La labor investigativa y fiscalizadora de la prensa es vital para responsabilizar a los gobiernos y mantener a raya a los corruptos. Sin denuncia periodística hay poca transparencia y la democracia se debilita. Muchos gobiernos rechazan estos principios. Prefieren una prensa sumisa o amordazarla con leyes restrictivas. Así compran silencio y esconden corrupción.
No es casualidad que los países latinoamericanos donde más se está limitando a los medios de comunicación, como en Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Bolivia y Argentina, son precisamente los que aparecen como peores clasificados en la lista de percepción de la corrupción que difundió Transparencia Internacional (TI) esta semana.
En una escala del 1 al 10 (siendo la peor la de menor valor) Venezuela, con una puntuación de 1.9, fue considerado uno de los países más corruptos del mundo, ubicándose en el puesto 162 de 180. En orden ascendente se situó Ecuador, 2.2; Nicaragua, 2.5; Bolivia, 2.7 y Argentina con 2.9, de un total de 21 naciones latinoamericanas que obtuvieron un vergonzoso puntaje menor de cinco puntos.
La medición de TI comprueba que donde se busca mayor silencio mediático, se registra más corrupción gubernamental. Venezuela tiene uno de los sistemas más restrictivos de prensa en el continente. Las denuncias contra el nepotismo de Hugo Chávez, beneficiando a parientes y autoridades, así como los dineros opacos que fluyen de los entes estatales, sirvieron para justificar la ley de Responsabilidad Social. Un mecanismo que le ha servido al gobierno para clausurar RCTV, decenas de radioemisoras y amenazar de cierre a Globovisión, así como crear una vasta red de medios públicos que jamás denunciarán irregularidad alguna.
En Argentina, la ley de Servicios Audiovisuales lleva la consigna de destronar al Grupo Clarín y a otras empresas que revelaron, por ejemplo, el desmedido enriquecimiento del patrimonio de Cristina Kirchner y su esposo o los dineros espurios utilizados en su campaña electoral. En Ecuador, la nueva ley de Comunicación busca amordazar a medios como Teleamazonas, que ya sufrió varios aprietes oficiales por poner en evidencia que Fabricio, hermano de Rafael Correa, se beneficiaba con contratos con el Estado. Mientras que Daniel Ortega busca acallar al diario La Prensa para evitar que se sepa que sus familiares se han beneficiado con el manejo de empresas privadas y hasta con vacaciones pagadas por todos los nicaragüenses.
En la medición de TI se observa que también existe una estrecha relación entre libertad de prensa y transparencia; es decir, a mayor tranquilidad de los medios para trabajar, menos corrupción. Los países mejor ubicados fueron Chile y Uruguay en el puesto 25 con una puntuación de 6.7; Puerto Rico, 5.8 y Costa Rica 5.3; justamente donde los medios sufren menos o pocas represalias por su labor.
Hay otros países, como Brasil, calificado con un bajo 3.7 puntos, que se mueven en terrenos cenagosos. Es que para ascender como potencia mundial, no necesitaría restringir a los medios, sino demostrar que es más transparente; lo contrario que tiene en mente el presidente Lula da Silva.
Cuando medios de experimentada trayectoria como los diarios O Estado de S. Paulo y Folha vienen denunciando una corrupción galopante en el Senado federal, donde están involucrados y procesados su presidente José Sarney y 27 de los 81 senadores, Lula y su Partido de Trabajadores, insisten en regular los contenidos de los medios mediante mecanismos de control público para combatir los monopolios y la concentración, excusa similar que derivaron en leyes restrictivas en Argentina, Ecuador y Venezuela.
Si bien ningún tipo de concentración de poder es beneficiosa, incluyendo a los medios, los gobiernos más que achicar medios deberían incentivar que crezcan otros y que haya más competencia. Lo que tratan, en realidad, es evitar que haya medios grandes e independientes capaces de investigar, criticar y denunciar la corrupción.
La fórmula es simple. Para combatir el silencio y mejorar la transparencia, se necesita mayor libertad de prensa. Difícil lograr esa meta, si los gobiernos se empecinan en perseguir a Globovisión, Teleamazonas, Clarín, La Prensa o Fohla de S. Paulo, una lista cada vez más larga de empresas periodísticas del hemisferio que están siendo acosadas por gobiernos de corte populista, que ven en el periodismo una amenaza a su hegemonía.
