Mostrando entradas con la etiqueta Pobreza. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Pobreza. Mostrar todas las entradas

enero 10, 2014

Resolución para 2014: Combatir la miseria en América Latina

Erradicar la miseria debería ser la resolución más relevante del 2014 para que América Latina alcance todo su potencial. La tarea es titánica porque no solo se necesitan planes sociales, empleos e infraestructura para el desarrollo, sino también promover la honestidad, en consideración que la corrupción afecta principalmente a los pobres.

Los vientos están a favor. China promete comprar más en Latinoamérica en los próximos años; la presidente brasileña, Dilma Rousseff, dijo que sacará de la miseria a 40 millones de compatriotas este año; mientras que el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, prometió combatir la pobreza con decisión, lo que son buenas noticias ya que entre ambos países aportan la mayor cantidad de indigentes del continente.

Lo más importante, quizás, es que emergió un líder en la región que está creando mayor conciencia sobre este problema - pobreza y corrupción - lo que no han podido hacer hasta ahora informes y estudios. Justamente la nueva visión que está contagiando este líder - la de poner a los pobres como los protagonistas de todas las reformas de políticas públicas - es lo que le ha valido al papa Francisco ser declarado Persona del Año por la revista Time.

Su contagio no deviene por su condición de ser el primer Papa latinoamericano, sino porque predica con el ejemplo. No solo habla de caridad, solidaridad y compasión para con los más vulnerables, sino clama porque se hagan reformas para combatir la corrupción, como él las ha hecho para limpiar al Vaticano de los corruptos.

Es que la manipulación electoral de los gobiernos, el soborno para la construcción de obras públicas o el enriquecimiento ilícito de los poderosos, no atentan contra los ricos, sino contra los pobres. La corrupción crea brechas cada vez mayores entre ricos y pobres, ya que disminuye en estos últimos su capacidad de inserción y participación en la sociedad.

El problema de la corrupción es que se suelen diferir fondos de proyectos públicos a fortunas personales, deteriorándose las instituciones del Estado. Y en ese deterioro, los más afectados son los servicios, como el caso de la salud, la educación, el acceso a energía, cloacas o agua potable, servicios que terminan convirtiéndose en privilegios lejanos para los pobres. Esta ecuación se desprende del informe del Banco Mundial, “La voz de los pobres. ¿Hay alguien que nos escuche?”, donde también se establece una relación profunda entre corrupción y falta de acceso a la información pública.
América Latina sigue siendo una región altamente corrupta. 

En gran parte, esa cultura se debe a la cultura del secretismo o la falta de transparencia con la que se manejan sus gobiernos. Desde manipular índices económicos como los gobiernos de Cristina Kirchner o Nicolás Maduro, hasta negarse a ofrecer declaraciones juradas como en Ecuador o utilizar dineros públicos como si fueran propios en Nicaragua.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos señala que cualquier política dirigida a obstaculizar la información sobre las tareas estatales, tiene el riesgo de promover la corrupción. Por ese motivo, y en plena coincidencia con el Banco Mundial y el PNUD, reclama que se debe propiciar el acceso a la información de los sectores más empobrecidos, ya que es la única forma de permitir su participación activa en el diseño de políticas públicas que afectarán sus vidas.

En columnas anteriores advertía - citando el estudio Panorama Social de América Latina 2013 de la CEPAL y el de Transparencia Internacional - que la corrupción y la pobreza van de la mano. Los países más desarrollados son los menos corruptos y los de mayor corrupción albergan la mayor cantidad de pobres.

En Latinoamérica hay 164 millones de pobres y 68 millones de personas viven en la miseria, según el estudio Panorama Social de América Latina 2013 de la CEPAL. La mayoría de ellos vive en países con los mayores índices de corrupción.

Los políticos y líderes de la región deben asumir que la corrupción es el mejor aliado de la pobreza y la antítesis del desarrollo. Así que cuando hablen de políticas públicas para combatir la pobreza, la prioridad debe estar puesta en promover la honestidad y la transparencia de la gestión pública, más que en incentivar programas de asistencia y/o prácticas clientelistas. 

diciembre 26, 2013

Regalo navideño de Cristina

La presidente argentina, Cristina de Kirchner, desmintió que será candidata nuevamente en las elecciones de 2015, dando a gran parte de los argentinos un regalo navideño sin igual.

