Mostrando entradas con la etiqueta Declaración de Chapultepec. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Declaración de Chapultepec. Mostrar todas las entradas

marzo 17, 2014

Necesaria cultura de libertad de expresión

Corría 1994. La Sociedad Interamericana de Prensa creaba la Declaración de Chapultepec para defender y promover la libertad de prensa como esencia de la democracia, mientras la ciclotímica América Latina se sacudía crisis y buscaba consolidar procesos democráticos.

Hace 20 años los temas eran diferentes, pero los problemas similares. Corrupción, inseguridad, inflación, debilidad institucional, censura de prensa, pobreza, desigualdad y autoritarismo reaparecían sin evolución ni aprendizajes. Desde el Vaticano, Juan Pablo II reaccionaba a Latinoamérica prohibiendo a sacerdotes militancia política y sindical. En México no se hablaba de narcotráfico, sino del nuevo movimiento zapatista. En Venezuela, asumía Rafael Caldera, indultando semanas después a Hugo Chávez, preso desde su intento de golpe de Estado en 1992. En Argentina morían 84 personas en el atentado contra la AMIA, se reformaba la Constitución y Maradona era expulsado por dopaje del Mundial de EE.UU.

Hace 20 años el internet era incipiente y desconocido. Los mensajes más vanguardistas eran por fax. En Colombia se inauguraba la telefonía móvil y los medios tradicionales no tenían idea que al final de la década tendrían que emigrar a espacios digitales para sobrevivir y mantener audiencias. Edward Snowden y Julian Assange, si acaso, eran ciencia ficción.

En 1994, mientras Nelson Mandela ganaba las elecciones en Sudáfrica poniendo fin al apartheid, en el Castillo de Chapultepec de la ciudad de México, un grupo de visionarios, entre ex presidentes democráticos, líderes mundiales, premios Nobel y periodistas, redactaban una escueta declaración de principios que serviría para crear cultura sobre libertad de expresión.

El clima actual de libertad de prensa no es mejor que hace 20 años; hasta se retrocedió. Lo prueban el cierre de medios y persecución de periodistas en Venezuela; la censura legalizada en Ecuador; la propaganda gubernamental en Argentina; la matanza de periodistas en México, Brasil y Honduras; la continua falta de libertad en Cuba y la invasión del gobierno de EE.UU. en la privacidad de la gente.

Pese a ello, el público, tal vez sin saber por qué, tiene mayor conciencia sobre que para vivir en democracia, es indispensable que se reconozca con acciones concretas el derecho a la información, en lugar de figurar en lindas frases constitucionales y tratados internacionales. Esa mayor conciencia fue fraguada por debates públicos, participación en las redes sociales y más acceso a decisiones de los gobiernos, que se vieron presionados a rendir cuentas.

La Declaración de Chapultepec contribuyó a esa saludable cultura de mayor apertura gubernamental. Sirvió para medir sistemáticamente el nivel de libertad de prensa en una sociedad y, también, para impulsar medidas concretas que favorecieron la práctica del Periodismo ante gobiernos intolerantes y para crear más garantías y respeto a los derechos del público a la información y expresión.

El logro mayor en estas dos décadas de la Declaración fue haber impulsado la tendencia de leyes de acceso a la información pública, que empezó con México en 2001 y prosiguió hace días con la Ley de Transparencia en Colombia, después de insertarse en más de una docena de países latinoamericanos. Si bien estas leyes – todavía inexistentes en Venezuela, Paraguay, Costa Rica y Argentina, entre otros países -  no derrotaron el secretismo de Estado existente, ayudaron a crear cultura sobre la necesidad de contar con gobiernos más abiertos y trasparentes.

La eliminación del delito de desacato - que las autoridades permitan la crítica sin represalias - fue otro paso positivo en pos de gobiernos menos autoritarios. La excepción son Ecuador y Venezuela, donde por una ley y una reforma al Código Penal, respectivamente, se activaron mayores protecciones para los gobernantes, como si fueran monarquías del Siglo 14.

