Como le suele suceder a muchos famosos, celebridades y personajes que cumplen el papel de modelos de comportamiento social, siendo especialmente muy jóvenes y estando en el candelero, el nadador Michael Phelps terminó metiendo la pata, siendo sorprendido con una pipa de marihuana en la mano, foto que recorrió el mundo desde que la publicó un tabloide británico.
La marihuana ya a esta altura no es noticia, especialmente después que le dio viso de normalidad el presidente Braack Obama quien admitió haberla fumado e inhalado el humo, alejándose de Bill Clinton que había “confesado” haberla fumado pero sin inhalar.
Desgraciadamente para Phelps, el hecho de que haya sido quien consumía o tenía parafernalia para consumir sí es noticia. No tanto porque batió el récord con sus ocho oro olímpicos, sino porque era parte del “branding” de varias marcas como Speedo, Kellogs y Visa entre otras compañías, que no lo contrataron sólo por ser un recordman, sino por la imagen positiva y el modelo que él representa para los más jóvenes.
Dentro de todo no le fue tan mal. Después de sus disculpas las marcas le ratificaron su confianza y aceptaron que fue una conducta momentánea. Lo que habría que ver ahora es que pasará con esos contratos si se le presentan cargos como han estado amagando algunas autoridades, lo que si bien no son multas ni un castigo de cárcel muy elevado – no alcanza a 30 días – podrían cortar de cuajo un contrato con cláusulas de rescisión en caso de delito.
Puede ser muy exagerado que lo procesen, pero el hecho de que no lo hagan, por otro lado, podría ser un mal antecedente social, ya que significaría que la justicia no es equitativa y se aplica con menor firmeza para quienes tienen aura de celebridad.
La situación se le ha puesto difícil para algunos padres que tendrían que tener excusas en caso de que algún hijo lo tome desprevenido preguntándoles por qué este muchacho cuya imagen resplandece en las cajas de cereales puede fumar marihuana sin ser amonestado, cuando a cualquier otro amiguito le podría valer la expulsión de la escuela.
No es tan fácil ser modelo y actuar en consecuencia pueden pensar muchos y tal vez aquí el delito no sea tan abominable socialmente como si por ejemplo se lo hubiera encontrado en una situación de “shop lifting”, un delito tal vez menor, aunque más condenable socialmente en este contexto actual.
De una u otra forma, existe sobre Phelps la expectativa que actúe de una forma determinada y debe colmar esa expectativa. Ahora fue perdonado, pero los contratos se le caerán si volviera a tropezar con la misma piedra.
Quiero contarles sobre los procesos creativos de esta nueva historia sobre la verdad, la libertad y el miedo al futuro. Es mi nueva novela y espero publicarla cuando se sincronicen los planetas (las editoriales) o cuando se me acabe la paciencia y decida autopublicar -- Los contenidos de mi blog Prensa y Expresión están en el archivo. Blog por Ricardo Trotti
febrero 04, 2009
febrero 03, 2009
Censura en Argentina
Como ocurre en forma ciclotímica en Argentina, el gobierno se las ingenia para censurar a los periodistas – en realidad al público en general – cortando de raíz a todo periodista que en forma independiente intente criticarlo y fiscalizarlo.
El método que emplea el gobierno argentino es bien sutil pero burdo a la vez. No hace las cosas en forma directa como Hugo Chávez, por ejemplo, que públicamente desafía o amenaza a periodistas y medios. Lo hace en una forma más solapada: trata de quedarse con el medio, comprarlo literalmente, y a partir de allí convierte a ese medio en una simple caja de resonancia de noticias insípidas e inofensivas.
La última muestra de intolerancia fue la compra de parte de la Radio del Plata por parte de la compañía Electroingeniería, muy allegada al gobierno, y a través de nuevas directivas canceló el contrato que tenía hasta fines de año uno de los periodistas más creíbles y críticos del gobierno argentino, Nelson Castro.
