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abril 29, 2011

Centroamérica en guerra


Honduras, El Salvador y Guatemala están perdiendo la guerra contra el narcotráfico. Un editorial del The Miami Herald no pudo haberlo dicho mejor. EEUU está haciendo poco y nada para ayudar a sus vecinos a lidiar con un problema cuya causa principal es el consumo de drogas y cocaína de su propia gente.

Estos tres países tienen la incidencia criminal mayor del mundo. El porcentaje de muertes violentas por cada cien mil habitantes es mayor que en Irak donde es de 14, según la ONU. En Honduras alcanza a 77 y en El Salvador a 71.

Es cierto que los gobiernos de estos países tienen dificultades estructurales y las instituciones son débiles históricamente, habiendo sido golpeados por la guerra civil que en décadas pasadas arrojó más de cien mil víctimas. Pero también es cierto que los esfuerzos estadounidenses se enfocaron en Colombia y México, siendo que desde Honduras, por ejemplo, es transportada el 42% de la cocaína que viaja hacia el norte.

México acaba de crear una nueva legislación para combatir el lavado de dinero. Ayudar a crear reformas y otorgar los recursos para mantener cuerpos policíacos en este sentido, sería una gran contribución en Centroamérica para combatir los 300 o 400 billones de dólares que maneja anualmente el narcotráfico. Si uno piensa que el producto bruto de Honduras alcanza a 29 billones, se puede dar cuenta de la desventajas que tienen los estados frente al crimen organizado.   

marzo 21, 2011

La gira de Obama: ¿y la justicia?

Me da la sensación que por lo que va de la gira de Barack Obama hasta ahora, habiendo estado en Brasil y Chile y partiendo hacia El Salvador, no hubo ningún anuncio espectacular ni especial, sino simplemente un poco más de política y demagogia para edulcorar a una región que estaba esperando palabras dulces para sus oídos.

No está mal. Es bueno y necesario que EEUU, ensimismado y perplejo por situaciones ajenas a nuestro continente, como las preocupaciones nucleares en Japón y las militares en Libia, se haya enfocado en destacar las fortalezas de la región y que haya tratado a los países como socios comerciales indispensables para el progreso y prosperidad de su economía. Habiéndose comportado de esa forma egoísta, tirará por debajo de la borda las críticas de que siempre se comporta como un imperio que mira hacia el sur con una visión paternalista.

Sin embargo, creo que más allá del progreso económico de la región, la necesidad de combatir la pobreza, el desempleo y la inseguridad, Obama hubiera también tenido que aprovechar para remarcar las grandes debilidades de la región que tienen que ver con la corrupción y la falta de justicia, aspectos que estoy convencido están minando las democracias como si se tratara de la implosión de un edificio.

El problema de América Latina es la falta de justicia, una justicia dependiente del poder político, o una justicia corrupta infiltrada por el crimen organizado. Esta falta de un sistema de incentivos y castigos justos y equilibrados hace que la región esté desequilibrada y que sus ciudadanos descrean de las instituciones.

Obama seguramente prometerá más ayuda a El Salvador para combatir al narcotráfico como parte de los esfuerzos por apoyar el Plan Mérida y el Plan Colombia; sin embargo todos los esfuerzos económicos estarán destinados a paliar los gastos militares en esa guerra.

No creo en la legalización de las drogas como proponen muchos ex presidentes, intelectuales y periodistas a cambio de esa política correctiva. Creo que la legalización aportará mayores dolores de cabeza, porque las actividades del crimen organizado simplemente buscarán otras actividades donde anidar.

Creo, en cambio, que EE.UU. podría hacer mucho más si volcara ayuda para fortalecer la justicia. Más recursos económicos, técnicos y humanos para proteger, especializar y entrenar a fiscales, jueces y agentes auxiliares de la justicia podrían empezar a arrojar frutos en el futuro inmediato y a largo plazo.

