enero 27, 2009

Daniel Ortega y su intolerancia

El presidente Daniel Ortega sigue haciendo gala de la intolerancia que le ha caracterizado durante todo este nuevo ejercicio, con una clara intención de crear zozobra en la sociedad civil, polarizar al país, quebrar a los medios de comunicación y disolver todo tipo de oposición política que pudiera hacerle perder espacios de poder.
Ortega rara vez concede entrevistas a la prensa, menos a la nacional, y con nosotros – una delegación internacional de periodistas de la Sociedad Interamericana de Prensa – no hizo excepciones. A pesar de pedir entrevistas a la Secretaría de Comunicación que maneja la primera dama, Rosario Murillo, y de ir por otras vías menos formales, Ortega ni siquiera contestó nuestro pedido, sino que trató el pedido con total indiferencia, algo a lo que ya otros presidentes autoritarios, como Hugo Chávez en el último lustro y siempre Fidel Castro, nos tienen acostumbrados.
Esta indiferencia no es casual. Es parte de una estrategia de Estado en el que el gobierno es totalmente alérgico al diálogo. En Nicaragua es imposible dialogar con el gobierno. Ortega tiene una política de propaganda y agitación como forma de gobierno, por eso se persigue o se manda a las turbas a desbandar todo tipo de manifestación ciudadana en la calle, no habla de tú a tú con la oposición sino que hace acuerdos o pactos para poder mantener su hegemonía y no brinda conferencias de prensa o admite ningún tipo de preguntas de parte de los periodistas o los medios. Desde hace tiempo sigue persiguiendo a las organizaciones sin fines de lucro y ha bloqueado todo tipo de donaciones que reciben del exterior, persiguiendo judicialmente a sus integrantes, como a Carlos Fernando Chamorro, el ex director de Barricada, que ahora es perseguido, así como otros intelectuales ex sandinistas, por el solo hecho de ser críticos del gobierno. Anoche, a nuestra delegación de la SIP, el ex cura y poeta Ernesto Cardenal confió que “estamos frente a una dictadura de tipo familiar”.
Ortega invierte mucho dinero en campañas sistemáticas de propaganda. Su familia maneja el Canal 4, el diario El 19, maneja la propaganda de carteles en espacios públicos en los que Ortega invoca a Dios para luchar por los pobres; aunque por otro lado acusa a periodistas y medios de conspiradores, oligarcas y mantiene un espada de Damocles sobre los medios radiodifusores privados con una ley nueva de radiodifusión con la que amenaza continuar con una política de conceder licencias a aquellos que se pliegan a su sistema y no lo critican.
De seguir así, el país tiene un futuro sombrío. Tal vez la crisis económica que pega fuerte a uno de los países más pobres de América Latina y que hasta hace poco, gracias a los altos precios del petróleo, era subsidiado por Hugo Chávez. Ese chorro que iba a las arcas directas de Ortega y no de Nicaragua se ha cerrado y por ello Ortega se está mostrando un poco más conciliador que antes. Aunque todos coinciden que es una reconciliación interesada y temporal, ya que Ortega y su esposa Murillo, esa “dictadura familiar” no cambiará nunca. El pacto con los liberales para que se exonere de toda culpa a Arnoldo Alemán y el hecho de que ya no pese una acusación criminal contra la ong Cinco que maneja Carlos Fernando Chamorro y por ende la reconciliación con los donantes internacionales podrían dar esa pista de recapitulación momentánea.

