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diciembre 30, 2017

Bipolaridad futbolística: de Maradona a Sampaoli

No se trata de “un hecho menor” como dijo Jorge Sampaoli sobre el exabrupto que tuvo contra un agente de tránsito en un control de alcoholemia. Su frase “boludo, cobrás 100 pesos al mes” desnuda la bipolaridad del fútbol argentino, meneándose entre el talento de sus celebridades y sus imbecilidades extradeportivas.

El dicho de Sampaoli engrosará la historia futbolera atestada de frases célebres, como el “perdón Bilardo” en el Azteca de 1986 y el “me cortaron las piernas” de Diego Maradona tras el doping positivo en el Mundial del 94.
Es injusto juzgar a todos por la conducta de algunos. José Peckerman no tiene dentro o fuera de la cancha la misma actitud agresiva que Sampaoli. Tampoco Lionel Messi tiene la conducta irascible de Maradona, ni Agüero o Higuaín irrumpen con irreverencias maradonianas ante cualquier tema.

La agresividad en el fútbol argentino es parte de una cultura permisiva que se fue acentuando de generación en generación. La violencia y las muertes en las tribunas son una cuestión de Estado y no han mermado porque se haya prohibido a las barras bravas entrar en estadios visitantes. Estas, en connivencia con los dirigentes, todavía cobran sueldos, imponen jugadores, echan técnicos y amañan partidos.

Los extra dotados como Maradona, sin quererlo, también incentivaron esa permisividad. La “mano de Dios” y una zurda celestial sirvieron para justificar sus dopajes y adicciones; así como por sus goles de fantasía a Messi y Cristiano Ronaldo se les perdonan sus abultados desfalcos al fisco español, lo que otro mortal debe pagar con años tras las rejas.

La bipolaridad no es solo propiedad del fútbol argentino. El FIFAgate viene desnudando una corrupción global, “sistémica y desenfrenada” como la calificó una ex fiscal estadounidense, que desde hace 25 años y con total impunidad, viene carcomiendo al balón desde adentro.

Gracias a la torpeza de haber usado bancos estadounidenses para transferir sobornos y cobrar extorsiones, hoy se presencia con deleite y sorpresa a un tribunal de Nueva York administrando castigos, dando vida a aquella sentencia justiciera de Maradona en su homenaje de despedida: “… la pelota no se mancha”.

El cartel mafioso está conformado por dirigentes de asociaciones regionales y ejecutivos de empresas de mercadeo escondidos tras la chapa de la FIFA. Uno de ellos, el arrepentido clave del juicio neyorquino es el argentino Alejandro Burzaco, ex CEO de la empresa Torneos. Su testimonio fue clave para enviar a prisión a José María Marín, ex presidente de la poderosa Confederación de Fútbol de Brasil y al paraguayo Juan Ángel Napout, ex presidente de la Conmebol.

Su alegato, además, sepultó la poca fama que le quedaba al fallecido Julio Gondona, ex presidente de la AFA, a quien sobornó por 10 años consecutivos. También desencadenó el suicidio del abogado argentino del programa gubernamental Fútbol Para Todos, Jorge Delhon, que se tiró a la vías del tren el mes pasado en Buenos Aires.

Los testimonios de Burzaco y otros arrepentidos sirvieron para poner caras y rótulos a más de 12 años de investigación. La justicia estadounidense demostró la asociación ilícita y conspiración de un cartel masivo dedicado a lavar dinero, extorsionar y sobornar, arreglar transferencias de jugadores, partidos y campeonatos, “vender” sedes mundialistas como las de Rusia y Qatar, y cobrar comisiones por la televisación amañada de partidos y la reventa de entradas. Una mafia que forma parte de lo que el ex director del FBI, Jamey Comey, definió como esa “cultura de la corrupción que pudrió el deporte más grande del mundo”.

Más allá de la corrupción, la bipolaridad del fútbol argentino también queda demostrado por el tremendismo de una fanaticada que poco disfruta de las dos estrellas sobre el pecho, sino que vive perseguida por las tres que no pudieron ser, en especial las del 90 y el 2014, que se robaron los alemanes por la mínima diferencia.


