Mostrando entradas con la etiqueta Mahmoud Ahmadinejad. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mahmoud Ahmadinejad. Mostrar todas las entradas

marzo 09, 2013

Chávez "forever"


La despedida de Chávez terminó siendo una prolongación de la polarización constante que el chavismo y el propio Hugo Chávez crearon en Venezuela. Nicolás Maduro tenía la oportunidad de mostrarse diferente, conciliador, pacificador, en cambio dio un discurso en el que mostró que quiere seguir en la misma tónica.
Se trata de una fórmula calculada, tal vez la única que conoce para retener el poder. Un  chavismo diferente seguramente perdería su base movilizada. Un chavismo diferente jamás hubiera permitido transgredir la Constitución como se hizo, pisoteando la institución presidencial, sirviéndose de un Tribunal Supremo totalmente dependiente del Ejecutivo.
En su encendido discurso Maduro dijo que “jamás en 200 años se mintió tanto sobre un hombre, ni aquí, ni en el mundo" y volvió a acusar a los enemigos por “traición de la patria”, es decir prácticamente el 43% de los venezolanos que no han votado por Chávez en las elecciones de octubre y muchos otros que tampoco creyeron que Chávez se caracterizaba por decir la verdad. Luego se extralimitó cuando al hacer comparaciones con Bolívar, estableció que Chávez sufrió más, tratando de emanciparlo como la gran víctima del mundo, vilipendiado por los de adentro y por los de afuera, sobre la base no solo de malentendidos sino también de conspiraciones constantes.
Lo más contradictorio de su discurso fue cuando dijo que “si alguien quiere saber quién fue Hugo Chávez, lean su Constitución, conozcan su letra y su acción. Aquí esta nuestra guía", una Constitución que el propio chavismo y Chávez pisotearon cientos de veces, especialmente horas después cuando Maduro asumió como presidente encargado, contrario a lo que establece la Carta Magna. ¿Cómo se puede pensar bien de un gobierno, cuando su primer acto es ilegítimo?  
Lo bueno en el sepelio es que confluyeron personajes y representantes de gobiernos de distintas ideologías para rendir sus respetos, incluidos algunos líderes alejados del pensamiento de Chávez, como Sebastián Piñera y Enrique Peña Nieto. Me extrañó, no obstante, que se le haya dado la ovación más grande al presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, por encima de Raúl Castro, Rafael Correa y Evo Morales o del reverendo estadounidense Jesse Jackson, quien habló de la cultura, el deporte y el petróleo como características que unen a Venezuela y EE.UU., pero no dijo nada sobre la democracia y los derechos humanos que siempre fueron los puntos débiles del chavismo.
Lo del líder iraní fue sorprendente porque prometió muchas cosas para Venezuela que nunca cumplió, quedándole en el tintero grandes proyectos de infraestructura o habiendo dejado algunas frases célebres demasiado sarcásticas y cínicas para el cristianismo como aquella de que Chávez resucitará y junto a Jesucristo bajará a la tierra para imponer paz y justicia.
Lo del iraní no es otra cosa que un favor al chavismo para seguir alimentando el narcisismo y el culto a la personalidad de la figura de Chávez, lo que siempre ha impuesto como objetivo principal en el país para mantener lo que en propaganda se llama agitación de las masas. De ahí luego que el hecho de embalsamar el cuerpo de Chávez haya sido un paso natural del rito y culto a la personalidad que se quiere eternizar.
De esa forma, como lo hicieron otros regímenes populistas en el mundo - al contrario del pensamiento sublime de los egipcios sobre la trascendencia de la vida en el más allá - el movimiento chavista se aprovecha de la inercia de las masas para instalar a un Chávez forever, que le sirva de gasolina y oxígeno para todos sus fines terrenales.
Es probable que la figura de Chávez le alcance al chavismo para mantener el poder, especialmente porque 30 días es un lapso de tiempo escaso en el que el duelo y las emociones seguirán siendo reivindicados por el gobierno no solo como armas de respeto, sino también de propaganda proselitista.
El futuro es incierto. La profunda crisis económica en la que Chávez dejó sumida a Venezuela jugará un papel clave y pudiera ser un punto de inflexión en la política venezolana. El autoritarismo, como el de Cuba, puede ser la única fórmula capaz de mantener la cohesión política cuando la economía falla, pero aun así, ni la Unión Soviética pudo sobrevivir a la presión económica.
Un Chávez forever, políticamente hablando, solo será posible mientras la economía arroje índices razonables.  

enero 18, 2012

Las Malvinas y los amigos de Cristina


(comparto con ustedes mi columna del fin de semana pasado)

En coincidencia con la recepción de alfombra roja que recibió esta semana en América Latina el presidente iraní, Mahmoud Ahmadinejad, los 30 años de la guerra por las Islas Malvinas y los 20 del atentado contra la embajada israelita en Buenos Aires, es hora que el gobierno argentino elija mejor a sus amigos latinoamericanos.