De confirmarse su promesa y de respetarse la cláusula constitucional de que no puede buscar una segunda reelección, quedarán en el pasado doce años kirchneristas que no fueron buenos para el país, pese a que la máquina de propaganda del gobierno y sus partidarios ideológicos aseguren lo contrario.

Claro que no se le puede achacar al kirchnerismo todos los males del país - gobiernos anteriores deben asumir culpas – pero es obvio que en esta última década el gobierno, no obstante el boom económico gracias al precio internacional de las materias primas, no hizo lo posible para cambiar lo heredado. Aún peor, profundizó la perenne crisis socio-económica-política que viene afectando al país generación tras generación.

Así lo demuestran los datos que arrojó el reciente estudio de la Universidad Católica Argentina. Más de 10 millones de los 45 totales viven en la pobreza, tres millones de personas están mal nutridas y un 25% de la población no accede al mercado laboral formal.

El dato más preocupante del informe, “Heterogeneidades estructurales y desigualdades sociales persistentes”, es que la marginalidad estructural no mejoró en el país, pese a un crecimiento económico que en algunos años alcanzó al 8%. Como consecuencia de esa brecha cada vez más grande entre ricos y pobres, se potenciaron el crimen, el delito, la inseguridad y los privilegios.

Los datos son aún más preocupantes para el futuro inmediato si se consideran los índices crecientes de inflación que hacen añicos los planes; así como más oscuro se ve el panorama del futuro a mediano y largo plazo, cuando se observa que la deserción en la escuela secundaria alcanza al 37% (que esos jóvenes rara vez consiguen empleos) y que la educación no es una prioridad del gobierno.


Es probable que el gobierno critique o desmienta los resultados de este informe o que las palabras del diputado y amigo de Cristina, Carlos Kunkel, sobre su posibilidad de candidatearse, hayan sido otro globo de ensayo. Pero de lo que sí no hay dudas, es que el país está sin liderazgo y a la deriva.  

febrero 07, 2011

Ocultan la pobreza dibujando las estadísticas


La pobreza en Argentina sigue subiendo a pesar del crecimiento económico, a pesar de que el gobierno hace todo lo posible por ocultar las estadísticas reales. Según Fiel (Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas) la pobreza en las ciudades del país alcanza el 23,3%, lo que equivale al doble de lo reportado por el oficial Indec (Instituto Nacional de Estadística y Censos), organismo que viene siendo criticado durante la administración Kirchner por mentir descaradamente sobre los índices de la inflación.
Según estos datos, Argentina, otrora el “granero del mundo”, tiene unos 10 millones de pobres, ubicados entre la zona metropolitana de Buenos Aires, pero con una mayor concentración en las provincias del extremo norte del país, donde la desigualdad es cada vez más notable y en las cuales la pobreza es parte de un círculo vicioso del que forman parte el creciente desempleo, la educación deficiente y la tasa altísima de deserción escolar.
El debacle argentino no es solo patrimonio de la administración de Cristina de Kirchner y de la de su fallecido esposo, sino de todas las anteriores por los menos de medio siglo como mínimo. Es que justamente debido a la manipulación de las estadísticas, lo que siempre fue costumbre, todos los gobiernos han dibujado otro país, ocultando las verdaderas necesidades y prioridades de la gente.

enero 11, 2011

Un año con mayor determinación personal


Los canadienses comenzaron el año resueltos a alcanzar un mejor estándar de vida. Se propusieron hacer más actividad física, tener una dieta más balanceada y ganar horas de sueño.

Las resoluciones, como pude observar esta semana, fueron implantadas en la agenda pública por los medios de comunicación, sobre la base de estudios y encuestas que muestran que los canadienses están gordos, hacen poco ejercicio y no duermen lo suficiente. Y que si se demoran en modificar sus hábitos sedentarios, no solo comprometerán la expectativa de vida de las nuevas generaciones, sino que destruirán su hasta ahora eficiente sistema público de salud.

