mayo 17, 2009

Ángeles, demonios y Camila

Quiero, antes que nada, agradecer a todos los lectores de este blog y, en especial, a quienes en la última semana han votado por la encuesta sobre la eliminación del celibato en la Iglesia Católica. De los 532 votos – realmente un récord en este blog para cualquier tipo de encuesta - el 71% votó a favor de la eliminación de esa norma. Este porcentaje es realmente idéntico al que publicó la semana pasada el diario The Miami Herald, en una consulta que una firma ajena al periódico hizo durante el fin de semana entre 400 personas.

Más allá de que aquel sondeo haya tenido rigor científico, también mostró que el 72% del público de Miami piensa que la Iglesia debería eliminar el celibato.
Con eso en mente, y pensando que la película Ángeles y Demonios con Tom Hanks presumía de ser controversial sobre la vida de la Iglesia Católica o al menos sobre el Vaticano, anoche fuimos con mi esposa al cine, para entender el debate próximo que se impondría a la sociedad o al menos en los claustros universitarios.

Nada sucedió. Esta película, parte de la saga del Código Da Vinci, es simplemente un largometraje de acción con una trama que ya dejó de ser original después de su primera entrega sobre las sectas secretas dentro de la Iglesia. Muy buena imaginación, pura ciencia ficción, pero nada de controversia. Se trata de un complot por el asesinato del Papa orquestado por un cura cancerbero, por cuyo acto, como todo thriller, trata de confundir al espectador. Hubiera podido ser una entrega más del agente 007, ya que no tiene nada novedoso que le de un carácter diferenciador a otra película de acción. No hay controversia.

Pensando en el cine, la Iglesia y las controversias, hay muchos films que hacen pensar y crean debate. Doubt, de reciente aparición con la que fue nominada Meryl Streep, fue excelente al mostrar desde otro ángulo el problema de pederastia y abuso de menores dentro de la curia.

Otra película que impactó en su época fue la argentina Camila de 1984 de la directora María Luisa Bemberg. Se trata de una historia de amor verídica entre Camila O’Gorman y el sacerdote Ladislao Gutiérrez en el siglo XIX, interpretados por Susú Pecoraro e Imanol Arias. Cuenta sobre el escándalo que desató la historia de una mujer y su amado sacerdote que se fueron a un pueblito a crear una escuela, y escapar del escándalo, situación que se agravó cuando Camila quedó embarazada. El final es bien recordado, pero por discreción, ya que los finales nunca se deben contar, lo dejaré así para que quienes no la vieron la puedan tratar de ubicar y alquilarla. Es excelente y en realidad trae a colación el tema del celibato, lo que el padre Alberto y su historia volvieron a poner de moda.

mayo 16, 2009

Hugo, Cristina y la libertad

Este fin de semana Hugo Chávez está visitando a Cristina y en su primera conferencia de prensa de ayer en la Casa Rosada ya empezaron a tirar insultos y amenazas en contra de los medios de comunicación y de los periodistas.

Cristina habló de los “enemigos en común” en referencia a los medios privados, y Hugo, que viene de tener una semana bien convulsionada contra Globovisión y otras televisoras independientes en Venezuela, le sugirió a la mandataria Argentina que lo mejor sería estatizarlos.

Lo interesante fue que Cristina ni siquiera se inmutó cuando Chávez en plena conferencia dijo que “no se extrañen de que el Estado tome una decisión con algunos medios que siguen practicando el terrorismo", algo que viene repitiendo con suma insistencia como preparando el camino para que nadie se sorprenda. Chávez siempre hace algo de alharaca para ir midiendo la opinión pública antes de tomar una decisión como tratando de conseguir una base política.

Cristina, que ya está bastante cansada de los medios, no se alteró cuando Chávez comparó a los medios de comunicación con grupos terroristas, y le dijo con tono amigable: “Sufrimos lo mismo. Los mismos males nos aquejan". Cristina, tomando el guante, enseguida se quejó de los medios diciendo que ciertas noticias no "no aparecen en las primeras planas" de los diarios, criticando que las buenas obras del gobierno pasan desapercibidas.

Lo interesante, de todo esto, es que mientras se daba esta conferencia, Clarín había publicado que muchas receptorías para avisos en toda la capital habían sido atacadas por grupos presumiblemente afines al oficialismo; el gobierno sigue utilizando la publicidad oficial para castigar a los medios; y el ministro de Justicia Aníbal Fernandez pedía a Marcelo Tinelli que dejara de lado en su programa de entretenimiento el sketch sobre “El Gran Cuñado” donde se hace una sátira de la Presidenta.