Para un país lleno de cábalas y supersticiones futboleras, el viejo adagio “el fútbol da revancha” es consuelo esperanzador para Rusia. Sin embargo, Messi, tocado también por el tremendismo de sus orígenes, sabe la sentencia que pesa sobre él y sus compañeros si en julio próximo desperdicia otra final: “ten(dr)emos que desaparecer todos de la selección”. trottiart@gmail.com

abril 09, 2016

House of Cards o los Panama Papers

Ni Claire ni Frank Underwood imaginarían que la realidad de los “Panama Papers” superaría la ficción de House of Cards. Queda así reconfirmado que no solo los narcotraficantes, mafiosos y traficantes de armas lavan dinero.

También lo hacen impúdicamente presidentes, reyes, empresarios, celebridades, futbolistas y 29 billonarios que figuran en la lista Forbes de los 500 más ricos del mundo. Así se desprende de la investigación periodística sobre las compañías offshore en paraísos fiscales, en la que colaboraron 376 reporteros de 109 medios de comunicación de 76 países, organizados por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación.

Como en un cambalache, ya nada sorprende en este mundo en el que todo está globalizado; la corrupción más que nada. Como en un efecto dominó, las denuncias y filtraciones son parte del nuevo paisaje que ayuda a crear una realidad que muchos buscan esconder: Desde los banqueros avaros de Wall Street que produjeron la catástrofe de la burbuja hipotecaria del 2008, pasando a las filtraciones de Julian Assange y sus miles de cables de Wikileaks o las denuncias de espionaje masivo de Edward Snowden, hasta el escándalo de sobornos del FifaGate, al lavado masivo del Lava Jato brasileño y el conteo impúdico de La Rosadita argentina.

Los Panama Papers harán historia y seguramente la estrategia de publicación a nivel mundial estará dosificada como sucedió con los cables de Wikileaks. Muchos perderán la cabeza, como el vice primer ministro islandés, Sigmundur Gunnlaugsonn, que renunció apenas fue denunciado y otros temerán perderla o tendrán que salir a explicar y defenderse como Lionel Messi, Roberto Carlos, Pedro Almodóvar y Mario Vargas Llosa o el argentino Mauricio Macri y el rey de Saudi Arabia. Y otros, como el ruso Vladimir Putin, cuyos amigos habrían desfalcado dos billones al fisco, dirán que se trata de propaganda occidental.

Sin dudas que algunos justos pagarán por pecadores, pero ante tanta impunidad y falta de justicia que parece reinar en un mundo estilo Miami Vice, el público parece disfrutar de la justicia por manos propias que se arrogó esta vez el Periodismo o, en otras palabras, del escrache público de aquellos que mantenían su riqueza oculta al fisco y que, en muchos casos, la ostentaban con ligereza y arrogancia como si fuera producto del sudor de sus frentes.

Lo más interesante de esta era de globalización es que así como se ha internacionalizado la corrupción, también se expandió el avance de las denuncias, de los soplones que filtran información y de los arrepentidos, que motivados por los beneficios judiciales, delatan a sus colegas y fechorías. Así como en el caso de Snowden, Wikileaks o el Figagate, es lo que sucedió con un soplón que, sin querer nada a cambio, entregó 11.5 millones de páginas de información al diario alemán Suddeutsche Zeitung, sobre los negocios entre el estudio legal panameño Mossack Fonseca y sus clientes.

No se sabe a ciencia cierta el incentivo de quien ha filtrado la información o si fue un hacker. Las especulaciones son muchas. Pero la denuncia sobre Mossack Fonseca, uno de los cinco estudios más grandes del mundo en la creación de compañías off-shore, con oficinas en 35 países, huele a un ajuste de cuentas contra los distintos gobiernos panameños que en las últimas décadas han sido reacios a la transparencia y a colaborar con investigadores internacionales.

Mucha información conduce a Miami y otros destinos que se favorecieron con los fondos provenientes de los paraísos fiscales. Varios de los nuevos rascacielos de Miami se construyeron con millones de dólares en efectivo que provino de sociedades anónimas y compañías off-shore. Mucho debe ser legítimo; otro tanto no. Lo inentendible es cómo EEUU es juez y parte. Reclama e investiga por más transparencia, pero atrae lo oscuro. Algo no funciona.

En un mundo globalizado y sobre saturado de información, en el que cuesta diferenciar lo esencial de lo chabacano, es importante el papel investigativo del Periodismo para iluminar y destapar la realidad. La justicia le corresponde a otros; pero, obviamente, la información bien investigada y procesada ayuda o presiona por más justicia o, al menos, a crear la sensación de que se hará justicia. 

junio 16, 2014

Este es el Mundial, pero de la corrupción

Si la FIFA fuera un país, Transparencia Internacional la habría ubicado en la lista de los más corruptos del planeta. El solo hecho de que la sede de Catar 2022 fuera vendida al mejor postor, aumenta la percepción de que en este Mundial decanta toda la podredumbre que viene carcomiendo al fútbol desde hace décadas.