enero 26, 2009

Rescatando a Irma

El gobierno dl presidente de Guatemala, Alvaro Colom, se comportó a la altura de las circunstancias y compromisos adquiridos por el Estado, al entregar una carta de perdón a los familiares de la periodista Irma Flaquer Azurdia, desparecida en 1980.
Desde que en 1995 me puse al frente del proyecto Crímenes Sin Castigo contra Periodista de la SIP, el caso de Irma Flaquer fue uno de los primeros que investigamos y que presentamos dos años después ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Con este caso empezamos un largo camino para combatir la violencia contra los periodistas y crear, dentro del sistema interamericano de justicia, los antecedentes necesarios para fortalecer la lucha por la libertad de prensa y en contra de la impunidad. Decidimos que la vida, la obra y la muerte de Irma no debían ser en vano y por ello rescatamos del olvido general un caso que en forma negligente el Estado y la sociedad habían pisoteado.
De esa forma y con un largo peregrinar en el sistema interamericano y lidiando con decenas de reuniones con gestores de los gobiernos guatemaltecos pasados y presionando y presionando, logramos que el Estado guatemalteco, en agosto de 2000, reconociera su “responsabilidad internacional” gracias a una vocación de restauración de la memoria del pueblo guatemalteco - que un Estado reconociera su “responsabilidad internacional”.
Aquella medida desencadenó en la negociación de una “solución amistosa”, de la que, entre el Estado, la SIP y la CIDH, emergió el 2 de marzo de 2001, un compromiso de 12 puntos que incluye el nombre de una beca de estudio, de una calle, de una sala de biblioteca, de un curso de capacitación, así como la publicación de un libro y un documental sobre la prolífica y valiente vida de Irma Flaquer, además de la justa indemnización económica y moral para sus familiares.
Cuando Irma fue desaparecida en plan calle de la ciudad de Guatemala en una emboscada realizada por hombres encapuchados y en la que su hijo perdió la vida, todos supieron de inmediato que Irma no regresaría viva. Todavía hoy nuestras investigaciones están pendientes ya que no se sabe donde enterraron su cuerpo ni siquiera si fueron los guerrilleros o los militares quienes dispusieron de ella.
Por aquella época, se calcula que la guerra civil guatemalteca arrebató la vida de 300 mil personas.
Si bien es necesario estar agradecido que el gobierno haya cumplido con su compromiso, es necesario que también se siga dedicando a buscar, investigar y descubrir a los verdaderos asesinos. Esa es la única o la más valiosa restauración que Irma nos pide. Su caso nos recuerda cuán frágil es la libertad de expresión y lo importante de este principio para la solidez de la democracia. Administrar justicia llevará a los guatemaltecos a tener un mayor compromiso con esos principios.

enero 25, 2009

Autos, nosotros y rescates

No sé si a ustedes le sucede lo mismo, pero comprar o alquilar un automóvil mediante el sistema de leasing es una de las cosas más estresantes que hay. Como estoy en ese proceso, ya que se vence mi contrato de leasing, estoy tratando de renovarlo o irme a otra marca. Dentro de este proceso quedé sorprendido e insultando a los cuatro vientos.
No he encontrado hacer pichinchas con ninguna marca. Los precios de los automóviles están todavía por las nubes y noté que solo han bajado en un 3% durante el 2008. Sin embargo, se publican toneladas de avisos engañosos en los diarios donde ni siquiera la letra chiquita es confiable. Me he dado cuenta por experiencia propia visitando vendedores de todas las marcas, que el precio sigue por las nubes, que ha aumentado y que muchas marcas, como la Chrysler, han suspendido los programas de leasing.
¿Me pregunto? Nos es que excepto la Ford, pero si la Chrysler y la GM recibieron multimillonarios rescates de parte del gobierno, es decir dinero de nosotros, quienes pagamos impuestos. ¿No es que ese dinero serviría para reactivar planes y ventas? ¿No hubiera sido mejor que en vez de salvar a las concesionarias y fábricas nos hubiesen dado el dinero del rescate a nosotros? De esa forma podríamos afrontar la compra de los coches y así se reactivarían las ventas y todo el engranaje productivo que ellas mueven.
La verdad que uno queda medio confundido con todo esto. Los precios siguen tan exorbitantes como siempre, las ventas para la mayoría de las marcas han caído estrepitosamente, casi un 40% para la Ford y ya ni se salvó el gigante japonés de Toyota. Entonces ¿por qué no se ve el milagro del rescate o de precios de oferta o simplemente más baratos?
Ojala al menos que estos dineros exorbitantes y sin ofertas sirvan para acompañar planes de modelos de autos híbridos y eléctricos como la mayoría de las marcas ofreció en la Feria del Automotor de la semana pasada en Detroit, y cumplan con la promesa de tener coches eléctricos en circulación masiva a partir del 2012.
Esta alternativa que se registró durante el 2008 cuando el precio del petróleo se fue a las nubes hizo que muchos fabricantes pensaran en alternativas, lo que luego provocó que en la campaña electoral estadounidense se hicieran propuestas. Barack Obama fue el más agresivo en estos términos y está interesado en impulsar un programa inter americano de energía alternativa, pensando particularmente en acuerdos con países latinoamericanos, de tal forma de que EE.UU. y la región eliminen su dependencia de los países de la OPEP y en cierta forma de la propia Venezuela, país que trata que sus precios se muevan al ritmo político y no a los del mercado.

enero 24, 2009

Un nuevo liderazgo

El mundo está sediento y hambriento por tener un líder. Una persona carismática, con visión, capaz de inspirar una transformación y con objetivos destinados a conseguir paz, desarrollo y bien común. Es difícil encontrar personas con todos esos atributos. Piense en alguien. Quizás su memoria reviva personajes desaparecidos, siempre ligados a lo espiritual y la no violencia, como Juan Pablo II, Ghandi, Madre Teresa o Martin Luther King. ¿Pero en el presente…?

