junio 01, 2009

OEA incongruente: Cuba y Venezuela

Es increíble que en esta 39 asamblea general de la OEA haya países tan ciegos que pidan – como lo hicieron desde la Cumbre de Trinidad y Tobago – que Cuba sea insertada nuevamente en la organización hemisférica, sin pedirle nada a cambio, especialmente en materia de libertades civiles y garantías para los derechos humanos.
A pesar de que los hermanos Castro y Hugo Chávez han dicho y reiterado recientemente que la OEA es una organización de porquería y que Cuba jamás querría ni debería incorporarse, muchas naciones latinoamericanas insisten que la OEA ya no puede existir sin Cuba.
Esta es una de las mayores incongruencias históricas de la organización, no solo porque no aprovecha la oportunidad para exigir a Cuba que libere a unos 300 presos políticos y que respete la libertad de expresión y de prensa; sino, porque además, no está haciendo absolutamente nada en contra de Chávez quien está ensañado en contra de la televisora independiente Globovisión a la cual ha jurado que cerrará, tal como lo hizo con RCTV en mayo de 2007.
La incongruencia de esta organización hemisférica sobre Cuba y Venezuela, es que debería tener la obligación y responsabilidad de hacer cumplir la Carta Democrática Interamericana y la Convención Americana sobre Derechos Humanos, documentos ambos que centran su atención en las garantías constitucionales e internacionales y en la libertad de prensa y de expresión como valores fundamentales de la democracia.
Si la OEA no hace algo al respecto, o peor aún, lo hace al revés, ganará en mayor desconfianza de parte de toda la población y le dará la razón a muchos quienes piensan que no tiene nada que contribuir.

mayo 31, 2009

Mauricio Funes y la libertad de prensa

Este lunes un periodista reemplazará a otro como presidente de El Salvador y veremos cómo se comportará en materia de libertad de prensa y expresión durante su gestión, y si lo hará tan bien como quien será su antecesor a partir de mañana.

El izquierdista Mauricio Funes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) reemplazará al derechista presidente Antonio Saca de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Funes, además de ex guerrillero que dejó de lado 12 años de lucha armada tras los acuerdos de paz de 1992, se desempeñó como periodista; lo mismo que Saca, comentarista deportivo de radio y televisión y quien por años fue dirigente de la Asociación Internacional de Radiodifusión.

Si habría que prejuzgarlo a Funes como periodista, uno pudiera tener la tranquilidad de que respetará la libertad de prensa tal como Saca lo ha hecho, tanto en materia de acceso a la información pública, despenalización de los delitos de difamación cuando son cometidos contra funcionarios, sin discriminar en materia de publicidad oficial y siendo tolerante contra quienes lo criticaron a través de los medios de comunicación.

Veremos y esperemos. Funes tiene la misma ideología que los gobiernos izquierdistas y neo populistas actuales, como los de Hugo Chávez, Daniel Ortega, Evo Morales, Rafael Correa y Cristina de Kirchner, los que si por algo se están caracterizando, es justamente por su intolerancia y atropellos a la libertad de prensa y de expresión y las demás garantías individuales.

Por suerte, Funes ha dicho que para su período de cinco años está enfocado en imitar los pasos de Lula da Silva, un presidente que ha tenido un comportamiento muy adecuado con los medios de comunicación y los periodistas, y que se ha conducido con mucho respeto por la libertad de expresión de todos los brasileños.

Ojalá que Funes – quien ganó el 15 de marzo dejando atrás 20 años de gobiernos ARENA - comience y siga entonces con el enfoque brasileño, ya que respetando la libertad de prensa le resultará más fácil enfrentarse a los grandes desafíos que tiene por delante: el crimen e inseguridad generada por las pandillas juveniles y la débil economía producto del desbarajuste mundial.

Ojalá también, y a diferencia de los demás presidentes, sepa respetar los lineamientos sobre libertad de prensa que se expresan en la Declaración de Chapultepec y en los Principios sobre Libertad de Expresión de la OEA.