Muerto el perro, acabada la rabia dice el viejo adagio, y así el gobierno se deshace de los críticos más acérrimos. También utiliza la publicidad oficial para callar a los medios que no pueden controlar, como a varios periódicos, entre ellos La Nación y Perfil.
Castro corrió la misma suerte que Víctor Hugo Morales otro periodista a quien súbitamente le cancelaron un contrato y a Pepe Eliaschev, aunque este último caso fue aún peor, porque trabajaba para radio Nacional, emisora del Estado, que se supone que debe ser utilizada como un órgano de todos los argentinos y para lo cual su contenido debe estar basado en la pluralidad y diversidad de los puntos de vista de sus comentaristas y periodistas.
El método que emplea el gobierno argentino es bien sutil pero burdo a la vez. No hace las cosas en forma directa como Hugo Chávez, por ejemplo, que públicamente desafía o amenaza a periodistas y medios. Lo hace en una forma más solapada: trata de quedarse con el medio, comprarlo literalmente, y a partir de allí convierte a ese medio en una simple caja de resonancia de noticias insípidas e inofensivas.
La última muestra de intolerancia fue la compra de parte de la Radio del Plata por parte de la compañía Electroingeniería, muy allegada al gobierno, y a través de nuevas directivas canceló el contrato que tenía hasta fines de año uno de los periodistas más creíbles y críticos del gobierno argentino, Nelson Castro.
Muerto el perro, acabada la rabia dice el viejo adagio, y así el gobierno se deshace de los críticos más acérrimos. También utiliza la publicidad oficial para callar a los medios que no pueden controlar, como a varios periódicos, entre ellos La Nación y Perfil.
Castro corrió la misma suerte que Víctor Hugo Morales otro periodista a quien súbitamente le cancelaron un contrato y a Pepe Eliaschev, aunque este último caso fue aún peor, porque trabajaba para radio Nacional, emisora del Estado, que se supone que debe ser utilizada como un órgano de todos los argentinos y para lo cual su contenido debe estar basado en la pluralidad y diversidad de los puntos de vista de sus comentaristas y periodistas.
febrero 02, 2009
¡Cartón lleno!
Si algo le faltaba a la tómbola o al bingo latinoamericano es que se sumara otro país al fenómeno reeleccionista, ansia política que como un virus se extiende por todo el continente.
Es una vergüenza que a solo seis meses de asumir, el presidente paraguayo, Fernando Lugo, ya se haya sumado a Hugo Chávez (el 15 de febrero va por su segundo cambio constitucional), Evo Morales (ya lo logró el 25 de enero), Rafael Correa (ya irá a votación con su reelección debajo del brazo), Alvaro Uribe (todavía no se definió) y Daniel Ortega (ya hizo el pacto Con Arnoldo Alemán a quien acaba de liberar), para hablar de reelección y cambiar la Constitución a su antojo.
El presidente Lugo es, en realidad, quien menos tardó en inclinarse por una reelección (asumió el 15 de agosto de 2008), ya que los demás, tanto en la campaña, como en los primeros años de Presidencia, dijeron, sostuvieron y confesaron que se irían a su casa apenas terminados sus mandatos. Uribe es el único que todavía está esperando a dar luz verde y tratar de ir por su tercer mandato.
¿Será que estos presidentes creen que la democracia es solo una cuestión de elecciones y de perpetuarse en el poder? ¿Cuándo aprenderán que la democracia no significa apoderarse del poder sino que también es necesaria la alternancia?
Es una vergüenza que a solo seis meses de asumir, el presidente paraguayo, Fernando Lugo, ya se haya sumado a Hugo Chávez (el 15 de febrero va por su segundo cambio constitucional), Evo Morales (ya lo logró el 25 de enero), Rafael Correa (ya irá a votación con su reelección debajo del brazo), Alvaro Uribe (todavía no se definió) y Daniel Ortega (ya hizo el pacto Con Arnoldo Alemán a quien acaba de liberar), para hablar de reelección y cambiar la Constitución a su antojo.
