Mostrando entradas con la etiqueta Irán. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Irán. Mostrar todas las entradas

diciembre 04, 2012

El impresentable Correa


El presidente Rafael Correa mostró el ángulo que más le favorece en su paso por Argentina, el del sarcasmo y el cinismo.
En su siempre actitud transgresora e irreverente, con la cual trata de ser popular, de barrio y electorero, termina muchas veces por enlodarse en sus propios dichos. Esta vez, de visita en Argentina, prefirió el cinismo para referirse al atentado contra la AMIA, sobre el que dijo entender que se trata de un hecho doloroso para los argentinos,  pero lo que realmente hay que ver es “cuántos murieron en el bombardeo de la OTAN a Libia". (¿¿??)
Ello vino a colación cuando defendió al presidente iraní, Mahmud Ajmadinejad, y al país persa, diciendo que no representan una amenaza como se les hace ver. Cuando se le hizo notar que el gobierno persa no permite que se procese a los iraníes acusados del atentado contra la AMIA, dijo que la OTAN mató a más gente en el bombardeo a Libia.

La apología del terrorismo y el apoyo explícito a un hombre que niega el holocausto judío, por sobre las víctimas del atentado contra la AMIA, no fue la única grosería de Correa en Argentina.

Aceptó recibir el premio de la Facultad de Periodismo de la Universidad Nacional de La Plata a la libertad de expresión, prácticamente en una actitud de burla contra muchos periodistas ecuatorianos que han sido víctimas de su gobierno.

El premio Rodolfo Walsh en la categoría de “Presidente Latinoamericano por la Comunicación Popular”, le fue entregado por su lucha en contra del poder hegemónico de los medios, como si ello sería mérito para recibir un galardón. Y lo peor fue que, fiel a su sarcasmo, ironizó por Twitter: “Universidad de La Plata me entrega el premio Rodolfo Walsh a la libertad de expresión. Conozco algunitos que deben comer cemento”.

Correa puede haberse mostrado contento con el premio, pero sabe que no tiene ningún valor, desde que también lo recibieron otros dos mandatarios que en el mundo entero se reconocen por ser violadores de la libertad de expresión y de la libertad de prensa: Hugo Chávez y Evo Morales.

diciembre 19, 2011

Chávez: Reacción previsible contra Obama


El presidente venezolano Hugo Chávez es muy previsible. Ante una crítica del presidente Barack Obama a una entrevista por escrito con el diario caraqueño El Universal, Chávez se deschavó contra Obama, a quien le dijo que debería gobernar mejor su desastre y no olvidarse de los afro descendientes y que Venezuela no volvería a ser colonia de nadie.

Las reacciones de Chávez fueron lo que se preveía ante un Obama que sin ofensas criticó las relaciones de Venezuela con el gobierno terrorista de Irán y con Cuba y que, en su parte más trascendente de su respuesta, se despachó en contra de las persistentes violaciones a los derechos humanos de parte del gobierno de Chávez.

Con mucha claridad, Obama respondió lo siguiente: “… Ciertas libertades y derechos son universales, entre ellos el derecho de los individuos a expresar libremente sus opiniones. La historia muestra que una prensa libre, así como magistrados y legislaturas fuertes e independientes son elementos esenciales de una sociedad libre. En nuestro mundo digital interconectado, la libertad de expresión es esencial para salvaguardar la democracia, ya sea en medios impresos, en la radio, en televisión, o en un blog en línea o red social. Las naciones que defienden esos derechos y libertades eventualmente son más prósperas y más exitosas. En las naciones que no defienden esos derechos, no es posible hacer responsables a los funcionarios por sus acciones, es más probable que la corrupción persista, y la gente no pueda vivir con las libertades básicas que merece.

Estos principios no solo son valores estadounidenses, sino derechos humanos fundamentales, y tanto EEUU como Venezuela tienen la responsabilidad de defenderlos. Recordemos que los estatutos de la Organización de Estados Americanos declaran que "la democracia representativa es una condición indispensable para la estabilidad, la paz y el desarrollo de la región". La Carta Democrática Interamericana igualmente expresa que "los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla".