Este enero, Canadá adoptará los estándares de actividad física recomendados por la Organización Mundial de la Salud de 150 minutos a la semana para los adultos y de 60 minutos por día para los niños. No son objetivos muy altos - aunque hoy los alcanza solo el 12% de los niños y la mitad de los adultos - pero sí lo suficientemente importantes para combatir 24 enfermedades asociadas al sedentarismo y la obesidad, como la diabetes, hipertensión arterial, afecciones cardíacas y osteoporosis.

Con un 17.2% o 4,6 millones de obesos, Canadá no pareciera tener que preocuparse, como lo debieran estar EEUU, donde la gordura extrema es un problema mayúsculo y en aumento que afecta a un tercio de los niños; Europa, donde aumentó tres veces en las últimas dos décadas; y América Latina, donde gran parte de los 53 millones de obesos pertenece a familias de escasos ingresos, de acuerdo a cifras recientes de la Organización Panamericana de la Salud.

Es que al contrario de lo que se piensa, la gordura ya no es patrimonio de los países desarrollados o de los ricos. Incluso en EEUU, afecta más a los pobres y a las etnias más desventajadas como los afroamericanos y los hispanos, mientras que un 35% de obesos tiene ingresos menores a la línea de la pobreza. Chile es otro claro ejemplo de esta ecuación, ya que la mayoría de niños menores de 6 años con sobrepeso, pertenece a familias de escasos recursos, que consumen menos frutas y verduras, y más harinas y azúcares.

Los especialistas calculan que las probabilidades de los pobres a ser más obesos se deben a que solo acceden a 22 tipos de alimentos, carbohidratos en su mayoría; mientras que la dieta de los más ricos está compuesta por 250 clases, con mejor balance entre proteínas y calorías.

Justamente una dieta mejor balanceada, y la falta de ejercicio, aspectos que comprometen la suerte de las nuevas generaciones en América Latina, fue lo que alarmó a la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. En 2010 estableció el número de sub nutridos en la región en 52 millones, no tan solo como efecto de la crisis económica, sino también de la obesidad infantil, territorio que Argentina lidera con 7.3% de niños obesos menores de 5 años, Brasil con uno de cada tres entre 5 y 9 años de edad y México con uno de cada cuatro, entre 5 a 11 años.

El problema de la obesidad en la niñez es tan grave que hasta la primera dama estadounidense dejó de preocuparse por las drogas y el tabaco como sus antecesoras. Michelle Obama inició el año pasado la campaña “A Moverse”, que pregona mayor actividad física en las escuelas, y menos gaseosas y golosinas, a cambio de jugos naturales y verduras. Por otro lado, en Australia, la Asociación Nacional de Medicina, convencida de que la mortandad por males relativos a la obesidad superará pronto a la del cigarrillo, propuso la divulgación de publicidad grosera que muestre órganos dañados y gente tomando grasa líquida para disuadir a los niños a abandonar la comida “chatarra” y adoptar nuevos hábitos alimenticios.

Esta demostración de muchos países por atacar el sedentarismo y la obesidad con políticas públicas o con resoluciones sociales al estilo Canadá, bien pueden servir de incentivo para que los gobiernos latinoamericanos, no ajenos a esta epidemia moderna, consideren hacer de la educación alimentaria un tema tan prioritario como la lucha contra el hambre y la pobreza. En definitiva, las dos caras de la misma moneda.

julio 06, 2010

Niños pobres: Vergüenza continental

Si hay algo de lo que debemos avergonzarnos en nuestro continente americano es que la pobreza sigue a flor de piel, especialmente entre los niños latinoamericanos, alcanzando a 81 millones de ellos según acaba de revelar un informe dado a conocer por la Cepal y Unicef, lo que equivale al 45% de nuestra población infantil.
Si ante este panorama consideramos que en los últimos años los gobiernos latinoamericanos gastaron más de 50 mil millones de dólares en armamento y que cada gobierno gasta cientos de millones en propaganda gubernamental, especialmente en épocas electorales, es fácil darnos cuenta que los responsables por esta tragedia están lejos de arbitrar los medios para solucionarla.
De los 81 millones de niños pobres, casi la mitad de ellos (32 millones) viven en extrema pobreza; siendo que Bolivia, Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Honuras y Perú son los países con los peores niveles.
Según el estudio, que contempla los años 2008 y 2009, la pobreza que afecta a los niños está caracterizada por "privaciones severas": desnutrición crónica, precariedad de la vivienda, falta de acceso a agua potable y a los sistemas educativos e informativos.
Argentina, Chile, Costa Rica y Uruguay tienen los niveles de menor pobreza.
Por otra parte, el Banco Mundial emitió otro informe en el que señala que México, junto a Filipinas y Bangladesh, son los países en que la crisis económica tuvo mayor impacto entre los pobres. Algunos analistas consideran que en México casi la mitad de su población vive en la pobreza.

