abril 03, 2011

Encuestas; medios nuevos y tradicionales

El internet, los blogs, las redes sociales y toda una gama de nuevas formas de comunicación gracias al desarrollo tecnológico, han traído consigo nuevos desafíos sobre las restricciones que pesan sobre los medios de comunicación tradicionales, como por ejemplo, la prohibición que existe en numerosos países a publicar resultados de encuestas y sondeos de preferencia sobre los procesos electorales.

Uno de estos desafíos se presenta en Perú, de caras a las elecciones presidenciales, donde desde mañana lunes es el último día en que se pueden publicar en los medios tradicionales este tipo de información. Pero la pregunta que me hizo una periodista de la sección de Política de El Comercio, diario de Lima, esconde el desafío de cómo considerar a Twitter o a Facebook, por ejemplo, en el caso de que publiquen encuestas. ¿Son las redes sociales medios de comunicación por lo que están limitadas por lo que establece la ley?

La pregunta vino a raíz de que el Jurado Nacional de Elecciones lanzara la advertencia a los cibernautas de que podrían recibir una multa de hasta 360 mil soles si difunden encuestas dentro del período de restricción que establece el artículo 191 de la Ley Electoral: “La publicación o difusión de encuestas y proyecciones de cualquier naturaleza sobre los resultados de las elecciones por los medios de comunicación puede efectuarse hasta el domingo anterior al día de las elecciones”.
Mi respuesta a la periodistas fue la siguiente, previo aclaración de que las prohibiciones a la publicación con anticonstitucionales, ya que se prohíbe cualquier tipo de censura previa. Máxime, porque debe tenerse en cuenta el tiempo de la prohibición, ya que en algunos países suele ser de 15 días, en otros de siete y en otros de sólo un día. Me da la sensación de que la restricción a publicar el mismo día o los dos previos puede estar justificado de la misma forma que se evita que en esos días (en muchos países) se vendan bebidas alcohólicas.
Ahora bien. En cuanto a las redes sociales, blogs e información en portales de internet, éstos sí son medios de comunicación que deben ser alcanzados por las mismas restricciones. No hay diferencia. Así sea un blog o una red social que tenga una visita al día como dos millones. Son medios de difusión y de participación ciudadana. Mal sería que se prohíba a un periódico impreso publicar algo, y no hacerlo a alguien que lo haga por Twitter; porque en realidad lo que importa es la difusión del mensaje.
De todos modos, imagino que la autoridad tendrá que aplicar las restricciones a la fuente que pueda originar la información y difundirla, porque si bien un medio tradicional, con personería jurídica y residencia estable en el país, puede ser fácilmente pasible de la multa o la pena, uno se pregunta qué pasaría con alguien externo al Perú, que viva en el exterior o que utilice un anónimo en su blog, que divulgara los resultados de las encuestas a través de su blog, por Facebook o Twitter. ¿Cómo se aplicaría la ley?
Es obvio que las nuevas tecnologías y los nuevos medios han atraído grandes desafíos para nuestra sociedad que a veces es muy tradicional y se encuentra descompasada con la realidad.

Que siga la comparsa

RICARDO TROTTI: Que siga la comparsa - Columnas de Opinión sobre Venezuela - ElNuevoHerald.com

Encuestas electorales y libertad de prensa

Comparto una editorial publicada hoy por el diario peruano El Comercio, que ya en la recta final de las elecciones presidenciales, critica la prohibición sobre la publicación de encuestas y sondeos de opinión en los días previos al acto electoral.

“La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), a través de su director de prensa Ricardo Trotti, ha alzado también su voz en contra de la regresiva ley peruana que permite publicar encuestas solo hasta una semana antes de los comicios. Para Trotti, como muchos otros hombres de prensa, investigadores y constitucionalistas, esto afecta el derecho fundamental de los ciudadanos a la información.
La SIP, ha dicho también Trotti, está contra toda medida que prohíba la divulgación de encuestas, pues tal silencio atenta contra las propias constituciones de los países que establecen que no debe haber ninguna medida de censura previa sobre cualquier tipo de publicación, sea esta tradicional o cibernética vinculada con las redes sociales de Internet.
La atingencia es importante y necesaria, pues en los últimos días funcionarios de los organismos electorales peruanos, pese a lo absurdo e inaplicable de la norma, han amenazado con sancionar inclusive a quienes difundan encuestas en Twitter y otras redes sociales, que a final de cuentas son comunicaciones personales.
En este complejo escenario, la SIP, con toda razón, considera que las leyes que restringen encuestas son abusivas, ya que cercenan un derecho ciudadano básico, el de informarse por todos los medios posibles, y traza una barrera discriminatoria entre los periodistas que sí tienen acceso a datos de última hora y quienes acceden a medios tecnológicos modernos, televisión por cable o satelital; y de otro lado, quienes, por sus limitadas condiciones económicas no pueden enterarse de lo que está en curso a través del mundo virtual, en el que también circulan encuestas.
Ya se ha probado en anteriores elecciones que el apagón de encuestas o silencio electoral es aprovechado ladinamente por algunos grupos para sembrar rumores y crear incertidumbre, de acuerdo con sus agendas politiqueras. Todo esto gracias a una ley tan nefasta como la comentada, que de paso atropella derechos constitucionales.
Por estas y otras consideraciones, el obligado silencio informativo que se impone a partir de hoy sobre las encuestas es contrario al espíritu y los principios del Estado moderno de derecho y de la democracia, que se basan precisamente en el uso irrestricto y responsable de la libertad en una sociedad abierta, plural, tolerante y participativa, donde todos tienen los mismos deberes pero también los mismos derechos, independientemente de su religión, raza, clase o condición social.
Nuestra Constitución de 1993 dice en el Art. 2, inciso 4, que toda persona tiene derecho “a las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento […] sin previa autorización ni censura ni impedimento algunos, bajo las responsabilidades de ley”, lo que viene siendo atropellado por una ley írrita y oscurantista.
En lugar de defender a rajatabla una norma tan absurda y cada vez más insostenible, los funcionarios del Jurado Nacional de Elecciones, JNE, tienen que promover su derogación.
La tendencia en el mundo civilizado y democrático es reforzar la libertad y la responsabilidad personal, para lo cual la información y la opinión tienen que fluir de modo irrestricto y dinámico.
Lo que aquí se impone resulta propio de regímenes autoritarios y dictatoriales que convierten la censura en instrumento principal para someter a los ciudadanos, abusar de las libertades democráticas y acallar el pluralismo y las voces discrepantes. La ley del silencio electoral, definitivamente, no es democratic”.