El presidente Lugo es, en realidad, quien menos tardó en inclinarse por una reelección (asumió el 15 de agosto de 2008), ya que los demás, tanto en la campaña, como en los primeros años de Presidencia, dijeron, sostuvieron y confesaron que se irían a su casa apenas terminados sus mandatos. Uribe es el único que todavía está esperando a dar luz verde y tratar de ir por su tercer mandato.
¿Será que estos presidentes creen que la democracia es solo una cuestión de elecciones y de perpetuarse en el poder? ¿Cuándo aprenderán que la democracia no significa apoderarse del poder sino que también es necesaria la alternancia?
febrero 01, 2009
Ortega y el Plan Semana Santa
El líder opositor al Frente Sandinista de Nicaragua, Eduardo Montealegre, quien viene despotricando con que le han robado las elecciones de noviembre pasada mediante un fraude inmenso, tiene razón ahora en denunciar que el presidente Daniel Ortega está obsesionado en hacerlo encarcelar.
En una visita que hice la semana pasada a Nicaragua con una delegación internacional de la SIP para investigar temas sobre libertad de prensa, una fuente de alto nivel me dijo que el gobierno de Ortega tendría entre manos el Plan Semana Santa, que consistiría en seguir apoltronándose en el poder.
Este plan tendría, entre otros objetivos, los siguientes: quitarle la inmunidad parlamentaria a Montealegre para procesarlo por el caso de los Certificados Negociables de Inversión (Cenis); sacaría a la jefa de Policía, Aminta Granera, ya que la ex guerrillera se ha vuelto demasiado independiente del gobierno y no respeta los órganos parapoliciales creados por Ortega, y lograría que la Corte Suprema – ocho integrantes sandinistas y ocho liberales – vote en contra de un recurso de inconstitucionalidad sobre la Ley Arce, la que dejaba sin efecto exoneraciones impositivas para insumos importados para los medios de comunicación.
Esta última medida, permitiría al gobierno recaudar dinero ante la aguda crisis económica, profundizada por la reducción de ayuda del gobierno estadounidense y de varios europeos, debido al fraude y al tono autocrático que está adoptando el “danielismo”.
En una visita que hice la semana pasada a Nicaragua con una delegación internacional de la SIP para investigar temas sobre libertad de prensa, una fuente de alto nivel me dijo que el gobierno de Ortega tendría entre manos el Plan Semana Santa, que consistiría en seguir apoltronándose en el poder.
Este plan tendría, entre otros objetivos, los siguientes: quitarle la inmunidad parlamentaria a Montealegre para procesarlo por el caso de los Certificados Negociables de Inversión (Cenis); sacaría a la jefa de Policía, Aminta Granera, ya que la ex guerrillera se ha vuelto demasiado independiente del gobierno y no respeta los órganos parapoliciales creados por Ortega, y lograría que la Corte Suprema – ocho integrantes sandinistas y ocho liberales – vote en contra de un recurso de inconstitucionalidad sobre la Ley Arce, la que dejaba sin efecto exoneraciones impositivas para insumos importados para los medios de comunicación.
Esta última medida, permitiría al gobierno recaudar dinero ante la aguda crisis económica, profundizada por la reducción de ayuda del gobierno estadounidense y de varios europeos, debido al fraude y al tono autocrático que está adoptando el “danielismo”.
enero 31, 2009
Slim, diarios a la baja e internet
A diferencia de la banca y de las automotrices, por lo menos a los periódicos estadounidenses no se les dio por pedir rescates millonarios al gobierno, a pesar de que a juzgar por los números que manejan, lo necesitan. El hombre más rico del planeta salió al recate del The New York Times, uno de los diarios más importantes y al mismo tiempo con mayor problema de liquidez.
Slim aportó 250 millones de dólares que serán utilizados para renegociar su deuda, quedándose con un 17 % de las acciones más un 6.4 % que poseía de un aporte de setiembre pasado lo que lo convierte en el mayor accionista incluso por arriba de la familia tradicionalmente propietaria: los Schulzberger.
