La Navidad se acerca así como la época de los regalos. Apuesto a que nadie recibió uno mejor que la pareja gobernante argentina, la presidenta Cristina y el ex presidente Néstor Kirchner. La justicia determinó que no cometieron corrupción en la causa que se les seguía por enriquecimiento ilícito, aún no pudiendo explicar qué maravillas hicieron para que su patrimonio familiar aumentara en un año de 16.5 millones de pesos (unos cuatro millones de dólares aproximados) a 44.3 millones (más de 11 millones de dólares) en un solo año, lo que representa un aumento del 158% durante 2008 y de un 572% si se consiera el patrimonio que tenían cuando Néstor Kirchner asumió en el 2003.
Y eso que las ganancias del 158% de la pareja presidencial se dieron en momentos de la peor crisis económica mundial de las últimas décadas, por lo que muchos seguramente pensarán que es un derroche de talento tener a dos personajes como éstos en puestos ejecutivos, cuando deberían estar en mandos técnicos, frente al propio ministerio de Economía o al Banco Central.
Dejando el sarcasmo de lado, es que no se puede pensar de otra forma de la medida adoptada por el juez federal Norberto Oyarbide, quien sobreseyó a la pareja presidencial basado en informes de unos peritos contadores de la Corte Suprema de Justicia. No pareciera que hay mucha seriedad en estos peritajes o que la pareja presidencial tiene mucha suerte porque ya fue sobreseído en otras dos oportunidades por el mismo delito y sus causas archivadas. La primera cusa comprendió el período 1995-2004 9cerrada en el 2005) y la segunda por el período 2005-2007 (cerrada en el 2008).
Los que los medios argentinos reflotaron y sobre lo que el juez Oyarbide no dio explicaciones, son cifras realmente sorprendentes. Bajo el título de “Un regalo de Navidad”, el periodista Ricardo Roa de Clarín explica: “Declararon haber cobrado intereses en pesos equivalentes al 34% anual cuando los bancos pagaban en promedio un 13,8%. Y obtuvieron una renta del 47% por sus colocaciones en dólares aunque en el mercado la tasa fue del 3%. Otro milagro fue haber percibido por alquileres 11,7 millones de pesos. Unos leones para las finanzas y los negocios inmobiliarios”.
Según el periodista Adrián ventura en La Nación comenta que los Kirchner, en sus declaraciones juradas “explicaron que el incremento se debió a un aumento de lo que percibieron por el cobro de alquileres, a la venta de inmuebles a precios muy superiores a los de adquisición y a los intereses por sus depósitos bancarios. Uno de los mejores negocios que declararon los Kirchner fue la venta de un terreno fiscal en El Calafate que habían comprado en 2006 a $ 132.079 y que vendieron dos años después a $ 6.300.000. Sólo con esta operación ganaron más de seis millones de pesos”.
Lo que más sorprende de este regalo de Navidad es lo rápido que ha actuado la justicia, no acostumbrada a esta celeridad en temas de enriquecimiento. Hubiese sido mejor que hubiera sido lenta como en las demás causas – esperado al menos hasta después del período presidencial actual – así nadie hubiera sospechado que hubo algún arreglo político y no se hubiera deteriorado aún más la confianza en las instituciones.
¿Y uno se pregunta por qué no existe la misma celeridad para que se tome alguna decisión sobre la valija de Antonini Wilson y los ochocientos mil dólares que entraron en efectivo y tenían destino oficial?
Parece que la Navidad no es pareja para todos.
Quiero contarles sobre los procesos creativos de esta nueva historia sobre la verdad, la libertad y el miedo al futuro. Es mi nueva novela y espero publicarla cuando se sincronicen los planetas (las editoriales) o cuando se me acabe la paciencia y decida autopublicar -- Los contenidos de mi blog Prensa y Expresión están en el archivo. Blog por Ricardo Trotti
diciembre 22, 2009
diciembre 21, 2009
Policía chavista y Papa Noel
Hugo Chávez inauguró este domingo la nueva Policía Nacional revolucionaria, pero las buenas noticias se diluyeron cuando su ministro Tarek El Aissami, dijo que se trataba de una policía al servicio de los pobres y no de la burguesía y de la oligarquía.