mayo 30, 2009

Marchas y contramarchas

Movilizaciones El video póstumo del abogado Rodrigo Rosemberg que acusó a la Presidencia de Guatemala de ser responsable de su asesinato, arrastró al presidente Álvaro Colom a incurrir en un grave abuso de autoridad: organizó una marcha masiva con sus partidarios políticos y empleados de la administración pública, para contrarrestar una protesta legítima de la sociedad civil que grita por más justicia y menos impunidad.
Este recurso utilizado por Colom es habitual entre otros gobiernos latinoamericanos. Las contramarchas o movilizaciones de auto apoyo gubernamental, como también las organizan Hugo Chávez, Daniel Ortega y Cristina de Kirchner, entre otros presidentes, buscan neutralizar protestas públicas de oponentes; intimidar a disidentes, creando inseguridad para desmotivar futuros reclamos; mostrar o medir fuerza política; y polarizar, lo que atomiza a la población que se ve obligada a escoger entre estar a favor o en contra, todo o nada, sí o no.
Las contramarchas son antidemocráticas desde su concepción. El derecho de reunión, explícito en todas las constituciones del continente - junto a los de la vida, expresión, justicia y libre asociación - es un derecho de la persona como individuo, y el Estado, como entidad jurídica, no lo puede asumir como suyo, sino garantizarlo, defenderlo y protegerlo.
Sobre este deber de protección del Estado, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en un fallo de febrero contra Venezuela en materia de libertad de expresión - lo que puede ser extrapolado al derecho de reunión – manifestó que si bien los gobernantes pueden expresarse libremente (o promover una manifestación) tienen más restricciones y responsabilidades que los individuos, ya que no pueden menoscabar las garantías individuales, mucho menos en situaciones de conflictividad y sensibilidad social, debido a los riesgos que se pueden generar contra las personas y grupos involucrados.
Las contramarchas suelen tener además tres características que las desacreditan institucionalmente. Dilapidan recursos públicos, utilizan fuerzas de choque para atemorizar y promueven métodos propagandísticos anti minorías.
Valen estos ejemplos. Se calcula que el presidente Colom gastó casi un millón de dólares para convocar a miles de funcionarios partidarios electos de todo el país a su movilización y así debilitar los efectos del video de Rosemberg. Es conocido que el chavismo venezolano, el sandinismo nicaragüense y el kirchnerismo argentino reclutan fuerzas de choque - camisas rojas, consejos del poder ciudadano y piqueteros - para contrarrestar manifestaciones estudiantiles, marchas por elecciones fraudulentas o en apoyo al sector agropecuario. Y más grave aún, es que los gobiernos, al mantener aceitados sus aparatos de propaganda ideológica para arengar a sus mayorías, olvidan que la democracia implica atender y respetar las necesidades de las minorías.
Entre esas minorías se ubican las fuerzas de oposición, las que sí pueden adjudicarse el derecho de reunión. Por eso no es malo que Manuel López Obrador reúna a miles todos los días en las calles de México para acusar a Felipe Calderón de haberle robado la Presidencia; y es bueno que Calderón no salga a contestar con una contramarcha para justificar su legitimidad.
A un gobierno democrático no se le ocurriría perder el tiempo en organizar marchas políticas de auto apoyo. Michele Bachelet ni Nicolás Sarkozy ni Barack Obama convocarían a sus masas de partidarios para contrapesar las quejas de la oposición sobre carencia de justicia o transparencia.
Los gobiernos deberían hasta abstenerse de convocar reuniones masivas para promover fines altruistas, como el de José Luis Rodríguez Zapatero en contra de la violencia de la ETA o el de Alvaro Uribe por los secuestrados de las FARC. Es que al final, como el hábito hace al monje, pueden terminar cayendo en la tentación de utilizar los métodos de las contramarchas para incentivar otros fines de corte político o comprar mayores lealtades.
Aunque las contramarchas no son ilegales, porque no hay leyes que las reglamenten, prohíban o condenen, demuestran la debilidad del gobierno, siendo ética y democráticamente reprobables. Los Congresos deberían ser los encargados de fiscalizar a los gobiernos que las organizan, porque derrochan recursos que pertenecen a todos los ciudadanos; porque masifican a las mayorías violentando a las minorías; y porque polarizan y atomizan, motivando a que seamos cada vez más apáticos y descreídos de las instituciones democráticas.

mayo 29, 2009

Cutié, una buena decisión; pero...

El padre Alberto Cutié siguió haciendo de las suyas y sorprendiendo a medio mundo con su incorporación a la Iglesia Episcopal. Aunque había dicho que estaba en un retiro espiritual y pensando sobre su futuro, algunos noticieros los sorprendieron en estos días en playas de California junto con su pareja, por lo que se presentía que ya se venía venir el “salto de fe”, como tituló esta mañana The Miami Herald.

No tardó mucho. Menos de lo esperado. Ayer, pomposamente, la Iglesia Episcopal lo acogió y mientras el trámite dure casi un año para que pueda celebrar misa, el arzobispo de esa denominación ya le encomendó tareas laicas para sanear una parroquia a la que se espera arrastrará a algunos de sus feligreses apostólicos romanos.

La decisión de Cutié fue buena. Viró hacia la Iglesia Episcopal en la que podrá ofrecer misa y casarse y tener una familia. Enhorabuena si es lo que le gusta y quiere. Pero cómo lo hizo es lo reprochable, ya que parece que ni habló con su arzobispo católico para dar el salto ni siquiera para informar sobre su decisión. ¿Tendrá razones tan valederas como para haberse “escapado” de la Iglesia Católica o ni siquiera haber notificado y esperado respetuosamente una dispensa que era obvia le darían?