Aquellas acciones de Slim cayeron de valor desde entonces de 128 a 58 millones de dólares. La crisis económica sigue afectando a los diarios estadounidenses los que además de los problemas de caída de circulación, ingresos por publicidad y desplome de las acciones en Wall Street, están viendo como el internet ya los ha superado en el último año como una de las principales fuentes de noticias de los estadounidenses.
El 40% de la gente prefiere al Internet como su principal fuente de noticias nacionales e internacionales en lugar de los periódicos (35%), según un estudio que hizo el Centro Pew Research. Sin embargo, más allá de esas dos fuentes de información, es la televisión con 70% de preferencia el lugar donde se buscan más noticias, aunque este número decayó un 4% en referencia al 2007.
La juventud está cambiando la forma de cómo informarse. Los menores de 30 prefieren el internet, medio que junto a la televisión está empatado con un 59% de preferencia. En el 2007, la televisión tenía el 68% y el internet solo el 34%.
A esta crisis de audiencia hay que agregarle una más peligrosa o devastadora en el corto plazo. Las acciones de los periódicos cayeron un promedio 83% (ochenta y tres) en el 2008, más del doble de la caída del índice Standard and Poor (38,5%), formada por 500 acciones transadas en Wall Street.Según datos de Alan D. Mutter en su blog “Reflections of a newsosaur” (un juego de palabras sobre lo dinosaurio que son estas fuentes de noticias) el valor de mercado de las acciones de 14 empresas de periódicos analizadas cayeron 64,5 mil millones de dólares en los últimos 12 meses, y 82,6 mil millones en cuatro años.
Ocho de las 14 acciones tuvieron una caída de un 90% o más y en algunos casos cayeron tanto que dejaron de ser comercializadas en la bolsa. La empresa editora del Washington Post sufrió la menor baja (51,5%), pero sus acciones valen ahora menos de la mitad de lo que valían hace un año. El New York Times cayó un 58,3% en 2008, pero si se analiza desde el año 2004, las acciones han perdido el 81,2% de su valor.
Slim aportó 250 millones de dólares que serán utilizados para renegociar su deuda, quedándose con un 17 % de las acciones más un 6.4 % que poseía de un aporte de setiembre pasado lo que lo convierte en el mayor accionista incluso por arriba de la familia tradicionalmente propietaria: los Schulzberger.
Aquellas acciones de Slim cayeron de valor desde entonces de 128 a 58 millones de dólares. La crisis económica sigue afectando a los diarios estadounidenses los que además de los problemas de caída de circulación, ingresos por publicidad y desplome de las acciones en Wall Street, están viendo como el internet ya los ha superado en el último año como una de las principales fuentes de noticias de los estadounidenses.
El 40% de la gente prefiere al Internet como su principal fuente de noticias nacionales e internacionales en lugar de los periódicos (35%), según un estudio que hizo el Centro Pew Research. Sin embargo, más allá de esas dos fuentes de información, es la televisión con 70% de preferencia el lugar donde se buscan más noticias, aunque este número decayó un 4% en referencia al 2007.
La juventud está cambiando la forma de cómo informarse. Los menores de 30 prefieren el internet, medio que junto a la televisión está empatado con un 59% de preferencia. En el 2007, la televisión tenía el 68% y el internet solo el 34%.
A esta crisis de audiencia hay que agregarle una más peligrosa o devastadora en el corto plazo. Las acciones de los periódicos cayeron un promedio 83% (ochenta y tres) en el 2008, más del doble de la caída del índice Standard and Poor (38,5%), formada por 500 acciones transadas en Wall Street.Según datos de Alan D. Mutter en su blog “Reflections of a newsosaur” (un juego de palabras sobre lo dinosaurio que son estas fuentes de noticias) el valor de mercado de las acciones de 14 empresas de periódicos analizadas cayeron 64,5 mil millones de dólares en los últimos 12 meses, y 82,6 mil millones en cuatro años.