Alrededor de la pelota nadie está exento de manchas. Gobiernos brasileños favorecieron a empresas que donaron fondos a campañas electorales, en lugar de usarlos para terminar estadios. En Catar los estadios se construyen con obreros migrantes sumidos en la esclavitud; mientras tanto, las empresas de indumentaria deportiva siguen procesadas judicial y públicamente por explotación laboral infantil.

Varios árbitros amañaron partidos en el Mundial de Sudáfrica y se teme que esa práctica continúe. Directores y futbolistas de varias ligas fueron suspendidos por apostar a favor o en contra de sus propios partidos o, más deshonroso aún, en contra de sus fanáticos. Representantes de jugadores hacen su propio partido traficando estrellas y manoseando contratos, como el de Neymar del Barcelona. Y como broche de oro, el mejor jugador del mundo, Lionel Messi, llega a los vómitos, sospechado de lavar dinero en partidos benéficos de su fundación, después que el año pasado tuvo que calmar al César con cinco millones de euros por evasión fiscal.

Lo de Messi es grave, mucho más que el caso de Maradona que se autodestruyó en lo personal a base de anfetaminas, verborragia y cocaína. Si se confirma lo de la Pulga, se trataría de una autodestrucción profesional, un intríngulis confuso y oscuro, donde están involucrados empresarios, parientes y narcotraficantes, lavando dinero en bancos del Caribe. Una defraudación doble - ilegal y moral - si se considera que la plata habría terminado en bolsillo propio y no en organizaciones de beneficencia, como originalmente se prometió al público que pagó entradas en Perú, Colombia y EE.UU. para verlo jugar.

Casos de deportistas a quienes sus padres malograron sus finanzas no sorprenden, son ejemplo las ex tenistas Steffi Graf y Arantxa Sánchez Vicario. Lo de Messi no está claro aún si el tema pasa por su papá o por una pesquisa fiscal oportuna para desbaratar su cabeza y las posibilidades argentinas.

Messi y su entorno tendrán que aprender que a esta altura de su carrera y fortuna, su salud deportiva depende más de la transparencia administrativa que de la preparación física. Una honestidad que lamentablemente no le enseñan los dirigentes de arriba, amparados por una FIFA que terminó siendo escudo y escondite para los corruptos.

La amañada institución, que ya hedía desde la época de Joao Havelange, ha contagiado y amparado corrupción en todas direcciones. Las primeras investigaciones indican que las sedes de Catar y de Rusia 2018, han sido producto de más de cuatro millones de euros repartidos en sobornos para comprar votos de miembros de asociaciones africanas y caribeñas. El caso ya hundió a algunos dirigentes, pero los peces gordos siguen en la corriente.

La presión es mucha y no es el calor el que hará que Catar (y tal vez Rusia) pierda la sede. Al presidente de la FIFA,  Joseph Blatter, se le está exigiendo una investigación exhaustiva y que muestre cabezas en vez de trofeos al término de este Mundial. Por suerte ya no son solo políticos y futbolistas los que piden transparencia, ahora la demandan Adidas, Visa y Sony, los grandes auspiciantes que no quieren asociar sus marcas al descalabro y al despilfarro.         

A este movimiento todavía no se han sumado otras multinacionales como Coca-Cola, Budwiser, Pepsi o Hyundai, tal vez porque el negocio del fútbol es eso, un gran negocio. Pero si al unísono cortaran los víveres a la FIFA, así como con autoridad les quitaron los auspicios a grandes deportistas por mala conducta, tal los casos de Lance Amstrong, Kobe Bryan, Tiger Woods y Alex Rodríguez, entre otros, seguramente obligarían a la FIFA a rectificar acciones.

A la FIFA se le pide ética y transparencia. Pero difícil será mientras esta no se desprenda de sus privilegios corporativos y no someta a sus agremiados a la justicia ordinaria. Nada cambiará en el fútbol si sigue considerando al soborno, la extorsión y el engaño por resultados como simples faltas éticas, en vez de delitos agravados.

diciembre 09, 2012

Messi es universal


Lo que se esperaba para fines de diciembre llegó en forma anticipada. Después del susto ante el partido con el Benfica, la Pulga la volvió a romper y demostrar que está para su cuarto premio consecutivo como el mejor del mundo. No quedan dudas, juega bien y hace goles. Con dos al mismo palo superó al arquero del Betis y se metió en la historia grande del fútbol para superar los 85 goles del alemán Gerard Müller.