Ahmadinejad, en su quinto viaje a la región para contrarrestar el anuncio de EE.UU. y la Unión Europea de mayores sanciones por su dudoso programa nuclear con fines pacíficos y su amenaza de cerrar el grifo petrolero en el Estrecho de Ormuz, paseó su propaganda anti estadounidense por Cuba, Ecuador, Nicaragua y Venezuela, recogiendo flores que en su país se le niegan.

En ese banquete anti imperialista, a Raúl Castro, Rafael Correa, Daniel Ortega y Hugo Chávez se les olvidó reparar en el reclamo de sus colegas Cristina de Kirchner, de su esposo fallecido, Néstor y de la justicia Argentina, que acusan a Irán de la autoría intelectual de los atentados en Buenos Aires contra la embajada israelí en 1992 y contra la Asociación Mutual Israelita Argentina en 1994.

Cristina no debería ser ingenua. Sus cuatro “amigos” jamás criticarán las pericias anti democráticas de su aliado persa porque ellos mismos las practican, con fraude electoral, apoyo a movimientos terroristas y persecución a la prensa independiente. En Cuba están prohibidas las expresiones y reuniones, se reprime y encarcela a disidentes; en Nicaragua, Ecuador y Venezuela se han vivido procesos electorales irregulares; se persigue judicialmente a los medios provocando su cierre y forzando a periodistas al exilio; mientras que los cuatro gobiernos tienen un largo historial de apoyo a las narco guerrillas de las FARC.

La revolución de Ahmadinejad es responsable de tres millones de votos irregulares que en el 2009 le dieron la reelección; de la represión salvaje contra manifestantes que precedió a la Primavera Árabe; de ser la mayor prisión de periodistas del mundo, con 42 encarcelados el año pasado y de haber planificado ataques contra plantas nucleares estadunidenses y otros atentados contra embajadas sauditas e israelitas en Buenos Aires y Washington, según evidencias descubiertas en meses pasados.

Los mismos cuatro gobiernos justificaron su soberanía para recibir al régimen terrorista iraní y no faltaron críticas al embargo estadounidense contra Cuba. Pero ignoraron que es ejercicio soberano de las naciones observar o implementar bloqueos como el que ratificaron esta semana los países miembros del Mercosur, al prohibir que barcos con bandera de las Islas Malvinas recalen en sus puertos.

Los embargos y bloqueos económicos, aunque no tengan los efectos deseados, como el de reinstaurar la democracia en Cuba después de 50 años, sirven para presionar e instalar posiciones políticas en la agenda internacional, como el efectuado por las Naciones Unidas contra Sud África, en solidaridad con las víctimas del apartheid.

Bajo esas premisas solidarias, esta semana los gobiernos de Dilma Rousseff, Sebastián Piñera, Fernando Lugo y José Mujica ratificaron la decisión del Mercosur de su reunión en diciembre, para apoyar a Argentina en su reclamo por la soberanía de las Islas Malvinas que intentó recuperar en la guerra de 1982.

Gran Bretaña trató de revertir esa decisión con fuerte presión diplomática contra Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, pero bastó que el gobierno argentino recordara las decenas de resoluciones emitidas por las Naciones Unidas que solicitan a los ingleses sentarse a la mesa de negociaciones y abandonar su absurda tozudez por mantener el colonialismo.

Sin dudas, el bloqueo del Mercosur es un espaldarazo para las aspiraciones argentinas sobre las Islas Malvinas; pero es insuficiente, debido a que los barcos malvinenses pueden burlarlo cambiando sus banderas por la del Reino Unido. Sería más efectivo si el bloqueo se aplicara a todos los navíos ingleses y si se lograra que Chile también cierre la línea de vuelos comerciales entre Punta Arenas y el archipiélago.

Por otro lado, sorprende que Correa y Chávez desaprovechen sumarse solidariamente al bloqueo para revalidar sus aspiraciones de ser socios plenos del Mercosur; aunque es buena oportunidad para que el gobierno argentino sepa quiénes son realmente sus buenos amigos.

