marzo 08, 2011

Pregunta fácil, respuesta difícil

“La pregunta es fácil, pero la respuesta es difícil.
¿Hay libertad de prensa en América Latina?

Las respuestas son tan variadas como la diversidad y tonalidades de los países que existen. Esta noche trataremos de descifrar parte de la pregunta, haciendo referencia a casos concretos.

Para contestar es necesario salirnos del abstracto y darnos cuenta que la libertad de prensa y la libertad de expresión son derechos y deberes humanos tangibles. Muy tangibles.

Yo diría que la plena libertad de expresión es una búsqueda permanente como la felicidad, que se da en etapas, pero una vez alcanzada una de ellas, la próxima parece inalcanzable.

Aunque las comparaciones son odiosas, siempre sirven para medir. Por eso solemos comparar el grado de libertad que vivimos y sentimos – así sea en este país como en Argentina, Chile, Venezuela o Cuba – comparándolo con situaciones mejores o peores en los que viven otros personas, amigos o familiares.

No siempre lo que reluce es oro, ni lo que aparenta es la realidad. Hay gobiernos que se ufanan de que los medios de comunicación pueden decir todo lo que quieren, como el clásico caso de Hugo Chávez que recibe andanadas de críticas de los periodistas venezolanos. Por lo que la pregunta sobre la libertad de prensa y de expresión se hace más tortuosa y específica. ¿Cuáles son las consecuencias y represalias por ejercer la libertad de prensa? En Cuba uno puede decir lo que quiere, pero termina encarcelado, agredido, expulsado o desterrado. En México, en las zonas dominadas por el narcotráfico, uno puede decir y denunciar lo que quiere. Pero lo suele pagar con su vida. Por lo que la autocensura juega un papel trascendente en la medición de la libertad de prensa o en la evaluación que podemos hacer de un país.

Estamos viviendo un mundo de cambios vertiginosos, y parte de ello es la relación que tenemos con las nuevas tecnologías. Los celulares inteligentes, el internet, las redes sociales están empoderando a la población y ayudando a que haya más libertad. Pero también son mecanismos utilizados por los opresores para censurar, limitar, bloquear y filtrar las comunicaciones personales.

La libertad de prensa no puede separarse del contexto político y social, y mucho depende de esa relación incómoda que hay entre el poder y la prensa; pero también vale la pena poner en esta ecuación que también existe la prensa mediocre y mala, como en cualquier disciplina, así sea por su sensacionalismo, como por sus intereses económicos.

En una relación normal, entre poder público y prensa, siempre se tratará de una lucha por ver quién tira más fuerte de la soga, los gobiernos para ocultar información que les puede resultar incómoda, y los medios para hacer cada vez más transparente la gestión pública.

El Estado, sin embargo, es, como administrador de la cosa pública que nos pertenece a todos, el que tiene más deberes y obligaciones.

La ventaja es que ya no vivimos en un mundo vertical en que la información prevenía en forma vertical en la que los medios dicen y los ciudadanos escuchan. Las nuevas tecnologías han hecho a la comunicación más horizontal; sin embargo, para los agoreros de siempre, hay que informarles que los medios no desaparecerán, sino que ante tanto ruido generado por tanta comunicación, siempre será necesario el trabajo del periodista, el que descubre, el que denuncia, el que muestra, el que ilumina y lo puede hacer seleccionando información, imponiendo tópicos en la agenda pública, dando prioridad a algunas informaciones más que a otras, iluminando la corrupción.

Es el público, sin embargo, ya no solo por lo que publican los medios, los que se podrán empoderar con la comunicación que realizan, así sea como en los países árabes o en la próxima protesta que realizarán por Facebook en Nicaragua este fin de semana para protestar contra la candidatura inconstitucional autorizada de Daniel Ortega.
  
En este mundo más globalizado, se necesitan que los compromisos firmados incansablemente por los gobiernos sean realmente mandatorios sobre el respeto a la libertad de expresión y de prensa.

Recuerdo que el año pasado, después de la cumbre iberoamericana realizada en Mar del Plata donde los gobiernos firmaron una cláusula en la que se comprometían a denunciar los atropellos a la democracia de cualquier otro gobierno colega, el presidente venezolano se le dio el privilegio de una ley habilitante por la que por 18 meses podrá disponer lo que quiera; ni hablar de Daniel Ortega que usó a los jueces adictos de la Corte para que lo autoricen a ir a elecciones a pesar de que la Constitución lo prohíbe.