Cutié volvió a fallar en las cosas terrenales. Está enamorado de los medios y de su imagen en ellos. Su sentido del yo volvió a imponerse por sobre el respeto a una Iglesia que le encomendó su imagen y mercadeo en la comunidad y a un montón de almas, algunas descarriadas y otras de buen vivir. Todo este proceso, desde las primeras fotos en la playa, hasta todo el circo montado por Univisión y los demás medios, está manchado de suspicacias y sospechas. Cutié no hizo nada bien y cada palabra que dice lo embarra cada vez más.

Si hubiera querido tal vez podría haber seguido sirviendo en la Iglesia Católica en otra condición; como diácono. Aunque claro, sería una profesión más humillante para un cura hecho y derecho, y tendría que salir a trabajar por fuera de la parroquia para ganar el sustento de su familia. Lo de estar en la Iglesia Episcopal le cierra mejor.

Hay gente confundida todavía que cree que el problema de Cutié es el celibato o, como lo hizo ver el arzobispo episcopal, que mejor que lo hayan sorprendido in fraganti con una mujer que con un varoncito, excusándose en los problemas de pederastia que la Iglesia ha tenido. Pero lo de Cutié no tiene nada que ver con eso, se trató de un simple problema de infidelidad, en este caso a los votos de castidad y a una tradición y costumbre que él abrigó voluntariamente. Entrar en la Iglesia Episcopal no lo hace inmune a pecar nuevamente.

Lo bueno de esta telenovela es que nos ha dado la oportunidad de que se debatan temas apasionantes y que rara vez confrontamos si esos hechos no son cometidos por personas importantes y mediáticas como Cutié. Más allá de que algunos se sientan ofendidos por sus conductas, que otros encuentren venganza en contra de la Iglesia Católica y que otros lo aplaudan, lo bueno es que nos ha permitido tener buenas, acaloradas y hasta jocosas conversaciones sobre él y sus actos.

Tal vez esto forme parte del primer capítulo de su libro que todos creen que llegará en algún momento. Lo importante no será éste, ya bastante conocido, sino todos los demás capítulos que será capaz de agregar.

mayo 28, 2009

El circo de Evo Morales

Siempre que nos entrevistamos con un presidente para discutir temas de libertad de prensa, lo hacemos previniendo diferentes escenarios, previendo reacciones y tratando obtener algunos compromisos favorables a la labor de la prensa o, por lo menos, que se corrijan algunas actitudes gubernamentales contra la labor de los periodistas.

Pero Evo Morales - en la entrevista que tuvimos anoche con él en Casa de Gobierno, con una delegación internacional de la SIP – no es fácil de leer. Nos habían advertido que podría utilizar la reunión para regañarnos o montar alguna clase de circo. Y así fue.

Nos recibió con sus colaboradores más cercanos, el ministro de la Presidencia, Juan Carlos Quintana y el vocero presidencial, Iván Canelas, artífices – según se dice – de la estrategia comunicacional del Presidente. Si bien Evo se mostró afable, simpático y generoso con el tiempo – estuvimos dos horas y cuarto en el palacio de gobierno – también se lo podía sentir tenso y molesto, ante un grupo de personas a los que él considera representantes de una prensa oligarca, burguesa y a la que le achaca los males ancestrales de su país.

A pesar de que quien lideraba la misión de nuestra parte, el presidente de la SIP, Enrique Santos, hizo un recuento pormenorizado de las preocupaciones que llevábamos ante el gobierno, Evo ya tenía su circo montado, para el cual permitió a la prensa nacional y extranjera en el recinto, lo que a todas luces se veía que “algo nos tenían preparado”.

Iván Canelas tenía listo un audiovisual con ejemplos de titulares de diarios, notas periodísticas y videos de canales, en los que trató de demostrar como se mentía e injuriaba a Morales. Muchos de estos tenían que ver con el diario El Mundo que en una tapa mostraba a Evo Morales recibiendo a Diego Maradona con un titular “Evo exporta, Diego consume”, a lo que un Canelas furioso y envalentonado por el Presidente que asentía con la cabeza, se refería como a una difamación alevosa.

El audiovisual duró casi una hora y si bien mostró algunos periodistas televisivos de departamentos opositores que insultaban a Evo, que en cualquier país pudieran ser severamente sancionados, Canelas, con ínfulas de profesor universitario, trató con los ejemplos de generalizar a toda la prensa boliviana.

