Comparto con mis lectores un pedido de ayuda de los periodistas mexicanos que tratan de contrarrestar la violencia, con una marcha que realizarán este sábado. Apoyemos.
A LOS PROPIETARIOS Y CONCESIONARIOS DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN,
A LOS DIRECTIVOS DE PERIÓDICOS, REVISTAS, CANALES DE TELEVISIÓN Y ESTACIONES DE RADIO,
A LOS COLUMNISTAS, EDITORIALISTAS, CONDUCTORES DE NOTICIARIOS Y LÍDERES DE OPINIÓN,
A LOS ESTUDIOSOS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN,
A LOS JEFES DE INFORMACIÓN,
P R E S E N T E:
Nosotros, reporteros, reporteras y trabajadores de medios de comunicación impresos y electrónicos del país, preocupados e indignados por la escalada de violencia que afecta principalmente a nuestros compañeros y colegas de las entidades de la República, convencidos de la necesidad social de nuestra labor y de la urgencia de salvaguardar el derecho a la información y la libertad de expresión en condiciones de plena seguridad, nos dirigimos a ustedes para solicitar su apoyo y adhesión a la primera Manifestación contra las Agresiones a Periodistas en México, convocada para el próximo sábado 7 de agosto a las 12:00 horas.
Esta movilización, que partirá del Ángel de la Independencia, en el Paseo de la Reforma, a la sede de la Secretaría de Gobernación, en avenida Bucareli, es la expresión y concreción de inquietudes y preocupaciones de reporteros, redactores, editores y trabajadores de los medios de comunicación de todo el país que, sin siglas ni membretes, hemos decidido demandar justicia para las víctimas de agresiones y asesinatos, condiciones de seguridad para ejercer nuestra labor cotidiana y acciones concretas a favor de la libertad de expresión y el derecho a la información.
La violencia ha sometido a distintos sectores de la sociedad mexicana. Nosotros, que todos los días lo reportamos, no hemos sido la excepción.
Como lo evidencian los acontecimientos más recientes ocurridos en Gómez Palacio, Durango, reporteros, camarógrafos y reporteros gráficos somos el eslabón más débil en la industria de la comunicación: es a nosotros a quienes agreden físicamente, a quienes amenazan, a quienes secuestran, a quienes asesinan, a quienes acosan, quienes dejamos en la indefensión a nuestras familias, quienes padecemos, día tras día, el repudio y las agresiones sólo por portar una libreta, un logotipo, un micrófono, una cámara, una grabadora: por hacer nuestro trabajo.
Convencidos de que es hora de que todos los periodistas de México se sienten a dialogar, a discutir, a buscar, con su pluralidad de posiciones y opiniones, la forma de garantizar el ejercicio pleno del oficio y el derecho de los ciudadanos a la información en cada rincón del país, lanzamos este llamado para que nos respalden, nos acompañen, en los siguientes planteamientos:
1.- ¡Alto a la impunidad en torno de los asesinatos, secuestros, desapariciones y amenazas a los periodistas y trabajadores de los medios de comunicación! ¡No más agresiones!
2.- Las instituciones del Estado mexicano, y los diferentes órdenes de gobierno, tienen el deber y la obligación constitucional de garantizar el pleno acceso y disfrute de los derechos a la libertad de expresión y a la libertad de información, para los periodistas y la sociedad en general, sin distinción de posiciones ideológicas o políticas. Esos derechos, que deben tener plena vigencia para todos los mexicanos, no pueden, en modo alguno, suspenderse, acotarse, negociarse o transferirse. ¡Que se cumplan! ¡Que se hagan cumplir!
3.- Que se pongan en marcha, de inmediato, los mecanismos institucionales de protección a la labor de los periodistas, con pleno respeto a la pluralidad, la libertad y la independencia de todos y cada uno de los medios de comunicación.
Reconociéndonos diferentes, plurales en nuestros respectivos puntos de vista, llamamos a todos ustedes a participar en nuestro acto de solidaridad con los colegas muertos, amenazados, con los 64 reporteros cuyos crímenes no han sido resueltos, con los 11 que continúan desaparecidos.