Da la sensación que lo que nos falta en la mayoría de los países es crear una cultura sobre la libertad de prensa y de expresión y que estamos perdiendo el tiempo en discusiones que no nos llevan a ningún lado.

Hay que entender primero de todo que estas libertades de prensa y de expresión son derechos humanos y constitucionales y deben estar amparados por leyes, por lo que el Estado está obligado a ellas, y sobre todo a incentivarlos.

El Estado tiene la obligación de crear una cultura o permitir que esta se forme a través de las prédicas de las organizaciones de la sociedad civil, de los medios o de los ciudadanos, de no hacerlo está faltando a su misión, porque de la misma manera que el gobierno no puede matar a un ciudadano, privarle del derecho a la vida, no puede tampoco privarle del derecho a la libertad de expresión.

La libertad de prensa es un tema de cultura y educación… en las escuelas, en las universidades. Lamentablemente no es el Estado el que solo tiene esta opción”.  

Esta es una presentación que hice en la Universidad de Miami en un panel que integré con los periodistas Julio Muñoz, director ejecutivo de la SIP, y los periodistas Patricia Poleo, de origen venezolano que reside en Miami después de ser perseguida por el gobierno de Hugo Chávez, y el periodista cubano Wilfredo Cancio, uno de los más conocedores de los problemas de la incomunicación en la isla. Fuimos convocados por Lillian Castañeda, esposa del fallecido periodista cubano Carlos Castañeda, y directora de la fundación que lleva el nombre de su ex marido.


marzo 07, 2011

Los amiguitos de Kadafi

En Latinoamérica el loco y violento de Moammar Kadafi tiene amigos que desean y quieren protegerlo. En Managua quedé sorprendido por los titulares de los diarios locales, que estiman, que los Kadafi llegarán por Nicaragua a exiliarse en caso de que la Otan y los EEUU finalmente decidan cortar con la violencia que el líder libio le prodiga a sus propios ciudadanos.
A juzgar por las declaraciones a favor de Kadafi en las últimas semanas, uno ya se puede imaginar quiénes son sus amigos latinoamericanos: Hugo Chávez, Daniel Ortega y Evo Morales. No es mucho lo que se puede agregar. Apoyar sin miramientos a un asesino y dictador como Kadafi, releva las pruebas sobre las condiciones de estos tres líderes latinoamericanos. Especialmente de Chávez que confirió a Kadafi la condecoración mayor del país, por su obra similar a la de Simón Bolívar.
Lo increíble del trípode de amigos de Kadafi en la región es que todos fueron depositarios del Premio Internacional a los Derechos Humanos Moammar Kadafi instaurado por el presidente libio y que consta de 250 mil dólares. Se los entregó en distinta fecha en la sede de su gobierno en Trípoli. A Chávez en el 2004, a Morales en el 2000 y a Ortega en el 2009.
Decoraciones y premios van y vienen y nadie puede creer que con tal desfachatez se la entreguen en nombre de los derechos humanos. Una burla.

Vergüenzas constitucionales

Vergüenzas constitucionales - Opinión - ElNuevoHerald.com

marzo 04, 2011

Managua: Navidad eterna y con poder eterno


La capital nicaragüense siempre tiene sorpresas. Estoy en esta ciudad como parte de un foro que con la SIP organizamos con estudiantes de la Universidad de Ciencias Comerciales, para discutir sobre temas de libertad de expresión.

Como en cualquier país polarizado políticamente el tema en boca de todos no es el béisbol, el fútbol, la economía o las trasnochadas del artista famoso de turno, sino Daniel Ortega. De la misma forma que sucede en otros países o ciudades de países donde el poder es hegemónico, el líder impuesto siempre se las arregla, sobre la base de la propaganda, para que todos hablen de él, mal o bien, no importa; pero que todo gire en torno a su figura, como una de las máximas propagandísticas gobbelianas.