abril 01, 2011

Obama y la justicia latinoamericana

“El que mucho abarca poco aprieta” es el refrán popular que mejor define el resultado de la visita de cinco días de Barack Obama a América Latina.

Digno de una gira pontificia por lo sobrecargado de esperanza económica y de fe política en la región, que en forma cíclica recae en burbujas mercantiles, revoluciones demagógicas, elecciones fraudulentas y corrupción sin freno, el discurso del presidente estadounidense desde Chile a Latinoamérica, fue tan abarcador en propuestas como escaso en soluciones.

El barullo provocado por la radioactividad en Japón, la intervención militar en Libia y la insistencia de Brasil por convertirse en miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, hicieron que el tema más importante, el de la justicia, origen, fuente y consecuencia del subdesarrollo democrático de la región, pasara desapercibido.

Angustiados por la inseguridad cotidiana, Obama habría ayudado mejor a los ciudadanos latinoamericanos si hubiera exigido más justicia. Si hubiera condicionado todo apoyo económico a la región, hasta que los gobiernos recipientes de ayuda garantizaran la independencia judicial, se comprometieran a sancionar y reformar leyes más intolerantes a la corrupción y la impunidad u ofrecieran más recursos, profesionalización y protección a jueces y fiscales.

Fue positivo que Obama reconociera que el consumo de drogas en el norte es responsable de los desbarajustes que genera el narcotráfico en el sur. Aunque debería haber agregado que el argumento no es excusa para no combatir al crimen de raíz. En EE.UU. también existen los carteles, pero con la ley se los persigue, desmantela o reduce antes de que provoquen violencia despiadada, que infiltren las instituciones y sus dineros corrompan los circuitos electorales, como sucede en México, Perú, el Caribe o Centroamérica.

En EE.UU. hay también mucha corrupción, pero a diferencia de otros países, las consecuencias son severas. La rigurosidad de la justicia, que se aplica sin intervención ni favoritismos políticos, es la mayor garantía de igualdad que tienen los ciudadanos. Se administra de la misma forma contra un desfalcador como Bernard Madoff, contra un pobre que evade impuestos o contra Lindsay Lohan por manejar pasada de copas o robar de una tienda un collar de fantasías.

Ningún funcionario estadounidense, menos un presidente, podría recibir una maleta con 800 mil dólares o enriquecerse comprando tierras fiscales para venderlas por el quíntuple de su valor, creyendo que sus delitos quedarían impunes o acallados. Tampoco la Corte Suprema podría dar un aval político en contra de la propia Constitución que debe custodiar, como sucedió con el presidente nicaragüense Daniel Ortega, a quien un fallo lo habilitó para la reelección indefinida.

Como la falta de justicia es una violación flagrante a los derechos humanos, se hace legítimo su defensa más allá de las fronteras. Por ello, Obama no tendría que haber temido entrometerse en la soberanía de otros estados y denunciar que la justicia por ser lenta e inoperante no solo que no disuade a los delincuentes y genera inseguridad, sino también aleja las inversiones. Guatemala es un ejemplo de esa ineficiencia, siendo que solo seis de cada cien delitos violentos terminan en sentencia.

Los gobiernos tampoco hacen mucho para proteger a sus jueces y auxiliares de la justicia. En Colombia, esta semana fue ultimada Gloria Gaona, elevándose a 287 los jueces asesinados desde 1989 y más de 750 fueron amenazados en el último lustro. En México, desde que asumió Felipe Calderón, más de dos mil policías fueron asesinados.

