sábado, 25 de abril de 2009

Madres, abuelas y damas

Por su lucha abnegada contra las injusticias, la mujer se transformó en símbolo de los valores humanos. De ahí que la imagen femenina encarne a la justicia, que María sea sinónimo de la piedad y que Marianne, de la revolución francesa, simbolice libertad, igualdad y fraternidad.
La mujer latinoamericana mantiene esa estampa. Los pañuelos de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo en sus caminatas por Buenos Aires y los gladiolos de las Damas de Blanco cubanas por la Quinta Avenida de La Habana, son la súplica por justicia ante gobiernos que asesinaron y encarcelaron a mansalva.
La similitud de estas agrupaciones radica en su valentía. Nacieron y crecieron durante dictaduras militares. Las Madres y Abuelas se originaron en 1977, un año posterior a que los militares asumieran para reclamar por miles de hijos y nietos desaparecidos. Las Damas se crearon en 2003, un mes después de que la perenne dictadura castrista encarcelara a 75 esposos e hijos disidentes.
Por su mayor antigüedad, las Madres de Mayo han logrado captar solidaridad internacional. Son visitadas y reconocidas en foros, incluso en Cuba, y fueron felicitadas hasta por Fidel Castro cuando cumplieron 30 años de lucha.
Las Damas de Blanco no tienen la misma suerte. El apoyo les es esquivo, inclusive el de seis ingenuos congresistas estadounidenses que visitaron Cuba a principios de abril buscando mayor intercambio económico. Los diputados decidieron no hablar con ningún disidente, una actitud similar a la de nueve presidentes latinoamericanos que peregrinaron hacia la isla este año para pedir el fin del embargo y cantar loas a unos gobernantes, que si vivieran en sus países, los enjuiciarían por violación a los derechos humanos. La falta de solidaridad quedó aún más evidente, después que no reclamaron a los Castro que reintegren las libertades políticas y civiles.

¿Por qué es tan importante la solidaridad? Porque protege a los miembros de un grupo, legitima su causa y prestigia su lucha; y cuando tiene alcance internacional, potencia todos esos aspectos. Por ejemplo, las Abuelas de Mayo eran víctimas de atropello y desatención en su país, hasta que se infiltraron en una visita del canciller estadounidense Cyrus Vance a Buenos Aires en 1977, reclamando por sus nietitos desaparecidos. Al año siguiente, la publicación de un anuncio pagado en La Prensa replicado en diarios del orbe, les dio realce mundial potenciando sus denuncias por justicia y democracia. En el ínterin soportaron duro hostigamiento y hasta desapariciones, pero los turistas que las curioseaban y fotografiaban en Buenos Aires ayudaron a revalidar su misión.

La historia probablemente no será muy benévola con los que pudieron pero no quisieron solidarizarse con las Damas de Blanco que - a diferencia de las argentinas - como también le sucede a Hilda Molina, no tienen permiso para trasladarse fuera o dentro de su país, no reciben cobertura de prensa ni podrían publicar avisos en Granma o Juventud Rebelde.
La solidaridad es una responsabilidad de todos. Si los Castro permiten entrar a los cubanoamericanos a la isla, después de que Barack Obama levantó las restricciones para que puedan viajar y enviar dinero y mercancía a sus familiares, será importante observar si estos nuevos “embajadores de la libertad” - como los denominó la canciller Hillary Clinton - se acercarán los domingos a la parroquia Santa Rita donde las Damas de Blanco atienden misa antes de caminar por la Quinta Avenida habanera. Recibir un gladiolo de ellas, sería suficiente para demostrarles respaldo, darles protección y proyectar su causa.
Tampoco es mala la reincorporación de Cuba a la OEA, a pesar de que ahora los Castro digan que no quieren o pidan que se elimine la institución. Cuando finalmente Cuba se reinserte, tendrá derechos pero también obligaciones. Deberá acatar condenas como la que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) dictó por el hundimiento del Remolcador 13 de Marzo, o como aquella de 1978 contra la dictadura argentina, después que las Abuelas de Mayo acudieran al sistema interamericano ante la falta de apoyo de partidos, tribunales, iglesias y medios de su país.
El reintegro de Cuba a la OEA será, en definitiva, la esperanza de las Damas de Blanco y de todo cubano que su grito por solidaridad y justicia será escuchado.