Ortega está en boca de todos a propósito. No solo porque sea candidato nuevamente a la Presidencia para las elecciones de noviembre, sino porque logró que la justicia leal le allanara el camino a pesar que la Constitución prohíbe la repetición en el cargo o hacerlo por más de dos mandatos. A él no le importa ni tampoco al FSNL, que en realidad ya no es sandinista, sino orteguista, porque es el presidente del partido, quien lo gobierna, quien nomina, etc…

El mandó a que lo ungieran como candidato y fue una orden cumplida, de obediencia debida. En un programa de televisión con Carlos Fernando Chamorro, que nos entrevistó a Fabricio Altamirano del periódico salvadoreño El Diario de Hoy, a Julio Muñoz, director ejecutivo de la SIP, y a mí, consideramos que el poder eterno buscado por Ortega es lo que está por sepultar definitivamente a la democracia.

El sistema de propaganda de Ortega es eficiente y arremete contra cualquiera que opine diferente. Usa los mismos artilugios que Hugo Chávez, ya sea presionando a los empleados públicos para que ellos o sus familiares participen en actos orteguistas o de lo contrario pierden el puesto de trabajo, o comprando periodistas otorgándoles publicidad oficial o callándolos sin darles, o comprando medios de comunicación para lograr la hegemonía comunicacional. Hoy un grupo de jóvenes sandinistas pudieron acampar frente a la sede del Consejo Supremo Electoral, pintando pancartas y en apoyo a “luchar por la paz y el amor”, aunque el verdadero propósito era disuadir a otros grupos contrarios a la candidatura de Ortega convocados a través de Facebook, y que en oportunidades anteriores ya fueron repelidos por la Policía.

Nicaragua está cada vez peor, pero tiene una oposición tan inoperante por ineficiente y fragmentada que todos consideran que se merece al gobernante que tiene y que tendrá, que dicen, en una encuesta informal a boca de taxistas, estudiantes y periodistas que hice, que Ortega a pesar de lo mal que condujo el país, y de lo cada vez más autoritario que está, igualmente será el próximo Presidente.

Además del poder eterno que sacude a la razón, y de la pobreza perenne que sacude al corazón, Managua tiene otra de esas sorpresas bizarras que hacen sacudir al diafragma en risotadas. Hoy 4 de marzo, caminado más de dos meses del 2011, todavía hay rotondas en avenidas céntricas de Managua engalanadas con árboles de Navidad. Fue una decisión de la primera dama, Rosario Murillo, quien en algún acto público se la oyó justificar que la Navidad no debe celebrarse solo en una fecha determinada, sino que es una actitud de vida que debe seguir todo el año.

Me recordó aquella decisión trascendente de Chávez cuando determinó que el uso horario de Venezuela cambiaría en el verano solo media hora, en lugar de la hora que se aplica en los demás países cuando cambian las estaciones.

¿Wikileaks o internet para el Nobel?


Nuevamente emergió la polémica sobre qué es lo más importante y trascendente para la humanidad como para merecer el Premio Nobel de la Paz, las redes sociales como Facebook y Twitter o Wikileaks.

Así como escribí que Facebook se merecía antes que Wikileaks ser el personaje del año 2010 como lo sostuvo la revista Time; creo que hay una diferencia abismal entre una y otra propuesta, las cuales forman parte de las 241 nominaciones que ya existen para el premio mayor de la humanidad que entrega anualmente la academia de los premios Nobel.

Wikileaks es importante para la transparencia gubernamental y ha ayudado a que los gobiernos tomen acciones correctivas, aunque muchas veces defnesivas. Pero Wikileaks no cambió en nada la forma vertical de la información. Se trata de una comunicación vertical, que en nada se diferencia de los medios de comunicación tradicionales a excepción de que puede cometer ilícitos para obtener información.

Lo del internet y las redes sociales son otro cantar. Han modificado la forma en que nos comunicamos, ahora somos más libres, la comunicación es horizontal y empodera a la gente, como está siendo demostrado en las revueltas populares en el mundo árabe.

No hay punto de comparación. Aunque no estoy seguro si todavía pueden ser recipientes de tal mérito, lo cierto es que Wikileaks jamás puede estar por arriba de Facebook en la lista.

marzo 03, 2011

Neutralidad en el internet



Ronald Reagan fue calificado el mejor presidente de la historia de EEUU, según un sondeo reciente de Gallup. Los encuestados ponderaron sus destrezas políticas que derivaron en el derribo del muro de Berlín, alcanzándose así más libertad y democracia en el mundo.

