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mayo 27, 2010

"Blame it on Rio"

El fútbol es tan poderoso que en Río de Janeiro ya se viven intensamente dos mundiales. El que está por comenzar en Sudáfrica y el del 2014, que tendrá a la “Cidade Maravilhosa” como una de sus sedes en Brasil.

El mundial de ahora es pura alegría y esperanza. Los cariocas ya están de fiesta. Bailan por calles abanderadas de “verde amarelo” y dejaron los anaqueles vacíos de televisores, camisetas y matracas. Pero el del 2014, en marcado contraste, es el mundial de la preocupación. No hay completa certeza sobre si las nuevas políticas para contener la violencia y hacer una copa en paz resultarán a tiempo y efectivas.

Si bien es cierto que Río es una ciudad multicolor, de profundo verde y azul, también se tiñe de rojo sangre. Alegre, alucinante y violenta. Todo se vive con la misma intensidad: carnaval, fútbol, riqueza, pobreza extrema, corrupción y crimen organizado. Es como vivir entre el paraíso y el infierno al mismo tiempo.

Por eso las opiniones están divididas sobre la efectividad de las medidas que el gobierno adoptó para lidiar con la violencia y las favelas de cara al Mundial de 2014 y las Olimpíadas del 2016. Muchos son escépticos; creen que se trata de marketing y cosmética. Otros tienen esperanza, porque ya se advierten cambios de conducta y reducción del crimen.
En respuesta a los magnos eventos deportivos conseguidos para la ciudad, en el 2009 se creó la Unidad de Policía Pacificadora (UPP), una fuerza policial que instaló sus comisarías en las favelas más impenetrables, desarmó a los violentos e implementó políticas de prevención y no violencia. Por ahora solo existen en 19 estaciones, pero se espera que para fines de año, con la ejecución de otros programas sociales y ecológicos, la iniciativa beneficiará a 220 mil residentes de barrios marginales.

Los problemas de Río son muy complejos. El narcotráfico y las milicias o grupos parapoliciales controlan las más de mil favelas y, por ende, el transporte público ilegal, la distribución de televisión por cable y la venta de garrafas de gas.

Pero ahora los resultados están a la vista. La violencia ha mermado drásticamente en donde operan las UPP, según coinciden autoridades, activistas de derechos humanos y taxistas. Lo pude comprobar cuando visité esta semana la favela Doña Marta en la ladera del Corcovado, la misma en la que Michael Jackson debió pedir autorización a los narcotraficantes para entrar y filmar su clip musical “They don’t care about us”.

Ahora no hay que pedir permiso. En la entrada, donde antes se apostaban los narcos con sus AK-47, hay vendedores ambulantes y más arriba, en un recoveco, donde siempre había tiroteos y muchos muertos, junto a un colega conversamos con varios residentes, mientras unos niños se arremolinaban alrededor de actores que interpretaban a unos superhéroes en una obra teatral callejera.

Quienes no se dejan arrastrar por el contraste, reconocen la eficiencia pacificadora, pero la sienten insuficiente. Saben que el tráfico de drogas persiste, aunque con mayor discreción y que la violencia no desapareció, sino que se mudó del otro lado de la bahía, a la ciudad de Niteroy. Reclaman que no habrá paz duradera, sin hospitales, escuelas y empleos.

Son también los mismos que protestaron cuando se comenzó la construcción de muros de concreto de tres metros de altura para contener el crecimiento desmesurado de las favelas y evitar que se siga destruyendo la vegetación, argumentando que la meta del gobierno era solo una cuestión de imagen: esconder la pobreza.

Aunque al momento la política de pacificación beneficia solo a un 15% de los pobres, se coincide que es el único experimento efectivo tras décadas de políticas frustradas que terminaron siempre manchadas de corrupción. Hay ahora, con los objetivos deportivos del 2014 y 2016, una mayor determinación y sincronía obligada entre los gobiernos local y estatal, y el apoyo del presidente Luis Inácio Lula da Silva.

