Comparto mi columna publicada por varios periódicos, titulada “Marihuana: ¿Y después”, en la que describo los graves desafíos que hubiera creado un voto favorable a la Propuesta 19 en California, por medio de la cual se legalizaba la marihuana.
En mi opinión, la legalización hubiera acarreado mayores problemas de los que buscaba solucionar. Me siento reconfortado que la Prepuesta 19 perdió. He recibido numerosos e-mails criticando esta posición de gente que, con motivos muy válidos también, creen que la legalización servirá para detener al narcotráfico y el crimen organizado.
Esta es mi columna: “Las elecciones del próximo martes en California son trascendentales, no porque se elegirá al sucesor del gobernador Arnold Schwarzenegger, sino por la posibilidad de que los votantes aprueben la legalización de la marihuana, haciendo prevalecer el interés económico por sobre la apreciación ética del consumo de drogas ilícitas y, además, por sus repercusiones en las políticas para combatir el narcotráfico, en especial en América Latina.
Mal o bien, la marihuana viene ganando terreno. En poco más de una década, se convirtió de droga ilícita a permitida para uso medicinal, en 14 estados de EEUU y su capital. Luego la despenalización de su consumo se aceptó en varios países latinoamericanos y ahora, si los californianos votan a favor por la Propuesta 19, será legal su cultivo, posesión, compra y uso recreativo para mayores de 21 años.
Las últimas encuestas muestran que la Propuesta 19 está perdiendo terreno entre los votantes hispanos. La regulación del uso de marihuana con fines médicos en California es una de las más liberales del país. Se trata de una droga cada vez más aceptada, como lo manifiesta el 50% de los californianos, 13% más que en 1969; una tendencia favorecida quizás por la imagen de médicos recetando en kiosquitos de playa a cualquier usuario que argumente dolor de cabeza.
Quienes favorecen la legalización del cannabis anteponen conceptos prácticos y económicos. Estiman que California recaudará 1,4 billones de dólares al año en impuestos. Se ahorrarán miles de millones por no tener que procesar a criminales que ya no lo serán y gastos carcelarios que ascienden a 216.000 dólares al año por cada delincuente juvenil encarcelado, en contraste con 8.000 dólares que se gasta por un niño en el sistema público escolar. Estiman que la legalización blanqueará el mercado y reducirá los precios de la droga; suficientes disuasivos para los narcotraficantes.
Quienes están en contra saben que la marihuana detona enfermedades psiquiátricas, provoca adicción, incentiva el uso de drogas más fuertes, desinhibe conductas delictivas, atrae efectos negativos al hogar, en el trabajo y provoca mayores accidentes, por lo que los ahorros se transferirán como gastos a otro sector. La sociedad estará más enferma y el narcotráfico no se diluirá, se enfocará en otros negocios y productos más rentables.
Independientemente de los argumentos, la Propuesta 19 generará dos desafíos adicionales. El gobierno de Barack Obama tendrá mayores dificultades para imponer la ley federal criminal contra las drogas en California, ya que tendrá que lidiar con una explosión de nuevos negocios como firmas de abogados y ligas de defensa del consumidor o franquicias, que prevén la venta de marihuana on-line o a domicilio como si fuera pizza, o como aditivos en comidas rápidas y helados.
Pero el mayor desafío es para Latinoamérica. La legalización es una nueva contradicción de EEUU, un país que apoya la erradicación de las drogas y el narcotráfico gastando millones en los países de la región, a través de los planes Colombia y Mérida, pero que hace cada vez menos para reducir el consumo; en definitiva, el mayor incentivo de los narcotraficantes.
En una cumbre regional esta semana, el mandatario colombiano Juan Manuel Santos ilustró el desafío que se avecina, preguntándose cómo podía poner preso a un campesino pobre de su país por plantar marihuana cuando será legal producirla, traficarla y consumirla en el mercado más rico del mundo.
El presidente mexicano Felipe Calderón, quien más de cerca está sufriendo los estragos del tráfico de drogas, se sumó a las críticas pidiendo a sus connacionales en California que voten en contra de la Propuesta 19, mientras el Congreso de su país desempolvó varios proyectos de ley que buscarían alinearse a la posible legitimación del otro lado de la frontera.
