diciembre 13, 2010

Chávez: ¿La última estocada?

Con Hugo Chávez uno se pregunta si cada acción con la que arremete contra los medios de comunicación, los periodistas y el derecho del público a la información se trata de la última estocada en contra de la libertad de prensa y de expresión.

Siempre existe la esperanza de que calme sus ansias de poder y dominarlo todo. Pero cada semana que pasa esa esperanza se diluye. A la presión ejercida en los últimos meses con Globovisión, de la que ya se apropió de un 20% de sus acciones, ahora se le suman las reformas de las leyes de Responsabilidad Social de Radio y Televisión y la de Telecomunicaciones.

Ambas están destinadas no solo a coartar la libertad de prensa de los medios y periodistas, y terminar de derribar a Globovisión, sino que también van derecho al corazón de los usuarios del internet, atenazando el derecho del público a decidir dónde informarse. Se trata de una nueva estocada del Gobierno del presidente Chávez en contra de la libertad de expresión.

Como comenté en el post anterior, sabiendo que le quedan pocas semanas para gobernar despóticamente y sin oposición, Chávez está apurándose a pasar cualquier tipo de leyes aprovechando que todavía no se integra hasta mediados de enero la nueva Asamblea Nacional.   

De ahí que con la excusa de la seguridad nacional y la defensa de su revolución, apunte sus cañones ahora contra el internet buscando mil y una formas de restringirlo y controlarlo, como lo hacen otros países nada democráticos en el mundo tal los casos de Cuba y China, que bloquean, filtran y censuran el flujo informativo digital.

Tal como dijo la SIP en un comunicado esta tarde, la reforma a Ley de Responsabilidad Social en Radio y Televisión prohíbe el uso libre de Facebook, Twitter y otras redes sociales y especifica severos castigos cuando la información de los medios o de los usuarios “puedan constituir manipulaciones mediáticas”, induzcan el magnicidio, promuevan el desorden público, difundan mensajes contrarios a la seguridad nacional o divulguen imágenes y sonidos de contenido sexual.

La modificación también establece que “los proveedores de servicios de internet, deberán establecer mecanismos que permitan restringir, sin dilaciones, la difusión de mensajes y acceso a portales divulgados a través de ésta u otros medios electrónicos”. Además reduce la concesión de las licencias a los medios de comunicación de 25 a 15 años y no permite la inversión extrajera “en radio difusión sonora, televisión abierta y producción nacional audiovisual”.

Esta reforma también incluye restricciones para el uso de internet. En su artículo 212 establece que “el Estado creará un punto de interconexión o punto de acceso a la red de los proveedores de servicios de Internet en Venezuela con la finalidad de manejar el tráfico con destino y origen en Venezuela, con el objeto de utilizar de manera más eficiente las redes del país dado el carácter estratégico del sector”.

Sin embargo, las mayores restricciones, que se entienden están destinadas a seguir minando a Globovisión, consigna que será el Presidente quien fije los “estándares” para promover la evolución de la radio y la televisión digital en el país. En su Art. 203, la nueva legislación prohíbe la posesión de más de una emisora radial o televisora y la difusión “de la señal de las estaciones de radio o TV abiertas en zonas de cobertura distintas a las autorizadas en dichas estaciones en sus respectivos título jurídicos”.

diciembre 12, 2010

Chávez: La tercera no es la vencida


Hugo Chávez hasta para destrozar los dichos sirve. Aquel adagio que dice que “la tercera es la vencida” no corre en Venezuela. El Presidente venezolano anunció que necesita gobernar por decreto, por eso está pidiendo de nuevo una ley habilitante, que le ha servido en tres oportunidades anteriores.

Chávez es el gobernante que no solo gobernó más veces sin Congreso, sino por la mayor cantidad de tiempo; la vez anterior lo hizo aproximadamente por nueve meses cuando el Congreso le dio carta blanca.

Ahora, con la excusa de tener que dictar decretos con rapidez para ayudar a las víctimas de las inundaciones, Chávez tiene la excusa perfecta para gobernar por decreto, y lo hará un mes antes de que asuman 67 diputados de oposición, de los 165 que serán instalados. Obviamente que de ahí es su premura.

