abril 19, 2011

¿Cuál revolución? ¿La cubana?

Terminó el mejor y más lamentable chiste del año en La Habana. Con el fin del VI Congreso del Partido Comunista los miembros reincidentes y cada vez más viejos del PC se endulzaron la boca con la palabra revolución.

Una palabra totalmente hueca en la historia sino está acompañada de un gran progreso del ser humano. Las verdaderas revoluciones son las que modifican para bien la vida de los ciudadanos y realzan los valores y derechos humanos; de ahí que la más recordada y relevante fue la que consignó aquellas palabras sagradas de toda sociedad: libertad, igualdad y fraternidad.

La revolución que los jerarcas cubanos de hoy ratificaron en Cuba adolece de los mismos valores que le fueron incautados al pueblo cubano por más de medio siglo, especialmente aquellos que tienen que ver con el preciado don del libre albedrío del que Dios dotó a todas sus criaturas. La libertad es la esencia, el origen y causa de cualquier otro valor. Nada, sin ella, tiene sentido.

La vieja dirigencia que se apoderó por décadas de las voluntades de su pueblo y que hoy se ratificó en el liderazgo por 10 años más, solo atinó a ofrecer unas tibias reformas económicas, carentes de algún atisbo democrático.

Sin libertad ni democracia, Cuba es hoy una vergüenza para el continente y para la raza humana. La única transformación que la historia le adjudicará a quienes se mantienen en el poder, es la de haberle robado la libertad a su propio pueblo.

Nada justifica ese robo. Y por ello, es obvio que la dirigencia cubana, habiendo ratificado a Raúl Castro y rendido pleitesía a Fidel Castro y a los mismos de siempre, solo atina a perpetuarse en el poder para conseguir dos fines que son primordiales para cualquier dictadura: inmunidad e impunidad.

Los cubanos y todos los humanos merecemos mejor.

abril 18, 2011

Diez años más de dictadura


Los regímenes autoritarios no tienen vergüenza en absoluto de abusar del poder y de las libertades públicas. Véase el ejemplo de Cuba que este fin de semana acaba de extender la dictadura de los hermanos Castro por 10 años más como si se tratara de una monarquía eterna.

Sin empacho, con poca vergüenza y dándose de distraído de los cambios democráticos que a la fuerza la población está arrastrando a los regímenes del norte de África y del Medio Oriente, Raúl Castro, planteó los límites de su gobierno en 10 años más, una medida que seguramente – como todas las que plantea su hermano Fidel y él – será de trámite automático en el VI Congreso del Partido Comunista.

El anuncio vino también como parte de los festejos del gobierno cubano por la derrota que infligieron hace 50 años a los exiliados cubanos, que apoyados por el gobierno estadounidense, lucharon por menos de 72 horas en lo que se denominó la Invasión de Bahía de Cochinos. Aquel episodio marcó al exilio cubano, con desazón y odio contra John Kennedy, un presidente al que identifican como quien los abandonó en plena lucha después de los esfuerzos de la CIA para recuperar su país.

Más allá de la historia, este domingo quedará marcado por el anuncio de prorrogar una dictadura de espaldas a las esperanzas de un pueblo que pide cambios políticos y mayor participación, algo que en la isla está vedado desde 1959.

abril 16, 2011

Lebron y Wade o Messi vs Ronaldo


Como todos los años a mediados de abril, este sábado comienzan los playoffs o las finales o la liguilla de la liga de básquet más espectacular del mundo. Lo único que me tiene mal hoy es que al mismo tiempo que debutarán los Heat de Miami (mejor dicho de James, Wade y Bosh) el Barza de Messi y el Real de Madrid jugarán a la misma hora. El control remoto será el rey, no vale grabar partidos, la emoción es al instante.

Difícil elección entre una gambeta o gol de la Pulga y una clavada de Lebron.

Fanático del Heat desde que llegué a Miami hace 18 años, este es el año más espectacular y soñado para que se alcen con la corona como en el 2006. El año pasado para esta época la única esperanza era pasar a la segunda ronda. Hoy las expectativas son hasta las finales, pero se sabe también que la cachetada puede interrumpir cualquier buen momento, ya que todos los equipos están llenos de estrellas, Garnet, Rose, Howard, Stoudemaire en el este y del otro lado Durant, Ginóbili, Kobe y Nowitsky, por solo nombrar al 10% de los estelares. Pero más allá de las estrellas se alzan como vedettes dos equipos que llegan de lo mejor parados gracias al trabajo de equipo y de sus técnicos: Bulls de Chicago y los Thunder de Oklahoma.

Miami Heat es el equipo odiado, al que todos abuchean después de que Lebron dijera en un programa exclusivo de ESPN a principios de temporada que llevaría su talento a South Beach. En esta relación con el público, uno bien sabe que los fanáticos odian por diversión de la misma forma que hacen lo contrario. De ahí se explica que Lebron sea el vendedor número uno de sus jerseys en los negocios de la NBA, habiendo sobrepasado por primera vez el marketing de Kobe. Tanto odio no se explica ¿verdad?

