octubre 20, 2010

Obama debe esperar más de Cuba

Por suerte Barack Obama no se dejó engañar por los espejitos de los hermanos Castro yéndose de boca e intensificando las relaciones con Cuba. Por suerte reconoció que el gobierno de la isla no está haciendo lo suficiente ni viene demostrando que ha empezado a respetar los derechos humanos o la libertad de prensa y de expresión como se le reclama desde hace décadas.

Liberar mediante destierro a los disidentes y presos políticos no es liberar, a pesar de que los defensores de las políticas cubanas o los contrarios al embargo impuesto por Washington así lo quieren hacer ver. Granma viene insistiendo en las últimas semanas – apoyado por el bla bla bla de Chávez – que Cuba perdió millonarias inversiones estadounidenses en las últimas décadas debido al embargo. Pero olvida decir que los ciudadanos cubanos han perdido por ese mismo tiempo el sagrado valor de la libertad y el libre albedrío.

Cuba debe hacer más cambios económicos y liberar a todos los presos políticos, cuyo número ha aumentado marcadamente según hace un par de semanas lo reportaron las Damas de Blanco, quienes reclamaron que hay más disidentes de lo que se pensaba pudriéndose en las cárceles.

El gobierno de los Castro comenzó en junio, mediante la intervención de la Iglesia Católica, a desterrar disidentes hacia España, y si bien esa, dentro de todo, es una política positiva, habrá que ver cuán duradera es a largo plazo.

El comunismo cubano no tiene credibilidad, ya que en diferentes épocas de su proceso ha liberado presos políticos, o abierto sus fronteras para quitarse presión, pero siempre fue una actitud momentánea; de torniquete.

No hay porque beneficiarlo ahora… el gobierno de Obama debería esperar más tiempo antes de tomar una decisión ya que ni siquiera se sabe si fue positivo el hecho de que haya levantado las restricciones a los viajes de los cubanos familiares y a las remesas familiares, así como el otorgamiento de visas culturales. Los hermanos Castro quieren seguir manteniendo presos a los cubanos. Por eso vale la pregunta: ¿no se es cómplice, acaso, facilitarle los medios económicos para conseguir esos fines?

octubre 18, 2010

Mineros muertos y mayor conciencia

El rescate de los 33 mineros chilenos no solo fue una odisea epica que demostro la capacidad y organizacion del gobierno, sino que ademas atrajo la atencion de la prensa a un tema que siempre paso inadvertido: la inseguridad laboral y fisica de los mineros y los accidentes fatales a los que se exponen.

Repentinanmente y tras el rescate de la mina San Jose, se pudo advertir que tanto en Colombia como en Ecuador murieron y todavia sigue la busqueda de mineros atrapados, mientras que en el mismo Chile una piedra de una tonelada aplasto a otro minero elevando a 32 la cantidad de accidentes fatales en lo que va del ano y a 374 hombres muertos en su trabajo debajo de la superficie en la ultima decada.

La reaccion mayor del rescate en Chile sucedio en China, donde muchos se preguntaban si su gobierno haria los esfuerzos que condujo el presidente Sebastian Pinera, mientras otros directamente protestaron contra el gobierno por haber dejado morir o no rescatar a sus mineros, cifra que alcanzo a 2.600 en 2009. El sabado pasado, una explosion en una mina de carbon en la provincia de Henan mato a 21 mineros y 16 permanecen atrapados.

Lo mas trascendente de lo que ocurrio en China fue que mientras la television estatal mostro las imagenes en directo del rescate en Chile, enmudecio sobre el accidente en su propia mina, lo que demuestra la falta de transparencia que los gobiernos comunistas tienen para con sus ciudadanos, en contraste con la experiencia de Chile.