Ocho de las 14 acciones tuvieron una caída de un 90% o más y en algunos casos cayeron tanto que dejaron de ser comercializadas en la bolsa. La empresa editora del Washington Post sufrió la menor baja (51,5%), pero sus acciones valen ahora menos de la mitad de lo que valían hace un año. El New York Times cayó un 58,3% en 2008, pero si se analiza desde el año 2004, las acciones han perdido el 81,2% de su valor.
enero 30, 2009
México acosado por los narcos
México hace rato que dejó de tener el Cielito Lindo y Las Mañanitas ya no se cantan tan alegres como antes. La despiadada violencia del narcotráfico es un nubarrón que lo nubla todo, mientras las tareas del Estado para disiparlo son ineficaces o insuficientes.
Con un poder político acuciado por fallarle a sus gobernados, una Justicia esquiva y una prensa autocensurada, los carteles de la droga están a sus anchas en la frontera con EE.UU, donde compiten, matan y corrompen. En juego está la venta de drogas hacia el mayor mercado consumidor del mundo y la conversión a mafia de todo negocio lícito que les permita lavar dinero y apariencias, así sea vendiendo autos, camarones o discos compactos.
Los narcotraficantes saben cómo propagar el terror. Tienen mayores recursos que el Estado y no tienen limitaciones de ley. Todo lo compran, armas o voluntades. Decapitan a sus víctimas; arrojan cadáveres y cabezas en umbrales de periódicos; matan y secuestran policías, mujeres o periodistas; y en pasacalles, antes reservados para enamorados, amenazan y hasta ofrecen empleos de bandolero.
La ONU calculó que un 60% de municipios y destacamentos policiales están infiltrados por el narco. Todos sospechan de todos. Las estructuras políticas tambalean y los pronósticos para el 2009 son sombríos. En estos primeros 20 días, 201 personas fueron víctimas del crimen organizado, cifra que rebasará el promedio de las 5.300 ejecuciones de 2008, año récord en violencia.
El presidente Felipe Calderón demostró voluntad política para luchar contra el narcotráfico. Sacó a los militares a la calle y tuvo éxito en atrapar capos y desbaratar bandas. Pero los militares no son cura a largo plazo. Alvaro Uribe en Colombia tuvo que depurar al Ejército porque inflaba su eficacia asesinando a pordioseros que disfrazaba de guerrilleros.
No hubo una alusión directa a México en el discurso de asunción de Barack Obama, aunque el mensaje del jefe saliente de la CIA fue contundente. Auguró que México y su inseguridad serán el principal desafío para la diplomática Hillary Clinton, mayor aún que el reto del Medio Oriente. Es que el problema ya no es mexicano, la onda expansiva del narcotráfico “feudalizó” ambos lados de la frontera donde la corrupción y el asesinato hacen alarde entre policías, agentes aduaneros o polizones sin importar nacionalidades. Todos son cómplices. Los narcos venden droga y compran armas en el mismo lugar, así sea en Texas, Arizona o California.
El Plan Mérida, el paquete antidroga norteamericano que emula al Plan Colombia, es insuficiente. Obama habría exigido mayores pruebas y voluntad a Calderón que el solo hecho de atacar los blancos visibles de la narco violencia, a sabiendas que sus tentáculos ya están bien enraizados en el poder y se hace necesaria una tarea titánica de depuración. Para ello, son necesarias reformas legales, saneamiento de las fuerzas policiales y resurgimiento de la integridad que solo puede generar un Poder Judicial fuerte y creíble, que erradique la impunidad y disuada a grupos paramilitares que ya están anunciando justicia por mano propia si el Estado no resuelve.