De esa forma, se desdibujó la buena noticia sobre una policía nueva, alejada de los fantasmas de la corrupción que sacuden a las demás y que devolvería la confianza a un público que ya no cree en las instituciones debido a los altos índices de inseguridad.
En esta Venezuela revolucionaria que solo tiende a favorecer a los pobres – aunque aumentan los niveles de pobreza – nace una policía inconstitucional que discriminará a ricos de pobres, y que no prestará servicios a quienes sí deben pagar impuestos.
No hay dudas que una policía ideologizada pronto empezará a cometer abusos, en este caso, al menos de omisión.
Pero más allá de lo interno, en el exterior por ahí le están devolviendo las payasadas a Hugo Chávez, así como en algún momento se la devolvió el rey Juan Carlos, cuando le espetó “porque no te callas”, lo que sirvió para las burlas internacionales, más exageradas que las que provocaron aquel “aquí huele a azufre” que Chávez gritó en la asamblea general de la ONU para rechazar la presencia de George Bush.
Ahora, el ministro de Defensa colombiano, Gabriel Silva, se mofó de las denuncias de Chávez hechas ayer en su habitual programa dominguero “Aló presidente”, cuando dijo que dio la orden de derribar a cualquier avión no tripulado de EEUU que entrara de nuevo a cielo venezolano. Silva respondió: “seguro que los soldados venezolanos confundieron el trineo de Papa Noel con un avión espía”.
Veremos que contestará Chávez, ya que ni el Rey lo pudo hacer callar.
De esa forma, se desdibujó la buena noticia sobre una policía nueva, alejada de los fantasmas de la corrupción que sacuden a las demás y que devolvería la confianza a un público que ya no cree en las instituciones debido a los altos índices de inseguridad.
En esta Venezuela revolucionaria que solo tiende a favorecer a los pobres – aunque aumentan los niveles de pobreza – nace una policía inconstitucional que discriminará a ricos de pobres, y que no prestará servicios a quienes sí deben pagar impuestos.
No hay dudas que una policía ideologizada pronto empezará a cometer abusos, en este caso, al menos de omisión.
Pero más allá de lo interno, en el exterior por ahí le están devolviendo las payasadas a Hugo Chávez, así como en algún momento se la devolvió el rey Juan Carlos, cuando le espetó “porque no te callas”, lo que sirvió para las burlas internacionales, más exageradas que las que provocaron aquel “aquí huele a azufre” que Chávez gritó en la asamblea general de la ONU para rechazar la presencia de George Bush.
Ahora, el ministro de Defensa colombiano, Gabriel Silva, se mofó de las denuncias de Chávez hechas ayer en su habitual programa dominguero “Aló presidente”, cuando dijo que dio la orden de derribar a cualquier avión no tripulado de EEUU que entrara de nuevo a cielo venezolano. Silva respondió: “seguro que los soldados venezolanos confundieron el trineo de Papa Noel con un avión espía”.
Veremos que contestará Chávez, ya que ni el Rey lo pudo hacer callar.
diciembre 20, 2009
¿Liebrtad de prensa en Argentina?
Creo que el 2009 quedará registrado en la historia argentina como el peor año de la década en materia de libertad de prensa, no por la sanción de una ley que en apariencias podría afectar intereses periodísticos, sino por una marcada actitud revanchista que el gobierno central ha venido demostrando en forma persistente en contra de una garantía constitucional esencial: el derecho de todos a recibir y difundir información sin cortapisas.
A veces obnubilado por ideologías o por la propaganda gubernamental, el ciudadano común tal vez no comprenda a plenitud la importancia del ambiente irrestricto y libertario que es necesario para que la prensa ejerza la labor fiscalizadora sobre los poderes públicos y privados, una tarea de contrapoder e investigación que saca a la luz aspectos que muchos quisieran que permanezcan oscuros.
El belicista lema gubernamental de “la madre de todas las batallas”, como se calificó desde la Casa Rosada a la negociación para sancionar la ley de Servicios Audiovisuales, es evidencia contundente sobre la actitud hostil que el gobierno nacional tiene contra quienes disienten, opinan o critican, similar a la que existe en países de sesgo antidemocrático, como Venezuela.