La legalización de la marihuana abrirá puertas insospechadas. Es un error si se fundamentan criterios económicos por sobre los problemas de salud pública o los efectos negativos al núcleo familiar, así como minimizar la necesaria discusión ética sobre el tema y sus repercusiones morales.
La permisividad legal que se conceda hoy a la marihuana nos debiera hacer reflexionar sobre el después. ¿Será que la ambición nos llevará en el futuro a legalizar drogas más duras y peligrosas?”.
Quiero contarles sobre los procesos creativos de esta nueva historia sobre la verdad, la libertad y el miedo al futuro. Es mi nueva novela y espero publicarla cuando se sincronicen los planetas (las editoriales) o cuando se me acabe la paciencia y decida autopublicar -- Los contenidos de mi blog Prensa y Expresión están en el archivo. Blog por Ricardo Trotti
noviembre 03, 2010
noviembre 02, 2010
Dona tu voz por los que no tienen voz
Dona tu voz por los que no tienen voz
Acabamos de lanzar este concurso de canto para gritar en contra de la impunidad y tratando de juntar fuerzas para pedir justicia por la cantidad de crímenes contra periodistas que permanecen en la impunidad.
El concurso de canto, no la podíamos empezar de mejor forma que con el célebre productor musical Emilio Estefan, siempre dispuesto a las causas justas, y quien nos brinda la credibilidad necesaria para convocar a mucha gente para que se anime a cantar canciones, escribirlas e interpretarlas, y de esa forma sumar su voz en contra de las injusticias.
Ojalá puedan contribuir a esta cusa escribiendo, cantando o al menos pasando la voz a sus amigos y colegas.
La libertad de expresión es una responsabilidad de todos.
Acabamos de lanzar este concurso de canto para gritar en contra de la impunidad y tratando de juntar fuerzas para pedir justicia por la cantidad de crímenes contra periodistas que permanecen en la impunidad.
El concurso de canto, no la podíamos empezar de mejor forma que con el célebre productor musical Emilio Estefan, siempre dispuesto a las causas justas, y quien nos brinda la credibilidad necesaria para convocar a mucha gente para que se anime a cantar canciones, escribirlas e interpretarlas, y de esa forma sumar su voz en contra de las injusticias.
Ojalá puedan contribuir a esta cusa escribiendo, cantando o al menos pasando la voz a sus amigos y colegas.
La libertad de expresión es una responsabilidad de todos.
noviembre 01, 2010
¿Murió la esperanza?
Esperanza / Hope fue uno de los lemas de campaña más populares de la historia electoral de los Estados Unidos, enarbolado vigorosamente por el entonces candidato Barack Obama. Se trató de un tema electoral por el que el actual presidente estadounidense no solo consiguió el apoyo de las minorías en este país, sino también la simpatía de poblaciones enteras de otras naciones, amigas, aliadas y enemigas.
Obama representó el cambio, la esperanza de que Estados Unidos modificara las políticas domésticas y externas amasadas por George Bush. Así se plegaron eufóricos a Obama no solo los hispanos y las mujeres, sino también las poblaciones y gobiernos de Cuba, Irán o Venezuela, de Francia, Alemania, Irak o Afganistán.
Lo que parecía una nueva época de esplendor para Estados Unidos se fue de a poco diluyendo y de repente mañana martes termine de confirmarse, cuando se renueven 435 sillas de la Cámara de Diputados, 37 de los 100 y 37 gobernaciones.
Los republicanos pronostican que ganarán el Congreso y con ello dificultarán cualquier intento de Obama de buscar la reelección dentro de dos años. Pero independientemente de lo que suceda lo cierto es que la esperanza del principio se ha desvanecido. No son muchos los logros que Obama ha obtenido y más lo que ha cosechado como críticas, es que mientras la economía vaya mal todo problema se potencia y se agudiza.