Les convocamos, también, a dar los primeros pasos para emprender acciones transformadoras concretas, de conjunto, para defender ese bien común que, sin su participación activa y contundente, estará a la deriva: el periodismo mexicano.
ATENTAMENTE:
PERIODISTAS, EDITORES Y TRABAJADORES DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN MEXICANOS
Quiero contarles sobre los procesos creativos de esta nueva historia sobre la verdad, la libertad y el miedo al futuro. Es mi nueva novela y espero publicarla cuando se sincronicen los planetas (las editoriales) o cuando se me acabe la paciencia y decida autopublicar -- Los contenidos de mi blog Prensa y Expresión están en el archivo. Blog por Ricardo Trotti
agosto 04, 2010
Periodismo con conexiones
En el último día de nuestro seminario de Costos e Ingresos en San Salvador, tuvimos un cierre con broche de oro. El director editorial del diario Sun Sentinel, diario en el sur de la Florida, en la ciudad de Fort Lauderadale, compartió los “10 mandamientos” que han diseñado mantener y atraer nuevos lectores, ya sea en el periódicos impreso como en su página web; sobre los que esta tarde estuve “twiteando”.
1) Entregar material exclusivo de gran impacto, relevante en diferentes formatos, ya sean videos, fotos, material impreso e interactivo.
2) Conexión con los consumidores (lectores) con experiencias que le ayuden y sean útiles para sus vidas cotidianas.
3) Consumidores. Crear equipos de periodistas que conecten con lectores respondiendo a sus preocupaciones cotidianas.
4) Usar noticias cortas, usando diseño visual fuerte y navegable.
5) Promocionar vigorosamente el contenido diferenciador de su periódico.
6) Innovar periodísticamente y continuamente para que los lectores sientan la necesidad de conectarse a diario.
7) Los lectores quieren más periodismo comprometido, de investigación; el que debe ser promovido adecuadamente.
8) Hacer periodismo bien escrito, vivo, relevante, que invite a los lectores a la discusión.
9) Combatir percepciones y apariencias de lectores sobre nuestro equilibrio informativo, con personal diverso y plural.
10) Regla de oro. Promover la interactividad, periodismo activo y proactivo.
1) Entregar material exclusivo de gran impacto, relevante en diferentes formatos, ya sean videos, fotos, material impreso e interactivo.
2) Conexión con los consumidores (lectores) con experiencias que le ayuden y sean útiles para sus vidas cotidianas.
3) Consumidores. Crear equipos de periodistas que conecten con lectores respondiendo a sus preocupaciones cotidianas.
4) Usar noticias cortas, usando diseño visual fuerte y navegable.
5) Promocionar vigorosamente el contenido diferenciador de su periódico.
6) Innovar periodísticamente y continuamente para que los lectores sientan la necesidad de conectarse a diario.
7) Los lectores quieren más periodismo comprometido, de investigación; el que debe ser promovido adecuadamente.
8) Hacer periodismo bien escrito, vivo, relevante, que invite a los lectores a la discusión.
9) Combatir percepciones y apariencias de lectores sobre nuestro equilibrio informativo, con personal diverso y plural.
10) Regla de oro. Promover la interactividad, periodismo activo y proactivo.
agosto 02, 2010
Sociedad extorsionada
La cuota es una de las palabras que definen el clima de máxima inseguridad pública que se vive en El Salvador, un país que tiene 72 homicidios cada 100 mil habitantes, uno de los más altos de las Américas.
La cuota o la renta es el “impuesto” que cobran los mareros (pandilleros juveniles) a toda persona que tiene la posibilidad de realizar una actividad comercial, ya sea desde un taxista, chofer de microbús de transporte hasta un comercio establecido como un vendedor ambulante.
Los pandilleros, de cualquier clica, subdivisión de una pandilla de las MS, Maras Salvatruchas, que operan en un sector determinado, cobran sus cuotas en sus zonas pero a través de menores de edad, quienes no son imputables ante la ley por delitos de asociación ilícita. Estos menores son quienes recogen el dinero o entregan el mensaje que de no obtenerlo, sus superiores enviarán a una pandilla a matarlo.