Lo importante de la mina San Jose fue que ha creado conciencia sobre uno de los oficios mas riesgosos y desprotegidos del mundo, y sobre los abusos a los que se exponen los mineros. Es probable que a partir de ahora no solo cambie la vida de los 33 chilenos, sino tambien la de todo minero en el mundo o, al menos, que se aprecie su trabajo.

octubre 17, 2010

Correa y más de lo mismo

El presidente Rafael Correa dijo que no utilizará su segmento “libertad de expresión” durante su alocución sabatina para criticar a los medios, lo que podría verse como una gran avance de vocación democrática de su parte.

Nada de eso. Justo cuando hizo el anuncio, aprovechó para hacer más de lo mismo, criticar a la prensa, lo que demuestra que esta actitud es solo una máscara detrás de la cual se esconde su poder autoritario. “Estamos para más cosas, para mirar adelante, no para perder el tiempo con los mismos de siempre, representantes de un pasado que nos condenó a tantas miserias y desigualdades. La gente nos cree a nosotros, no a esa prensa corrupta”, dijo el primer mandatario según la agencia EFE.

Correa dijo que suspenderá su espacio de crítica, pero igual dijo que lo seguirá haciendo “cuando sea estrictamente necesario, cuando ya sea una de esas mentiras terribles”, lo que implica que su anuncio carece de validez por cuanto todo lo que dice el periodismo es considerado de “pura mentira”.

Correa esconde en esta actitud su vocación anti democrática. El resto es puro bla bla.

Periodistas en ayuno y protesta

Mañana estaremos en La Paz con una delegación internacional de la SIP para expresar solidaridad a la prensa boliviana, especialmente a 31 periodistas de ese país que siguen en ayuno y en protesta en contra de los artículos 16 y 23 de le ley antirracista promulgada a principios de mes por el presidente Evo Morales.

Los periodistas bolivianos en un movimiento heterogéneo y que incluye a reporteros, editores y directores de todo tipo de medio, criterio editorial e ideología, han salido a las calles desde que la ley era solo un proyecto. Hasta el momento, se dice que han recolectado 240 mil firmas en apoyo para tratar de que se anulen esos dos artículos, pero no la ley, a la que se considera importante en un país en que una gran mayoría, históricamente, ha sido discriminada por su etnia o color.

La Confederación de Trabajadores de la Prensa de Bolivia inició con éxito la recolección de firmas que se dispone en las capitales departamentales y ciudades intermedias, invitando a la gente a rechazar los “artículos mordaza”.

Lo que más ha molestado a los periodistas y la prensa en general es que los legisladores no tuvieron en cuenta sus constantes reclamos sobre que los artículos, que permiten drásticas sanciones contra los medios, fueran revocados o al menos considerados a tiempo.

El presidente de la Comisión de Constitución de la Cámara de Senadores, Eugenio Rojas (MAS), informó ayer que la Asamblea Legislativa está abocada a redactar una norma que regule que todas las leyes sean elaboradas con participación de los ciudadanos.

Algunos periódicos, como La Prensa, de la Paz, en una forma de hacer tomar conciencia a la ciudadanía sobre los problemas que acarreará la ley a la libertad de prensa, publican mensajes como éste, y a continuación uno de los artículos en cuestión – además del lema que guía a todos los medios en esta campaña:
“Por las implicaciones que conlleva el artículo 16 de la Ley contra el racismo nos vemos obligados a suspender los comentarios, con la finalidad de evitar sanciones”.

"Artículo 16. (Medios masivos de comunicación). El medio de comunicación que autorizare y publicare ideas racistas y discriminatorias será pasible de sanciones económicas y de suspensión de licencia de funcionamiento, sujeto a reglamentación."