Como fallas, a este gobierno se le puede todavía achacar que los paquetes de estímulo no han surtido el efecto deseado, la economía sigue deprimida y el desempleo sigue sin poder reducirse con 15 millones de personas sin trabajo. Es cierto que Obama heredó crisis y caos, pero a tres años de la burbuja inmobiliaria hay millones de estadounidenses que perdieron sus viviendas y otros que están siendo ejecutados por los bancos.
La reforma del sistema de salud fue un logro, pero pareciera más político que práctico, mientras que los hispanos siguen esperando por una reforma de inmigración que no llega. Por otro lado, las tropas se retiraron de Irak, pero no volvieron a casa sino se desviaron a Afganistán, mientras que los intentos de atentados terroristas contra Estados Unidos se han duplicado, por lo que es difícil sentir que todo ha mejorado.
Veremos este martes cómo se comporta el electorado y si Obama tendrá que cambiar sus políticas para estos próximos dos largos años de mayor esperanza.
Obama representó el cambio, la esperanza de que Estados Unidos modificara las políticas domésticas y externas amasadas por George Bush. Así se plegaron eufóricos a Obama no solo los hispanos y las mujeres, sino también las poblaciones y gobiernos de Cuba, Irán o Venezuela, de Francia, Alemania, Irak o Afganistán.
Lo que parecía una nueva época de esplendor para Estados Unidos se fue de a poco diluyendo y de repente mañana martes termine de confirmarse, cuando se renueven 435 sillas de la Cámara de Diputados, 37 de los 100 y 37 gobernaciones.
Los republicanos pronostican que ganarán el Congreso y con ello dificultarán cualquier intento de Obama de buscar la reelección dentro de dos años. Pero independientemente de lo que suceda lo cierto es que la esperanza del principio se ha desvanecido. No son muchos los logros que Obama ha obtenido y más lo que ha cosechado como críticas, es que mientras la economía vaya mal todo problema se potencia y se agudiza.
Como fallas, a este gobierno se le puede todavía achacar que los paquetes de estímulo no han surtido el efecto deseado, la economía sigue deprimida y el desempleo sigue sin poder reducirse con 15 millones de personas sin trabajo. Es cierto que Obama heredó crisis y caos, pero a tres años de la burbuja inmobiliaria hay millones de estadounidenses que perdieron sus viviendas y otros que están siendo ejecutados por los bancos.
La reforma del sistema de salud fue un logro, pero pareciera más político que práctico, mientras que los hispanos siguen esperando por una reforma de inmigración que no llega. Por otro lado, las tropas se retiraron de Irak, pero no volvieron a casa sino se desviaron a Afganistán, mientras que los intentos de atentados terroristas contra Estados Unidos se han duplicado, por lo que es difícil sentir que todo ha mejorado.
Veremos este martes cómo se comporta el electorado y si Obama tendrá que cambiar sus políticas para estos próximos dos largos años de mayor esperanza.
octubre 31, 2010
octubre 30, 2010
Prepotentes
Prepotentes 30-10-10
En cualquier período electoral es normal que afloren actitudes belicosas entre candidatos oficialistas y opositores, o entre el gobierno y la prensa, como en el reciente proceso venezolano o en el que culminará el 31 de octubre con las elecciones presidenciales de Brasil.
El riesgo es que esa beligerancia proselitista muchas veces permanece como el rasgo más característico del gobierno electo. Latinoamérica es prueba de ello. Existen gobiernos que mantienen un clima permanente de prepotencia y confrontación con sus adversarios políticos y con la prensa, como si nunca hubieran abandonado la contienda electoral.
Los gobiernos prepotentes, como los de Hugo Chávez, Cristina de Kirchner, Daniel Ortega, Evo Morales y Rafael Correa, se mantienen en la tapa de los diarios no tanto por la repercusión de sus obras, sino por el antagonismo permanente con sus rivales, así sea la oposición, la prensa o cualquiera que desafíe su pensamiento o intenciones. El problema es que no se quedan en palabras, sino que construyen un andamiaje legal y jurídico persecutorio que enmascara su autoritarismo de democracia y apego a las instituciones.
Los ataques más furibundos contra la oposición y los medios con frecuencia son una combinación de nuevas leyes electorales y anti prensa, con el fin de que el gobierno prevalezca a toda costa.