Las amenazas se cumplen. Las denuncias no se hacen, como el Estado lo establece a través del 911, porque la gente dejó de confiar en la policía. La ley antimaras que establece mayores penas a los menores que cometen delitos graves, y es apoyada por todos los sectores de la sociedad, todavía no fue sancionada y los militares que patrullan las calles bajo iniciativa del presidente Mauricio Funes no tienen gran impacto, debido a que su imagen se está desnaturalizando, porque no tienen fuerza de policía.
Los grandes desafíos que acarrea la inseguridad pública, no solo para la confianza de la gente, sino para la imagen del país. Inversiones y turismo a la baja.
La sociedad salvadoreña está extorsionada por las pandillas juveniles.
La cuota o la renta es el “impuesto” que cobran los mareros (pandilleros juveniles) a toda persona que tiene la posibilidad de realizar una actividad comercial, ya sea desde un taxista, chofer de microbús de transporte hasta un comercio establecido como un vendedor ambulante.
Los pandilleros, de cualquier clica, subdivisión de una pandilla de las MS, Maras Salvatruchas, que operan en un sector determinado, cobran sus cuotas en sus zonas pero a través de menores de edad, quienes no son imputables ante la ley por delitos de asociación ilícita. Estos menores son quienes recogen el dinero o entregan el mensaje que de no obtenerlo, sus superiores enviarán a una pandilla a matarlo.
Las amenazas se cumplen. Las denuncias no se hacen, como el Estado lo establece a través del 911, porque la gente dejó de confiar en la policía. La ley antimaras que establece mayores penas a los menores que cometen delitos graves, y es apoyada por todos los sectores de la sociedad, todavía no fue sancionada y los militares que patrullan las calles bajo iniciativa del presidente Mauricio Funes no tienen gran impacto, debido a que su imagen se está desnaturalizando, porque no tienen fuerza de policía.
Los grandes desafíos que acarrea la inseguridad pública, no solo para la confianza de la gente, sino para la imagen del país. Inversiones y turismo a la baja.
La sociedad salvadoreña está extorsionada por las pandillas juveniles.
agosto 01, 2010
Mensajes y su impacto
En este primer día del seminario de Costos e Ingresos que estamos ofreciendo en San Salvador a ejecutivos de periódicos de todos los rincones de Latinoamérica, me quedé pensando en la importancia del periodismo, de la comunicación; en el impacto de los mensajes y de cómo las mentes creativas nos pueden hacer pensar y asociar ideas, imágenes y sentimientos, aprovechándose de atraerlas desde nuestra propia cultura y de nuestras experiencias.
Este video es una muestra de ello:
Este video es una muestra de ello:
Receta para Fidel y Hugo
Claramente Fidel Castro y Hugo Chávez detestan la libertad de prensa, la crítica, la opinión distinta. Creo que la percepción de ellos sobre la necesidad de la libertad de prensa para el desarrollo humano, social, político de los pueblos (lo que ellos buscan según sus plataformas ideológicas), así como la de muchos líderes, cambiaría totalmente si visitaran el Newseum - el museo de la historia de la comunicación - con sede en la capital estadounidense.
Este museo privado, fundado por The Freedom Forum, es un canto a la libertad. Sus espectaculares muestras (la historia de los medios de comunicación), artefactos (el primer satélite que en 1966 orbitó la tierra permitiendo unir al mundo con transmisiones en vivo, la manipulación (el impacto de la propaganda usada por los regímenes totalitarios como el nazismo, el comunismo y el fascismo) y los grandes acontecimeintos (cómo la información preveniente de las grandes guerras modificaron nuestras vidas o la caída del muro de Berlín - donde me saqué la foto dentro del Newseum) y las tecnologías (como los nuevos medios sociales están modificando las formas de comunicarnos).
Lo más importante. Después de horas de recorrer el museo, uno se da cuenta que la libertad del ser humano - en todas sus acepciones - es indispensable para el desarrollo humano. Los países sin libertad de prensa ni libertad de expresión son los más atrasados. Los grandes cambios económicos surgen en países libres.
Una verdadera lección que muchos de nuestros líderes deben aprender. Deberíamos obligarlos a que vayan al Newseum.