En Caracas, mientras tanto, además de las multas y acciones administrativas con la intención de cerrar Globovisión, el único canal de aire crítico, el gobierno impuso una nueva modalidad de propaganda al llenar libros ideológicos en las bibliotecas y retiró unos 60 mil ejemplares de los que no les conviene.

Como parte del Plan Revolucionario de Lectura (PRL), Chávez tomó la decisión de poner libros la "sección ideológica", tratando de “crear” nuevos lectores. El Ministerio de Cultura explicó que con esta nueva acción se trata de "reafirmar los valores conducentes a la consolidación del hombre nuevo y la mujer nueva, como base para la construcción de la patria socialista", "desmontar el imaginario del capitalismo" y "re contextualizar la historia".

Entre Cristina y Hugo, de libertad nada.

Chávez, con nuevo guiño a la Kirchner, le dijo que apoyaba a su marido Néstor, quien en las próximas elecciones legislativas de junio lidera la lista de diputados nacionales. Obviamente, la pregunta de todos, pero que nadie hizo, es si Hugo le trajo a Cristina otra valija con 800 mil dólares, ya que como la otra que había traído Wilson Antonini quedó en total impunidad, fácil sería ahora haber entrado otra. ¡Y los Kirchner la necesitan!

mayo 15, 2009

La infidelidad de Alberto

Abofeteada y avergonzada por los escándalos sexuales de años recientes, esta semana la Iglesia Católica de Miami tuvo que poner la otra mejilla. La cachetada fue del padre Alberto Cutié, uno de sus hijos más dilectos y responsable de moldear a su imagen y semejanza la renovada cara de la Iglesia: carismática, moderna y comunicativa.
Tal vez por su popularidad y porque la Iglesia no saldó del todo sus cuentas con la sociedad por el abuso de menores, muchos pasaron factura inundando programas periodísticos para respaldar el desliz amoroso del cura con una mujer en las arenas públicas de Miami; una conducta que quizás no se le hubiera tolerado a otro religioso de más bajo perfil.
Muchos tomaron partido a su favor, acusando al celibato de todos los males sexuales que engendraron los curas desde el Concilio de Trento en 1563. Sin embargo, que éstos se casen o que puedan tener relaciones no resuelve los problemas de las desviaciones ni de la infidelidad, en algunos casos hasta los puede potenciar. Numerosos pastores protestantes casados son la prueba; están acusados de adulterio y sentenciados por delitos sexuales.
Tampoco el matrimonio es la solución a los descarríos amatorios. Hay pederastas y pedófilos entre los que se ven felizmente casados, así como relaciones incestuosas, pornografía infantil y violencia doméstica. En todo caso, la desaparición del celibato, un debate nada nuevo en la Iglesia, más que enderezar perversiones, permitiría aumentar el número de vocaciones (en Estados Unidos hay 40.600 curas, cinco mil menos que en 2000); aunque quizás para la Iglesia sería más urgente resolver la discriminación de las mujeres al sacerdocio.
Lo del padre Alberto no es un tema de celibato, sino de infidelidad. Tenía incluso más responsabilidad que otros sacerdotes, debido a su vida pública y porque le habían delegado la imagen y mercadeo de la Iglesia en los medios. Su conducta tiene el agravante de que la hizo pública y sin tapujos; y pudo tener el atenuante si hubiera pedido a sus superiores excusarse de sus deberes sacerdotales durante las semanas transcurridas desde que fueron obtenidas las fotos en febrero (o desde que empezó la relación) y publicadas en mayo.
El caso de infidelidad a los votos sacerdotales, como el del ex obispo paraguayo, Fernando Lugo, no debería generar culpas más que a las personas responsables. No se puede acusar de este incidente ni a la Iglesia ni al celibato ni a los periodistas. A pesar de los excesos, los medios tienen la obligación ética, aún a riesgo de perder simpatías o lectores, de dar a conocer los actos de personas públicas, especialmente cuando se reflejan incoherencias entre lo que se pregona y se practica. De ahí que muchas carreras políticas exitosas y cercanas a la Presidencia estadounidense, como los casos de Gary Hart y John Edwards, hayan quedado truncadas por infidelidad marital.
Más allá de las responsabilidades éticas y legales que cada uno tiene ante su profesión, lo que la publicación de los hechos sobre personas públicas permite a la sociedad, no es corregir o castigar la promiscuidad, sino sancionar la traición de la confianza depositada y evitar que esa mentira o engaño pueda ser reiterada.
La sabiduría popular, más allá del cansino dicho de “quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”, sabrá ubicar al cura Alberto cerca de la imagen de Bill Clinton, cuya infidelidad fue perdonada, o la pegará a la de políticos y curas cuyas figuras fueron castradas por hechos parecidos. La ubicación depende de cómo juzgue la gente su admisión anoche en Univisión de que es un cura con novia, enamorado, de su lucha interna por serle infiel a Cristo y de una relación más larga de lo que mostraron las fotos.
Sus declaraciones rompieron un silencio que parecía prudente y reflexivo. Ahora la Iglesia, ante su confesión pública, no tendrá otro remedio que tomar una decisión, por lo que hasta un posible debate por la eliminación del celibato no lo tendrá a él entre los protagonistas más directos. La Iglesia tiene por delante una difícil decisión. Cualquier medida que adopte generará un grupo de ofendidos y mucha desconfianza.
Lo paradójico y asombroso, en todo caso, es que este bullicio lo genere una persona que mucho hizo para devolverle a la Iglesia la confianza perdida tras tantos años de escándalos y abusos sexuales.