viernes, 24 de abril de 2009

Gripe, meningitis y dengue

Varias epidemias están asolando a nuestros países, y más allá de la diferencia de cómo estas enfermedades están ensañándose contra nuestro continente, los interesante es observar las distintas reacciones provocadas por los gobiernos y sistemas sanitarios.
Estoy en México y pude observar de primera mano la reacción del gobierno y de la gente ante una epidemia de influenza, en este caso de gripe porcina, que ha cobrado ya la vida de decenas de personas. Anoche, teníamos una cena con funcionarios de gobierno, pero a último momento se canceló debido a que el presidente Felipe Calderón llamó a su gabinete a la residencia Los Pinos y ahí mismo se originó una conferencia de prensa para cerrar escuelas, universidades y adoptar otras medidas de protección.
La reacción fue inmediata y el virus, que también afecta a parte de Estados Unidos y tiene el peligro de propagarse a los países centroamericanos, ha originado una cadena de reacciones entre gobiernos del área y organismos internacionales. Se ha actuado y se está actuando con rapidez.
En la zona de Florida, particularmente donde vivo en las afueras de Miami, se han detectado esta semana cuatro muertes por caso de meningitis, y la reacción del gobierno fue rápida y se espera que pueda ser efectiva.
En Argentina, por el contrario, la enfermedad del dengue que ya ha cobrado la vida de decenas de personas en todo el país, tuvo una reacción lenta, timorata y defensiva por parte del gobierno nacional que fue muy criticada por las provincias, la gente y la prensa en general. No hubo eficiencia ni rapidez para fumigar.
Lamentablemente estos virus y enfermedades repentinas, contagiosas y masivas traen muerte consigo, sin embargo depende de la celeridad y conducta pro activa que adopte un gobierno para que la potencial catástrofe pueda ser controlada.

Qué le pasa a los curas!

Hace uno días alquilé “Doubt” la película en que Meryl Streep protagoniza a una monja directora de una escuela que empieza dudar de la conducta pederasta del cura educador en el papel de Philip Seymour Hoffman. Tras su persecución y dudas sobre la malicia del sacerdote, éste termina siendo transferido a una nueva jurisdicción dándose a entender que seguirá “tapado” y seguirá destruyendo la vida de muchos chicos más.
Es la historia real de la gran denuncia que sacudió a la curia de Estados Unidos hace una década y en la que se responsabilizó, en muchos casos, a las autoridades eclesiásticas, que en vez de denunciar a los pederastas, los fueron traspasando de parroquia en parroquia y escuela en escuela.
Aquí en México, donde estoy en estos días, sucedió algo parecido pero con una vuelta de tuerca aún mayor. Se descubrió a una banda de pederastas que traficaban además con pornografía infantil entre los que se encuentra involucrado el cura párroco de Jalapa, una localidad de Veracruz. Lamentablemente, México, según las estadísticas, es el segundo productor mundial de pornografía infantil en el mundo, con 80 mil niños víctimas de pornografía y prostitución, según la UNICEF.
No se sabe todavía si el cura es realmente culpable o no. Sin embargo, lo que más llama la atención, son las sorpresivas declaraciones de la Conferencia Episcopal mexicana, que en boca de un obispo dijo que los pecados (¡delitos!) de pederastia y pornografía cometidos por curas, hacen que la gente los vea como “más humanos”.
En fin, entre esto, aquellos casos de Estados Unidos y lo que sucede con el ex obispo presidente paraguayo Fernando Lugo, quien habría podido incurrir en estupro de confirmarse varias paternidades que se le asignan con menores de edad, es indudable que el celibato es un tema que debe ser discutido y en forma urgente.

jueves, 23 de abril de 2009

¿Cambiar cubanos por cubanos?