Quiero contarles sobre los procesos creativos de esta nueva historia sobre la verdad, la libertad y el miedo al futuro. Es mi nueva novela y espero publicarla cuando se sincronicen los planetas (las editoriales) o cuando se me acabe la paciencia y decida autopublicar -- Los contenidos de mi blog Prensa y Expresión están en el archivo. Blog por Ricardo Trotti
noviembre 27, 2009
noviembre 25, 2009
Impunidad ambiental
Acabo de terminar un seminario sobre delitos al medio ambiente en Guatemala, y quedé con un sabor amargo ante la evidencia de la catástrofe que se nos avecina por el cambio climático o, lo que es lo mismo, el aumento de la temperatura ambiental.
Para este seminario convocamos al ministro guatemalteco de medio ambiente Luis Alberto Ferraté Felice, a gente de Greenpeace, de Interpol, y ambientalistas, académicos y periodistas de varios países latinoamericanos. El ministro sorprendió por su visión crítica y si bien ejemplificó en varios problemas mundiales que afectan los ecosistemas del país, como el lago de Atitalán y otras cuencas acuíferas, lo más sorprendente es que denunció que de 528 denuncias ante el ministerio público, solo el 2 por ciento de ellas procedieron.
Calificó que la “impunidad ambiental” o la impunidad de los países industrializados para seguir emitiendo gases de carbono, la tala indiscriminada y también clandestina de bosques, la explotación de petróleo y metales preciosos, son responsables de esta catástrofe que se avecina.
Lo peor, consideró, es que las futuras generaciones a los que le dejaremos un legado complejo se adaptarán al nuevo ambiente, convirtiéndose este problema en un círculo vicioso difícil de cerrar si es que no se logran resultados positivos en la próxima cumbre que sobre el medio ambiente se realizará a mediados de diciembre en Copenaghe.
Para este seminario convocamos al ministro guatemalteco de medio ambiente Luis Alberto Ferraté Felice, a gente de Greenpeace, de Interpol, y ambientalistas, académicos y periodistas de varios países latinoamericanos. El ministro sorprendió por su visión crítica y si bien ejemplificó en varios problemas mundiales que afectan los ecosistemas del país, como el lago de Atitalán y otras cuencas acuíferas, lo más sorprendente es que denunció que de 528 denuncias ante el ministerio público, solo el 2 por ciento de ellas procedieron.
Calificó que la “impunidad ambiental” o la impunidad de los países industrializados para seguir emitiendo gases de carbono, la tala indiscriminada y también clandestina de bosques, la explotación de petróleo y metales preciosos, son responsables de esta catástrofe que se avecina.
Lo peor, consideró, es que las futuras generaciones a los que le dejaremos un legado complejo se adaptarán al nuevo ambiente, convirtiéndose este problema en un círculo vicioso difícil de cerrar si es que no se logran resultados positivos en la próxima cumbre que sobre el medio ambiente se realizará a mediados de diciembre en Copenaghe.
noviembre 23, 2009
Chávez y la CIDH
A pesar de la encomiable decisión de los jóvenes venezolanos que iniciaron una huelga de hambre el fin de semana para que el gobierno de su país permita la revisión de los derechos humanos permitiendo el ingreso de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, Hugo Chávez no dará el brazo a torcer.
Chávez expulsó al secretario ejecutivo de la CIDH, desatendió sus opiniones, además de no haber aceptado fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, lo cuales, por ser el país firmante de la Convención Americana de los Derechos Humanos, se trata de decisiones vinculantes. Actuó de la misma forma que lo hiciera en otra época Alberto Fujimori.
Chávez, quien también echó a los representantes de Human Rights Watch, se ha mostrado siempre partidario de la política del gobiernos de los hermanos Castro que no permiten a grupos de derechos humanos entrar a Cuba, bajo el principio de que se trata de injerencia capitalista. Claro está, que Chávez si bien no permite al organismo de la OEA entrar al país, sí utiliza los organismos internacionales, por ejemplo, para que permitan el reingreso al país.
En realidad Chávez tiene una política errática y poco seria en materia de derechos humanos. Seguramente en estos días, si los jóvenes continúan con su huelga, empezará a tejerles todo tipo de historias sobre corrupción o hasta figuras de “traición a la patria” con tal de desprestigiar su causa. Así lo hizo y lo sigue haciendo con quienes disienten de sus políticas, varios de ellos en la cárcel, otros asilados y muchos voluntariamente exiliados.
Chávez expulsó al secretario ejecutivo de la CIDH, desatendió sus opiniones, además de no haber aceptado fallos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, lo cuales, por ser el país firmante de la Convención Americana de los Derechos Humanos, se trata de decisiones vinculantes. Actuó de la misma forma que lo hiciera en otra época Alberto Fujimori.