“No hay democracia sin libertad de expresión”.

octubre 15, 2010

Judíos, CNN y gobierno argentino

Si el gobierno argentino fuera la CNN, el ministro de Economía debería ser despedido. Me explico:
Hace 15 días, la cadena CNN despidió al presentador Rick Sánchez después de que en una entrevista de radio llamó “intolerante” al comediante Jon Stewart, considerando que se burla de “todos los que no son como él”, al mismo tiempo que refiriéndose al cómico de origen judío, se burló del argumento sobre que los judíos se consideran una minoría en EEUU.
En su prédica en contra de Stewart, Sánchez dijo que “… todo el que administra a CNN es muy parecido a Stewart, y mucha gente que administra todas las otras cadenas es muy parecida a Stewart, e implicar que de algún modo ellos, la gente de este país que es judía ¿es una minoría oprimida?''… seguro que sí, se contestó sarcásticamente Sánchez.
La reacción de la cadena fue contundente. Menos de 24 horas después de estas declaraciones, Sánchez quedó en la calle.
Voy ahora al ministro de Economía argentino, Amado Boudou, quien agredió a dos periodistas de los diarios Clarín y La Nación, ambos de Buenos Aires, durante una reunión en Washington en la sede del Fondo Monetario Internacional (FMI). Boudou repentinamente arremetió contra los periodistas a quienes increpó: “Ustedes son como los que ayudaban a limpiar las cámaras de gas en el nazismo”, dijo el ministro a los reporteros, a quienes instó a no ser “cómplices” de los diarios donde trabajan ni “FMI-adictos”.
Como era de imaginar, las organizaciones hebreas salieron al paso. En reunión y conferencia de prensa con la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), Boudou admitió que usó “metáforas inapropiadas” vinculadas al Holocausto, sin embargo se negó a pedir disculpas a los periodistas.
Por su parte, el canciller argentino, Héctor Timerman, de ascendencia judía, minimizó el episodio, al decir que el ministro de Economía no debería haber dicho esa frase, pero aprovechó a criticar a Clarín por banalizar el Holocausto y usar el tema para montar una campaña contra su colega ministro y el gobierno.
Lo de Timerman ya se sabe que juzga los hechos de acuerdo a su prisma ideológico, así lo expresa continuamente en Twitter, y lo del ministro Boudou es lamentable, no solo por lo inapropiado y condenable expresión sobre el Holocausto, sino porque además siempre ha agredido a periodistas y medios con insultos y bajezas, de la que son testigos muchas reporteros a las que ha rebajado por su género.
Debido a ello, ojalá el gobierno argentino se hubiera comportado como la CNN.

octubre 14, 2010

El Premio Nobel de la Libertad

El único sorprendido por el Premio Nobel de Literatura fue Mario Vargas Llosa. Para el resto de los mortales era un galardón anunciado o, mejor dicho, esperado; ni siquiera un asomo de polémica como el año pasado cuando Barack Obama recibió el de la Paz, sino alegría y festejos, porque la Real Academia de las Ciencias de Suecia desde hace años estaba en deuda con el autor.

Fue un premio que “hizo justicia enorme”, como dijo el presidente peruano Alan García, pensando, como muchos, que Vargas Llosa acababa de evadir la lista de escritores al que el Nobel les fue injustamente esquivo, como Juan Rulfo y Jorge Luis Borges.

Quienes además de su prolífica obra literaria nos deleitamos con sus posiciones libertarias, que abundan en sus novelas y ensayos, agradecemos que por sobre todo se haya reconocido al intelectual, el que generosamente abre la boca para condenar a los nacionalismos, a los que considera “la peor construcción del hombre” y reclama por la libertad de prensa como sinónimo de democracia.

El Nobel pone a Vargas Llosa en el escalón más alto de la literatura mundial, pero la justificación política de la Academia – “por su cartografía de las estructuras del poder y sus aceradas imágenes de la resistencia individual, la revuelta y la derrota” – lo sitúa también como paladín por excelencia de los valores democráticos, aquel que no teme enfrentar la diatriba de populistas y déspotas de izquierda que abundan ahora en Latinoamérica o pelear contra dictadores y autoritarios derechistas. El de Vargas Llosa es un Nobel de Literatura, pero también un “Nobel de la Libertad”.