enero 13, 2010

Pobre Haití

Nada más le faltaba a Haití para hundirse en el pozo de la desesperación. La pobreza de Haití es paupérrima en todo sentido, en política, en economía, en educación, en salud… y este terremoto gigantesco lo hunde al país caribeño más allá de los ocho kilómetros donde se produjo el epicentro.

Parece una injusticia divina que recuperándose todavía de los huracanes que arrasaron poblaciones enteras, ahora les haya llegado este castigo sorpresivo. Ojalá este llamado de atención sirva para despertar la ayuda internacional que nunca fue suficiente para levantar al país más pobre y la vergüenza de las Américas. Bill Clinton estuvo en estos meses, como enviado especial, tratando de levantar la política haitiana, la que por golpes, corrupción e ineficiencia es responsable directa de que Haití nunca haya levantado cabeza.

Las imágenes actuales que llegan desde Puerto Príncipe son horrendas y despiertan la conciencia para que veamos en forma individual como podemos ayudar, más allá de las colaboraciones gubernamentales.

Haití es un país que me da lástima y que me hizo comprender más que ningún otro lo que significa la pobreza, a pesar de que la he visto – y paupérrima - por todos lados. En una visita años atrás, sentada al lado de una acequia con aguas negras, quedé mirando fijamente a una mujer amamantando a su bebé, que sobre un trapo rotoso y desteñido ofrecía para la venta una sola cabeza de lechuga verde, algo machucada y marchitada, tapizada por el zumbido de varios moscones negros. Desde entonces, esa imagen me revolotea por mi cabeza como síntesis de pobreza.

agosto 09, 2009

Pobreza: contradicción argentina

Argentina es un país de contradicciones especialmente cuando se compara su riqueza en recursos naturales y alimentos y la pobreza y el hambre que campean por doquier.

Bastaron esta semana las palabras del Papa Benedicto XVI para respaldar la campaña de solidaridad católica Más por Menos, para que todos se rasgaran las vestiduras.
¡Y no es para menos! El Papa habló de “reducir el escándalo de la pobreza y la inequidad social” en un país que históricamente se ha vanagloriado de ser el “granero del mundo” y de haber tenido un gran superávit gracias a los precios de las materias primas, antes de que el mundo sucumbiera a la crisis económica y financiera que se inició con el descontrol estadounidense.

Es que la mayoría de argentinos no salimos de nuestro asombro al no entender como un país tan rico, pudo haber caído en la pobreza. La falta de liderazgo político, de previsión y objetivos a largo plazo, los vaivenes económicos que de izquierda, derecha y centro nunca supieron dar en el clavo, son solo un manojo de respuestas ante un problema al que nadie parece encontrarle solución.

Por más que el gobierno hable de que la pobreza ha sido reducida del 60 al 22 ó 23 por ciento en los últimos años, como dijo en estos días el ex presidente Néstor Kirchner – cosa que nadie cree toda vez que el Instituto Nacional de Estadística y Censos ha venido mintiendo a diestra y siniestra – en realidad, las estadísticas más creíbles, como las de la Universidad Católica Argentina, refieren que los pobres llegan hoy en la Argentina al 39 por ciento de la población, es decir unos 14 millones de personas, de los cuales, algo más de cuatro millones son indigentes.

El Papa habló de la vergüenza de la pobreza para ayudar al relanzamiento de la colecta nacional Más por Menos, poniendo de nuevo en el tapete este tema que el Gobierno viene rechazando en forma reiterada. Siempre el Papa pone el tema en la llaga y hace que todos los sectores de la sociedad se enfrasquen en un duro debate y una dolorosa autocrítica tratando de buscar los culpables ante semejanza contradicción social.