Chávez, quien también echó a los representantes de Human Rights Watch, se ha mostrado siempre partidario de la política del gobiernos de los hermanos Castro que no permiten a grupos de derechos humanos entrar a Cuba, bajo el principio de que se trata de injerencia capitalista. Claro está, que Chávez si bien no permite al organismo de la OEA entrar al país, sí utiliza los organismos internacionales, por ejemplo, para que permitan el reingreso al país.
En realidad Chávez tiene una política errática y poco seria en materia de derechos humanos. Seguramente en estos días, si los jóvenes continúan con su huelga, empezará a tejerles todo tipo de historias sobre corrupción o hasta figuras de “traición a la patria” con tal de desprestigiar su causa. Así lo hizo y lo sigue haciendo con quienes disienten de sus políticas, varios de ellos en la cárcel, otros asilados y muchos voluntariamente exiliados.
noviembre 22, 2009
Cansado de los populistas
Recuerdo que cuando trabajaba en El Liberal de Santiago del Estero, algo me molestaba sobremanera y a lo que nunca pude adaptarme en esa provincia argentina, es que la agenda pública diaria siempre giraba en torno a la misma persona: el populista gobernador peronista Carlos Juárez.
No había tema económico, social, político que no pasara sin mencionarse la posición omnipresente de este hombre. Mala, buena o regular opinión daba lo mismo, porque todos hablaban de lo que pensaba Juárez o de lo que opinaba y criticaba.
Los populistas se las arreglan para estar siempre presentes en cada acto y pensamiento de las personas. Todo debe girar alrededor de ellos. Opinan de todo y para todo tienen una opinión, así sea alabando al terrorista venezolano El Chacal como Hugo Chávez, despotricando contra el informa sobre corrupción elaborado por Transparencia Internacional, como Rafael Correa, o a favor de una ley que obliga a los argentinos a someterse a análisis de DNA, como la presidenta Cristina de Kirchner, en una batlla entre la verdad sobre los crímenes de militares durante la guerra sucia y el derecho a la protección de la intimidad.
Los populistas son esos y se desviven por resistir al paso del tiempo, como Manuel Zelaya que buscaba la reelección a través de una reforma constitucional que no pudo lograr, y la que desesperadamente está buscando el presidente Daniel Ortega, haciendo contra marchas con sus partidarios para neutralizar los efectos de otras marchas – como la de ayer sábado en Managua – convocada por la oposición en una expresa declaración anti reeleccionista.
Todos hablamos de estos personajes y a ellos les encanta. Su narcisismo es agobiante. Periodistas y medios deberíamos procurar un “apagón informativo”, para sacarlos de la agenda pública. El riesgo, sin embargo, es dotarles de inmunidad e impunidad con el silencio.
No había tema económico, social, político que no pasara sin mencionarse la posición omnipresente de este hombre. Mala, buena o regular opinión daba lo mismo, porque todos hablaban de lo que pensaba Juárez o de lo que opinaba y criticaba.
Los populistas se las arreglan para estar siempre presentes en cada acto y pensamiento de las personas. Todo debe girar alrededor de ellos. Opinan de todo y para todo tienen una opinión, así sea alabando al terrorista venezolano El Chacal como Hugo Chávez, despotricando contra el informa sobre corrupción elaborado por Transparencia Internacional, como Rafael Correa, o a favor de una ley que obliga a los argentinos a someterse a análisis de DNA, como la presidenta Cristina de Kirchner, en una batlla entre la verdad sobre los crímenes de militares durante la guerra sucia y el derecho a la protección de la intimidad.
Los populistas son esos y se desviven por resistir al paso del tiempo, como Manuel Zelaya que buscaba la reelección a través de una reforma constitucional que no pudo lograr, y la que desesperadamente está buscando el presidente Daniel Ortega, haciendo contra marchas con sus partidarios para neutralizar los efectos de otras marchas – como la de ayer sábado en Managua – convocada por la oposición en una expresa declaración anti reeleccionista.
Todos hablamos de estos personajes y a ellos les encanta. Su narcisismo es agobiante. Periodistas y medios deberíamos procurar un “apagón informativo”, para sacarlos de la agenda pública. El riesgo, sin embargo, es dotarles de inmunidad e impunidad con el silencio.
noviembre 21, 2009
Rodas y la constituyente
Patricia Rodas volvió a las andanzas del depuesto Manuel Zelaya, insistiendo ante el canal chavista de Venezolana de Televisión, que apenas Zelaya sea restituido deberá convocarse a una constituyente, a la que calificó de “obligación”.