Este museo privado, fundado por The Freedom Forum, es un canto a la libertad. Sus espectaculares muestras (la historia de los medios de comunicación), artefactos (el primer satélite que en 1966 orbitó la tierra permitiendo unir al mundo con transmisiones en vivo, la manipulación (el impacto de la propaganda usada por los regímenes totalitarios como el nazismo, el comunismo y el fascismo) y los grandes acontecimeintos (cómo la información preveniente de las grandes guerras modificaron nuestras vidas o la caída del muro de Berlín - donde me saqué la foto dentro del Newseum) y las tecnologías (como los nuevos medios sociales están modificando las formas de comunicarnos).
Lo más importante. Después de horas de recorrer el museo, uno se da cuenta que la libertad del ser humano - en todas sus acepciones - es indispensable para el desarrollo humano. Los países sin libertad de prensa ni libertad de expresión son los más atrasados. Los grandes cambios económicos surgen en países libres.
Una verdadera lección que muchos de nuestros líderes deben aprender. Deberíamos obligarlos a que vayan al Newseum.
julio 31, 2010
Cuba y la embajada Argentina
Todos saben lo que sucede en Cuba, la desastrosa forma de vivir de los cubanos, sin el mínimo de comodidades y libertades, y ni hablar del tratamiento que reciben los presos políticos que ahora en el destierro están contando las atrocidades que sufrían. Todos saben que es un país secuestrado por los hermanos Castro y todos lo reconocen. Pero el problema es que no lo dicen por temor a que sea usado a favor del discurso estadounidense de las últimas cinco décadas. Lamentablemente sobre Cuba – también como el caso de Venezuela – no se actúa en consecuencia, ni hay congruencia, se piensa y se habla en privado de un forma pero no se actúa en forma pública de otra
Esto sucede incluso con gente a un alto nivel de la política, como el de Héctor Timerman, el nuevo canciller argentino, que hace seis años como lo demostró el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL) que funciona en Buenos Aires, le pidió que cumpla con lo que escribió como periodista y condenaba las violaciones a los derechos humanos en Cuba y en otros cuatro países.
Cadal le pidió a Timerman que haga lo que pedía como periodista, que rebaje el rango de las embajadas en Cuba – además de China, Siria, Libia y Arabia Saudita – por la situación interna de los derechos humanos.
“El pasado argentino nos coloca en la obligación de ejercer un rol de liderazgo que muy pocos países pueden intentar ocupar. Por ejemplo, en la lucha contra la violación de los derechos humanos y en la solidaridad activa con quienes se ven privados de ellos. Porque fuimos víctimas no debemos olvidar a las actuales víctimas”, escribió el 23 de enero de 2004, según recupera de los archivos Cadal.
Cadal explica que por ello, como en otras naciones con dicatduras, Argentina no tiene embajadas, que tampoco la debiera tener Cuba.
Cadal trae de los archivos la forma en que Timerman se refería a Cuba en la publicación Debate: “Yo denuncio la falta de libertad de prensa en Cuba. La denuncio porque creo que Cuba es una dictadura, una dictadura de izquierda. Una dictadura que por ejemplo se vanagloria de haber logrado que no existan analfabetos en su sociedad”, escribió en Debate.
¿Hará y dirá Timerman ahora lo que predicaba como periodista?
Esto sucede incluso con gente a un alto nivel de la política, como el de Héctor Timerman, el nuevo canciller argentino, que hace seis años como lo demostró el Centro para la Apertura y el Desarrollo de América Latina (CADAL) que funciona en Buenos Aires, le pidió que cumpla con lo que escribió como periodista y condenaba las violaciones a los derechos humanos en Cuba y en otros cuatro países.
Cadal le pidió a Timerman que haga lo que pedía como periodista, que rebaje el rango de las embajadas en Cuba – además de China, Siria, Libia y Arabia Saudita – por la situación interna de los derechos humanos.
“El pasado argentino nos coloca en la obligación de ejercer un rol de liderazgo que muy pocos países pueden intentar ocupar. Por ejemplo, en la lucha contra la violación de los derechos humanos y en la solidaridad activa con quienes se ven privados de ellos. Porque fuimos víctimas no debemos olvidar a las actuales víctimas”, escribió el 23 de enero de 2004, según recupera de los archivos Cadal.
Cadal explica que por ello, como en otras naciones con dicatduras, Argentina no tiene embajadas, que tampoco la debiera tener Cuba.