Ahora con 86 y sin la presión de alcanzar el récord, seguramente llegará a los 90 y pondrá la vara muy alta para la próxima generación de futbolistas. Pero más allá de los récords lo importante de la Pulga y del Barcelona, para no quitarle méritos al fútbol de equipo, es que se trata de uno de los pocos jugadores y equipos que dejaron el pelotazo y la improvisación. Es un privilegio ver un partido del Barcelona, pero, sobretodo, la consistencia para jugar bien al fútbol; aun cuando pierden no pierden su filosofía del fútbol.

Messi es de otro planeta. Así como Lebron James al básquet, la Pulga es un jugador universal. No importa si uno ni es del Barcelona ni del Miami Heat, ya que por la grandeza de sus logros, uno disfruta como si fueran de su propio equipo. Su universalidad radica en que hacen más grande al deporte.  

marzo 20, 2012

Messi de todos los colores

No se puede pedir más a Lionel Messi que va de hat trick en hat trick y hoy volvió con un triplete de todos los colores, de volea, emboquillada y entre defensores. Lo único que detiene a la Pulga parece ser la red, porque ni los récords lo asustan. Con los tres de hoy llegó a 234 goles en partidos oficiales del Barcelona, dos más que César Rodríguez otra de las leyendas del club catalán.

Messi se llevó de trofeo el balón que le alcanzó el arquero contrario, lo que evidencia la admiración que le tienen al “asesino” de la cancha como ayer lo definió el francés Michelle Paltini. Con este triplete Messi se puso por dos tantos más que Ronaldo y dejó atrás a quienes creían que la hazaña de la Pulga por empatar a Rodríguez no se daría en esta temporada, marcando hasta ahora otro récord con un total de 54 goles.

Ver al Barcelona y exigir goles de Messi ya se ha tornado para los hinchas de cualquier equipo del planeta una sabrosa costumbre. Pese a los colores de su camiseta, creo que con Messi hace que veamos reflejados los colores de todas nuestras camisetas. Su fútbol es universal.

noviembre 14, 2011

Messi el mejor, según la Time


No hay frontera que la calidad, vistosidad y virtuosidad de Lionel Messi para jugar al fútbol no haya sobrepasado. La prestigiosa revista Time, que el año pasado, escogió al fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, como personaje del año, lo eligió este año dentro de una nómina de 32 personalidades de las que el ganador quedará descubierto el 16 de diciembre.

No es fácil estar en esta lista. Menos para un deportista, especialmente porque el reconocimiento en casi todos los campos va para el personaje más influyente, malo o bueno, y en el deporte, por el tipo de disciplina, solo entran los destacados, los que han influido en el juego y sobre las multitudes. Así, Messi se compara al extra dotado basquetbolista Lebron James.

Probablemente el premio debería llevárselo el recientemente fallecido Steve Jobs por haber ayudado en la evolución imperiosa de la industria del conocimiento con los productos Apple, revolucionarios y elegantes, que han cambiado la forma en que nos comunicamos. Pero Messi, en el fútbol, también es eso. Ha cambiado incluso la forma que miramos el fútbol, y en el que aprendimos que la efectividad no siempre puede estar desligada de la virtuosidad. No importa si la Pulga todavía no resalta en la selección Argentina como en el Barcelona. Todos saben que además de la calidad individual, el fútbol se mide por el funcionamiento grupal. Pero también por la expectativa y esperanza que crea cada vez que toca el balón. En Barranquilla, para mañana, todas las esperanzas y temores están centradas, tanto de hinchas colombianos como de argentinos, en lo que hará Messi, si seguirá con la pólvora mojada o meterá unos cuantos o si asistirá a sus compañeros para las proezas.
 
Messi tiene ese tipo de personalidad dentro y fuera de la cancha que agrada. Su humildad lo hace más grande y casi todos, hasta los contrarios, prefieren que se destaque, pese al resultado. Ver a la Pulga en acción, jugando bien, es un regalo para el fútbol.