Uno ya no sabe si se trata de una estupidez política, de una verdadera intención o de un sarcasmo digno de estos tiempos, teniendo en cuenta que por ese camino fue justamente destituido Zelaya al tratar de convocar la “cuarta urna”, un golpe a las demás instituciones del Estado y a la Constitución que prohibían su ejecución.
Todo en Honduras puede ser discutido y será discusión perenne en el futuro. Sin embargo, lo que habría que tener claro, y según el propio Zelaya lo suscribió con el último acuerdo, es que se debe renunciar por el momento, al menos en el período presidencial que culminará en enero, a cualquier intento de reforma alguna, habiendo sido el problema que generó la crisis política actual.
Una vez más, la desafiante Rodas se hace eco de los intereses de Zelaya y de los que se esconden detrás de él - llámense sus amigos nucleados en el ALBA – que firman una cosa con la mano, lo borran con el codo o se retractan con la boca.
Aunque las elecciones puedan estar cuestionadas por muchos en la comunidad internacional, solamente por tratar de ser principistas respecto a la necesidad de que Zelaya debe ser restituido con anterioridad a los comicios, lo cierto es que – con él o sin él – se podrá dar una vuelta de página y todos ganar en tranquilidad.
Uno ya no sabe si se trata de una estupidez política, de una verdadera intención o de un sarcasmo digno de estos tiempos, teniendo en cuenta que por ese camino fue justamente destituido Zelaya al tratar de convocar la “cuarta urna”, un golpe a las demás instituciones del Estado y a la Constitución que prohibían su ejecución.
Todo en Honduras puede ser discutido y será discusión perenne en el futuro. Sin embargo, lo que habría que tener claro, y según el propio Zelaya lo suscribió con el último acuerdo, es que se debe renunciar por el momento, al menos en el período presidencial que culminará en enero, a cualquier intento de reforma alguna, habiendo sido el problema que generó la crisis política actual.
Una vez más, la desafiante Rodas se hace eco de los intereses de Zelaya y de los que se esconden detrás de él - llámense sus amigos nucleados en el ALBA – que firman una cosa con la mano, lo borran con el codo o se retractan con la boca.
Aunque las elecciones puedan estar cuestionadas por muchos en la comunidad internacional, solamente por tratar de ser principistas respecto a la necesidad de que Zelaya debe ser restituido con anterioridad a los comicios, lo cierto es que – con él o sin él – se podrá dar una vuelta de página y todos ganar en tranquilidad.
noviembre 20, 2009
Chávez - Kirchner y la valija
Chávez – Kirchner y la valija corrupta 20-11-09
Hubo de todo esta semana que termina, pero seguramente pasará a la historia no sólo por la verborragia entre Chile y Perú, las agresiones físicas en Cuba contra el bloguero esposo de la bloguera Yoani Sánchez, la guerra retórica entre los gobiernos de Colombia y Venezuela…
Pero una noticia especial fue la clasificación de Venezuela como uno de los gobiernos más corruptos del mundo, según la escala que dio a conocer Transparencia Internacional. Y prueba de esa corrupción se vio esta semana en la investigación que está haciendo la justicia argentina, donde en un video captado en el 2007 dentro de la Casa Rosada se muestra al venezolano Guido Antonioni, en el medio de una delegación de funcionarios venezolanos, dos días después de que le incautaran en la aduana de Ezeiza una valija con 800 mil dólares en efectivo, destinada para la campaña electoral de Cristina de Kirchner.
El dinero había sido traído en un avión de PDVSA. Una valija con tanto efectivo no puede ser solo la tarea de un par de generosos funcionarios corruptos. Y probablemente no fue la primera ni la única.
Siempre recuerdo en estos casos a un periodista amigo mexicano, Jesús Blancornelas, quien solía decir ante la evidencia de los casos: “si hace cuac, seguro que es un pato”.
Hubo de todo esta semana que termina, pero seguramente pasará a la historia no sólo por la verborragia entre Chile y Perú, las agresiones físicas en Cuba contra el bloguero esposo de la bloguera Yoani Sánchez, la guerra retórica entre los gobiernos de Colombia y Venezuela…
Pero una noticia especial fue la clasificación de Venezuela como uno de los gobiernos más corruptos del mundo, según la escala que dio a conocer Transparencia Internacional. Y prueba de esa corrupción se vio esta semana en la investigación que está haciendo la justicia argentina, donde en un video captado en el 2007 dentro de la Casa Rosada se muestra al venezolano Guido Antonioni, en el medio de una delegación de funcionarios venezolanos, dos días después de que le incautaran en la aduana de Ezeiza una valija con 800 mil dólares en efectivo, destinada para la campaña electoral de Cristina de Kirchner.