Combatir la violencia con violencia es necesario y puede ser efectivo a corto plazo, pero la única forma de controlarla y prevenirla es dotar a la Justicia, a las fiscalías y policías con recursos y eficiencia disuasiva. EE.UU. no es modelo donde reflejarse en materia de tráfico de drogas, pero lo es en cuanto a la aplicación del castigo. El equilibrio de poderes es razonable y el peso de la ley se aplica con rigurosidad, por eso es lógico que Obama haya exhortado a Calderón a que en la batalla entre vendedores y consumidores, se aplique la misma vara a ambos lados de la frontera.
La prensa es la otra debilidad del sistema institucional mexicano. Justificada por la indefensión y el miedo provocado por el asesinato y secuestro de sus integrantes, el periodismo de frontera optó por la autocensura, una medida de autoprotección que lo resguarda temporalmente, pero que hipoteca su esencia a futuro. Si el gobierno no cuida de su prensa, especialmente la más vulnerable en el interior del país, estará diezmando otro pilar básico de la democracia y de la tan mentada federalización.
Con un poder político acuciado por fallarle a sus gobernados, una Justicia esquiva y una prensa autocensurada, los carteles de la droga están a sus anchas en la frontera con EE.UU, donde compiten, matan y corrompen. En juego está la venta de drogas hacia el mayor mercado consumidor del mundo y la conversión a mafia de todo negocio lícito que les permita lavar dinero y apariencias, así sea vendiendo autos, camarones o discos compactos.
Los narcotraficantes saben cómo propagar el terror. Tienen mayores recursos que el Estado y no tienen limitaciones de ley. Todo lo compran, armas o voluntades. Decapitan a sus víctimas; arrojan cadáveres y cabezas en umbrales de periódicos; matan y secuestran policías, mujeres o periodistas; y en pasacalles, antes reservados para enamorados, amenazan y hasta ofrecen empleos de bandolero.
La ONU calculó que un 60% de municipios y destacamentos policiales están infiltrados por el narco. Todos sospechan de todos. Las estructuras políticas tambalean y los pronósticos para el 2009 son sombríos. En estos primeros 20 días, 201 personas fueron víctimas del crimen organizado, cifra que rebasará el promedio de las 5.300 ejecuciones de 2008, año récord en violencia.
El presidente Felipe Calderón demostró voluntad política para luchar contra el narcotráfico. Sacó a los militares a la calle y tuvo éxito en atrapar capos y desbaratar bandas. Pero los militares no son cura a largo plazo. Alvaro Uribe en Colombia tuvo que depurar al Ejército porque inflaba su eficacia asesinando a pordioseros que disfrazaba de guerrilleros.
No hubo una alusión directa a México en el discurso de asunción de Barack Obama, aunque el mensaje del jefe saliente de la CIA fue contundente. Auguró que México y su inseguridad serán el principal desafío para la diplomática Hillary Clinton, mayor aún que el reto del Medio Oriente. Es que el problema ya no es mexicano, la onda expansiva del narcotráfico “feudalizó” ambos lados de la frontera donde la corrupción y el asesinato hacen alarde entre policías, agentes aduaneros o polizones sin importar nacionalidades. Todos son cómplices. Los narcos venden droga y compran armas en el mismo lugar, así sea en Texas, Arizona o California.
El Plan Mérida, el paquete antidroga norteamericano que emula al Plan Colombia, es insuficiente. Obama habría exigido mayores pruebas y voluntad a Calderón que el solo hecho de atacar los blancos visibles de la narco violencia, a sabiendas que sus tentáculos ya están bien enraizados en el poder y se hace necesaria una tarea titánica de depuración. Para ello, son necesarias reformas legales, saneamiento de las fuerzas policiales y resurgimiento de la integridad que solo puede generar un Poder Judicial fuerte y creíble, que erradique la impunidad y disuada a grupos paramilitares que ya están anunciando justicia por mano propia si el Estado no resuelve.