Por supuesto que los periodistas cometen abusos, pero deben ser sancionados con las leyes y códigos comunes, sin crear estándares especiales y discriminatorios al amparo de los que señalan los artículos 14 y 32 de la Constitución. En realidad, lo que un gobierno está obligado en materia de medios, es generar un clima de libertad, pluralidad y diversidad, tres aspectos que, aunque declamados, están ausentes en la operatividad de la legislación aprobada.
Pero el reproche al gobierno nacional no debe quedar solo por la sanción de una ley polémica, sino en la conducta antagonista generalizada que mantiene contra la libertad de prensa. Utiliza los dineros de todos los argentinos para premiar o castigar con publicidad gubernamental a medios “amigos” y “enemigos” o para comprar medios destinados a engrosar las filas de los aliados del oficialismo; manipula los servicios de inteligencia del Estado para espiar a medios y periodistas; organiza campañas públicas de desprestigio y utiliza turbas pagadas para restringir la distribución de los periódicos; mantiene una diatriba constante contra los periodistas en actos públicos, pero se niega a promover una ley de acceso a la información para hacer del Estado, del gobierno y sus cuentas un ejercicio más transparente y, entre otras cosas, miente sobre la equidad de repartir licencias por igual entre medios públicos, privados y comunitarios, cuando se sabe que ante la falta de cultura pública, lo que hace es crear un mega conglomerado de medios gubernamentales en detrimento de la propiedad privada.
El populista gobierno nacional, que utiliza estratégicamente el “pan y circo” (o el fútbol televisado) para contentar a las masas, reprueba cualquier examen en materia de libertad de prensa y otras virtudes democráticas, debido a su vocación intolerante con el que incentiva un clima de polarización viciosa, donde lo único que crece es la pobreza de las ideas.
A veces obnubilado por ideologías o por la propaganda gubernamental, el ciudadano común tal vez no comprenda a plenitud la importancia del ambiente irrestricto y libertario que es necesario para que la prensa ejerza la labor fiscalizadora sobre los poderes públicos y privados, una tarea de contrapoder e investigación que saca a la luz aspectos que muchos quisieran que permanezcan oscuros.
El belicista lema gubernamental de “la madre de todas las batallas”, como se calificó desde la Casa Rosada a la negociación para sancionar la ley de Servicios Audiovisuales, es evidencia contundente sobre la actitud hostil que el gobierno nacional tiene contra quienes disienten, opinan o critican, similar a la que existe en países de sesgo antidemocrático, como Venezuela.
Por supuesto que los periodistas cometen abusos, pero deben ser sancionados con las leyes y códigos comunes, sin crear estándares especiales y discriminatorios al amparo de los que señalan los artículos 14 y 32 de la Constitución. En realidad, lo que un gobierno está obligado en materia de medios, es generar un clima de libertad, pluralidad y diversidad, tres aspectos que, aunque declamados, están ausentes en la operatividad de la legislación aprobada.
Pero el reproche al gobierno nacional no debe quedar solo por la sanción de una ley polémica, sino en la conducta antagonista generalizada que mantiene contra la libertad de prensa. Utiliza los dineros de todos los argentinos para premiar o castigar con publicidad gubernamental a medios “amigos” y “enemigos” o para comprar medios destinados a engrosar las filas de los aliados del oficialismo; manipula los servicios de inteligencia del Estado para espiar a medios y periodistas; organiza campañas públicas de desprestigio y utiliza turbas pagadas para restringir la distribución de los periódicos; mantiene una diatriba constante contra los periodistas en actos públicos, pero se niega a promover una ley de acceso a la información para hacer del Estado, del gobierno y sus cuentas un ejercicio más transparente y, entre otras cosas, miente sobre la equidad de repartir licencias por igual entre medios públicos, privados y comunitarios, cuando se sabe que ante la falta de cultura pública, lo que hace es crear un mega conglomerado de medios gubernamentales en detrimento de la propiedad privada.