Luego le tocó el turno a Quintana quien a través de un ejemplo del departamento de Pando en el que mostró una serie de hechos de corrupción entre un ex prefecto y varios medios de comunicación cuyos dueños y periodistas se estaban viendo beneficiados con bonos y dineros públicos, trató de demostrar que los medios son todos opositores y que responden a intereses neoliberales, por supuesto, corruptos y hasta terroristas y responsables de todos los males.

Evo no habló mucho, asintió siempre con sonrisas y comentarios afirmativos a los dichos altisonantes y propagandísticos de sus seguidores, pero cuando habló, cometió una gran torpeza al calificar a los periodistas de ser “pollos de granja”, lo que seguramente ahondará el distanciamiento que mantiene con el gremio.

Una de las inquietudes que le llevamos es que reinicie sus conferencias de prensa con los periodistas en casa de gobierno a quienes no atiende desde diciembre, cuando los reporteros gráficos en protesta – después que ridiculizó públicamente a un colega - dejaron sus cámaras, bolígrafos y libretas en la puerta de entrada del palacio.

En lugar de aceptar la sugerencia o al menos de haber dicho que estudiaría esa posibilidad de no discriminarlos, fue peor. Dijo que no le daría conferencias de prensa a los periodistas de La Paz porque no se sabían comportar, gritaban todos juntos como “pollos de granja” y que había llegado la hora de tener que educarlos.

Detrás de nuestra mesa de reunión donde más de 50 periodistas y camarógrafos estaban apostados, se “escuchó” un silencio profundo que de a poco se transformó en un murmullo respetuoso. Muchos habrían pensado irse, otros hacer una protesta parecida a la de diciembre; sin embargo todos optaron por retirarse en paz, acostumbrados a los exabruptos y circos propagandísticos de Evo Morales.

mayo 26, 2009

Bolivia totalmente polarizada

Estoy con una delegación de la SIP en La Paz, ya que mañana nos entrevistaremos con el presidente Evo Morales, para analizar temas inherentes a la libertad de prensa y escuchar de parte de él mismo sus pensamientos puntos de vista los que son ya bastantes conocidos debido a que el gobierno viene siendo muy transparente con su política de comunicación e información.

Más allá del tema específico de la libertad de prensa, Bolivia es un país totalmente politizado, polarizado y divido, gracias a un gobierno que está arrastrando a toda la sociedad a tomar partido a favor o en contra de los temas centrales del país, así sea en lo político, social y económico. De ahí que la división del país se viene exteriorizando cada vez más así sea entre temas como indígenas vs. blancos; centralismo vs. autonomías; propiedad privada vs. estatismo; constitución política vs. descabezamiento de las instituciones; etc...

El gobierno de Evo Morales, así como lo he visto y comentado en otros posts tras algunas visitas a Venezuela, Ecuador y Venezuela, ha mantenido una estrategia comunicacional dedicada a dividir a la población – ciudadanos comunes, jueces, diputados, periodistas, medios, asociaciones civiles - y a buscar que todos adopten una posición; lo que termina lamentablemente derivando en agresiones y violencia entre diferentes sectores. El ex presidente Jorge Quiroga, nos dijo hoy que él veía un panorama cada vez más violento para los próximos meses, de cara a las elecciones presidenciales de diciembre próximo.

Sin dudas este clima de polarización, ya existente en el país durante otras administraciones, lo está incentivando profundamente el actual gobierno. El mismo Evo Morales declaró la semana pasada que en su mira está apoderarse del Poder Judicial y del Congreso; una propiedad que ya viene asumiendo en diferentes facetas de la vida pública, incluyendo a los medios de comunicación privados y los cada más pro gubernamentales y la red de nuevos medios estatales que ha creado.

mayo 25, 2009

Correa y los medios corruptos

Este fin de semana los tres presidentes Rafael Correa, Hugo Chávez y Evo Morales se dieron un banquete en discutir y acusar a los medios de comunicación de sus respectivos países como los más grandes corruptos y terroristas.

Correa dijo que cuando le toque presidir el Unasur buscará la forma de crear un organismo capaz de controlar a los medios con la finalidad de que los gobiernos puedan trabajar sin problemas ni ataduras y para que de esa forma la oposición no lo utilice como instrumentos para desestabilizar a las democracias.

Estos tres presidentes son los que en sus países han creado y mantienen las redes de medios paraestatales más grandes de América Latina. En nombre de la pluralidad y la diversidad, están mintiendo y manipulando la información, ya que no han creado medios públicos, sino estatales, es decir pagados con dinero del público, y no para brindar información plural y diversa, sino para diseminar propaganda del gobierno o información ideologizada. Pura corrupción.

Lo peor de todo es que Correa sigue los mismos pasos que Chávez. También como en Venezuela, está impulsando en Ecuador una serie de medidas administrativas en contra de los medios electrónicos, al anunciar que todas las concesiones entrarán en una etapa de revisión.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...