Combatir la violencia con violencia es necesario y puede ser efectivo a corto plazo, pero la única forma de controlarla y prevenirla es dotar a la Justicia, a las fiscalías y policías con recursos y eficiencia disuasiva. EE.UU. no es modelo donde reflejarse en materia de tráfico de drogas, pero lo es en cuanto a la aplicación del castigo. El equilibrio de poderes es razonable y el peso de la ley se aplica con rigurosidad, por eso es lógico que Obama haya exhortado a Calderón a que en la batalla entre vendedores y consumidores, se aplique la misma vara a ambos lados de la frontera.
La prensa es la otra debilidad del sistema institucional mexicano. Justificada por la indefensión y el miedo provocado por el asesinato y secuestro de sus integrantes, el periodismo de frontera optó por la autocensura, una medida de autoprotección que lo resguarda temporalmente, pero que hipoteca su esencia a futuro. Si el gobierno no cuida de su prensa, especialmente la más vulnerable en el interior del país, estará diezmando otro pilar básico de la democracia y de la tan mentada federalización.
enero 29, 2009
Honduras… casi un golpe
Las democracias latinoamericanas son frágiles y muchas están en retroceso. Honduras estuvo al borde de una nueva dictadura y no me percaté de una noticia que no tuvo mucha trascendencia internacional, hasta que visité San Pedro Sula entre ayer y hoy. Hablé con colegas, visité La Prensa y leí titulares y noticias espeluznantes.
Es increíble la fragilidad que tienen nuestras democracias, aún más cuando sabemos que son los propios gobiernos, o en este caso el Poder Ejecutivo, quien está socavando las libertades y presionando para que la democracia se transforme en una autocracia. El domingo por la noche casi se consuma lo que Manuel Zelaya hubiera querido, conformar un Poder Judicial acólito y dependiente, sin permitir que sea un poder independiente y capaz de servir de “check and balance” de los otros poderes públicos del país.
No hubiera sido fácil propender a un autogolpe como quedó ilustrado con la presión de Zelaya para disolver el orden institucional si no se hacía su voluntad, la que finalmente fue derrotada por una Asamblea más consciente de los valores democráticos. Estoy seguro que si el lunes amanecía una Honduras rota toda la comunidad internacional hubiera protestado y desalentado cualquier atropello civil o militar, de eso no hay dudas.
Sin embargo, ante tanta vulnerabilidad, uno se queda pensando por que la OEA es tan reticente a aplicar la Carta Democrática, un documento que en este momento es pisoteado por varios gobiernos, entre ellos, muy especialmente, los de Nicaragua y Venezuela.
Muchos hondureños a los que brevemente consulté están asustados por la inseguridad, atontados por la crisis económica y agobiados por la incertidumbre. Lo más positivo que me dijeron es que a Zelaya le queda menos de un año de gobierno y que no hay reelección.
Es increíble la fragilidad que tienen nuestras democracias, aún más cuando sabemos que son los propios gobiernos, o en este caso el Poder Ejecutivo, quien está socavando las libertades y presionando para que la democracia se transforme en una autocracia. El domingo por la noche casi se consuma lo que Manuel Zelaya hubiera querido, conformar un Poder Judicial acólito y dependiente, sin permitir que sea un poder independiente y capaz de servir de “check and balance” de los otros poderes públicos del país.
No hubiera sido fácil propender a un autogolpe como quedó ilustrado con la presión de Zelaya para disolver el orden institucional si no se hacía su voluntad, la que finalmente fue derrotada por una Asamblea más consciente de los valores democráticos. Estoy seguro que si el lunes amanecía una Honduras rota toda la comunidad internacional hubiera protestado y desalentado cualquier atropello civil o militar, de eso no hay dudas.
Sin embargo, ante tanta vulnerabilidad, uno se queda pensando por que la OEA es tan reticente a aplicar la Carta Democrática, un documento que en este momento es pisoteado por varios gobiernos, entre ellos, muy especialmente, los de Nicaragua y Venezuela.
Muchos hondureños a los que brevemente consulté están asustados por la inseguridad, atontados por la crisis económica y agobiados por la incertidumbre. Lo más positivo que me dijeron es que a Zelaya le queda menos de un año de gobierno y que no hay reelección.
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