Esta es la primera vez desde 2005 que habrá diputados distintos al oficialismo.

diciembre 10, 2010

Anarquía cibernética


La detención de Julian Assange esta semana provocó innumerables protestas de ciberactivistas, principalmente del grupo de agitadores denominado Anonymous que hace meses se dio a conocer después de atacar varios sitios en el mundo dedicados a la protección de los derechos de propiedad intelectual y dirigidos por la industria literaria, discográfica y cinematográfica para contrarrestar la piratería.
Los hackers de Anonymous que creen que todo debe ser libre en el internet, incluso las descargas de música, libros y película, comenzaron una cruzada a favor de Assange esta semana aunque el fundador de Wikileaks no la solicitó.
El perfil del grupo de agitadores fue cancelado en Facebook y Twitter, donde tenía su principal centro de operación además del sitio de chat 4chan desde donde se formaron.
Anonymous defiende la causa de la libertad de expresión pero se la niega a las compañías como Amazon, Visa, Mastercard, PayPal, entre otras, por haber desenchufado a Wikileaks de sus sistemas. En realidad, se trata de un grupo que está produciendo una peligrosa anarquía en el internet y cuya influencia se irá haciendo notar cada día más.

diciembre 09, 2010

De Osama a Julian


Así como con el derribo de las torres gemelas de Nueva York, Osama Bin Ladem demolió los paradigmas de la seguridad mundial y logró que nos sintiéramos revisados y demorados en cada aeropuerto, las filtraciones de cables confidenciales de la diplomacia estadounidense por Julian Assange en Wikileaks, tendrán un impacto negativo no solo para las relaciones de confianza entre países, sino para el flujo informativo internacional y la libertad de prensa.
El problema es complejo y fascinante. El “cablegate” hizo colisionar varios derechos de similar valor. El del público a saber y el del gobierno a reservar información sensible; el de la intimidad y el de ventilar actos privados de personas públicas; el del secreto y el de la seguridad nacional; y el de la libertad de expresión para publicar la verdad, a pesar de haberse obtenido mediante delito o coacción.
Caso enredado, también, porque el carácter de secreto transforma en verdad y vedette cualquier material como los chismes y opiniones diplomáticos de los cables, que dolieron más a la comunidad internacional que los abusos cometidos en las guerras de Irak y Afganistán, ventilados por Wikileaks meses atrás.
Enmarañado, además, porque Assange tiene ahora una imagen de Robin Hood de la información obstinado en robar y desenmascarar solo a los ricos; cuando la verdad se complementaría mejor con los secretos de gobiernos opresores y tiranos, documentación que también procesa Wikileaks, pero que poco publica.
Lo peor de todo es que la información clandestina publicada por Assange les sirve en bandeja a los gobiernos, democráticos o tiranos, un enemigo común. Tienen la coartada perfecta para dictar normas que hagan más secretos sus secretos, crear más organismos de control y limitar o castigar a periodistas y medios que quieran sacarlos a la luz.
Es un caso difuso porque no se sabe a ciencia cierta qué son o hacen Assange y Wikileaks. Si se trata de periodismo que está protegido, de espionaje condenado o de un híbrido. Lo que sí está claro es que Wikileaks no es transparente ni periodismo. Se trata de una excelente oportunidad tecnológica para difundir un volumen extraordinario de información sin ningún tipo de responsabilidad legal.
Wikileaks, como medio abstracto, no cumple con preceptos periodísticos sobre rigurosidad, confrontación y confirmación de fuentes. Publica textos que fueron obtenidos ilegalmente, mientras el periodismo requiere responsabilidad jurídica;  por ejemplo, para obtener información clasificada debe entrar en un proceso judicial tormentoso, como el que enfrentó el New York Times para acceder a los Papeles del Pentágono, o esperar 30 años a que esos datos sean desclasificados.
Pero tampoco Wikileaks es enemigo del periodismo, sino complemento. Los cinco medios – NYT, El País, The Guardian, Le Monde y Der Spigel - que desde esta semana comenzaron a publicar los cables lo pudieron hacer en forma responsable por la irresponsabilidad de Assange. Aunque los puedan acusar de megáfono de un supuesto delito, hicieron lo que debían hacer, informar, y lo hicieron consultando a las embajadas, a los gobiernos y dejando de lado nombres y temas que pudieran afectar la vida de los involucrados.
Los medios crearon así su atajo informativo y no tuvieron otra opción que publicar, en el entendido de que su servicio es fiscalizar y mantener a los ciudadanos informados en asuntos de interés público, en especial cuando los gobiernos tienen una alta predisposición a calificar de secreta o clasificada cualquier información.
Wikileaks, como instrumento, es entonces un aliado interesado del periodismo y del público. Y nada justifica censura o ataques; solo respuestas ante la ley.
Pero el gobierno no debería preocuparse tanto por el mensajero sino sobre cómo procesa su información confidencial y cómo castigar a quienes la infringen o motivan su robo. La nueva fuerza de tarea creada por el presidente Barack Obama para evitar nuevas filtraciones, debe asegurar que persigue el delito, no la libertad de expresión.
Además de mejorar sus comunicaciones diplomáticas, EEUU tiene ahora la responsabilidad de actuar de forma apropiada para que cualquiera acción en contra de las filtraciones no se transforme en un boomerang en contra de la libertad de prensa en el mundo y la libertad en el internet, que tanto pregona defender y promueve.