La fortaleza de una democracia es proporcional al grado de independencia, madurez y eficiencia del sistema judicial. Cuando la justicia funciona, cuando existen castigos e incentivos para todos con igualdad y sin privilegios, retorna la credibilidad del ciudadano y la democracia gana en autoestima.

marzo 19, 2011

Obama y la esperanza latinoamericana

Acaba de arrancar en Brasil el periplo de Barack Obama y la esperanza de que una vez por todas EE.UU. mire hacia el sur con un ánimo de mayor comprensión y piense que el progreso y la democracia se deben acentuar primero en esta región para luego expandirla por el mundo; en lugar de mirar tanto hacia el lejano oriente.

Comparada a las demás regiones del mundo, América Latina está atrasada en lo económico y educativo respecto a los tigres del Asia y en lo democrático y científico a los países europeos. Pero un gran porcentaje de culpabilidad la tiene EE.UU. porque siempre vio a la región como su “patio trasero”, una visión paternalista, casi como una mirada constante de hijo descarriado al que se debe castigar y mandar al rincón. Culpabilidad que no recae solo en el gobierno, sino también en sus multinacionales que se han engrandecido en la región sobre la base de hacer negocios corruptos como Chiquita en Centroamérica, la Drumond en Colombia, la Exxon en Ecuador o la IBM en Argentina.

Para corregir al hijo descarriado, EE.UU. muchas veces incentivó y promovió golpes de Estado o invadió países para empujar la democracia en vez de educar sobre ella. Las consecuencias de ello fue que América Latina no mejoró sino que decayó producto de la corrupción, la violencia y la inseguridad, y del tráfico de drogas, lo que está relacionado con la demanda de drogas en suelo estadounidense.

Pero para ser más justos, EE.UU. también contribuyó en mucho con América Latina. Ha sido y es un país generoso en ayudar económicamente a sus instituciones civiles, más allá de los gobiernos, y es un receptáculo como ningún otro donde los perseguidos políticos son bienvenidos y también los que quieren tener una vida mejor, con mayor estabilidad para buscar la felicidad propia y de sus familias. Y producto de esto, es el mayor contribuyente de la región en materia de remesas familiares, millones y millones de dólares que empujan a las
economías locales.

Por sobre todo, EE.UU. enseña cómo deben respetarse las instituciones para que haya verdadera democracia, para que los poderes de gobierno sean independientes y estén balanceados y la justicia prevalezca sobre el poder político, en defensa de los derechos de todos los ciudadanos, sin privilegios.

Para este viaje que Obama comenzó anoche por Brasil, y seguriá por Chile y El Salvador, encontrará a una población amiga y que quiere ver a EE.UU como una nación hermana, no como a un padre severo. Me quedo con las palabras que el presidente de EE.UU. usó para cerrar su columna que fue publicada entre ayer y hoy por muchísimos periódicos del hemisferio. Palabras que habrá que tener en cuenta en los próximos meses y años, y tratar de que sean no solo promesa sino realidad.

Este es un viaje histórico y ojalá muestre cuanta esperanza para el progreso existe en nuestro continente, como Obama sostiene:

“Nos une a nuestros vecinos en el continente americano una historia, valores e intereses comunes. Lo que trasmitiré esta semana es que somos socios dedicados al progreso. Reforzar estas alianzas aumentará la prosperidad y seguridad común de todos nuestros pobladores, al generar nuevos empleos y nuevo crecimiento en todo el hemisferio, y contribuir a que nuestra economía siga siendo el motor que impulsa a nuestro pueblo y genera oportunidades para todos”.

agosto 04, 2010

Prostitución electrónica

Prostitución electrónica 3-08-10

En El Salvador de donde acabo de llegar hay varias polémicas morales por estos días, más allá de la violencia y la inseguridad pública que tiene a toda la sociedad en vilo. La discusión se centra en temas como la obligatoriedad para leer la Biblia en las escuelas que fue vetada por el presidente Mauricio Funes, con la anuencia de la Iglesia Católica, por entender que era un atropello a la libertad de culto y que la lectura de la Biblia necesita de orientación, hasta la polémica sobre a que las porristas estudiantiles muestren sus piernas y “más de lo debido”, en las “fiestas agostinas” que se celebran esta semana, con comparsas y procesiones.

