MÉRIDA, Yuc.- La libertad de expresión es un derecho para toda la sociedad y no es privativo para los periodistas, afirmó Ricardo Trotti, director de Prensa de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), al hablar sobre las aportaciones de este organismo a favor del libre del periodismo.
Aseguró que se ha logrado instalar en el tema de la agenda pública la premisa de que la libertad de expresión es un derecho de todos los ciudadanos.
Recordó que en otras épocas las grandes batallas de la SIP fueron contra los dictadores de una u otra ideología, y las dictaduras militares. "Se ha instaurado el tema de la libertad de expresión y la de prensa como fundamentos de cualquier sistema democrático".
Ricardo Trotti también se refirió al reto que enfrenta México al ser uno de los países más peligrosos para ejercer el periodismo.
Enfatizó que las agresiones contra periodistas requieren de una respuesta gubernamental que busque garantizar la labor de los medios de comunicación y "mayor justicia, o de lo contrario se creará mayor violencia".
sábado, 6 de noviembre de 2010
jueves, 4 de noviembre de 2010
Obama, Chávez y las elecciones
Tanto en Venezuela como en EEUU hubo elecciones intermedias en las últimas semanas, aunque se trató de dos referendos sobre las políticas presidenciales de Barack Obama y de Hugo Chávez.
Ambos perdieron. Los Republicanos arrasaron a los Demócratas en votos populares y con ello, reconquistaron la Cámara de Diputados, tomaron escaños en el Senado y un sinnúmero de gobernaciones. En Venezuela la historia fue otra, el oficialismo perdió, pero igual llevó más diputados a la Asamblea, por esas triquiñuelas que el régimen viene implementando.
Lo interesante son las reacciones de ambos. Obama terminó compungido por la derrota y en varias declaraciones aceptó que debe cambiar el rumbo de sus políticas. En un mensaje de Twitter, temprano el miércoles, dijo: "Lo que los estadounidenses esperan - y lo que le debemos - es enfocarnos en los asuntos que los afectan: sus trabajos, su seguridad y su futuro".
Chávez, sin embargo, en mensaje de Twitter posterior a su derrota, en lugar de aceptar la derrota, calificó de escuálidos a los miembros de la oposición, negó que haya perdido y, peor aún, desafió a los electores, profundizando las medidas por las cuales habían votado en su contra.
Chávez nuevamente hizo lo mismo como cuando perdió el referéndum, en lugar de modificar su política, las agudizó. Desde que perdió las elecciones pasadas, se dedicó a expropiar empresa habida y por haber, haciéndolo, además, con su sarcasmo y cinismo particular.
Ambos perdieron. Los Republicanos arrasaron a los Demócratas en votos populares y con ello, reconquistaron la Cámara de Diputados, tomaron escaños en el Senado y un sinnúmero de gobernaciones. En Venezuela la historia fue otra, el oficialismo perdió, pero igual llevó más diputados a la Asamblea, por esas triquiñuelas que el régimen viene implementando.
Lo interesante son las reacciones de ambos. Obama terminó compungido por la derrota y en varias declaraciones aceptó que debe cambiar el rumbo de sus políticas. En un mensaje de Twitter, temprano el miércoles, dijo: "Lo que los estadounidenses esperan - y lo que le debemos - es enfocarnos en los asuntos que los afectan: sus trabajos, su seguridad y su futuro".
Chávez, sin embargo, en mensaje de Twitter posterior a su derrota, en lugar de aceptar la derrota, calificó de escuálidos a los miembros de la oposición, negó que haya perdido y, peor aún, desafió a los electores, profundizando las medidas por las cuales habían votado en su contra.
Chávez nuevamente hizo lo mismo como cuando perdió el referéndum, en lugar de modificar su política, las agudizó. Desde que perdió las elecciones pasadas, se dedicó a expropiar empresa habida y por haber, haciéndolo, además, con su sarcasmo y cinismo particular.
miércoles, 3 de noviembre de 2010
La Marihuana perdió
Comparto mi columna publicada por varios periódicos, titulada “Marihuana: ¿Y después”, en la que describo los graves desafíos que hubiera creado un voto favorable a la Propuesta 19 en California, por medio de la cual se legalizaba la marihuana.
En mi opinión, la legalización hubiera acarreado mayores problemas de los que buscaba solucionar. Me siento reconfortado que la Prepuesta 19 perdió. He recibido numerosos e-mails criticando esta posición de gente que, con motivos muy válidos también, creen que la legalización servirá para detener al narcotráfico y el crimen organizado.
Esta es mi columna: “Las elecciones del próximo martes en California son trascendentales, no porque se elegirá al sucesor del gobernador Arnold Schwarzenegger, sino por la posibilidad de que los votantes aprueben la legalización de la marihuana, haciendo prevalecer el interés económico por sobre la apreciación ética del consumo de drogas ilícitas y, además, por sus repercusiones en las políticas para combatir el narcotráfico, en especial en América Latina.