Sin embargo, los legisladores de su propio partido republicano parecen ahora alejados de aquellos ideales, irónicamente, cuando tienen a la mano un instrumento tan poderoso como el internet para alcanzar los mismos objetivos. La semana pasada se opusieron a una receta de neutralidad de la web que blinda al ciberespacio para que permanezca abierto, libre, razonablemente barato y sin limitar ni discriminar contenidos.

Esta fórmula, que acompaña al internet desde sus orígenes, le da un carácter democrático, que se evidencia en la mala conducta de gobiernos autoritarios, como los de China y Cuba, que en estos días han impuesto censura férrea a los cibernautas para evitar que propaguen los fuegos populares que prendieron en Libia, Egipto y demás países árabes.
La misma noche del 17 de febrero cuando el presidente Barack Obama cenaba con los directivos de Google, Apple Facebook y Twitter, en busca de fórmulas para que el internet ayude a impulsar el crecimiento económico, el empleo y aires democráticos, la Cámara de Diputados, de mayoría republicana, maniató una resolución de la Comisión Federal de Comunicaciones (CFC), que desde el 21 de diciembre ordena preservar la naturaleza neutral y de libertad del ciberespacio, impidiendo que los proveedores de telecomunicaciones puedan discriminar el tráfico de información y la conexión.
El principio de neutralidad implica que las compañías de telecomunicaciones, como ATT, Comcast o Verizon en EEUU, no pueden segregar información y servicios que proveen compañías que fabrican contenidos así sean Google, Wikileaks, Yahoo, Amazon, Facebook o de cualquier periódico, página digital o blog de un individuo. Las empresas transportadoras están obligadas a tratar toda información con igualdad, no pueden elegir que quieren o les conviene transportar, ni cobrar tarifas diferenciadas para descargar datos en computadoras y teléfonos móviles, así sean livianos como noticias, mensajes y correos o archivos pesados como fotografías, música, videos, telefonía, películas y televisión.

Mientras los republicanos consideran que la neutralidad limita la competencia y el libre mercado, y todo el embrollo aparenta ser solo una controversia comercial entre empresas distribuidoras y creadoras de contenido, en realidad el tema tiene fuertes implicancias políticas. El carácter neutral evita que una compañía de telecomunicaciones pueda silenciar opiniones o informaciones, ya sea por no compartir esos contenidos por razones editoriales, políticas o económicas; pudiendo, por ejemplo, discriminar a Facebook por sobre Twitter, porque la primera pagara mejores tarifas o tuviera una cláusula de exclusividad.

Se hace más evidente esta ecuación, cuando se observa que en la mayoría de los países las telecomunicaciones están manejadas por monopolios, u oligopolios en el mejor de los casos, lo que dejaría a la red en manos de unos pocos; y ni pensar que en muchos, las únicas empresas transportadoras de datos pertenecen al Estado, lo que permite mayor manipulación informativa. Tema que el presidente venezolano Hugo Chávez entiende muy bien. Hace unos meses, legisló y obligó a los proveedores de internet a restringir la difusión de información y el acceso de usuarios a aquellos portales que critiquen al gobierno, promuevan el desorden público o actos contra la seguridad nacional.

Las diferentes intenciones sobre el buen uso o no del internet, quedan contrastadas entre la posición de Chávez y la visión del gobierno chileno. Chile fue uno de los primeros países del mundo en adoptar una ley de neutralidad el 13 de julio de 2010, como una medida que refuerza su estabilidad económica, política y democrática. La ley prohíbe a las empresas discriminar contenidos, diferenciar tarifas o bloquear a usuarios y empresas el acceso a internet.

La Cámara del Senado de EEUU, de mayoría demócrata, tendrá la última palabra sobre la neutralidad. Seguramente ratificará las políticas de la CFC para que el internet, siga siendo abierto y libre, donde prosperen la diversidad y la pluralidad. De lo contrario, el país inventor y pionero del internet, estará dando un pésimo ejemplo a otros gobiernos que siempre buscan la excusa perfecta para evitar que la información no fluya libremente.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...