Pero lo que no está en discusión ni es polémica moral, sino un duro cuestionamiento ético, es la libertad que existe en algunos sitios digitales a través de los cuales se ofrecen servicios de prostitución de mujeres menores y gays a los turistas extranjeros, sin que las autoridades presten mucha atención.

Me llamó la atención el título del Diario de Hoy, uno de los más importantes periódicos del país, que bajo el título “Proxenetas en internet sin castigo”, lanzó una denuncia muy dura sobre los anuncios en páginas digitales que ofrecen a chicas y chicos menores como prostitutas.

El diario hace referencia a una publicidad colgada en el sitio de MundoAnuncio.com, en el apartado de El Salvador, el cual refleja avisos no solo para servicios de escort, sino directa prostitución, en el cual se ofrecen teléfonos y ofertas, las cuales pueden ser enviadas vía e-mail o por catálogos.

El proxenetismo es una vieja profesión que se ha expandido y revitalizado rápidamente a través de las redes sociales y las páginas electrónicas, lo que está generando grandes desafíos para las policías, las que no poseen ni los recursos ni las habilidades necesarias para perseguir este tipo de crimen en boga; así como tampoco la gran industria de la pornografía infantil digital.

agosto 02, 2010

Sociedad extorsionada

La cuota es una de las palabras que definen el clima de máxima inseguridad pública que se vive en El Salvador, un país que tiene 72 homicidios cada 100 mil habitantes, uno de los más altos de las Américas.
La cuota o la renta es el “impuesto” que cobran los mareros (pandilleros juveniles) a toda persona que tiene la posibilidad de realizar una actividad comercial, ya sea desde un taxista, chofer de microbús de transporte hasta un comercio establecido como un vendedor ambulante.
Los pandilleros, de cualquier clica, subdivisión de una pandilla de las MS, Maras Salvatruchas, que operan en un sector determinado, cobran sus cuotas en sus zonas pero a través de menores de edad, quienes no son imputables ante la ley por delitos de asociación ilícita. Estos menores son quienes recogen el dinero o entregan el mensaje que de no obtenerlo, sus superiores enviarán a una pandilla a matarlo.
Las amenazas se cumplen. Las denuncias no se hacen, como el Estado lo establece a través del 911, porque la gente dejó de confiar en la policía. La ley antimaras que establece mayores penas a los menores que cometen delitos graves, y es apoyada por todos los sectores de la sociedad, todavía no fue sancionada y los militares que patrullan las calles bajo iniciativa del presidente Mauricio Funes no tienen gran impacto, debido a que su imagen se está desnaturalizando, porque no tienen fuerza de policía.
Los grandes desafíos que acarrea la inseguridad pública, no solo para la confianza de la gente, sino para la imagen del país. Inversiones y turismo a la baja.
La sociedad salvadoreña está extorsionada por las pandillas juveniles.

abril 15, 2010

Desafiar leyes, obligación moral

El periodismo tiene la obligación ética de cuestionar y desafiar las leyes e incluso exponerse a castigos judiciales, cuando está convencido de que la legislación tiende a obstaculizar el derecho de la sociedad a conocer información de hechos de interés público o a limitar la libertad de prensa.

A menudo, los periodistas se enfrentan al dilema de acatar leyes o cumplir con la ética periodística y deben decidir cómo actuar ante valores igualmente reconocidos, como entre el derecho a la honra de las personas y el derecho del público a saber; o, por otra parte, qué hacer ante leyes injustas y arbitrarias.

Por eso, se ven casos de periodistas en EEUU que prefieren la cárcel a tener que obedecer a un juez que les pide revelar sus fuentes de información. En Cuba muchos eligen seguir opinando a pesar de que el gobierno utiliza la figura de “propaganda enemiga” de la Ley “mordaza” 88 para tirarlos en prisión; mientras en Venezuela los periodistas se exponen a ser detenidos si critican al Presidente, lo que es castigado por un Código Penal anacrónico que privilegia a las autoridades por sobre los ciudadanos.