Cadal trae de los archivos la forma en que Timerman se refería a Cuba en la publicación Debate: “Yo denuncio la falta de libertad de prensa en Cuba. La denuncio porque creo que Cuba es una dictadura, una dictadura de izquierda. Una dictadura que por ejemplo se vanagloria de haber logrado que no existan analfabetos en su sociedad”, escribió en Debate.
¿Hará y dirá Timerman ahora lo que predicaba como periodista?
julio 30, 2010
Secuestro de medios
México está mal. Muy mal. Tal como sucedió en la Colombia de hace dos décadas, convulsionada por la violencia atroz del narcotráfico, en México también no solo que el narcotráfico sigue matando, desapareciendo y secuestrando periodistas, sino que ahora sumó la modalidad de secuestrar medios de comunicación y sus líneas editoriales, manipulándolos en forma directa.
La manipulación hasta ahora era indirecta. Los medios, especialmente los de la zona norte fronteriza, más afectados por la violencia, habían tomado la decisión consciente de autocensurarse – no publicar ni investigar las fechorías del narcotráfico – como un modo de proteger a su personal de las represalias que suelen tomar los maleantes. El solo elemento de la autoprotección da a los medios de comunicación razones justificadas para dejar de lado su misión de informar e investigar.
Pero la reciente masacre perpetrada por delincuentes que salían de la cárcel con la anuencia de sus guardias y con sus armas y vehículos para tomar represalias con delincuentes libres de grupos antagónicos, desencadenó otros episodios que están empujando a la prensa mexicana al borde de la ética periodística. Los narcotraficantes, en una lucha intestina entre carteles, han secuestrado esta semana a cuatro periodistas para impedir que sigan informando sobre esas masacres, y advirtieron que matarían a los reporteros si no publicaban sus exigencias – un video en el que matan a otro maleante después de interrogarlo – o si seguían informando sobre el episodio distendido de la cárcel.
Ayer en México, muchos medios a pedido de periodistas y ejecutivos de Milenio, grupo editorial afectado por los raptos de periodistas de su personal, decidieron no publicar sobre los secuestros para proteger la vida de los secuestrados. Y mientras mantenían ese silencio y se procuraba en reuniones entre periodistas qué hacer o qué era lo más correcto, un comunicado de prensa de la Comisión Nacional de Derechos Humanos pidiendo al gobierno que investigue el asunto – sin saber las políticas de auto silencio auspiciado por varios medios – acarreó mayores problemas, especialmente por políticas editoriales diferentes que pueden tomar los medios nacionales que están más naturalmente resguardados en la capital del país conde la violencia no llega a extremos, como en zonas donde conviven medios más pequeños con contextos de violencia disparados.
Es que no es para menos. Es que ahora los secuestradores demandaron a los medios por silencio amenazándolos con matar a los periodistas, convirtiendo a las víctimas en victimarios. Y aquí es donde existe un intríngulis de variantes y actitudes editoriales y éticas que los medios deben asumir. Se tienen que preguntar si pueden dejarse chantajear por secuestradores o narcotraficantes que no tienen escrúpulos ni principios o publicar sabiendo que ponen en riesgo a sus periodistas o a colegas de otros medios.
La situación no es fácil, más allá de que se le deba echar la culpa al gobierno de que todo se ha salido de proporciones. Lo que está claro es que los medios si negocian el silencio, pronto se verán obligados a negociar cualquier demanda de los narcos.
Los reporteros secuestrados son Jaime Canales, camarógrafo de Multimedios Laguna; Alejandro Hernández, camarógrafo de Televisa Torreón; Héctor Gordoa, enviado de Televisa México y Oscar Solís, reportero del diario El Vespertino, fueron secuestrados el lunes 26 de julio luego de cubrir un motín en el penal Centro de Readaptación Social número 2, de Gómez Palacio, en el estado de Durango. La cárcel se encuentra bajo control de la Policía Federal por acusaciones de corrupción contra sus directivos.
En una reunión que hicimos con la SIP en Durango el 16 de febrero de este año, editores de periódicos mexicanos de los estados de Durango, Coahuila, Sinaloa y Sonora, demandaron a las autoridades federales y estatales mayores garantías para ejercer el periodismo.