El populista gobierno nacional, que utiliza estratégicamente el “pan y circo” (o el fútbol televisado) para contentar a las masas, reprueba cualquier examen en materia de libertad de prensa y otras virtudes democráticas, debido a su vocación intolerante con el que incentiva un clima de polarización viciosa, donde lo único que crece es la pobreza de las ideas.
diciembre 19, 2009
Derechos y humanos
Los gobiernos reaccionan a la defensiva cuando se les acusa de violar o tolerar las violaciones a los derechos humanos, empleando el cinismo y el sarcasmo como sus mejores armas para desacreditar a los interlocutores.
Maestro de esta modalidad fue el dictador argentino Jorge Videla, quien en los años 70 acuñó el slogan “los argentinos somos derechos y humanos”, buscando neutralizar denuncias sobre torturas y desapariciones de la dictadura militar que, socarronamente, atribuía a una “campaña anti argentina”.
La conducta Videla sobrepasa épocas e ideologías. Los militares centroamericanos niegan todavía las miles de ejecuciones extrajudiciales durante décadas pasadas, así como los del Cono Sur reniegan que haya existido una Operación Cóndor como una forma de erradicación ideológica.
Hoy, Cuba y Venezuela, con presos políticos por doquier y atropello constante a sus disidentes, ni siquiera permiten la entrada de veedores internacionales para investigar violaciones; mientras Colombia acepta a regañadientes el escándalo de los “falsos positivos”, permitiendo a militares dibujar éxitos y conseguir ascensos al disfrazar y contabilizar víctimas civiles como guerrilleros.
Por su naturaleza, las fuerzas de seguridad suelen involucrarse en abusos y arbitrariedades. Esta semana, en informes que coincidieron con el aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) denunciaron que en México y Brasil, respectivamente, la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado ha degenerado en serias violaciones cometidas por militares y policías.
Por supuesto que los gobiernos descartaron las denuncias. Con sorna, el presidente Felipe Calderón calificó de “voces ingenuas” al informe de AI, diciendo que la criminalidad no desaparecerá por “arte de magia”, convencido que los 50 mil soldados desplegados es respuesta adecuada al narcotráfico. Sin embargo, AI no descalificó a los militares, sino que resaltó sus violaciones, a las que tildó de “escandalosas” y cada vez más “frecuentes”, basándose en cifras de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos que desde 2008 recibió dos mil quejas contra militares, de las cuales el ejército investigó 110, acusando sólo a seis de sus miembros.
Es posible que el ejército sea la única solución para temas de seguridad, ante una policía demasiado vulnerable a la corrupción y al narcotráfico, pero ello no justifica abusos o que la fuerza de 6.500 soldados destacados en las violentas Ciudad Juárez y Tijuana, ofrezca poca protección como denuncian sus pobladores, sino mayores atropellos e injusticias.
Los críticos aducen que los militares son proclives al uso desproporcionado de la fuerza y prefieren a los policías, cuya vocación se enfoca en la prevención. Pero no es así en muchas ciudades latinoamericanas, donde la policía está desacreditada y sospechada de ser foco de inseguridad.
El informe de HRW sobre Brasil es espeluznante. Demuestra que cada año las policías de Río y San Pablo cometen más de mil ejecuciones extrajudiciales - sus propios “falsos positivos” – y estas víctimas son contabilizadas como parte de enfrentamientos o por resistencia al arresto. Estadísticas oficiales muestran que la policía de Río asesina a una persona cada 23 arrestos, la de San Pablo a una cada 348; cifras incontrastables con las de EEUU, donde se registra una muerte cada 37.000 detenciones.
Los escuadrones de la muerte pululan donde la justicia no logra revertir la impunidad. En Venezuela se calcula que existen en varios estados y que son responsables de las 7.000 ejecuciones entre los años 2000 y 2007, un 20% de los cuales, según el ministro del Interior, Tarel El Aissami, son responsabilidad de policías. Esto ha justificado la decisión del presidente Hugo Chávez de crear una fuerza revolucionaria que, por sus fines ideológicos, seguramente pronto entrará en un espiral de abusos.