Aquí en América, la historia de nuestra región ha sido una que ha visto a sus ciudadanos lograr un mayor control sobre sus vidas. Prácticamente, toda América Latina ha pasado de sufrir bajo dictaduras a vivir en democracias. Sin embargo, debemos llamar la atención cuando observamos una amenaza a los principios democráticos. En Venezuela, hemos sentido una gran inquietud al ver que se han tomado medidas para restringir la libertad de prensa, así como para erosionar la separación de poderes que son tan necesarios para que la democracia prospere. En todos los países de la región, queremos ver elecciones que sean libres y justas”.

Era evidente que Chávez se iría por la tangente, no respondería a Obama sobre las violaciones a los derechos humanos y seguiría con su cantaleta sobre el colonialismo del imperio. Es decir, un Chávez con más de lo mismo.

octubre 20, 2011

Conspiración iraní

De comprobarse la veracidad del supuesto complot de agentes del gobierno iraní para asesinar al embajador saudita en EE.UU. y atentar contra las embajadas de ese país y de Israel en Washington y Buenos Aires, se me ocurren varias consideraciones.

Primero: Si se presentan más evidencias que lo declarado hasta ahora por uno de los agentes iraníes apresado gracias a informantes de la agencia antidrogas estadounidense, que se hicieron pasar por narcotraficantes del cartel mexicano los Zetas, EE.UU. podrá recobrar algo de la credibilidad que perdió cuando invadió Irak en busca de armas de destrucción masiva que jamás encontró.

Segundo: También le servirá para aumentar las presiones contra Irán que insiste que su futura planta nuclear solo tiene fines pacíficos y para recordar que los persas no son nuevos en este “negocio” ni en el de la propaganda. Ya fueron acusados de patrocinar terrorismo, como los ataques contra la embajada estadounidense en Beirut en 1983, y los atentados en Buenos Aires contra la embajada israelí en 1992 y contra la Asociación Mutual Israelita Argentina en 1994; mientras que su presidente, Mahmud Ahmadineyard, sigue empeñado en negar el Holocausto e insiste que Setiembre 11 fue una auto confabulación.

Tercero: Si se comprueba el involucramiento en actividades terroristas de los Zetas, a quienes le habían pagado 100 mil dólares de un total de 1.5 millones para cometer los atentados, se desmorona la teoría de quienes creen que el narcotráfico se debe combatir con la legalización de las drogas y que los narcos se contentarían con que se les blanquee su negocio para no entrar en otras tareas delictivas. Los ex presidentes latinoamericanos César Gaviria, Ernesto Zedillo y Fernando Cardozo tuvieron esta iniciativa, a la que luego se sumó el ex mandatario Vicente Fox, quien sugirió crear una nueva clase de empresarios que se inscriba como tal y pague impuestos. Pura ingenuidad.

Cuarto: El complot también deja al descubierto las relaciones peligrosas que se vienen tejiendo entre regímenes despóticos y Latinoamérica, motivadas principalmente por el gobierno de Hugo Chávez, que, interesado en despechar a EE.UU., le importa poco las relaciones con Argentina, que desde hace años busca – aunque ahora con menor intensidad - que se ejecuten las órdenes de arresto contra una decena de funcionarios iraníes acusados de los atentados en Buenos Aires.

Quinto: Desenmascara muy bien a Chávez, quien respalda causas perdidas como las de las dictaduras de Libia o la de Cuba o de cualquier otro régimen que rechace elecciones y democracia. Esta semana, por ejemplo, patrocinó el viaje a Siria de cancilleres del Alba, como los de Venezuela, Ecuador, Cuba, Nicaragua y Bolivia, con el objetivo de apoyar al presidente Bashar Assad, responsable de la represión que dejó más de tres mil víctimas en las movilizaciones por la democracia.