En materia de libertad de información los desafíos son muchos y constantes, especialmente por esa característica latinoamericana a la ciclotimia, de volver a los errores de siempre. Por eso es válida la celebración de la Declaración de Chapultepec que, aunque un poco imperceptible a la vista del ciudadano común, ha sido en estos 20 años, una usina importante para generar energía y cultura a favor de las libertades de prensa y expresión.

marzo 11, 2014

20 años de Chapultepec y la libertad de prensa

Hoy se cumplen 20 años desde que fuera redactada la Declaración de Chapultepec, por iniciativa de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), un documento breve pero enérgico, que ha servido para construir cultura sobre libertad de prensa y de expresión en las Américas.

Comparto el comunicado de hoy de la SIP - La Declaración de Chapultepec cumple hoy 20 años, pero “sigue tan vigente como siempre - con el que se recuerda a los visionarios de aquella época, que tuvieron en mente un documento que a la par de ayudar al periodismo y a los medios de comunicación a hacer mejor su labor, obliga a los gobiernos a respetar el derecho del público a la información y a abrir más espacios y procesos democráticos.

Miami (11 de marzo de 2014).- Después de 20 años la Declaración de Chapultepec “sigue tan vigente como siempre”, según las autoridades de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que reclaman su relevancia en un continente todavía afectado por las violaciones a las libertades de prensa y expresión.

Al cumplirse hoy un nuevo aniversario desde que fue creada el 11 de marzo de 1994 en el Castillo de Chapultepec, en México, la SIP anunció que abre a partir de ahora una serie de actividades en su conmemoración.

La primera de ellas se efectuará en Barbados del 4 al 7 de abril próximo, donde se discutirá sobre su relevancia como documento para preservar, promover y defender la libertad de prensa. Otros actos están previstos durante la asamblea general que la organización realizará en Santiago, Chile, en octubre, además de encuentros regionales y webinarios en los que se abordará la aplicación de sus principios, esenciales para el derecho del público a la información y el robustecimiento de las democracias.

En su preámbulo, la Declaración, redactada entre ex presidentes democráticos, premios Nobel, líderes y periodistas, destaca que: “Sin libertad no puede haber verdadero orden, estabilidad y justicia. Y sin libertad de expresión no puede haber libertad”.
Tras recordar “a aquellos visionarios que hicieron posible este documento y su utilidad”, la presidente de la SIP, Elizabeth Ballantine, The Durango Herald, Colorado, dijo que “la relevancia de la Declaración radica en que nos compromete como periodistas, pero especialmente como ciudadanos, a defender y promover las libertades de prensa y de expresión como prioridades para alcanzar el bien común”.

La Declaración de Chapultepec (http://www.sipiapa.org/chapultepec3/acerca-de-la-declaracion) contiene 10 principios fundamentales necesarios para que una prensa libre cumpla su papel esencial en una democracia. Fue aprobada durante la Conferencia Hemisférica sobre Libertad de Expresión del 11 de marzo de 1994 en Ciudad de México y desde entonces adoptada por jefes de Estado, líderes, académicos, estudiantes y ciudadanos de las Américas.

El presidente de la Comisión de Chapultepec de la SIP, José Roberto Dutriz, La Prensa Gráfica de El Salvador, agregó que “la Declaración no solo nos compromete a buscar permanentemente la verdad, a exigir libertad y tolerancia, sino también nos compromete a respetar normas y criterios éticos en la comunicación”.

En tanto el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información, Claudio Paolillo, Búsqueda, Uruguay, subrayó que “la Declaración se ha transformado en una vara esencial para medir los niveles de libertad y democracia del que gozan los países, ayudando a crear jurisprudencia para garantizar los derechos y libertades individuales”.

En ese sentido, Paolillo y Dutriz, recordaron que en 2001 la Declaración de Chapultepec sirvió de base para la redacción de la Declaración de Principios de Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

El Programa de Chapultepec de la SIP cuenta con el apoyo económico actual del Fondo James McClatchy de La Fundación San Francisco, California. Desde sus orígenes en 1994 y por más de una década, ese Programa contó con el respaldo económico de la Fundación Robert R. McCormick, de Illinois, EE.UU.

noviembre 06, 2011

Santos: recuperar la memoria y + conexión


Días antes de que el Ejército colombiano matara esta semana al jefe guerrillero de las FARC, Alfonso Cano, el presidente Juan Manuel Santos firmó la Declaración de Chapultepec de la Sociedad Interamericana de Prensa y en un gesto que lo ennoblece como periodista, dedicó el acto a los comunicadores que “han entregado sus vidas en honor a la verdad y en defensa de nuestra libertad”.