Eso ha permitido a Hugo Chávez perder las elecciones legislativas recientes pero obtener mágicamente mayor cantidad de diputados. En Bolivia la oposición fue diezmada con la misma estrategia, además de que el régimen electoral restringe la libertad de expresión acotando la propaganda y las encuestas electorales. Mientras en Argentina, a un año de las elecciones generales, existe preocupación en la oposición porque todavía sigue sin reglamentación la Ley Electoral, no sabiéndose cómo se actualizarán los padrones electorales, qué recursos se dispondrán para la propaganda política o cómo será controlada.
En Nicaragua, Daniel Ortega, en busca de su reelección, desoyó la voz del Congreso y de la Constitución, extendiendo por decreto la vida judicial de magistrados sandinistas de la Corte Suprema de Justicia para que avalen su intención. Y así como en Venezuela y Bolivia, en Ecuador también se indujeron referendos y reformas constitucionales para permitir casi a perpetuidad la vida del gobernante.
A la prensa no le va muy distinto que a la oposición. La Cámara de Diputados argentina esta semana respaldó la intención de Cristina de Kirchner de declarar de interés público el papel para diarios, un insumo que fue codiciado en Argentina por gobiernos de todos los gustos y colores. Y con espíritu anti democrático acostumbrado habló de “nacionalizar” a la prensa, justificando que el periodismo tiene que defender los intereses del país; o, lo que para ella es lo mismo, apegarse a los lineamientos del gobierno.
En Bolivia la persecución de la prensa es continua. Se filtra en cada nueva ley que se aprueba con párrafos enteros para disciplinar a los medios. A principios de mes, Evo Morales promulgó una ley antirracista que más allá de castigar la discriminación, hace pasible la censura o el cierre de los medios y las multas o cárcel para periodistas por el solo hecho de reproducir opiniones o noticias de terceros que un comité gubernamental definirá como ideas racistas.
Y en Brasil habrá que esperar cómo se comporta la candidata oficialista Dilma Roussef, si termina de imponerse a José Serra el 31 de octubre. Intranquiliza que ante las denuncias sobre tráfico de influencias y corrupción en su contra, tanto ella como el presidente Lula da Silva, han prometido “aplastar algunos periódicos y revistas” que se “comportan como oposición”, reflotando la idea de una ley de Comunicación para reducir el poder de los medios, la cual Lula no tuvo tiempo de implementar.
Ante este estilo mandón y la prepotencia legal que mina la libertad de prensa y debilita la oposición, los medios hacen mal en dejarse enredar en ese ambiente de confrontación eterna de la que se alimentan los regímenes autoritarios. Es preferible que usen todas sus energías en lo que saben hacer bien, fiscalizar, investigar y denunciar todos los actos de corrupción, porque en definitiva es la opinión pública la que a la larga limitará la vida de los déspotas.
En cualquier período electoral es normal que afloren actitudes belicosas entre candidatos oficialistas y opositores, o entre el gobierno y la prensa, como en el reciente proceso venezolano o en el que culminará el 31 de octubre con las elecciones presidenciales de Brasil.
El riesgo es que esa beligerancia proselitista muchas veces permanece como el rasgo más característico del gobierno electo. Latinoamérica es prueba de ello. Existen gobiernos que mantienen un clima permanente de prepotencia y confrontación con sus adversarios políticos y con la prensa, como si nunca hubieran abandonado la contienda electoral.
Los gobiernos prepotentes, como los de Hugo Chávez, Cristina de Kirchner, Daniel Ortega, Evo Morales y Rafael Correa, se mantienen en la tapa de los diarios no tanto por la repercusión de sus obras, sino por el antagonismo permanente con sus rivales, así sea la oposición, la prensa o cualquiera que desafíe su pensamiento o intenciones. El problema es que no se quedan en palabras, sino que construyen un andamiaje legal y jurídico persecutorio que enmascara su autoritarismo de democracia y apego a las instituciones.
Los ataques más furibundos contra la oposición y los medios con frecuencia son una combinación de nuevas leyes electorales y anti prensa, con el fin de que el gobierno prevalezca a toda costa.