Las últimas reflexiones parecen confirmar que Fidel está muy gagá a sus 82 años. En estos días, después de que su pobre hermano Raúl, que es como un rey, adorna pero no gobierna, había dado algunas señales de reciprocidad para con Barack Obama, Fidel volvió a tumbar toda expectativa de cambio y de libertad para el pueblo cubano.
En estos días, incluso, llegó a plantear que quiere cambiar a unos doscientos disidentes presos en el país por los cinco cubanos espías que Estados Unidos mantiene encarcelados. Más allá de la polémica de por qué uno u otro país terminó poniendo en la cárcel a los dos grupos de cubanos, lo que llama más poderosamente la atención es que Fidel no es tonto. En realidad él está cambiando cubanos por cubanos, “buenos” por “malos”, pero cubanos al fin, mientras que se supondría que dentro de una guerra, y de una guerra ideológica como ésta, lo que se debería cambiar son ciudadanos de un país por los del otro. Eso sería realmente un intercambio.
Pero él siempre trata de tener el mejor arreglo, así como lo hizo con el Mariel en los 80 y con el otro gran éxodo en los 90, cuando entonces se deshizo de sus cubanos disidentes porque no tolera que vivan en su país. Teme que sus ideas de libertad y de disidencia puedan “corromper” a los demás ciudadanos.
En realidad a él no le importa un bledo que estén sus disidentes en la cárcel o en Estados Unidos, él no los quiere ver libres, vivitos y coleando, e insertados en su sociedad donde no se soporta a ninguna oveja negra ni patitos feos. Los quiere ver desaparecidos. Es una diferente forma de desaparecidos.

martes, 21 de abril de 2009

¿Lugo puede ser presidente?

Ya se podría hacer una apuesta de los hijos que debe haber concebido el ex obispo católico y ahora presidente del Paraguay, mientras todavía mantenía los votos de castidad que el Papa recién le levantó a fines del 2008. Al reconocimiento que hizo la semana pasada sobre la paternidad de un menor de dos años, ahora se le sumó un reclamo de otra madre que dice que Lugo es padre de otro menor de seis años.

Las propias ministros de su gabinete de las cartera del Menor y Adolecentes y de la Mujer, reaccionaron muy bien tratando de incentivar investigaciones, los mismos algunos partidos políticos que quieren que se investigue si Lugo cometió estupro y de la prensa que ha hecho de este escándalo una cuestión de Estado como debe ser.

Más allá de si hubo delito o no y de la falta moral dentro de la Iglesia, la conducta del Presidente deja en entredicho su honestidad y si la mentira o mentiras cometidas no lo inhabilitan para gobernar, considerando – a pesar de que haya reconocido la paternidad como un acto de transparencia, según él – que su falta de credibilidad lo desacredita totalmente. Lo de él se torna mucho más grave, porque se trata de un acto reñido totalmente con su prédica y al capital que él trajo a la Presidencia: moral.

Un caso como el de Lugo podría desencadenar en su destitución o al menos en su renuncia, claro que ello es difícil que suceda en un continente donde estamos acostumbrados a tener una gama muy amplia de mandatarios y sistemas políticos que terminan siempre cobijando conductas impropias como las del presidente nicaragüense Daniel Ortega, cuyo delito de violación contra su hijastra quedó totalmente borrado.

lunes, 20 de abril de 2009

Cumbres bochornosas

Cumbres borrascosas pudieran llamarse también, pero la Cumbre actual sobre el Racismo y la que acaba de termina de las Américas, pueden denominarse Cumbres bochornosas.

Los bochornos están contagiando a todas las cumbres. En esta de Trinidad y Tobago que acaba de terminar de la OEA, casi todos los presidentes latinoamericanos se alinearon a favor de Cuba, como si se tratara de un país democrático sin siquiera reconocer que es en realidad una dictadura tan sanguinaria como las demás que asolaron a Latinoamérica; aunque peor, porque se trata de una que tiene el récord de perdurar por 50 años.

El atropello más grande es que los presidentes latinoamericanos alineados al régimen no han siquiera denunciado o pedido la liberación de los disidentes presos, ni reclamado la restitución de las libertades.

Es decir, en una Cumbre que busca profesar y alentar los valores expresados en la Carta Democrática, la hipocresía es que se haya pedido por los valores que encarna una dictadura, donde existe un partido único, donde se ha vetado por décadas a la religión, a la expresión y a la libre asociación.

