De comprobarse la veracidad del supuesto complot de agentes del gobierno iraní para asesinar al embajador saudita en EE.UU. y atentar contra las embajadas de ese país y de Israel en Washington y Buenos Aires, se me ocurren varias consideraciones.
Primero: Si se presentan más evidencias que lo declarado hasta ahora por uno de los agentes iraníes apresado gracias a informantes de la agencia antidrogas estadounidense, que se hicieron pasar por narcotraficantes del cartel mexicano los Zetas, EE.UU. podrá recobrar algo de la credibilidad que perdió cuando invadió Irak en busca de armas de destrucción masiva que jamás encontró.
Segundo: También le servirá para aumentar las presiones contra Irán que insiste que su futura planta nuclear solo tiene fines pacíficos y para recordar que los persas no son nuevos en este “negocio” ni en el de la propaganda. Ya fueron acusados de patrocinar terrorismo, como los ataques contra la embajada estadounidense en Beirut en 1983, y los atentados en Buenos Aires contra la embajada israelí en 1992 y contra la Asociación Mutual Israelita Argentina en 1994; mientras que su presidente, Mahmud Ahmadineyard, sigue empeñado en negar el Holocausto e insiste que Setiembre 11 fue una auto confabulación.
Tercero: Si se comprueba el involucramiento en actividades terroristas de los Zetas, a quienes le habían pagado 100 mil dólares de un total de 1.5 millones para cometer los atentados, se desmorona la teoría de quienes creen que el narcotráfico se debe combatir con la legalización de las drogas y que los narcos se contentarían con que se les blanquee su negocio para no entrar en otras tareas delictivas. Los ex presidentes latinoamericanos César Gaviria, Ernesto Zedillo y Fernando Cardozo tuvieron esta iniciativa, a la que luego se sumó el ex mandatario Vicente Fox, quien sugirió crear una nueva clase de empresarios que se inscriba como tal y pague impuestos. Pura ingenuidad.
Cuarto: El complot también deja al descubierto las relaciones peligrosas que se vienen tejiendo entre regímenes despóticos y Latinoamérica, motivadas principalmente por el gobierno de Hugo Chávez, que, interesado en despechar a EE.UU., le importa poco las relaciones con Argentina, que desde hace años busca – aunque ahora con menor intensidad - que se ejecuten las órdenes de arresto contra una decena de funcionarios iraníes acusados de los atentados en Buenos Aires.
Quinto: Desenmascara muy bien a Chávez, quien respalda causas perdidas como las de las dictaduras de Libia o la de Cuba o de cualquier otro régimen que rechace elecciones y democracia. Esta semana, por ejemplo, patrocinó el viaje a Siria de cancilleres del Alba, como los de Venezuela, Ecuador, Cuba, Nicaragua y Bolivia, con el objetivo de apoyar al presidente Bashar Assad, responsable de la represión que dejó más de tres mil víctimas en las movilizaciones por la democracia.
Sexto: El complot recuerda que el terrorismo también es promovido en nuestra región. El ex presidente colombiano Alvaro Uribe poco antes de dejar la Presidencia, denunció a Chávez en foros internacionales por dar protección, entrenamiento y armas a narcoterroristas de las Farc. Así como también, delató las conexiones políticas de las Farc no solo con sus aliados históricos del gobierno de Cuba, sino con dineros y conexiones a las arcas de la campaña electoral del presidente ecuatoriano Rafael Correa. Implicaciones todas, que emergieron claramente de las computadoras rescatadas durante el bombardeo contra las guerrillas colombianas en suelo ecuatoriano.
Séptimo: Tanto estos gobiernos, como el iraní, acusan a EE.UU. de diseminar propaganda y rechazan toda injerencia. Se trata de la misma excusa que usó esta semana Chávez para rechazar 38 recomendaciones del Examen Periódico Universal (EPU) del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, para que su gobierno permita la independencia del Poder Judicial y, entre otras, que no castigue a ciudadanos, opositores y periodistas por ejercer la libertad de expresión.
Por último, es necesario que EE.UU. presente mejores pruebas. Sería la única forma para que los organismos multilaterales, bajo amenaza de sanciones y expulsiones, obliguen a estos países a investigar los hechos, en lugar de solo rechazarlos. Si no, todo quedará en anécdotas.
Quiero contarles sobre los procesos creativos de esta nueva historia sobre la verdad, la libertad y el miedo al futuro. Es mi nueva novela y espero publicarla cuando se sincronicen los planetas (las editoriales) o cuando se me acabe la paciencia y decida autopublicar -- Los contenidos de mi blog Prensa y Expresión están en el archivo. Blog por Ricardo Trotti
Mostrando entradas con la etiqueta complots. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta complots. Mostrar todas las entradas
octubre 20, 2011
junio 22, 2010
Chávez y los complots
Como no podría ser de otra manera, Hugo Chávez trata de ser noticia cada vez que hay una noticia que le sobrepasa en altura. Por enésima quinta vez sacó a relucir un nuevo plan de que fuerzas del mal estarían complotando para asesinarlo, una vieja treta que aprendió de su mentor Fidel Castro.
De esta forma, Chávez trata de opacar o deslindarse de la responsabilidad de tener que felicitar a Juan Manuel Santos, el nuevo presidente electo colombiano, o de sacarse de arriba todas las denuncias sobre corrupción, como los miles de contenedores de alimentos que el gobierno dejó pudrirse antes de entregarlo en sus misiones.
Para colmo de males, la revista Foreign Policy que acaba de publicar una lista de dictadores y autoritarios lo ubica a él y a Raúl Castro en ese triste inventario; aunque especialmente a Raúl lo acusa de siempre utilizar como excusa las confabulaciones externas, cuando los problemas que tiene – así como el presidente venezolano - es que de lo que no saben es nada de política doméstica.
De esta forma, Chávez trata de opacar o deslindarse de la responsabilidad de tener que felicitar a Juan Manuel Santos, el nuevo presidente electo colombiano, o de sacarse de arriba todas las denuncias sobre corrupción, como los miles de contenedores de alimentos que el gobierno dejó pudrirse antes de entregarlo en sus misiones.
Para colmo de males, la revista Foreign Policy que acaba de publicar una lista de dictadores y autoritarios lo ubica a él y a Raúl Castro en ese triste inventario; aunque especialmente a Raúl lo acusa de siempre utilizar como excusa las confabulaciones externas, cuando los problemas que tiene – así como el presidente venezolano - es que de lo que no saben es nada de política doméstica.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
Tensión entre la verdad y la libertad
Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...

-
Honduras está en riesgo de seguir la misma ruta de México: SIP 6 febrero, 2012 - Publicado por La Tribuna TEGUCIGALPA.- La peligrosidad q...
-
Barack Obama inauguró en la campaña política una nueva forma de hacer política: la utilización de las nuevas tecnologías de la información p...
-
Primero Evo Morales, enseguida Hugo Chávez y ahora casi Manuel Zelaya, algunos presidentes latinoamericanos parece que retomaron los viejos ...