Los editores reclamaron en un documento, Declaración de Durango, a las autoridades nacionales y estatales por la inacción a combatir el clima general de violencia, desde aspectos globales solicitando la federalización de los crímenes contra periodistas, así como asuntos concretos sobre la creación de vocerías conjuntas – policía judicial, ministerio público y ejército – a fin de que los medios de comunicación puedan acceder a información oportuna y transparente sobre sucesos violentos.
La manipulación hasta ahora era indirecta. Los medios, especialmente los de la zona norte fronteriza, más afectados por la violencia, habían tomado la decisión consciente de autocensurarse – no publicar ni investigar las fechorías del narcotráfico – como un modo de proteger a su personal de las represalias que suelen tomar los maleantes. El solo elemento de la autoprotección da a los medios de comunicación razones justificadas para dejar de lado su misión de informar e investigar.
Pero la reciente masacre perpetrada por delincuentes que salían de la cárcel con la anuencia de sus guardias y con sus armas y vehículos para tomar represalias con delincuentes libres de grupos antagónicos, desencadenó otros episodios que están empujando a la prensa mexicana al borde de la ética periodística. Los narcotraficantes, en una lucha intestina entre carteles, han secuestrado esta semana a cuatro periodistas para impedir que sigan informando sobre esas masacres, y advirtieron que matarían a los reporteros si no publicaban sus exigencias – un video en el que matan a otro maleante después de interrogarlo – o si seguían informando sobre el episodio distendido de la cárcel.
Ayer en México, muchos medios a pedido de periodistas y ejecutivos de Milenio, grupo editorial afectado por los raptos de periodistas de su personal, decidieron no publicar sobre los secuestros para proteger la vida de los secuestrados. Y mientras mantenían ese silencio y se procuraba en reuniones entre periodistas qué hacer o qué era lo más correcto, un comunicado de prensa de la Comisión Nacional de Derechos Humanos pidiendo al gobierno que investigue el asunto – sin saber las políticas de auto silencio auspiciado por varios medios – acarreó mayores problemas, especialmente por políticas editoriales diferentes que pueden tomar los medios nacionales que están más naturalmente resguardados en la capital del país conde la violencia no llega a extremos, como en zonas donde conviven medios más pequeños con contextos de violencia disparados.
Es que no es para menos. Es que ahora los secuestradores demandaron a los medios por silencio amenazándolos con matar a los periodistas, convirtiendo a las víctimas en victimarios. Y aquí es donde existe un intríngulis de variantes y actitudes editoriales y éticas que los medios deben asumir. Se tienen que preguntar si pueden dejarse chantajear por secuestradores o narcotraficantes que no tienen escrúpulos ni principios o publicar sabiendo que ponen en riesgo a sus periodistas o a colegas de otros medios.
La situación no es fácil, más allá de que se le deba echar la culpa al gobierno de que todo se ha salido de proporciones. Lo que está claro es que los medios si negocian el silencio, pronto se verán obligados a negociar cualquier demanda de los narcos.
Los reporteros secuestrados son Jaime Canales, camarógrafo de Multimedios Laguna; Alejandro Hernández, camarógrafo de Televisa Torreón; Héctor Gordoa, enviado de Televisa México y Oscar Solís, reportero del diario El Vespertino, fueron secuestrados el lunes 26 de julio luego de cubrir un motín en el penal Centro de Readaptación Social número 2, de Gómez Palacio, en el estado de Durango. La cárcel se encuentra bajo control de la Policía Federal por acusaciones de corrupción contra sus directivos.
En una reunión que hicimos con la SIP en Durango el 16 de febrero de este año, editores de periódicos mexicanos de los estados de Durango, Coahuila, Sinaloa y Sonora, demandaron a las autoridades federales y estatales mayores garantías para ejercer el periodismo.
Los editores reclamaron en un documento, Declaración de Durango, a las autoridades nacionales y estatales por la inacción a combatir el clima general de violencia, desde aspectos globales solicitando la federalización de los crímenes contra periodistas, así como asuntos concretos sobre la creación de vocerías conjuntas – policía judicial, ministerio público y ejército – a fin de que los medios de comunicación puedan acceder a información oportuna y transparente sobre sucesos violentos.
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