diciembre 21, 2010

Pidió 12, le ofrecieron 24, tomó 18


Hugo Chávez es un presidente autoritario consumado que le da la espalda al voto popular. Se burló de las elecciones y de los venezolanos después de que le dijeron en las urnas el 26 de setiembre que gobierne con menos arrojo al socialismo.
Lo más triste es que él pidió a la Asamblea Legislativa que le den 12 meses en el plazo para gobernar por decreto. El servilismo de los legisladores, todavía en su mayoría oficialistas hasta que se incorpore la nueva Legislatura el 5 de enero, le ofreció 24 meses con la Ley Habilitante, hasta que después de unas “consultas con el pueblo”, es decir los propios voceros chavistas que son arrastrados a las manifestaciones como floreros de mesa, terminaron negociando 18 meses; como tratando de demostrar que no le dieron tanto poder.
En fin, lo más triste es que ningún gobierno de la región ni los organismos internacionales se inmutaron. En nombre de la soberanía Chávez está haciendo polvo la democracia.

Oportunismo autoritario

A propósito de las leyes reformadas en Venezuela y la que le da poderes cuasi absolutos a Hugo Chávez.
http://www.elnuevoherald.com/2010/12/21/857005/ricardo-trotti-oportunismo-autoritario.html

diciembre 20, 2010

Hot debate x neutralidad en la red

Este martes se juega en parte el futuro del internet en Estados Unidos, con la discusión dentro de la Comisión Federal de Comunicaciones sobre la neutralidad en la red (“net neutrality”). Un tema complejo de agenda económica y política al mismo tiempo, ya que involucra la posición de las compañías telefónicas que no quieren que el Gobierno regule de qué forma debe ser su contenido o si pueden discriminar un contenido sobre otro, y por otro el Gobierno, en este caso del presidente Barack Obama, que quiere que se regule que esas compañías no pueden discriminara  a nadie, para que la red virtual se mantenga abierta, libre y transparente.

A pesar de que este es un tema económico (y nacional) – las compañías de telecomunicaciones no pueden ofrecer diferentes tarifas así sea banda ancha o internet de línea telefónica normal – ciertamente tiene aristas sobre libertad de expresión, lo que me hizo recordar todo el proceso de la Sociedad Mundial de la Información del que participé en representación de la SIP años atrás. Entonces, había gobiernos que querían controlar la internet a través de un nuevo organismo intergubernamental; y otros, como el de Estados Unidos y otros gobiernos de países desarrollados, que querían el status quo y que los dominios se sigan entregando desde ICANN, una compañía privada, sin fines de lucro, establecida en California. Finalmente, a pesar de la gran presión, fue ésa la posición que prevaleció.

La FCC busca establecer reglas de “net neutrality”, es decir, prevenir que los proveedores de internet puedan discriminar sobre los servicios que ofrecen y los contenidos que se distribuyen. El gobierno federal se mantuvo siempre alejado de cualquier regulación, pero decidió actuar por el temor a que los grandes proveedores de telecomunicaciones como ATT, Comcast y Verizon puedan empezar a favorecer sus productos y servicios.

El argumento de la FCC es que la “net neutrality” forzará a que los proveedores de internet deberán tratar a todo el tráfico en internet con igualdad, buscando darle a los consumidores mayor libertad para usar sus computadoras y celulares, disfrutar videos, música y otros servicios que se pueden ofrecer y para lo cual necesitan banda ancha.

El presidente Barack Obama ya había dicho en mayo de 2009  que está “firmemente comprometido con la neutralidad en la red, así podremos mantener al internet como debe ser: abierta y libre”.

Esto hará que los proveedores no podrán cobrar tarifas diferenciadas o más caras por algunos servicios, lo que favorece la posición de los carriers  como Google, Yahoo, etc…; lo que muchos consideran que es una intromisión del gobierno en cuestiones comerciales. Y sobre lo que la justicia ya se ha expedido en contra de la “net neutrality” en algún juicio.

En realidad, la neutralidad plantea una guerra de intereses entre las compañías de telecomunicaciones o proveedoras de banda ancha y las proveedoras de contenido, como Google y Amazon. Las compañías de telecomunicaciones quieren tener la libertad de cambiar su modelo de negocios de acuerdo a los cambios que irá experimentando el internet, mientras que las proveedoras de contenido favorecen una regulación que preserve el modelo de negocio actual que maximiza sus ganancias. Estas empresas han hecho lobby al respecto, tratando que las reglas de la FCC se transformen en ley, como por ejemplo, donar dinero a la campaña electoral de Obama.