Mal o bien, la marihuana viene ganando terreno. En poco más de una década, se convirtió de droga ilícita a permitida para uso medicinal, en 14 estados de EEUU y su capital. Luego la despenalización de su consumo se aceptó en varios países latinoamericanos y ahora, si los californianos votan a favor por la Propuesta 19, será legal su cultivo, posesión, compra y uso recreativo para mayores de 21 años.
Las últimas encuestas muestran que la Propuesta 19 está perdiendo terreno entre los votantes hispanos. La regulación del uso de marihuana con fines médicos en California es una de las más liberales del país. Se trata de una droga cada vez más aceptada, como lo manifiesta el 50% de los californianos, 13% más que en 1969; una tendencia favorecida quizás por la imagen de médicos recetando en kiosquitos de playa a cualquier usuario que argumente dolor de cabeza.
Quienes favorecen la legalización del cannabis anteponen conceptos prácticos y económicos. Estiman que California recaudará 1,4 billones de dólares al año en impuestos. Se ahorrarán miles de millones por no tener que procesar a criminales que ya no lo serán y gastos carcelarios que ascienden a 216.000 dólares al año por cada delincuente juvenil encarcelado, en contraste con 8.000 dólares que se gasta por un niño en el sistema público escolar. Estiman que la legalización blanqueará el mercado y reducirá los precios de la droga; suficientes disuasivos para los narcotraficantes.
Quienes están en contra saben que la marihuana detona enfermedades psiquiátricas, provoca adicción, incentiva el uso de drogas más fuertes, desinhibe conductas delictivas, atrae efectos negativos al hogar, en el trabajo y provoca mayores accidentes, por lo que los ahorros se transferirán como gastos a otro sector. La sociedad estará más enferma y el narcotráfico no se diluirá, se enfocará en otros negocios y productos más rentables.
Independientemente de los argumentos, la Propuesta 19 generará dos desafíos adicionales. El gobierno de Barack Obama tendrá mayores dificultades para imponer la ley federal criminal contra las drogas en California, ya que tendrá que lidiar con una explosión de nuevos negocios como firmas de abogados y ligas de defensa del consumidor o franquicias, que prevén la venta de marihuana on-line o a domicilio como si fuera pizza, o como aditivos en comidas rápidas y helados.
Pero el mayor desafío es para Latinoamérica. La legalización es una nueva contradicción de EEUU, un país que apoya la erradicación de las drogas y el narcotráfico gastando millones en los países de la región, a través de los planes Colombia y Mérida, pero que hace cada vez menos para reducir el consumo; en definitiva, el mayor incentivo de los narcotraficantes.
En una cumbre regional esta semana, el mandatario colombiano Juan Manuel Santos ilustró el desafío que se avecina, preguntándose cómo podía poner preso a un campesino pobre de su país por plantar marihuana cuando será legal producirla, traficarla y consumirla en el mercado más rico del mundo.
El presidente mexicano Felipe Calderón, quien más de cerca está sufriendo los estragos del tráfico de drogas, se sumó a las críticas pidiendo a sus connacionales en California que voten en contra de la Propuesta 19, mientras el Congreso de su país desempolvó varios proyectos de ley que buscarían alinearse a la posible legitimación del otro lado de la frontera.
La legalización de la marihuana abrirá puertas insospechadas. Es un error si se fundamentan criterios económicos por sobre los problemas de salud pública o los efectos negativos al núcleo familiar, así como minimizar la necesaria discusión ética sobre el tema y sus repercusiones morales.
La permisividad legal que se conceda hoy a la marihuana nos debiera hacer reflexionar sobre el después. ¿Será que la ambición nos llevará en el futuro a legalizar drogas más duras y peligrosas?”.
En mi opinión, la legalización hubiera acarreado mayores problemas de los que buscaba solucionar. Me siento reconfortado que la Prepuesta 19 perdió. He recibido numerosos e-mails criticando esta posición de gente que, con motivos muy válidos también, creen que la legalización servirá para detener al narcotráfico y el crimen organizado.
Esta es mi columna: “Las elecciones del próximo martes en California son trascendentales, no porque se elegirá al sucesor del gobernador Arnold Schwarzenegger, sino por la posibilidad de que los votantes aprueben la legalización de la marihuana, haciendo prevalecer el interés económico por sobre la apreciación ética del consumo de drogas ilícitas y, además, por sus repercusiones en las políticas para combatir el narcotráfico, en especial en América Latina.
