martes, 17 de marzo de 2009

La nota triste de Paraguay

Regresé muy contento de Asunción donde mantuvimos una nueva reunión de la SIP en la que se denunciaron las mayores violaciones a la libertad de prensa en el continente americano. Las críticas fueron duras y las contra críticas de los gobiernos no se hizo esperar. Reaccionaron aquellos habituales como los de Cuba, Venezuela, Ecuador con el habitual sarcasmo de descalificar e insultar tratando, sin argumentos objetivos, de desacreditar las críticas.

La nota que me puso triste es ver también la otra cara de los periodistas paraguayos - más allá de la violencia de la que son víctima - aquella que es muy similar a la que se observa en muchos países. Los dirigentes del Sindicato de Periodistas del Paraguay me entregaron una carta en la que denuncian hechos lamentables.

El 90% de los periodistas encuestados el año pasado por el SPP y la Federación Internacional de Periodistas (FIP) y el Centro de Solidaridad de la AFL-CIO, una central de trabajadores estadounidenses, manifestó no contar con el seguro del Instituto de Previsión Social (IPS). El 30%, de los consultados, afirmó recibir menos del ya de por sí escaso salario mínimo, actualmente de 1.341.000 guaraníes mensuales (unos 259 dólares, al cambio actual).

A este problema de bajos salarios se le suma la persistente inacción del vice Ministerio de Trabajo y Seguridad Social que no procede a inspeccionar debidamente a las empresas de comunicación que infringen las leyes laborales - existen unas 500 empresas periodísticas en Paraguay según el sindicato – permitiendo que la evasión fiscal deje postergadas las jubilaciones.

En condiciones semejantes, es muy difícil que el periodismo tenga altos estándares de calidad.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Le cuento que la sietuacion de ellos es peor de lo cuentan. Tuvimos un periodista super pobre y leproso, imaginese, en sus horas de descanso trabajaba de payaso en cumpleaños. Tuvo la tragica experiencia de que muera delante de el una criatura enferma de hambre, el se rebelo en pleno microfono, nombro y enfrento a todos los mafiosos y narcotraficantes de la region, luego fue amenazado de muerte y tuvo que escaparse, hoy esta como un refugiado en Paris, pero sufriendo la miseria de su familia, hace poco se entero que su hijo mayor anda teniendo ataques epilepticos, su señora trabaja de domestica, Señor - le felicito por su NOTA TRISTE al tiempo de informarle que es mucho mas triste de lo que usted piensa. Gracias por todo, saludos desde Paraguay -

Anónimo dijo...

Para que vea que tan triste es la situacion, tan pesada y chocante que nadie puso aqui opinion alguna, todos tienen miedo, se da cuenta?? Y le puedo asegurar de que muchisimos visitaron su blog, saludos a todos y mi solidaridad de siempre

Marzha Navarro dijo...

¿Como va a tener amor a la remera (camiseta) de una empresa un empleado que sufre humillaciones y esclavitud?

En las mañanas levantarse mal alimentado ya es mas difícil, salir a enfrentar el miedo de robos o accidentes en los transportes públicos nefastos y cómplices, llegar al trabajo y encontrar maltratos, gritos y palabras de degradación moral 12 horas seguidas, casi sin pausa para el almuerzo y un almuerzo que no que lo es.
Luego, en stress regresar a la casa con los riesgos de robos y accidentes multiplicados dentro de los transportes públicos nefastos y cómplices. Y,
al final del mes, reciben menos que un salario mínimo, sin derecho a nada. Y si es un profesional diplomado y capacitado, pagan un salario mínimo o un poquito más, pero bajo mucha presión y odio exactamente porque les paga mas…
Esto costumbre y rutina en el Paraguay y acontece entre periodistas, profesores, empleadas domesticas, vendedores, administrativos, inclusive en el servicio publico.
Para tener un buen funcionario o empleado, necesitamos de un excelente Ministerio de Salud, excelente Ministerio de Educación, excelente Ministerio del Trabajo, excelentes transportes públicos y Leyes laborales bien cumplidas.
Y aparte, los trabajadores necesitan estímulos, premios, elogios, buen trato, y si posible reparto de ganancias, conozco muchas empresas que regalaron a sus empleados pequeñas cantidades de sus acciones y entonces todos producen con mucho mas entusiasmo pues sienten las recompensas directas.

Anónimo dijo...

good thinks..
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