Fotos indecentes

Las fotografías, como producto de la guerra que Estados Unidos está conduciendo en Irak y Afganistán, siempre generaron controversias, desde las que parecerían más favorables, como la de ataúdes con los restos de los propios soldados estadounidenses caídos en batalla, hasta las tomadas a militares quienes perpetraron actos de torturas contra supuestos terroristas.

A pocas semanas de haber asumido la presidencia Barack Obama, el Pentágono dio marcha atrás a una disposición que prohibía a los periodistas tomar fotos de los ataúdes con restos de soldados. Luego de quejas por años, la nueva administración comenzó a permitir la toma de fotos, siempre con el debido respeto de pedir la autorización a las familias de las víctimas.

Durante la época de George Bush, su administración mostró fotografías de soldados y oficiales estadounidenses cometiendo actos de tortura contra sus enemigos, lo que se vio como una violación de convenios internacionales firmados y el alejamiento de preceptos sobre derechos humanos de los que los líderes políticos de este país suelen vanagloriarse.

También durante la actual presidencia, Obama ha venido haciendo esfuerzos tremendos para denunciar los abusos cometidos por la administración anterior, a tal punto de que uno de sus primeros decretos involucró el cierre de Guantánamo y otras cárceles en el exterior que fueron utilizadas para torturar.

Por todo esto, ahora no se entiende muy bien, después de una actitud política de apertura y transparencia, que Obama haya, este 13 de mayo, negado y desautorizado una orden judicial que facultaba la publicación de fotos de supuesta tortura infligida por militares estadounidenses contra detenidos en Afganistán e Irak. La excusa de Obama, basada en justificaciones militares, es que esas fotos pudieran representar problemas de seguridad e imagen para las tropas norteamericanas.

Una corte de apelación federal, al que recurrió la Unión Americana para las Libertades Cívicas (ACLU), ordenó que esas fotos se deben hacer públicas antes del 28 de mayo de este año, concluyendo que no existen pruebas suficientes de que la publicación de esas fotos pueda poner en peligro a las fuerzas norteamericanas y a sus aliados.

La publicación de las fotos, por más doloroso que esos hechos representen para las Fuerzas Armadas, es el único instrumento por el que se puede saber la verdad y que motivará, que se busquen anticuerpos para contrarrestar conductas lesivas a los derechos humanos. Para continuar con su espléndida política de transparencia, Obama debe autorizar que esas fotos sean desclasificadas.

mayo 13, 2009

¿Democracia venezolana?

Nuestras democracias latinoamericanas son muy débiles, a juzgar por la popularidad vergonzosa que tiene un dictador como Hugo Chávez, que alcanza a casi el 60%, especialmente cuando en estos últimos meses, desde que ganó el referendo en febrero pasado, ha cometido grandes desbarajustes, como militarizar fábricas de alimentos, puertos y aeropuertos, haber asestado un golpe de estado al gobierno municipal de la ciudad de Caracas y corrido a varios políticos, como Manuel Rosales que debió asilarse en Perú.