Sexto: El complot recuerda que el terrorismo también es promovido en nuestra región. El ex presidente colombiano Alvaro Uribe poco antes de dejar la Presidencia, denunció a Chávez en foros internacionales por dar protección, entrenamiento y armas a narcoterroristas de las Farc. Así como también, delató las conexiones políticas de las Farc no solo con sus aliados históricos del gobierno de Cuba, sino con dineros y conexiones a las arcas de la campaña electoral del presidente ecuatoriano Rafael Correa. Implicaciones todas, que emergieron claramente de las computadoras rescatadas durante el bombardeo contra las guerrillas colombianas en suelo ecuatoriano.

Séptimo: Tanto estos gobiernos, como el iraní, acusan a EE.UU. de diseminar propaganda y rechazan toda injerencia. Se trata de la misma excusa que usó esta semana Chávez para rechazar 38 recomendaciones del Examen Periódico Universal (EPU) del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, para que su gobierno permita la independencia del Poder Judicial y, entre otras, que no castigue a ciudadanos, opositores y periodistas por ejercer la libertad de expresión.

Por último, es necesario que EE.UU. presente mejores pruebas. Sería la única forma para que los organismos multilaterales, bajo amenaza de sanciones y expulsiones, obliguen a estos países a investigar los hechos, en lugar de solo rechazarlos. Si no, todo quedará en anécdotas.

octubre 11, 2011

Atentado frustrado; ¿qué interrogantes deja?

El frustrado atentado supuestamente organizado por allegados al gobierno iraní para asesinar al embajador de Arabia Saudita y a las embajadas de su país y de Israel, tanto en Washington como en Buenos Aires, como denunció hoy el ministro de Justicia de EE.UU, Eric Holder, deja algunos interrogantes en América Latina.
El principal, es si el gobierno de Hugo Chávez puede ser respetado después de respaldar al régimen iraní, teniendo en cuenta además que el Poder Judicial y el Ejecutivo de Argentina han responsabilizado a los iraníes, principalmente al ministro actual de Defensa, por los atentados sufridos contra la AMIA y la embajada de Israel en Buenos Aires años atrás.
El segundo tema que deja como interrogante es que Los Zetas, narcos mexicanos, no solo vienen incurriendo en materia de crimen organizado, sino también en cuestiones de terrorismo internacional, según se desprende de lo que se ha informado, respecto a que los iraníes, Manssor Arbabsiar y Gholam Shakuri, estaban complotando con integrantes de Los Zetas para que cometieran los atentados a cambio de cifras millonarias. Esto trae a colación, aquellas viejas ideas de ex presidentes latinoamericanos, y de varios líderes, que creen que la mejor respuesta contra el narcotráfico es la legalización de las drogas o, al menos, la de la marihuana.
El atentado que irían a cometer dos iraníes cercanos al Gobierno de ese país, fue frustrado por la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la Dirección Estadounidense Antidrogas (DEA) , según el gobierno federal. Incluís el asesinato del embajador de Arabia Saudita en Estados Unidos, Adel Al-Jubeir, además de su embajada y la de Israel en Washington, así como en Buenos Aires.
Robert Muller dijo hoy en una conferencia de prensa que Arbabsiar, estadounidense, confeso integrante de la Guardia Revolucionaria Iraní, fue detenido el pasado 29 de septiembre en Nueva York; mientras que Shakuri sigue en libertad de Irán, su país de origen.
Obviamente las quejas del presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, no se hicieron esperar. “Es un invento de Estados Unidos”. Por su parte, desde la Casa Blanca se supo que Brack Obama fue informado sobre este tema en junio pasado y que dio luz verde para que se hagan las labores de inteligencia.