Este interesante dilema lo acaba de vivir el diario salvadoreño La Prensa Gráfica, teniendo sus directivos que determinar si debían callar un homicidio para proteger la identidad de un menor cuyo crimen captó uno de sus fotógrafos en plena vía pública; o si tenían que informar el hecho por tratarse de interés público, justo cuando el Congreso y el presidente Mauricio Funes debatían sobre la conveniencia de reformas legales que permitirían mayores castigos a los menores delincuentes, para disuadir y controlar a los miembros de las pandillas juveniles.

El periódico tomó la decisión informativa de publicar la noticia a mediados de marzo, mostrando la foto del forcejeo entre dos jóvenes e identificando al agresor de 17 años en el momento que mata a su víctima con cuatro puñaladas. Muchos piensan que el diario cometió un delito al no acatar la ley que estipula la protección de la intimidad de los menores, tal como lo juzgó la jueza que esta semana impuso al diario una multa por violar la Ley Penal Juvenil y tratados internacionales sobre el tema.

Si bien la magistrada tiene que cumplir con administrar leyes, como se excusó ante sectores que le reclamaron su decisión, lo criticable es que tomó la legislación al pie de la letra sin las interpretaciones debidas. Entre otros aspectos, no consideró que el derecho a la reputación de un menor no pueda medirse sin diferenciar si es víctima de violencia (abuso sexual, por ejemplo) o si comete un delito simple - como hurtar en una tienda - o si, en cambio, es responsable de un homicidio.

En países donde los sistemas judiciales tienen mayor potestad para crear jurisprudencia, como en EEUU, la prensa no tiene que lidiar con estas disyuntivas, porque los menores que comenten delitos graves suelen ser procesados como adultos.

El diario salvadoreño tuvo la opción de no publicar, guardar las fotos, cumplir con la ley y evitar represalias. Sin embargo, escogió lo contrario y asumir riesgos, convencido de que así servía mejor al bien común. Y lo ocurrido en este caso durante las últimas semanas en El Salvador, prueba que desafiar las leyes, si bien es una tarea tediosa, muchas veces es una responsabilidad y obligación del periodismo.

El criterio editorial de publicar sirvió para que se profundice el debate público sobre la inseguridad ciudadana y la delincuencia juvenil, temas de gran relevancia en El Salvador, donde se registra un promedio de 12 homicidios diarios, lo cual también tiene en vilo a otros países latinoamericanos.

Lo más importante de la decisión periodística, es que La Prensa Gráfica ha nutrido el debate poniéndole un rostro, el de Carlos Garay, el estudiante asesinado, privilegiando la memoria de la víctima por sobre el derecho del agresor. Los resultados están por verse, pero ya hay consensos legislativos a punto de concretarse, que buscan disuadir a los jóvenes con mayores penas y excepciones a la intimidad cuando se trata de delitos graves como homicidios, extorsión o agresiones sexuales; así como reformar procedimientos de educación y reinserción social.

diciembre 25, 2009

Funes: algo bueno en Navidad

Mientras Rafael Correa, Hugo Chávez, Evo Morales, Cristina de Kirchner y Daniel Ortega han tenido un año bien sufrido con la prensa, especialmente por la forma en que trataron de dominar a los medios de comunicación y por la censura que crearon a través de leyes y regulaciones, otro gobierno de izquierda, el del presidente Mauricio Funes se destacó por un pleno respeto a la labor periodística desde que asumió el 1 de junio pasado.

