julio 06, 2011

Chávez remontando en Venezuela


Cuando la verdad y la información oficial fidedigna no brotan fácilmente, dejan al descubierto el carácter autoritario de un sistema de gobierno.

La admisión este jueves del presidente Hugo Chávez de que padece cáncer, después de esconder la enfermedad por varias semanas y propiciar todo tipo de rumores sobre su salud, demuestra que en regímenes autócratas toda información, sin importar su relevancia, no se ofrece sin antes calcular sus efectos, o se manipula o tergiversa en beneficio de intereses partidarios, y en desmedro del bien común.

El anuncio, aunque tardío, le sirve al gobierno de bálsamo para calmar especulaciones y transformar la enfermedad en un instrumento utilitario, convirtiendo un tumor maligno, en estrategia benigna para el régimen, aprovechando la coyuntura de que “no hay mal que por bien no venga”,

Pese a lo que se pudo especular tras el primer video de Chávez con Fidel Castro leyendo el Granma y por su debilidad en el segundo, cuando oficializó el cáncer, el absceso, traducido en tres semanas de ausencia en su terruño, permitió al régimen demostrar el vacío de poder. Que Venezuela, como iglesia sin párroco, no funciona bien sin Chávez, que sus fieles siguen dispersos y peleándose entre sí, y que la oposición perdió el blanco adonde apuntar críticas y desazones.

La falta de instituciones fuertes y el personalismo mandón, le permitieron a Chávez sin consecuencias burlar la Constitución para gobernar atemporalmente desde otro territorio. Y demostrar que el hermetismo es una fenomenal arma de propaganda. Bien manejada, como lo hizo el régimen cubano durante el proceso enfermizo de Fidel, sirvió para convertir cualquier situación en secreto de Estado, y violar leyes que al gobierno le obligan ser transparente e informar al público con la verdad.

Esa falta de transparencia justifica que muchos, a pesar del anuncio, creyeran que más allá de la gravedad de la dolencia, la prolongada ausencia de Chávez no fue más que un alejamiento premeditado al servicio de sus renovadas intenciones políticas.

No es absurdo pensar que el aparato de inteligencia cubano ha sabido transformar un supuesto tumor maligno en una formidable campaña de expectativas. Dentro de ese esquema, la verdad a medias y el silencio, motor de rumores, incertidumbres y mitos populares, suelen ser más provechosos que la información pura y verdadera.

En definitiva, la ausencia física que se reclamó a gritos, no fue más que sinfonía para egoístas y narcisistas dentro de un régimen que ha idolatrado y acentuado el personalismo. Por ello, el vicepresidente Elías Jaua se excusó de ser el líder, prefiriendo que se gobierne a control remoto o con exclamaciones victoriosas por Twitter. Los demás funcionarios impúdicamente acusaron a los medios por la desinformación que provocó el gobierno, mientras destacaron talentos sobrenaturales y endiosaron a un patriarca que durante los actos del bicentenario de ayer, siguió diciendo – esta vez en mensaje en video pero desde el Palacio de Miraflores – que no está dando batalla contra la muerte, sino a favor de la vida de la revolución y la grandeza de la nación. Propaganda en todo su esplendor.

Aunque habrá que esperar por el desenlace de la enfermedad, si volverá reponerse a La Habana o aceptará el ofrecimiento del gobierno brasileño para tratarse en las clínicas oncológicas de Sao Paulo, el gobierno ya ha convertido esta separación del líder con su pueblo en una estrategia publicitaria al servicio de la purificación de sus crecientes debilidades. Frente al próximo proceso electoral, la ausencia física se transformó en espacio adecuado para recargar baterías y acrecentar la popularidad decaída. En ese marco, el chavismo idealiza un futuro más unificado, que incluyó un regreso apoteósico con fuegos artificiales.  

La ausencia del líder jugó a favor de un chavismo que desde hace años sufre un desgaste notable. El país está más pobre, el gobierno más corrupto y despilfarrando, y a Chávez se lo ve cansado y sin lustre internacional. Una carestía de liderazgo tan fastidiosa como la escasez de azúcar, habichuelas y electricidad.

A veces, bien lo saben quienes manipulan las verdades, es necesario que las cosas sean escasas o estén ausentes para convertirlas en objetos de deseo o de primaria necesidad.

julio 05, 2011

Cristina y la arrogancia del decreto sexual


La presidenta argentina Cristina de Kirchner se equivocó de nuevo hoy al prohibir por decreto la publicación de avisos clasificados de oferta sexual, en un acto en la Casa Rosada contra la trata de personas, en el que recriminó a la prensa, diciendo que se trata (la decisión de haber tomado la medida) de “un paso gigantesco contra la doble moral y la hipocresía".

Más allá de si está bien o no el fondo de la medida, que puede ser rebatida por cuestiones sobre principios de libertad de expresión a pesar de que tenga un fin loable como luchar contra la trata de personas, lo que sorprende son las formas en que fue adoptada.