mayo 25, 2011

PDVSA, una buena decisión


Era ya hora de que el gobierno de Barack Obama prestara mayor atención al desatino del gobierno de Venezuela de mantener relaciones casi carnales con el régimen dictatorial de Irán, sospechado por la comunidad internacional de fabricar bombas atómicas, algo que todavía no ha sido del todo comprobado.
Lo cierto es que el régimen iraní se ha mostrado escurridizo y poco trasparente en este terreno, y ha aprovechado la retórica de otros gobiernos autoritarios, como el de Chávez, para infiltrar su propaganda por toda Latinoamérica, y para hacer negocios y enriquecerse a pesar de que sobre ese gobierno pesan medidas restrictivas impuestas por la ONU.
El gobierno de Venezuela criticó las sanciones contra PDVSA de parte del gobierno de EE.UU. por entrometerse en su soberanía. Pero EE.UU. también mantiene su soberanía cuando trata de defender los intereses de sus ciudadanos, y esas sanciones están encaminadas a ello.
EE.UU. había dejado pasar mucha retórica de parte de Hugo Chávez sin haber hecho mucho, tal vez cuidando el envío de 900 mil barriles diarios de petróleo. Sin embargo, estas sanciones parecen estar encaminadas a otra política más seria de Washington en contra de Chávez para minar su posición política frente a las elecciones de 2012. Probablemente habrá muchas pruebas de nacionalismos a favor de Chávez y solidaridad internacional a corto plazo, pero lo de PDVSA es una sanción destinada al largo aliento. Y será efectiva. Y era necesaria.  
A continuación, mi columna de este fin de semana que titulé “Chávez: la Injerencia hipócrita” en la que justamente hablaba de la necesidad de sanciones en contra de Chávez.
Si se comprobara la denuncia del diario alemán Die Welt sobre la confabulación iraní-venezolana para la instalación de una base de misiles de mediano alcance en Venezuela, se confirmaría a la vez que Hugo Chávez es el gobernante más hipócrita de la época. Y uno de los más peligrosos.
El año pasado, convertido en fiscal público, Chávez logró que se abortara la presencia de militares estadounidenses en bases de Colombia, argumentando que esa injerencia desestabilizaría la región. Sin embargo, fue él  quien desafió la paz regional, convirtiéndose en el mayor comprador de armas entre países en desarrollo, permitiendo a la Guardia Revolucionaria Iraní instalarse en su territorio para construir  bunkers en la Península de Paraguaná y manteniendo una fuerte alianza con las narco guerrillas colombianas de las FARC.