Fue importante que Obama anunciara que EE.UU. quiere recuperar su liderazgo en la región; aunque sonó muy oportunista cuando remarcó objetivos económicos. Obama debió haber mostrado más liderazgo, criticando la falta de libertades en muchos países y condicionando un alto porcentaje de los 200 millones de dólares que prometió a Centroamérica, para que se fortalezcan los sistemas judiciales, ya que a largo plazo será la seguridad jurídica, la independencia y profesionalización de los jueces, el mejor antídoto contra el narcotráfico, los autócratas y los corruptos.

La fortaleza de una república es proporcional al grado de independencia, madurez y eficiencia de su sistema judicial. Cuando funciona y existen castigos e incentivos para todos con igualdad y sin privilegios, el ciudadano gana en credibilidad y la democracia en autoestima.

Juliana Castro ganó concurso Dona Tu Voz

null

marzo 31, 2011

Carter reconoce a disidentes, pero…

Lo mejor de la visita del ex presidente Jimmy Carter a Cuba fue el proverbial respaldo que le brindó a los disidentes, muchos de ellos recién liberados de la cárcel y que se negaron a ser desterrados. La visita fue buena en comparación a otras en meses anteriores, en las que muchos ex presidentes y presidentes llegaron a La Habana para rendirle pleitesía a Fidel Castro y a los 50 años de la revolución, pero ignoraron al movimiento disidente, porque no quisieron, por convicción ideológica o porque el régimen se los impidió.

Para los disidentes, según lo que declararon por CNN y otros medios, aunque no haya habido cosas concretas, se trató de un reconocimiento e incentivo notorios. Sin embargo, como medida política, creo que la visita de Carter a Cuba sirvió – como siempre – para que el régimen busque ventajas y que se concrete otro guiño de Barack Obama, quien de a poco ha venido flexibilizando el embargo, con lo que el régimen consigue dólares, para contrarrestar la enflaquecida billetera del filántropo Hugo Chávez.

Lo que no me gustó de Carter, al decir que deberían normalizarse las relaciones para favorecer al pueblo cubano, es que pide al gobierno estadounidense poner todo de su parte para levantar el embargo – y que fluyan los dólares hacia la isla – sin exigirle a los Castro que depongan la dictadura y dejen a los cubanos vivir en libertad y democracia. Me parece que su política por los derechos humanos es poco equitativa, porque si bien quiere mayor bienestar económico para los cubanos o que ese bienestar incentive las libertades, se olvida de que es el Estado el primero que debe velar por custodiar y garantizar que toda persona goce del derecho al libre albedrío.
Celebro que Carter se haya reunido con gente tan proscrita en su país como el prominente disidente Oscar Elías Biscet, el activista por los derechos humanos Elizardo Sánchez Santa Cruz, integrantes de las Damas de Blanco, los activistas católicos Dagoberto Valdés y Oswaldo Payá y las blogueras Yoani Sánchez, Claudia Cadelo y Laritza Diversen y el bloguero Reinaldo Escobar.

marzo 30, 2011

Crepúsculo pictórico



Estuve en Arte Américas este fin de semana, la mayor feria de arte latinoamericano internacional en la pulularon galerías de México, Argentina y de Miami, con propuestas, estas últimas, de muy importantes artistas cubanos, cinco de ellos, permitidos a salir de la isla y visitar la exposición, debido a las mejores relaciones culturales entre Estados Unidos y Cuba, más allá de los alcances del embargo.
Muchas obras me impresionaron bien. Junto con Graciela, mi esposa, nos detuvimos en muchas de ellas y particularmente frente a un remolino de eruditos que lanzaban elogios sobre las obras del pintor hiperrealista Estévez. Miré de reojo en otra dirección porque no me gusta el arte prácticamente fotográfico y recaí en una obra de Agustín Bejarano, del otro lado del muro, que con otra técnica y paleta de colores, me recordó al temático Wolf Kahn, con sus coloridos paisajes en pastel y óleos.
Lo de Bejarano lo encontré suave, relajado, propio de alguien (pensé) que hace catarsis con la pintura y lo imaginé en un estudio prolijo, limpio, con música clásica de fondo y con unos sorbos de buen vino. Nos acercamos. La obra es buena y se titula Crepúsculo.
Esta mañana leyendo la primera página de El Nuevo Herald, la noticia principal me alarmó. Enseguida relacioné el apellido con la fechoría. Víctor Bejarano fue apresado ayer, sin derecho a fianza, por el supuesto delito de abusar sexualmente de un niño. El incidente ocurrió este pasado 20 de marzo en la casa de unos amigos aquí en Miami. Según los documentos de la fiscalía, entró al dormitorio de un niño de 5 añitos y lo obligó a que le tocara sus genitales y lo besó en la boca.
Veremos qué sucede con el tema en la justicia.
Después del shock de leer sobre tan abominable episodio, y de atar esa imagen con la buena pintura de Bejarano, me quedé pensando… cuánta gente notable y corriente, con apariencia apacible, buena, sabia, termina engañando a la sociedad con crímenes tan abyectos como éste.
La obra de Bejarano que acompaña este post, Crepúsculo, parece premonitoria del fin de una carrera artística, si es que la acusación es sólida ante la justicia.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...