Eso ha permitido a Hugo Chávez perder las elecciones legislativas recientes pero obtener mágicamente mayor cantidad de diputados. En Bolivia la oposición fue diezmada con la misma estrategia, además de que el régimen electoral restringe la libertad de expresión acotando la propaganda y las encuestas electorales. Mientras en Argentina, a un año de las elecciones generales, existe preocupación en la oposición porque todavía sigue sin reglamentación la Ley Electoral, no sabiéndose cómo se actualizarán los padrones electorales, qué recursos se dispondrán para la propaganda política o cómo será controlada.
En Nicaragua, Daniel Ortega, en busca de su reelección, desoyó la voz del Congreso y de la Constitución, extendiendo por decreto la vida judicial de magistrados sandinistas de la Corte Suprema de Justicia para que avalen su intención. Y así como en Venezuela y Bolivia, en Ecuador también se indujeron referendos y reformas constitucionales para permitir casi a perpetuidad la vida del gobernante.
A la prensa no le va muy distinto que a la oposición. La Cámara de Diputados argentina esta semana respaldó la intención de Cristina de Kirchner de declarar de interés público el papel para diarios, un insumo que fue codiciado en Argentina por gobiernos de todos los gustos y colores. Y con espíritu anti democrático acostumbrado habló de “nacionalizar” a la prensa, justificando que el periodismo tiene que defender los intereses del país; o, lo que para ella es lo mismo, apegarse a los lineamientos del gobierno.
En Bolivia la persecución de la prensa es continua. Se filtra en cada nueva ley que se aprueba con párrafos enteros para disciplinar a los medios. A principios de mes, Evo Morales promulgó una ley antirracista que más allá de castigar la discriminación, hace pasible la censura o el cierre de los medios y las multas o cárcel para periodistas por el solo hecho de reproducir opiniones o noticias de terceros que un comité gubernamental definirá como ideas racistas.
Y en Brasil habrá que esperar cómo se comporta la candidata oficialista Dilma Roussef, si termina de imponerse a José Serra el 31 de octubre. Intranquiliza que ante las denuncias sobre tráfico de influencias y corrupción en su contra, tanto ella como el presidente Lula da Silva, han prometido “aplastar algunos periódicos y revistas” que se “comportan como oposición”, reflotando la idea de una ley de Comunicación para reducir el poder de los medios, la cual Lula no tuvo tiempo de implementar.
Ante este estilo mandón y la prepotencia legal que mina la libertad de prensa y debilita la oposición, los medios hacen mal en dejarse enredar en ese ambiente de confrontación eterna de la que se alimentan los regímenes autoritarios. Es preferible que usen todas sus energías en lo que saben hacer bien, fiscalizar, investigar y denunciar todos los actos de corrupción, porque en definitiva es la opinión pública la que a la larga limitará la vida de los déspotas.
octubre 28, 2010
“Qué te pasa Clarín”
La frase de “Qué te pasa Clarín, ¿estás nervioso?”, pertenece y fue reiterada en varios actos públicos y partidistas por el recientemente fallecido ex presidente Néstor Kirchner. Resume su obsesión por contestar cada “atropello” que consideraba que los medios le hacían con injusticia a él o a su esposa y, sobre todo, trataba de cobrarse la deslealtad de un medio al que durante su época de mandatario le ayudó a superar una abultada deuda económica.
La deslealtad que le cobraba a Clarín está remarcada por el apoyo que sintió que el diario le dio al sector agropecuario por el tema de las retenciones, lo que menguó el poder de los primeros meses de CFK en la Presidencia y derivó en la derrota de las legislativas a medidos del 2009. Lo de derrotar a los monopolios fue una simple excusa ideológica, ya que en épocas en que Clarín era menos chúcaro, el tema no pasaba por ahí.