Probablemente por su entendimiento sobre lo que significa la libertad dentro de una democracia y por su reciente pasado como uno de los periodistas más profesionales y notorios de su país, Funes acaba de afirmar lo que para los medios pudiera ser un buen regalo de Navidad: no replicará leyes de prensa que han pululado en países bajo los presidentes mencionados.
``De lo que sí deben de estar seguros, y ésa es una garantía que doy como presidente de la República, es que desde el ejercicio público, desde el Ejecutivo, nosotros no vamos a obstaculizar la labor de los medios de comunicación, sean estos escritos, radiales o televisivos, no lo vamos a hacer'', dijo Funes.
``Creo en la competencia, creo en los apoyos que desde el Estado se deben de dar, justamente, especialmente para aquellos medios más pequeños o aquellos medios que responden a intereses comunitarios puedan desarrollarse en un mercado tan competitivo, pero hasta ahí no más'', agregó, según la agencia EFE.
Lo bueno de su respuesta a un posible proyecto de Ley de Telecomunicaciones y de Energía que estaría planteando el Movimiento para la Comunicación Democrática, es que se trata de una posición política parecida a la que mantenía su antecesor derechista y también periodista Antonio Saca, y diametralmente opuesta a la de otros gobiernos izquierdistas que están maniatando a la prensa con leyes que van más allá de la reorganización del espectro radioeléctrico para meterse de lleno en los contenidos, como lo es la nueva legislación argentina y el proyecto que está siendo debatido en Ecuador.

julio 12, 2009

El Salvador y la moralidad

Mauricio Funes ha repetido antes de asumir y ya en la Presidencia de El Salvador, que el presidente Hugo Chávez no es su modelo, sino que sigue los lineamientos de Lula da Silva y de Barack Obama.

Esperemos que no solo sea en materia política y económica, sino también en cuestiones de libertad de prensa, ya que, casualmente, a pocas semanas de haber asumido, ya se deberían estar prendiendo las luces de alarma. Resulta que su ministro de Gobernación de El Salvador, Humberto Centeno, está impulsando algún tipo de regulación para censurar a los medios de comunicación sobre los contenidos inmorales que “afectan seriamente a los niños y a los jóvenes”. Dijo que los medios están “envenenando con propaganda de carácter sexual y violento” a los niños y a las niñas.

Si bien es legítimo que todos los países y gobiernos busquen formas de poner límites a los excesos informativos, también es importante estar muy atentos a las intenciones del ministro y del gobierno. De la misma forma que lo manifestó el ministro, así fue cómo comenzó Hugo Chávez en Venezuela su ataque a los medios. Como un lobo disfrazado de corderito, una de sus primeras medidas fue crear una regulación de “horario de protección al menor”, lo que terminó siendo la base para la ley de Responsabilidad Social, la que sirvió para cerrar RCTV, atacar a medios y periodistas y ahora, es el argumento en contra de Globovisión.

No caben dudas que este es un problema recurrente en la mayoría de los países, donde termina siendo muy difícil poner los límites equilibrados entre la forma de informar y la de no “agredir” a los menores, para lo cual también se requiere de balance, para no inclinar la balanza en contra de la libertad de prensa.

Ojala que la comunidad salvadoreña reaccione a tiempo y no coma “gato por liebre”, entendiendo que las intenciones moralistas del ministro, pueden ser solo excusas para debilitar a los medios de comunicación.

marzo 19, 2009

¿Cómo gobernará Mauricio Funes?

Con Mauricio Funes al ganar la Presidencia en El Salvador se sumó un nuevo gobierno de izquierda y se espera que mantenga una línea moderada en el futuro, como prometió en su campaña, distanciándose de los neopopulismos que azotan a la región.
Muy difícilmente podrá evitar la presión de su propio FMLN que quiere enterrar los 20 años de ARENA. Sin embargo, tendrá que recordar que estará gobernando por un voto mayoritario pero no absoluto, por lo que deberá tener en mente a todos los salvadoreños y no dejarse arrastrar por esos vientos de polarización que todos los gobernantes latinoamericanos han soplado en sus países.
Su triunfo en votos, de solo unos pocos puntos porcentuales, lo puede transformar al estilo mexicano o al venezolano, de él dependerá. Felipe Calderón le ganó por casi igual margen a Manuel López Obrador y decidió gobernar sin estridencias y para todos los mexicanos. En cambio Hugo Chávez, que ganó el referendo por similar margen, optó por gobernar solo para quienes votaron por él.
Funes deberá decidir cómo quiere gobernar, si por El Salvador, o para el FMLN.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...