Aunque el gobierno venezolano se victimice con creativas teorías conspirativas, existen evidencias en su contra. La principal fue ratificada el 10 de mayo por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos en Londres, basado en un análisis de los archivos digitales que el ejército colombiano le incautó a las FARC en Ecuador, durante la “Operación Fénix” de 2008. El instituto reveló que el gobierno venezolano ofreció 300 millones de dólares, refugio, armas y apoyo diplomático a favor de las guerrillas, a cambio de entrenamiento a militantes, asesinato de opositores y protección ante una eventual invasión de EEUU.
La denuncia del Die Welt, basada en “servicios de inteligencia occidentales”, no es descabellada. La injerencia del presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad en Venezuela se solidificó en el último lustro. Se sospecha que los vuelos semanales de la ruta Teherán-Caracas, más que pasajeros, trasladan uranio e informes de inteligencia; que aumentó la compra de pertrechos militares y que los persas encontraron en el chavismo, la llave para entrar en los mercados del ALBA con mercancías e ideología antisemita.
La intromisión embustera de Chávez en la región, no se agota en lo militar. También ha teñido de ilegalidad varios procesos electorales, bajo la seducción de una billetera repleta de petrodólares. El candidato peruano Ollanta Humala está ahora pagando las consecuencias frente a su contrincante Keiko Fujimori de caras a las elecciones del 5 de junio, desde que se le acusa de haber recibido valijas llenas de efectivo para su campaña de 2006. Maletas similares empañaron la anterior campaña de Cristina Kirchner en Argentina, la de Fernando Lugo en Paraguay e hicieron que al hondureño Manuel Zelaya lo echaran en pijama, cuando procuraba cambiar la Constitución para eternizarse en el poder.
Los dineros de Chávez también aderezaron otras reformas constitucionales y campañas como la de Evo Morales y Rafael Correa, quien habría recibido fondos de las FARC en 2006 por lo que está siendo investigado por la fiscalía ecuatoriana.
Chávez, asimismo, es el mayor sostén de los gobiernos de Daniel Ortega en Nicaragua y los hermanos Castro en Cuba. En todos los casos, se trata de alianzas estratégicas para intercambiar desde enfermeros y estudiantes, hasta ideología y servicios de inteligencia. También para cerrar, comprar o expropiar medios de comunicación independientes, hacer propaganda, controlar a la justicia o sembrar planes para desbaratar a la oposición.
Hasta ahora, Chávez ha maniobrado con destreza sorteando acusaciones directas que lo involucren. En cuanto a los misiles iraníes, la comunidad internacional no debería aceptar desmentidos, sino exigir pruebas fehacientes de que no existen. En el caso del abierto respaldo a las criminales FARC, y  pese a que la Corte Suprema colombiana desestimó el contenido de las computadoras de la guerrilla como evidencias procesales, los tribunales internacionales tienen pruebas suficientes para enjuiciarlo, como la Corte Penal Internacional acaba de hacer con el libio Muamar al Kadafi. Y por su descarada infiltración desestabilizando elecciones ajenas, se debería expulsar a Venezuela de organismos multilaterales y aplicarse sanciones que constan en la Carta Democrática Interamericana.
Aunque algunos de sus colegas, como el presidente colombiano Juan Manuel Santos, lo justifiquen equívocamente como a su “nuevo amigo”, la injerencia hipócrita de Chávez no atrajo mucha amistad para la región. Las pruebas demuestran que el doblez de Chávez, si algo está generando, es enemistades, inestabilidad y debilitamiento democrático.

mayo 19, 2011

Chávez y la confabulación con Irán


Si se comprobara que las denuncias actuales que realizó el diario alemán Die Welt sobre que el gobierno de Irán estaría confabulado con el de Venezuela para la instalación de misiles balísticos de mediano alcance en suelo venezolano, quedaría confirmado que el presidente Hugo Chávez es uno de los gobernantes más hipócritas de la década.
La farsa de Chávez deviene, especialmente, por ser quien más ha tratado de detener la injerencia militar de EEUU en Colombia, habiéndose convertido en el primer importador de armas de todo Latinoamérica, habiendo cedido su territorio a las FARC y tejido una amplia red de apoyo para esta narcoguerrilla, tanto a nivel económico como logístico, y creado una alianza armónica con el régimen iraní, de la cual ahora se observa que los vuelos directos entre Teherán y Caracas y la fábrica de bicicletas iraní, pudieran formar parte de sospechoso rompecabezas.
Habrá que ver las connotaciones de estos episodios. El gobierno venezolano tendrá que hacer mucho más que desmentir la posibilidad de albergar un secreto arsenal iraní; tendrá que demostrarlo, para no caer víctima de represalias de la comunidad internacional. Mientras que los servicios de inteligencia estadounidense tendrán que arreglárselas para sacar la verdad a la luz, sin caer en los mismos errores cometidos en Irak cuando se condenó a un régimen por poseer armas de destrucción masiva que jamás se encontraron, para no seguir perdiendo autoridad ni credibilidad a nivel mundial.
Más allá de lo que se compruebe o no, lo que también deja esto en evidencia una débil posición del nuevo gobierno colombiano de Juan Manuel Santos, ya que si algún perjudicado existe por las políticas injerencistas de Venezuela es justamente Colombia. Ya que la fortaleza de Venezuela - el armamentismo de Chávez, su relación con las FARC, el supuesto arsenal balístico y la neutralización de tropas estadounidenses en bases militares colombianas – es directamente proporcional a la debilidad de Colombia.
La injerencia hipócrita de Chávez no se agota solamente en su conducta militar, sino también en la del demócrata. Es el mayor promotor ilegal de procesos electorales en la región, que aunque no pasan desapercibidos, los sigue haciendo con total impunidad. De ahí las denuncias que pesan sobre el candidato peruano Ollanta Humala sobre valijas diplomáticas llenas de efectivo para la campaña del 2006, valijas similares sobre las que todavía se investigan para la campaña electoral que llevó a Cristina de Kirchner a la Presidencia, las del 2008 para la campaña del ahora presidente Fernando Lugo y las que engrosaron las arcas de Manuel Zelaya para cuando pretendió una reforma constitucional, las que sí se lograron en Bolivia y Ecuador.
Esto sin contar los dineros perennes a modo de cuotas, subsidios y cheques en blanco que reciben los gobiernos de los hermanos Castro en Cuba, el de Evo Morales en Bolivia y el de Daniel Ortega, los que son usados para todo tipo de campañas extra gubernamentales, como la instalación y compra de medios de comunicación, aparatos de inteligencia, préstamos para compra de armas y desestabilización de la oposición.