De muchos intelectuales y literatos se dice que son adelantados a su tiempo para justificar que son superiores al resto. Pero la superioridad de Vargas Llosa rompe con esos cánones; está dada por la fidelidad y capacidad crítica con la que retrata la realidad.

Durante la reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa en octubre de 2008 en Madrid, tuve la oportunidad de escuchar su primera aproximación a “La civilización del espectáculo”, un ensayo que todavía está moldeando y en un futuro seguramente contendrá duras críticas a Facebook que en aquel año todavía no era popular y a Twitter, que ni siquiera existía.

En 50 minutos de cáustica charla, con una crítica semejante a los versos mordaces y eternos de Enrique Santos Discépolo en el tango Cambalache, Vargas Llosa se despachó en contra de la trivialización de la cultura, con un análisis profundo sobre política, periodismo, literatura, cine, artes plásticas, drogas y sexo.

Condenó que la cultura esté dominada por lo “light”, por el consumo y por la demanda del público, que, en definitiva, condiciona la creación y el mercado. Se mostró aterrado que los modistos y los artistas hayan suplantado como eje del pensamiento a los filósofos y a los científicos de ayer y de la literatura efímera de los “best sellers” actuales. “Se ha llegado al eclipse del intelectual”.

Se quejó de la manipulación de la publicidad, y que los políticos suplantaron sus ideas por los gestos y la imagen. “La frivolidad – dijo – es tener una tabla de valores invertida. Todo es apariencia, teatro, juego, diversión”. Y ahí mismo agrupó a las revistas del corazón y al periodismo sensacionalista, desapegado a sus valores tradicionales: verdad, rigor y respeto por la intimidad.

En materia de artes visuales y plásticas, confrontando a Bergman o Buñuel con Woody Allen, y a Vincent Van Gogh con Duchamp o Damien Hirst, acusó que la “frivolización ha llegado a extremos alarmantes donde hay mínimos consensos sobre la estética… no se puede definir lo que es el talento de lo que no lo es”.

La obra literaria y política de Vargas Llosa es la antítesis de esta “Civilización del espectáculo”. Está impregnada de páginas y personajes que abrazan a la libertad y la emancipación del individuo, trascendiendo al propio autor y a todos los tiempos. Es clásica.

De ahí que la Academia no juzgó solo la literatura de un latinoamericano como antes con Gabriela Mistral, Miguel Angel Asturias, Pablo Neruda, Octavio Paz o Gabriel García Márquez. Esta vez recompensó el canto sostenido y lúcido de Vargas Llosa a la libertad.

octubre 13, 2010

Todo impecable; de Florencio a Luis

De Florencio Avalos a Luis Urzúa, el primero y último de los 33 mineros chilenos rescatados, todo pareció un sueño, alguna vez inalcanzable. Terminó una etapa que empezó el 5 de agosto cuando los 33 mineros quedaron atrapados a 700 metros de profundidad.

Ayer fue el abrazo de Florencio con su hijo a los gritos lo que más me impresionó y hoy el saludo del “jefe” Luis al jefe de Estado, quien no solo le entregó el turno de mando y agradeció efusivamente a Sebastián Piñera, sino a quien con firmeza le dijo que episodios así no pueden suceder jamás en Chile.

Valiente y mucho coraje se necesita para decirle a un Presidente y frente a las cámaras del mundo entero que el gobierno, éste y los próximos, necesitan trabajar para que jamás ocurra algo así en el país. Las palabras, se notan, provienen de un líder. Su firmeza incluyó la memoria de unos 380 colegas que murieron en accidentes parecidos al sufrido en la mina San José.

El mundo recordará este episodio como uno de los más gloriosos de la historia. Se trató no solo de un rescate, sino del rescate de lo humano, la pasión por descubrir que detrás de cada número de los 33 había una historia humana, de superación. Eso conmovió más al mundo que lo impecable del rescate y el trabajo de los rescatistas y de las autoridades. Conmovió cada una de las 33 historias de gente como uno, donde todos de alguna forma nos pudimos identificar.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...