En este mundo tan dividido por intereses económicos, territoriales y religiosos, no es fácil que un líder satisfaga por igual a tantas culturas, credos y razas. Sin embargo, por esas ansias de buscar un líder, muchos creen ver en Barack Obama las condiciones necesarias para llenar ese vacío. Tanto en la campaña electoral como en el período de transición, Obama demostró cualidades de buen dirigente: sentido de estrategia, excelente comunicación, aplomo y energía, integridad y capacidad para influenciar a otros.

La percepción positiva del público lo respalda. Según un sondeo antes de Navidad, ocho de cada 10 estadounidenses piensa que Obama inspira, que alcanzará sus metas y será un líder enérgico. Sin embargo, lo importante no es la credibilidad interna lo que realza su figura, sino la confianza a nivel internacional. Muchos pronostican que el nuevo presidente logrará provocar una mejor percepción del país con su estilo diplomático, dando prioridad a políticas persuasivas por sobre estrategias militares.

Existe una expectativa muy grande sobre los cambios y su estilo. Su imagen positiva, agigantada por la prensa, fue potenciada por el contraste con George Bush, a quien el 75% de los estadounidenses también desearía asestarle un zapatazo. La pasión que Obama despertó en distintos rincones del planeta no se debió solo a sus cualidades innatas, sino que al reclamar cambios y desafiar el status quo de Washington, capitalizó simpatías por encarnar sentimientos anti estadounidenses, que suelen ser azuzados por gobiernos extranjeros que ven arrogancia en EE.UU. cuando trata de imponer democracia, en vez de solo promoverla.

Todo ello sumado a las características híbridas de Obama, reflejadas por su raza, su orfandad, sus vivencias en distintas creencias y países. Esas particularidades le han valido convertirse en símbolo y aspiración de minorías postergadas en el mundo que ahora se sienten representadas, como alguna vez creyeron estarlo en Brasil o Polonia con la elección de un sindicalista, en Bolivia o Perú con un indígena o en Argentina o Chile con una mujer.

Aunque las urgencias le demanden dedicarse a cumplir promesas económicas como rescatar la confianza y crear empleos, la expectativa por su liderazgo más humano será alcanzada según consiga restaurar los derechos civiles. Cerrar Guantánamo y sus prácticas, limitar la invasiva Ley Patriótica, retirar soldados, blanquear a millones de indocumentados y aportar ayuda financiera y humanitaria a países en desarrollo, será la vara de medición a la que deberá atenerse.

Su buena estrella es probable que empiece a perder luminosidad a medida que vaya impartiendo órdenes ejecutivas que no siempre serán populares o las más adecuadas en el extranjero, ya que como Presidente – además de emérito profesor constitucionalista – sabe que su mandato constitucional es defender a toda costa los intereses nacionales estén donde estuvieren. Terminar la guerra en Irak será popular, aumentarla en Afganistán no y empezar en otro lado, peor aún. Todo esto sin contar desafíos previsibles y sorpresivos a nivel interno en los que se jugará su fama cada vez: ataques terroristas, deflación, desempleo, mayor déficit y estímulos billonarios insuficientes.

Obama sabe que nadie se conformará con un buen gerente o administrador, porque se busca un líder y se espera que actúe en consecuencia. Es consciente de la mayúscula expectación que generó, por eso el 4 de noviembre al celebrar la victoria, habló de un “nuevo amanecer” del país, no sustentado en el poderío o la riqueza, sino en los valores: “democracia, libertad y esperanza”.

Años atrás cuando ni soñaba con la Casa Blanca, el entonces senador, al iniciar el ciclo lectivo en una universidad de Virginia, desafió a los estudiantes de cara al futuro: “¿Cuál será tu lugar en la historia?”. A partir de ahora, él mismo deberá construir la respuesta.

enero 23, 2009

Yo no debo ser muy argentino

Después de ser recibida por Fidel Castro, la presidenta argentina Cristina de Kirchner dijo que sintió una “gran emoción” y estar muy honrada por el gesto, al que calificó como “una distinción para todos los argentinos”.

Es una lástima que nos haya atribuido a todos los argentinos esa distinción. Si bien respeto lo que cada argentino piense o sienta o diga, somos muchos también los que sentiríamos vergüenza por el solo hecho de estar frente a un dictador, experto en violar los derechos humanos de su pueblo.

Hubiera preferido que la presidenta argentina, sin necesidad de ser desconsiderada en expresarle su admiración y emoción, también hubiera pedido la libertad – o al menos mencionado - de Hilda Molina, de los presos políticos, de los periodistas independientes.

enero 22, 2009

"Bésame mucho" y la Inquisición

La compositora mexicana Consuelo Velázquez nunca se hubiera imaginado que en su propia tierra, en la localidad de Guanajuato, de su país, un gobierno podría dictar una ordenanza para que sus ciudadanos no puedan besarse en público. ¡Increíble!