marzo 25, 2011

Derechos humanos y su manipulación política

En el día que se recordará porque Brasil votó a favor en el Consejo de De Derechos Humanos para que se envíe un investigador de derechos humanos a Irán, terminando el idilio de tantos años del ex presidente Lula Da Silva con el régimen iraní, les comparto la columna que bajo el título “derechos humanos politizados”, publicaron varios medios esta semana.

Cuando de violaciones a los derechos humanos se trata, los gobiernos tienden a ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio. De ahí que el presidente venezolano Hugo Chávez propusiera que la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) tenga su propio tribunal internacional, al considerar que los de la ONU y la OEA son títeres de EE.UU. y chantajean en su nombre.

La coartada de Chávez le permite desviar la atención de las violaciones que su gobierno comete, prohibir la supervisión de organismos internacionales en su territorio, expulsar a directivos de Human Rights Watch o desconocer los fallos de la Corte Interamericana, sin temor a reprimendas. Su hipocresía le vale de excusa para intercambiar con Moamar al Kadafi la espada de Simón Bolívar por el Premio Internacional de los Derechos Humanos; o “comprarlo” para que lo exhiban de trofeo sus solidarios colegas Daniel Ortega y Evo Morales.

Los políticos tienen esa extraña forma de solidaridad para omitir las denuncias de los violadores cuando se trata de camaradas de ideología. Así lo resaltó el ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardoso para acusar a su sucesor, Lula da Silva, por haber llamado “líder y hermano” a Kadafi, o prodigarle honores a los hermanos Castro.

Salvo excepciones, los intelectuales también se comportan igual. Lo confirma el escaso apoyo que despertó la valiente arremetida del disidente cubano, Oscar Elías Biscet, apenas salido de la cárcel. Rechazando el destierro, pidió a Raúl y Fidel Castro que renunciaran por mantener una dictadura totalitaria de corte hitleriano-stalinista.

Raúl Castro no replicó. Seguro que sus amigos lo harán por él, como en 2009, cuando la Comisión de Derechos Humanos de la ONU reconoció a su gobierno por sus “significativos resultados en la promoción y protección de los derechos humanos para todos''. Entonces, el comité estaba dominado por China y Libia, y la resolución fue promovida por Venezuela, tres gobiernos de sobra conocidos por acusar a otros de los delitos que ellos cometen.

Esa incongruencia entre lo que se dice y hace, también alcanza a EE.UU. El gobierno de Barack Obama promueve erradicar la violencia en la frontera con México, pero su Departamento de Justicia autorizó la operación secreta “Rápido y Furioso”, con la que se infiltraron armas de asalto entre narcotraficantes con la justificación de poder rastrear sus conductas y aniquilarlas.

Algunos insisten en que un fin loable justifica medios espurios, pero el problema es que esas armas pudieron generar más muertes de inocentes. Justificar esa acción, sería como creer que para comprobar la eficiencia de la penicilina, EE.UU. actuó bien a mediados del siglo pasado, cuando sus médicos inyectaron con sífilis y gonorrea a centeneras de presos y pacientes psiquiátricos de Guatemala. Tan abominable fue aquel laboratorio de Estado, como la filtración de armas entre los narcos más violentos del mundo.