Seguramente obtendrá el próximo honor de la FIFA en tercer año consecutivo y no le darán este premio del Time. Pero el solo hecho de estar en la nómina con otros influyentes mundiales, deja bien en claro que más allá del Barcelona y del seleccionado argentino, Messi influye en el mundo y es un gran embajador para el fútbol. 

abril 16, 2011

Lebron y Wade o Messi vs Ronaldo


Como todos los años a mediados de abril, este sábado comienzan los playoffs o las finales o la liguilla de la liga de básquet más espectacular del mundo. Lo único que me tiene mal hoy es que al mismo tiempo que debutarán los Heat de Miami (mejor dicho de James, Wade y Bosh) el Barza de Messi y el Real de Madrid jugarán a la misma hora. El control remoto será el rey, no vale grabar partidos, la emoción es al instante.

Difícil elección entre una gambeta o gol de la Pulga y una clavada de Lebron.

Fanático del Heat desde que llegué a Miami hace 18 años, este es el año más espectacular y soñado para que se alcen con la corona como en el 2006. El año pasado para esta época la única esperanza era pasar a la segunda ronda. Hoy las expectativas son hasta las finales, pero se sabe también que la cachetada puede interrumpir cualquier buen momento, ya que todos los equipos están llenos de estrellas, Garnet, Rose, Howard, Stoudemaire en el este y del otro lado Durant, Ginóbili, Kobe y Nowitsky, por solo nombrar al 10% de los estelares. Pero más allá de las estrellas se alzan como vedettes dos equipos que llegan de lo mejor parados gracias al trabajo de equipo y de sus técnicos: Bulls de Chicago y los Thunder de Oklahoma.

Miami Heat es el equipo odiado, al que todos abuchean después de que Lebron dijera en un programa exclusivo de ESPN a principios de temporada que llevaría su talento a South Beach. En esta relación con el público, uno bien sabe que los fanáticos odian por diversión de la misma forma que hacen lo contrario. De ahí se explica que Lebron sea el vendedor número uno de sus jerseys en los negocios de la NBA, habiendo sobrepasado por primera vez el marketing de Kobe. Tanto odio no se explica ¿verdad?

El partido de Heat vs Sixers parece fácil para los locales y como es el primero, no es tan atractivo como el duelo entre el Braza y el Real; entre la belleza de las piruetas e ingenio de Messi y el atletismo y frialdad de Ronaldo.

Mirar uno u otro: ¡qué dilema!  

enero 10, 2011

Lionel Messi: ¡Sin dudas! el mejor


Nunca dudé de que Lionel Messi debía ganar este Balón de Oro de la FIFA, aunque también pensaba que iría a parar en manos de Andrés Iniesta y de Xavi Hernández. Por suerte el pálpito no se dio y sí hubo justicia para premiar a quien, hoy por hoy, es el mejor futbolista del mundo.

Hubiera sido correcto que alguno de los dos españoles se llevaran el premio por su trabajo en el Barcelona y por la Copa del Mundo. Pero no hubiera sido justo. Reconozco que no ha sido fácil para los españoles que, según las encuestas y los deseos, tenían de favoritos a sus compatriotas.

Digo que no hubiera sido justo porque este año no se puede desconocer lo que la “Pulga” aportó al fútbol. Los otros son dos futbolistas fuera de serie, técnicos, milimétricos, fríos, creativos, inteligentes; pero Messi es todo eso, pero hay que agregarle un adjetivo que solo pocos futbolistas han tenido en la historia: mágico. Hace de la nada, de la falta de espacio y de tiempo… todo… y goles – 62 en un año – de todos los colores y para todos los gustos.

No por nada donde va Messi los estadios se llenan, los equipos contrarios y las asociaciones de fútbol reclaman si el Barcelona o la selección Argentina se presentan sin Messi o lo cuidan en el banco. Eso no pasa con Iniesta o Xavi.

Hace unos meses atrás escribí en otro post lo que creo: “Los iluminados y geniales tienen la característica de crear ilusiones que van más allá del deporte. Es por eso que a las gambetas de Lionel Messi o a las clavadas de Lebron James las ovacionan hasta las hinchadas contrarias, ya que se asumen como destrezas universales por fuera de competencias nacionales y ajenas a pasiones y colores. Más aún, estos seres están dotados de cierta magia que generan expectativas a pesar de que tengan un bajo rendimiento pasajero. Confiamos que en un segundo crearán una jugada salvadora que, por sí sola nos hará saltar de la silla, y será suficiente para derrotar el aburrimiento frente al televisor o justificar que la ida al estadio valió la pena”.

Por eso considero que mientras la “Pulga” juegue con esa magia, con una combinación de muchos y estupendos goles y campeonatos, el Balón de Oro no podrá escaparse de sus pies.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...