Mal o bien, la marihuana viene ganando terreno. En poco más de una década, se convirtió de droga ilícita a permitida para uso medicinal, en 14 estados de EEUU y su capital. Luego la despenalización de su consumo se aceptó en varios países latinoamericanos y ahora, si los californianos votan a favor por la Propuesta 19, será legal su cultivo, posesión, compra y uso recreativo para mayores de 21 años.
Las últimas encuestas muestran que la Propuesta 19 está perdiendo terreno entre los votantes hispanos. La regulación del uso de marihuana con fines médicos en California es una de las más liberales del país. Se trata de una droga cada vez más aceptada, como lo manifiesta el 50% de los californianos, 13% más que en 1969; una tendencia favorecida quizás por la imagen de médicos recetando en kiosquitos de playa a cualquier usuario que argumente dolor de cabeza.
Quienes favorecen la legalización del cannabis anteponen conceptos prácticos y económicos. Estiman que California recaudará 1,4 billones de dólares al año en impuestos. Se ahorrarán miles de millones por no tener que procesar a criminales que ya no lo serán y gastos carcelarios que ascienden a 216.000 dólares al año por cada delincuente juvenil encarcelado, en contraste con 8.000 dólares que se gasta por un niño en el sistema público escolar. Estiman que la legalización blanqueará el mercado y reducirá los precios de la droga; suficientes disuasivos para los narcotraficantes.
Quienes están en contra saben que la marihuana detona enfermedades psiquiátricas, provoca adicción, incentiva el uso de drogas más fuertes, desinhibe conductas delictivas, atrae efectos negativos al hogar, en el trabajo y provoca mayores accidentes, por lo que los ahorros se transferirán como gastos a otro sector. La sociedad estará más enferma y el narcotráfico no se diluirá, se enfocará en otros negocios y productos más rentables.
Independientemente de los argumentos, la Propuesta 19 generará dos desafíos adicionales. El gobierno de Barack Obama tendrá mayores dificultades para imponer la ley federal criminal contra las drogas en California, ya que tendrá que lidiar con una explosión de nuevos negocios como firmas de abogados y ligas de defensa del consumidor o franquicias, que prevén la venta de marihuana on-line o a domicilio como si fuera pizza, o como aditivos en comidas rápidas y helados.
Pero el mayor desafío es para Latinoamérica. La legalización es una nueva contradicción de EEUU, un país que apoya la erradicación de las drogas y el narcotráfico gastando millones en los países de la región, a través de los planes Colombia y Mérida, pero que hace cada vez menos para reducir el consumo; en definitiva, el mayor incentivo de los narcotraficantes.
En una cumbre regional esta semana, el mandatario colombiano Juan Manuel Santos ilustró el desafío que se avecina, preguntándose cómo podía poner preso a un campesino pobre de su país por plantar marihuana cuando será legal producirla, traficarla y consumirla en el mercado más rico del mundo.
El presidente mexicano Felipe Calderón, quien más de cerca está sufriendo los estragos del tráfico de drogas, se sumó a las críticas pidiendo a sus connacionales en California que voten en contra de la Propuesta 19, mientras el Congreso de su país desempolvó varios proyectos de ley que buscarían alinearse a la posible legitimación del otro lado de la frontera.
La legalización de la marihuana abrirá puertas insospechadas. Es un error si se fundamentan criterios económicos por sobre los problemas de salud pública o los efectos negativos al núcleo familiar, así como minimizar la necesaria discusión ética sobre el tema y sus repercusiones morales.
La permisividad legal que se conceda hoy a la marihuana nos debiera hacer reflexionar sobre el después. ¿Será que la ambición nos llevará en el futuro a legalizar drogas más duras y peligrosas?”.
martes, 2 de noviembre de 2010
Dona tu voz por los que no tienen voz
Dona tu voz por los que no tienen voz
Acabamos de lanzar este concurso de canto para gritar en contra de la impunidad y tratando de juntar fuerzas para pedir justicia por la cantidad de crímenes contra periodistas que permanecen en la impunidad.
El concurso de canto, no la podíamos empezar de mejor forma que con el célebre productor musical Emilio Estefan, siempre dispuesto a las causas justas, y quien nos brinda la credibilidad necesaria para convocar a mucha gente para que se anime a cantar canciones, escribirlas e interpretarlas, y de esa forma sumar su voz en contra de las injusticias.
Ojalá puedan contribuir a esta cusa escribiendo, cantando o al menos pasando la voz a sus amigos y colegas.
La libertad de expresión es una responsabilidad de todos.
Acabamos de lanzar este concurso de canto para gritar en contra de la impunidad y tratando de juntar fuerzas para pedir justicia por la cantidad de crímenes contra periodistas que permanecen en la impunidad.