El Estado es por naturaleza quien debe proteger los derechos humanos y prevenir sus violaciones, de ahí la gravedad cuando los infringe. Así, no se pueden justificar los genocidios de los militares latinoamericanos o el uso reciente de los servicios secretos en Argentina, Colombia y Perú, para espiar o perseguir a opositores, jueces y periodistas. Por prácticas similares, es que los egipcios destituyeron esta semana sus servicios de inteligencia para garantizar que los vientos democráticos permitan un verdadero cambio.

En derechos humanos, las medidas deben ser preventivas, no solo correctivas. Por eso empezaron a lloverle críticas a los gobiernos japoneses. Nadie duda del estoicismo y la honradez de un pueblo que sobrelleva con orden un terremoto y un tsunami catastróficos; pero no se entiende como uno de los países más previsores del mundo, falló por décadas en inspeccionar y reacondicionar los reactores nucleares de Fukushima, a expensas del derecho a la vida de sus ciudadanos.

El olvido también es una forma peligrosa de politizar los derechos humanos. La desmemoria permite que dictadores sangrientos, como el haitiano Jean-Claude Duvalier, puedan regresar campantes a probar suerte en países que en su momento vilipendiaron.

Si no hay memoria, es decir justicia, algún día también podría volver el “carnicero de Trípoli”, si es que lo destronan o neutralizan, como lo acaba de autorizar el Consejo de Seguridad de la ONU.

marzo 02, 2011

China se suma a Irán, contra la prensa extranjera

Como consecuencia de la cobertura que los corresponsales extranjeros estaban dando a las protestas convocadas en China a través de internet, el gobierno impuso nuevas restricciones a los periodistas de la prensa internacional para que no se puedan acercar a una plaza en Shangai y a una serie de calles en Pekín, así como ya existían para la zona del Tíbet.

Con estas zonas de exclusión, China adopta las mismas medidas que el régimen autoritario de Irán que prohibió a los periodistas cubrir las protestas después de las escandalosas y mortales revueltas de 2009, cuando la oposición se alzó en contra del fraude electoral que terminó proclamando a Mahmud Ahmadineyad como presidente reelegido.

En China esta represión contra la prensa recuerda la discriminación que sufrieron los periodistas durante la cobertura de las olimpíadas en 2008 y de las revueltas estudiantiles en la Plaza de Tiananmen de 1989, cuando todavía no había internet ni teléfonos celulares y se dependía del periodismo tradicional para conocer la verdad.

A pesar de las redes sociales y el internet, y las nuevas tecnologías que han ayudado a que las revueltas en el mundo árabe sean conocidas y contagiadas, la labor de la prensa es importante en la organización y selección de la información y para iluminar los conflictos, lo que es trascendente para que el público tenga una mayor comprensión de los conflictos y se cree opinión pública.

China despierta incredulidad cuando se muestra manipulador y censor de la información, encarcela cibernautas y restringe a los periodistas. Situación que no solo la asemeja a países del mundo árabe, sino también a Cuba, donde la prensa independiente fue encarcelada y ahora desterrada y los corresponsales extranjeros son llamados por las autoridades para que expliquen sus notas con la intención de que se mantengan autocensurados.

Cualquier país en el mundo con este récord como el de China, en franca violación de los derechos humanos y la libertad de expresión, suele ser fuertemente condenado por la comunidad internacional. Pero una vez más, observamos como los intereses económicos sosiegan esos reclamos ante un avance impresionante de su desarrollo y economía, que pronto catapultarán a China como la primera potencia mundial.

Sin prensa internacional libre, difícilmente podamos ver toda la verdad, aunque las nuevas tecnologías estén ayudando a que haya mejor comunicación y los conflictos estén más iluminados.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...