Que ese porcentaje, o algo parecido, lo tengan Michelle Bachelet, Alvaro Uribe y Felipe Calderón, está justificado porque han tomado medidas a favor del bien común, ya sea para combatir el narcotráfico o la violencia y la inseguridad. Pero que lo tenga Chávez, que en estos días está enarbolando una batalla feroz en contra de Globovisión, el único canal por aire que es independiente y que dice las cosas que a él no le gusta escuchar, es demasiado.

Si uno siguiera todos los pasos que dio Chávez desde que asumió el poder y los pusiera por escrito, tendría un manual exacto de cómo se fabrica una dictadura. Ha dado pasos concretos y sostenidos para ofrecer un marco de legalidad a todas sus acciones. Asumió, hace años, el poder y control de los demás poderes. Y ahora ha dicho que profundizará la revolución socialista, eso significa que además de aplastar a la oposición, hará que ningún medio pueda dar un punto diferente a lo que él diga y piense.

Según la encuestadora Datanálisis, Chávez tuvo a finales de marzo un respaldo del 59,3%, alguito menos que el 61% de fines de febrero cuando el referendo.
Realmente es difícil de comprender, como un presidente cuasi dictador, después de 10 años en el poder y con un 28,3% de inflación puede mantener tan alto índice de popularidad.

Con datos como éstos, uno se pregunta qué tipo de democracia los venezolanos están pretendiendo tener o si la gente quiere realmente vivir en democracia. No parece.

mayo 12, 2009

Me cansé de Alberto y los medios

Como muchos, me quedé para seguir la entrevista que Univisión a través de Teresa Rodríguez le hizo al padre Alberto Cutié. No lo hubiese hecho por principios periodísticos, teniendo en cuenta que no comparto para nada la forma en como la televisión se excede para hacer de cualquier noticia una novela, máxime cuando se trata de temas de interés público como en este caso.
Pero bueno, no tuve más remedio que apoltronarme en el sillón y esperar que la estupidez acartonada de la televisión se desenvuelva de a poco para llegar a las mismas conclusiones que tuve desde el principio cuando me enteré, a través de la publicación de unas fotos en TV Notas, que habían sorprendido al padre Alberto revolcándose en la playa de Miami, casi en el umbral de su parroquia de Miami Beach con una parroquiana.
Después de esta entrevista sostengo lo mismo que desde el principio. A pesar de que se trata de hacer ver a esto como un problema de celibato, no es más que un problema de infidelidad de parte del cura para con los votos sacerdotales, con el agravante de que se ha formado un escándalo porque su conducta impropia – no con la vida de hombre, sino de sacerdote – fue pública. Nada más que eso.
El tipo es un buen tipo nadie puede negarlo, como tampoco se puede negar que se trata de una celebridad y que le encanta y se siente cómodo de estar frente a las cámaras y de escuchar su voz. Acaso algún periodista de televisión – como él lo es – ¿no es también narcisista? Como el jueves pasado después de la entrevista, noté que habló con falta de humildad, inmadurez, displicencia y desafiante, aunque nada me molestó. Da la sensación que ahora debería ir al programa de Don Francisco para seguir este peregrinaje mediático. Ya estuvo en CBS y buscará él y otros canales mayor rating.
Todo lo que dijo, sobre que estaba enamorado, de que la Iglesia es del siglo dieciocho y él del veintiuno y sobre que al celibato lo respeta, pero que no es para él, no es nada nuevo ni sorprendente. Me parece que es dueño de sus actos, que sabe lo que hace y que pronto decidirá que hacer por fuera de la Iglesia. Será una persona de éxito y creo que como a cualquiera hay que desearle lo mejor. Se lo merece como cualquiera de nosotros.
Para cerrar con este caso, me quedaron algunas cosas en el tintero que tienen que ver con el periodismo y su comportamiento.
a) Me pareció excelente que este hecho saliera a la luz pero me sorprendió que algunos medios no quisieron sacarlo antes. Las fotos fueron tomadas en febrero y se publicaron en mayo. Si TV Notas pudo pagar por las fotos, no entiendo cómo las televisoras no pudieron hacerlo con lo ricas que son. Creo que hubo algo de manipulación de tratar de no dar una noticia para no perjudicar a alguien. Al menos sino hubo manipulación si hubo omisión. Conducta muy reprobable.
b) Univisión me parece deleznable lo que hizo a nombre del periodismo. Repito, un medio no puede demorar cuatro días para terminar de dar una noticia cuando se trata de algo tan importante. Trató al público con mucha falta de respeto, como si todo su público fuera una audiencia de telenovela.
c) El Miami Herald hizo un sondeo de opinión este fin de semana donde preguntó de todo, sobre el celibato, sobre la Iglesia, sobre la simpatías hacia el cura Alberto, pero lo que no hizo fue la pregunta que debería haber hecho y que se trata de la acción del cura de haber hecho público una relación con una mujer en la playa. Pareció como que las preguntas favorecían al protagonista, y de esa forma polarizó al público poniendo a unos en contra de los otros, cuando en realidad el tema aquí no era la personalidad del cura, sino su conducta, si fue correcta o impropia.
d) Muchos periodistas, incluso uno de la radio FM de Miami, participaron en la marcha frente a la parroquia del cura con cartelón en mano a su favor. Un periodista hasta protagonizó una pelea con un anciano, mientras que muchos en la radio y la TV se mostraron públicamente a favor del “amigo y colega”, sin reparar que los periodistas no deben ser protagonistas, sino tratar de acercar al público la mayor cantidad de información para que pueda desarrollar una opinión y criterio propios. Muchos periodistas (no todos) fueron masa, y no iluminaron, y eso para mí fue el gran pecado de los medios en estos días, especialmente a un principio tan básico del periodismo.
e) La Voz Católica, el semanario de la Iglesia aquí de Miami, sigue guardando un silencio que ya dejó de ser prudente, y en este época de comunicaciones, creo que el padre Alberto tiene razón de que estamos no solo ante una institución de otro siglo, sino con también con un medio de otro siglo. La Iglesia necesita ahora salir a iluminar.