Para cobrar las deslealtades, él y su esposa fueron implacables contra Clarín. Con una legislatura todavía por tomar posesión, los K aprovecharon a sancionar la ley de Servicios Audiovisuales, tal vez el golpe más duro a las aspiraciones del Grupo Clarín de mantener su hegemonía en todo tipo de medios, no solo el escrito. Luego se ensañó contra Cablevisión, Fibertel y Papel Prensa, empresas todas con mayoría accionaria de la viuda de Noble; y en el ínterin arremetió contra sus hijos adoptivos, ejecutivos y cualquier cosa que el grupo mediático promoviera o denunciara, como varios temas de corrupción al que se le involucró junto a su esposa, como el caso de la valija venezolana o los millones de más que recolectó para su patrimonio durante sus años en el poder.
Para todo esto sagazmente buscó cada una de los descuidos legales y administrativos de Clarín, a los que envolvió con el manto de acciones irregulares, corruptas y hasta violatorias de los derechos humanos. La confrontación fue dura y frontal.
El cotejo entre gobierno – prensa fue tan fuerte que siempre tuvo eco a nivel nacional e internacional, por lo que desde cada ángulo se pedía al gobierno moderación y respeto a la libertad de prensa. Tan palpable era la pelea, que los mercados, siempre tan sensibles e irascibles ante cada renglón de información, se encargaron de contestar esa frase que eternizó Kirchner de “Qué te pasa Clarín ¿Estás nervioso?”, más allá de las respetuosas muestras de respeto y condolencias que recibió la Casa Rosada.
La agencia Reuters informó hoy que las acciones del Grupo Clarín subieron un inusual 21,83 por ciento el jueves en Buenos Aires. Los papeles del Grupo treparon a 17,3 pesos, aunque recortaron terreno desde su apertura en 20 pesos cuando avanzaron abruptamente un 40,85 por ciento. Mientras tanto en Londres – siempre de acuerdo a Reuters - las acciones de Clarín llegaron a ganar hasta casi un 50 por ciento el miércoles.
La deslealtad que le cobraba a Clarín está remarcada por el apoyo que sintió que el diario le dio al sector agropecuario por el tema de las retenciones, lo que menguó el poder de los primeros meses de CFK en la Presidencia y derivó en la derrota de las legislativas a medidos del 2009. Lo de derrotar a los monopolios fue una simple excusa ideológica, ya que en épocas en que Clarín era menos chúcaro, el tema no pasaba por ahí.
Para cobrar las deslealtades, él y su esposa fueron implacables contra Clarín. Con una legislatura todavía por tomar posesión, los K aprovecharon a sancionar la ley de Servicios Audiovisuales, tal vez el golpe más duro a las aspiraciones del Grupo Clarín de mantener su hegemonía en todo tipo de medios, no solo el escrito. Luego se ensañó contra Cablevisión, Fibertel y Papel Prensa, empresas todas con mayoría accionaria de la viuda de Noble; y en el ínterin arremetió contra sus hijos adoptivos, ejecutivos y cualquier cosa que el grupo mediático promoviera o denunciara, como varios temas de corrupción al que se le involucró junto a su esposa, como el caso de la valija venezolana o los millones de más que recolectó para su patrimonio durante sus años en el poder.
Para todo esto sagazmente buscó cada una de los descuidos legales y administrativos de Clarín, a los que envolvió con el manto de acciones irregulares, corruptas y hasta violatorias de los derechos humanos. La confrontación fue dura y frontal.
El cotejo entre gobierno – prensa fue tan fuerte que siempre tuvo eco a nivel nacional e internacional, por lo que desde cada ángulo se pedía al gobierno moderación y respeto a la libertad de prensa. Tan palpable era la pelea, que los mercados, siempre tan sensibles e irascibles ante cada renglón de información, se encargaron de contestar esa frase que eternizó Kirchner de “Qué te pasa Clarín ¿Estás nervioso?”, más allá de las respetuosas muestras de respeto y condolencias que recibió la Casa Rosada.
La agencia Reuters informó hoy que las acciones del Grupo Clarín subieron un inusual 21,83 por ciento el jueves en Buenos Aires. Los papeles del Grupo treparon a 17,3 pesos, aunque recortaron terreno desde su apertura en 20 pesos cuando avanzaron abruptamente un 40,85 por ciento. Mientras tanto en Londres – siempre de acuerdo a Reuters - las acciones de Clarín llegaron a ganar hasta casi un 50 por ciento el miércoles.
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