En años anteriores, el Papa siempre atrajo “jugosos” debates en los lanzamientos de la campaña Más por Menos de Cáritas. En el 2007 apuntaló la campaña solidaria pidiendo “reducir las desigualdades", en el 2008 solicitó solidaridad para “superar situaciones de pobreza" y este año, cansado de que no se logre nada, tomó al toro por las astas, denunciando lo escandaloso de la pobreza.

Las palabras del Santo Padre no gustaron, pero son necesarias para recordar que lo peor que le puede pasar al país es esconder y omitir la pobreza y el hambre masivo, la mayor vergüenza que puede ostentar un país rico.

enero 04, 2009

Pobreza y Luna: la misma fórmula

La crisis económica mundial ha eclipsado la reconquista de la Luna y otros importantes objetivos espaciales trazados durante el 2008, aunque la historia lo reacomodará como el año en el que los países asiáticos avivaron el progreso de la humanidad.
Rompiendo con la hegemonía de EE.UU. desde que Neil Amstrong caminó sobre el polvo lunar el 20 de julio de 1969, las economías emergentes de China e India lideraron este año la carrera espacial, tras recoger los frutos de grandes inversiones en educación de Ciencias y Matemáticas, ecuación también indispensable para la competencia económica y la fortaleza laboral.
Los adelantos de China en materia espacial no son casualidad. Su estrategia estuvo inspirada en el modelo de John Kennedy durante la Guerra Fría de consagrar eficacia educativa en las Ciencias Exactas, lo que a la postre desembocó en el proyecto Apolo, aportando al país liderazgo científico y económico.
Bajo esa estrategia, fue notable el desarrollo tecnológico y mercantil de China aunque su progreso sólo quiera atribuírsele a la apertura de sus mercados. El sondeo de este año de Tendencias en Estudios Internacionales de Matemáticas y Ciencias (Timss), que mide las calificaciones en Algebra, Geometría, Química y Física, concluyó que varios países asiáticos como China, Taiwán y Singapur continúan a la vanguardia mundial en esas materias, superando ampliamente a EE.UU.
Sin dudas, la visión educativa de Asia a largo plazo le redituó avances sostenibles. China conquistó en setiembre un paso gigantesco al realizar su primera caminata espacial; mientras que India, un mes después, colocó un satélite en órbita lunar. De esa forma, la nave india Chandrayaan-1 y la china Change se sumaron a la japonesa Selene y a la europea Smart-1, todas en preparación para un pronto alunizaje.

Los expertos estiman que China será la primera nación en poner un hombre en la Luna en este siglo, tal vez antes del 2016. EE.UU. recién lo haría para el 2020, no porque haya perdido su liderazgo, sino porque sus prioridades han cambiado tras una reestructuración de la NASA, cuyos objetivos ya no son sólo científicos como los que alcanzó con las seis misiones humanas Apolo enviadas a la Luna entre 1969 y 1972.
Las motivaciones ahora son diferentes. Se trata de establecer bases permanentes en la Luna con la misión de explotar recursos minerales para producir energía y utilizar el satélite como trampolín para alcanzar horizontes tan lejanos como los de Marte.
Las Ciencias Exactas juegan en este propósito un papel trascendente. Al alinear los objetivos de la NASA con los del país y del sistema educativo, en su discurso de enero de 2004, el presidente George W. Bush, emulando a John Kennedy, expresó: “la fascinación generada por la futura exploración inspirará a nuestros jóvenes a estudiar matemáticas, ciencias e ingeniería, creando una nueva generación de innovadores y de pioneros”.

