La semana empezó mal pero terminó excelente para Barack Obama. Sus detractores todavía lo estaban criticando porque no había logrado que Chicago ganara la sede de los Juegos Olímpicos para el 2016 en su viaje a Copenhague; mientras que hoy – a ocho días exactos de aquel “fracaso” - en una ciudad cercana a la danesa, en la noruega Oslo, se hizo el apoteósico y sorprendente anuncio de que se le adjudicó el premio Nobel de la Paz.
Es el galardón más importante que pueda recibir una persona en este mundo. Es el reconocimiento al desprendimiento total del ser por la ayuda al otro en pos del ideal más sublime que tiene la humanidad después de la libertad: la paz.
Soy de los que piensan y se adhieren a aquellos que reconocen que Obama tiene todo el potencial para ser un Nobel, pero que todavía no estaba maduro para serlo, ya que mucho tiene todavía de retórico y pocas son las promesas y los logros alcanzados.
Pero también es bueno reconocer que el mundo está sediento de líderes y no hay mucho de donde escoger, a pesar de que Obama competía con 205 contrincantes. Es que parte de esa nómina incluía a la controversial senadora Piedad Córdoba, que si bien busca la liberación de los rehenes en manos de las Farc, su rendimiento de pleitesías a Hugo Chávez y su acercamiento al grupo guerrillero no la hacen – o al menos no da la apariencia – muy cercana a la paz.
Obama, el primer presidente estadounidense en recibir el premio en ejercicio, se mostró también él sorprendido y sabía que le lloverían las críticas de los republicanos que, ni lerdos ni perezosos, no tardaron mucho en protestar. Dijeron que Obama no es merecedor de un premio porque no ha solucionado temas importantes de la política doméstica, que tienen que ver con el empleo y la recuperación económica.
Pero es que se equivocaron de cara a rabo, porque el comité noruego resaltó que el premio fue otorgado “por sus extraordinarios esfuerzos para fortalecer la diplomacia internacional y cooperación entre los pueblos”. Fue una forma de plegarse a la popularidad de Obama en el exterior, principalmente en Europa, que si bien ha decaído desde que asumió hace nueve meses, sigue manteniendo una fortaleza especial y un perfil de líder en el que muchos, especialmente las minorías, depositan su confianza y esperanza por un mundo mejor.
Obama no hizo mucho todavía, pero tiene la semilla de la esperanza y este es un gran estímulo para que trabaje por la paz.
Después de todo, su idea y último esfuerzo de fomentar un arreglo con Rusia para desarmar al mundo de armas nucleares - mensaje contundente para países agresivos como Irán y Corea del Norte - ya resulta en un gesto suficientemente importante como para merecer un Nobel de la Paz.
1 comentario:
Barack Obama si merece el premio Nobel de la paz, las cosas han cambiado desde que el duo guerrerista Busch-Chenney dejo la presidencia, mientras ellos apostaban a hacer de la guerra en Irak algo largo y permanente, Obama establecio tiempos y medidas a fin de que las tropas norteamericanas abandonen Irack. En los otros frentes de guerra, esta buscando reforzar las tropas a fin de acabar con Al Quaeda lo antes posible. Respecto a Iran ya esta enfrentando la situacion con suficiente madurez a fin de poner al gobierno Iranie en orden y evitar la proliferacion de armas nucleares. Si otros como Arias de Costa Rica han recibido un premio Nobel, por a saber que, Barack Obama es la esperanza de todos, blancos, negros, latinos, y chinos en Estados Unidos. Una vez que solucione los problemas heredados de Busch, como son el seguro medico y una nueva politica migratoria, no dudamos que tratara de ayudar a Latino America, especialmente a Honduras, donde informes de un mal embajador(Llorens) han impulsado la politica exterior norteamericana equivocadamente. Barack Obama debe observar con mayor claridad el caso de Honduras, este humilde pueblo esta luchando contra los tentaculos comunistas, disfrazados en algo que llaman revolucion bolivariana. Esta pequeña nacion se esta defendiendo dignamente y no dudamos que llegaran hasta el final tratando de defender su propia constitucion. Barack Obama debe recordar que la constitucion de una nacion, por pequeña que esta sea, debe respetarse y no tratar de imponer criterios que se salen de la legalidad establecida en esta carta magna de un pueblo pobre, pero mas digno que otros, que hoy como señoritas lloran, lo que no supieron defender como hombres.
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