El decreto es arrogante. Porque tratándose de un tema que cambia reglas de juego importantes e íntimas de una sociedad como lo representan los valores éticos de los individuos, hubiera sido mejor que la medida se adopte después de un proceso de debate público, desencadenado ya sea por alguna organización autónoma de gobierno o como parte de una discusión en el Congreso que derive en un proceso legislativo. 

Poner el tema en el debate público de esa forma, ayudaría a que las personas se expresen, se eduquen y se orienten, aspectos importantes dentro de una democracia participativa. Un decreto presidencial, por más acertado o ajustado a la verdad que pueda ser, especialmente cuando se trata de temas que caminan sobre esa delgada línea divisoria de la moralidad y la legalidad, no deja de ser una muestra de arrogancia y paternalismo de parte del gobierno. Incluso – aunque no comparta el procedimiento y como se manipularon las preguntas - hasta la Presidencia de Ecuador, que es más arrogante que la argentina, tuvo la resolución de plantear mediante consulta popular varios temas de moralidad y convivencia, antes de tratarlos legislativamente.

El decreto también es vengativo. Por más que se hayan definido fines loables – como también lo hizo el gobierno boliviano con la Ley Antirracista el año pasado al haber violado temas de libertad de expresión – como la creación de una oficina de monitoreo dentro del Ministerio de Justicia, junto al Consejo de la Mujer, para que se luche contra la trata, el blanco del decreto tuvo como represalia a los medios de comunicación. Es que la semana pasada, los medios se hicieron eco del informe del Departamento de Estado (cancillería) de Estados Unidos que acusó al gobierno argentino de no hacer lo suficiente sobre la trata.

Sus intenciones fueron claras y se desprenden de sus palabras cuando dijo que el decreto  “es un gigantesco paso contra la doble moral y la hipocresía que rige en algunos sectores". Se justificó expresando que “el rubro 59 le deja pingües ganancias a los diarios que hacen negocios con esta oferta. No se puede desde las tapas pedir al Gobierno que luche contra la trata de personas y después en las páginas comerciales publicar avisos". No hay evidencia más clara que ésta.

julio 04, 2011

Poco fútbol, el de los grandes


Las expectativas eran grandes para los tres más grandes de Sudamérica. Pero ni Messi, ni Forlán ni Neymar pudieron dar la cara por Argentina, Uruguay ni Brasil. Los tres equipos grandes quedaron empatados con equipos mucho más chicos y ante los que eran ampliamente favoritos, como Bolivia, Venezuela y Perú.

Los cracks más famosos del mundo parecieron atolondrados y alejados del aura de grandeza que les acompañó. De Messi se sigue hablando de que no está acomodado con el equipo como en el Barcelona, de Neymar hubo que aguantar sus locuras tras su pelea con el técnico de Venezuela con quien casi se agarra a las trompadas y de Forlán se espera que en algún momento deje atrás su sequía goleadora de cuatro meses.

La Copa América, a no ser por las victorias de Colombia y Chile, aún sin el aporte de Falcao ni de Sanchez, no deslumbra todavía por el fútbol, hecho por deportistas que no están acostumbrados a jugar ni en equipo ni en su país. Sudamérica ha engrandecido y ayudado en forma individual a otras zonas futboleras como la europea, pero ha perdido en calidad de fútbol de equipo. No es fácil armar un equipo cuando uno sólo de los 23 jugadores juega en algún equipo local, como en el caso del arquero argentino Carrizo que juega en River Plate (incluso ya no es equipo de primera división, aunque duela y cueste creerlo), o también la mayoría de los integrantes de Brasil y Uruguay.

Los comentaristas y los propios jugadores hablan sobre que ya no hay diferencia entre equipos chicos y grandes. Ya nadie tiene ventajas sobre nadie. Es verdad, pero también en cierto que la gran diferencia con el fútbol europeo, es que la mayoría de los jugadores de sus selecciones están en sus países de origen y tienen así más disponibilidad y posibilidades de trabajar en sus equipos.

El poco fútbol de la Copa América refleja estos patrones, que si bien no son nuevos, se están acentuando cada vez más.

Ojalá que la próxima ronda los jugadores estén menos atolondrados.

julio 01, 2011

Represalias chavistas contra Globovisión


Este jueves pasaron muchas cosas y todas juntas. El presidente Hugo Chávez admitió después de tres semanas de estar internado en La Habana que los rumores que habían ronroneado los medios venezolanos sobre que estaría gravemente enfermo - y por los cuales recibieron reprimendas de ministros y funcionarios por incentivar la desinformación - eran ciertos.

El mismo día que Chávez hizo su anuncio sobre su delicado estado de salud, en el Congreso estadounidense, el departamento de Estado (cancillería) ofrecía un informe a un grupo de senadores, advirtiendo sobre el deterioro de las instituciones y de la libertad de prensa en varios países latinoamericanos, entre ellos, Venezuela principalmente, y también Ecuador, Nicaragua, Bolivia y Argentina.

Y al mismo tiempo del anuncio de Chávez, que obviamente acaparó la atención de Venezuela y del mundo, Globovisión fue notificada de que la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel) le estaba iniciando un séptimo procedimiento administrativo que podría incluir un 10% de sus ingresos brutos en multas y hasta la revocatoria definitiva de su concesión.