mayo 25, 2011

PDVSA, una buena decisión


Era ya hora de que el gobierno de Barack Obama prestara mayor atención al desatino del gobierno de Venezuela de mantener relaciones casi carnales con el régimen dictatorial de Irán, sospechado por la comunidad internacional de fabricar bombas atómicas, algo que todavía no ha sido del todo comprobado.
Lo cierto es que el régimen iraní se ha mostrado escurridizo y poco trasparente en este terreno, y ha aprovechado la retórica de otros gobiernos autoritarios, como el de Chávez, para infiltrar su propaganda por toda Latinoamérica, y para hacer negocios y enriquecerse a pesar de que sobre ese gobierno pesan medidas restrictivas impuestas por la ONU.
El gobierno de Venezuela criticó las sanciones contra PDVSA de parte del gobierno de EE.UU. por entrometerse en su soberanía. Pero EE.UU. también mantiene su soberanía cuando trata de defender los intereses de sus ciudadanos, y esas sanciones están encaminadas a ello.
EE.UU. había dejado pasar mucha retórica de parte de Hugo Chávez sin haber hecho mucho, tal vez cuidando el envío de 900 mil barriles diarios de petróleo. Sin embargo, estas sanciones parecen estar encaminadas a otra política más seria de Washington en contra de Chávez para minar su posición política frente a las elecciones de 2012. Probablemente habrá muchas pruebas de nacionalismos a favor de Chávez y solidaridad internacional a corto plazo, pero lo de PDVSA es una sanción destinada al largo aliento. Y será efectiva. Y era necesaria.  
A continuación, mi columna de este fin de semana que titulé “Chávez: la Injerencia hipócrita” en la que justamente hablaba de la necesidad de sanciones en contra de Chávez.
Si se comprobara la denuncia del diario alemán Die Welt sobre la confabulación iraní-venezolana para la instalación de una base de misiles de mediano alcance en Venezuela, se confirmaría a la vez que Hugo Chávez es el gobernante más hipócrita de la época. Y uno de los más peligrosos.
El año pasado, convertido en fiscal público, Chávez logró que se abortara la presencia de militares estadounidenses en bases de Colombia, argumentando que esa injerencia desestabilizaría la región. Sin embargo, fue él  quien desafió la paz regional, convirtiéndose en el mayor comprador de armas entre países en desarrollo, permitiendo a la Guardia Revolucionaria Iraní instalarse en su territorio para construir  bunkers en la Península de Paraguaná y manteniendo una fuerte alianza con las narco guerrillas colombianas de las FARC.

Aunque el gobierno venezolano se victimice con creativas teorías conspirativas, existen evidencias en su contra. La principal fue ratificada el 10 de mayo por el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos en Londres, basado en un análisis de los archivos digitales que el ejército colombiano le incautó a las FARC en Ecuador, durante la “Operación Fénix” de 2008. El instituto reveló que el gobierno venezolano ofreció 300 millones de dólares, refugio, armas y apoyo diplomático a favor de las guerrillas, a cambio de entrenamiento a militantes, asesinato de opositores y protección ante una eventual invasión de EEUU.
La denuncia del Die Welt, basada en “servicios de inteligencia occidentales”, no es descabellada. La injerencia del presidente iraní Mahmoud Ahmadinejad en Venezuela se solidificó en el último lustro. Se sospecha que los vuelos semanales de la ruta Teherán-Caracas, más que pasajeros, trasladan uranio e informes de inteligencia; que aumentó la compra de pertrechos militares y que los persas encontraron en el chavismo, la llave para entrar en los mercados del ALBA con mercancías e ideología antisemita.
La intromisión embustera de Chávez en la región, no se agota en lo militar. También ha teñido de ilegalidad varios procesos electorales, bajo la seducción de una billetera repleta de petrodólares. El candidato peruano Ollanta Humala está ahora pagando las consecuencias frente a su contrincante Keiko Fujimori de caras a las elecciones del 5 de junio, desde que se le acusa de haber recibido valijas llenas de efectivo para su campaña de 2006. Maletas similares empañaron la anterior campaña de Cristina Kirchner en Argentina, la de Fernando Lugo en Paraguay e hicieron que al hondureño Manuel Zelaya lo echaran en pijama, cuando procuraba cambiar la Constitución para eternizarse en el poder.
Los dineros de Chávez también aderezaron otras reformas constitucionales y campañas como la de Evo Morales y Rafael Correa, quien habría recibido fondos de las FARC en 2006 por lo que está siendo investigado por la fiscalía ecuatoriana.
Chávez, asimismo, es el mayor sostén de los gobiernos de Daniel Ortega en Nicaragua y los hermanos Castro en Cuba. En todos los casos, se trata de alianzas estratégicas para intercambiar desde enfermeros y estudiantes, hasta ideología y servicios de inteligencia. También para cerrar, comprar o expropiar medios de comunicación independientes, hacer propaganda, controlar a la justicia o sembrar planes para desbaratar a la oposición.
Hasta ahora, Chávez ha maniobrado con destreza sorteando acusaciones directas que lo involucren. En cuanto a los misiles iraníes, la comunidad internacional no debería aceptar desmentidos, sino exigir pruebas fehacientes de que no existen. En el caso del abierto respaldo a las criminales FARC, y  pese a que la Corte Suprema colombiana desestimó el contenido de las computadoras de la guerrilla como evidencias procesales, los tribunales internacionales tienen pruebas suficientes para enjuiciarlo, como la Corte Penal Internacional acaba de hacer con el libio Muamar al Kadafi. Y por su descarada infiltración desestabilizando elecciones ajenas, se debería expulsar a Venezuela de organismos multilaterales y aplicarse sanciones que constan en la Carta Democrática Interamericana.
Aunque algunos de sus colegas, como el presidente colombiano Juan Manuel Santos, lo justifiquen equívocamente como a su “nuevo amigo”, la injerencia hipócrita de Chávez no atrajo mucha amistad para la región. Las pruebas demuestran que el doblez de Chávez, si algo está generando, es enemistades, inestabilidad y debilitamiento democrático.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...