En realidad sin las telecomunicaciones nadie podría tener internet, pero sin buen contenido nadie pagaría a ATT por el servicio mensual de banda ancha.

Para que la red sea neutral, la FCC está ahora pretendiendo incorporar dos reglas adicionales a las cuatro que ya tiene desde el 2005 – que ofrecen derechos y garantías de libertad a los usuarios (acceso a contenido, uso de aplicaciones, uso de dispositivos y a competencia entre proveedores) – bajo el argumento de que quiere ser más específica en fundamentar esa libertad. En un comunicado del 22 de octubre de 2009, explicaba que “busca el apoyo del público para hacer el borrador de reglas que codificarían y suplementarían los principios de apertura que tiene el internet”.

Las dos reglas adicionales establecerían: a) los proveedores de banda ancha no pueden bloquear o degradar tráfico legal en sus redes, favorecer cierto contenido o aplicaciones, ni discriminar un servicio de internet por el propio que pudieran estar ofreciendo ellos; b) los proveedores de banda ancha deben ser transparentes acerca del servicio que proveen y como están administrando sus redes.
 
Explicaba que se deben equilibrar intereses competitivos potenciales asegurando un internet abierto, seguro; con unas nuevas reglas que le permitan a los proveedores de banda ancha de internet comprometerse con una razonable administración, que incluya, pero que no esté limitado, a prácticas razonables para reducir o mitigar los efectos de la congestión de la red.

Sin embargo, estas propuestas de “net neutrality” tienen resistencia – muchos legisladores republicanos incluidos - porque se dice que pueden: limitar la utilidad del internet; sentar un precedente para regulaciones más invasivas; disuadir inversiones en redes competitivas y negarles a los providers de banda ancha la habilidad para diferenciar sus servicios; además lo que implica el riesgo de regular a la internet así como lo están las telecomunicaciones.
 
El debate es profundo y el resultado de la votación marcará la forma en que como usuarios del internet usamos y nos relacionamos con los contenidos del internet.

diciembre 19, 2010

Assange y regulaciones al internet


El gobierno de Barack Obama está buscando la forma de ir en contra de Julian Assange por cargos de espionaje porque habría estado directamente involucrado con el robo de los 250 mil documentos a través del soldado raso, Bradley Manning, según dijo esta mañana el vicepresidente estadounidense Joe Biden en el popular programa “Meet the press”.

Si se comprueba que Assange tuvo relaciones directas con el soldado, no se trataría simplemente de un caso que tenga que ver con la libertad de informar como hasta ahora el fundador de Wikileaks y sus seguidores se estuvieron defendiendo.

Pero más allá del proceso judicial que podría devenir si el gobierno sueco lo procesa a Assange por las violaciones de dos mujeres de esa nacionalidad, sería importante que EEUU si busca su extradición se limite imputarle cargos sobre el delito cometido, pero que no se entrometa con regulaciones especiales al internet.

Justamente este caso de Wikileaks y la controversia que se ha creado entre los gobiernos del mundo, es lo que ha aprovechado Hugo Chávez para impulsar, a través de las reformas de las leyes de Telecomunicaciones y de Responsabilidad Social, restricciones severas para el internet y limitaciones a las redes sociales.  

diciembre 17, 2010

Ciberactivismo y militancia cibernética


Si las revelaciones de los cables diplomáticos secretos por Wikileaks plantearon un dilema mundial sobre seguridad nacional y libertad de expresión; los ciberataques a compañías estadounidenses y europeas con el propósito de vengar la detención esta semana del fundador de ese sitio de internet, Julian Assange, pusieron en evidencia una disyuntiva aun mayor: ¿Son protestas genuinas como fundamentan los activistas involucrados o actos  criminales que deben ser censurados y perseguidos?

Algunos creen que la “Operación Venganza” lanzada por hackers y agitadores del grupo Anonymous en contra de Amazon, Mastercard, Visa, PayPal, el banco suizo PostFinance y la fiscalía sueca es sólo una forma de protesta comparable a cualquier concentración cívica. Consideran que crear “espejos” para que Wikileaks pueda seguir divulgando los cables o tomar represalias informáticas contra quienes desenchufaron los servidores y dejaron de prestar servicios al sitio de Assange, no es una acción criminal sino un acto de justicia a favor de la libertad de expresión.