El otro bochorno se produjo hoy en Ginebra durante la Cumbre sobre el Racismo de la ONU, donde el presidente iraní, como lo hiciera repetidamente antes, volvió a la carga contra Israel tildándolo de ser un país racista y relativizando el Holocausto, como si el genocidio de seis millones de judíos se tratara solo de una fábula de Occidente.

Varios países, como EE.UU. y Alemania se habían negado a participar sabiendo que el presidente Mahmud Ahmadineyad atacaría a Israel, y mientras en su discurso sí lo hizo, más de veinte representantes europeos se fueron de la sala de reuniones. Es decir, lo que debía ser una reunión para trabajar con objetivos comunes para luchar contra el racismo, terminó generando todo lo contrario. Exactamente igual que la Cumbre de Trinidad y Tobago.

La gran diferencia, es que de la de Racismo no hubo tanta hipocresía, simplemente cuando las declaraciones llegaron a tono de escándalo y ridiculez, los países comenzaron a retirarse en señal de protesta.

domingo, 19 de abril de 2009

Hipocresías de la Cumbre

La Cumbre de Trinidad y Tobago terminó con una declaración inexistente y la oportunidad desperdiciada de haberse alineado a objetivos comunes para luchar contra la pobreza, la inseguridad, la salud y las energías renovables.

Sin embargo, muchos presidentes latinoamericanos repitieron continuamente su optimismo y alegría de que Barack Obama haya traído desde EE.UU. un discurso menos arrogante y más autocrítico.

Finalmente de nada sirvió. A muchos de los presidentes solo le interesó el aspecto político propagandístico de la Cumbre, a la que querían sabotear imponiendo el tema de Cuba y su reintegración al mundo de naciones libres, pidiendo todo de EE.UU. pero nada a cambio de parte de Cuba. A estos presidentes solo les interesó el gobierno de Cuba, pero no el pueblo cubano, el más oprimido de todos. Hipocresía total si se considera que todos estos presidentes hablan de democracia, se llenan la boca de elecciones, pero a la hora de la verdad defendieron a una dictadura. La credibilidad es cada vez más deficiente.

Todos estos gobiernos omitieron escuchar a la sociedad civil y prefirieron inclinarse a favor de los dictadores. Cincuenta y cuatro organizaciones de dentro y fuera de la isla publicaron este sábado en el diario Trinidad Express, un anuncio pagado en que los invitaban a que no se olvidaran del pueblo cubano y a defender sus derecho a “recuperar su soberanía y libertad''.

La Asamblea de la Resistencia, que agrupa a 54 organizaciones de dentro y fuera de la isla, trasladó a los mandatarios de los 34 países que asisten a la cumbre su deseo de que pronuncien "palabras de respaldo a la resistencia dentro de Cuba''.

El contenido del aviso es por más revelador de lo que pide el ciudadano de a pie:

“Ustedes han sido escogidos por sus pueblos en elecciones libres, frente a rivales políticos que compitieron en pie de igualdad y con entera libertad para llevar sus mensajes al electorado. Así podrán entender el drama de Cuba, donde impera un régimen de partido único y todo mensaje en contrario se reprime como delito de Propaganda Enemiga.
Esa diferencia basta para que el régimen cubano no tenga cabida en el concierto democrático de las Américas. Y justifica tanto nuestra oposición pacífica al Estado totalitario castrista, como nuestras exigencias de libertad para el pueblo cubano, que incluye liberar a quienes están presos por ejercer sus derechos a la libre expresión, a la prensa independiente y a la libre asociación en partidos políticos.
En esa diferencia radica la clave del drama de Cuba, y acudimos a ustedes para que aboguen también, junto al pueblo cubano, por erradicarla. Ningún gobernante democrático mandaría a sus opositores a la cárcel por expresar opiniones en contra de su gobierno; ni pondría de antemano fuera de la ley a los periodistas independientes y a los partidos políticos rivales.
Ningún demócrata puede desear para Cuba un régimen político distinto al que tienen en su propio país. Nosotros queremos para Cuba, simplemente, ese régimen político común a los países del foro democrático de las Américas. Y creemos que es razón suficiente para que nos apoyen. Todos somos resistencia frente al Partido único y la falta de libertades básicas”.