduras, me encontré con una sorpresa en el diario La Prensa. Una delegación de la policía chilena de Carabineros llegó al país para hacer una evaluación de la policía nacional, bajo el ánimo gubernamental de tener que depurar a las fuerzas del orden ante la fama de corrupción infiltrada en sus filas.
El gobierno de Porfirio Lobo no es la primera vez que intenta y habla de depuración policial, pero esta vez parece más serio después de que solicitó ayuda a los gobiernos de Estados Unidos y España, entre otros. Digo que esta vez va más en serio, porque es una actitud que asumió después de que el hijo de una rectora de universidad fue asesinado por varios policías, lo que provocó consenso nacional de todas las fuerzas políticas y de la sociedad civil sobre la necesidad imperiosa de un cambio y porque además las fuerzas del orden quedaron vulnerables, con la guardia baja, sin ninguna otra opción que aceptar esta imposición de cambio.
Creo que esta vez se trata de un punto de inflexión, y por eso puede ser que esta campaña, al contrario de las anteriores, tenga éxito. Los Carabineros es sin dudas la fuerza policial más honesta de América Latina y un excelente espejo, al menos el mejor, del que se pueden extraer enseñanzas sobre décadas construidas bajo una cultura de la que se destacan valores fundamentales anti corrupción como los de rectitud, transparencia, rendición de cuentas y calidad del servicio.
Sin dudas el ejemplo de Carabineros es una buena opción para construir una fuerza policial hondureña que hasta el Congreso pretende que se llame de la misma forma. Habrá que ver si más allá del nombre, el gobierno de Honduras será capaz de construir una fuerza policial bajo los mismos valores culturales que la fuerza chilena.
Es el gran desafío y la única opción para poder contrarrestar los índices delictivos más altos de toda América Latina.
domingo, 29 de enero de 2012
¿Reelección de nuevo en Argentina?
En Argentina to está patas para arriba. El oficialismo de nuevo comenzó a hablar de reelección a tan solo semanas de que la presidente Cristina de Kirchner asumió la Presidencia y a cuatro años de tener que abandonar el sillón presidencial, ya que la Constitución prohíbe más de dos mandatos seguidos.
El oficialismo no quiere dejar de lado el impulso de las elecciones pasadas cuando Cristina arrasó en primera vuelta con el 54% de los votos, y sabe que indefectiblemente su marcha mermará en los próximos años a no ser que la economía siga creciendo y los subsidios sociales se intensifiquen como lo ha hecho en su primer término y en los dos anteriores de su ex marido, Néstor Kirchner.
La sola intención o mención de una reforma constitucional para albergar una posible tercera reelección o la reelección indefinida habla muy claramente de la falta de compromiso con la democracia, que para que sea tal requiere del cambio de gobierno, ya que su legitimización deviene de la pluralidad y diversidad de los líderes y de las ideologías. Lo contrario a esto es la autocracia, la cual, entre otras cosas, se define por el poder ininterrumpido en el que el líder trata de asirse a la inmunidad que da el poder.
Obama y la educación
Aunque el presidente Barack Obama sonó electoralista con su propuesta de ayer en la Universidad de Michigan anunciando un proyecto de ley que condicionará los subsidios a las universidades si siguen aumentando el precio de las matrículas, se trató solo de ser consistente con lo que viene manteniendo desde su campaña electoral con una visión extraordinaria sobre el papel de la educación terciaria en la vida económica y social del país.
En sus cuatro informes sobre el estado de la nación ante el Congreso desde el primero en 2009 hasta el cuarto que ofreció el martes pasado, Obama siempre puso mucho énfasis en el papel de la educación. Lo hizo tanto con iniciativas de ley para apoyar el sistema pre escolar, competencias para mejorar el performance en las escuelas secundarias, pedir un año al menos de educación superior a todos los estadounidenses, pelear en contra la deserción escolar como por ofrecer incentivos fiscales para que las familias puedan pagar los costosos estudios universitarios de sus hijos.
En sus cuatro informes, Obama impuso objetivos al país en materia de la enseñanza de Ciencias y Matemáticas, como otrora lo hiciera el ex presidente John Kennedy cuando tuvo la visión de ganarle la carrera espacial a los rusos. Obama sabe que EE.UU. no podrá competir en el futuro contra los países asiáticos y europeos y con economías emergentes como las de China e India si su fuerza laboral no está compuesta por personas con el sentido de innovación que estas materias pueden despertar en las mentes de los estudiantes.
Obama es consecuente y necesita que las universidades, más allá del legítimo fin de lucro y pese a los extraordinarios sistemas de becas, puedan también abrazar esa visión del país con tarifas más reducidas y alcanzables para todos los estudiantes sin distinción de clase social.
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