El panorama es aún más desalentador cuando el propio Estado es el que genera miedo entre la población que prefiere callar sus denuncias para evitar represalias, como reclaman brasileños y mexicanos.
La cultura laxa y defensiva de los gobiernos, y su vocación perpetua a desoír las denuncias, ha permitido que la gente pierda confianza en las instituciones. Hasta que no se perciba que los gobiernos están dispuestos a combatir el propio terrorismo de Estado, ningún slogan, por más llamativo que sea, convencerá a nadie de que somos “derechos y humanos”.
Maestro de esta modalidad fue el dictador argentino Jorge Videla, quien en los años 70 acuñó el slogan “los argentinos somos derechos y humanos”, buscando neutralizar denuncias sobre torturas y desapariciones de la dictadura militar que, socarronamente, atribuía a una “campaña anti argentina”.
La conducta Videla sobrepasa épocas e ideologías. Los militares centroamericanos niegan todavía las miles de ejecuciones extrajudiciales durante décadas pasadas, así como los del Cono Sur reniegan que haya existido una Operación Cóndor como una forma de erradicación ideológica.
Hoy, Cuba y Venezuela, con presos políticos por doquier y atropello constante a sus disidentes, ni siquiera permiten la entrada de veedores internacionales para investigar violaciones; mientras Colombia acepta a regañadientes el escándalo de los “falsos positivos”, permitiendo a militares dibujar éxitos y conseguir ascensos al disfrazar y contabilizar víctimas civiles como guerrilleros.
Por su naturaleza, las fuerzas de seguridad suelen involucrarse en abusos y arbitrariedades. Esta semana, en informes que coincidieron con el aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, Amnistía Internacional (AI) y Human Rights Watch (HRW) denunciaron que en México y Brasil, respectivamente, la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado ha degenerado en serias violaciones cometidas por militares y policías.
Por supuesto que los gobiernos descartaron las denuncias. Con sorna, el presidente Felipe Calderón calificó de “voces ingenuas” al informe de AI, diciendo que la criminalidad no desaparecerá por “arte de magia”, convencido que los 50 mil soldados desplegados es respuesta adecuada al narcotráfico. Sin embargo, AI no descalificó a los militares, sino que resaltó sus violaciones, a las que tildó de “escandalosas” y cada vez más “frecuentes”, basándose en cifras de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos que desde 2008 recibió dos mil quejas contra militares, de las cuales el ejército investigó 110, acusando sólo a seis de sus miembros.
Es posible que el ejército sea la única solución para temas de seguridad, ante una policía demasiado vulnerable a la corrupción y al narcotráfico, pero ello no justifica abusos o que la fuerza de 6.500 soldados destacados en las violentas Ciudad Juárez y Tijuana, ofrezca poca protección como denuncian sus pobladores, sino mayores atropellos e injusticias.
Los críticos aducen que los militares son proclives al uso desproporcionado de la fuerza y prefieren a los policías, cuya vocación se enfoca en la prevención. Pero no es así en muchas ciudades latinoamericanas, donde la policía está desacreditada y sospechada de ser foco de inseguridad.
El informe de HRW sobre Brasil es espeluznante. Demuestra que cada año las policías de Río y San Pablo cometen más de mil ejecuciones extrajudiciales - sus propios “falsos positivos” – y estas víctimas son contabilizadas como parte de enfrentamientos o por resistencia al arresto. Estadísticas oficiales muestran que la policía de Río asesina a una persona cada 23 arrestos, la de San Pablo a una cada 348; cifras incontrastables con las de EEUU, donde se registra una muerte cada 37.000 detenciones.
Los escuadrones de la muerte pululan donde la justicia no logra revertir la impunidad. En Venezuela se calcula que existen en varios estados y que son responsables de las 7.000 ejecuciones entre los años 2000 y 2007, un 20% de los cuales, según el ministro del Interior, Tarel El Aissami, son responsabilidad de policías. Esto ha justificado la decisión del presidente Hugo Chávez de crear una fuerza revolucionaria que, por sus fines ideológicos, seguramente pronto entrará en un espiral de abusos.