El dinero había sido traído en un avión de PDVSA. Una valija con tanto efectivo no puede ser solo la tarea de un par de generosos funcionarios corruptos. Y probablemente no fue la primera ni la única.
Siempre recuerdo en estos casos a un periodista amigo mexicano, Jesús Blancornelas, quien solía decir ante la evidencia de los casos: “si hace cuac, seguro que es un pato”.
Confrontación prensa - gobierno
La reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa en Buenos Aires reflejó nítidamente el clima de confrontación permanente al que varios gobiernos arrastran a sus ciudadanos, donde los espacios de diálogo y tolerancia son ahora ocupados por la retórica belicista, la polarización y la violencia.
Para la SIP no hubo muchas sorpresas sobre lo que generarían sus críticas contra varios sistemas como el argentino que, disfrazados de legitimización electoral, asumen posturas cada vez más autoritarias; dándoles lo mismo, sancionar leyes para controlar a medios de comunicación, que subvencionar a “piqueteros”, una especie de peones mercenarios cuya misión es azuzar marchas y actos oficiales.
El ambiente enrarecido se incentiva desde lo más alto. El desaire de la presidenta Cristina de Kirchner quien se negó a inaugurar la asamblea de la SIP no fue sorpresa, pero sí, un error innecesario, desaprovechando un contexto natural para discutir su polémica ley de Servicios Audiovisuales. El mismo yerro lo tuvo su esposo en febrero de 2005 al desatender a la SIP, cuando pedía explicaciones sobre la corrupción con la que se utilizaba la publicidad oficial para premiar y castigar a medios, práctica que nunca fue aclarada y que todavía persiste.
El kirchnerismo no es amigo del diálogo, prefiere confrontar e imponer. En estilo, la SIP está acostumbrada a lidiar con presidentes como Rafael Correa y Hugo Chávez, que manipulan espacios obligatorios en los medios propios y de otros, para desprestigiar y calumniar a detractores y periodistas. Y aunque la presidenta Kirchner no es tan sistemática, también usa la tribuna pública y actos oficiales para zarandear al periodismo. No bastó solo con la ley de prensa para desguazar a los medios, sino que además los persigue con medidas económicas, así sea amenazando con estatizar Papel Prensa que bloqueando la distribución de diarios. La prioridad no es solo Clarín, sino disminuir cualquier medio que por su tamaño e independencia pueda hacer de contra poder.
Se trata de medidas desafiantes utilizadas para lograr reacciones de irracionalidad que den letra para discursos demagógicos. Las mismas que Chávez utiliza al “exportar su ideología de confrontación” como señaló la SIP y que puso en práctica en Buenos Aires con una reunión paralela sobre “Medios y Democracia en América Latina”, al que mal llamó primer encuentro, porque se trata del mismo que siempre viene organizando ante cada actividad de la organización hemisférica, tanto para provocar como para contrarrestar sus efectos.
El matrimonio Kirchner no es ajeno a esta práctica. Esta vez, el “estás nervioso Clarín” se transformó en “yanquis go home”, un lema que varios desaforados de la “Juventud Peronista Descamisados” gritaban a miembros de la SIP en el vestíbulo del hotel, donde dejaron caer una enorme banderola y miles de papelitos con la consigna “SIP = CIA”, igualmente reproducida en afiches pegados en el micro centro porteño. Los portadores, claro está, ni idea del mensaje, pero el ruido del bombo, el alquiler de la garganta y el choripan, bastan para cantar en contra de cualquiera o a favor de un sindicalista, aún sin conocer las razones.
Así en Argentina como en Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, los gobiernos siguen utilizando los recursos públicos para la propaganda y actividades paraestatales, con la intención de que los piqueteros o camisas rojas agredan a otros, quemen neumáticos o rompan vidrieras. La misión es crear alboroto, provocar, bloquear la razón. Lo inaudito es que el propio Estado es el que apuesta a crear división, grupos antagónicos, aunque no acierta a gobernar para las dos argentinas que incentiva.