La causa, la misma que se la ha seguido contantemente: represalias por su cobertura periodística. En este caso, Conatel aduce que Globovisión tuvo varias faltas de equilibrio periodístico al cubrir el conflicto carcelario de El Rodeo donde murieron varios reos. Se le acusa a Globovisión de entrevistar a parte y no a todos los familiares de los reos afuera de la penitenciaria.

Globovisión pende de un hilo ante la represalias del gobierno. Y no es casualidad que las acciones se escuden detrás de otros hechos de mayor relevancia informativa, como es el caso de la enfermedad y su anuncio. Esta ha sido una constante del régimen.

junio 29, 2011

Propaganda y manipulación informativa


La emisión descontrolada de propaganda gubernamental en varios países latinoamericanos, disminuye la calidad de la información que consumen los ciudadanos y contribuye a reducir los niveles de democracia.

En los últimos meses, varios gobiernos se han desbocado, comprando y creando medios propios y agencias de noticias o gastando sumas siderales en publicidad, para defender y promover sus intereses partidarios. En contrapartida, no existe una cultura que promueva la creación de medios públicos y autónomos que estén obligados a hacer periodismo equilibrado, a exigir transparencia y a servir como fiscalizadores de sus gobiernos - jefes.

El problema lejos de disminuir está en expansión. A principios de junio se creó la Unión Latinoamericana de Agencias de Noticias estatales (ULAN), compuesta por nueve entidades nacionales oficiales: Telam (Argentina), ABI (Bolivia), AB (Brasil), Prensa Latina (Cuba), Andes (Ecuador), AGN (Guatemala), Notimex (México), IP (Paraguay), y AVN (Venezuela).

No preocupa su legítima alianza, pero sí saber que en su historia y modo de operar, las agencias estatales noticiosas en América Latina, siempre fueron usadas como brazos operativos de gobiernos. La inspiración detrás de la creación de la ULAN desenmascara que nada cambiará. Está imbuida de la acostumbrada cháchara de confrontación contra los medios independientes, a los que se acusa de todo mal, bajo las ideas que pregonan los presidentes Evo Morales, Hugo Chávez o Rafael Correa. Irrita que la ULAN no haya nacido para promover mejor periodismo profesional, sino para “enfrentar el cerco mediático”, “romper la hegemonía de las trasnacionales de la comunicación” e “incidir en la batalla de ideas”.

Las mismas actitudes propagandísticas son las que se utilizan para manipular información o transferir responsabilidades. Sirve al gobierno de Venezuela para culpar a los medios privados por los muertos en los motines carcelarios o por los rumores sobre el estado de salud de Chávez; así como en Argentina, para acusar a los medios de incentivar la polémica sobre la disparidad sustancial que existe entre los índices de inflación que reporta el gobierno y el que miden entidades privadas.

En muchos países, los gobiernos compran medios no solo para promover sus gestiones, sino para amedrentar a opositores y críticos. El ejemplo más reciente es el del presidente nicaragüense Daniel Ortega. Desoyendo denuncias sobre corrupción y nepotismo, inauguró el 13 de junio el nuevo Canal 10, entregando su licencia operativa y manejo a tres de sus hijos. Durante su gobierno, también con fondos públicos, su familia se apropió de los canales 8 y 4, y de docenas de radios en todo el país.

No todo son malas noticias. En El Salvador, la semana pasada el gobierno del presidente de izquierda Mauricio Funes, con el apoyo del Banco Mundial, anunció que dará mayor autonomía a los medios estatales como Radio Nacional y Canal 10, convirtiéndolos en empresas públicas y autónomas. Se pretende acabar con el “sometimiento de los medios a intereses políticos de los gobiernos de turno”, y evitar épocas pasadas en que sirvieron para legitimar golpes de Estado, imponer censuras y hacer propaganda.

Bajo esa óptica, la ULAN, debiendo ser más leal a los contribuyentes, los verdaderos dueños de las agencias estatales de noticias, pudo haber trazado objetivos más profesionales que de propaganda. Como por ejemplo, capacitación de periodistas, intercambio de información y experiencias para reducir costos, mejora de servicios a clientes, y debatir sobre las ventajas de transformar medios estales en públicos, para el beneficio de la democracia.

La historia ha demostrado que cuando menos controles tiene y más desbocada es la propaganda gubernamental, menores son las chances de éxito de las democracias. Los europeos aprendieron bien la lección. Después de las devastadoras campañas de propaganda nazi y fascista, se dieron a la tarea de crear medios públicos, alejados de injerencias gubernamentales y con altos estándares de calidad informativa.

Esas experiencias deberían servir de lección. Sin embargo, descompasada con los tiempos democráticos, una de las primeras medidas anunciadas por la ULAN para julio, es que capacitará a periodistas de sus agencias en Cuba. Vaya ironía, considerando que la dictadura comunista lleva más de 50 años vanagloriándose de su capacidad para hacer propaganda.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...