El panorama es aún más desalentador cuando el propio Estado es el que genera miedo entre la población que prefiere callar sus denuncias para evitar represalias, como reclaman brasileños y mexicanos.
La cultura laxa y defensiva de los gobiernos, y su vocación perpetua a desoír las denuncias, ha permitido que la gente pierda confianza en las instituciones. Hasta que no se perciba que los gobiernos están dispuestos a combatir el propio terrorismo de Estado, ningún slogan, por más llamativo que sea, convencerá a nadie de que somos “derechos y humanos”.
Meryl Sreep y los Golden Globes
Me fascina el cine, pero no voy mucho al cine. Con mi esposa preferimos alquilar películas y por eso siempre a destiempo descubro films, actrices y actores descollantes, así como dvd que engrosan la hoguera del olvido.
Aunque desfasado siempre llego bien para la época de los Oscar y los Golden Globe. Anoche vimos “Julie & Julia” con Meryl Streep quien este año fue nominada por dos películas como mejor actriz. Esta es una fascinante historia de vidas paralelas y en tiempos diferentes entre el gran emblema de la cocina estadounidense, Julia Child, y una bloguera que con menos capacidad, pero con la misma pasión, 40 años después, trabajó 524 recetas en 365 días, convirtiéndose en una mejor persona al alcanzar objetivos que nunca los había logrado en su vida.
Pero más allá de la historia, lo relevante de la película es disfrutar a la mejor actriz de todos los tiempos, transformada en un personaje que hace olvidar a sus otros papeles en películas tan opuestamente diferentes como La Decisión de Sofía o Mama Mía. Son muy pocos los actores y actrices que no trabajan de ellos mismos, repitiendo hasta el cansancio ademanes y gestos, dibujando a todos los personajes con el mismo estilo a pesar de trabajar en comedias o dramas.
Hollywood tiene muchas debilidades. Un gran porcentaje de películas son solo parte de su marca de la industria para el entretenimiento, cuya ausencia no molestaría ni modificaría nuestras vidas. Pero hay otra parte de Hollywood, esa donde cabe un grupo reducido de actrices, como Meryl Streep, en el que la industria es transformada en arte. Actrices como Streep modifican el cine y nuestra forma de percibir el cine, haciéndonos más exigentes, conocedores e imponiéndonos una vara de calidad cada vez más alta.
Aunque desfasado siempre llego bien para la época de los Oscar y los Golden Globe. Anoche vimos “Julie & Julia” con Meryl Streep quien este año fue nominada por dos películas como mejor actriz. Esta es una fascinante historia de vidas paralelas y en tiempos diferentes entre el gran emblema de la cocina estadounidense, Julia Child, y una bloguera que con menos capacidad, pero con la misma pasión, 40 años después, trabajó 524 recetas en 365 días, convirtiéndose en una mejor persona al alcanzar objetivos que nunca los había logrado en su vida.
Pero más allá de la historia, lo relevante de la película es disfrutar a la mejor actriz de todos los tiempos, transformada en un personaje que hace olvidar a sus otros papeles en películas tan opuestamente diferentes como La Decisión de Sofía o Mama Mía. Son muy pocos los actores y actrices que no trabajan de ellos mismos, repitiendo hasta el cansancio ademanes y gestos, dibujando a todos los personajes con el mismo estilo a pesar de trabajar en comedias o dramas.
Hollywood tiene muchas debilidades. Un gran porcentaje de películas son solo parte de su marca de la industria para el entretenimiento, cuya ausencia no molestaría ni modificaría nuestras vidas. Pero hay otra parte de Hollywood, esa donde cabe un grupo reducido de actrices, como Meryl Streep, en el que la industria es transformada en arte. Actrices como Streep modifican el cine y nuestra forma de percibir el cine, haciéndonos más exigentes, conocedores e imponiéndonos una vara de calidad cada vez más alta.
diciembre 18, 2009
Holanda, Chávez y Ortega
No creo que haya payaso más grande que Hugo Chávez. Le encanta hablar estupideces. No le bastaba hablar de la segura y próxima invasión de EEUU a Venezuela para justificar su diatriba sobre la actitud colombiana de permitir a los militares estadounidenses utilizar siete bases, que ahora se la agarró con Holanda, país al que acusó de estar utilizando las islas de Aruba, Curazao y Bonaire como plataforma de invasión.