EE.UU. ha mejorado el aprendizaje de las Matemáticas en los últimos años, según el Timss; sin embargo todavía permanece a la zaga de Asia. El Programa de Seguimiento de Estudiantes Internacionales (PISA) que evalúa cada tres años los conocimientos de alumnos de 15 años en Ciencias, Matemáticas y Lectura, ubicó a China, Taiwán y Japón junto a Finlandia, Canadá, Estonia y Nueva Zelanda, entre los mejores puntajes del mundo. Asimismo, demostró que mientras en Australia y Japón uno de cada siete estudiantes comprende Ciencias, esa relación alcanzó sólo a uno de 20, en México y España.
Aquel estudio entre 400.000 alumnos realizado en 2006, mostró, sin embargo, calificaciones bajísimas de aprendizaje para Latinoamérica. Chile obtuvo el mejor lugar (40) de entre 57 países, seguido por Uruguay (43), México (49), Argentina (51), Brasil (52) y Colombia (53). Estos resultados confirman evaluaciones recientes, como las del Banco Mundial, que relacionan la mala calidad de la enseñanza con el bajo nivel de desarrollo económico de un país.
Ir al espacio es un objetivo irreal para una Latinoamérica que tiene otras prioridades y que no posee tecnología ni aspiraciones. Sin embargo, mantener objetivos altos con proyectos cualitativos de enseñanza en Ciencias Exactas, permitirían ventajas económicas más competitivas; y si bien llegar a la Luna no sea el resultado, al menos ayudarían a salir de la órbita de la pobreza.

enero 02, 2009

Miami Beach es el Brasil estadounidense

Venerada como la meca de la diversión y el lujo mundial, Miami Beach suele acarrear la atención de quienes quieren divertirse y salir a parrandear todo el tiempo.

Pocos saben, sin embargo, que esta ciudad que se volvió moda gracias al rejunte de farándula, al asesinato de Versace y la vivienda de Al Capone, al renacimiento del Art Decó y a la sede de mega ferias artísticas como Art Basel, se ha transformado en la ciudad con mayor disparidad de ingresos en Estados Unidos.

Miami Beach es una especie de Brasil latinoamericano, en donde existe la mayor brecha entre multimillonarios y pobres, siendo ambas clases bien abundantes. Según la oficina del Censo que está preparando los datos para esta nueva década, señala que un 20% de su población tiene el 62.3% de los ingresos, mientras que otro 20% tiene el 2.3% del ingreso.

Pero esta no es la única curiosidad. En esta década, el Censo descubrió que los ingresos se redujeron en la mayoría de las ciudades del país así como aumentó el desempleo, lo que motivó una suba de los índices de pobreza. Todo esto mucho antes de que sucediera la crisis hipotecaria y financiera, a las que se le suelen achacar todos los males actuales.

Turismo más escaso, hoteles y restaurantes más vacíos, edificios sin terminar, apartamentos embargados, inmigrantes deportados, contrastan, sin embargo, con el neón y la espuma de las olas turquesas que para esta época atraen a canadienses y europeos, que con moneda más fuerte, poco les importa si hay ricos o pobres.

diciembre 15, 2008

Narcotráfico, inmigración y pobreza

Cuando Barack Obama asuma el 20 de enero la Presidencia de Estados Unidos tendrá que prestar atención a tres desafíos que se le presentarán con prioridad en América Latina.

Un informe del Ministerio de Justicia de EE.UU. dado a conocer hoy se refiere al problema del narcotráfico en la frontera con México, como uno de los grandes desafíos en materia de seguridad para el 2009. La violencia despertada por los carteles de la droga mexicana que ya llevan más de 5.000 asesinatos durante este año y su alianza con las mafias italianas y el aumento del trasiego de estupefacientes hacen necesario la implementación rápida del Plan Mérida, un acuerdo bipartito por el cual EE.UU. dará 430 millones de dólares a México para estrategias de combate a los carteles y de prevención.

En materia de inmigración, Obama enfrentará un tema irresuelto como la de 12 de millones de indocumentados que viven en un limbo, miles de personas que son deportadas, entre ellos numerosos pandilleros centroamericanos que al llegar a su país no pueden ser metidos en las cárceles porque no tienen delitos en su país, por lo que quedan en las calles haciendo saltar los porcentajes de delitos.

Atado a estos dos problemas y a la corrupción rampante se espera que el gobierno estadounidense continúe ayudando a los latinoamericanos para establecer programas de desarrollo que permitan luchar contra la pobreza, especialmente en una época de crisis económica en la que los precios de las materias primas seguirán por el piso condenando a un continente que se ha dedicado a ellas dejando de lado el valor agregado de las manufacturas.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...