Su actitud fue conmovedora tratándose de que en su memoria persisten más de 100 periodistas asesinados en las últimas décadas, quienes cayeron, en su mayoría, por represalias de los narcotraficantes y guerrilleros, muchas veces en connivencia con los funcionarios y políticos de turno. Ojalá que esta firma, que el Presidente centró en el artículo 4 de la Declaración en el que se recalca la violencia y la necesidad de que los estados deben “investigar con prontitud y castigar con severidad” a los crímenes y los criminales, sirva para que el sistema judicial envigorice su trabajo para atrapar a los violentos y no dejar que más de 30 casos de asesinatos contra periodistas prescriban.

“Muchos de nuestros periodistas – dijo Santos- han muerto por la verdad, pero su sacrificio ha hecho que el corazón de nuestra sociedad sea hoy más libre que nunca. A esos mártires debemos rendirles honores por la solidez de sus convicciones y por su valor para enfrentarse a los violentos… debemos darles gracias por su olfato para ladrar —como heroicos perros guardianes de la sociedad— y alertarnos cuando los criminales han querido hacer de las suyas”.

Otro aspecto que hace a la libertad de prensa y de expresión en Colombia fue altamente considerado por Santos en su discurso. Al dirigirse a sus ex colegas, dirigentes de periódicos que representaban a Andiarios, la asociación nacional de diarios colombianos, Santos mencionó que sabía de sus preocupaciones y desafíos profesionales, ante la caída de la publicidad en sus negocios y porque las audiencias están cada vez más yéndose del papel hacia la lectura digital.

Para darles ánimo de mantener los mismos valores del periodismo pero adaptarlos a las nuevas tecnologías, Santos desglosó un ambicioso plan. Se trata del Plan Vive Digital, sobre el que dijo permitirá cuadriplicar las conexiones a banda ancha a 8,8 millones de un total de 4,1 millones actuales y de los 2,2 millones al principio de su Presidencia en 2010. También anunció que hace un mes, su gobierno cerró la licitación del Proyecto Nacional de Fibra Óptica con el que se espera conectar a 900 municipios del país.

Lo de Santos se trató de dos obras importantes para la democracia. Recuperar la memoria de quienes fueron asesinados por defender su derecho a la libertad de expresión y de prensa, y lograr mayor rapidez y conexión en la comunicación entre ciudadanos.