Más allá de si se busca crear una mejor imagen o existe un interés genuino por reducir la violencia, lo cierto es que el Mundial de 2014, y no éste de Sudáfrica, es el que le podrá dar a Río las verdaderas razones para festejar.

abril 17, 2010

Brasil y la información

Brasil era uno de los países grandes de América Latina que todavía no poseía una legislación que obligara al estado a entregar información a los ciudadanos. Esta semana logró media sanción a la ley, la que ahora deberá ser aprobada por el Senado.

Muchos países ya han adoptado legislación similar, no solo obligando a los funcionarios a poner información a disposición de los funcionarios, sino también castigando a quien se niegue a entregarla. Este tipo de leyes, adoptada en numerosos países, como México, Ecuador, Perú, República Dominicana, entre otros, ayuda a que los gobiernos sean más transparentes y responsables en el manejo de la cosa pública.

Lo de Brasil es un paso importante para consolidar la democracia.

octubre 03, 2009

Blame it on Rio

“Echale la culpa a Río” más allá de haber sido una linda comedia con Brooke Shields, pareciera ser la nueva trama para Barack Obama quien, después de dar una especie de discurso arrogante de primer mundo en Copenhague, poco pudo hacer para que su amigo Lula de Silva desequilibrara la balanza a favor de Río de Janeiro como sede de las Olimpíadas 2016.
Fue el primer presidente estadounidense en dar un discurso en la reunión del Comité Olímpico para arengar a favor de una ciudad-sede en su país. No esperó la decisión y tal vez presionado por los Republicanos, tomó el Air Force One antes de tiempo, ante las críticas de que había cosas más urgentes en su país que atender, como las cifras de desempleo que se fueron a la estratósfera en setiembre y la necesidad de mayor lobby para su propuesta de reforma de salud.
Pero claro, cuando las cosas van mal, hay gente que las pone peor y esa es la tarea de los Republicanos que se sumaron más que nunca a la crítica contra Obama, precisamente porque al presidente se le cayó la popularidad interna.
Mi pálpito era que debido a Obama, Chicago, si bien la cenicienta entre las cuatro ciudades a elegir, Río, Madrid y Tokio, era la favorita precisamente por el papel protagónico y popularidad externa que el presidente negro mantiene en el exterior. Pero es cierto también que el discurso de Obama apeló a la seriedad con que se hacen las cosas en su ciudad adoptiva, y con ello no pudo competir con un Lula que ofreció el corazón alegre de los brasileños, el espíritu de fiesta y carnavalesco de Río, arropado con mujeres desarropadas y las blancas arenas de Copacabana e Ipanema contrastando con el Corcovado y el verde tropical de los cerros.
El tema de la ciudad insegura, una de las más violentas del mundo, se deshizo por el solo hecho de que Brasil mostró su credencial de FIFA que lo acreditó dos años antes para celebrar el Mundial de Fútbol. Así las cosas, Río tenía todo para competir, especialmente la apelación de que jamás se celebró una Olimpíada en Sudamérica. Madrid, Tokio y Chicago quedaron, en ese orden, desahuciadas, pero lo de Chicago dolió más porque al menos, la ciudad de los vientos esperaba competir por el mejor trono, mientras que la primera descartada.
Brasil está de moda y tiene la vitalidad necesaria en el momento adecuado. Cuando todos los países desarrollados están de capa caída y son culpables del desbarajuste financiero y económico mundial, Brasil es, junto con India y China, uno de los países considerados con mayor potencial de ser potencia. Y ya está demostrando esa cualidad en las reuniones del G20. Brasil es el gigante del Sur y Río es por ahora una carta más de presentación, pero todavía hay muchas más que se están barajando.

septiembre 22, 2009

Mmmmmhhhhhhhh Brasil, Brasil....

Después de todo este despelote originado por Manuel Zelaya a quien la comunidad internacional apoyó sólidamente después de que fue golpeado el 28 de junio, pero a quien aconsejó a no entrar a Honduras por sus propios medios para evitar escaramuzas, confrontación y violencia a raíz de la polarización reinante, cabe preguntarse si los diplomáticos brasileños y si Lula da Silva realmente fueron sorprendidos de buena fe en la embajada en Tegucigalpa.