diciembre 08, 2010

Chávez ¡cumple!


El presidente venezolano Hugo Chávez creo que es el único mandatario latinoamericano que cumple con cada promesa que hace. Esta vez cumplió a rajatabla apoderándose – parcialmente por ahora - de la televisora Globovisión, el único canal privado en Venezuela que fiscaliza y tiene un sentido crítico de las acciones del gobierno.

Una vez más - ante el cansancio de la comunidad internacional por su amenazas y escondiéndose detrás de las noticias de los damnificados y de los cables de Wikileaks – Chávez logra su objetivo de arremeter cobardemente y en forma impune contra la libertad de prensa. El mundo – lamentablemente - permanece indiferente.

Las promesas de Chávez de ahora son las amenazas que vino profiriendo desde los últimos tres años, cuando al cerrar RCTV (Radio Caracas Televisión) en mayo de 2007 dijo que Globovisión sería la próxima. En eso mintió e incumplió, en realidad, porque entre ambos episodios, acabó cerrando cinco canales de cables, radios, periódicos y páginas de internet privadas, aunque incentivó la creación de medios y agencias de noticias gubernamentales.

Chávez asumió el control del 20% de la televisora, tras liquidar la empresa Sindicato Ávila, C.A., perteneciente al Banco Federal - del empresario y accionista del canal, Nelson Mezerhane - que había sido intervenido por el gobierno el pasado 14 de junio. La resolución No. 39.566 sobre la liquidación del Sindicato Ávila, C.A., fue publicada en la Gaceta Oficial el 3 de diciembre, sin embargo hasta el 6 de diciembre la Agencia Venezolana de Noticias (AVN) dio a conocer la información sobre el traspaso de acciones.

La estrategia de Chávez ha sido implacable, quien en los últimos dos años estuvo dirigida a controlar y deteriorar la credibilidad del canal, abriéndole más de 40 causas en la Justicia y administrativas. Su dueño principal, Guillermo Zuloaga, fue acusado de “usura general” y de desacato por haber ofendido con sus críticas la figura presidencial cuando participó en marzo pasado en una asamblea de la SIP en Aruba.

Si bien con el 20% de las acciones el gobierno no podrá participar del directorio editorial, ya que necesita según los estatutos del canal el 65%, resultándole imposible modificar la agenda informativa del canal, se sabe por experiencia que ya estando adentro, pronto Chávez se las ingeniará, como Caballo de Troya, para derribar las defensas periodísticas de Globovisión.


Tensión entre la verdad y la libertad

Desde mis inicios en el periodismo hasta mi actual exploración en la ficción, la relación entre verdad y libertad siempre me ha fascinado. S...