mayo 04, 2011

Piñera firmó la Declaración de Chapultepec


El presidente de Chile, Sebastián Piñera, firmó hoy la Declaración de Chapultepec, en un acto solemne en la Plaza de la Constitución frente al Palacio de la Moneda, durante una ceremonia en la que participaron miembros de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y de la Asociación Nacional de la Prensa de Chile (ANP).
En un compromiso contundente con la libertad de prensa, Piñera resaltó cinco puntos del gobierno para “defender y promover en todo tiempo, lugar y circunstancias la libertad de prensa”. También especificó que su gobierno elevará la voz cuando otros gobernantes mancillen esa libertad.
“Actuaremos con la mayor transparencia ya que la democracia se mide por el control y el escrutinio público, por lo que estoy comprometido a seguir incrementando los niveles de transparencia”, dijo Piñera.
El presidente chileno también se refirió a la creación de una cultura “de la rendición de cuentas” y a mantener una política de puertas abiertas para que los medios y el público acceda a la información oficial.
También resaltó la política de extensión de la banda ancha en su país “para que todos participen con sus ideas”, en referencia a que las nuevas tecnologías han roto con el monopolio de la información.
Pinera fue antecedido por el presidente de la ANP, Alvaro Caviedes y por el presidente de la SIP, Gonzalo Marroquín.
Marroquín dijo que “desde esta bella plaza de la capital chilena hacemos un llamado a la sociedades de Norteamérica, el Caribe, Centroamérica y el Cono Sur para que juntos, prensa y sociedad, asumamos algo más que una actitud de alerta; una actitud de rechazo ante cualquier acción que pretenda restringir el derecho humano de libre expresión”.
El presidente de la SIP explicó que hay dos grandes enemigos de la libertad de expresión y de la libertad de prensa: el crimen organizado y los gobiernos intolerantes y autoritarios, que “en ambos casos pretenden limitar, restringir o terminar completamente con ese libre tráfico de información que tanto les incomoda por razones que resultan más que obvias”.
Pinera se convirtió en el 59º presidente en firmar la Declaración de Chapultepec, documento que contiene 10 principios fundamentales para que una prensa libre cumpla su papel en la democracia. La Declaración fue adoptada por líderes políticos, intelectuales, periodistas y ciudadanos de toda América durante una Conferencia Hemisférica celebrada en 1994 en México.
Piñera rescató que la libertad de prensa también conlleva deberes, obligaciones y responsabilidades, entre ellas citó “el compromiso de ejercerla con pleno respeto a la verdad”. También añadió que la prensa debe respetar “la dignidad y la honra de las personas”.
Por último, insistió en que la prensa tiene el deber de contribuir “a la calidad del debate público” y agregó que “quienes bajan la calidad para aumentar las audiencias, perjudican el sentido de la libertad de prensa”.
La delegación internacional de la SIP, además de Marroquín (Siglo 21, Guatemala), está integrada por Jorge Fascetto (Diario Popular, Argentina), Alejandro Miró Quesada (Cosas, Perú), Scott Schurz (Hoosier Times, Inc, Estados Unidos), Bartolomé Mitre (La Nación, Argentina), Claudio Paolillo (Búsqueda, Uruguay), María Elvira Domínguez (El País, Colombia), Jorge Canahuati (La Prensa, Honduras), Francisco  Miró Quesada (El Comercio, Perú), Gilberto Urdaneta (El Regional del Zulia, Venezuela), José  Roberto Dutriz (La Prensa Gráfica, El Salvador), Fabricio Altamirano (El Diario de Hoy, El Salvador), Marcela Noble Herrera (Grupo Clarín, Argentina), Ulilo Acevedo Silva (Hoy Diario del Magdalena, Colombia), Saturnino Herrero Mitjans (Grupo Clarín, Argentina), Julio E. Munoz (director ejecutivo de la SIP) y Ricardo Trotti (director de Libertad de Prensa de la SIP).

mayo 31, 2009

Mauricio Funes y la libertad de prensa

Este lunes un periodista reemplazará a otro como presidente de El Salvador y veremos cómo se comportará en materia de libertad de prensa y expresión durante su gestión, y si lo hará tan bien como quien será su antecesor a partir de mañana.

El izquierdista Mauricio Funes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) reemplazará al derechista presidente Antonio Saca de la Alianza Republicana Nacionalista (ARENA). Funes, además de ex guerrillero que dejó de lado 12 años de lucha armada tras los acuerdos de paz de 1992, se desempeñó como periodista; lo mismo que Saca, comentarista deportivo de radio y televisión y quien por años fue dirigente de la Asociación Internacional de Radiodifusión.

Si habría que prejuzgarlo a Funes como periodista, uno pudiera tener la tranquilidad de que respetará la libertad de prensa tal como Saca lo ha hecho, tanto en materia de acceso a la información pública, despenalización de los delitos de difamación cuando son cometidos contra funcionarios, sin discriminar en materia de publicidad oficial y siendo tolerante contra quienes lo criticaron a través de los medios de comunicación.

Veremos y esperemos. Funes tiene la misma ideología que los gobiernos izquierdistas y neo populistas actuales, como los de Hugo Chávez, Daniel Ortega, Evo Morales, Rafael Correa y Cristina de Kirchner, los que si por algo se están caracterizando, es justamente por su intolerancia y atropellos a la libertad de prensa y de expresión y las demás garantías individuales.

Por suerte, Funes ha dicho que para su período de cinco años está enfocado en imitar los pasos de Lula da Silva, un presidente que ha tenido un comportamiento muy adecuado con los medios de comunicación y los periodistas, y que se ha conducido con mucho respeto por la libertad de expresión de todos los brasileños.

Ojalá que Funes – quien ganó el 15 de marzo dejando atrás 20 años de gobiernos ARENA - comience y siga entonces con el enfoque brasileño, ya que respetando la libertad de prensa le resultará más fácil enfrentarse a los grandes desafíos que tiene por delante: el crimen e inseguridad generada por las pandillas juveniles y la débil economía producto del desbarajuste mundial.

Ojalá también, y a diferencia de los demás presidentes, sepa respetar los lineamientos sobre libertad de prensa que se expresan en la Declaración de Chapultepec y en los Principios sobre Libertad de Expresión de la OEA.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...