mayo 11, 2009

Padre Alberto y Jaime Bayly

Muchos periodistas y medios, a su manera, se están aprovechando de la novela del padre Alberto. Uno de ellos es Jaime Bayly, el periodista peruano que hace muy bien su papel sarcástico en contra de los dictadores como Fidel Castro y Hugo Chávez, ya que le responde en su propia moneda, pero no lo hace bien cuando mezcla cuestiones sexuales, para lo que él es, más que periodista, un protagonista.

Sobre el padre Alberto, fue el primer periodista que en su programa de Miami lo apañó sin importarle de que se trataba, simplemente dijo que era bueno que haya mantenido relaciones sexuales, que debería irse de la Iglesia, una entidad que no podía ser santa ni sabia, si condenaba el aborto, las relaciones sexuales de los curas o si no toleraba a la homosexualidad. Eso fue el jueves por la noche. El viernes, un día después, al haber escuchado al cura Alberto su confesión en su entrevista por Univisión, no había para él un peor cura y ser humano. Muchos sospechan porque el cura no le dio a él sino a Univisión su entrevista, sino además porque pidió perdón por haber cometido una infidelidad contra su feligresía y los votos del sacerdocio al haber mantenido una relación amorosa con una mujer, volviendo a repetir la historia de muchos de que “mejor con una mujer, antes que un niño o un varón”.

Bayly tendría que comprender que la Iglesia siempre fue muy tolerante con el homosexualismo, solo debería mirar al interior de la Iglesia. Por muchos siglos, cuando el homosexualismo no era aceptado dentro de las familias, existían muchas vocaciones disfrazadas, de hombres que preferían el celibato de la Iglesia para esconder su preferencia sexual.

Obviamente Bayly no tiene mucha autoridad para hablar de cuestiones morales, toda vez que en su programa pregona a favor de la promiscuidad y del homosexualismo, aspectos sobre los que no tengo nada en contra, pero de ahí a ensalzarlos como una condición humana virtuosa hay mucha diferencia. En todo caso, habría que pensar que un alto porcentaje de los abusos sexuales contra menores varones en la Iglesia fueron cometidos por curas que tenían tendencia marcadamente homosexual.

Estimo que este es otro tema que debe tenerse en cuenta en cualquier tipo de debate, de lo contrario va a terminar pareciendo que periodistas como Bayly, quien defiende el homosexualismo, siempre tendrán razón y que los equivocados en este mundo son los que no tienen preferencias por las personas del mismo sexo.

La dolorosa libertad de prensa

  Hoy, Día Mundial de la Libertad de Prensa, como hace 32 años cuando publiqué "La Dolorosa Libertad de Prensa", estoy convencido ...