Mmmmmhhhhh parecen todos pensar con asombro y sospechas sobre la honestidad y la ingenuidad de los brasileños. O Zelaya es muy astuto para entrar de sopletón justo en el momento en que sabe que acapararía la atención de la reunión de la ONU y del G20 – algo que debe haber planificado con Hugo Chávez y otros amigotes que harán relucir esta semana sus dotes democráticas - o Brasil realmente le tendió una mano a Zelaya para congraciarse con él y, especialmente, para encaramarse a lo más alto de un liderazgo regional que no solo trata de alcanzar, sino que debe demostrar con obras y acciones, que lo está alcanzando.

Todo es muy sospechoso. Brasil en estas últimas semanas adoptó medidas concretas en contra de Roberto Micheletti. Además viene demostrando en otros foros que se está tratando de consustanciarse y agradar a la comunidad internacional con propuestas honestas – que no le cuestan mucho – como apoyar la nacionalización del gas en Bolivia o aumentar su cuota de pago a Paraguay por la energía de la represa de Itaipú o por sus declaraciones más conciliadoras en el Unasur, escapando de las posiciones más recalcitrantes de Ecuador y Venezuela contra Colombia.

Brasil ni su canciller parecen muy ingenuos, y pudieran estar jugando un “jogo” peligroso. Más allá de que la intención sea acaparar la atención de la comunidad internacional, forzar un diálogo que sería impuesto por el Consejo de Seguridad de la ONU por si hubiera alguna agresión contra su embajada u obligar un diálogo entre Micheletti y Zelaya; también le pudiera salir el tiro por la culata. Si se comprobara que no hubo ingenuidad sino intención, Brasil se estaría entrometiendo en asuntos internos de otro país – y esto va más allá de la discusión y pensamiento de si fue golpe de Estado o no lo que le sucedió a Zelaya – además de que pondría al propio derecho internacional en aprietos, ya que estaría cobijando a alguien que no está pidiendo ser exiliado por persecución, sino todo lo contrario.

Más allá de las posiciones encontradas en Honduras, lo cierto es que la acción de Brasil de haber tenido la intención o no de proteger a Zelaya, y de haber tenido la opción de hacerlo o no cuando él se presentó ante la sede diplomática, lo cierto es que el gran país sudamericano ya entró al juego, aunque sin saber si podrá desplegar el “jogo bonito” al que nos tiene acostumbrados en el fútbol.

septiembre 21, 2009

Zelaya y un nuevo capítulo de la crisis

Cuando a nivel internacional estaban todos distraídos, Manuel Zelaya con la ayuda de Brasil, ingresó al país y desde la embajada de ese país en Tegucigalpa está tratando de organizarse y juntar tanta gente como le sea posible para bloquear cualquier intervención del gobierno de Roberto Micheletti.
Los próximos días serán reveladores para los detalles sobre quien ayudó a Zelaya a burlar al régimen de Micheletti. Por las reacciones de Hillary Clinton, de Oscar Arias y de Insulza de la OEA y de Amorín el canciller brasileño, da la sensación de que este paso de Zelaya estuvo concertado. Porque no puede ser que todos coincidan en que fue un paso bien dado, y que ahora se abre la posibilidad de un arreglo, cuando hasta hace semanas atrás todos aconsejaban a Zelaya que volver sería poner en riesgo la seguridad de los hondureños.
¿Será que el fin justifica los medios? ¿A cuánto este movimiento de Zelaya arriesga la seguridad de sus seguidores? ¿Qué responsabilidad tiene Brasil en todo esto? ¿Qué otros gobiernos sabían de los movimientos de Zelaya? ¿Tiene Micheletti que dialogar con Zelaya camino a lo que los aspirantes en las elecciones establecieron de que la propuesta de Arias es válida? ¿Cuánto respaldo tiene Micheletti? ¿Qué opinarán y posición adoptarán los aspirantes a las elecciones de noviembre? ¿Si Zelaya se incorpora definitivamente, respetará las elecciones y dejará el poder? ¿Terminará Micheletti por hacer encarcelar y procesar a Zelaya?
Estas primeras 24 horas son cruciales para empezar a entender. Veremos.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...