El partido de Heat vs Sixers parece fácil para los locales y como es el primero, no es tan atractivo como el duelo entre el Braza y el Real; entre la belleza de las piruetas e ingenio de Messi y el atletismo y frialdad de Ronaldo.

Mirar uno u otro: ¡qué dilema!  

abril 14, 2011

Sutilezas del poder y libertad de prensa


Los ataques de los gobiernos contra los periodistas y medios de comunicación son cada vez más ingeniosos y sutiles, pretendiéndose que no se perciban como embestidas contra la libertad de prensa, sino como ajustes de cuenta contra su poder e intereses económicos desmedidos.

Esto quedó desenmascarado en la reunión de la Sociedad Interamericana de Prensa que acaba de terminar en San Diego, California. Los informes de libertad de prensa, dan cuenta de gobiernos personalistas, entre ellos los de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina y Nicaragua, que comparten estrategias comunes destinadas a minimizar la credibilidad de la prensa y neutralizar las denuncias sobre corrupción.

Una táctica consiste en llevar a los medios al terreno fangoso de la política, como si fueran contrincantes electorales. Ahí, la retórica insolente les sirve a las autoridades para victimizarse y distraer la atención sobre sus obligaciones constitucionales: rendir cuentas, ser transparentes, permitir acceso a la información pública, respetar la disidencia y garantizar la libertad de prensa.

Hugo Chávez, Rafael Correa, Evo Morales, Cristina de Kirchner y Daniel Ortega, utilizan la misma fórmula del agravio en mítines y tribunas políticas, rehusándose al cara a cara de las conferencias de prensa o entrevistas. Usan espacios de propaganda que se auto asignan por ley en radios y televisoras independientes, que confiscan con la excusa del “interés nacional”, o en medios que compran con fondos del Estado o de los que se apropian mediante testaferros.

Sus ofensas no aportan pruebas. Pero las exigen a los medios con juicios millonarios o con consecuencias carcelarias. En su táctica no es tan importante acusar a los periodistas de sus pasados golpistas o de sus presentes burgueses, como de repetir una y otra vez que traicionan al pueblo, a los intereses del gobierno o de la nación. En esa repetición propagandística, Correa, Chávez y Morales tienen éxito. A pesar de que los medios son perseguidos, maniatados y clausurados, y de que denuncian la corrupción del poder, están enfrentando una merma de su credibilidad en ciertos países, debido a estas campañas de desprestigio.

No solo la retórica es parte de la astucia gubernamental. También se crean legislaciones que permiten censurar contenidos periodísticos de una forma sutil. Ya no se trata de las burdas leyes de prensa de las dictaduras, sino de carácter general que al perseguir fines loables, con amplio respaldo popular, resulta difícil criticarlas o explicar que ocultan viles mecanismos de censura.

En Bolivia, por ejemplo, la aparente nobleza de una ley antirracista originada por Morales, conlleva fuertes restricciones, multas y penas de cárcel en contra de medios y periodistas por el solo hecho de reproducir declaraciones. En Ecuador, la consulta popular que promueve Correa, busca que el público avale un consejo gubernamental de vigilancia de la prensa, el que permitirá censurar contenidos y castigar penalmente a los infractores. En Nicaragua, una ley de Ortega castigaba con mayores sanciones a quienes divulgaran información sobre las víctimas de violencia contra las mujeres, que a los propios agresores. En Colombia, las penas son mayores sobre la divulgación de actos de discriminación por sexo o consumo de alcohol que sobre quienes violan la ley.

Otras formas de censura o que generan autocensura incluyen la discriminación mediante publicidad oficial, inspecciones impositivas recurrentes, restricciones al acceso de materiales importados de producción; y el peor, el uso de dádivas y pagos a periodistas, cibermilitantes y turbas para insultar y desprestigiar a  disidentes y opositores.

Lo más alarmante es que los gobiernos se copian estas estrategias desde hace años, y para ello usan fondos millonarios del Estado o los cheques en blanco que extiende Chávez. De ahí también el temor, que se sigan financiando y reproduciendo sus planes, como las flamantes leyes que Chávez creó a semejanza de los hermanos Castro, para limitar y bloquear los contenidos por internet, Facebook y Twitter.

Para contrarrestar estas sutilezas del poder, como se discutió en la SIP, es necesario seguir haciendo periodismo incisivo e investigativo. Pero más aún, educar al público, de que las embestidas contra la prensa, tienen la intención de reducir la habilidad de los ciudadanos a acceder y recibir información relevante y reveladora. Son ataques a la libertad de expresión, ataques contra todos.

Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...