Lo que rodeó a la asamblea de la SIP en Buenos Aires dio lástima. Un gobierno arrogante y desafiante, desplegando mucha retórica propagandística y belicosa, haciendo que muchos extranjeros se sintieran incómodos, gratuitamente insultados de “golpistas”. Aunque se fueron entendiendo que mucho no podían esperar de un gobierno que igual actúa restringiendo la libertad de prensa haciendo bloquear la salida de camiones de distribución de Clarín y La Nación; que ordenando un día después, volar al Tango 03, con el único propósito de llevarle a la Presidenta la edición dominical de los periódicos porteños, a su casa en Calafate al sur del país. Confrontación y abuso de poder.
Para la SIP no hubo muchas sorpresas sobre lo que generarían sus críticas contra varios sistemas como el argentino que, disfrazados de legitimización electoral, asumen posturas cada vez más autoritarias; dándoles lo mismo, sancionar leyes para controlar a medios de comunicación, que subvencionar a “piqueteros”, una especie de peones mercenarios cuya misión es azuzar marchas y actos oficiales.
El ambiente enrarecido se incentiva desde lo más alto. El desaire de la presidenta Cristina de Kirchner quien se negó a inaugurar la asamblea de la SIP no fue sorpresa, pero sí, un error innecesario, desaprovechando un contexto natural para discutir su polémica ley de Servicios Audiovisuales. El mismo yerro lo tuvo su esposo en febrero de 2005 al desatender a la SIP, cuando pedía explicaciones sobre la corrupción con la que se utilizaba la publicidad oficial para premiar y castigar a medios, práctica que nunca fue aclarada y que todavía persiste.
El kirchnerismo no es amigo del diálogo, prefiere confrontar e imponer. En estilo, la SIP está acostumbrada a lidiar con presidentes como Rafael Correa y Hugo Chávez, que manipulan espacios obligatorios en los medios propios y de otros, para desprestigiar y calumniar a detractores y periodistas. Y aunque la presidenta Kirchner no es tan sistemática, también usa la tribuna pública y actos oficiales para zarandear al periodismo. No bastó solo con la ley de prensa para desguazar a los medios, sino que además los persigue con medidas económicas, así sea amenazando con estatizar Papel Prensa que bloqueando la distribución de diarios. La prioridad no es solo Clarín, sino disminuir cualquier medio que por su tamaño e independencia pueda hacer de contra poder.
Se trata de medidas desafiantes utilizadas para lograr reacciones de irracionalidad que den letra para discursos demagógicos. Las mismas que Chávez utiliza al “exportar su ideología de confrontación” como señaló la SIP y que puso en práctica en Buenos Aires con una reunión paralela sobre “Medios y Democracia en América Latina”, al que mal llamó primer encuentro, porque se trata del mismo que siempre viene organizando ante cada actividad de la organización hemisférica, tanto para provocar como para contrarrestar sus efectos.
El matrimonio Kirchner no es ajeno a esta práctica. Esta vez, el “estás nervioso Clarín” se transformó en “yanquis go home”, un lema que varios desaforados de la “Juventud Peronista Descamisados” gritaban a miembros de la SIP en el vestíbulo del hotel, donde dejaron caer una enorme banderola y miles de papelitos con la consigna “SIP = CIA”, igualmente reproducida en afiches pegados en el micro centro porteño. Los portadores, claro está, ni idea del mensaje, pero el ruido del bombo, el alquiler de la garganta y el choripan, bastan para cantar en contra de cualquiera o a favor de un sindicalista, aún sin conocer las razones.
Así en Argentina como en Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, los gobiernos siguen utilizando los recursos públicos para la propaganda y actividades paraestatales, con la intención de que los piqueteros o camisas rojas agredan a otros, quemen neumáticos o rompan vidrieras. La misión es crear alboroto, provocar, bloquear la razón. Lo inaudito es que el propio Estado es el que apuesta a crear división, grupos antagónicos, aunque no acierta a gobernar para las dos argentinas que incentiva.
Lo que rodeó a la asamblea de la SIP en Buenos Aires dio lástima. Un gobierno arrogante y desafiante, desplegando mucha retórica propagandística y belicosa, haciendo que muchos extranjeros se sintieran incómodos, gratuitamente insultados de “golpistas”. Aunque se fueron entendiendo que mucho no podían esperar de un gobierno que igual actúa restringiendo la libertad de prensa haciendo bloquear la salida de camiones de distribución de Clarín y La Nación; que ordenando un día después, volar al Tango 03, con el único propósito de llevarle a la Presidenta la edición dominical de los periódicos porteños, a su casa en Calafate al sur del país. Confrontación y abuso de poder.
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