El concurso de canto, no la podíamos empezar de mejor forma que con el célebre productor musical Emilio Estefan, siempre dispuesto a las causas justas, y quien nos brinda la credibilidad necesaria para convocar a mucha gente para que se anime a cantar canciones, escribirlas e interpretarlas, y de esa forma sumar su voz en contra de las injusticias.
Ojalá puedan contribuir a esta cusa escribiendo, cantando o al menos pasando la voz a sus amigos y colegas.
La libertad de expresión es una responsabilidad de todos.
lunes, 1 de noviembre de 2010
¿Murió la esperanza?
Esperanza / Hope fue uno de los lemas de campaña más populares de la historia electoral de los Estados Unidos, enarbolado vigorosamente por el entonces candidato Barack Obama. Se trató de un tema electoral por el que el actual presidente estadounidense no solo consiguió el apoyo de las minorías en este país, sino también la simpatía de poblaciones enteras de otras naciones, amigas, aliadas y enemigas.
Obama representó el cambio, la esperanza de que Estados Unidos modificara las políticas domésticas y externas amasadas por George Bush. Así se plegaron eufóricos a Obama no solo los hispanos y las mujeres, sino también las poblaciones y gobiernos de Cuba, Irán o Venezuela, de Francia, Alemania, Irak o Afganistán.
Lo que parecía una nueva época de esplendor para Estados Unidos se fue de a poco diluyendo y de repente mañana martes termine de confirmarse, cuando se renueven 435 sillas de la Cámara de Diputados, 37 de los 100 y 37 gobernaciones.
Los republicanos pronostican que ganarán el Congreso y con ello dificultarán cualquier intento de Obama de buscar la reelección dentro de dos años. Pero independientemente de lo que suceda lo cierto es que la esperanza del principio se ha desvanecido. No son muchos los logros que Obama ha obtenido y más lo que ha cosechado como críticas, es que mientras la economía vaya mal todo problema se potencia y se agudiza.
Como fallas, a este gobierno se le puede todavía achacar que los paquetes de estímulo no han surtido el efecto deseado, la economía sigue deprimida y el desempleo sigue sin poder reducirse con 15 millones de personas sin trabajo. Es cierto que Obama heredó crisis y caos, pero a tres años de la burbuja inmobiliaria hay millones de estadounidenses que perdieron sus viviendas y otros que están siendo ejecutados por los bancos.
La reforma del sistema de salud fue un logro, pero pareciera más político que práctico, mientras que los hispanos siguen esperando por una reforma de inmigración que no llega. Por otro lado, las tropas se retiraron de Irak, pero no volvieron a casa sino se desviaron a Afganistán, mientras que los intentos de atentados terroristas contra Estados Unidos se han duplicado, por lo que es difícil sentir que todo ha mejorado.
Veremos este martes cómo se comporta el electorado y si Obama tendrá que cambiar sus políticas para estos próximos dos largos años de mayor esperanza.
Obama representó el cambio, la esperanza de que Estados Unidos modificara las políticas domésticas y externas amasadas por George Bush. Así se plegaron eufóricos a Obama no solo los hispanos y las mujeres, sino también las poblaciones y gobiernos de Cuba, Irán o Venezuela, de Francia, Alemania, Irak o Afganistán.
Lo que parecía una nueva época de esplendor para Estados Unidos se fue de a poco diluyendo y de repente mañana martes termine de confirmarse, cuando se renueven 435 sillas de la Cámara de Diputados, 37 de los 100 y 37 gobernaciones.
Los republicanos pronostican que ganarán el Congreso y con ello dificultarán cualquier intento de Obama de buscar la reelección dentro de dos años. Pero independientemente de lo que suceda lo cierto es que la esperanza del principio se ha desvanecido. No son muchos los logros que Obama ha obtenido y más lo que ha cosechado como críticas, es que mientras la economía vaya mal todo problema se potencia y se agudiza.
Como fallas, a este gobierno se le puede todavía achacar que los paquetes de estímulo no han surtido el efecto deseado, la economía sigue deprimida y el desempleo sigue sin poder reducirse con 15 millones de personas sin trabajo. Es cierto que Obama heredó crisis y caos, pero a tres años de la burbuja inmobiliaria hay millones de estadounidenses que perdieron sus viviendas y otros que están siendo ejecutados por los bancos.
La reforma del sistema de salud fue un logro, pero pareciera más político que práctico, mientras que los hispanos siguen esperando por una reforma de inmigración que no llega. Por otro lado, las tropas se retiraron de Irak, pero no volvieron a casa sino se desviaron a Afganistán, mientras que los intentos de atentados terroristas contra Estados Unidos se han duplicado, por lo que es difícil sentir que todo ha mejorado.
Veremos este martes cómo se comporta el electorado y si Obama tendrá que cambiar sus políticas para estos próximos dos largos años de mayor esperanza.
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