“Bésame mucho” es la canción en español más popular que existe y su fama, desde que la popularizó el chileno Lucho Gatica, ha trascendido de tal forma nuestra lengua que hasta los Beatles la tuvieron en su repertorio.

El ayuntamiento, presidido por el conservador Eduardo Romero Hicks del Partido de Acción Nacional (PAN), aprobó la semana pasada la resolución del nuevo Bando de Policía y Buen Gobierno, por la que se establece que besarse en público será castigado con sanciones económicas y hasta penas de cárcel en la ciudad mexicana de Guanajuato, en el centro del país, en virtud de una nueva normativa municipal que además prohíbe pedir limosna, decir palabras malsonantes y vender en la calle.

Quienes incumplan estas normas podrán ser castigados con 36 horas de cárcel o multas de hasta treinta salarios mínimos (unos 1.500 pesos – 100 dólares). El objetivo o excusa para esta medida impopular es que la se trata de ‘‘promover la cultura cívica y la seguridad pública'' a fin de "mejorar la convivencia social'' y "preservar el espacio público como un lugar de convivencia y civismo''.

Paradójicamente, uno de los atractivos turísticos de Guanajuato, capital del estado con el mismo nombre, es El callejón del Beso, donde los visitantes se besan para disfrutar así de siete años de felicidad, según una leyenda. Este pasado miércoles, la gente en protesta se reunió ahí, más de cinco mil personas, mientras que antes del decreto los visitantes no llegaba a quinientos diarios.

Guanajuato es una de las ciudades más lindas y coloniales de toda América, pero con estas medidas, parece que entrará en un túnel del tiempo dejándose arrastrar hasta la época de la Inquisición. Se espera que el gobernador dicte una medida que la saque de la Edad Media.

enero 21, 2009

¡Por fin! y ¿Podrá?

La forma más ingeniosa de haber despedido desde el periodismo a George W. Bush y recibido a Barack Obama fueron los titulares del diario La Jornada de México. El 19 de enero su titular de portada exclamó ¡Por fin!, mientras que el 20 de enero preguntó ¿Podrá? Ambas portadas sostuvieron sus titulares con respectivos collages de los dos políticos. Ediciones de colección.
En México, donde estamos impartiendo un seminario sobre seguridad para periodistas y free lancers entre la SIP y la fundación londinense Rory Peck, las expectativas sobre Barack Obama son muy altas. El hecho de que Felipe Calderón haya sido el único mandatario que se reunió con Obama antes de que asumiera, fue tomado como un gesto de orgullo y de deferencia para un país que comparte quizá una de las fronteras más calientes, peligrosas y complejas del mundo.
El narcotráfico que se está expandiendo como mafia a otros negocios normales como a la comercialización de productos piratas, de carne de pollo, de camarones, de venta de autos y que de igual manera sigue infiltrándose en los estamentos de poder, es el mayor desafío que enfrenta el gobierno nacional. La zona de 3.200 millas de frontera entre ambos países es sumamente violenta y donde prolifera la corrupción. Y ambas cosas suceden a ambos lados y si bien del estadounidense está más morigerado los titulares de los diarios muestran que el narcotráfico no deja de expandirse, ayudado por policías, agentes aduaneros y de inmigración que se tientan y permiten que las drogas, el contrabando humano y el crimen de todo tipo fluyan con naturalidad.
Los periodistas a ambos lados de la frontera no la pasan bien. Los medios de comunicación son la caja de resonancia de una violencia que el Estado no puede resolver y que en estos últimos años viene creciendo sin parar. Se le atribuye al crimen organizado asesinatos por más de 5.300 en el 2008 y secuestros que se suman más del doble que en el año anterior. El número de periodistas asesinados también se duplicó siendo el país con el mayor número de todo el continente.
Los periodistas han optado por la autocensura como medida inmediata para auto protegerse, y como los negocios del narco se expanden los periodistas se sienten cada vez más inseguros y los temas de la autocensura se van cobrando el color de una onda expansiva. Solo se registran los hechos que registran los partes policiales y algunas acciones de evidente muestra pública que son parte de la crónica roja, lo que es suficiente para inundar las páginas de periódicos y noticieros de radio y tv. Pero las investigaciones sobre asuntos del narco y del crimen organizado, destapar la olla, ya no es una tarea saludable.
La autocensura es una medida justificada, y una estrategia de corto plazo. A largo plazo si este tema se hace perenne se corre el riesgo de que el periodismo pierda su esencia y la gente empiece a desconfiar cada vez más, y esa falta de credibilidad creerá un círculo vicioso que podrá implotar al periodismo. Un desafío que el periodismo deberá resolver en lo inmediato para poder acompañar a un Estado que estará cada vez más decidido a combatir el delito con el apoyo ahora de un gobierno estadounidense que está dando señales que el problema también le pertenece.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...