Otros entienden que buscar que los sitios de internet de esas entidades colapsen no es más que vandalismo, una acción tan vil como lo son otros tipos de ataques cibernéticos, así sea la irrupción de cuentas bancarias, práctica conocida como pishing o el botnet, que consiste en infectar computadoras y controlarlas en forma remota.

Independientemente de si el activismo cibernético roza una actividad cibercriminal, lo cierto es que está creando un desafío complejo para los gobiernos, tratándose de un movimiento de contagio rápido y masivo, tan difícil de detectar como de perseguir. No es lo mismo controlar a un grupo de revoltosos que físicamente se manifiesta frente a una embajada y puede ser dispersado con gases lacrimógenos, que tener que lidiar con provocadores anónimos refugiados detrás de una computadora, que pueden actuar en grupos de alcance global, cuyas armas no son piedras ni pancartas, sino software, virus y gusanos que pueden penetrar códigos y sistemas de seguridad.
Aunque el internet y las redes sociales han servido para nutrir protestas masivas, este episodio de Wikileaks puede potenciar el lanzamiento de un movimiento ciberactivista cuya misión sería justificar cualquier causa con tal de tomar la justicia en sus propias manos, lo que podría calificarse de ciber linchamiento.
Anonymous, por ejemplo, formado por voluntarios que se definen como anarquistas, abrazó a Wikileaks después de dirigir ataques cibernéticos en contra de las industrias literaria, discográfica y cinematográfica de EEUU, Inglaterra, España y Australia, al considerar que cualquier norma anti piratería o que defienda la propiedad intelectual es contrario a la libertad que debe reinar en el mundo y en el internet.
Hasta ahora el prejuicio era que los hackers reservaban sus mejores armas de espionaje para los mega fraude bancarios o para ataques como los que sufrieron este año Google China y el sistema nuclear de Irán. Pero lo cierto es que el acceso global a las nuevas tecnologías está permitiendo cada vez más que muchos cambien los juegos en línea por actividades criminales. De ahí los dolores de cabeza de los gobiernos que deben modernizar sus leyes, adquirir tecnologías y hacer inversiones multimillonarias para responder ataques cibernéticos contra los ciudadanos o contra sus sistemas financieros, energéticos y de seguridad.

Estos ciberdelitos no paran de crecer. En EEUU los fraudes con tarjetas de crédito, las intrusiones a las computadoras personales y la difusión de pornografía infantil subieron un 48% en el último año; mientras que en China, el cibercrimen aumentó un 80% y el gobierno calcula que ocho de cada 10 computadoras conectadas al internet están afectados por botnets.

Así que aunque el presidente brasileño Lula da Silva haya defendido a Assange esta semana, pareciera que está descompasado en la discusión. Wikileaks no puso sobre la mesa solo el problema de secretos de estado y libertad de expresión. Evoluciona todo tan rápido, que el debate ya modificó hacia los ataques informáticos y podríamos estar por comenzar una gran guerra cibernética que involucra por igual a privados y gobiernos.

Habrá que seguir el progreso de este fenómeno. La decisión reciente de Facebook y Twitter, de cancelar el perfil de Anonymous, por considerar que sus actividades son ilegales, no hace más que abrir otro debate e interrogantes sobre lo que sucederá… mañana.

diciembre 16, 2010

Sillas vacías


En una semana de diferencia, dos sillas vacías se ocuparon de denunciar a dos de los regímenes más despóticos y violadores de los derechos humanos que existen en la Tierra, el chino y el cubano.

Así, el cubano Guillermo Fariñas y el chino Liu Xiaobo, fueron representados en las ceremonias donde se les entregaron los galardones más distinguidos y merecidos que se entregan en el mundo, como el Premio Sajarov y el Premio Nobel de la Paz.

Tal vez los chinos liberen en el 2011 a Xiaobo y a Fariñas lo dejen salir en el futuro. Mientras tanto, lo importante es que la Unión Europea mantenga la prensión económica contra Cuba hasta que se dejen de violar los derechos humanos o el gobierno permita a veedores internacionales visitar la isla.

Ese será el mejor honor que le podrán hacer a este periodista independiente y psicólogo que casi dejó su vida tras una huelga de hambre para continuar la protesta de Orlando Zapata, otro prisionero político que murió en otra huelga de hambre pidiendo por la liberación de todos los disidentes encarcelados.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...