Claro está que siempre quiere ser creativo y fue a hablar payasadas a Copenhague – donde había cosas realmente importantes para hablar - de ese tema porque simplemente no puede ir por el mundo si llamar la atención. Su narcisismo simplemente no se lo permite. Entonces se refirió de nuevo al olor azufre burlándose de Obama como lo hizo antes en la sede de la ONU en desmedro de George Bush. Muchos celebraron sus ocurrencias aquella vez, pero ahora ya está demodé.
Pero claro, el ataque a Holanda no es gratuito, sino una estrategia corporativa para defender a su amigo Daniel Ortega que fue duramente criticado por un euro diputado holandés por la corrupción que existe en el país y quien ayer repitió que debido a las falta de transparencia del orteguismo y a sus abusos, la Comunidad Europea seguí con su tesitura de no ayudar económicamente a Nicaragua.
Claro está que siempre quiere ser creativo y fue a hablar payasadas a Copenhague – donde había cosas realmente importantes para hablar - de ese tema porque simplemente no puede ir por el mundo si llamar la atención. Su narcisismo simplemente no se lo permite. Entonces se refirió de nuevo al olor azufre burlándose de Obama como lo hizo antes en la sede de la ONU en desmedro de George Bush. Muchos celebraron sus ocurrencias aquella vez, pero ahora ya está demodé.
Pero claro, el ataque a Holanda no es gratuito, sino una estrategia corporativa para defender a su amigo Daniel Ortega que fue duramente criticado por un euro diputado holandés por la corrupción que existe en el país y quien ayer repitió que debido a las falta de transparencia del orteguismo y a sus abusos, la Comunidad Europea seguí con su tesitura de no ayudar económicamente a Nicaragua.
diciembre 16, 2009
Honduras y libertad de prensa
Una vez más la libertad de prensa en Honduras está empañada. Fue asesinada Katherine Nicolle de 16 años, en un crimen que habría tenido por destinataria a su madre, la periodista Carol Cabrera, que trabaja en el canal 54 y en los medios estatales canal 8 y Radio Voces de Tegucigalpa.
Este es el cuarto crimen relacionado al periodismo este año y se suma a una gran cantidad de agresiones contra periodistas y medios de comunicación que se dieron antes y después del 28 de junio, es decir por represalias del gobierno de Manuel Zelaya así como por medidas adoptadas por Roberto Micheletti.
El presidente actual ha declarado que se trataría de sicarios que responderían a amenazas que Zelaya hizo contra la periodista, pero más allá de las declaraciones que pudieran ser políticas, lo importante es que la justicia no se maneje con declaraciones, sino mediante la investigación.
El informe de la SIP sobre la libertad de prensa en Honduras se enfoca muy balanceado sobre lo que sucedió antes y después del 28 de junio: http://www.sipiapa.com/v4/index.php?page=det_informe&asamblea=24&infoid=379&idioma=sp
Lamentablemente el 2009, con más de 20 periodistas asesinados en todo el continente, se ha convertido en el año más peligroso de la década.
Este es el cuarto crimen relacionado al periodismo este año y se suma a una gran cantidad de agresiones contra periodistas y medios de comunicación que se dieron antes y después del 28 de junio, es decir por represalias del gobierno de Manuel Zelaya así como por medidas adoptadas por Roberto Micheletti.
El presidente actual ha declarado que se trataría de sicarios que responderían a amenazas que Zelaya hizo contra la periodista, pero más allá de las declaraciones que pudieran ser políticas, lo importante es que la justicia no se maneje con declaraciones, sino mediante la investigación.
El informe de la SIP sobre la libertad de prensa en Honduras se enfoca muy balanceado sobre lo que sucedió antes y después del 28 de junio: http://www.sipiapa.com/v4/index.php?page=det_informe&asamblea=24&infoid=379&idioma=sp
Lamentablemente el 2009, con más de 20 periodistas asesinados en todo el continente, se ha convertido en el año más peligroso de la década.
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